Libro Rojo de la Región del Libertador Bernardo O´Higgins

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Libro Rojo de la Región del Libertador Bernardo O´Higgins Book · January 2007

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Cecilia Smith-Ramirez

University of Chile

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PARTE I

1. Presentación PABLO LOBOS, MARCIA RICCI & TERESITA GONZÁLEZ Corporación Nacional Forestal, Región de O’Higgins

El país se ha comprometido, a través de tratados internacionales, a llevar a cabo la actualización de la base de datos de la flora y la fauna nacional, incorporando nuevos registros georreferenciados que permitan mejorar el conocimiento de la biodiversidad, al menos a nivel de especies y ecosistemas. De esta manera, la Región de O’Higgins ha dado un paso importante con este documento, el que esperamos sea usado por las autoridades y gestores de la Región con el fin de cumplir a nivel local con las tareas de conservación de la biodiversidad, y a su vez, con las necesidades de desarrollo sustentable. La Corporación Nacional Forestal (CONAF) tiene una larga tradición en conservación, desde que se convocó a los científicos chilenos para realizar los Primeros Libros Rojos de Vertebrados (1988), de Flora Arbórea Terrestre (1989) y de Sitios Prioritarios para la conservación (1996). Éstos, han sido elementos claves para la conservación de la Biodiversidad en Chile y consulta obligada del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Este estudio de la prospección del estado de conservación de la flora y fauna nativa, y de los sitios de interés para la conservación de la Región de O’Higgins surge como una necesidad institucional de la CONAF regional. Se requería de esta información actualizada y de buena calidad, y que a su vez estuviese disponible para los otros servicios públicos regionales y nacional, y público en general. Es así que

postuló y obtuvo fondos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para realizar este estudio, el cual fue licitado a través del portal de Chilecompra. La Universidad de Chile, contando además con investigadores de otras instituciones, se adjudicó este estudio. Este grupo de científicos y profesionales de la CONAF regional ha incorporado, en las metodologías empleadas y en los análisis de datos y resultados, los trabajos previos realizados en la Región de manera de integrar conocimientos anteriores y actuales, con el fin de mejorar la calidad de los resultados y las propuestas entregadas. Una de las dificultades de la información científica es que ésta no es fácilmente traducida en forma adecuada para la toma de decisiones que requiere la sociedad, y con las urgencias de éstas. Las instituciones deben tomar decisiones en un marco restrictivo de tiempo dado los mandatos que realiza la sociedad, sin poder esperar todo el tiempo que es necesario para obtener toda la información deseada. Así, se genera una suerte de separación entre lo que es el conocimiento científico tradicional y la necesidad de hacer recomendaciones que deben ser llevadas a cabo por parte de las instituciones del Estado. El objetivo de este libro es entregar los datos, análisis y resultados del estudio de la prospección de flora vascular, fauna de vertebrados terrestres y proposiciones de sitios prioritarios para la conservación de

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PARTE I

la biodiversidad para la Región, dentro del marco general de la política nacional de conservación de la biodiversidad y del reglamento de conservación de las especies. Esta región de Chile central se caracteriza por estar dentro de la zona mediterránea de Sudamérica, presentando una alta biodiversidad de especies. No obstante, carecía de una base de información sistematizada del patrimonio natural. Este trabajo es el primer esfuerzo sistemático de obtener información de calidad, adecuada a las necesidades de gestión de las instituciones del Estado. En este Libro Rojo los especialistas nos entregan una propuesta de trabajo basada en información científica fidedigna, con las limitaciones propias de los estudios que se realizan en tan corto plazo, solamente 18 meses. Dicha proposición es la base de las decisiones científico – técnicas que llevarán a cabo los profesionales, y con las recomendaciones de mecanismos de gestión innovadores, que existiendo en la legislación actual, se articulan de manera novedosa para conseguir el objetivo principal de conservar la biodiversidad y permitir un desarrollo sustentable. En la Primera Parte se entrega el Marco

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Teórico y el Diseño del Estudio; en la Segunda Parte se entrega el estado de conservación de la flora vascular y fauna de vertebrados terrestres regional; en la Tercera Parte se realiza una aproximación a los sitios prioritarios, y en la última Parte, se entrega una propuesta para gestionar los sitios prioritarios e incorporarlos a la normativa ambiental y territorial vigente. De esta manera, la información contenida en este Libro, tanto la basada en las especies como aquella basada en las áreas prioritarias para la conservación, debe servir de fundamento para el desarrollo de inversiones en el espacio de la Región, ya que los sitios prioritarios están constituidos por una red de áreas más pequeñas, más o menos interconectadas, que son parte de la contribución de la Región a la conservación de la biodiversidad. Junto a ello, se espera que además, sea de utilidad para las comunidades locales, en el uso cotidiano del conocimiento del ambiente donde se desenvuelve la actividad de la conservación, y para los establecimientos educacionales, entre todos los posibles usuarios y responsables de conservar la biodiversidad, para nosotros en el presente y para nuestros descendientes.


Marco co Teórico 2. Mar ITALO SEREY1 & MARCIA RICCI2 1 2

Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

Corporación Nacional Forestal, Región de O’Higgins

2.1 Ciencia y sociedad En las décadas recientes los profesionales de la ciencia y la tecnología han incrementado su trabajo mancomunado con los profesionales de otros sectores de la sociedad contribuyendo a la llamada “ciencia socialmente robusta” (Nowotny et al. 2000). También en los últimos años se ha puesto un énfasis creciente en la importancia de establecer políticas ambientales más fundamentadas en la ciencia por parte de los tomadores de decisión, grupos de interés y ciudadanos, al igual que los gobiernos a nivel local, nacional e internacional (Steel et al. 2004). A fines del siglo veinte las ciencias naturales aumentaron su focalización sobre los problemas y riesgos que la sociedad moderna enfrenta, y que han sido parcialmente generados por sus propios desarrollos tecnológicos. El cambio climático global y el aumento de la contaminación ambiental que incrementa la tasa de extinción de especies, son un par de ejemplos (Solaranta 2001). El mundo de fines del siglo veinte fue muy distinto de aquel en que se desarrolló el emprendimiento científico común. Actualmente desde la misma corriente científica establecida, se reconoce la necesidad de un nuevo “contrato social para la ciencia” para tratar con una nueva situación planetaria, donde la manera usual de operar de la ciencia ya no es adecuada

(Lubchenco 1997). Por otra parte, existe un sentimiento creciente de que la ciencia no está respondiendo a las necesidades de nuestro tiempo, especialmente en lo relacionado con el desarrollo sustentable. Esta observación crítica, representa la parte de la sociedad que apoya el rol de la ciencia para la comprensión del mundo y la solución de los problemas prácticos (Gallopín et al. 2001). El argumento aceptado es que la ciencia debe cambiar la manera en que interactúa con la sociedad, la cual debe ir hacia la apertura acerca de qué se hace y la manera en que opera (Forrester et al. 2002). Nunca antes la fuerza de la ciencia ha sido más importante para comprender y proteger el ambiente. Por otra parte, el medio ambiente es un dominio de las ciencias naturales en fuerte interacción con las ciencias sociales. Sin embargo, las tareas son completamente diferentes de aquellas concebidas tradicionalmente para la ciencia occidental, dado que en lugar de conquistar y controlar la naturaleza, ahora somos nosotros los que la debemos manejar, acomodar y ajustar (Funtowicz et al. 1999). Este nuevo contrato social se está instalando en la sociedad del siglo veintiuno y en Chile está comenzado a operar en forma gradual, hecho que se evidencia en el cambio de políticas de financiamiento de investigación científica por parte del Estado y en el incremento de la participación de la ciencia

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en las necesidades nacionales. La evaluación de los estados de conservación de las especies y proposición de sitios

prioritarios para la conservación de la biodiversidad, se inscriben claramente dentro de esa nueva relación.

2.2 El Problema A partir de fines del siglo diecinueve el Estado comenzó a proteger algunas especies y áreas de interés, tales como la Palma Chonta (Johow 1896) y la creación de la primera área protegida del país en 1907, la Reserva Forestal Malleco (Benoit 1996). Por otra parte, con la Ley de Bosques del año 1931 (Ministerio de Tierras y Colonización) nuestro país controló la tala del bosque y protegió las cuencas de ríos siendo éste un eslabón más en la conservación de áreas, lo que llevó a que 30 años después se protegieran los suelos, las aguas y especies menos conspicuas (Benoit, 1996). Un análisis extenso acerca de la legislación sobre protección de la flora nativa de Chile (Gallardo 1989) da cuenta de las convenciones internacionales que Chile ha suscrito, de leyes y decretos que han aportado de manera significativa a la conservación de especies y ecosistemas. Se destaca de ellas, el Decreto Supremo N° 531 de 1967 en el que Chile ratifica la "Convención para la protección de la flora, fauna y bellezas escénicas naturales de América". Esta convención, suscrita en Washington en 1940, aun antes de ser Ley chilena estimuló la reglamentación de la Ley de Bosques. Es importante resaltar en este punto, que tanto de la Ley de Bosques como de la Convención de Washington han emanado los Parques y Reservas Nacionales, y los Decretos Supremos que protegen especies particulares (Gallardo 1989). Posteriormente, luego de la ratificación en 1995 como Ley de la República del Convenio de Diversidad Biológica (a través

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del Decreto Supremo N° 1963 del Ministerio de Relaciones Exteriores, y publicado en el Diario Oficial en mayo de 1995), se elaboró la "Estrategia Nacional de Protección de la Biodiversidad" (CONAMA 2003) y su Plan de Acción (CONAMA 2005b). A su vez la Región de O’Higgins elaboró su "Estrategia de conservación y uso sustentable de la biodiversidad" (CONAMA 2002, 2005a) en la que se establecen en forma preliminar cinco sitios prioritarios para la conservación biológica: Alto Huemul, Las Cardillas (ambos en la comuna de San Fernando), Palmas de la Candelaria (Chépica), Tanumé (Pichilemu) y Topocalma (Litueche). Las anteriores acciones son parte de la conservación de la biodiversidad. Actualmente ésta se ha convertido en una ciencia, la ciencia de la conservación biológica, la cual se presenta como una ciencia compleja, que necesita de una visión innovadora para proponer soluciones con acciones urgentes de mediano y largo plazo.

La conservación de la biodiversidad Paisaje de Sierras de Bellavista.


La conservación de la biodiversidad constituye un desafío nacional, particularmente en la zona de Chile central, que tiene la mayor concentración de población del país (45%). La Región de O’Higgins ha sido transformada intensamente por la cultura occidental por cerca de quinientos años. A su vez, constituye un área clave de Chile central, esta última reconocida por estudios internacionales como un área de alta diversidad biológica característica de biomas de tipo mediterráneo, formando parte del “hotspot” chileno de biodiversidad, prioridad mundial para la conservación (Mooney 1988, Blondel et al. 1995, Arroyo et al. 2006). La Región cuenta con un área protegida por el SNASPE (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado) de 36.882 ha. que corresponde a la Reserva Nacional Río de los Cipreses, creada en 1985, ubicada en la comuna de Machalí y propiedad del Estado de Chile. Otra área que aparece como perteneciente al SNASPE es el Parque Nacional Palmas de Cocalán, creado en 1972 en la comuna de Las Cabras con una superficie de 3.709 ha., pero es propiedad de privados y nunca ha sido administrada por CONAF. La Reserva Nacional Roblería del Cobre de Loncha, creada en 1996, está en la Región Metropolitana (Alhué) siendo administrada por CONAF Región de O’Higgins y corresponde a una propiedad de CODELCO - Chile.

En la Región se encuentran tres de los once tipos vegetacionales que no están representados en el SNASPE, estos son: el Bosque Esclerófilo Costero, el Matorral Espinoso de la Cordillera de la Costa y el Bosque Caducifolio de Santiago (Gajardo 1994). Por otra parte, la información existente, tanto previa como generada por este estudio, es claramente insuficiente para determinar el estado de conservación de la flora y la fauna superior con un bajo nivel de incertidumbre, a pesar de que gran parte de los estudios se han centrado en vertebrados terrestres y flora de angiospermas. Existen grandes grupos de organismos de fauna de invertebrados y flora criptogámica que serían vulnerables y podrían extinguirse localmente debido a la destrucción de los ecosistemas donde habitan (Simonetti et al. 1995). De ahí la gran importancia que adquieren los “sitios prioritarios” donde todos los grupos de organismos no incluidos pueden llegar a ser protegidos.

Vegetación esclerófila del piedemonte andino.

2.3 Elementos de conservación biológica La conservación biológica busca proporcionar principios y herramientas para proteger la diversidad biológica a nivel de genes, especies y ecosistemas, anticipando, previniendo o reduciendo el daño ecológico, o bien sirviendo como base para el diseño de políticas públicas

de conservación a partir de un estado pasado referencial (Soulé 1985; Soulé & Orians 2001). Se considera como una disciplina de crisis (Soulé 1985) ya que requiere de soluciones urgentes en un contexto en que nunca será posible contar con toda la información necesaria para

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tomar la mejor decisión, o más bien el mejor diseño y recomendación sobre el qué y cómo proteger. Finalmente, es una ciencia normativa que persigue un fin ético: la mantención de la biodiversidad de la Tierra (Soulé & Orians 2001). Tiene carácter holístico en dos sentidos: por un lado estudia los procesos ecológicos y ecosistémicos (Soulé 1985), mientras que por otra parte, reconoce la necesidad de una aproximación multidisciplinaria (Soulé 1985) dada la naturaleza compleja del fenómeno. Según Soulé (1985) habría dos conjuntos de postulados para la conservación de biodiversidad, unos funcionales (mecanísticos) y otros éticos (normativos). Los principales postulados funcionales sobre la biodiversidad están relacionados con el hecho de que muchas de las especies que constituyen comunidades naturales son resultado de procesos coevolutivos; muchos, si es que no todos, procesos ecológicos que tienen umbrales bajos, pudiendo llegar a ser discontinuos, caóticos o suprimidos; y, los procesos genéticos y demográficos tienen umbrales bajo los cuales empiezan a prevalecer fuerzas noadaptativas o azarosas por sobre fuerzas adaptativas o determinísticas dentro de las poblaciones. En tanto, entre los postulados éticos (normativos) sobre la biodiversidad, se puede mencionar: que la diversidad de organismos, la complejidad ecológica y la evolución son buenas, y que la diversidad biológica tiene un valor intrínseco. Estos elementos son fundamentales para comprender la complejidad de la tarea de la conservación biológica, que recae tanto en las instituciones del Estado como así también en la sociedad, las cuales apoyan e incentivan la gestión de las medidas sugeridas por el conocimiento científico actualizado. De esta manera, la conservación requiere de la participación de diferentes actores, 8

tales como instituciones de gobierno y privadas, propietarios de la tierra, empresas, comunidades locales y científicos. La tarea de estos últimos se ha visto ampliada, porque ahora deben hacer recomendaciones para la toma de decisiones de políticas para la conservación de la biodiversidad. Frecuentemente las agencias de gobierno expanden el rol de los científicos, incorporándolos en el proceso de toma de decisiones que impliquen el manejo de la biodiversidad, no obstante, esto debe involucrar a otros interesados, entre ellos, quienes serán regulados (por ejemplo propietarios de predios de importancia para la biodiversidad) (Groom et al. 2005).

Paisaje Agrícola.

Respecto de la importancia de la conservación de la biodiversidad y de sus funciones ecológicas, se ha llegado a señalar que el disponer de información sobre la distribución, abundancia, historia natural y de tendencias poblacionales de las especies de la Tierra es una tarea más ambiciosa e importante que curar el cáncer, identificar el genoma humano, ir a la Luna o vivir en Marte, dado que la sociedad humana tal como la conocemos depende de los servicios (ecosistémicos) que nos presta la biodiversidad (Soulé & Orians 2001). Desafortunadamente la conservación se desarrolla con un gran desconocimiento de las especies, habiéndose descrito alrededor de 1,75


millones de ellas, siendo que existirían más de 50 millones de especies. Sólo se conoce la distribución y requerimiento de pocas especies, y se conoce muy poco

sobre abundancias y menos aún de tendencias poblacionales (Soulé & Orians 2001).

2.4 Conservación y aproximaciones científicas Es necesario recordar que la ciencia ha estado en constante evolución a través de la historia, desarrollando aproximaciones muy distintas en las mismas disciplinas y enfrentando además un profundo problema, esto es, que el tradicional método científico reduccionista de la ciencia no trabaja con la complejidad de la naturaleza. Ha habido un movimiento tendiente a no asignar causas simples a fenómenos sociales, biológicos y físicos complejos. Ahora se conoce que las sinergias y retroalimentaciones complican las historias causales que fueron observadas como simples y lineales, donde una vez prevalecieron modelos reduccionistas y estáticos, ahora se piensan explicaciones dinámicas intersistémicas (Jasanoff et al. 1997). El desafío imperativo es focalizar el trabajo científico en las uniones entre los sistemas geológico, químico, físico, biológico, económico, social y político. Así por ejemplo, en ecología existen tensiones entre las dos vertientes de ella, la analítica y la integradora (Holling 1998). La vertiente analítica se centra en la investigación de partes; emerge desde la tradición de la ciencia experimental donde se elige un foco estrecho para proponer hipótesis, colectar datos, diseñar una prueba crítica que permita rechazar las hipótesis erróneas; y debido a esta base experimental, la escala elegida es típicamente pequeña en el espacio y corta en el tiempo. A su vez, la premisa de la vertiente integrativa es que el conocimiento del sistema es casi siempre incompleto;

las propiedades de un sistema complejo no pueden ser descritas de forma completa solamente por la comprensión de sus subcomponentes (Gallagher & Appenzeller 1999) por lo cual la sorpresa es inevitable; raramente hay unanimidad de acuerdo entre los pares –solamente una línea de credibilidad creciente de argumentos probados- y no sólo la ciencia es incompleta, el sistema mismo es una meta cambiante, evolucionando a causa de los impactos del manejo y la expansión progresiva de la escala de influencia humana sobre el planeta (Gallopín et al. 2001).

Arroyo en Sierras de Bellavista.

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Ciencia normal A través de la aproximación desde el paradigma positivista/reduccionista en ciencias, se intenta revelar las propiedades de la naturaleza por la separación de los componentes desde su totalidad para simplificar el estudio y facilitar la interpretación de los resultados científicos. Este método es muy útil para encontrar las relaciones que gobiernan la naturaleza. Por ejemplo, la producción primaria versus la intensidad de la radiación en una planta, mortalidad versus concentración de un tóxico de una población animal o de planta experimental. Sin embargo, el método también tiene limitaciones cuando las funciones de un sistema completo deben ser reveladas por el estudio. Como ejemplo, un ser humano no se puede describir sobre la base de todas las células de su cuerpo, dado que supone que todas las relaciones son lineales. En cambio, la aproximación a partir del paradigma holístico o sistémico intenta revelar las propiedades de un sistema complejo, tales como un ecosistema, estudiando el sistema como una totalidad. De acuerdo a esta aproximación, las propiedades del sistema no pueden ser encontradas por el estudio de los componentes separados. Esto no implica que un buen conocimiento de los componentes y sus propiedades sea redundante, mientras más se conozca de los componentes y todos sus niveles, se será más capaz de extraer las propiedades del sistema. Sin embargo, esto implica que el estudio de los componentes de un sistema ambiental, nunca será suficiente para revelar las propiedades de éste. Junto a ello, supone que las relaciones son nolineales. La ciencia no ha tenido éxito en comprender la estructura y dinámica de sistemas complejos solamente desde un punto de vista reduccionista. Así, la 10

conclusión de estas consideraciones es clara: se necesita de ambas aproximaciones, pero debido a que es mucho más fácil aplicar el método reduccionista, el trabajo analítico ha tenido más adeptos que aquellos interesados en los aspectos sintéticos en ciencias, particularmente en el período 1945 - 1975. Sin embargo, en los últimos veinte o treinta años la investigación ecológica ha mostrado con claridad creciente la urgencia de una aproximación sistémica.

Ciencia post-normal Actualmente la ciencia “normal” es insuficiente desde su propia perspectiva para tratar con la presión y complejidad de los problemas ambientales de nuestros días, dado que en éstos se enfatiza la importancia de los estudios transdiscisplinarios. De aquí la importancia en la emergencia de la ciencia post-normal como una aproximación complementaria a los métodos más tradicionales, lo que conlleva desafíos y oportunidades que necesitan una amplia discusión. ¿Qué es exactamente “buena ciencia”?, ello significa cosas distintas para personas diferentes (Hobbs 2005). Ciencia "post-normal" es un concepto desarrollado por Funtowicz & Ravetz (1993) tratando de caracterizar una metodología de investigación que sea apropiada para las condiciones contemporáneas. El caso típico es cuando "los factores son inciertos, hay valores en disputa, los riesgos son altos y las decisiones urgentes". Los autores antes mencionados, acuñan el término ciencia post-normal en contraste al de ciencia normal de Kuhn (1970). El término fue elegido en parte para obtener ventaja por los lazos a la filosofía post-moderna, pero al mismo tiempo para distinguir la ciencia post-normal del hecho de la deconstrucción post-moderna (McCarthy 2002).


En la ciencia normal no hay espacio para dudas y criticismo, para cada problema hay solamente una respuesta correcta. Los científicos tienen un estilo de pensamiento que inhibe el manejo de la incertidumbre y el cambio (Ravetz 1999). En tales circunstancias, la ciencia tradicional se basa en hechos científicos objetivos, "duros", y valores subjetivos, "blandos”. Los hechos problemáticos de la naturaleza son re-etiquetados como “medio ambiente”, “salud”, de tal forma que la “ciencia” retenga su pureza prístina. En el caso de esos hechos problemáticos nos encontramos con decisiones políticas conducidas por valores que son "duros" en varios sentidos, y para las cuales los aportes científicos son irremediablemente "blandos". La definición más reciente es “ir más allá del supuesto tradicional de que la ciencia está libre de valores y que es cierta, esto hace de la incertidumbre del sistema y el riesgo de la decisión las dimensiones esenciales de su análisis” (Ravetz 1999). Ésta distingue entre “ciencias aplicadas” donde ambas dimensiones son bajas, “consultoría profesional” donde al menos una sobresale o es media, y “ciencia postnormal” donde al menos una es severa (Ravetz 1999). De acuerdo a Ravetz (1999) las principales diferencias entre la ciencia normal y post-normal están referidas a que en la primera la lógica obliga a trabajar con una certeza rígida sobre los resultados, y por ende, a un consenso obligado en todos los aspectos, donde hay una respuesta frágil ante los desafíos, una negación de los problemas (miopía) y una fragmentación del conocimiento, lo que podría llevar a un colapso final. En tanto la ciencia post-normal parte abriéndose a la duda razonada, facilita un debate abierto en todos los aspectos permitiendo una resiliencia bajo estrés y una aceptación de los errores, lo que facilita el aprendizaje a través de luchas internas.

En la ciencia normal y aplicada se investiga por objetivos la verdad científica, o el interés de un cliente en la consultoría profesional. En la ciencia post-normal el núcleo teórico es el aseguramiento de la calidad. Esto argumenta a favor de nuevos métodos, incorporando “comunidades extendidas de pares”, que despliega los hechos y toma parte activa en la solución de los problemas. Es así que, por ejemplo, los procesos de validación muestran la importancia de los conceptos de ciencia post-normal en los problemas de cambio climático global (Solaranta 2001). Estos procesos de validación son propios de una ciencia que busca asegurar la calidad de los resultados, pues con ellos se deberán tomar las decisiones de política. En el contexto de decisión post-normal, ¿cuál es el rol de la ciencia en la toma de decisiones? (McCarthy 2002). Su rol es entregar a los tomadores de decisiones, gestores y a la comunidad una apreciación de la evolución de los sistemas ecológicos, siendo utilizada como base de las decisiones (Kay 2001). Esta apreciación se realiza a través de narrativas descriptivas de varios escenarios y están enfocadas en su comprensión cualitativa y cuantitativa. Estas descripciones sirven para informar a los tomadores de decisiones y a la comunidad de los posibles estados futuros de la organización del sistema, comprender las condiciones bajo las cuales éstos pueden ocurrir, entrega esquemas apropiados para asegurar la habilidad para adaptarse a diferentes situaciones y quizás lo más importante, el nivel de confianza que la narrativa entrega, esto es, nuestro grado de incertidumbre (Kay 2001). Estas dos aproximaciones consideradas de la ciencia actual, son fundamentales para comprender el diseño de la investigación realizada, la forma de presentación de los resultados y las consecuencias para los tomadores de decisiones.

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2.5 Entidades biológicas y ecológicas Las acciones de conservación requieren determinar entidades precisas sobre las cuales operar. Habitualmente, las especies son las entidades reconocidas en forma tácita o explícita como los objetos de conservación. Por otra parte, históricamente se han definido áreas de protección, es decir, un territorio que posee características de interés. En Chile, en un inicio fueron áreas de distintos tipos que hoy se agregan en el SNASPE, luego fueron las especies, ejemplos de esto último son los “Libros Rojos”. En este estudio se ha adoptado una aproximación mixta de los objetos de conservación, que la hace más compleja y tiene consecuencias en la metodología del estudio, pero facilita una integración más fuerte de la información.

como objetos de conservación los tipos de vegetación, como son las formaciones vegetacionales, que se basan en atributos de las especies dominantes que determinan la fisonomía de ellas. Esta forma de definir áreas de protección ha sido una práctica en las instituciones estatales del mundo y en Chile. Así, en la práctica se opera desde tres perspectivas: a).- centrada en especiespoblaciones-comunidades, b).- centrada en ecosistemas-paisajes, y c).-centrada en la vegetación. En este estudio la vegetación y sus características se consideran como un componente de los ecosistemas y se usa como criterio para definir tipos de ecosistemas, y en consecuencia para determinar objetos de conservación.

Aproximación centrada en especiespoblaciones-comunidades

Quebrada en Tanumé.

Estas dos formas de ver sobre qué se hace en una acción de conservación, se pueden asociar a dos tipos de jerarquías que se usan en ecología: i) una basada en relaciones de parentesco: individuo, población, especie, género, familia, orden, clase, reino, y otra ii) basada en relaciones con el ambiente: individuo, población, comunidad, ecosistema, paisaje, bioma, ecósfera (o bien biósfera). Más aún, en la definición de áreas de protección se usan

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Esto se traduce en la elaboración de catastros de fauna y flora, seleccionando algunos grupos de organismos. Es frecuente que también se definan comunidades basadas especialmente en su composición de especies, y en ocasiones se evalúan poblaciones cuando se identifican organismos muy sensibles, o que pueden estar en alguna categoría de conservación. Esta elección a priori determina la clase de organismos que deben ser monitoreados en los planes de seguimiento ambiental y, las clases de preguntas que se pueden responder con este tipo de información.

Aproximación centrada en ecosistemas-paisajes. Tanto en Chile como en el mundo la mayor parte de los esfuerzos realizados por la conservación biológica han estado


orientados a proteger especies, subespecies y poblaciones. Estas medidas se han centrado en una pequeñísima fracción de la biodiversidad total (en particular plantas vasculares y fauna de vertebrados), debido a limitaciones de tiempo, recursos económicos, “paciencia social” y del conocimiento científico (Franklin 1993). Por estas razones se ha discutido la necesidad de una aproximación orientada hacia la protección de ecosistemas más que hacia las especies (Franklin 1993). No obstante, los ecosistemas son unidades que deben ser definidas espacialmente en función de preguntas, en este caso, asociadas a la conservación de poblaciones de especies y de procesos ecosistémicos, y particularmente de aquellos que proveen servicios ecosistémicos. Dado lo anterior es que los ecosistemas pueden tener escalas espaciales diversas. Una forma adecuada es definirlos dentro del contexto de paisaje ecológico, que son unidades espacialmente heterogéneas donde los elementos internos son distintos

ecosistemas (Forman & Godron 1986). Estos ecosistemas pueden ser remanentes de unidades mayores que han sido perturbadas fuertemente por la actividad humana, y que se encuentran en transformación por procesos naturales, como la sucesión ecológica, que modifica tanto la composición de especies, la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. Así, la conservación como proceso, debe estar basada en el paisaje, donde se encuentran áreas de alta riqueza de especies en distintas categorías de conservación y donde ocurren los servicios ecosistémicos que son de gran valor para la sociedad. Desde esta perspectiva, se debe tener una red de áreas de alta prioridad para realizar acciones de conservación, inmersos en una matriz sobre la cual también deben tomarse medidas para la conservación. Por tal razón, en este libro se realizan ambas aproximaciones, con el fin de entregar la mayor cantidad de opciones a los tomadores de decisión.

2.6 Referencias ARROYO, M.T.K., P. MARQUET, C. MARTICORENA, J. SIMONETTI, L. CAVIERES, F. SQUEO, R, ROZZI & F. MASSARDO. 2006. El Hotspot chileno, prioridad mundial para la conservación. Pp.94-97. En: CONAMA (Ed.). Biodiversidad de Chile, patrimonio y desafíos. 94-97. Santiago, 647 pp. BENOIT, I. (Ed.) 1989. Libro Rojo de la Flora Terrestre de Chile (primera parte). Corporación Nacional Forestal, Santiago 157 pp. BENOIT, I. 1996. Representatividad ecológica del sistema nacional de áreas silvestres protegidas del Estado. Pp. 149 – 159. En: Muñoz, M., H. Núñez & J. Yáñez. (Eds.). Libro Rojo de los sitios prioritarios

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15


3. Diseño del Estudio ITALO SEREY1, LUIS FAÚNDEZ2, HERMAN NÚÑEZ3, JUAN C. TORRES-MURA3, CECILIA SMITH-RAMÍREZ1, SEBASTIÁN TEILLIER4, FRANCISCO 1

DE LA

1

DARÍO MOREIRA , ALEX OPORTO & ORIÓN ARAMAYO 1 2

BARRERA1,

1

Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile 3

Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile

4

Facultad de Ecología y Paisajismo, Universidad Central

3.1 Resumen Se realiza una descripción de la aproximación metodológica del estudio, desarrollada por el equipo de trabajo para lograr un conocimiento más integrado, indicando las principales dificultades teóricas y prácticas encontradas. Se indica la manera en que se integraron los datos y la información disponible de la Región para el estudio. Se discuten brevemente los problemas de escala, la incerteza de los datos y la integración de ellos en los resultados obtenidos. Por otro lado, se indican los procesos principales comunes a todo el estudio, tal como son la recopilación de antecedentes y la

estructuración de una base de datos con la información existente, que permite incorporar la experiencia, la información y el conocimiento de los especialistas en el diseño metodológico. Se elabora una serie de criterios en el contexto de la ecología y biodiversidad y se propone una distribución de áreas de muestreo, en lo posible comunes para los distintos grupos de organismos. Esta proposición resulta en un mapa que cada uno de los especialistas usó como base de referencia para realizar sus observaciones de campo.

