El Salvador
Reserva de Biosfera Apaneca-Llamatepec. Eduard Müller
El Salvador Mirando al Océano Pacífico Eduardo Guerrero A pesar de ser el país más pequeño de Centroamérica, el territorio salvadoreño ofrece una considerable complejidad geográfica. Dos sistemas montañosos moldean en buena medida el paisaje nacional, al norte, las estribaciones de la Sierra Madre Centroamericana, y al sur la Cadena Costera. Entre ambos se extienden zonas de relieve moderado que incluyen fértiles valles de suelos volcánicos, la meseta central donde se ubica la capital San Salvador, y el cinturón costero. Como parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, el país cobija numerosos volcanes. Los más notables son el Llamatepec (Santa Ana), el Chinchontepec (San Vicente), el Quetzaltepeque (San Salvador), el Chaparrastique (San Miguel) y el Izalco.
Este último fue llamado hasta la década de 1960, el Faro del Pacífico por su actividad eruptiva que orientaba a las embarcaciones a su paso por aguas salvadoreñas. La hidrografía está definida por el sistema fluvial del río Lempa, uno de los más largos de Centroamérica, cuya cuenca es compartida con Guatemala y Honduras. El territorio incluye los lagos Llopango (72 km 2 ), Güija (45 km 2 ), Coatepeque (26 km 2 ) y el embalse de la presa hidroeléctrica Cerrón Grande, llamado también lago de Suchitlán (135 km2). Por su ubicación geopolítica en la ribera del Océano Pacífico, El Salvador participa en las iniciativas de integración promovidas por los países latinoamericanos que
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