3.2 Introducción La primera dificultad en los estudios de biodiversidad es la naturaleza de las entidades ecológicas a considerar, que son las poblaciones-especies, comunidades, ecosistemas y paisajes. Cada una de ellas requiere metodologías diferentes y distintas demandas de tiempo y métodos para analizar los datos que se obtienen. Además, la parte andina tiene dificultades

de acceso. Se deben obtener datos de grupos muy variados de organismos que emplean una gran variedad de métodos de muestreo. Así mismo, otras propiedades de los organismos, como estacionalidad de su abundancia, de sus eventos reproductivos, o de los procesos de crecimiento, aumentan la complejidad del diseño.

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Mientras que algunos tipos de organismos son de fácil observación por presentarse en altas densidades (muchas aves) o tener nula o baja movilidad (plantas), otras exigen una gran dedicación de tiempo de observación y/o de muestreos indirectos (trampas para micro-mamíferos, huellas y estaciones olfativas para macromamíferos), habilidad para tener encuentros exitosos (herpetofauna, carnívoros), características climáticas favorables del día de prospección (intensidad lumínica y temperatura afectan la movilidad de la fauna) y de la temporada anterior (cantidad de agua caída y temperaturas máximas y mínimas alteran el estado fenológico de las plantas). Otra dificultad inherente a los estudios que consideran distintos grupos de organismos, es cómo valorar comparativamente un registro de un grupo de organismos con respecto a otro grupo, al momento de decidir cuáles serán las áreas prioritarias de conservación. Este aspecto habitualmente no se considera en las discusiones que llevan a las acciones de conservación por parte de la autoridad. Adicionalmente, hay un gran esfuerzo en la determinación de las especies, lo que demanda trabajo en laboratorio, el cual es mucho mayor en el caso de las plantas en comparación con los vertebrados, y más aún en una Región que tiene un catastro incompleto de ellas. El muestreo en los mismos sectores de un territorio facilita la síntesis de los datos obtenidos desde grupos de organismos diferentes, ya que así se obtiene un vector de composición y abundancia de especies, datos claves en la clasificación de los estados de conservación de las especies. Por otra parte, puede mostrar aspectos importantes de la composición de las comunidades, ya que habitualmente se estudian en forma paralela y no integrada. El diseño puede intentar aproximarse a la meta de obtener datos en las mismas 18

localizaciones geográficas, con una planificación del trabajo de campo. Esta idea está limitada por aspectos operacionales en la escala de tiempo en que se realiza el estudio, ya que el acceso a las localidades no es siempre fácil desde un punto de vista físico y a veces también administrativo, dado que en su mayoría son áreas privadas. Finalmente, es necesario indicar que evaluar la biodiversidad sobre paisajes históricamente manejados presenta dificultades por dos razones: i) las relaciones entre la biodiversidad y el uso de la tierra son generalmente complejas, y ii) las medidas de diversidad dependen fuertemente de la escala espacio temporal de la evaluación en ejecución y desafortunadamente, no hay funciones de escalamiento aplicables para la transferencia de los resultados de una escala a otra (Szaro & Johnston 1996). Por otra parte, la complejidad de las demandas realizadas por los servicios del Estado, tratan de ser integradas en el diseño general, esto no significa que se logre alcanzar plenamente datos completos en todos los grupos de organismos estudiados y en los ecosistemas seleccionados. De esta forma, el esfuerzo que significa este estudio, sus compromisos de recursos y escalas espacio temporales, de acuerdo a lo planteado en el capítulo del marco teórico, debe considerar un diseño mucho más cercano a la idea de ciencia postnormal, que a la ciencia clásica. No obstante, el esfuerzo realizado permitió reducir la incertidumbre que actualmente tienen los servicios del Estado para tomar acciones de conservación en esta región administrativa.

Escalas El diseño del muestreo considera la totalidad de la superficie regional y


pretende localizar las áreas de muestreo maximizando la obtención de datos de los distintos tipos de paisajes presentes, con el fin de obtener la mejor representación posible. Espacialmente, desde el punto de vista de la biodiversidad la palabra “región” sirve para indicar, “cualquier zona geográfica definida a nivel submundial, tal como un continente, país, estado o provincia” (UICN 2003), y en este caso, se aplicará en la unidad político-administrativa que en Chile se denomina, coincidentemente, región. El estudio lo solicitó CONAF para la Región de O’Higgins, cuya superficie es aproximadamente 16.347 km2. La Región está localizada en la zona central de Chile, la que ha sido identificada como uno de los 34 hotspots de biodiversidad a nivel global debido a la alta concentración de especies endémicas y a que experimenta una excepcional pérdida de hábitat (Myers et al. 2000). Temporalmente el estudio en terreno abarcó aproximadamente un año de trabajo, condición que influye en la cantidad de información generada. Las medidas de conservación requieren a menudo que las decisiones deban ser hechas en un tiempo breve y con fondos y conocimiento limitado (Edward et al 2007).

Incerteza Lograr realizar una prospección suficiente para determinar estados de conservación y priorizar las áreas de mayor valor en cuanto a su biodiversidad, es una tarea compleja y solamente se puede realizar en el mediano plazo. En el caso del presente estudio, el número de especies es muy importante y para muchas no existen registros anteriores sistemáticos en la Región, en consecuencia, los resultados obtenidos tienen un cierto nivel de incertidumbre. Al mismo tiempo la presencia y la

estimación de la abundancia de las poblaciones presenta un grado mayor de incerteza, dada la variabilidad temporal de ellas, explicada por las condiciones ambientales variables año tras año, condiciones meteorológicas de la estación que determinan la posibilidad de encontrar a determinados grupos de organismos en una temporada anual, o bien por razones propias de sus ciclos de vida o actividad estacional. Por otra parte, debe considerarse que no se puede recorrer y muestrear toda el área por limitaciones en el tiempo de estudio.

Integración La información levantada en terreno fue tratada por cada especialista para la determinación de los estados de conservación de las especies de los grupos respectivos (anfibios, reptiles, aves, mamíferos y plantas vasculares), de acuerdo a los criterios de la UICN (2001) y otros criterios que ayudaron a realizar esta clasificación. Asimismo la integración de las relaciones entre entidades ecológicas como poblaciones, especies, comunidades, ecosistemas es altamente compleja y en este caso, el considerar información de las entidades ecológicas indicadas, facilita la tarea de lograr mejores formas de conservar (Kolasa 2005). Por ello, para la determinación de las áreas prioritarias, cada grupo fue tratado en forma separada y la proposición en función de las especies resultó de una síntesis de las áreas relevantes desde cada grupo de organismos. Esto debido a la gran cantidad de especies de plantas vasculares que se categorizaron con algún grado de amenaza. El criterio subyacente a este procedimiento es considerar clave la prospección en función de esos grupos de 19


organismos, pues cada uno de ellos representa un aporte significativo a la biodiversidad del área.

Procesos Los procesos generales del estudio se muestran en la Figura I.1. La recopilación de datos existentes consideró la presencia y distribución de especies y de tipos de vegetación, ecosistemas y paisajes. Este proceso generó una base de datos inicial, que permitió definir una carta del territorio con grandes tipos de ecosistemas. El diseño del muestreo operó sobre esa base de datos y la experiencia de los especialistas para definir las localidades de muestreo, tratando de maximizar su número. Esto se llevó a cabo mediante un taller de trabajo entre los especialistas a cargo de los diferentes grupos de organismos, y de aquellos a cargo de determinar las áreas prioritarias. Esta forma de localizar las áreas de muestreo tiene la gran ventaja de facilitar la síntesis de los datos, dando fortaleza a una de las variables centrales del estudio

que es la composición de especies del territorio. No obstante, en el desarrollo del estudio se realizaron algunos cambios, debido a la naturaleza compleja de la distribución de los organismos en la Región. El diseño del muestreo consideró las localidades que pudieran ser de interés desde el punto de vista de la flora y fauna, así como desde el punto de vista de los ecosistemas y paisajes. De este modo se generó una base de datos con la presencia y abundancia de las especies por cada grupo de organismos. La definición del estado de conservación de cada una de las especies se llevó a cabo separadamente. Cada grupo de especies fue tratado por los especialistas de acuerdo a los criterios de la UICN (2001). El proceso de definición de sitios prioritarios se realizó basado en dos aproximaciones distintas. La primera trató de maximizar la riqueza de especies de las áreas. Para ello se consideró cuáles fueron las areas de mayor riqueza de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y con ellos se proponen sectores de la Región de interés para la conservación. En el caso

Recopilación datos existentes

Muestreo

Base de Datos

Definición de estados de conservación

Figura I.1 Modelo conceptual de la integracion de la información.

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Definición de sitios prioritarios


de las plantas las áreas prioritarias a conservar se seleccionaron en base a la presencia de plantas amenazadas para la Región, ya que la lista de especies nativas es mayor de 800 especies. La segunda aproximación se basó en elaborar un modelo con la extensión SPOT

de ARCVIEW, que permite modelar las áreas a partir de información obtenida en los muestreos, usando criterios en función tanto de la presencia de especies amenazadas, como de grandes tipos de ecosistemas, y además consideraciones de costos de conservación.

3.3 Estrategia de muestreo El objetivo del diseño del muestreo fue generar una base de información orientada a poder visualizar espacialmente la distribución y composición (riqueza) de las comunidades de plantas y animales. Conjuntamente, este propósito se acompaña del objetivo de maximizar los recursos, tanto de tiempo como logísticos, y de realizar un análisis integrado de la información.

El equipo consideró que a escala 1:50.000 los grandes tipos de vegetación logran representar un estimador suficiente de grandes ecosistemas, ya que se pueden observar a través de imágenes satelitales y tienen una representación cartográfica adecuada. De este modo, para su visualización, se utilizó una imagen satelital Landsat TM del año 2003 dispuesta por la Unidad de Gestión del Patrimonio Silvestre

Paisaje regional desde la cordillera andina.

21


de CONAF Región de O’Higgins. La cartografía digital de la Actualización del catastro de uso de suelo y vegetación (CONAF-CONAMA 2002) permitió evaluar la representación actual de los tipos de ecosistemas nativos y su relación con los ecosistemas de tipo urbano, agrícola y forestal. En esta primera etapa se integró la información base generando una carta de vegetación, agrupando aquellos elementos que tienen atributos en común como la forma de vida y el estado sucesional (con el fin de facilitar el análisis a escala regional). Por ejemplo, se agregan todos los polígonos que pertenecen a distintas clases de bosque nativo en una sola clase, subdividiéndolo posteriormente en función de criterios fisonómicos (bosque caducifolio o bosque esclerófilo). De la misma manera, este procedimiento se realizó para matorrales, renovales y superficies que corresponden

a ecosistemas agrícolas, forestales (plantaciones) y urbanos, estos últimos considerados en una primera instancia como ecosistemas sin valor desde el punto de vista biológico, sin embargo, de gran importancia para establecer los contrastes en composición de especies (Figura I.2). Sobre la base anterior, se dispuso el modelo de vegetación potencial propuesto por Gajardo (1994) con el objeto de reconocer los grandes tipos de vegetación que existieron en la Región antes del proceso de transformación agrícola-forestal desde el periodo “colonial” y que hoy se encuentran fragmentados por las actividades humanas (Figura I.3). Simultáneamente, se comparó con una imagen satelital del año 2003 para reconocer las áreas con distintos tipos de vegetación. Sobre la base de esa información se integró el conocimiento de localización de especies relevantes o de

Figura I.2 Representación de los grandes tipos de ecosistemas de la Región de O’Higgins (CONAF-CONAMA 2002).

22


Figura I.3 Modelo de formaciones vegetacionales de Gajardo (1994).

Figura I.4 Áreas de interés por la probabilidad de encontrar una alta riqueza de especies.

23


alta riqueza potencial de flora y fauna (Figura I.4). Además se incluyeron las áreas que la CONAF actualmente considera de interés para la conservación. Este análisis preliminar del paisaje a escala regional, sirvió de base para la definición de áreas de muestreo de

especies relevantes de flora y fauna ya conocidas por estudios anteriores y por los registros previos de los especialistas. Esa misma base fue considerada para la determinación de las áreas de interés, desde el punto de vista de los ecosistemas y paisajes.

3.4 Criterios jerarquizados A partir de estas fuentes de información se construyó una jerarquía (Campbell & Hewitt 2006) de criterios agregados para llegar a diseñar un muestreo basado en áreas comunes, cuyo objeto fue obtener, en lo posible, datos en las mismas áreas geográficas de todos los grupos de organismos considerados en el estudio (plantas vasculares, herpetofauna, aves y mamíferos). A partir de esos datos se intentó establecer relaciones entre las especies que se encontraron y los requerimientos de ellas con el ambiente físico. Estas áreas comunes de muestreo representan una superficie indicativa que los diferentes especialistas usaron como referencia para seleccionar las áreas de muestreo efectivo. El muestreo integrado espacialmente permitió caracterizar las áreas comunes tanto en términos de riqueza de especies, como de ecosistemas y paisajes, en la definición de las áreas prioritarias para la conservación. Los criterios jerarquizados acordados fueron los siguientes: a) Se consideraron dos criterios en un mismo nivel de importancia: especies / poblaciones y ecosistemas / paisaje. b) Potencial de perturbación. c) Aspectos geomorfológicos e hidrográficos. d) Accesibilidad. Esta jerarquización fue propuesta

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solamente para el diseño del muestreo en el espacio. Para definir áreas de muestreo basados en el criterio de especies/ poblaciones, se consideraron los registros previos, generando una base de datos georreferenciada. Estas áreas fueron consideradas y reordenadas al incorporar el criterio de ecosistemas y paisajes, que permitió distribuir las áreas de muestreo en los distintos tipos de ecosistemas nativos. Debido a la intensa actividad antrópica presente en el territorio donde se realizó el estudio, fue necesario considerar el criterio de potencial de perturbación en la selección de las áreas de muestreo. Para ello el equipo de trabajo consideró los megaproyectos ingresados al SEIA durante el 2005 y la expansión espacial de la actividad agrícola. Esta última fue representada por un área de influencia, consensuada al interior del equipo, de 500 metros a partir del límite agrícola actual de la región según la Actualización del Catastro del Bosque Nativo (CONAMACONAF 2002), y el área con pendientes entre un 15 y 30% representada por las laderas de exposición norte. Con el criterio de aspectos geomorfológicos e hidrográficos se trató de incluir información asociada a la presencia de especies tales como, pendiente, exposición y altitud, importantes en la distribución de las especies, comunidades y ecosistemas.


Estos criterios fueron considerados como prioritarios por el conjunto de especialistas. Finalmente, el criterio de accesibilidad para indicar la posibilidad de llegar a los diferentes lugares o áreas de muestreo, representó un criterio operacional de gran importancia dada las limitaciones de tiempo y recursos, tanto humanos como económicos, que normalmente tiene un estudio de este tipo. Este criterio es importante también en el proceso de modelación de sitios prioritarios. Con la información generada, se identificaron las áreas comunes de muestreo (Figura I.5). Éstas son aquellas que debieron ser prospectadas por todos los equipos especialistas. No obstante, cada equipo pudo muestrear otras áreas de interés específico. Es importante acotar que no fue posible hacer el muestreo en todas las áreas comunes para cada grupo de organismo.

La razón más importante fue que las campañas de prospección de fauna requerían al menos tres días en un solo lugar de muestreo, para permitir la localización y revisión de trampas y estaciones olfativas dispuestas para micromamíferos. Una vez identificado este problema se realizó una caracterización de las áreas comunes de muestreo a partir del modelo de clasificación de Gajardo (1994) agrupando las 65 áreas en grupos particulares que fueran de la misma región, sub-región y formación vegetacional. De esta manera surgieron 29 grupos de áreas. De estos grupos fue muestreado al menos un sitio, considerando la heterogeneidad del paisaje a un radio de 400 metros, la posible importancia ecológica, la comuna de ubicación (a fin de que el mayor número posible de comunas fuera muestreado) y las facilidades de acceso.

Figura I.5 Localización de las áreas de muestreo comunes para la evaluación de la diversidad de los distintos grupos de organismos.

25


A su vez hubo una complicación específica en el sector cordillerano, ya que durante el tiempo en que se realizó el muestreo no fue posible acceder a ciertos sectores por los grandes caudales de los ríos que impedían su cruce y la cantidad de nieve caída en la temporada previa, que se mantuvo incluso en verano. La metodología específica de

prospección a cada grupo de organismos se presenta en los capítulos correspondientes (Faundez et al, Núñez & Torres-Mura, Estades & Vukasovic y Torres - Mura & Núñez, en este volumen). Lo mismo ocurre con la identificación de áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad (Smith-Ramírez & Pliscoff y los capítulos de Serey et al, este volumen).

3.5 Referencias CAMPBELL, M.L. & C.L. HEWITT. 2006. A hierarchical framework to aid biodiversity assessment for coastal zone management and marine protected area selection. Ocean & Coastal Management 49: 133–146. CONAF-CONAMA. 2002. Monitoreo y actualización del catastro de uso del suelo y vegetación, Región de O’Higgins. EDWARDS, Jr. T.C., G.G. MOISEN, T.S. FRESCINO & J.J. LAWLER. 2007. Modeling multiple ecological scales to link landscape theory to wildlife conservation. En: J.A. BISSONNETTE & I. STORCH (Eds.). Landscape ecology and resource management: making the linkages. Island Press, Covelo, California. In press. GAJARDO, R. 1994. La vegetación natural de Chile: clasificación y distribución geográfica. Ed. Universitaria, Santiago, 166 pp. KOLASA, J. 2005. Complexity, system integration, and susceptibility change: Biodiversity Connection Ecological

26

Complexity 2: 431–442. MYERS, N., R. MITTERMEIER, C. MITTERMEIER, G. DA FONSECA & J. KENT. 2000. Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature 403: 853 – 858. SZARO, R.C. & D.W. JOHNSTON (Eds.). 1996. Biodiversity in Managed Landscapes, Oxford University Press, Oxford. 778 pp. UICN (UNION MUNDIAL PARA LA NATURALEZA). 2001. Categorías y Criterios de la Lista Roja de la UICN: Versión 3.1. Comisión de Supervivencia de Especies Unión Mundial para la Naturaleza, (UICN), Gland y Cambridge, 33 pp. UICN (UNION MUNDIAL PARA LA NATURALEZA). 2003. Directrices para emplear los criterios de la Lista Roja de la UICN a nivel regional: Versión 3.0. Comisión de Supervivencia de Especies, Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), Gland, Suiza y Cambridge, Reino Unido, 26 pp.


1. Biodiv Biodiversidad en Ecosistemas y P Paisajes aisajes a Escala Regional ITALO SEREY, FRANCISCO

DE LA

BARRERA & DARÍO MOREIRA

Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

1.1 Resumen La selección de áreas prioritarias para la conservación se desarrolló usando los ecosistemas y paisajes como base de análisis, y simultáneamente, las observaciones sobre la riqueza de especies. Se definierón grandes áreas de interés para la conservación que tienen directa relación con los grandes tipos de ecosistemas y el paisaje estructurado a escala regional. La riqueza de especies de plantas y animales mostró distribuciones generales y tendencias espaciales que sirvieron para

proponer áreas de valor para la conservación de esos grupos de organismos. Este proceso de integración de la información a distintos niveles jerárquicos permite obtener un modelo de paisaje a escala regional o escenario donde se señalan las áreas de mayor valor ecológico para la conservación, el que podrá ser comparado con otros modelos para realizar posteriormente la propuesta final de sitios prioritarios.

1.2 Introducción Desde el punto de vista biológico el imperativo es conservar toda la biodiversidad que se encuentra expresada en el territorio de la Región. La biodiversidad es un concepto complejo, para la cual se han definido tres aspectos fundamentales: la composición, estructura y función (Noss 1990). Cada uno de estos aspectos tiene sus respectivos niveles jerárquicos. Una de las dificultades de los estudios de biodiversidad es que frecuentemente sufren de limitaciones impuestas porque se adopta una única perspectiva (Cumming 2007). Idealmente debieran conservarse todos los aspectos y niveles. Sin embargo, esto es complejo de realizar y por ello ha sido necesario definir objetos de conservación, sobre los cuales la sociedad puede llevar a cabo

acciones, con un nivel de éxito razonable, que facilite otras acciones de conservación. Entre las entidades biológicas y ecológicas las especies y los paisajes son claramente identificables como objetos de conservación, siendo además, mejor valoradas por la sociedad y la administración del Estado. Por una parte, el presente estudio considera que los objetos de conservación deben ser las especies, tal como ha sido usual por parte de los especialistas de los distintos grupos de organismos. Esto último se ve expresado en la necesidad de conocer el estado de conservación de cada una de las especies, y en función de dicho estado, tomar acciones que conduzcan a su conservación. Así, la selección de “sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad” incluye, 95


como criterios fundamentales a especies, poblaciones y comunidades. Esta se fundamenta en teorías como biogeografía de islas (MacArthur & Wilson 1967), fuentesumidero (Pulliam 1998) y metapoblaciones (Hanski 1999), las cuales permiten comprender aspectos claves de la extinción de los organismos en un área especificada. Por otra parte, ecológicamente el territorio de la región, puede observarse desde la perspectiva de paisaje, formado por numerosas unidades y distintos tipos de ecosistemas, naturales y transformados por el hombre. El ecosistema es entendido como “el sistema total en sentido físico incluyendo no solamente el complejo de organismos, sino también el conjunto de factores físicos formando lo que se denomina el ambiente del bioma, los factores del hábitat en el sentido más amplio” (Tansley 1935). En nuestro caso los límites espaciales de los ecosistemas pueden definirse, de acuerdo al problema en estudio que es definir ecosistemas para la conservación, por atributos de uno de sus componentes bióticos más visibles, como es la vegetación, y en los ecosistemas acuáticos por el espejo de agua. El paisaje, es entendido como una unidad definida, distinguible, medible, por sus grupos de ecosistemas repetidos, formando un patrón, interactuando en una determinada unidad geomorfológica y bajo un régimen determinado de perturbaciones (Forman & Godron 1986). Las unidades de paisaje se definen por distintos tipos de ecosistemas, caracterizados por los tipos de vegetación presente y las características geomorfológicas de las distintas áreas. El problema es elaborar un paisaje regional (Noss, 1990) orientado a comprender la distribución de la biodiversidad, que facilite la definición de sitios prioritarios, considerando las dos perspectivas indicadas en el Marco Teórico en este volumen (Serey & Ricci). El modelo no priorizó las formaciones andinas, ya que

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los objetivos de conservación prioritarios deben estar orientados a los ecosistemas de tipo esclerófilo de Chile central.

Paisaje regional como objeto de conservación El área de estudio se encuentra bajo un régimen de perturbaciones recurrentes, importantes y crecientes desde la Colonia. Durante el siglo XX, se intensificó el uso de los recursos naturales y el desmonte por el aumento del pastoreo y la población humana, en una sociedad basada en la agricultura. Actualmente, el territorio se encuentra fuertemente intervenido por una agricultura orientada a la exportación. La reducción de las superficies de los distintos tipos de ecosistemas, implica la reducción de las áreas donde se encuentran las poblaciones de especies. De esta forma, para evitar la reducción de las poblaciones y su extinción local, es necesario incluir todo el territorio de la Región como objeto de conservación. Su importancia para algunos tipos de ecosistemas se puede evaluar en función de los valores de distintos tipos de ecosistemas que se encuentran descritos en la Figura I.2 (Capítulo de Diseño del Estudio). En la Región de O’Higgins el bosque nativo presente corresponde a aproximadamente un 1% del total nacional, esto es un 8% de la superficie regional (CONAF-CONAMA 1997, 2002). Este bosque nativo está representado mayoritariamente (82%) por bosque esclerófilo, seguido del tipo forestal roble - hualo (16%), del cual sólo una parte corresponde al roble de Santiago (Nothofagus macrocarpa), y del tipo forestal ciprés de la cordillera (2%) (Austrocedrus chilensis). A su vez, de la cobertura total de bosque nativo a nivel nacional, sólo un 3% corresponde a bosque esclerófilo, estando representado en la Región de O’Higgins la mayor superficie (28%) de este tipo de formación, seguido


de la Región de Valparaíso (27%) y la Región Metropolitana (25%) (CONAF-CONAMA 1997, 2002). Así, en esta Región se encuentra aproximadamente un tercio de las superficies remanente de bosque esclerófilo del país, hecho clave para definir acciones de conservación en este tipo de ecosistemas. De acuerdo a la aproximación basada en niveles de organización y jerarquía de la biodiversidad, la situación actual debe ser observada desde las dos perspectivas planteadas anteriormente. Desde el punto de vista de las poblaciones - especies comunidades, el territorio se puede pensar como áreas donde se encuentran comunidades de diferente composición de especies. Asimismo, los grupos de organismos seleccionados corresponden a comunidades en distintos estados sucesionales, dado un régimen de perturbaciones permanente y cambiante en el tiempo y en el espacio. Desde el punto de vista de ecosistemas y paisajes, el territorio se puede observar como grandes tipos de ecosistemas en patrones espacialmente heterogéneos que conforman paisajes, que representan estados transientes y que tienden, en muchas situaciones, a volver a estados similares a los existentes antes de las perturbaciones a los que han sido sometidos, siendo especialmente interesantes aquellos paisajes en que la vegetación representa un estado sucesional avanzado. Estos tipos de paisajes han superado las etapas tempranas de colonización, facilitadas por la existencia de espacios libres de vegetación que permiten la aparición de especies exóticas, indicadoras de áreas perturbadas (Hobbs & Huenneke 1992, Lonsdale 1999). Además, presentan una mayor densidad de vegetación nativa y tienden a presentar una menor diversidad de especies exóticas (Lonsdale 1999, Lake & Leishman 2004). Por último, estos

ecosistemas pueden presentar más interacciones entre sus componentes y mayores flujos de materia y energía, dado que la maduración del sistema lo permite (Odum 1992, Margalef 1997). Por lo mismo, estas relaciones permiten suponer una mayor cantidad y calidad de los servicios ecosistémicos que brindan a la Región. El estudio incluye principalmente la estructura, uno de los tres aspectos claves de los estudios del paisaje (Forman & Godron 1986). La estructura permite estudiar las relaciones espaciales entre ecosistemas o elementos distintos presentes. Específicamente describe la distribución de especies, materiales y energía, en relación a tamaños, formas, número, tipos y configuraciones espaciales de los ecosistemas (Forman & Godron 1986). Los aspectos de cambio y función del paisaje no son posibles de evaluar en este estudio, aunque se pueden inferir algunos atributos. El concepto de sitio prioritario debe ser considerado de forma flexible, para facilitar la ejecución de acciones de conservación. Como se ha señalado en el Marco Teórico, la conservación se debe realizar en toda la superficie de la región. Ese territorio constará de “sitios prioritarios” que son de alto interés para la conservación. No obstante, cada sitio tiene una estructura compleja de ecosistemas que conforman patrones espaciales, donde cada uno de ellos puede tener un valor distinto para la conservación. Un sitio prioritario puede estar constituido por una red de áreas de alto valor para lo conservación, inmerso en una matriz de ecosistemas con menor valor potencial para la biodiversidad. Algunas de esas áreas que constituyen la matriz, pueden transformarse en áreas de mayor valor, en el curso de los cambios sucesionales que ocurren de forma natural, al disminuir la frecuencia e intensidad de las perturbaciones.

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1.3 Metodología La aproximación se orientó a elaborar, bajo las condiciones de información existentes en el trabajo, una proposición de áreas prioritarias para la conservación que incluye varios niveles de tratamiento de datos e información obtenida en el estudio.

Valoración de ecosistemas para la conservación de la biodiversidad. Como se detalló en el diseño del estudio, mediante varios criterios ecológicos se elaboró un “modelo de tipos de vegetación”, a partir del catastro de uso de suelos y vegetación (CONAF - CONAMA 2002), que sirviera de base para localizar espacialmente los puntos de muestreo (Fig. I.2), a partir de esa carta fueron agrupados los usos del suelo (considerados como tipos de ecosistemas), en tres categorías de valor para la biodiversidad: alto, medio y bajo. Estas se definieron considerando los tipos de ecosistemas y la composición de especies de plantas vasculares potencialmente asociadas a la información entregada por el mismo catastro. Los cuerpos de agua fueron evaluados como de alto valor para la biodiversidad, debido a su importancia para anfibios y aves acuáticas. Se consideraron de alto valor las áreas que presentan estados sucesionales avanzados, especialmente aquellas donde la vegetación ha alcanzado una estratificación vertical y una estructura horizontal compleja, debido a cambios en la composición, desarrollo y abundancia de las especies de plantas vasculares. Este modelo se revisó desde la perspectiva de cuáles tipos de ecosistemas se encuentran asociados a los tipos de vegetación y especies dominantes indicadas en el catastro para proponer áreas con tipos de

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ecosistemas tipos de ecosistemas de diferente valor para la conservación. Para la confección de esa carta se usaron los mismos nombres de las categorías indicadas en el “Catastro de uso del suelo y vegetación” (CONAF-CONAMA 2002). Esta categorización se complementó con el análisis de imágenes satelitales, modelos de elevación digital (DEM) y el modelo de formaciones vegetacionales de Gajardo (1994) con el fin de reconocer los paisajes de relevancia que representan a los distintos ecosistemas de tipo mediterráneo, así como también a los ecosistemas de bosques caducifolios. El modelo fue elaborado considerando como prioritario la conservación de los ecosistemas de tipo esclerófilo de Chile central, y no priorizó las formaciones andinas. Todas las áreas entregadas por el modelo se visitaron, con el objeto de constatar su pertinencia.

Diferenciación espacial de la composición de la biota La información del catastro de especie y su espacialización proporcionada en la Parte II de este libro, (Faundez et al., Estades & Vukasovic, Nuñez & Torres-Mura, Torres-Mura & Nuñez) y registros existentes de varias fuentes, fueron la base para generar modelos de distribución diferenciada de la riqueza de especies por grupos de organismos: anfibios, reptiles, aves y mamíferos y flora de plantas vasculares, basada en aproximadamente el 70% de las especies presentes. Los registros de la presencia de especies por localidad y por grupos de organismos fueron analizados mediante un método multivariado, el Análisis de Correspondencias (AC), con el fin de explorar las similitudes y diferenciaciones


de grupos de especies expresadas en el territorio. En este caso no se incluyeron valores de densidades de las poblaciones. En el caso del análisis hecho sobre los mamíferos, reptiles, y anfibios, se incluyeron todas las especies. Para las aves se consideraron solamente las que se encontraban en la categorías de Vulnerables y En Peligro. En el caso de las plantas vasculares se incluyó a aquellas especies que están en las categorías “En Peligro” y “Vulnerables” y además, presentaron una frecuencia superior a diez registros, dado la gran cantidad de muestras y especies que se identificaron en el territorio de la Región (Faúndez et al. en este volumen). Las unidades de análisis fueron las áreas de muestreo (puntos en el mapa regional) y sus registros asociados de especies presentes excluyendo a las especies exóticas.

Definición de áreas prioritarias para la conservación Se realizó incluyendo toda la información indicada en los dos puntos anteriores, agregando la información topográfica como un criterio de ayuda a la delimitación. Un criterio central del proceso de definición es

que las áreas prioritarias resultantes presenten un alto potencial de diversidad a la escala regional. La importancia de los grupos de organismos, a saber, flora de plantas vasculares, anfibios, reptiles, aves y mamíferos fue ponderada de forma similar, no obstante que el número de especies es muy diferente, con todas las implicancias que esa decisión tiene. El proceso de delimitación de cada sitio se realizó de forma iterativa, agregando grupo a grupo la información obtenida de los respectivos análisis de correspondencias sobre la carta de potencial de biodiversidad. La definición de las unidades o paisajes a escala regional consideró la toma de decisiones por parte de los autores de los límites aproximados, que tienen la incerteza propia de un número siempre limitado de observaciones de terreno de las cuales se dispone, y de la escala del estudio. En todo este proceso, siempre se deben tomar decisiones respecto de la información, que aunque se haga de forma rigurosa, no impiden la existencia de incerteza en las unidades resultantes, no debido a errores en las observaciones, sino a la limitación que tienen la cobertura espacial de cada una de las muestras. Así las unidades definidas generan un patrón a escala regional.

1.4 Resultados Valoración del potencial de biodiversidad de ecosistemas y paisajes a escala regional Se asignó un valor alto a aquellos tipos de ecosistemas cuya estructura y densidad de vegetación se consideró en estado de baja perturbación o estados sucesionales avanzados. La categoría valor medio señala aquellos lugares que han sido degradados pero podrían contener una importante biodiversidad ya que es posible su

recuperación. Este nivel puede llegar a constituir la matriz en que están los parches de alto valor, permitiendo aumentar las áreas disponibles para conservación. La categoría de valor bajo para aquellas áreas que se encuentran completamente transformadas y presentan baja diversidad de especies nativas, naturalmente son ambientes inapropiados para las especies, o bien han sido degradadas por la presión antrópica. La vegetación permite definir espacialmente los tipos de ecosistemas 99


que se encuentran en el área de estudio. En la Tabla III.1 se encuentran indicadas los tipos de vegetación y usos del suelo incluidos asignadas a cada una de las categorías de valor para la conservación. Se indican los porcentajes en la superficie de la región de estudio. Las zonas definidas como de alto valor potencial para la biodiversidad representan una cobertura regional de 17%, estando constituidas por bosques y renovales nativos sin considerar su estructura, matorral arborescente denso y semidenso, cuerpos de agua y vegas. Las zonas de mediano valor corresponden a un 31% de la superficie regional y consideran bosques mixtos, bosques de exóticas asilvestradas, matorral achaparrado abierto, matorrales (excepto matorral arborescente denso y semidenso) y praderas. Finalmente las zonas de bajo valor cubren el 52% de la Región y están constituidas por áreas como plantaciones, terrenos de uso agrícola, zonas urbanas, playas y dunas. El paisaje a escala regional categorizado en estos tres grandes tipos de paisajes, se aprecia en la Figura III.1. que muestra que las zonas con mayor potencial para la conservación de la biodiversidad se

encuentran asociadas a áreas con bosque esclerófilo en el piedemonte de los Andes, en los cordones montañosos del Valle Central con bosques esclerófilos y bosques deciduos (Nothofagus macrocarpa), y a los cordones montañosos costeros con bosques esclerófilos en áreas más pequeñas y discontinuas. Los cordones montañosos, que forman parte del macizo de Altos de Cantillana, con la presencia de roblerías formadas por el roble de Santiago (Nothofagus macrocarpa), en una amplia extensión de las laderas de exposición sur, constituyen un área de gran interés para la conservación. En el extremo poniente se encuentra el palmar de Cocalán, una población importante de la palma chilena (Jubaea chilensis). Hacia el sur los cordones montañosos al norte de San Fernando, también tienen bosques del roble de Santiago y junto con ello a especies características de ellas. Estas áreas son importantes no solamente por la composición específica asociada a ellos, sino también porque representan extensiones de formaciones boscosas del tipo caduficolio. La áreas de menor altitud presentan estados sucesionales avanzados

Usos del territorio Valor Bosque Nativo Adulto-Renoval (Abierto, Denso, Semidenso), Bosque NativoPlantación Semidenso, Bosque Nativo Adulto Abierto, Bosque Nativo Adulto Alto valor para la (Denso, Semidenso), Matorral Arborescente (Denso, Semidenso), Cajas de Ríos, biodiversidad Lago-Laguna-Embalse-Tranque, Otros Terrenos Húmedos, Renoval (Abierto, Denso, Semidenso), Ríos, Vegas, Vegetación Herbácea en Orilla Bosque Nativo - Exoticas Asilvestradas (Semidenso, Abierto), Bosque Nativo Achaparrado Abierto, Bosques Exoticas Asilvestradas, Matorral-Suculenta Mediano valor para (Muy Abierto, Abierto, Denso, Semidenso), Matorral Abierto, Matorral la biodiversidad Arborescente (Muy Abierto, Semidenso), Matorral (Denso, Muy Abierto, Semidenso), Suculentas, Estepa Andina Central, Matorral Pradera Abierto, Praderas (Anuales, Perennes) Afloramientos Rocosos, Áreas Sobre Limite Vegetación, Ciudades-PueblosZonas Industriales, Derrumbes Sin Vegetación, Glaciares, Mar, Minería Industrial, Bajo valor para la Nieves, Otros Terrenos Sin Vegetación, Playas y Dunas, Plantación Joven-Recién biodiversidad Cosechada, Plantación, Rotación Cultivo-Pradera, Terrenos de Uso Agrícola.

Porcentaje de superficie regional 17%

31%

52%

Tabla III.1. Agrupamiento de los tipos de ecosistemas según su valor para la biodiversidad a partir del catastro actualizado de uso de suelo y vegetación (Modificado de CONAMA-CONAF 2002)

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Figura III.1 Categorización según valor para la biodiversidad (Modificado de CONAF-CONAMA 2002).

del bosque esclerófilo de Chile central, el que tiene una muy baja representación en los sectores aledaños al valle central debido a la transformación de los ecosistemas y del paisaje. Las zonas de valor intermedio para la conservación de la biodiversidad se encuentran principalmente en el sector de los cordones montañosos costeros, hecho que es muy significativo, ya que los ecosistemas originales, se presentan más fragmentados y alterados por el uso humano en este sector. En los cordones montañosos costeros, las localidades como Altos de Lolol son de gran importancia, ya que presentan especies poco abundantes y hay especies singulares entre los vertebrados. No obstante, pese a tener un alto grado de transformación, permanecen sectores de alto valor para la biodiversidad,

especialmente del Bosque Esclerófilo Costero (Gajardo 1994). En el sector costero, en las cadenas de cerros que forman quebradas que llegan hasta el mar, se encuentran bosques esclerófilos costeros, como los de Tanumé, que están asociados a una estructura geomorfológica particular de los cordones costeros, donde los fondos de las quebradas con ecosistemas que mantienen vegetación nativa importante, remanente a las transformaciones realizadas por las actividades humanas. Estas superficies son además las que tienen un potencial muy importante para la conservación del total de la biodiversidad, ya que muchas especies se presentan de forma localizada, y debieran ser consideradas en los sitios prioritarios. El paisaje resultante a escala regional, es una agregación de territorio, en función 101


de varios criterios, complejos en sí mismos, orientados a generar áreas de interés para la conservación. Algunas de ellas pueden ser muy heterogéneas espacialmente debido a la presencia de diferentes tipos de ecosistemas a gran escala, pero que en su conjunto representan una oportunidad para realizar las acciones de conservación en el mediano y largo plazo.

Diferenciación espacial de la composición de la biota A continuación se presenta un análisis de los resultados en función de grupos de organismos que se consideran claves para la conservación de la biota. Los resultados se basan en el análisis de correspondencias, que permite asociar especies con localizaciones o muestras. Así se pueden distinguir las áreas que se caracterizan por la presencia de determinadas especies. Fauna Es fundamental destacar que los grupos de organismos incluidos solamente incluyen a los vertebrados terrestres: (anfibios, reptiles, aves y mamíferos). Esta selección a priori se basa en la idea que estos organismos son claves para la conservación debido a la amplitud territorial que ellos requieren para la mantención de sus poblaciones, que permitiría conservar a organismos animales que presentan áreas de distribución menores, como pueden ser los invertebrados. Anfibios El análisis de correspondencia consideró todas las especies encontradas en el estudio, así como información existente. Una de las dificultades del muestreo con este tipo de organismos es que se encuentran en ambientes muy específicos. 102

Los resultados muestran la formación de tres grupos de especies. El primero está formado por Batrachyla taeniata y Caudibervera caudibervera . El segundo grupo se compone de las especies Pleurodema thaul y Bufo spinulosus. El tercer grupo está formado por Bufo chilensis y Alsodes nodosus. Respecto de la diferenciación espacial de estos organismos el análisis de correspondencias sugiere la existencia de áreas distintivas de la fauna de anfibios. Las localidades con rana chilena (C. caudiverbera) son de gran importancia, puesto que ésta es una especie que ha sufrido una reducción de sus hábitats, producto de la perturbación humana. Desde la perspectiva de la singularidad de las especies, las localidades a incluir como áreas prioritarias pueden ser diferentes, ya que desde esa perspectiva se puede decidir incluir un área como sitio prioritario debido exclusivamente a la presencia de una o más especies amenazadas. La Figura III.2 muestra la localización de las diferentes áreas de interés, en función de los grupos de especies. En el humedal de Cáhuil se presenta la mayor riqueza de anfibios, por lo cual, debe ser considerada como prioritaria para la conservación de este grupo de vertebrados. En cambio, las demás áreas (Tanumé, Sierras de Bellavista y Boyecura, entre otras) están definidas por la presencia de una o más especies que se consideran en categorías de amenaza. En resumen, desde el punto de vista de los anfibios, hay cinco áreas de interés que pueden ser incluidas en un “sitio prioritario” y que deben integrarse en función de los resultados de los demás grupos considerados en el análisis. Reptiles El análisis de correspondencias de los datos muestra que se forman tres grupos


de especies. El primero es Liolaemus bellii, del sector cordillerano norte de la Región, que se distingue claramente de las áreas donde se presentan Liolaemus elongatus y Prystidactilus torcuatus. Estas últimas corresponden a especies de lagartijas que se encuentran en el sector de Sierras de Bellavista, al interior de San Fernando, en bosques de Nothofagus obliqua. Las lagratijas Liolaemus ceii y Phymaturus flagellifer se distinguen del resto de las especies debido a su localización en el sector alto andino (Figura III.2). Otro grupo de especies se encuentra más representado en los cerros de la Cordillera de la Costa, produciéndose otra área de interés en el centro y tres en los

sectores andinos. Todos estos definidos por especies en particular. La mayor riqueza se encuentra en los sectores costeros de la Región (Topocalma, Rinconada de Yáquil y Altos de Lolol). Aves El análisis de correspondencias muestra una diferenciación con “aves especiales”, como son el cóndor (Vultur gryphus), el jilguero cordillerano (Carduelis uropygialis) y el carancho cordillerano (Phalcoboenus megalopterus), especies que diferencian a un grupo de áreas de muestreo, en este caso la Cordillera de los Andes. El resto de las especies se distribuye en forma de

Plantas Anfibios Reptiles Aves Amenazadas Mamíferos

Figura III.2 Áreas de interés obtenidas a partir del análisis de correspondencia.

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un gradiente. En el otro extremo se agrupan las especies de aves acuáticas ya sea que se encuentren en el litoral o en cuerpos de agua en el interior. En la parte media e inferior, se encuentra el resto de la avifauna. Esto resulta en grupos de áreas distribuidas por todo el territorio de la Región sin destacarse áreas especiales, lo que es coherente con su gran capacidad de desplazamiento. De acuerdo a estos resultados, las aves se encuentran distribuidas en forma heterogénea en la superficie de la Región. Si bien existen gradientes desde las especies costeras y acuáticas hacia las especies que se encuentran en el valle central y las cordilleranas, no aparecen áreas donde se concentre una alta riqueza de especies de aves. Desde el punto de vista de especies amenazadas, y especies singulares, es conveniente señalar el sector de Sierras de Bellavista, una localidad donde se encuentran especies que son de origen más sureño y que están asociadas a los bosques de Nothofagus obliqua, entre los que se pueden nombrar al chucao (Scelorchilus rubecula), el churrín del sur (Scytalopus magellanicus) y el aguilucho (Buteo polyosoma). En el sector costero norte de la Región (en especial Topocalma y la desembocadura del río Rapel) se encuentran varias localidades donde se observaron especies en estados de amenaza, como el cisne de cuello negro (Cygnus melanocoryphus) y el cisne coscoroba (Coscoroba coscoroba). Por lo cuál estas son áreas para ser consideradas dentro de los sitios prioritarios. En la Figura III.2 se indican las localidades más distintivas respecto de la composición de la avifauna, como es el caso de Cipreses, donde la especie que demarca esta área es el loro tricahue (Cyanoliseus patagonus). Las tres áreas de interés a partir de estos análisis son:

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Navidad – Tanumé, Cipreses y Sierras de Bellavista. Los resultados apoyan la existencia de una homogeneidad en la distribución de la riqueza de especies de aves y en consecuencia una baja diferenciación de las localidades respecto de la composición de especies. Estos resultados sugieren la existencia de una matriz de composición de la avifauna que cambia gradualmente en función del paisaje, más que la existencia de un tipo particular de avifauna asociada a ecosistemas o tipos de ecosistemas, con excepción de las aves con poca movilidad presentes en los bosques de Nothofagus obliqua. Mamíferos Se pueden reconocer dos áreas muy amplias donde se encuentran las especies de mamíferos presentes en la Región y una más pequeña que coincide con un área de interés para reptiles(Figura III.2). Un grupo de especies que se encuentran claramente localizadas en el sector andino en comunas que tienen una amplia superficie, entre las que se encuentran San Francisco de Mostazal, Machalí, Codegua, San Fernando e incluyendo la Reserva Nacional Los Cipreses. Esas localidades tienen especies como Lama guanicoe, Abrothrix andinus, Chelemys macronyx, Phyllotis xanthopygus, Loxodontomys micropus, Lagidium viscacia, Octodon bridgesi, Spalacopus cyanus, Abrocoma bennetti, Pseudalapex culpeus y Puma concolor. En la Figura III.3 se encuentra la diferenciación de las áreas que presentan estas especies con mayor frecuencia. Otro grupo de mamíferos caracteriza a las comunas del litoral y de los cordones montañosos de la Costa como son Chépica, Santa Cruz, Lolol, Pumanque, Peralillo, Palmilla, Pichilemu, Navidad, Litueche, La


Estrella, Marchigüe, Paredones, donde son más fecuentes los murciélagos Lasiurus borealis y Lasiurus cinereus, y carnívoros como Lontra felina, Lynchailurus colocolo y Oncifelis guigna y los grupos de roedores que se localizan en las comunas indicadas. Una última área mucho más pequeña donde se encuentran Thilamys elegans y P. griseus, este último se encuentra en casi todas las áreas estudiadas. Flora de plantas vasculares En el caso de la flora, debido al gran número de especies, el análisis de correspondencias se realizó solamente con las especies en alguna categoría de amenaza (Figura III.2). De acuerdo al análisis aparece un grupo de especies, generalmente de herbáceas, con distintas formas de vida, que se distribuyen en numerosas áreas de muestreo, tanto en los cerros costeros como en la parte baja de los Andes. Entre estas especies se encuentran varias de los géneros Calandrinia, Calceolaria y Chlorea. Otro grupo que aparece, formado por Kageneckia angustifolia , Dioscorea andina, especies del género Haplopappus y del género Perezia, se encuentran preferentemente en las zonas precordilleranas o cordilleranas. Se distingue también un tercer grupo de especies amenazadas, que corresponden al litoral y a los cerros costeros donde se encuentran parches de bosque esclerófilo. Entre ellas se destaca Adenopeltis serrata, Chorizante vaginata, Calceolaria integrifolia, Chusquea quila, Rhaphithamnus spinosus, Haplopappus foliosus, H. phyllophorus, H. scaposus, Laurelia sempervirens, Cortaderia araucana, Malesherbia linearifolia y Polypodium feuillei, entre otras. La disposición de las áreas de muestreo se puede apreciar en la Figura III.2. En función

de las especies amenazadas, se puede indicar que existen dos grandes sectores a considerar: el litoral y los cordones montañosos costeros, y la zona precordillerana y cordillerana. En ambas zonas se encuentran más de 200 especies de plantas vasculares que deben ser tratadas con atención para su conservación. Con ese número de especies a considerar, no es posible establecer sitios que contemplen al conjunto de especies amenazadas. Se deberá realizar un análisis más detallado de las acciones de conservación que se pueden realizar para aquellas que queden excluidas de las áreas prioritarias que se propongan. Los resultados entregados para los distintos grupos de organismos de los análisis de diferenciación de grupos de especies en el espacio de la región, permiten proponer que las principales áreas que deben ser consideradas como importantes para la conservación de especies como objetos de conservación de la biodiversidad se encuentran en áreas específicas del borde costero, en los cordones montañosos costeros, y en el pie de monte de los Andes. Se encuentran pocos puntos en el valle central y que tengan interés para la conservación. No obstante, se debe señalar que en esa parte del territorio de la región se encuentran las áreas que han sufrido mayor transformación por las actividades humanas y donde los investigadores realizaron menos puntos de muestreo.

Areas prioritarias para la conservación Se propone un modelo de áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad basado en los territorios de mayor potencial de biodiversidad y de las diferenciaciones espaciales de la biota aportado por el análisis de la distribución de especies de la fauna de vertebrados y

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flora de plantas vasculares. El resultado considera las aproximaciones seleccionadas en el Marco Teórico, considerando las especies-poblaciones y comunidades simultáneamente con la de ecosistemas y paisajes, para formular un paisaje regional para la conservación de la biodiversidad (Serey & Ricci, este volumen). Se considera que un área prioritaria debe estar constituida por una red de áreas más pequeñas, con diferentes valoración para la conservación de la biodiversidad, en las cuales se deben aplicar las medidas de conservación. Especies-poblaciones-comunidades Desde el punto de vista de las especies, la selección de determinados grupos de organismos como base del conocimiento de la biodiversidad, implica ya una limitación que tiene consecuencia para la conservación de toda la diversidad biológica (Cumming 2007). En el caso de la fauna, los vertebrados terrestres de mayor tamaño poseen en general requerimientos de hábitat mayores. El supuesto que existe detrás de la elección de áreas que protejan a estos organismos es que ellos, por requerir territorios más extensos, permitirían conservar a aquellas especies que tienen áreas de distribución menores (Rondinini & Boitani 2005). No obstante, como ellos tienen una alta movilidad a diferencia de muchos organismos pequeños, que tienen distribuciones más restringidas, estos últimos pueden desaparecer al ser destruidos sus ambientes, sin que se detecte su existencia y los organismos de mayor tamaño persistan porque pueden satisfacer sus requerimientos. En el caso de las plantas se ha elegido a la flora de plantas vasculares, en desmedro de otros grupos de plantas, dado su carácter de conspicuas y el estado de avance de las

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descripciones taxonómicas que hacen posible su identificación. Los diferentes grupos de organismos entregaron información separada de las áreas que son de interés, en función de puntos de observación, las que se muestran en la Figura III.2, cada uno los grupos considerados en el análisis. Paisajes y Ecosistemas a escala regional Es claro que en las áreas seleccionadas, solamente partes de ellas son esenciales para la conservación de los organismos. Así, es mejor considerar que un sitio prioritario está constituido por una red de áreas en el paisaje. Desde esta perspectiva, es más adecuado considerar un sitio prioritario como un paisaje donde se encuentran parches a conservar (ecosistemas) dentro de una matriz heterogénea, de forma que las medidas de conservación sean aplicables. Esto tiene la ventaja que los diferentes propietarios de la tierra pueden participar de los planes de conservación que pueda desarrollar la autoridad competente. Las propuestas de los “sitios prioritarios” se fundamentan en un análisis jerárquico de la biodiversidad del paisaje, utilizando los tipos de ecosistemas que presentan estados sucesionales avanzados. Esto se complementa con la detección de especies en algún grado de amenaza para su conservación y en el análisis de la composición a partir de las observaciones de terreno y datos incorporados a partir de información recopilada. De modo integrado se puede decir que los distintos tipos de organismos sugieren varias zonas comunes, destacándose el hecho de existir una gran dispersión de las áreas con especies de interés a conservar. La idea de seleccionar algunos ecosistemas representativos para conservar


el conjunto de especies amenazadas parece no haber resultado tan robusta debido a la gran cantidad de especies amenazadas, ya que se hace inviable por no poder incluir todas las localidades en las cuales ellas se presentan de acuerdo a la información de la cual se dispone. Sin embargo, es notable la existencia de numerosas áreas de interés distintas para grupos particulares de especies, lo que lleva una proposición de “sitios prioritarios” compuestos de numerosos fragmentos de vegetación (parches) más pequeños, que son áreas

específicas de interés para la conservación. De esta manera se puede denominar como “sitio prioritario” a una amplia zona como es el caso de los sectores costeros y precordilleranos, los cuales están conformados de numerosos fragmentos de vegetación o ecosistemas de tamaños diferentes. La síntesis de las áreas de interés obtenida a escala regional, a partir del análisis de la biodiversidad tanto a nivel de paisajes como de ecosistemas, se presenta en la Figura III.3.

Figura III.3 Areas de interés para la conservación de la biodiversidad a escala regional a nivel de paisajes y ecosistemas.

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1.5 Discusión Los estudios de evaluación de la biodiversidad tienen una gran dificultad cuando se deben expresar en escalas regionales, debido a la reducida superficie que es posible evaluar directamente por parte de los investigadores cuando deben observar la presencia de organismos. La forma de resolver , esto es a través de la experiencia de los investigadores en considerar razonable extrapolar esos datos a amplias superficies no muestreadas, lo que genera sin duda incerteza. En cambio, las tecnologías de observación remota, complementada con los Sistemas de Información Geográficos (SIG) permiten realizar observaciones a diferentes escalas geográficas, especialmente usando algunos de los atributos más relevantes de los ecosistemas, como es la cobertura vegetal, facilitando la observación y permitiendo establecer límites de unidades a diferentes escalas de mucho mayor complejidad. De esta forma se ha combinado la información de distintas fuentes de información para proponer áreas prioritarias de conservación.Las áreas prioritarias definidas pueden considerarse parches en una matriz de ecosistemas modificados permanentemente por la activad humana a escala regional, es decir constituyen un paisaje regional (Noss 1990). Estos parches o “áreas prioritarias” a escala regional, deben ser observadas como una red de unidades de paisaje más pequeñas, que tienen valores heterogéneos del punto de vista de la conservación, pero que deben incluirse como parte de la unidad, de forma de facilitar la ejecución de acciones concretas de conservación, tanto para los ecosistemas como para las especies amenazadas que forman parte de sus componentes biológicos. En general, se

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encuentra que existen varias zonas de la Región donde se presenta una alta coincidencia entre el modelo de potencial de biodiversidad y las áreas que presentan diferenciación de la biota, por la presencia de especies de interés a conservar. No obstante, hay algunos sectores como el cordón asociado a Altos de Cantillana y los cordones montañosos al norte de San Fernando, con el bosque caducifolio de Santiago, que es fundamental como tipo de ecosistema que no es distinguido como importante en el Análisis de Correspondencias. A su vez, la presencia de Nothofagus obliqua en la parte andina de la región, especialmente en San Fernando, tampoco se diferencia en el análisis de la flora de plantas vasculares, aunque aparece en los resultados de otros grupos de organismos. Estos parches delimitados (ecosistemas) en una matriz de ecosistemas más perturbados, que forman el paisaje a conservar hacen posible incorporar fácilmente a los actores locales, propietarios, gobiernos locales, así como la comunidad aledaña. De acuerdo a las ideas de ciencia post-normal, las decisiones pueden ser mejor especificadas en la medida que se avanza en el conocimiento de las áreas propuestas, con la participación de la ciudadanía. Esta definición de áreas pequeñas y medianas, después llevadas a una escala más grande, permitirá tomar acciones reales para la conservación de la biodiversidad, sobre una base creciente de conocimiento de la biodiversidad de la Región. En consecuencia, el resultado es un modelo razonado de la información integrada desde diferentes perspectivas el cual puede compararse con otros modelos.


1.6 Referencias ALLEN, T.H.F. & T.W. HOEKSTRA. 1992. Toward a unified ecology Columbia University Press, New York. CONAF-CONAMA. 1997. Catastro y Evaluación de Recursos Vegetacionales Nativos de Chile. CONAF-CONAMA. 2002. Monitoreo y actualización catastro de uso del suelo y vegetación, Región de O’Higgins. CUMMING, G.S. 2007. Global biodiversity scenarios and landscape ecology. Landscape Ecology 22: 671–685. FRANKLIN, J. 1993 Preserving biodiversity: species, ecosystems or landscapes?. Ecological Applications 3 (2): 202 - 205. FORMAN, R.T.T & M. Godron 1986. Landscape ecology – Wiley, New York. GAJARDO, R. 1994. La vegetación natural de Chile. Editorial Universitaria. Santiago de Chile. HANSKI, I. 1999. Metapopulation Ecology. Oxford: Oxford University Press. HOBBS, R.J & L.F HUENNEKE. 1992. Disturbance, diversity, and invasion: implications for conservation. Conservation Biology 6:324-337 LAKE, J.C & R.M LEISHMAN. 2004. Invasion success of exotic plants in natural ecosystems: the role of disturbance, plant attributes and freedom from herbivores, Biological Conservation 117:215–226.

LONSDALE W.M. 1999. Global patterns of plant invasions and the concept of invisibility. Ecology 80:1522-1536. MAC ARTHUR, R.H., & E.O. WILSON. 1967. The Theory of Island Biogeography. Princeton, N.J.: Princeton University Press. MARGALEF, R. 1997. Our Biosphere. O. Kinne, Editor. Excellence in Ecology Series. Ecology Institute, Oldendorf, Germany. NOSS, R.F. 1990. Indicators for monitoring biodiversity: a hierarchical approach. Conservation Biology 4 (4): 355364. ODUM, E.P. 1992. Great ideas in ecology for the 1990's. BioScience 42: 542-545. O'NEILL, R.V., D. DE ANGELIS, J. WAIDE & T.F.H. ALLEN. 1986. A hierarchical concept of ecosystems. Princeton University Press. PULLIAM, H.R. 1998. Source, sinks and population regulation. American Naturalist 132:652-661 RONDININI, C. & L. BOITANI. 2005. Differences in the umbrella effects of African amphibians and mammals based on two estimators of the area of occupancy. Conservation Biology 20(1): 170-179. TANSLEY, A.G. 1935. The use and abuse of vegetational terms and concepts. Ecology 16(3):284-307

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2. Centros de Riqueza de Especies y Areas Prioritarias para para la Conserv Conservación ación CECILIA SMITH-RAMÍREZ1,2 & PATRICIO PLISCOFF3 1

IEB, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile 2 Pontificia Universidad Católica de Chile 3 Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

2.1 Resumen En este capítulo se realizaron dos tipos de modelación: 1.- determinación de centros de riqueza de especies actual y potencial (o histórica) de plantas, anfibios, reptiles, aves y mamíferos; y 2.- una modelación de áreas prioritarias a través SPOT. El proceso de modelación SPOT consideró dos grupos de objetos de conservación: a) principalmente atributos de las especies (amenaza, límites de distribución, especies emblemáticas), y b) las especies además de las formaciones vegetacionales de Gajardo (1994). Los resultados muestran que los centros de riqueza de plantas se encontraban

históricamente en las zonas más bajas, totalmente reemplazadas en la actualidad por la agricultura. Actualmente se encontrarían las serranías de la costa y precordillera andina. El de las aves se encuentra actualmente en torno a humedales. El de mamíferos y reptiles se encuentra en la precordillera andina, y el de los anfibios no tiene un rango definido. El resultado del análisis a través de las especies amenazadas entrega como resultado 17 áreas de priorización. Utilizando las formaciones vegetacionales se formaron áreas de priorización muy similares a las obtenidas a través del análisis sólo de especies amenazadas.

2.2 Introducción El objetivo de este estudio fue determinar los centros de riqueza de especies y las áreas con prioridad de conservación, usando programas computacionales, a partir de criterios consensuados acerca de “qué queremos conservar”. Uno de los parámetros biológicos más útiles para considerar en la determinación de áreas de conservación son los centros de riqueza de especies, en especial los de

riqueza de especies amenazadas. La determinación potencial o inferida de riqueza de especies a partir de un grupo parcializado de datos, es necesaria debido a que no es posible colectar en todos los lugares y en todas las épocas. A través del programa SPOT se determinaron las áreas prioritarias de conservación, enfatizando los centros de riqueza de especies amenazadas.

111


Determinación de los centros de riqueza de especies A través de los registros con GPS, altura y características del ambiente de cada individuo observado o colectado, se generaron mapas de distribución para cada especie o para grupos de especies usando Arcview 3.3. Los datos de altitud fueron especialmente importantes en determinar la distribución potencial de riqueza de especies de plantas para toda la Región, especialmente para áreas en los límites regionales, donde es necesario inferir la superficie ocupada por cada especie. En este análisis fueron especialmente útiles las informaciones sobre la existencia de las mismas especies en las regiones más al norte (Metropolitana y de Valparaíso) y más al sur (del Maule), ya que es posible pensar que si se encuentra en estas regiones, probablemente se encuentren en la Región de O’Higgins en las mismas elevaciones y condiciones de hábitat. En la realización de estos mapas de riqueza de especies se incorporan datos de literatura y de museos. La información del catastro de vegetación nativa (CONAF CONAMA 1997) y formaciones vegetacionales (Gajardo 1994) fueron útiles para modelar la distribución de aves y mamíferos. Una de las características de esta aproximación es que incorpora antecedentes de historia natural sobre el uso del hábitat de las especies de la cual exista información. Se realizaron correcciones del catastro de vegetación nativa, a través de la capa de evapotranspiración, obtenida mediante una imagen NDVI (Myneni et al. 2002, Turner et al. 2003). El proceso de extrapolar datos puntuales generando superficies continuas de distribución de especies fue hecho de dos formas: 1.- Se hizo una sobreposición de los 112

mapas de distribución especie por especie para las plantas, aves amenazadas y mamíferos con áreas de distribución muy específicas o restringidas y para las cuatros especies de anfibios y las 17 especies de reptiles de la Región. 2.- Se realizó un proceso de extrapolación punto a punto de los datos a una superficie continua. Para hacer esto, todas las variables ambientales fueron transformadas de un formato Raster a vectores usando el módulo Spatial Analyst de Arcview 3.3. Para el caso de las plantas vasculares, los valores de riqueza fueron extrapolados en rangos cada 100 m de altitud del DEM. Para aves y mamíferos, los valores de riqueza fueron extrapolados usando diferentes usos de suelo y altitud, realizando correcciones de distribución en casos particulares (ver metodología en Smith-Ramírez et al. 2005). Este análisis es posible hacerlo sólo para aquellas especies que tienen tres o más registros. Sólo unas pocas plantas (17 especies) de una y dos colectas pudieron ser incluidas debido a que se encontró información adicional en la literatura sobre su distribución en la Región.

Análisis de áreas prioritarias para la conservación utilizando SPOT SPOT, significa en español: Optimización del Portafolio Espacial. Es una herramienta computacional generalizada para la selección de un grupo de áreas alternativas para la conservación. Usa un enfoque flexible para el diseño de un grupo de áreas alrededor de metas específicas de conservación. SPOT se comporta como una extensión de ArcView 3.3 permitiendo integrar y manejar metas espaciales de conservación. Lo que hace SPOT es analizar una región, dividiéndola en pequeñas celdas llamadas unidades de análisis. Estas unidades conformarán el portafolio de conservación,


en este caso se utilizó una grilla de 3,2 km2 cómo unidad mínima de análisis. Así, SPOT forma y analiza millones de portafolios mientras busca el portafolio de conservación más eficiente. Cada uno es evaluado de acuerdo a tres criterios: • Qué tanto cumple las metas de conservación. • El tamaño del área incluida. • El grado de fragmentación del portafolio. El portafolio o grupo de áreas de conservación que minimice el área y la fragmentación y al mismo tiempo, cumpla la mayor cantidad de metas de conservación es considerado el más eficiente y es arrojado como el resultado final. Además, SPOT trabaja con una función de costo, que significa que el programa evitará la propuesta de áreas de conservación en determinados lugares a indicar, los cuales pueden ser: cercanía a caminos y ciudades, alta incidencia de incendios, cercanía a contaminación atmósferica, etc. SPOT también produce resultados que le permiten a los usuarios ver fácilmente la formación del portafolio y el comportamiento de la herramienta, así como qué tan bien un portafolio cumple las metas de conservación. Adicionalmente hay un cierto número de parámetros que pueden ser modificados y evaluados de forma diferente, dando un amplio grado de flexibilidad, que le permite al equipo de planificación ajustar el programa a situaciones diferentes. Esta herramienta puede entregar varias alternativas (o portafolios) de áreas de conservación, de acuerdo al mayor interés en conservar determinados atributos respecto a otros. El resultado que entrega no es definitivo, en el sentido de que es un proceso creativo que ayuda a visualizar distintas soluciones, y son los usuarios los que finalmente decidirán qué portafolio o

combinación de portafolios de conservación conviene para la región en análisis. A continuación se entregan las metas u objetos de conservación discutidos y consensuados en la reunión de valoración del Libro Rojo (noviembre 2006). Objetos de conservación La pregunta en esta sección es: ¿qué se quiere conservar? Debido a que puede haber múltiples necesidades de conservación, es necesario llegar a un acuerdo de qué se desea conservar y en qué proporción. Por ejemplo, ¿se quiere conservar los centros de riqueza de plantas nativas, independientemente de que algunas plantas tengan hábitat restringido y otras sean favorecidas por el uso humano?, o ¿las decisiones de conservación se restringirán a los centros de riqueza de plantas que no son favorecidas por el uso humano? Además, ¿qué pasará con aquellas plantas que no estén concentradas en centros de riqueza de especies, sino en hábitats muy particulares?, ¿serán ignoradas? Por otra parte, ¿qué pasa si los centros de riqueza de plantas, no coinciden con los centros de riqueza de vertebrados? ¿Qué cantidad de áreas prioritarias se pueden recomendar, gestionar y manejar? Además, ¿qué pasará si se generan centros de riqueza de especies pequeños y desconectados entre sí?, ¿se estará asegurando la continuidad evolutiva en esas áreas? La definición de objetos de conservación consensuados pretende minimizar la subjetividad en la elección de sitios prioritarios y explicitar éstos, de tal manera de que sean discutidos y cambiados en caso de mayor información o cambios en las prioridades de con serv ación . Así, para la Región de O’Higgins, se propone priorizar con un valor máximo a

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los sitios de concentración de especies amenazadas, para un universo de 239 especies amenazadas, éstas son: dos especies de anfibios, cuatro de reptiles, seis de mamíferos, 17 de aves y 208 de plantas. Las especies En Peligro recibieron una mayor ponderación que las Vulnerables. Además se ponderaron las especies amenazadas endémicas a la Región, como los reptiles Liolaemus confusus, L. curis y L. curicencis. También se ponderan aquellas especies amenazadas que se encuentran en la Región en su límite norte o sur de distribución, con el fin de preferenciar la conservación del pool génico de estas poblaciones. Además, se decidió en la reunión de noviembre 2006, priorizar aquellas especies que fueron consideradas por CONAF como especies emblemáticas de la Región. Éstas son: el arbusto Myrceugenia colchaguensis, la cactácea Pyrrhocactus aspillagai, la hierba Salpiglossis sinuata y la palmera Jubaea chilensis; los vertebrados: el loro tricahue Cyanoliseus patagonus y las lagartijas endémicas a la Región: Liolaemus curis y Liolaemus confusus (Tabla III.2). Se excluyen de los análisis de determinación de sitios prioritarios aquellas especies de plantas y animales cuya abundancia es favorecida por el uso humano. Se entiende que en estos casos no es necesario generar un área de conservación para ellos. Además, se consideró con igual nivel de priorización las plantas que los animales y las distintas

formas de vida de las plantas. Respecto a la conservación de hábitats específicos, se considera como máxima prioridad (100%) la conservación de los humedales, incluso los tranques y lagunas artificiales. Se realizaron varios análisis SPOT en los cuales se incorporaron otras priorizaciones, con el fin de entregar varios escenarios de prioridades de conservación, los cuales pueden ser estudiados y evaluados en forma independiente por las instituciones de gobierno. En uno de estos análisis se generaron metas de conservación adicionales a las ya descritas en torno a las 11 formaciones vegetacionales definidas en Gajardo (1994). Ellas tendrán un grado de priorización entre 90% (Bosque Caducifolio de Santiago y Esclerófilo Costero, Matorral Espinoso de la Cordillera de la Costa, del Secano Costero y del Secano Interior) hasta un 10% (Estepa Altoandina de la Cordillera de Santiago y de los Andes Maulinos).

Datos adicionales Se utilizaron las fuentes de información de uso de suelos de CONAF - CONAMA (1997) y de ocurrencia de incendios (Base de datos espacial del uso de fuego de CONAF 2005) para establecer los costos de conservación. Los costos fueron calculados de forma similar que lo realizado para toda la eco - región del matorral chileno preparado por Ramírez de Arellano (2006).

2.3 Resultados Centros de riqueza de especies Se entregan mapas conteniendo la distribución de riqueza de especies de anfibios, reptiles, aves amenazadas, mamíferos y del 69% de las plantas

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encontradas (aquellas con uno o dos registros no fueron consideradas en el análisis) (ver Figuras III.4 a III.8). En el mapa del modelo de riqueza de flora se infiere una superficie continua de vegetación.


Figura III.4 Centros de riqueza de Anfibios.

Figura III.5 Centros de riqueza de Reptiles.

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Figura III.6 Centros de riqueza de aves amenazadas

Figura III.7 Centros de riqueza de mamíferos.

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Figura III.8 Centros de riqueza del 69% de la flora sin considerar intervención antrópica.

Objetos de conservación ESPECIES AMENAZADAS

FORMACIONES DE GAJARDO

Riqueza de especies amenazadas endémicas de la Región de O’Higgins Riqueza de especies amenazadas con límite de norte a sur en la Región de O’Higgins Presencia de especies emblemáticas para la Región de O’Higgins Resto de especies amenazadas Bosque Caducifolio de Montaña Bosque Caducifolio de Santiago Bosque Esclerófilo Costero Bosque Esclerófilo Montano Estepa Altoandina de los Andes Maulinos Estepa Altoandina de la Cordillera de Santiago Matorral Espinoso de la Cordillera de la Costa Matorral Escerófilo Andino Matorral Espinoso del Secano Costero Matorral Espinoso del Secano Interior

Meta (%) Escenario 1

Meta (%) Escenario 2

100

100

90

0

80

20

70 80

0 0

90 90 60 10 10 90 40 90 90

0 100 100 0 50 50 100 10 10

Tabla III.2 Objetos de conservación y la meta solicitada para los análisis SPOT.

117


En este mapa es posible notar que las áreas con mayor concentración de riqueza de especies de plantas se encuentran perdidas, es decir, son parte de terrenos agrícolas. Sólo quedan escasos remanentes de estas áreas de concentración de riqueza de especies, las cuales probablemente se encuentren muy alteradas. Debe considerarse que muchas veces los centros de riqueza de especies no contienen un subconjunto de especies de los lugares donde hay menos especies, y por ende, no por concentrarse en la conservación de los centros de riqueza de especies, estará protegida la mayor parte de éstas. Por ejemplo, para un N = 520 especies de plantas que presentan tres o más registros en este estudio, los centros de riqueza de especies concentran N máximo = 287 especies, por lo tanto, hay un espectro amplio de 233 especies que tienen baja probabilidad de encontrarse en los lugares de mayor riqueza de especies. Para conocer cuáles son estas especies y la mejor forma de incluirlas, es necesario realizar análisis adicionales de la singularidad de determinadas áreas para determinar su importancia en la definición de áreas de conservación. Existen áreas de alta riqueza de especies de aves y anfibios en torno a humedales costeros. La riqueza de especies de reptiles es mayor en la precordillera andina. Las mayores concentraciones de mamíferos están distribuidas en la precordillera andina y alrededores de los cordones transversales de los cerros.

Análisis SPOT Se realizaron dos análisis SPOT, uno basado principalmente en atributos de las especies (como fue descrito en la metodología y priorizando humedales) y otro basado en una tabla de priorizaciones para las formaciones vegetacionales. 1.- La Figura III.9 muestra el mapa que 118

mejor resuelve la proporción de los objetos de conservación solicitados. Este mapa muestra 17 centros de concentración (en rojo) que responden en un 90-100% de lo solicitado en el escenario 1 de la Tabla III.2, siete de ellos en la Cordillera de la Costa, otros siete en cerros transversales, y tres grandes centros en la precordillera andina. A pesar de que la Figura III.9 muestra la mejor resolución que fue posible encontrar, 33 especies amenazadas quedan fuera de esta resolución (ver Tabla III.3, en anexo). Tres de estas especies están En Peligro y treinta son Vulnerables a la extinción. Las especies que quedan fuera son: En Peligro i) el chorlo cordillerano (Phegornis mitchellii), que se encuentra en la Región en su límite sur de distribución; ii) la lagartija endémica Liolaemus curis, especie endémica de la Región, especie que sólo se a encontrado en una pequeña localidad en Termas del Flaco y iii) la hierba perenne Noticastrum sericeum (Asteraceae) encontrada sólo una vez en este estudio en las dunas de la playa de Bucalemu. Se sabe que también está presente en la Región de Valparaíso y en Argentina. Adicionalmente, en la Tabla III.4 (en anexo), se mencionan las especies amenazadas que quedan protegidas en cada uno de los 17 polígonos seleccionados. Nótese que el número de especies amenazadas varía desde dos (sitio 1 de la Figura III.9) hasta 62 especies amenazadas (área 17 de la Figura III.9). Este último sitio corresponde a Altos de Huemul, el más urgente de conservar debido a la gran cantidad de especies amenazadas con límites nacionales de distribución norte en este lugar. Esta propuesta alternativa se considera en la proposición final de sitios prioritarios que se describen en el siguiente capítulo de este libro. 2.- La Figura III.10 muestra el mapa que mejor resuelve la proporción de conservación solicitada para las formaciones vegetacionales (escenario 2 de Tabla III.2).


8

Figura III.9 Priorización sobre la base de la especie como objeto de conservación.

Figura III.10 Priorización sobre la base de las formaciones vegetacionales como objeto de conservación.

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Existe casi total coincidencia entre el mapa de riqueza de especies amenazadas y el de las formaciones vegetacionales a nivel de prioridad de 30 a 60%. A un nivel superior

de prioridad, existe también coincidencia, especialmente en Tanumé, Cantillana, cerros de San Fernando, Chépica y Precordillera Andina.

2.4 Conclusiones Los análisis de concentración de riqueza de especies muestran que quedan centros de riqueza de biodiversidad en los cerros costeros y secundariamente en la precordillera andina. Además, muestran que ya están perdidos para la conservación los grandes centros de riqueza de plantas ubicados en las zonas bajas. Por otro lado, los análisis de riqueza de especies amenazadas muestran 17 lugares que concentrarían la mayor cantidad de especies amenazadas. Debido a la gran cantidad de especies amenazadas de la Región, no es posible definir pocos lugares donde sea posible encontrar muchas de las 239 especies, ya que ellas están

ampliamente dispersas. Por lo cual, se debe sugerir una estrategia amplia de conservación a través de áreas de confluencia de especies amenazadas y a través de la protección dirigida a determinadas especies en particular. Además, se sugiere que en la implementación de áreas de conservación se privilegien sitios que abarquen amplios gradientes altitudinales de tal forma de concentrar una mayor riqueza y diversidad de hábitats. Agradecimientos: ReForLan proyecto INCO Contrato DEV-3 032132, Proyecto Núcleo Milenio No. P99-103FICM, Fondecyt-Fondap 1501-0001 (CASEB).

2.5 Referencias CONAF-CONAMA. 1997. Catastro y evaluación de los recursos vegetacionales nativos de Chile. Informe Nacional con Variables Ambientales. CONAMA, Santiago. CONAF. 2005. Base de datos georeferenciada de ocurrencia de incendios. Unidad de manejo del fuego. Informe Técnico. Santiago. GAJARDO, R. 1994. La vegetación natural de Chile, clasificación y distribución geográfica. Editorial Universitaria, Santiago.165 pp. MYNENI,R.B. HOFFMAN, S., KNYAZIKHIN, Y., PRIVETTE, J.L., GLASSY, J., TIAN, Y., WANG, Y., SONG, X., ZHANG, Y., SMITH, G.R., LOTSCH, A., FRIEDL, M., MORISETTE, J.T., VOTAVA, P., NEMANI, R.R & S.W. RUNNING. 2002. Global products of 120

vegetation leaf area and fraction absorbed PAR from year one of MODIS data. Remote Sensing of Environment 83: 214–231. RAMÍREZ DE ARELLANO, P. 2006. Planificación sistemática para la conservación de la Eco - región del Matorral chileno: definición de sitios prioritarios y estrategias para su validación y conservación. Informe de The Nature Conservancy, Santiago. SMITH-RAMÍREZ C., P. PLISCOFF, S. TEILLIER & E. BARRERA. 2005. Patrones de riqueza y distribución de la flora vascular en la Cordillera de la Costa de Valdivia, Osorno y Llanquihue, Chile. En: SmithRamírez, C., Armesto J. and Valdovinos C. (eds), Historia, Biodiversidad y Ecología de los bosques de la Cordillera de la Costa


de Chile. Editorial Universitaria. Santiago, Chile. SMITH-RAMÍREZ C, P. PLISCOFF, D. DÍAZ, C. VALDOVINOS, M. MÉNDEZ & H SAMANIEGO. 2007. Distribution patterns and biodiversity hotspots of flora and fauna in the Coastal Range of Southern Chile: Integrating Natural History and GIS.

Biodiversity and Conservation 16: 2627 2634. TURNER W., S. SPECTOR, N. GARDINER, M. FLADELAND, E. STERLING & M. STEININGER. 2003. Remote sensing for biodiversity science and conservation. Trends in Ecology and Evolution 18: 306314.

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3. Sitios Prioritarios de la Región de O’ O ’ Higgins ITALO SEREY1, CECILIA SMITH-RAMÍREZ2,3, FRANCISCO

DE LA

BARRERA1,

SERGIO MORAGA1, MARCIA RICCI4, PABLO LOBOS4 & TERESITA GONZÁLEZ4 1

Facultad de Ciencias,Universidad de Chile IEB, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile 3 Pontificia Universidad Católica de Chile 4 Corporación Nacional Forestal, Región de O’Higgins 2

3.1 Resumen Se hace una revisión de tres aproximaciones de áreas para establecer “sitios prioritarios” para la conservación de la biodiversidad en la Región de O’Higgins, una elaborada por las administración del Estado y dos generadas por el presente estudio con nueva información obtenida en terreno. La perspectiva seleccionada fue de paisaje regional, que permite integrar las necesidades de conservación con la gestión a la escala indicada. Los sitios prioritarios propuestos incluyen los ecosistemas de

bosques esclerófilos que tienen una baja representación en el sistema nacional de áreas protegidas, que tienen mayor riqueza de especies y diferenciaciones espaciales en la distribución de los grupos de organismos estudiados. La proposición considera veinte áreas como “sitios prioritarios”, que tratan de entregar la máxima cobertura a los requerimientos de conservación y conectan el sector andino de la región con el valle central y los cordones montañosos de la costa.

3.2 Introducción El desarrollo de las acciones de conservación de la biodiversidad en la Región de O’Higgins requiere de la proposición de sitios prioritarios. El objetivo de este trabajo es integrar distintos modelos elaborados desde diferentes perspectivas ecológicas, en una síntesis de áreas prioritarias que después de una discusión con los actores institucionales permita entregar una proposición razonada de “sitios prioritarios”. Este es un proceso que se abordará bajo la perspectiva de la ciencia post-normal, donde los diferentes actores toman decisiones que son urgentes

con distintos puntos de vistas, donde los datos de base son limitados y existe incerteza en los resultados. Los sitios prioritarios deben ser observados como áreas donde existe evidencia de su valor para la biodiversidad, o bien, con una alta potencialidad de riqueza de especies, pero también con una valoración por parte de científicos, de instituciones estatales y privadas, y de la comunidad local. El desafío de la ciencia post-normal en el contexto de la biodiversidad es cambiar la toma de decisiones desde una estrategia de manejo

123


de las actividades humanas orientadas por la predicción y el control hacia estrategias más adaptativas y flexibles (Lister 1999) Los sitios prioritarios desde un punto de vista territorial, están conformados por numerosos ecosistemas de tamaños muy variados y permiten realizar acciones concretas de conservación incorporando a los propietarios, gobiernos locales, y comunidad local. Los sitios deben ser observados como una red de ecosistemas de distintos tipos, interconectados entre ellos estructurando paisajes a nivel local, permitiendo flujos de organismos (a nivel de individuos, poblaciones y genes) (Forman & Godron 1986).

Jerarquía y Sitios Prioritarios En ecología se ha introducido desde hace más de dos décadas el uso de la teoría de jerarquías para el análisis de los procesos ecológicos (Allen & Hoekstra 1992, O’Neill et al. 1986). Una de las dificultades importantes en el proceso de toma de decisión para proponer un área o sitio prioritario, se refiere a los criterios a incluir en la decisión, pero que habitualmente se consideran en el mismo nivel. En este trabajo se ha utilizado una aproximación jerárquica basada en la selección de criterios que sirven para la definición de sitios o áreas con ecosistemas o paisajes a conservar. La aproximación consiste en incluir los distintos niveles jerarquizados de la biodiversidad para maximizar la conservación biológica en términos de dar protección al mayor número posible de entidades, considerando los distintos niveles de organización en ecología (White et al. 1999). Se evita de esta forma dar protección sólo a las especies con problemas de conservación o “emblemáticas”, que presenta el riesgo de acelerar o al menos facilitar la degradación y vulnerabilidad de otras especies

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(aproximación centrada en especiespoblaciones-comunidades, ver Capítulo 2 Parte I, este volúmen). Un argumento importante para no basarse exclusivamente en una aproximación basada sólo en especies como objeto, es que la información tradicionalmente disponible de flora y fauna, se restringe a vertebrados superiores y flora vascular, que en su conjunto representan aproximadamente un 5% de la biodiversidad total de especies a nivel global, si se utiliza una estimación muy conservadora de 5 millones de especies totales. De esta manera el 95% de las especies quedan en desconocimiento y podrán ser conservadas sólo si los ecosistemas son conservados (Franklin 1993). Existen diferentes maneras de describir los sistemas biológicos –tales como aquellos basados en la fisiología, dinámica de poblaciones, composición de comunidades o biogeografía- que pueden excluir perspectivas alternativas, y hacen olvidar que el sistema mismo permanece diverso, multidimensional y complejo (Cummings 2007). En la definición de sitios prioritarios se seleccionó una aproximación basada en los niveles de organización (Allen & Hoekstra 1992), así se pudieron incluir los aportes desde las aproximaciones de poblaciones - especies - comunidades y de ecosistemas - paisajes en un sentido amplio. Las visiones sistémicas sobre la biodiversidad que se han reconocido de acuerdo a Lister (1997) son: las de Forman & Godron (1986) desarrollada por la ecología de paisaje basada en los conceptos de comunidad paisaje, la de O’Neill et al. (1986) y Allen & Hoekstra (1992) desarrollada con la teoría de jerarquías y basada en multiescalas y la de Kay & Schneider (1994) desarrollada con los ecosistemas como sistemas complejos incluyendo multiescalas. Estas visiones, exploran diversas perspectivas de la biodiversidad,


que muestran la dificultad de entregar un modelo único y que responda con certeza a las necesidades de conservación que plantea la sociedad actual.

Estrategia para la gestión Las instituciones del Estado que deben proponer y ejecutar acciones de conservación, saben que éstas pueden llevarse a cabo con mayor efectividad, si los objetos de conservación se localizan en un área definida, sean terrestres, dulceacuícolas o marinos. Esto último lleva a la necesidad de identificar áreas denominadas “sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad”. La biodiversidad es una propiedad de la naturaleza, y se expresa en todo el territorio. En consecuencia las acciones de conservación deben realizarse en todo el territorio de la Región, de ahí que la planificación de acciones usando el concepto de paisaje, sea de gran utilidad, ya que permite expresar territorialmente los sitios de mayor valor. Las superficies que no se incluyen en áreas prioritarias forman parte de la matriz fuertemente modificada por las actividades humanas. Para planear acciones en toda la Región, la estrategia de conservación debe estar basada en paisajes, es decir, en las unidades espaciales (grandes parches o sitios prioritarios) que se propongan para la conservación, y su conectividad en medio de una matriz, correspondiente al resto del territorio de la región (Noss 1990). Esta

matriz está conformada por ecosistemas estructurados fuertemente por la actividad humana, incluyendo cultivos, plantaciones frutícolas, áreas de pastoreo, plantaciones forestales, infraestructura vial, de energía y sistemas urbanos con toda la infraestructura asociada, así como también áreas asociadas a las actividades de la minería. La estrategia está formulada para integrar las diferentes perspectivas y aspectos de la biodiversidad, con el objeto de facilitar las acciones de conservación que deben desarrollar las instituciones del Estado. Simultáneamente, la expresión espacial de la biodiversidad, facilita la integración de la sociedad local, formando un sistema de manejo estructurado con las instituciones del estado y los usuarios (SCBD 2004). Asimismo, cualquier área definida con fines de conservación, puede presentar limitaciones para sostener determinadas poblaciones de especies seleccionadas como objetivos de conservación, y su éxito es especie-dependiente. Esto es especialmente válido para carnívoros, como se ha demostrado en el caso de los parques nacionales en Chile (Mella 1994). Aun cuando biológicamente el ideal es conservar todas las especies que se encuentran amenazadas, es evidente que no se pueden realizar acciones de conservación para cada especie, ni siquiera dentro de los sitios prioritarios que se definirán, por ello es que se deben realizar las acciones sobre ecosistemas como entidades de la naturaleza.

3.3 Metodología Para la proposición del conjunto de sitios prioritarios en la región se incluyó el modelo de base elaborado por la administración del Estado o “modelo base” y las proposiciones entregadas por Serey

et al. y por Smith-Ramirez & Pliscoff (ambos en este volumen). Los tres modelos se integraron usando ArcView 3.2, de modo de establecer las áreas potenciales de sitios prioritarios.

125


La selección y delimitación de los “sitios prioritarios” ha incluido los fundamentos y metodologías contenidas en Serey et al. y Smith-Ramírez & Pliscoff (ambos en este volumen). Los tres modelos se integraron usando ArcView 3.2, de modo de establecer las áreas potenciales de sitios prioritarios. Posteriormente se visitó cada una de las áreas propuestas y se redefinieron los límites, usando como criterio fundamental el estado de la vegetación natural. La selección y delimitación de los sitios prioritarios incluidos los fundamentos y metodologías contenidas en Serey et al. y Smith-Ramírez & Pliscoff (ambos en este volumen). Así se consideró indicadores de la geomorfología del territorio, tipos de ecosistemas, concentración de especies nativas y amenazadas y, en el caso del análisis SPOT, además, costos de conservación. Dado que nunca es posible contar con toda la información, se recurre a indicadores. Éstos entregan estimaciones de una situación real que no es posible conocer en forma más directa, en función

de las aproximaciones seleccionadas como fundamentos del estudio. A su vez, los indicadores dan cuenta de sólo una parte de la biodiversidad a nivel de especies (no considera invertebrados, plantas no vasculares ni fauna acuática), a nivel de ecosistemas (sólo se consideran las formaciones vegetacionales como representaciones de tipos de ecosistemas), y a nivel de genes (sólo marginalmente a través de la ponderación de aquellos lugares con especies en sus límites distribucionales en el análisis SPOT). Finalmente los modelos propuestos se contrastaron en el terreno, de forma de validar los resultados, revisando y tomando decisiones en terreno acerca de los límites de cada una de las áreas propuestas en función de las localizaciones de las observaciones georeferenciadas y de la posibilidad de dar continuidad espacial a las áreas seleccionadas como “sitios prioritarios”, usando como criterio fundamental, la calidad de cobertura vegetal, es decir el estado de la vegetación natural.

3.4 Resultados Análisis de los modelos prioritarios Para realizar una integración de los modelos espaciales generados se requiere caracterizar los tipos de resultados que son posibles de obtener a partir de cada uno de ellos, de forma de poder valorar las diferencias y crear una base más amplia para realizar una proposición de síntesis, con todas las dificultades que eso implica. Modelo de Base de la Estrategia de Conservación de la Biodiversidad Este modelo fue elaborado por los profesionales de la administración del Estado de la Región de O’Higgins, y es el

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resultado de varios procesos internos de análisis y discusión entre distintos servicios y que también incorpora información e interés de privados por la conservación. Este modelo se ha desarrollado en varias etapas y consideró la participación de expertos invitados a talleres y discusiones, lideradas por la CONAMA y CONAF (CONAMA 2002). Entre los criterios considerados están: la presencia de algunas especies de interés, buen estado de conservación de la vegetación establecido por la experiencia de profesionales de CONAF e información entregada por la actualización del catastro de uso de suelo y vegetación (CONAF-CONAMA 2002),


interés de privados en proteger determinadas áreas y, la propiedad estatal de determinadas zonas de la Región. La Reserva Nacional Río los Cipreses, no es propuesta porque ya está operando como un área protegida dentro de SNASPE. El modelo representa, en cierta medida, la visión histórica del problema dentro de la administración del Estado, y de las interacciones entre instituciones de la administración político-administrativa y las oportunidades de establecer áreas destinadas a la conservación (Figura III.11). La necesidad de evaluar este modelo de sitios prioritarios, fue el fundamento para la obtención del presente estudio, que ha permitido construir nuevos modelos para generar una proposición mas elaborada, con información más completa.

Modelo de biodiversidad en ecosistemas y paisajes a escala regional. Este modelo incluye información obtenida desde la aproximación que considera las especies como las entidades claves en definición de áreas de interés para la conservación, ésta integra la idea de riqueza de especies de las diferentes áreas y de las diferenciaciones espaciales de las especies pertenecientes a los grupos de organismos incluidos en el estudio. En este nivel se considera tanto la riqueza y composición de especies, como los estados de conservación propuestos en este libro. Simultáneamente, incorpora la aproximación que reconoce que los ecosistemas y paisajes son entidades ecológicas que permiten incluir no

Figura III.11 Sitios prioritarios propuestos por los servicios públicos (modelo base).

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solamente a las especies sino también a los servicios ecosistémicos que se proveen por la naturaleza (capítulo 1 parte III, este volumen). Una de las limitaciones que tiene este modelo, es que no incluye las altitudes mayores del territorio, porque se consideran menos accesibles debido al relieve abrupto que presenta (ver Figura III.3 del Capítulo 1 de esta Parte). Otra limitación es la dominancia numérica que tiene la flora de plantas vasculares sobre el resto de los grupos de organismos estudiados. Modelo basado en cálculo numérico (SPOT) La modelación basada en la utilización de la herramienta SPOT requiere de la entrada de parámetros en función de los objetos de conservación (especies y formaciones vegetacionales). Esto requiere de una evaluación de ellos y evidentemente

Figura III.12 Propuesta integrada de sitios prioritarios.

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existe incerteza en su asignación. Por otra parte, esos parámetros pueden cambiar de acuerdo a las diferentes especies desde los sectores costeros hasta los cordilleranos. Tiene la ventaja de ser un proceso que opera en función de objetivos de conservación y entrega un modelo espacializado de los resultados. Sin embargo, requiere de una evaluación en terreno de las áreas originadas en el proceso de modelación. De esta manera, los resultados que presentan son también modelos que presentan incertezas (ver Figuras III.9 y III.10 del Capítulo 2 de esta Parte). Los modelos de SPOT considerados fueron evaluados en terreno de modo de establecer para cada una de las áreas delimitadas una valoración directa, más allá de los modelos entregados por los análisis, bajo diferentes perspectivas ecológicas y procedimientos de delimitación.


Modelo integrado de sitios prioritarios Los sitios prioritarios finalmente propuestos (Figura III.12) corresponden a áreas que incluyen ecosistemas de variados tipos y en variados estados de conservación. La mayor parte de la superficie de ellos ha sufrido perturbaciones reiteradas y de diversos tipos e intensidades. En todos ellos existen áreas más pequeñas que se mantienen en mejores condiciones o que no han sido objeto de perturbaciones intensas. En la definición de los sitios prioritarios están integrados, de alguna forma, todos los criterios incluidos en los diferentes modelos elaborados con las distintas visiones. Entre los más importantes desde el punto de vista ecológico se encuentran los de riqueza de especies, tipo de vegetación o tipos de ecosistemas, número de especies en peligro y vulnerables, función y extensión. La extensión espacial ha sido una variable relevante en la ordenación, ya que al ser definidos como una unidad, significa que existen condiciones en los ecosistemas que hacen valioso considerarlo como un sitio prioritario, dado que la mayor superficie, implica un aumento de la probabilidad de incluir más especies y en particular implica áreas que permiten la coexistencia de muchas especies. Así se han definido tres categorías de sitios prioritarios: de primer orden o primarios (de gran extensión y/o biodiversidad), de segundo orden o secundarios y, funcionales (corredor biológico). La ordenación se basa en criterios como riqueza de especies, función, número de especies en estatus de peligro y vulnerables, extensión y conectividad.

la toma de decisiones de la administración del Estado. Algunos de ellos tienen una gran superficie incluyendo especies muy emblemáticas o carismáticas, otros presentan tipos de ecosistemas especiales que se encuentran en la región central de Chile, entre cuales destacan los bosques caducifolios formados por el roble de Santiago, y los bosques esclerófilos de Chile Central. Primer orden (primarios): 1. Navidad – Tanumé, 2. Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán, 3. Altos de Lolol y Chépica, 4. Precordillera andina norte, 5. Precordillera andina sur, y 6. Sierras de Bellavista. Segundo orden (secundarios): 7. Cordón de San Miguel de las Palmas, 8. Merquihue – Peñablanca, 9. Rinconada de Yáquil, 10. Cordillera de la Costa del valle central, 11.- Cipreses, 12. Río Claro de Rengo, y 13. La Rufina - Las Damas. Importancia funcional 14. Corredor de Angostura de Paine, y 15. Corredor de Los Lingues. Humedales 16. Estero Nilahue, Cáhuil, 17.- La boca de Navidad, 18. Topocalma, 19. Bucalemu, y 20. Boyecura Sitios prioritarios de primer orden Este grupo de sitios tienen importancia mayor porque conjugan varias características especiales, entre ellas, la más importante, la de tener especies con problemas de conservación. Otros representan áreas de ecosistemas esclerófilos y de bosques caducifolios exclusivos de Chile Central.

Descripción de los sitios prioritarios Los sitios se ordenaron para establecer una secuencia de importancia que facilite

1. Navidad – Tanumé Es un sector altamente intervenido por la actividad forestal, sin embargo su

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carácter montañoso ha permitido que en las quebradas de alta pendiente se conserven fragmentos esclerófilos. Esta variedad de ambientes conlleva cambios en el microclima que a su vez se relaciona con la existencia de bosques hidrófilos en el sector de Tanumé, no obstante las formaciones dominantes son el Bosque Esclerófilo Maulino y el Matorral Espinoso del Secano Costero. Tres sectores de interés se encuentran dentro del sitio. En el norte, cercano a Pupuya existen pequeños parches esclerófilos asociados a las laderas de exposición sur en una matriz de matorrales espinosos y monocultivos forestales y zonas agrícolas, en tanto en el centro hay grandes parches de densos renovales y matorrales arborescentes esclerófilos, Mientras que en el sur, la biodiversidad se concentra en las quebradas abruptas, siendo quebrada Honda (Tanumé) especialmente significativa, conformando un sistema que en sus partes planas está constituida por monocultivos de pinos, dentro del cual existen también quebradas muy bien conservadas que pueden llegar a ser conectadas entre sí a través de corredores biológicos (ej. en el Centro Experimental Forestal Tanumé). Junto con constituir un centro de riqueza de plantas y anfibios contiene un número relevante de especies amenazadas: un ave, dos anfibios, un mamífero y 39 plantas, 10 de ellas En Peligro, de las cuales cinco son exclusivas. Se ubica en las comunas de Navidad, Litueche, Pichilemu y Marchigüe, cercano a Litueche, La Estrella, Topocalma, Las Damas, Alto Colorado y Alcones. 2. Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán Las laderas de los cerros que limitan con la Región Metropolitana en el sector denominado Altos de Cantillana, dentro del cual está la Reserva Nacional Roblería del Cobre de Loncha y que conforma la

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Ladera nororiental de la Cordillera de la Costa

gran ribera norte del río Cachapoal y el lago Rapel, contienen renovales y matorrales arborescentes, siendo dominantes los de tipo esclerófilos y espinosos. Aquí, la formación de Bosque Esclerófilo Costero surge como un imperativo de conservación, dado que está poco representado en otras unidades del SNASPE, en términos de superficie. Además este sitio presenta una de las mayores poblaciones del roble de Santiago (Nothofagus macrocarpa) y un importante núcleo de palma chilena (Jubaea chilensis) en el sector de Palmas de Cocalán. Presenta importantes cuerpos de agua en una matriz de matorrales abiertos y pequeños parches de áreas cultivadas. Representa un centro de riqueza de mamíferos, aves acuáticas y reptiles y contiene especies de interés como el loro tricahue (Cyanoliseus patagonus), el lagarto gruñidor de valeria (P. valeriae) y la guiña (O. guigna). Se destaca como área de descanso y forrajeo de aves, especialmente acuáticas. En total contiene 48 especies amenazadas (un ave, un reptil, dos mamíferos y 44 plantas, ocho de ellas En Peligro, de las cuales una es exclusiva: Chloraea galeata). Estaría conectado con el sitio prioritario “Precordillera andina norte” a través del “Corredor de Angostura de Paine” y con el sitio “Cordillera de la Costa del Valle Central”. Además forma parte del cordón de Cantillana, identificado como sitio


prioritario número uno por la Región Metropolitana. Representa gran parte de la comuna de Las Cabras y parte de Doñihue y se distribuye equitativamente en superficie en las comunas de Peumo, Coltauco, Rancagua, Graneros y Mostazal. Se encuentra cercano a las localidades de Las Cabras, Coltauco y Doñihue. 3. Altos de Lolol y Chépica Estos valles intramontanos de la Cordillera de la Costa ubicados en el sector sur de la Región representan un área importante para la biodiversidad, pese a estar intervenida por plantaciones de monocultivos y actividades agropecuarias. Su importancia radica en la presencia de parches de roble (N. macrocarpa) (p.e. en cerro El Roble) y fragmentos de vegetación esclerófila en regeneración, y a la presencia de algunas especies amenazadas en las quebradas, p.e. Jubaea chilensis, Herbertia lahue, Tropaeolum leptophyllum. Toda esta biodiversidad está inserta en una matriz de matorrales esclerófilos abiertos y semidensos y, de amplias praderas. La regeneración natural del esclerófilo se debe a una menor presión de pastoreo extensivo por parte del ganado, observándose renovales al alero de litres. A su vez, en las plantaciones de pino insigne adulto, existe un sotobosque de especies esclerófilas, aspecto de interés observado en los predios aledaños al sitio, que permitirían la coexistencia de mamíferos como la guiña (O. guigna) (observada). En las laderas vecinas a San Fernando se manifiesta la formación de Bosque Esclerófilo Costero. Entre las especies de interés se encuentra la lagartija de Lolol (L. confusus). En este sitio se encontraron 32 especies amenazadas (un reptil, un mamífero y 30 plantas, tres de ellas En Peligro). Es considerado un centro de alta riqueza de plantas y mamíferos. Se ubica cercano a los sitios “Rinconada de Yáquil” y “Cordillera de la Costa del Valle Central”,

en las comunas de Chépica, Lolol, Santa Cruz, Nancahua, Chimbarongo, Placilla y próximo a las localidades de Lolol, Santa Cruz y Chépica.

Rodelillo, Altos de Lolol.

4. Precordillera andina norte Este gran sitio a nivel regional soporta una importante superficie de bosques y renovales esclerófilos andinos en una matriz de matorrales esclerófilos dominada por litre (Lithrea caustica) y colliguay (Colliguaja odorifera). Las formaciones vegetacionales presentes son el Bosque Esclerófilo de la Precordillera andina y el Matorral Esclerófilo andino. Las altas pendientes y diversidad de altitudes ha permitido la conservación del área por su nula aptitud para el uso agrícola, y en menor medida forestal. Este sitio se caracteriza por la presencia de profundas y largas quebradas, en especial de los ríos Cachapoal, Claro, Pangal y Cipreses. Dentro de los hitos del sitio se encuentran: la laguna de Cauquenes, la localidad de Coya, El Manzanal y La Leonera. Este sitio es considerado un centro de riqueza de plantas, mamíferos y reptiles; aquí se encuentran 47 especies amenazadas de flora vascular, destacando Haplopappus pedunculosus y Tristerix aphyllus, y entre las especies de fauna el loro tricahue (Cyanoliseus patagonus) y el puma (Puma concolor). Se encuentra distribuido equitativamente entre las comunas de

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Mostazal, Codegua, Machalí y Rengo, y está cercano a las ciudades de Rancagua, Machalí, Rengo, Codegua y Requinoa. Los otros sitios prioritarios cercanos son la “Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán” con el cual se conecta (o podría conectar) a través del “Corredor de Angostura de Paine”, “Cipreses”, con el que comparten el río Cipreses, y “Precordillera andina sur” con el cual colinda a través del río Claro. 5- Precordillera andina sur Este gran sitio es similar al sitio prioritario Precordillera norte, tanto en términos de superficie como de ubicación. Contiene una superficie importante de bosques y renovales tanto esclerófilos como caducifolios, y en algunos sectores se pueden encontrar parches de bosques muy desarrollados en una matriz de

Precordillera andina sur

matorral abierto. Su gran extensión permite que tenga áreas con diversas formaciones vegetacionales como el Esclerófilo Andino, junto con la formación de Bosque Caducifolio de la Montaña y bosques de cipreses. Su singularidad está dada por la interdigitación de las distintas formaciones y ecosistemas; y la distribución de las especies según laderas de exposición y quebradas. Estos ecosistemas y por ende, paisajes, no dominan unos sobre otros sino que convergen. Las altas pendientes

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y diversidad de altitudes ha permitido la conservación del área por su baja aptitud para el uso agrícola y en menor medida forestal aun cuando existen plantaciones jóvenes y recién cosechadas que han generado invasiones biológicas en las áreas nativas generando bosques mixtos esclerófilos con ejemplares de pino insigne y eucalipto. Sin embargo, en sectores con bosques de roble se evidencia un gran número de plántulas (renovales), lo que indica la capacidad de regeneración del bosque. El sitio representa, a nivel regional, un centro de riqueza de mamíferos y plantas, 21 de las cuales se encuentran amenazadas (15 Vulnerables y 6 En Peligro). Se conecta con el sitio “Cordillera de la Costa del valle central” a través del “Corredor Los Lingues”, limita con “Río Claro de Rengo” y está muy próximo los sitios “Sierras de Bellavista” y “La Rufina Las Damas”. La mayor parte del sitio se ubica en la comuna de San Fernando, luego en Chimbarongo y con menor superficie en Malloa y Rengo y está cercano a Rengo, Chimbarongo, Codegua, Tinguiririca y Morza. 6. Sierras de Bellavista Este excepcional sitio se caracteriza por ser representante de bosques más meridionales, así se observa el Bosque Caducifolio de la Montaña en su límite norte, permitiendo la existencia de aves especialistas de este tipo de bosque. Además el paisaje cuenta con parches esclerófilos. La estructura de los bosques es altamente desarrollada y densa aun cuando coexisten bosques mixtos de especies exóticas asilvestradas. Constituye un centro de riqueza de plantas y de aves amenazadas, muchas de estas últimas exclusivas de esta área a nivel regional. En total contiene al menos 45 especies amenazadas (seis aves, un anfibio y 38 plantas, tres de ellas En Peligro), en un área pequeña, lo que le otorga un alto


valor de especies amenazadas por hectárea en comparación con los otros sitios prioritarios de la Región. Se encuentra íntegramente en la comuna de San Fernando, vecino a los sitios “Precordillera andina sur” y “La Rufina - Las Damas”.

Sitios prioritarios de segundo orden Este grupo de sitios tienen una importancia menor, dado que son de menor superficie pero contienen vastas áreas con parches vegetacionales de interés, además contienen especies exclusivas y cubren sectores de la Región que no poseen sitios prioritarios de primer orden, como la depresión intermedia y las zonas cordilleranas. 7. Cordón de San Miguel de las Palmas Este sitio de mediana superficie corresponde a un área de escaso interés en términos de las especies presentes, ya que no constituye un centro de riqueza y contiene solo dos especies de plantas amenazadas (es sitio exclusivo para una de ellas). Sin embargo, su valor está dado por los importantes parches de renoval esclerófilo en una gran matriz de plantaciones forestales. Es vecino sólo a los sitios de importancia secundaria “Merquihue-Peñablanca” y “Rinconada de Yáquil”. Se ubica en las comunas de Pumanque, Marchigüe y Pichilemu, cercano a Marchigüe, Las Pataguas, Población y Peralillo. 8. Merquihue – Peñablanca Este pequeño sitio es un gran fragmento de renoval denso y matorral arborescente esclerófilo. Fue seleccionado debido a su contribución a la protección del Bosque Esclerófilo Costero, escaso a nivel nacional. Es vecino sólo a los sitios de importancia secundaria “Cordón de San Miguel de las Palmas” y “Rinconada de Yáquil”. Se ubica

en las comunas de Peralillo, Pumanque y Marchigüe. 9. Rinconada de Yáquil Este sitio de importancia claramente secundaria, fue definido como área de interés debido a su cercanía al sitio prioritario “Altos de Lolol y Chépica” y a su potencial de recuperación. Contiene grandes parches de matorral arborescente y renovales esclerófilos en una amplia matriz de matorrales esclerófilos abiertos e intervenidos, praderas y en menor medida cultivos. Corresponde a un centro de riqueza de plantas, detectándose 12 especies Vulnerables y una En Peligro. Se ubica en las comunas de Santa Cruz, Pumanque y Peralillo. 10. Cordillera de la Costa del valle central Este cordón montañoso de la Cordillera de la Costa inserto en medio del valle, surge como una gran isla rodeado de actividad agrícola. Su estado de conservación está ligado a la presión que históricamente ha recibido por su fácil acceso por parte de la población. No obstante esta presión, existe un amplio sector en que sus laderas de exposición sur se componen de renovales y densos matorrales arborescentes esclerófilos en una matriz de matorrales más abiertos,

Cordón de San Fernando, Cordillera de la Costa del Valle Central

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también esclerófilos. En sectores altos muy limitados se manifiesta la formación de Bosque Caducifolio de Santiago y del Bosque Esclerófilo Costero, ambos priorizados a nivel regional. En términos de especies su valor es menor, ya que no es un centro de riqueza de éstas, excepto de mamíferos. Sólo se encuentran 5 especies amenazadas, todas ellas Vulnerables. Se conecta con el sitio “Precordillera andina sur” a través del “Corredor Los Lingues” y está cercano a los sitios “Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán” y “Altos de Lolol y Chépica”. Se ubica en las comunas de San Vicente, Pichidegua, Palmilla, Santa Cruz, Nancagua, Placilla y San Fernando, cercano a las localidades de Pichidegua, San Vicente de Tagua Tagua, San Fernando, Placilla, Nancagua y Palmilla. 11. Cipreses Este sitio, inserto en la Reserva Nacional Río de los Cipreses toma importancia por la presencia de Liolaemus curicensis y por constituir un centro de riqueza de plantas, con 21 de ellas amenazadas, de las cuales dos se clasifican en peligro y 19 como vulnerables y de éstas, cinco son exclusivas para la Región. Se define en torno al río Los Cipreses rodeada por matorral abierto de tipo esclerófilo con pequeños parches de bosques de ciprés de la cordillera. Se ubica vecino al sitio “Precordillera andina norte” y separado por altas cumbres del sitio “Río Claro de Rengo”. Está íntegramente en la comuna de Machalí. 12. Río Claro de Rengo Este sitio se define a lo largo del río Claro. Contiene en sus riberas matorral arborescente esclerófilo en una matriz de matorral abierto y en las riberas aguas arriba, afloramientos rocosos. Su importancia está dada por el alto número de especies de flora vascular, muchas de ellas nativas en algún estado de amenaza

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(33 Vulnerables y dos En Peligro). Además se constató la presencia de un ave amenazada: el pato cortacorrientes (Merganetta armata). Se encuentra totalmente en la comuna de Rengo, cercano a Las Nieves y El Rincón. Limita con los sitios “Precordillera andina norte”, “Cipreses” y “Precordillera andina sur”. 13. La Rufina - Las Damas Estos fondos de quebradas son interesantes desde el punto de vista de los reptiles y las plantas, constituyendo un centro de riqueza para ambos, con 34 especies amenazadas (dos especies de reptiles y tres especies de plantas, dos de ellas En Peligro y 29 Vulnerables, de las cuales destacan Nardophyllum chiliotrichioides y Ourisia poeppigii como exclusivas). El sitio está definido en torno al río Tinguiririca y sus afluentes río Portillo y río Las Damas, en cuyas riberas se encuentran especies de distribución acotada (L. cf. elongatus, L. curicensis y L. curis). Los sitios prioritarios vecinos son “Sierras de Bellavista” y “Precordillera andina sur”. Se ubica en la comuna de San Fernando, cercano a La Rufina, Trompetilla y Las Temas del Flaco.

Sitios prioritarios de importancia funcional Estas unidades se han denominado de esta forma debido a que cumplen la función de ser corredores o conectores para animales vertebrados terrestres y para especies de plantas que se encuentran separadas por la infraestructura vial (Ruta 5 sur) y los ecosistemas agrícolas que se encuentran en el valle central, permitiendo unir grandes parches de valor para la biodiversidad del sector precordillerano y andino con las áreas de interés de la Cordillera de Costa.


14.- Corredor de Angostura de Paine Este sitio definido como corredor biológico, cumple la función de unir dos sitios de importancia primaria como son “Precordillera andina norte” y “Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán”, agregando superficie a las áreas de interés de Bosque Esclerófilo Costero. Su funcionalidad como corredor en una matriz ampliamente perturbada está restringida a aquellas especies de mayor movilidad. Sin embargo, acciones de conservación podrían llevar a que otras especies de menor movilidad efectivamente pudieran usar esta área como corredor a través de río Tinguiririca. Está formado por matorrales arborescentes esclerófilos y cuerpos de aguas en una matriz de matorral abierto esclerófilo en vecindad con cultivos y pequeñas plantaciones. Contiene tres especies de plantas en la categoría Vulnerables y se localiza en la comuna de Mostazal. Cabe mencionar que esta área necesariamente debe considerar la ladera de exposición norte perteneciente a la Región Metropolitana, en la comuna de Paine.

pidencillo (Laterallus jamaicensis). Durante las campañas de terreno se observó la presencia de dos aves amenazadas, el cisne de cuello negro y el cisne coscoroba, sin embargo, se presume que en total podrían llegar a haber seis especies de aves amenazadas. El humedal representa un centro de riqueza de plantas (dos en la categoría Vulnerables) y de aves amenazadas, y se ubica íntegramente en la comuna de Pichilemu. 17.- La Boca de Navidad Este sitio corresponde al más pequeño y se ubica en el límite con la Región Metropolitana, su importancia ecológica traspasa el límite regional dado justamente por el río Rapel que desemboca al mar formando un remanso en el que se constató la presencia del cisne de cuello negro (Cygnus melanocoryphus), sin embargo podrían encontrarse cinco especies de aves amenazadas más. Se encuentra en la comuna de Navidad.Se considera de importancia secundaria.

15.- Corredor de Los Lingues Este sitio definido como corredor biológico uniría los sitios de relevancia primaria “Altos de Lolol y Chépica” y “Precordillera andina sur” agregando superficie a las áreas de interés de Bosque Esclerófilo Costero. Se ubica en las comunas de Malloa y San Fernando.

Humedales

Boca de Navidad

16.- Estero Nilahue, Cáhuil Esta área de superficie reducida es de gran importancia para la biodiversidad, especialmente para las aves acuáticas de la región, ocurriendo nidificación de cisnes (Cygnus melanocoryphus y Coscoroba coscoroba) y con posible presencia de huairavillo (Lxobrychus involucris) y

18.- Topocalma Este humedal costero es un importante hábitat para numerosas especies de aves acuáticas y costeras, tales como flamencos (Phoenicopterus chilensis), chercán de las vegas (Cistothorus platensis) y muy posiblemente pidencillo (Laterallus jamaicensis). 135


19.- Bucalemu Estos terrenos húmedos han sido considerados prioritarios dado que presenta 12 especies de plantas amenazadas, de las cuales tres están En Peligro, una de ellas exclusiva, y nueve Vulnerables, de las cuales cuatro fueron detectadas sólo en esta área. Se ubica en el sector costero de la comuna de Paredones.

20.- Boyecura Estos terrenos húmedos han sido caracterizados como prioritarios debido a la posible presencia de siete especies de aves amenazadas constituyendo un centro de riqueza, ya que presenta características de hábitats ideales. Se ubica en el sector costero de la comuna de Paredones.

3.5 Discusión Esta propuesta considera las recomendaciones de Margules & Pressey (2000), respecto de la extensión y determinantes para cada uno de los sitios prioritarios. Así, la extensión persiguió dos objetivos principales: representatividad de todo (o la mayor parte de) el espectro de biodiversidad a nivel regional y, su persistencia a largo plazo de especies y formaciones vegetacionales contenidas en él, a través de la protección de sus procesos ecológicos y la exclusión de sus amenazas. En tanto, las determinantes estuvieron dadas por la localización del sitio prioritario en relación a patrones físicos y biológicos y por su diseño, en cuanto a tamaño, conectividad, replicación y alineación (forma) de sus bordes. Este diseño fue realizado a escala regional, considerando la región como un paisaje constituido de parches (áreas de interés para la biodiversidad) y una matriz de menor valor, pero que proporciona hábitats de pequeñas escalas espaciales (no observadas a escala regional), incrementa la efectividad de los sitios prioritarios propuestos y, controla la conectividad del paisaje, incluyendo movimiento de los organismos entre las áreas propuestas como prioritarias (Franklin 1993). Los sitios propuestos están inmersos en una matriz de ecosistemas

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transformados para uso agrícola, ganadero y forestal, y donde se encuentran inmersas las áreas urbanas. Una de las dificultades más grandes a resolver fueron las distintas percepciones de los investigadores para respetar las áreas comunes de muestreo propuestas en el diseño original, hecho que determinado por las visiones de los investigadores centrados en la búsqueda de sitios donde existe una mayor posibilidad de encontrar los tipos de organismos en los cuales está centrado su trabajo. El modelo generado por la integración de las proposiciones elaboradas en base a las distintas aproximaciones, es un acuerdo razonado, que valoriza dichas aproximaciones consideradas por los diferentes autores, tanto de los datos como de las visiones del problema. Otro aspecto a destacar, después de considerar las diferentes aproximaciones, es que cada una de ellas tiene sus propias incertezas. Los sitios propuestos, generan un patrón con un grado importante de conectividad, donde los sitios funcionales son piezas claves para conectar los sitios andinos con el resto del territorio. En el caso de la parte costera de la región existe menos conectividad y además tiene amenazas mayores, especialmente por los cambios de uso del suelo, desde vegetación nativa


a uso agrícola y en la actualidad hacia plantaciones forestales. El aumento de la cobertura vegetal de especies nativas facilita la recuperación de poblaciones de especies que generalmente no se incluyen en los estudios de este tipo, y permite conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos (soporte, suministro, regulación, cultural). Para cada sitio prioritario se debe elaborar un plan de gestión específico, que permita una vinculación con las actividades de la matriz de uso agrícola, ganadero y

forestal con la cual se conecta. Es importante destacar la existencia de corredores remanentes entre sitios definidos en el valle central en sus cordones montañosos y el pie de monte de la Cordillera de los Andes, donde se encuentran mejor representados los ecosistemas de tipo esclerófilo. A este respecto es conveniente mencionar los corredores de Angostura de Paine y Los Lingues.

3.6 Referencias ALLEN, T.F.H. & T.W. HOEKSTRA. 1992. Toward a Unified Ecology. Complexity in Ecological Systems Series, in: T. F. H. Allen and D. W. Roberts (Eds.), New York, Columbia University Press. CONAF-CONAMA. 2002. Monitoreo y actualización del catastro de uso del suelo y vegetación, Región de O’Higgins. CONAMA. 2002. Conservación y uso sustentable de la Biodiversidad. Octubre 2002, Comisión Nacional del Medio Ambiente, Región de O'Higgins, 4pp. (http://www.sinia.cl/1292/articles27830_pdf_1.pdf). CUMMING, G.S. 2007. Global biodiversity scenarios and landscape ecology. Landscape Ecology 22: 671–685. FORMAN R.T.T. & M. GODRON. 1986. Landscape Ecology. New York: John Wiley and Sons. 619 pp. FRANKLIN, J.F. 1993. Preserving biodiversity: species, ecosystems, or landscapes? Ecological Application 3(2): 202-205. KAY, J.J. & E. SCHNEIDER. 1994. Embracing complexity: The challenge of the ecosystem approach, Alternatives 20: 32–38. LISTER, N.M. 1998. A System Approach to biodiversity conservating planning.

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137


ANEXOS Tablas Tabla III.3: Especies amenazadas que no quedaron dentro de los 17 áreas prioritarias propuestas por la modelación SPOT. Especies de animales Phegornis mitchellii Liolaemus curis Especies de plantas Noticastrum sericeum Astragalus pehuenches Calandrinia affinis Calandrinia andicola Calandrinia axilliflora Calandrinia cistiflora Calandrinia dianthoides Calceolaria andina Calceolaria hypericina Calceolaria paralia Chlorea chica Deschampsia caespitosa Dioscorea andina Gaultheria caespitosa Haplopappus arbutoides Haplopappus decurrens Hordeum cfr. pubiflorus Hypochoeris tenuifolia Nardophyllum chiliotrichioides Nardophyllum lanatum Nothoscordum striatellum Ourisia poeppigii Perezia nutans Perezia poeppigii Senecio francisci Solanum andinum Solanum looseri Stipa calamagrostis Stipa papposa Senecio gayanus Verbena ribifolia Viola angustifolia

Estado de amenaza En Peligro En Peligro En Peligro Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable Vulnerable

139


Tabla III.4: Especies amenazadas de cada área.

CLASE

Mamíferos

Anfibios

Aves

Plantas vasculares

140

ESPECIE Lontra felina Oncifelis guigna Myocastor coypus Alsodes nodosus Caudiverbera caudiverbera Campephilus magellanicus Enicognathus leptorhynchus Asthenes anthoides Cyanoliseus patagonus Laterallus jamaicensis Merganetta armata Cygnus melanocoryphus Cistothorus platensis Coscoroba coscoroba Ixobrychus involucris Nycticryphes semicollaris Scytalopus magellanicus Acaena argentea Acaena trifida Adenopeltis serrata Adesmia brachysemeon Adesmia medinae Adesmia prostrata Adesmia viscosa Aextoxicon punctatum Aster vahlii Austrocedrus chilensis Bahia ambrosioides Berberis microphylla Berberis rotundifolia Berberis valdiviana Bromelica cepacea Bromus cebadilla Calandrinia andicola Calandrinia ramosissima Calceolaria integrifolia Calceolaria purpurea Calceolaria viscosissima Calydorea xyphioides Centaurea chilensis Chaptalia exscapa var. chilensis Cheilanthes mollis Chevreulia pusilla Chiropetalum tricuspidatum Chloraea chica Chloraea cylindrostachya Chloraea galeata Chloraea gavilu Chloraea multiflora Chloraea philippii Chloraea prodigiosa Chorizanthe vaginata Chusquea quila

1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

2 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1

NUMERACION 3 4 5 6 1 1 0 0 0 0 0 1 1 1 0 0 0 0 0 0 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

DE 7 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1

LAS 8 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

AREAS PRIORITARIAS 9 10 11 12 13 14 15 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

16 0 1 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

17 0 1 0 0 0 1 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 1 1 0 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0


Tabla III.4: (continuación): Especies amenazadas de cada área.

CLASE

Plantas vasculares

ESPECIE Cicendia quadrangularis Colletia ulicina Colliguaja dombeyana Colliguaja integerrima Colliguaja salicifolia Cortaderia araucana Corynabutilon viride Danthonia chilensis Dasyphyllum excelsum Desmaria mutabilis Epipetrum humile Escallonia rubra Fabiana imbricata Festuca scabriuscula Gavilea glandulifera Geum quellyon Gnaphalium aldunateoides Griselinia scandens Haplopappus grindelioides Haplopappus scaposus Haplopappus taeda Herbertia lahue Jubaea chilensis Juncus microcephalus Lathyrus subandinus Laurelia sempervirens Loasa acerifolia Luzuriaga radicans Lycium chilense Melica commersonii Menonvillea linearis Misodendrum linearifolium Monnina pterocarpa Mutisia acerosa Mutisia decurrens Mutisia latifolia Myrceugenia colchaguensis Myrceugenia correifolia Myrceugenia exsucca Myrceugenia lanceolata Nassella juncea Neoporteria subgibbosa Nothofagus obliqua Ourisia elegans Paronychia chilensis Phycella ignea Poa glauca Polypodium feuillei Pteris chilensis Puya chilensis Rhaphithamnus spinosus Sarcocornia fruticosa Schinus patagonicus

1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

2 1 1 0 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1 1 0 0 0 0 0 1 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0

NUMERACION 3 4 5 6 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0

DE 7 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

LAS 8 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0

AREAS PRIORITARIAS 9 10 11 12 13 14 15 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

16 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

17 0 0 1 0 1 0 1 0 0 0 0 0 1 1 1 1 0 0 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 1 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 1

141


Tabla III.4: (continuación): Especies amenazadas de cada área.

CLASE

Plantas vasculares

ESPECIE Schizanthus hookeri Senecio maulinus Senna candolleana Senna stipulacea Sisyrinchium chilense Sisyrinchium nanum Solanum crispum Sphaeralcea obtusiloba Stipa filiculmis Stipa poeppigiana Trichocline aurea Tropaeolum leptophyllum Valeriana bridgesii Viola subandina TOTAL

NUMERACION 1 2 3 4 5 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 35 14 21 14 7

DE LAS AREAS PRIORITARIAS 7 8 9 10 11 12 13 14 15 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 12 22 21 11 13 14 20 16 19

16 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 19

17 1 1 0 0 1 1 1 0 0 0 1 0 0 1 62

Tabla III.5: Plantas amenazadas de cada área.

Especie Estado de conservación En Peligro Adenopeltis serrata (W.T. Aiton) I.M.Johnst. Aextoxicon punctatum Ruiz & Pav. En Peligro En Peligro Austrocedrus chilensis (D. Don) Pic. Ser. & Bizz. Azara celastrina D. Don En Peligro Beilschmiedia miersii (Gay) Kosterm. En Peligro Calceolaria integrifolia Murr. En Peligro Chloraea galeata Lindl. En Peligro Dasyphyllum excelsum (D. Don) Cabrera En Peligro Geum quellyon Sweet En Peligro Jubaea chilensis (Mol.) Baillon En Peligro Lapageria rosea Ruiz & Pav. En Peligro Lomatia dentata (Ruiz & Pav.) R. Br. En Peligro Myrceugenia colchaguensis (Phil.) Navas En Peligro En Peligro Myrceugenia correifolia (Hook. & Arn.) Berg Myrceugenia exsucca (DC.) Berg En Peligro Nothofagus dombeyi (Mirb.) Oerst. En Peligro Nothofagus obliqua (Mirb.) Oerst. En Peligro Noticastrum sericeum (Less.) Less. ex Phil. En Peligro Schinus velutinus (Turcz.) I.M.Johnst. En Peligro Senecio planiflorus Kunze ex Cabrera En Peligro Senna stipulacea (Aiton) Irw. & Barneby En Peligro Acaena argentea Ruiz & Pav. Vulnerable Adesmia aspera Gillies. ex Hook. & Arn. Vulnerable Adesmia brachysemeon Phil. Vulnerable Adesmia loudonia Hook. & Arn. Vulnerable Adesmia medinae (Reiche) Ulibarri Vulnerable Adesmia mucronata Hook. & Arn. Vulnerable Adesmia prostrata Clos Vulnerable Adesmia viscosa Gillies. ex Hook. & Arn. Vulnerable Alstroemeria presliana Herb. Vulnerable Apium panul (Bert. ex DC.) Reiche Vulnerable Arachnitis uniflora Phil. Vulnerable Armeria maritima (Mill.) Willd. Vulnerable Aster vahlii (Gaud.) Hook. & Arn. Vulnerable Astragalus pehuenches Niederl. Vulnerable

142

1

1 1 4

5 1

Areas prioritarias (Nº) 2 3 4 5 6 7 9 10 11 2 2 3 3 1 1 1 1 2 1 1 1 1 1 2 1 1 1 2 1 1 2 2 1 1 3 1 1 1 2 1 1 2 3 2 1 2 2 2 1 1 1 2

1

12 13 15

3

1 1

1

4

4

1

2

1 1 2 1 2

4 1 1

2 1 1


PARTE IV

1. Zonificación y Gestión de Sitios Prioritarios a Escala Local SERGIO MORAGA, FRANCISCO

DE LA

BARRERA & ITALO SEREY

Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

1.1 Resumen Se expone un procedimiento que permita realizar la zonificación de los sitios prioritarios a escala local. Se seleccionó un sitio para mostrar el proceso que se debe seguir para lograr una definición de las áreas al interior de cada uno de ellos. Se usaron varios criterios jerarquizados y un procedimiento de análisis multicriterio para organizar los resultados. Éstos permiten precisar los límites que las autoridades deben considerar antes de elaborar planes de manejo y de negociar

o involucrar a los actores o empresas que tienen la propiedad de la tierra. De esa forma, se resuelve los límites tanto desde el punto de vista político-administrativo como desde la propiedad de la tierra. Este último es un factor clave en la incorporación de privados en los programas de conservación. La zonificación final de un sitio prioritario debe ser un elemento para la negociación con los diferentes actores tanto institucionales como privados.

1.2 Introducción Los “sitios prioritarios” son una red de áreas más pequeñas que tienen diferente valor para la conservación, pero que conviene gestionar en su conjunto para lograr la finalidad de conservar los ecosistemas, las especies u otros objetos de conservación. Este concepto de sitio, está formulado dentro de la visión de ecosistemas y paisajes de Forman & Godron (1986) y de paisaje regional de Noss (1990), de tal forma que en el proceso de zonificación se usarán los conceptos de área que permiten describir espacialmente los paisajes, con el uso de tecnologías de información. Ambas entidades claves para la conservación de la biodiversidad tienen una expresión territorial. Los sitios

prioritarios definidos en el capítulo anterior, son áreas de diversa extensión, pero en general de superficies importantes a escala de la región. La administración del Estado requiere contar con un sistema de gestión adecuado que permita la planificación y el establecimiento de medidas de manejo al interior de los “sitios prioritarios” a una escala diferente de su localización a escala regional. Esta escala local, es necesaria para poder tomar acciones concretas de conservación de la biodiversidad. A este respecto existen facultades de los gobiernos regionales, provinciales y comunales que se deben articular en la gestión de los “sitios prioritarios”, ya que estos pueden pertenecer a distintas

149


PARTE IV

unidades político administrativas del Estado. Así, los planes de conservación de un sitio prioritario en particular pueden requerir de la participación de uno o más de dichos gobiernos. Simultáneamente se deben considerar los distintos servicios de la administración del estado que tienen responsabilidades en la gestión de la conservación de la biodiversidad. Por otra parte, se debe considerar a otros actores locales como son las organizaciones civiles locales y de los propietarios de la tierra que son fundalmentales para alcanzar las metas de conservación de la biodiversidad, ya que todos los sitios prioritarios pertenencen a muchas personas naturales

o jurídicas distintas. El objetivo de este capítulo es entregar un procedimiento explícito que permita especificar los límites de un “sitio prioritario”a la escala local. Esta zonificación es un paso previo antes de establecer los planes de manejo o negociaciones del sector público con el sector privado para llevar a cabo los planes de acción de conservación. De esta forma, este capítulo provee una aproximación metodológica para realizar una zonificación al interior de cada uno de los sitios prioritarios, que facilite la gestión tanto del Estado como la relación con los privados.

1.3 Metodología Debido a la complejidad del proceso de zonificación se ha seleccionado un sitio particular para mostrar el proceso a escala local. Para esto, dado que presenta una importante extensión espacial y diversos atributos ecológicos, se ha elegido al sitio denominado “Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán”, sitio de importancia primaria, como un área de estudio modelo para ejemplificar la aplicación de esta metodología. El sitio prioritario se emplaza en el sector norte, esencialmente sobre las formaciones cordilleranas que separan a la Región de O’Higgins con la Región Metropolitana. Dada su extensión, contiene una variedad de paisajes montañosos caracterizados especialmente por la existencia de bosques de roble (Nothofagus macrocarpa) y la presencia de bosques y matorrales esclerófilos. Su difícil accesibilidad y la existencia de áreas con un bajo grado de perturbación, constituyen factores de importancia para hacer que este sitio prioritario provea un hábitat adecuado para un importante número de especies,

150

convirtiéndolo así en un área en que los atributos de la biodiversidad (composición, estructura y función) son resguardados. Funcionalmente, constituye un refugio para poblaciones de especies amenazadas y una zona de conservación de ecosistemas que han sido fuertemente alterados a escala regional. Con más de 100.000 hectáreas de superficie, los límites propuestos para este sitio prioritario lo subordinan a las competencias administrativas de ocho comunas. En este escenario, la conservación de su biodiversidad debe ser comprendida en el contexto de un sistema dinámico, en el cual las distintas actividades que comúnmente se realizan en diferentes sectores del sitio pueden constituir un riesgo para el mantenimiento de las condiciones naturales aún presentes en él. De esta manera, la zonificación que se propone para el sitio prioritario se basa en criterios con características de simplicidad y utilidad, para generar la información necesaria para la toma de decisiones y acciones orientadas a fortalecer su preservación y conservación.


Criterios de zonificación La zonificación consideró la información que pudiera ser espacializada al interior del sitio prioritario, considerando en ella tanto la generada por el proyecto como la previa a él. Se seleccionaron nueve criterios que permitieron sentar las bases técnicas para la proposición de cuatro zonas al interior del área de estudio. La naturaleza de los criterios a escala local del sitio se Sub-Sistema Fisico

Criterio Cursos de Agua

Pendiente

Ladera de Exposición

Biótico

Singularidad de los recursos

Singularidad de los recursos Singularidad de los recursos Grado de alteración de formaciones

Modelación Spot

Socio-Económico

Calidad de suelos para la agricultura Riesgo de Incendio

División Político Administrativa

relaciona con la jerarquía de criterios de la definición de sitios prioritarios a escala regional. En este sentido, la información generada al interior del sitio fue utilizada de manera ponderada a partir de la base biológica que presenta el modelo jerárquico entregado a escala regional, y la estimación del grado de importancia que tiene cada criterio para la identificación de zonas de mayor valor para la conservación. Los criterios utilizados se presentan en la Tabla IV.1. Cabe destacar que la utilización de estos criterios constituye parte de una aproximación teórica donde las áreas definidas en el modelo no necesariamente se corresponden con la realidad a escala Descripción Identifica los cursos de agua al interior del sistema en estudio, y que por definición, deben ser protegidos de forma de no afectar la disponibilidad del recurso hídrico al interior del sitio Relaciona la magnitud de la pendiente con la posibilidad de hacer un uso intensivo de los suelos, identificando a su vez, áreas posiblemente menos alteradas con un buen desarrollo de la vegetación Identifica, a partir de la exposición al sol de la ladera, las áreas que cuentan con condiciones para el desarrollo de formaciones vegetales de interés para su conservación Representatividad SNASPE, medida en función de la presencia de las formaciones vegetales definidas para el área en las unidades del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Endemismo: número de especies de flora y fauna endémicas probables de encontrar en cada formación vegetal. Especies con problemas de conservación: el número de especies de flora y fauna en peligro de conservación, por formación vegetal. Señala los sectores menos alterados y que, en consecuencia, conservan relaciones que podrían ser más susceptibles al efecto de perturbaciones antrópicas Incorpora la modelación realizada con la herramienta SPOT de Arcview 3.3 lo que permite la integración de la información de parte de la línea base junto con los objetivos de conservación definidas para la región Incorpora la valoración de los suelos según su aptitud para ser utilizados en actividades agrícolas Identifica los sectores en donde la biodiversidad presente posee un mayor riesgo a ser perturbada, a partir de la posible generación de incendios forestales Considera los límites comunales existentes para permitir una mejor administración de los zonas identificadas como de mayor valor.

Tabla IV.1 Criterios de zonificación

151

PARTE IV

Además, constituye un punto de referencia tanto para la promoción del desarrollo sostenible como para las políticas de protección de los recursos naturales de la Región.


PARTE IV

local. En este sentido, se hace necesaria la distinción entre los resultados obtenidos a partir de la integración de la información entregada por cada criterio y aquellos presentados en la propuesta de zonificación, puesto que es sólo esta última la que, en base a la información utilizada, constituye materia de decisión, pudiendo ser modificada y ajustada tanto por la validación del modelo como por la manifestación de los intereses de las instituciones públicas y la comunidad.

Identificación de zonas de mayor valor para la conservación La metodología de zonificación correspondió a un análisis multicriterio con análisis integrado de variables en un SIG mediante la utilización del software ArcView 3.2. Esta metodología ya ha sido utilizada en la zonificación de otros sitios prioritarios en la zona central (EULA 2004, CONAMA 2006a, 2006b) demostrando ser de gran utilidad para la elaboración de un diagnóstico de los atributos ecológicos de un área de interés. Esta metodología considera la espacialización de cada uno de los criterios utilizados. Así, para cada criterio se elaboró una cartografía temática indicando la forma en la cual el rango de valores asignado a cada criterio se distribuye en la superficie del sitio prioritario. Cada cartografía temática fue construida en el software ArcView, mediante el cual fueron asignados y ajustados los distintos valores o atributos que cada polígono (creado o proveniente de información pre-existente) tenía en el espacio. Para la determinación de las zonas con mayor valor para la conservación, los criterios fueron integrados y valorizados a través de una escala de puntuación, la cual fue elaborada considerando el valor que cada criterio tiene para la protección y conservación de los recursos naturales.

152

La integración de los criterios fue realizada a partir de la superposición de cada cartografía temática. Los valores asignados fueron combinados por medio de la unión de los atributos de los polígonos de cada mapa, utilizando para esto la extensión "Geoprocessing" del software ArcView. Los distintos criterios fueron integrados de uno en uno, uniendo la cartografía generada en cada paso a cada criterio restante, esto, hasta obtener los valores de los nueve criterios utilizados en una sola carta temática. Cabe señalar que en cada paso de este proceso de unión o superposición de nueve criterios, nuevos polígonos con la información integrada eran generados al interior del sitio prioritario. Los valores fueron normalizados para su comparación, considerando para esto la incorporación de cada valor a una escala de valorización pre-establecida de cinco categorías (Tabla IV.2). Así, las diferencias respecto a la importancia en el uso de cada criterio quedaron solamente supeditadas al uso de factores de ponderación. Valor

Valor de Normalización

Muy Alto

Valoración

5

0.33

Alto

4

0.27

Medio

3

0.20

Bajo

2

0.13

Muy Bajo

1

0.07

Tabla IV.2 Escala de valores para la normalización de criterios.

Posteriormente, a través de la sumatoria lineal ponderada de los valores obtenidos, se determinó un valor de conservación para cada unidad de síntesis. Esta última correspondió a la unidad homogénea del territorio que resulta de la superposición de las distintas capas temáticas generadas con la representación espacial del valor de cada criterio. Finalmente, a partir de los resultados obtenidos, el conjunto de valores fue normalizado y las unidades obtenidas fueron re-clasificadas, en cinco categorías (Muy Alto, Alto, Medio, Bajo y Muy Bajo), las


Ponderación zonificación

de

criterios

y

A partir de las manifestaciones explícitas de la institucionalidad pública por proteger a la flora, la fauna y los ecosistemas presentes en la Región, y considerando el deseo de conservación de la biodiversidad como el marco general de este proyecto, se estableció que los criterios utilizados para la elaboración de la zonificación debían ser ponderados de forma consecuente a los intereses y objetivos del trabajo realizado. De esta manera, una ponderación base fue aplicada a los distintos niveles jerárquicos a los cuales pertenece cada criterio, determinando que aquellos aspectos relacionados con los atributos de comunidades/especies o paisajes/ecosistemas constituyen la base conceptual para la determinación de las

Decisión político-administrativa 0.25

Decisión político-técnica, Manejo y Riesgo Naturales.

Riesgo de Incendios Calidad de Suelos

0.25

Pendientes Laderas

Fisonomía / Geomorfología 0.5 Comunidades / Especies / Paisajes / Ecosistemas

Modelación Spot Singularidad de Formación Grado de Alteración de Formaciones

Factor de Ponderación Riesgo de Incendios

0.4

Calidad de Suelos

0.6

Pendientes Laderas

0.6 Valorización de criterios

0.4

Modelación Spot

0.25

Singularidad de Formación

0.25

Grado de Alteración de Formaciones

0.5

Normalización

Suma de criterios ponderados

Selección de Rangos Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo

Figura IV.1. Esquema metodológico para la identificación de áreas con mayor valor para la conservación.

153

PARTE IV

zonas de alto valor para la conservación, siendo consideradas como de mayor importancia respecto a otros atributos del territorio. En este sentido, a los criterios de orden ecológico se les asignó un factor de ponderación base de 0.5, el doble del asignado a aquellos atributos relacionados con la fisonomía y geomorfología del sitio, y de aquellos de carácter político-técnico, de manejo y de riesgos naturales. Posteriormente, considerando la importancia que los criterios definidos tienen para la identificación de zonas de alto valor de conservación y la gestión del sitio, se asignó un factor de ponderación a cada uno de los criterios seleccionados, de forma de dar cuenta de la importancia e influencia que cada criterio posee, así como de los objetivos de conservación relacionados con la definición espacial del área de estudio como un sitio prioritario. Respecto a esto último, se consideró que este sitio prioritario guarda relación con la existencia de áreas de alta riqueza de especies, siendo su objetivo principal la protección de la diversidad de especies que aún se conservan en esta parte de la Región. Un resumen de la metodología utilizada, se presenta esquemáticamente en la Figura IV.1.

cuales representaron el valor de conservación que cada unidad de síntesis tiene dentro del sitio prioritario. La reclasificación fue realizada en base a los “quiebres naturales” identificados en el rango de valores presentes en el total de polígonos, esta identificación fue realizada de manera automática utilizando las opciones de análisis de datos proporcionadas por el software ArcView 3.2.


PARTE IV

1.4 Resultados Descripción y valoración de los criterios utilizados para la determinación de áreas de mayor valor de conservación Singularidad de las formaciones vegetacionales La singularidad de las formaciones vegetales da cuenta del valor que poseen las unidades espaciales definidas por Gajardo (1994) y que se encuentran al interior del área de estudio. Esta valoración es obtenida mediante la evaluación de tres aspectos considerados básicos para la determinación empírica del valor que posee cada formación y de la importancia de su conservación. Los aspectos considerados fueron la Representatividad de la formación en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) a escala nacional y regional, la cantidad de especies de flora y fauna endémica presente en la formación y el número de especies con problemas de conservación (Vulnerables y En Peligro) presentes en cada unidad, esto último, considerando los resultados indicados para la Región en el presente libro. Cabe señalar que para la utilización de este criterio es posible utilizar tanto el número de formaciones existentes, como otras unidades que, a menor escala, ajusten y mejoren las formaciones definadas por Gajardo (EULA 2004). Representatividad Se determinó qué tan representadas estaban las formaciones vegetacionales Regional 0 1 2 3 4 o más

Nacional 1 2 3 4 5 o más

presentes en el sitio prioritario analizado dentro del SNASPE a nivel nacional y regional. La escala de puntuación se presenta en la Tabla IV.3. Todas las formaciones vegetacionales existentes en el sitio prioritario, en mayor o menor medida, tendrían representatividad en alguna unidad del SNASPE a escala nacional. Entre las formaciones destaca la inclusión en el sitio del Matorral Espinoso del Secano Costero, la cual contaría con niveles muy bajos de representatividad a escala nacional y nula representatividad a escala regional, escala en la cual las demás formaciones presentes en el sitio se encontrarían con bajos niveles de representatividad. El Bosque Esclerófilo Costero y el Matorral Espinoso de la Cordillera de la Costa contarían con una muy alta representación a escala nacional. Esto considera la cantidad de unidades y no su superficie. En cambio, a nivel regional fue categorizada para ambas como baja. El Bosque Caducifolio de Santiago contaría con una representación media a escala nacional y al igual que el caso anterior, sólo llegaría a baja a escala regional. Tanto para el Bosque Caducifolio de Santiago como para el Bosque Esclerófilo Costero, el Parque Nacional “Palmas de Cocalán” sería la única unidad del SNASPE que entrega protección a estas formaciones en la Región de O’Higgins, pero tal como se mencionó en la Parte I (Serey & Ricci, este volumen), nunca ha sido administrado por CONAF, siendo una propiedad privada sin protección efectiva. Representatividad Sin o Muy Baja Baja Media Alta Muy Alta

Valoración 5 4 3 2 1

Tabla IV.3. Escala de puntuación del nivel de representatividad de las formaciones vegetales según presencia en el SNASPE

154


Especies de Fauna >10 8 a 10 6a7 3a5 0-2

Endemismo Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo

PARTE IV

Especies de Flora >10 8 a 10 6a7 3a5 0-2

Valoración 5 4 3 2 1

Tabla IV.4. Escala de puntuación del nivel de endemismo según número de especies endémicas en las formaciones definidas para el sitio prioritario.

Endemismo Utilizando la base de datos generada por el proyecto se valoraron las formaciones vegetacionales presentes en el sitio prioritario a partir del número de especies endémicas registradas en ellas. Las formaciones con mayor número de especies endémicas fueron valoradas con la mayor puntuación según lo indicado en la Tabla IV.4. La formación vegetacional de mayor valor correspondería al Matorral Espinoso de la Cordillera de la Costa en el caso de la flora amenazada y, para el caso de la fauna, en las formaciones del Bosque Caducifolio de Santiago y el Matorral Espinoso del Secano Costero. Especies con problemas de conservación De acuerdo al listado de especies con problemas de conservación propuestos en los capítulos de este libro (ambos de Núñez & Torres-Mura, Faúndez et al. y Estades & Vukasovic, todos en este volumen), se identificó el número de especies de flora y fauna en la categoría En Peligro por formación vegetacional. Dada la reducida cantidad de especies de fauna en esta categoría de conservación, se incorporó al análisis aquellas especies señaladas en

Especies de Flora >4 3 2 1 0

Especies de Fauna >4 3 2 1 0

categoría de Vulnerable (a excepción de las aves debido a su amplia distribución). De este modo, dado el número de especies presentes, las formaciones fueron clasificadas a partir de su prioridad para ser protegidas, siendo valoradas posteriormente según lo indicado en la Tabla IV.5. En base a los resultados obtenidos, el Bosque Caducifolio de Santiago destacaría por albergar un número importante de especies de fauna con problemas de conservación. Otras formaciones importantes en este sentido corresponderían al Matorral Espinoso del Secano Costero y al Bosque Esclerófilo Costero, este último para el caso de la flora. Si bien todas las formaciones vegetales presentes contienen especies en otras categorías, la posibilidad de perder parte de la biodiversidad del sitio si las especies En Peligro no son protegidas conlleva a que la atención se concentre sólo sobre algunas de las formaciones presentes en el área de estudio, no considerando, por ejemplo, las diferencias que podrían generarse en la valoración de las formaciones si se consideraran el importante número de especies de flora definidas en categoría Vulnerable.

Prioridad Muy Alta Alta Media Baja Muy Baja

Valoración 5 4 3 2 1

Tabla IV.5. Escala de puntuación según prioridad a partir del número de especies con problemas de conservación las formaciones definidas para el sitio prioritario.

155


PARTE IV

Grado de alteración de las formaciones vegetacionales A partir de la información entregada por la actualización del catastro de uso de suelo y vegetación (CONAF-CONAMA 2002) respecto al grado de intervención de las coberturas vegetales presentes en área de estudio, se identificaron y valoraron las unidades que, según su fisionomía, presentarían un menor grado de alteración al interior del sitio prioritario. Para esto se consideró la clase de cobertura que presentan las distintas categorías de uso existentes, en el supuesto de que aquellas unidades menos alteradas mantienen condiciones favorables para la protección de la biodiversidad, y a la vez, contienen una mayor riqueza y abundancia de especies. Los valores asignados para la utilización de este criterio se indican en la Tabla IV.6. Las categorías de uso no incluidas dentro de las utilizadas para la espacialización de este criterio fueron agrupadas bajo la denominación “otras”, asignándoseles una

Categoría de uso Renoval Denso/SemiDenso/Humedales Bosque Nativo Adulto-Renoval Abierto/Semidenso/Denso Bosque Nativo Adulto Abierto/Semidenso/Muy Abierto Bosque Nativo-Renoval Muy Abierto Renoval Muy Abierto Matorral Suculentas Abierto Suculentas Matorral Arborescente Denso/Semidenso Matorral Denso Matorral Semidenso Matorral Arborescente Abierto/Muy Abierto Matorral Suculentas Muy Abierto Praderas Praderas Anuales Praderas Perennes Matorral Pradera Abierto Matorral Pradera Muy Abierto Matorral Muy Abierto Matorral Abierto Otras

valorización igual a uno. Estas categorías incluyeron usos como afloramientos rocosos, ciudades, terrenos de uso agrícola, minería, plantaciones, entre otras. La espacialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.3.

Modelación SPOT Como parte de la integración de la información generada en la elaboración del Libro Rojo, se incorporó el criterio de priorización de áreas a través de la modelación SPOT, de manera de aprovechar la identificación de centros de riqueza potenciales a partir de los objetos de conservación usados en la elaboración de los modelos propuestos. Si bien los modelos elaborados podrían variar a partir de la incorporación de otros registros o cambios en la elección de los objetos de conservación, se consideró que la utilización de información de primera fuente generada durante la elaboración del proyecto otorga un valor adicional a una zonificación que en su mayoría es

Grado de alteración Muy Baja Muy Baja Muy Baja Baja Baja Baja Baja Baja Media Media Media Media Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta Muy Alta

Tabla IV.6. Valorización del criterio de grado de alteración de las formas vegetales.

156

Valoración 5 5 5 4 4 4 4 4 3 3 3 3 2 2 2 2 2 2 2 1


PARTE IV Figura IV.2. Espacialización del criterio de fragilidad en el sitio

elaborada a partir de información preexistente. Así, las tres categorías generadas por la modelación fueron valoradas a partir de su ubicación en relación a los potenciales centros de riqueza (Tabla IV.7). La especialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.3. Status

Valoración

Valor

4

Muy Alta

5

3

Alta

4

2

Baja

2

1

Muy Baja

1

Tabla IV.7 Valoración del criterio de modelación SPOT.

Calidad de suelos para la agricultura Dado el contexto de desarrollo sostenible implícito en la definición y gestión de un sitio prioritario, la incorporación de la calidad del suelo para la agricultura permite

identificar, a partir de la idoneidad de la tierra, la propiedad que posee el suelo para los distintos usos específicos a los cuales podría ser destinada. De esta manera, según la información existente respecto a los tipos de suelo para la agricultura, las distintas clases de suelo fueron clasificadas y valoradas según lo expuesto en la Tabla IV.8. La valoración elaborada consideró la existencia de suelos de baja calidad para la agricultura como algo favorable para la conservación. La espacialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.4. Clase

Valoración

Valor

VIII

Muy Baja

5

VII

Muy Baja

5

VI

Baja

4

V

Baja

4

IV

Media

3

III

Alta

2

II

Alta

2

I

Muy Alta

1

Tabla IV.8 Valoración del criterio de suelos para la agricultura.

157


PARTE IV Figura IV.3. Espacialización del criterio de modelación SPOT en el sitio

Figura IV.4. Espacialización del criterio de calidad de suelos para la agricultura en el sitio prioritario.

158


Las pendientes constituyen un factor físico, que bajo el punto de vista de la conservación biológica, puede asociarse a la posibilidad de restringir el uso del territorio. En consecuencia, es un indicador que permite identificar las áreas en las cuales la vegetación se ha desarrollado con una menor presión debido a la baja potencialidad del suelo para ser utilizado en actividades de agricultura, ganadería o construcción de residencias y equipamiento urbano. El carácter limitante de este criterio permite suponer que pendientes elevadas restringirán el uso del territorio posibilitando el desarrollo y recuperación de la vegetación de la zona. Así, altas pendientes pueden ser usadas como un indicador de la presencia de formaciones vegetales poco intervenidas y, en el caso

de pendientes menos pronunciadas, como una condición que permitiría identificar áreas potenciales para la explotación de los cerros. De esta manera, la magnitud de las pendientes identificadas a partir de la información obtenida (CONAF-CONAMA 2002), fueron clasificadas en cinco categorías según la importancia que éstas tendrían para la conservación de los recursos naturales al interior del sitio (Tabla IV.9). La espacialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.5.

Pendientes

Valoración

Valor

60-100%

Muy Alta

5

45-60%

Alta

4

30-45%

Media

3

15-30%

Baja

2

0-15%

Muy Baja

1

Tabla IV.9 Valoración del criterio de pendientes.

Figura IV.5. Espacialización del criterio de pendientes en el sitio prioritario.

159

PARTE IV

Pendientes


PARTE IV

Exposición de laderas La exposición de las laderas puede ser utilizada como un criterio que permite identificar, a menor escala, zonas que presentan condiciones de temperatura y humedad que potencialmente permiten la generación de formaciones boscosas esclerófilas. Este es el caso de las laderas de exposición sur, en la cual se pueden presentar las condiciones favorables para el desarrollo de esta vegetación al interior del sitio prioritario. Por su parte, la ladera de exposición norte presenta ambientes xerófitos, con un tipo de comunidades caracterizadas

por la presencia de puyas y cactáceas, las que podrían ser consideradas de menor interés dado las necesidades de protección que presenta el bosque esclerófilo. Los valores asignados para la utilización de este criterio son indicados en la Tabla IV.10 . La espacialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.6.

Ladera

Valoración

Sur

Alta

4

Norte

Media

3

Plano

Baja

2

Tabla IV.10 Valoración del criterio de exposición de laderas.

Figura IV.6. Espacialización del criterio de exposición de laderas en el sitio prioritario.

160

Valor


De acuerdo a la información existente para la Región, se incorporó el riesgo de incendio como un factor de amenaza que puede atentar sobre parte de la superficie del sitio prioritario. De acuerdo a CONAMA (2002) la elaboración de la cartografía de síntesis de riesgo de incendio incluyó la consideración de un conjunto de factores antrópicos. Dada la característica dicotómica de este criterio, su valoración sólo consideró los niveles de alto y bajo riesgo de incendio, los cuales fueron valorados según lo expuesto en la Tabla IV.11 . La espacialización de este criterio puede ser visualizada en la Figura IV.7. Riesgo de Incendio

Valoración

Valor

Alto

Alta

4

Bajo

Baja

2

Tabla IV.11 Valoración del criterio de riesgo de incendios.

A partir de los resultados obtenidos mediante la suma ponderada de cada criterio, se procedió a la normalización de los valores obtenidos en cada unidad de síntesis. Se consideró el total de polígonos generados como resultado de la sobreposición de la información de cada criterio, es decir, la cifra utilizada para la normalización corresponde al resultado de la suma de los valores de cada polígono presente en la carta de síntesis. Los valores obtenidos fueron reclasificados en cinco categorías según los rangos indicados en la Tabla IV.12. A partir de los valores de conservación definidos por la utilización de estos rangos, las cinco categorías fueron reclasificadas para la generación de tres zonas

Alto Bajo

Figura IV.7. Espacialización del criterio de riesgo de incendio en el sitio prioritario.

161

PARTE IV

Definición de zonas de preservación, de conservación y de manejo

Riesgo de incendios


PARTE IV

Rango

Categoría de Conservación

0.000072 - 0.000084

Muy Alto

0.000066 - 0.000072

Alto

0.000059 - 0.000066

Medio

0.000051 - 0.000059

Bajo

0.000004 - 0.000051

Muy Bajo

Tabla IV.12 Rango de valores establecidos para la definición de áreas según su importancia para la conservación.

preliminares que constituyen la base de la propuesta de zonificación (preservación, conservación y manejo). Para esto se consideró al nivel Muy Alto como indicador de las zonas que deben ser consideradas como de preservación al interior del sitio prioritario. Así mismo, las zonas de conservación se establecieron mediante la unión de los polígonos cuyo valor se encontró dentro de los rangos Alto y Medio. Finalmente, mediante la agrupación de las categorías Bajo y Muy Bajo fue establecida en el área de estudio la tercera zona definida como de manejo. El criterio utilizado para la definición de zonas de protección de cauces correspondió al de Recurso Hídrico. Para ello, se consideraron los cauces más importantes al interior del área de estudio, a los cuales se les estableció un buffer (o área de influencia) de 100 m a partir de la línea de drenaje (escala 1:50.000). Dado que la incorporación de este criterio busca la protección de los cursos de agua al interior del sitio, no se consideraron las zonas (de preservación, de conservación y de manejo) por las cuales atravesaban los cursos de agua, utilizando para la definición de la zona de protección sólo el tamaño y la longitud del cauce.

162

Ajuste de la zonificación Dada la fragmentación que presentaron las distintas zonas definidas al interior del sitio, se utilizó un conjunto de criterios que permitieron su homogenización. Estos criterios guardan relación con las decisiones político-administrativas que pueden definir y modificar un sitio o área prioritaria, en donde los aspectos que permiten una mejora en la gestión y administración del territorio podrían ser preferidos en desmedro de consideraciones netamente técnicas. De esta manera, cada criterio permitió agrupar los distintos polígonos y modificar las categorías definidas inicialmente. En esta etapa de la zonificación, los resultados obtenidos por el modelo teórico constituyeron la referencia base para elaborar la propuesta final. En ésta, la delimitación de las zonas propuestas pasa a ser materia de decisiones guiadas por la representación espacial del cruce de información de los criterios seleccionados. Así, para la generación y ajuste de las distintas zonas al interior del sitio prioritario se consideraron los siguientes criterios:


de preservación aisladas encarecen la gestión del sitio, sugiriendo el cambio de categoría de preservación a conservación. Del mismo modo, bajo este criterio se establece que contar con un conjunto de parches muy cercanos encarece el manejo del sitio, proponiendo el establecimiento de una única unidad de preservación a partir de la unión de los distintos polígonos.

Incorporación de polígonos adyacentes: Los polígonos adyacentes a grandes agrupaciones que constituyeran una unidad mayor fueron incorporados a la categoría del polígono de mayor superficie.

División política administrativa: Los límites comunales fueron utilizados para ajustar parte de las zonas de preservación; con esto se evitó que pequeños fragmentos de una zona mayor quedaran bajo la administración de una comuna distinta a la que abarca la mayor parte de una zona de preservación (Figura IV.8a).

Aislamiento: Las unidades de preservación aisladas y cercanas a los límites del sitio o una distancia mayor a 500 m de sectores con un mayor agrupamiento de polígonos, modificaron su valor de preservación a conservación. Costo económico: Asociado al criterio anterior, se considera que las zonas

División predial: Al igual que el caso anterior, las distintas zonas fueron ajustadas utilizando los límites prediales existentes, de forma de definir áreas que, administrativamente, sean de mayor facilidad para su manejo a partir de la

Figura IV.8. Ajuste de las zonas prioritarias de conservación utilizando como criterios los límites comunales (A) y límites prediales (B).

163

PARTE IV

Tamaño de parche: Los parches catalogados como de preservación menores a 50 hectáreas, no constituyen una unidad de trabajo adecuada de acuerdo a la escala del sitio, modificándose a de conservación. Este criterio no fue aplicado en agrupaciones de polígonos de menos de 50 ha cuya suma total en un radio de 500 m resultara mayor a 50 ha.


PARTE IV

gestión predial o inter-predial que se puede hacer de ellas. Ejemplos de estos ajustes son presentados en la Figura IV.8b.

Espacialización de criterios y zonificación del sitio prioritario Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán A partir de la integración de los distintos criterios valorados, se identificaron cinco zonas al interior del sitio prioritario diferenciadas según su valor para la conservación (Figura IV.9). Los resultados presentados en la Figura IV.10 corresponden a un modelo que representa la espacialización de los criterios de zonificación utilizados en este trabajo, donde, a pesar de que algunas zonas aparecen fragmentadas, es posible identificar que las zonas de preservación estarían concentradas en la parte central del área propuesta. Además destacan

algunas concentraciones de estas zonas emplazadas sobre formaciones de Bosque Caducifolio de Santiago. La mayor parte del área de estudio estaría bajo una zona de conservación, dejando como zona de manejo al sector poniente y a algunas áreas ubicadas preferentemente en los bordes del sitio. Como resultado de las modificaciones realizadas sobre el modelo anterior, considerando para esto el conjunto de criterios de ajuste y corrección de las zonas definidas de forma preliminar, la Figura IV.11 muestra una propuesta de zonificación para este sitio prioritario, en la cual es posible observar una mayor homogeneidad de los parches y límites claramente definidos. En esta propuesta, destaca el hecho de que las zonas de mayor valor para la conservación se encontrarían acotadas en áreas específicas al interior del total de la superficie definida por los límites del sitio prioritario. Además, los límites tanto comunales como prediales

Figura IV.9. Valores de conservación a partir del cruce de los 8 criterios en el sitio prioritario.

164


PARTE IV Figura IV.10. Espacialización criterios de zonificación en el sitio prioritario.

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo

Figura IV.11. Propuesta de zonificación para el sitio prioritario Ladera nororiental Cordillera de la Costa y Cocalán.

165


PARTE IV

constituyen un criterio que permite concentrar los esfuerzos de gestión, evitando la generación de áreas que por su menor superficie sean de difícil manejo, ya sea al interior de una comuna o un predio. Las condiciones que estas áreas presentan en la actualidad, son el resultado del menor impacto antrópico y donde su protección no implica a priori la modificación de los usos que actualmente posee el territorio. Así, las cuatro zonas propuestas representan un paso inicial para la gestión sobre un sitio de más de 100.000 ha., las que permitirían priorizar y focalizar los esfuerzos de conservación sobre zonas específicas e iniciar a su vez un trabajo de menor escala, mediante la gestión de los predios presentes al interior de este sitio prioritario. Zona de preservación (31.053 ha) Estas zonas corresponden a sectores de muy alto valor de conservación y con bajos niveles de intervención antrópica directa. Los objetivos de manejo para estas zonas están enfocados a la protección de los ecosistemas y las especies presentes en ellas, permitiendo así que los procesos ecológicos existentes evolucionen de manera natural. Para ello, es posible recomendar que las actividades a realizarse al interior de estas zonas deban ser de muy bajo impacto, tales como aquellas relacionadas con educación ambiental, investigación científica y turismo ecológico. Zona de conservación (42.037 ha) Corresponden a áreas que se han mantenido en un buen estado de conservación, algunas de ellas ubicadas en sectores montañosos relativamente alejados del potencial efecto negativo de actividades antrópicas. Son áreas consideradas de valor de conservación Medio y Alto, y constituyen una superficie importante al interior del área de estudio.

166

Los objetivos de manejo para estas zonas deben estar orientados al cuidado y uso racional de la biodiversidad y lo procesos ecológicos. Favoreciendo así la protección y recuperación de áreas que han sido menos alteradas, a través de la reducción de actividades que constituyan una amenaza para la biodiversidad. Zona de manejo (27.124 ha.) Corresponden a áreas de transición entre las destinadas a la conservación y las de usos productivos tradicionales. Muchas de estas áreas aún mantienen una condición natural, estando constituidas por praderas y matorrales abiertos. Su objetivo es atenuar el efecto negativo de las actividades productivas sobre aquellas áreas de mayor valor de conservación, constituyendo una zona de amortiguación de protección para las zonas identificadas como prioritarias y preferentes. Las actividades que se desarrollen en estas zonas deberían orientarse, por lo tanto, a la mitigación y disminución de los impactos generados por las actividades productivas que en ellas se establezcan. Zonas de protección de cauce (2.012 ha) Corresponde a áreas contiguas a los ríos, arroyos y drenajes principales presentes en el área de estudio. Son áreas que pueden considerarse como zonas de transición entre los ambientes acuáticos y los terrestres. Su protección se relaciona directamente con la protección de sistemas ribereños al interior del sitio prioritario, evitando que las acciones de conservación se centren solamente sobre los ecosistemas terrestres.

Sitios prioritarios zonificados En base a la metodología presentada, se ha generado una primera propuesta de zonificación para los sitios prioritarios


utilizados en la metodología. Estos últimos ponderados a partir de la consideración de los atributos e importancia que cada sitio posee para la conservación de la biodiversidad en la región. Así, la zonificación propuesta da cuenta de un primer análisis que amerita ser ajustado, validado o corregido a partir de un trabajo a menor escala en cada sitio. De acuerdo a los resultados obtenidos, se presenta en la Tabla IV.13 la superficie que aproximadamente tendría cada zona (de preservación, de conservación, de manejo y de proteción de cauce) que tendrá en cada uno de los sitios zonificados. Su representación espacial se presenta en la Figuras IV.12 a IV.18.

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Zona de protección de cauces

Figura IV.12 Zonificación sitio prioritario Altos de Lolol y Chépica.

167

PARTE IV

propuestos para la Región de O’Higgins. Fueron escogidos aquellos sitios de mayor extensión para indicar que éstos corresponden a un sistema de áreas de mayor valor en una matriz de menor valor para la conservación de la biodiversidad a nivel regional. De esta manera, se pretende dar cuenta de un primer acercamiento para la gestión y manejo de estas grandes áreas estableciendo la existencia de zonas de alto valor para la conservación, las cuales deben ser consideradas de alta prioridad al interior de cada sitio. Cabe recordar que la zonificación propuesta corresponde a la interpretación espacial del modelo generado a partir de la espacialización y cruce de información de los criterios


PARTE IV

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Zona de protección de cauces

Figura IV.13 Zonificación sitio prioritario Cordón de San Miguel de las Palmas.

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Zona de protección de cauces

Figura IV.14 Zonificación sitio prioritario Cordillera de la Costa del Valle Central.

168


PARTE IV Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Protección de cauces

Figura IV.15 Zonificación sitio prioritario Navidad - Tanumé

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Protección de cauces

Figura IV.16 Zonificación sitio prioritario Precordillera Andina Norte.

169


PARTE IV

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Protección de cauces

Figura IV.17 Zonificación sitio prioritario Precordillera Andina Sur.

Zonificación Zona de preservación Zona de conservación Zona de manejo Protección de cauces

Figura IV.18 Zonificación sitio prioritario Rinconada de Yéquil.

170


2.734 15.038 9.726 1.430 28.968

3.519 4.034 2.637 1.333 11.523

Tabla IV.13 Superficie de las zonas de los sitios prioritarios escogidos. La superficie se indica en hectáreas.

1.6 Discusión La selección y espacialización de criterios constituye el elemento base en la aplicación de esta metodología. Lograr un consenso que permita una representación espacial en consideración de la mayor cantidad de atributos que técnicamente puedan dar cuanta de unidades de alto valor de conservación, puede resultar una tarea extenuante, pero de mucha importancia para obtener mejores resultados. La utilización de criterios múltiples implica necesariamente la participación de varias disciplinas, por lo cual, el uso de este método debe considerar el conocimiento con que cada experto justifica la incorporación de cada criterio, así como la integración que permita una mejor valoración y ponderación de aquellos seleccionados. Si bien la metodología utilizada para la determinación de las zonas de mayor valor para la conservación toma como base el trabajo realizado en otros sitios prioritarios (CONAMA 2006a, 2006b, EULA 2004), es importante señalar que la ponderación y selección de criterios de zonificación debe estar en estrecha relación con las características naturales y los

objetivos de conservación definidos para el sitio en cuestión. En este sentido, la utilización de un análisis multicriterio como el que se ha presentado permite conjugar la espacialización de los atributos y condiciones naturales presentes en el sitio con materias de decisión política. Respecto a esto último, como base de este análisis se considera necesario definir los objetivos y metas detrás de la gestión y manejo de las grandes áreas que requieren sean zonificadas, de manera de congeniar los intereses que los distintos stakeholders (personas o grupos interesados) poseen sobre el uso del territorio. Así, el ajuste, validación o incluso la redelimitación de zonas que de acuerdo al método utilizado requieran ser preservadas, constituyen una instancia de negociación en la cual tanto los intereses de la autoridad como las expectativas de los dueños del territorio deben ser incorporados, y en lo posible, satisfechos. Los métodos de evaluación multicriterio se reconocen como una herramienta de negociación de gran utilidad en las discusiones entre los actores, siendo muy eficaz para simplificar situaciones a

171

PARTE IV

Navidad - Tanumé 5.942 7.712 10.366 4.431 28.451

Cordón de San Miguel de las Palmas

9.423 22.319 15.721 845 48.308

Rinconada de Yáquil

20.477 33.602 15.961 5.858 75.898

Cordillera de la Costa del Valle Central

Altos de Lolol y Chépica

Precordillera Andina Sur

Precordillera Andina Norte

Zonas / Sitios Prioritarios Preservación 27.392 28.905 Conservación 49.243 29.884 Manejo 17.710 13.008 Protección de Cauce 11.072 5.111 Total 105.417 135.698


PARTE IV

menudo muy complejas. No obstante, su aplicación no está exenta de problemas, destacando entre éstas las dificultades operativas para la selección de acciones, definir criterios y generar tablas de puntuación. Otras dificultades no menores son la carencia de información en el tiempo

necesario para la implementación del método, el tiempo que puede tomar la negociación entre los actores y la generación de escalas de calificación adecuadas que permitan la correcta agregación matemática de los criterios utilizados.

1.7 Referencias EULA 2004. Establecimiento de un Ordenamiento Territorial Orientado a la Protección y Uso Sustentable del Área del actualización catastro de uso del suelo y vegetación, Región de O’Higgins. CONAMA. 2002. Conservación y uso sustentable de la Biodiversidad. Octubre 2002, Comisión Nacional del Medio Ambiente, Región de O'Higgins, 4pp (http://www.sinia.cl/1292/articles27830_pdf_1.pdf) CONAMA (2006a). Consultoría para establecer una línea base y zonificación para la conservación de la biodiversidad

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Cordón de Cantillana - Informe Final. Universidad de Concepción. CONAF-CONAMA. 2002. Monitoreo y en el sitio prioritario nº 2, “El Roble”, de la Región Metropolitana de Santiago. Informe Final, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile. CONAMA (2006b). Consultoría para establecer una línea base y zonificación para la conservación de la biodiversidad en el sitio prioritario nº 6, “Humedal de Batuco”, de la Región Metropolitana de Santiago. Informe Final, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile.


2. Sitios Prioritarios y su Protección Oficial CONSTANZA CABRERA Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

2.1 Resumen Este capítulo, aborda las distintas instancias en las cuales se ha plasmado la posibilidad de crear e implementar medidas para la protección “legal” de los recursos naturales, especialmente la diversidad biológica. A nivel de instituciones que tienen incidencia en la gestión territorial y ambiental del país, se han formulado instrumentos que en la práctica se tornan insuficientes

ya que tienen un carácter indicativo. Recogiendo principios, objetivos y lineamientos estratégicos, junto con lo definido en algunos cuerpos legales, se presenta una propuesta de reglamento regional o borrador de reglamento que establezca los criterios y procedimientos para incorporar los sitios prioritarios a las áreas protegidas establecidas en los instrumentos de planificación territorial.

2.2 Introducción Las iniciativas, políticas, marco legal y lineamientos de la institucionalidad ambiental chilena, han definido como “áreas de protección ambiental”, distintos territorios que tienen ciertos atributos que despiertan el interés científico, o paisajístico y en otros casos, cultural. A partir de las características de estos territorios, se han establecido medidas para que sean resguardados de los eventuales agentes que incidan en su deterioro a través de instrumentos normativos. En Chile se reconocen áreas de protección ambiental con el fin de resguardar estos atributos, de las cuales sólo algunas son consideradas como áreas de protección oficial. Dentro de las implicancias que esta denominación conlleva, una de las más relevantes es que sólo estas áreas son reconocidas para el

sometimiento de actividades o proyectos que se ejecutarían en ellas o sus proximidades, al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). El establecer áreas de protección oficial en el caso de los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad, se enmarca dentro de los procedimientos para tales efectos, que implicarían la elaboración de expedientes técnicos en algunos casos (como los Santuarios de la Naturaleza), y no tienen el alcance real de evitar o reducir suficientemente las amenazas de su entorno. La incorporación, de los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad definidos a nivel regional, a las áreas de protección ambiental en la planificación territorial (consideradas posteriormente como áreas de protección oficial para

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efectos del SEIA), permitiría reducir las principales amenazas antrópicas para su conservación, en términos de controlar o restringir el desarrollo actividades de alto impacto en zonas ecológicamente sensibles. En este contexto y de acuerdo a los antecedentes aportados en la Estrategia Regional de Biodiversidad de la Región de O’Higgins (CONAMA 2005a), se podría establecer un procedimiento técnicoadministrativo a modo de instructivo, y en el mejor de los casos, elaborar un reglamento que permita lograr la protección oficial de los sitios prioritarios a través de su incorporación como zonas de protección ecológica en los instrumentos de planificación territorial. De acuerdo al orden jurídico existente, un reglamento se entiende como un cuerpo normativo que permite precisar algún procedimiento establecido en la ley de la que emana. En el caso de incorporar criterios o mejor dicho, normar los parámetros en la discrecionalidad técnica de los organismos que les compete aprobar los instrumentos de planificación territorial (IPT), resulta complejo crear y establecer un reglamento para tales fines. La Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC) y su Ordenanza (OGUC) establecen de forma general, los criterios para zonificar los territorios comunales que pretenden ser planificados, y las competencias de los servicios y organismos que los aprueban. Esto, a partir de las posibilidades que dan las actuales leyes con carácter ambiental y los argumentos técnicos que existan en el momento de proponer áreas de protección ambiental, podría ser reglamentado con el objetivo de incorporar los sitios prioritarios a las áreas de protección oficial. En este capítulo se esboza una propuesta de Reglamento Regional que permita incorporar estos sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad en los IPT. 174

Para elaborar esta propuesta de Reglamento Regional, en primer lugar, se hace una revisión en el contexto nacional de las instancias en que la institucionalidad ambiental promueve la conservación de la biodiversidad, a través de políticas, estrategias, convenios internacionales, normativa y actividades en las cuales hace uso de su mandato y facultades, recogiendo los principios orientadores de los convenios y conferencias internacionales. Posterior a esta revisión, se presenta un breve análisis del marco legal ambiental de referencia para la propuesta del reglamento: desde algunos deberes y derechos constitucionales, pasando por la Ley de Bases del Medio Ambiente, y la normativa que rige a los IPT, que sin duda tienen incidencia ambiental para los objetivos de conservación de la biodiversidad. De esta forma, también se hace referencia a las competencias que tienen los Gobiernos Regionales y Municipios en materias ambientales, así como también algunos de sus instrumentos de planificación. No es objeto de este análisis detallar todos los procedimientos para establecer las áreas protegidas consideradas oficiales. Sólo en lo concerniente a los IPT, se trata de vincular y evaluar la posibilidad que cabría de incorporar los sitios prioritarios a estas áreas en la zonificación (comunal o intercomunal) para la protección ecológica. Este planteamiento ya ha sido abordado por otros documentos que enuncian esta posibilidad de concretar medidas para la conservación in situ, pero no se ha tratado debidamente el cómo debiera oficializarse la zona de protección ecológica y específicamente en qué nivel de instrumento; ejemplo de ello es el Plan de Acción de País para la Implementación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad (CONAMA 2005b) y la Estrategia Regional


de Biodiversidad de la Región de O’Higgins (CONAMA 2005a). La práctica de este ejercicio a nivel nacional en distintas regiones, da cuenta de que los intereses sectoriales llevan a la discusión sobre el alcance real de los IPT, su ámbito de acción y aplicación y si es una interpretación correcta, la zonificación en toda la superficie abarcada (comunal o intercomunal), o si sólo debe entenderse ésta para las áreas comprendidas dentro de los límites urbanos. También hay jurisprudencia en la materia, pero sin duda

los resultados dan cuenta de las particularidades regionales y comunales, que se deben analizar caso a caso. Cabe señalar que a modo de propuesta, hay aspectos que debieran analizarse en mayor profundidad y resolverse en términos jurídicos. Lo anterior, aún cuando no se haya determinado la naturaleza normativa, que por ejemplo, podría ser un Reglamento que aborde aspectos para la conservación in situ emanados del Convenio de Diversidad Biológica.

1.3 Antecedentes Revisión de instrumentos de referencia para la conservación de la biodiversidad Convenio de la Diversidad Biológica Chile adhirió al Convenio sobre la Diversidad Biológica, siendo aprobado posteriormente como Ley de la República por el Decreto Supremo Nº 1.963 de 1994, del Ministerio de Relaciones Exteriores y publicado en el Diario Oficial el 06 de mayo de 1995. Este Convenio establece ciertos principios que son compartidos por los Estados signatarios (las Partes), y además establece medidas, que en el contexto de esta propuesta de Reglamento, revisten especial interés las que se definen para la conservación in situ, y para la utilización sostenible de los componentes de la diversidad biológica, entre otras. De esta forma, se destaca que las Partes contratantes: - Observan y reconocen que “es vital prever, prevenir y atacar en su fuente las causas de reducción o pérdida de la diversidad biológica, la exigencia fundamental para la conservación de la diversidad biológica es la conservación

in situ de los ecosistemas y hábitat naturales y el mantenimiento y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales”. Precisamente, las medidas para la conservación in situ, expuestas en su artículo octavo tienen incidencia en la propuesta de incorporar los sitios prioritarios a las áreas protegidas oficialmente en los IPT y propiciar que éstos sean compatibles con los objetivos de conservación. Las medidas de gran afinidad con los propósitos de la propuesta de reglamento son: “Cada Parte Contratante, en la medida de lo posible y según proceda: d) Promoverá la protección de ecosistemas y hábitats naturales y el mantenimiento de poblaciones viables de especies en entornos naturales; e) Promoverá un desarrollo ambientalmente adecuado y sostenible en zonas adyacentes a áreas protegidas, con miras a aumentar la protección de esas zonas; f) Rehabilitará y restaurará ecosistemas

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degradados y promoverá la recuperación de especies amenazadas, entre otras cosas mediante la elaboración y la aplicación de planes u otras estrategias de ordenación; k) Establecerá o mantendrá la legislación necesaria y/u otras disposiciones de reglamentación para la protección de especies y poblaciones amenazadas; l) C u a n d o s e h a y a d e t e r m i n a d o , de conformidad con el artículo 7, un efecto adverso importante para la diversidad biológica, reglamentará u ordenará los procesos y categorías d e a c t i v i d a d e s pertinentes;” Estas medidas, a modo de comentario general, tienen relación con la admisión de usos del territorio en las áreas protegidas y las adyacentes a éstas, por lo que reviste interés lograr pautas para la conservación de la matriz, y que contribuya de forma efectiva a las áreas de mayor interés ecológico, que no contravengan los demás esfuerzos para la conservación de la biodiversidad.

Marco institucional: políticas y estrategias Históricamente, en el desarrollo de las instituciones encargadas de promover la protección de la naturaleza y especialmente la conservación de la biodiversidad, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) ha tenido un rol protagónico y es el organismo técnico en el pronunciamiento de múltiples instancias en las que se evalúan acciones que incidan en el uso y conservación de los recursos naturales. La Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) como unidad coordinadora de la Gestión institucional para la Biodiversidad, ha promulgado documentos a modo de

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políticas y estrategias, que recogen los principios de las Conferencias de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo y Convenios firmados y ratificados por el Gobierno de Chile. En éstos la participación y logro de los objetivos, compete a todos los organismos del Estado con injerencia en la materia. En este sentido, y de acuerdo a lo mencionado anteriormente, la CONAF ha participado en la revisión, formulación y acuerdos de los términos referidos en estos instrumentos, y como organismo sectorial, está siempre presente no sólo en las mesas de trabajo para el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), sino además como promotora para el desarrollo sustentable del patrimonio silvestre. A continuación, sin estructurar un orden jerárquico, se hace una revisión de los instrumentos aludidos, que tienen incidencia en la formulación de medidas que promuevan la conservación de la biodiversidad. Política Nacional para la Protección de Especies Amenazadas La CONAMA promulgó la Política Nacional para la protección de Especies Amenazadas (CONAMA 2005c). De esta política, los objetivos y lineamientos estratégicos derivados de éstos son claves para fundamentar la necesidad de crear un mecanismo regional que incida en la protección de las especies, a través de los sitios prioritarios y medidas para la conservación in situ. Los objetivos y lineamientos más relevantes atingentes a la elaboración del Reglamento Regional, son: i. “ I n v o l u c r a r y c o m p r o m e t e r , m á s eficazmente, la participación de las instituciones relacionadas y de la ciudadanía en la protección de la biota nativa amenazada.”


ii.“ A d e c u a r e l m a r c o n o r m a t i v o e institucional para una mejor conservación de la biota nativa amenazada, incluida la mitigación de sus amenazas. - Generación y mejoramiento de mecanismos de coordinación interinstitucional e intersectorial para promover acciones efectivas en torno a la protección de especies. - Fortalecimiento de las capacidades de los municipios y gobiernos regionales para implementar acciones de conservación y recuperación de especies. - Integración de la protección de especies amenazadas y de sus hábitats en la gestión territorial, a través de instrumentos, como la evaluación ambiental estratégica y los instrumentos de planificación territorial. También se consideran importantes y complementarios, los objetivos y lineamientos estratégicos que propenden a dar continuidad y seguimiento a las acciones que conlleven a la aplicación del reglamento, en el ámbito territorial: iii.“Crear, mejorar e implementar instrumentos para la recuperación de las especies amenazadas. - Fomento, desarrollo e implementación de instrumentos de gestión tendientes a mejorar el estado de conservación de las especies amenazadas.” La biota amenazada puede encontrarse dentro de un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad, por lo cual, si el hábitat de las especies amenazadas constituye un sitio prioritario, se podrá contribuir al mantenimiento de éste y reducir una de las variables que inciden en su amenaza.

silvestres protegidas del Estado. Además de estas áreas que contribuyen a la conservación de la biodiversidad y que son administradas por el Estado, la tendencia actual es hacia la creación de áreas protegidas privadas, elemento que se complementaría con los Parques y Reservas estatales, cuya figura coordinadora de administración, está siendo elaborada a través de un reglamento para tales efectos. Mientras que el principio de Integración Regional y Representatividad de esta Política (CONAMA 2005c) se ajusta a los propósitos de elaborar un reglamento regional, de los objetivos de esta Política destacan: -Incorporar la participación de los diferentes actores, en las instancias que corresponda, para la creación, el manejo y la evaluación de las AP. -Asegurar la protección efectiva y eficiente, in situ, del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, bajo un modelo de gestión, que considere: liderazgo, planificación, administración, regulación, fiscalización y seguimiento.” De los objetivos se desprenden lineamientos estratégicos, que es pertinente citar debido a las implicancias que podría tener el Reglamento Regional para la incorporación de los sitios prioritarios a las áreas protegidas: -Generación de las disposiciones legales y administrativas, que adecuen la institucionalidad a establecer, salvaguardando la estabilidad del sistema en el tiempo. -Definir los mecanismos de afectación y desafectación de Areas Protegidas. -Adecuar un sistema de sanciones proporcionales respecto del incumplimiento de las disposiciones, normativas,reglas, etc., en las Areas Protegidas.

Política Nacional de Areas Protegidas La CONAF históricamente ha tenido la tuición y administración de las áreas

El mecanismo de cómo estas áreas deben quedar bajo protección oficial, debe implementarse a nivel regional, con el fin 177


de que los IPT de todas las comunas (planes reguladores intercomunales, reguladores comunales y planes seccionales) tengan consignadas estas áreas en una normativa de forma explícita y que no se pueda trasgredir, independientemente de si forman parte de un Sistema Nacional de Areas Protegidas (privadas y estatales), debido a que estas zonas de protección ecológica no necesariamente constituirían parques nacionales, reservas nacionales, monumentos naturales o santuarios de la naturaleza. Respecto a los derechos de propiedad que puedan verse vulnerados por la afectación, más adelante, se hace un breve análisis de los deberes y derechos constitucionales, principal argumento dado hasta ahora en tribunales, para reclamar ante restricciones y gravámenes impuestas al uso de los bienes por motivos “ambientales”. Estrategia Nacional de Biodiversidad El consejo de ministros de la CONAMA en diciembre del año 2003, aprobó la Estrategia Nacional de Biodiversidad (CONAMA 2003). Este documento refleja las prioridades y medidas que se deben emprender para asegurar la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. De esta forma, se creó un marco orientador de política de conservación, después de un proceso de discusión en cada una de las regiones del país. Este proceso incluyó la elaboración de un diagnóstico del estado de conservación de la diversidad biológica a nivel regional (Estrategias Regionales de Biodiversidad, ERB), la identificación de actividades humanas que afectan positiva o negativamente la diversidad biológica regional, y un proceso participativo de definición de los lineamientos estratégicos y prioridades de acción.

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Se incluyó la participación de los actores relevantes e interesados (autoridades, organismos públicos -entre ellos la CONAFacadémicos, sector privado y organizaciones de la sociedad civil) de manera que las propuestas de acción regionales fueran acordadas, especialmente en relación con los objetivos, prioridades, acuerdos y acciones para la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica, estableciendo el papel que le cabe jugar a cada actor en la ejecución de las acciones comprometidas. De los sitios identificados en este diagnóstico se diferenciaron aquellos con una oportunidad real y de corto plazo para emprender acciones de protección y de otros con más dificultades para emprender ese tipo de acciones en el corto plazo. Todos éstos reúnen características ecosistémicas relevantes y fueron considerados importantes por las organizaciones consultadas de cada región. Entre los planes de trabajo y metas para el sector público, se elaboró el documento: “Plan de Acción de País para la Implementación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad” (CONAMA 2005b), que define de forma más específica, una imagen objetivo al 2015: lograr un sistema de gestión de la biodiversidad y áreas protegidas, promover el acceso ciudadano al patrimonio natural y a la información sobre diversidad biológica, entre otros ejes estratégicos y lineamientos. De la revisión de este documento, respecto del eje Estratégico 1, Conservación y Restauración de Ecosistemas, se aborda el listado de áreas protegidas oficialmente para efectos del SEIA. Se plantea la necesidad de incorporar más áreas al SNASPE y crear una Red Nacional, en la que al menos el 50% de los sitios prioritarios establecidos en las ERB, deberían estar incorporados como áreas de protección oficial al año 2010, sin


indicarse bajo qué modalidad. Una de las líneas de acción más relevantes y pertinentes a citar para la propuesta de elaboración de reglamento regional, es la 5.3: Incorporación de la Variable Diversidad Biológica en Instrumentos de Planificación del espacio marino y terrestre, ya que hace una aproximación a la planificación regional urbana y territorial. En forma resumida establece como metas en el corto, mediano y largo plazo: “Corto plazo (al 2006): contar con planes regionales de desarrollo urbano elaborados, donde los sitios prioritarios establecidos en las ERB sean reconocidos como áreas para la protección de la diversidad biológica (…) se considerará especialmente la protección de la diversidad biológica en la construcción de obras públicas de infraestructura en sitios prioritarios que no cuenten con protección oficial.” “Mediano plazo (al 2010): La elaboración de los IPT deberán incluir el conjunto de sitios prioritarios establecidos en las ERB, con sus respectivas indicaciones normativas de protección y uso de la diversidad biológica, conforme a sus facultades legales. Adicionalmente, se debe contar con zonificaciones del borde costero para todas las regiones del país con consideraciones especiales de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. Las consideraciones de carácter indicativo, desarrolladas en los PRDU, se deberá considerar en los instrumentos de planificación territorial inferiores, como los planes reguladores intercomunales, comunales y metropolitanos, en la medida que éstos se vayan actualizando. Ello requiere establecer pautas técnicas que deben estar en concordancia con las políticas de áreas protegidas, acuicultura y de uso del borde costero, la aplicación del Reglamento de Clasificación de Especies de Flora y Fauna Silvestre para la

Conservación y la normativa elaborada o en elaboración asociada a la implementación de diferentes esquemas legales de designación de áreas protegidas. Se debe contar con una propuesta para la implementación de instrumentos de gestión de cuencas hidrográficas. Ello se debe potenciar a través de procesos de gestión territorial integral por parte de los diferentes estamentos públicos, por lo que a esta fecha los procedimientos y pautas técnicas para tales efectos deben estar aprobados y en pleno funcionamiento. Este esfuerzo debe incluir a los municipios y servicios públicos descentralizados y desconcentrados, entre otros. De la misma manera, se brindará apoyo técnico a los Gobiernos Regionales para incorporar la biodiversidad en la elaboración de las nuevas estrategias de desarrollo.” “Largo plazo (al 2015): Todos los sitios prioritarios establecidos en las ERB y los futuros que se puedan proponer para ampliar y ajustar este listado a las prioridades de conservación, contarán con alguna forma de protección oficial. Los instrumentos con connotación territorial deben ser coherentes con las disposiciones de los planes regionales de desarrollo urbano y reguladores intercomunales. La incorporación de criterios de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica debe estar explicitada y formar parte de la toma de decisiones para los programas y proyectos públicos con posibles efectos ambientales probados. La gestión territorial integrada debe formar parte de la planificación y actuar de los entes públicos, incluyendo los municipios.” Es notable el cómo se aborda la necesidad de incorporar los sitios prioritarios como áreas de protección oficial, inclusive las zonas de protección ecológica en los IPT.

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Si bien es cierto este plan es un marco orientador, destaca el establecer “pautas técnicas”, pautas que deben ser más que un instrumento indicativo, sino más bien uno normativo, por lo que la necesidad de contar con un reglamento, al menos de alcance regional, permitiría lograr esta meta. Estrategia Regional de Biodiversidad Las áreas protegidas se mencionan en la ERB (CONAMA 2005a) como zonas de protección ecológica (ZPE), donde se señala: - “De los instrumentos de planificación territorial aprobados por COREMA de la Región de O’Higgins; el Plan Regulador Intercomunal de Rancagua, del año 2001, estableció en su articulo 64, Zonas de Protección Ecológica (ZPE), a aquellas zonas de gran valor ecológico para la calidad el medio ambiente del sistema intercomunal, cuya destrucción implicaría una pérdida irreparable. - En esta zona, el plan estableció que regirán normas complementarias tales como: normas legales y reglamentarias sobre protección de fauna silvestre, DS Nº 4.363 de 1931 Ministerio de Tierras y Colonización, DS Nº 366 de 1994 del Ministerio de Tierras y Colonización sobre especies protegidas y su explotación, etc. - Así también el instrumento de planificación estableció en las ZPE, la prohibición de usos habitacionales, no así los de uso agrícola y forestal o equipamiento de áreas verdes y esparcimiento. Las áreas cubiertas con bosque nativo, podrían ser sujetas a intervención para los fines establecidos porla señalada zonificación, previo informe de la CONAF.

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- La Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo; en la actualización de instrumentos de planificación territorial para 52 localidades en la Región de O’Higgins, que incluye tanto planes reguladores comunales, intercomunales, así también la actualización del Plan Regional de Desarrollo Urbano, ha acordado incorporar el componente biodiversidad a los futuros planes reguladores, en acuerdo con los resultados obtenidos en la Elaboración de la Estrategia Regional para la Conservación de la Biodiversidad. - La incorporación de estas áreas de alto valor ambiental en los futuros instrumentos de planificación territorial en la Región de O’Higgins debiera basarse en la experiencia desarrollada en el Plan Intercomunal de Rancagua, bajo la modalidad de ZPE; con las restricciones de uso señalada en los párrafos anteriores. - Esta vía de protección para los sitios prioritarios identificados como áreas de alto valor ambiental, no debiera ser excluyente para otros tipos de protección legal, ya señalados anteriormente y que requieren de un nivel de gestión en el ámbito público- privado, como la creación de áreas silvestres protegidas privadas.” Con este gran paso, se incorporan en estas herramientas de planificación, medidas para la conservación de la biodiversidad. La zonificación para los usos del suelo debería, por lo tanto, considerar casi por defecto, los sitios prioritarios como zonas de protección ecológica en todos sus instrumentos, sin perjuicio de que el procedimiento esté normado por la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.


1.4 Marco Jurídico Constitucional La Constitución Política de la República en su artículo 19 numeral 8, referido a los Derechos y Deberes Constitucionales, establece que es deber del Estado tutelar la preservación de la Naturaleza, pudiendo la Ley establecer restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades para proteger el medio ambiente. En consecuencia con lo anterior, el inciso segundo del Nº24 del mismo artículo 19, establece que dentro de las limitaciones y obligaciones que nacen de la función social de la propiedad, cuanto exijan los intereses generales de la Nación, son la seguridad nacional, la utilidad y salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambiental. Existe jurisprudencia al respecto, de la cual se pueden rescatar algunos argumentos interesantes, con resultados a favor y otros en contra, de los elementos ambientales que se busca proteger.

Legal En este acápite, se presentan los argumentos que pueden esgrimirse para la incorporación de los sitios prioritarios a la normativa regional, contenidos básicamente en dos cuerpos legales: la Ley General de Bases del Medio Ambiente y la que tiene relación con la Planificación Territorial (Ley General de Urbanismo y Construcciones). Ley de Bases Generales del Medio Ambiente El artículo primero de la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente publicada en el Diario Oficial el 9 de marzo de 1994 (CONAMA 2004), indica los alcances en cuanto a disposiciones generales, donde se contemplan entre

otras la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental. Luego, se definen conceptos para los efectos legales y posteriormente, anuncia los instrumentos de Gestión Ambiental (Título II y V), a saber: - Educación e Investigación (Párrafo 1) - Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, SEIA (Párrafo 2) - Normas de Calidad Ambiental y de Emisión (Párrafos 4 y 5, respectivamente) - Normas para la preservación de la Naturaleza (Párrafo 4) - Planes de Manejo, Prevención o Descontaminación (Párrafo 6) - y Fondo de protección ambiental (Título V) Con relación a la gestión de los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad en la Región de O’Higgins, en base a la Ley, dentro de sus instrumentos mencionados anteriormente, también se puede promover a través de la educación e investigación. Anticipándose al fin de esta propuesta de Reglamento, que permitiría incorporar estos sitios bajo alguna categoría de protección oficial, el Artículo 10 establecería la obligatoriedad de ingresar al SEIA, los proyectos o actividades susceptibles de causar impacto ambiental en cualquiera de sus fases (letra p). Otras letras de este artículo, atendiendo las características de los sitios prioritarios definidos, sin duda que también serían causal de ingreso al SEIA para proyectos que se localicen en los mismos. Ejemplo de lo anterior, podría ser el caso de la letra m): “Proyectos de desarrollo o explotación forestales en suelos frágiles, en terrenos cubiertos de bosque nativo, industrias de celulosa (…)”.

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En cuanto al artículo 11 de la Ley, que determina los criterios para elaborar un Estudio de Impacto Ambiental, la letra d) establece esta obligatoriedad cuando estos proyectos tengan una “Localización próxima a población, recursos y áreas protegidas susceptibles de ser afectados, así como el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar;”. Considerando que la definición de los sitios prioritarios incorporó un criterio ecosistémico que involucra el paisaje, la letra e) de este artículo, también puede ser causal de elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental: “Alteración significativa, en términos de magnitud o duración, del valor paisajístico o turístico de una zona”. A mayor abundancia, la letra f), indica la “Alteración de monumentos, sitios con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural.” Un sitio prioritario, si bien, tiene un carácter ambiental, sin duda también puede tener una connotación cultural dada la definición que hace la Ley, respecto a qué se entiende por medio ambiente, esto es “el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones”. En este sentido, sería interesante que un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad, además cumpla con un rol cultural; por ejemplo, un lugar con excepcionales características biológicas, que sea un hito para una procesión religiosa o actividades ligadas a la valoración del patrimonio natural. Respecto a las normas de calidad ambiental y emisión, éstas no tienen directa relación con la gestión de los sitios prioritarios, ya que éstos no fueron 182

determinados en función de su calidad ambiental en los términos que se plantean las normas de calidad, tanto primarias como secundarias. En relación a las normas para la preservación de la naturaleza, el artículo 35 es interesante para los propósitos de la gestión de los sitios prioritarios. Si bien el artículo precedente hace referencia al SNASPE, el pensar en estos sitios creando nuevas áreas bajo protección oficial que correspondan a esta clasificación, es poco probable. Los Planes de Manejo, que tienen relación con el uso y aprovechamiento racional de los recursos naturales renovables, asegurando su regeneración y diversidad biológica asociada a ellos, inciden en la gestión y medidas para la conservación de la biodiversidad en los SitiosPrioritarios. El artículo 42, pretende asegurar algunas condiciones que deben cumplir estos Planes de Manejo, como consideraciones ambientales referidas a la mantención de caudales de aguas y conservación de suelos, mantención del valor paisajístico, y protección de especies en peligro de extinción, vulnerables, raras o insuficientemente conocidas. Lamentablemente, estas consideraciones o condiciones no son aplicables a los proyectos aprobados ambientalmente por el SEIA, por lo que las zonas de protección ecológicas establecidas en los distintos IPT, al ser áreas protegidas oficialmente para efectos del SEIA, ante la eventualidad de que se evalúe un proyecto dentro de ellas, no corresponde hacer un plan de manejo que resguarde estos elementos. Este artículo, además puede tener un vínculo con los Planes de Manejo Forestal del DL 701/74, cuyo reglamento establece algunas consideraciones similares, excepto la mantención del valor paisajístico. Por otra parte, los Fondos de Protección Ambiental (FPA) administrados


por la Comisión Nacional del Medio Ambiente, tienen el objeto de “financiar total o parcialmente proyectos o actividades orientados a la protección o reparación del medio ambiente, la preservación de la naturaleza o la conservación del patrimonio ambiental” (artículo 66). Finalmente, otro aspecto destacable de la Ley en esta revisión y que puede incorporarse al reglamento, es el concepto de Daño Ambiental y la Responsabilidad del mismo. El artículo 52, trata sobre las infracciones que permiten presumir legalmente la responsabilidad del autor del daño ambiental. En este caso, hay que tener presente que existe la figura de trasgresión a las normas sobre protección, preservación o conservación ambientales, establecidas en la presente ley o en otras disposiciones legales o reglamentarias. Cabe señalar que las primeras medidas son de reparación del daño, y en segundo lugar, las indemnizatorias, si se acreditare relación de causa a efecto entre la infracción y el daño producido. Reglamento SEIA El Reglamento (CONAMA 2002), como todo cuerpo normativo, comienza con establecer definiciones para el alcance del SEIA; de éstas, es importante resaltar el concepto de área protegida: “cualquier por ci ón de t e r r i t or i o, de l i m i t ada geográficamente y establecida mediante acto de autoridad pública, colocada bajo protección oficial con la finalidad de asegurar la diversidad biológica, tutelar la preservación de la naturaleza y conservar el patrimonio ambiental.” Cabe señalar que para efectos del SEIA como áreas protegidas oficialmente, según el oficio de CONAMA, Ord. Nº 043710 del 28 de diciembre de 2004, complementando el instructivo aclaratorio del documento

elaborado por la Dirección Ejecutiva mediante oficio Ord. Nº 020799 de fecha 13 de febrero de 2002, estas áreas son las siguientes: Respecto a los proyectos que deben someterse al SEIA, y según lo expuesto anteriormente en la ENB y ERB sobre los IPT -y la inclusión de la componente Diversidad Biológica- en la letra h) se indica que deben ingresar los planes regionales de desarrollo urbano, planes intercomunales, planes reguladores comunales y planes seccionales. De esta forma, sería interesante normar las consideraciones de los organismos del Estado con competencia ambiental que evalúan este tipo de proyectos (incidiendo en la discrecionalidad técnica), debiendo incorporar la zonificación de protección ecológica que corresponderá a los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad. En cuanto a la pertinencia de presentar un Estudio de Impacto Ambiental, el titular deberá presentar éste si su proyecto o actividad genera o presenta efectos adversos significativos sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales renovables, incluidos el suelo, agua y aire (artículo 6). Se especifica en las letras k) y l), la cantidad y superficie de vegetación nativa y fauna silvestre intervenida y/o explotada, así como su forma de intervención y/o explotación, respectivamente. Adquieren suma importancia los Libros Rojos, dado que la letra m) del mismo artículo señala que debe ingresar en la modalidad de Estudio según “el estado de conservación en que se encuentren especies de flora o de fauna a extraer, explotar, alterar o manejar, de acuerdo a lo indicado en los listados nacionales de especies en peligro de extinción, vulnerables, raras o insuficientemente conocidas”.

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Ley General de Urbanismo y Construcciones Los IPT, tienen su contexto normativo en la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC) junto a su Ordenanza (OGUC) (Ministerio de Vivienda y Urbanismo 2005, Ministerio de Vivienda y Urbanismo 2006). Cabe señalar, que la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (MINVU), ha oficializado instructivos técnicos sobre contenidos y metodologías para complementar lo establecido en la LGUC y OGUC. Estos instructivos, son las denominadas Circulares DDU (División de Desarrollo Urbano), que también se presentan en esta oportunidad, según nivel de planificación (al plan regional de desarrollo urbano, plan regulador intercomunal y plan regulador comunal).

Categoría de Area Protegida Reserva Nacional Reserva Forestal Parque Nacional

Reserva de Regiones Vírgenes

Cabe hacer notar, el constante y permanente cuestionamiento respecto a que esta Ley de Urbanismo contenga indicaciones para las zonas no urbanas, vale decir, que por defecto, son rurales. a) Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC) En términos generales y prácticos, de los contenidos de la Ley para efectos de esta revisión, en el Título II De la Planificación Urbana en los párrafos 2º a 4º, se encuentran las directrices en cuanto el alcance para tratar las materias y contenidos que deben tener los instrumentos a distintas escalas. Hay vacíos que en ocasiones son complementados por la Ordenanza, y en otros, se incorporan especificaciones a través de las circulares que indican las

Fuente Legal DS Nº 531/ 67 Ministerio de Relaciones Exteriores DS 4363/ 31 Ministerio de Tierras y Colonización (artículo 10) DL Nº 1939 / 77 (artículo 21) DS Nº 531/ 67 Ministerio de Relaciones Exteriores DS 4363 / 31 Ministerio de Tierras y Colonización DL Nº 1939 / 77 (artículo 21) DS Nº 531/ 67 Ministerio de Relaciones Exteriores (Convención de Washington 1940). DS Nº 531/ 67 Ministerio de Relaciones Exteriores Ley Nº 17.288 / 70 de Monumentos Nacionales (artículo 31) DS 430 / 91 Ministerio de Economía y Fomento (artículo 3º letra d) DS 430 / 91 Ministerio de Economía y Fomento (artículo 2º Nº 43) Ley Nº 17.288 / 70 de Monumentos Nacionales (artículo 31). Ley Nº 17.288 / 70 de Monumentos Nacionales (artículo 31). Decreto Ley Nº 1.224 / 75. DFL Nº 458 / 75 ministerio de Vivienda y urbanismo (artículo 60). DFL 458 / 75 Ley General de Urbanismo y Construcciones y el DS Nº 47 / 92 Ministerio d e Vivienda y Urbanismo, Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y sus modificaciones. DS Nº 771 / 81 Ministerio de Relaciones Exteriores.

Monumento Natural Santuario de la Naturaleza Parques Marinos Reservas Marinas Monumentos Históricos Zonas Típicas o Pintorescas Zonas o Centros de Interés Turístico Nacional Zonas de Conservación Histórica Areas se Preservación Ecológica contenidas en los Instrumentos de Planificación Territorial. Según OGUC vigente se denominan Areas de Protección de Recursos de Valor natural o Patrimonio Cultural. Zonas Húmedas de importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas (comúnmente conocidas como sitios Ramsar) Acuíferos que alimentan vegas y bofedales en las regiones DFL 1122 / 81 Código de aguas, art. 63 de tarapacá y Antofagasta.. Inmuebles fiscales destinados por el Ministerio de Bienes DL 1939 7 77, artículos 1º, 19 y 56. Nacionales para fines de conservación ambiental, protección del patrimonio y/o planificación, gestión y manejo sustentable de sus recursos. Areas Marinas Costeras Protegidas DS 827 / 95 MINREL, DFL 340/60 Ministerio de Defensa, DFL 2222 / 78 Ministerio de Defensa, DS 475 / 94

Tabla IV.13. Categorías de protección y fuente legal (Astorga 2006)

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materias y métodos a implementar por los instrumentos en las escalas regionales, intercomunales y comunales. b) Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) En conformidad a lo establecido en la Ley, Título 2 De la Planificación, se desprenden las indicaciones respecto a la Planificación Urbana. En otros aspectos más técnicos referidos a la urbanización y construcción, esta ordenanza complementa las disposiciones de la Ley. Planes regionales de desarrollo urbano (PRDU): LGUC, OGUC y Circular DDU 9. Las materias de los PRDU, se centran en orientar el desarrollo de los centros urbanos de las regiones fijando sus roles, y entre otras, fijan áreas de influencia, relaciones gravitacionales y metas de crecimiento. En la circular DDU 9, se incluyen otros aspectos que dan cuenta del entorno de las ciudades y su territorio. No hace referencia a la delimitación de zonas de protección, a pesar de que establece lineamientos generales sobre el aprovechamiento de los recursos naturales no renovables y protección del medio ambiente natural. Este instrumento no es la instancia apropiada de incorporar los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad, ya que su fin es orientar otro tipo de materias, exclusivas de los centros poblados y no del espacio circundante, por lo tanto la representación cartográfica del PRDU, no tiene por objetivo zonificar la ocupación del territorio. Planes Reguladores Metropolitanos o Intercomunales Los contenidos de los planes reguladores metropolitanos (PRM o PRI), indican que este instrumento se avoca a:

-

la determinación de una zonificación general equipamiento determinación de relaciones viales determinación de áreas de desarrollo prioritario fijar límites de extensión urbana fijación de densidades determinación de áreas verdes de nivel intercomunal establecimiento de áreas de riesgo o áreas de protección ambiental de recursos de valor natural

La zonificación es una herramienta que consiste en dar a un área determinada, ciertos atributos y restricciones específicos o propios del lugar, que regulan el desarrollo físico del territorio. Respecto a las áreas de protección ambiental conforme al artículo 35 de la LGUC y al inciso cuarto del artículo 2.1.7 de la OGUC, al PRI le corresponde zonificar, no constituyendo usos, sino restricciones o exclusiones de los mismos. Cabe señalar que la LGUC indistintamente se refiere a las zonas de riesgo y de protección. Les da un carácter de no edificables e indivisibles. La Ordenanza en su artículo 2.1.8, permite definir áreas de protección de recursos de valor natural o patrimonio cultural, cuando proceda y previo estudio fundado. En dichas áreas de protección se determinarán zonas no edificables o de condiciones restringidas de edificación. Por recursos de valor natural la OGUC considera los siguientes: - bordes costeros, marítimos, lacustres o fluviales - parques nacionales, reservas nacionales y monumentos nacionales - altas cumbres - y todas aquellas áreas o elementos naturales específicos protegidos por la legislación vigente.

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Entre éstos, se pueden distinguir los que cuentan o pueden contar con una delimitación oficial previa y aquellos que lo son, por su propio mérito o normativa que los proteja, sin definición areal, como es el caso de los ejemplares de alerce (Fitzroya cupressoides), araucaria (Araucaria araucana), queule (Gomortega keule), pitao (Pitavia punctata), ruil (Nothofagus alessandrii), belloto del norte (Beilschmiedia miersii) y belloto del sur (Beilschmiedia berteroana). La circular DDU 26 indica que, adicionalmente a estas áreas mencionadas (SNASPE) deben considerarse “aquellas que deben ser protegidas por constituir ecosistemas valiosos, recursos naturales necesarios para la vida humana, recursos naturales con valor paisajístico por su belleza escénica (…) son asimismo parte integrante de esta categoría, los enclaves de flora, los refugios de fauna, los sectores altos de las cuencas y microcuencas hidrográficas, los reservorios de agua y cauces naturales; las áreas de preservación del recurso nieve, para su utilización como fuente de agua potable” y “la zona costera, constituida por playas, acantilados, ojos de agua y dunas, que llevan asociada una importante vida silvestre que se debe preservar, y que a la vez, constituyen un importante recurso paisajístico de gran relevancia par el país”. Lamentablemente, la circular no tiene carácter normativo, por lo cual, estas indicaciones pueden resultar como sugerencias al momento de profundizar los estudios y presentar antecedentes fundados para la protección de un lugar. Respecto a las áreas verdes, no es conveniente promover la denominación de los sitios prioritarios como áreas verdes, ya que éstas pueden ser desafectadas conforme a lo establecido en el artículo 2.1.31 de la OGUC.

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Planes reguladores comunales (PRC): LGUC, OGUC y Circular DDU 55 Al igual que el PRI, las zonificaciones y usos del suelo, corresponden a las mismas establecidas en la OGUC. Cabe señalar que la Ley no define uso del suelo. A partir del art. 1.1.2 de la Ordenanza se puede interpretar que el uso del suelo es “un conjunto genérico de actividades que el Instrumento de Planificación Territorial admite o restringe en un área predial, para autorizar los destinos de las construcciones o instalaciones”. Respecto a las zonas de protección, se replica el mismo mecanismo, sólo que la circular agrega: “Los elementos del patrimonio natural que por sus características constituyen valores naturales del paisaje, sea que formen parte o no del Registro de las Áreas del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, requieren del Plan exigencias que aseguren un uso cuidadoso por parte de la población. Integran estos territorios, entre otros, los sectores altos de las cuencas hidrográficas; los reservorios y los cauces naturales; las áreas de preservación del recurso nieve, tanto por su condición de fuente de agua potable, como por su aptitud para actividades deportivas; los enclaves de flora y los refugios de fauna. Dadas sus características, en lo posible estos territorios deben mantenerse mayoritariamente en estado natural. Consecuentemente, el Plan sólo debe permitir en ellos el desarrollo de actividades que aseguren la permanencia de esos valores, admitiendo -en forma restringida-, aquellos equipamientos e instalaciones indispensables para su habilitación, condicionados a una baja intensidad de utilización” En la misma situación anterior, esta circular incorpora criterios para establecer áreas de protección ambiental, pero sólo es un instrumento indicativo.


Zonas y Centros de interés turístico Las zonas o centros de interés turístico, son otro tipo de áreas protegidas oficiales para efectos del SEIA. Tienen implicancias territoriales dado que se establecen condiciones para las urbanizaciones, construcciones y proyectos de infraestructura en lugares que hayan sido establecidos como centros o zonas de interés turístico. La declaración de centro y zona de interés turístico nacional tiene por objetivo fundamental focalizar coordinadamente, las acciones de los organismos del Estado que intervienen directa o indirectamente sobre la compleja red de servicios y demás elementos que componen el turismo. Mediante este instrumento, el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) debe impulsar un desarrollo sostenible del turismo local y de las demás actividades que coexisten en un territorio común. Una de las implicancias de estas declaratorias, se puede encontrar en el Decreto Supremo 515 de 1977 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, que establece el Reglamento del Servicio Nacional de Turismo. En éste se formulan precisiones sobre la materia, como el artículo 26, que indica que una vez efectuada la publicación de que trata el artículo anterior (declaración de zona o centro de interés turístico), el Servicio Nacional de Turismo deberá elaborar un Plan de Ordenamiento, al cual deberán ajustarse todas las actividades que incidan en la conservación, urbanización, servicios e instalación necesarios para el aprovechamiento turístico del área declarada Zona o Centro de Interés Turístico Nacional. También es relevante señalar que una zona de alto valor ambiental o un sitio prioritario fuese declarado como ZOIT, el artículo 29 establece que “una vez aprobado un Plan de Ordenamiento para

una Zona o Centro de Interés Turístico Nacional, la Municipalidad de la comuna de que forma parte o de las que integren su área deberá modificar sus planes Reguladores Comunales con el objeto de adecuarlos a dicho Plan de Ordenamiento. En caso de no existir Planes Reguladores en dicha comuna, el respectivo Plan de Ordenamiento tendrá esa calidad hasta que el Plan Regulador se apruebe previa adecuación al anterior.” Estos centros o zonas, deben estar debidamente delimitados. El establecimiento de éstos, sólo puede ser a través de Resolución Fundada de los organismos sectoriales. A SERNATUR le compete un rol coordinador y éstos no compiten ni son paralelos con los IPT. Una de las implicancias de declaratoria de ZOIT, es que otorga otro criterio para la zonificación de usos del suelo, definir incompatibilidades con las orientaciones o vocaciones turísticas de los territorios, y otras que tiene por finalidad, lograr un desarrollo turístico armónico. En las áreas rurales, representa un resguardo a la arquitectura típica y costumbres (aspectos culturales). De esta forma SERNATUR posee una atribución de carácter normativo y de gran fuerza jurídica sobre ciertos territorios especiales, ya que puede derogar y/o modificar la normativa que rige con anterioridad, sobre el espacio declarado de interés turístico, a través de estos Planes de Ordenamiento Turístico. Institucional En este acápite, se hace una revisión de las facultades de las instancias regionales y locales y sus instrumentos para propiciar medidas que aporten a la conservación de la biodiversidad. El Gobierno Regional Como generalidades, se presentan algunos articulados de la Ley Orgánica 187


Constitucional que indica las competencias y atribuciones de estas entidades. La Ley 19.175 sobre Gobierno y Administración Regional (Ministerio Secretaría General de la Presidencia 2006), establece en su artículo 13, que “la administración superior de cada región del país estará radicada en un gobierno regional, que tendrá por objeto el desarrollo social, cultural y económico de ella”. El artículo siguiente, establece que “en la administración interna de las regiones los gobiernos regionales deberán observar como principio básico el desarrollo armónico y equitativo de sus territorios tanto en aspectos de desarrollo económico, como social y cultural”. A su vez, en el ejercicio de sus funciones, deberán inspirarse en principios de equidad, eficiencia y eficacia en la asignación y utilización de recursos públicos y en la prestación de servicios; en la efectiva participación de la comunidad regional y en la preservación y mejoramiento del medio ambiente, así como en los principios establecidos por el artículo tercero de la ley Nº 18.575 (Ley de Bases Generales de la Administración del Estado). Con respecto a las funciones y atribuciones generales del Gobierno Regional, el artículo 16 señala las siguientes que pueden vincularse con la gestión de los sitios prioritarios: -

Elaborar y aprobar las políticas, planes y programas de desarrollo de la región, así como su proyecto de presupuesto, los que deben ajustarse a la política nacional de desarrollo y al presupuesto de la Nación.

-

Dictar normas de carácter general para regular las materias de su competencia, con sujeción a las disposiciones legales y a los decretos supremos reglamentarios, las que estarán sujetas al trámite de

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toma de razón por parte de la Contraloría General de la República y se publicarán en el Diario Oficial. -

Asesorar a las municipalidades, cuando éstas lo soliciten, especialmente en la formulación de sus planes y programas de desarrollo.

Como funciones establecidas en el artículo 17, en materia de ordenamiento territorial, las que inciden para la conservación de la biodiversidad, se puede citar: Fomentar y velar por la protección, conservación y mejoramiento del medio ambiente, adoptando las medidas adecuadas a la realidad de la región, con sujeción a las normas legales y decretos supremos reglamentarios que rijan la materia. Como se mencionó en la elaboración de los PRI y en el ámbito de la planificación urbana, el artículo 20 letra f) y el artículo 36 letra c) de la Ley 19.175, dispone que es facultad de los Gobiernos Regionales aprobar los planes reguladores comunales o intercomunales, a través de su Consejo Regional. Los Intendentes y Gobernadores reciben además el mandato contenido en el artículo 6º de la LGUC, que estipula que les corresponderá “supervigilar que los bienes nacionales de uso público se conserven como tales, impedir su ocupación con otros fines y exigir su restitución, en su caso, conforme a sus facultades”. En cuanto a los instrumentos, el Gobierno Regional más bien cuenta con una política orientadora que es la Estrategia de Desarrollo Regional, aún cuando estas son formuladas por las Secretarias Regionales de Planificación y Coordinación (SERPLAC). Esta Estrategia en la Región de O’Higgins, proyectada con un horizonte de


10 años, alude a tres ámbitos: Desarrollo Territorial, Desarrollo Económico y Desarrollo Social, por lo que reviste interés generar los antecedentes para que se incorpore la variable ambiental, y más específicamente la conservación de la biodiversidad en la gestión pública durante los próximos años. Dentro de los contenidos de la misión regional, en el ámbito territorial, con los propósitos de la elaboración de un reglamento, destacan: - el “disponer de de instrumentos de planificación urbana y territorial coherentes”. -

El Gobierno Regional amplía sus ámbitos de competencia y su autonomía en la toma de decisiones de desarrollo urbano y territorial de la región, disponiendo para ello de un Plan de Desarrollo Urbano Regional, parte integrante de la Estrategia de Desarrollo Regional.

-

El Gobierno Regional promueve la generación de igualdad de oportunidades para las personas y desarrollo equilibrado para las comunas, actuando en subsidio especialmente de aquellas de menores recursos.

-

Los gobiernos locales son autónomos en la responsabilidad del desarrollo urbano y territorial de sus comunas, disponiendo para ello de planes reguladores comunales e intercomunales, y del Plan de Desarrollo Comunal.

-

El Gobierno Regional da coherencia a los instrumentos de planificación comunal y regional.

El nivel comunal Al nivel local, también se presentan las principales facultades y atribuciones de los municipios, estipulados en su ley

Nº 18.695 en relación a la conservación de la biodiversidad: Artículo 4: Las municipalidades, en el ámbito de su territorio, podrán desarrollar, directamente o con otros órganos de la Administración del Estado, funciones relacionadas con: b) La salud pública y la protección del medio ambiente; Para el cumplimiento de sus funciones las municipalidades -según lo indica el artículo 5 de su ley- tendrán atribuciones esenciales para llevar a cabo su función, de las cuales, las más importantes en relación al objetivo de un reglamento regional, son: - Ejecutar el plan comunal de desarrollo (también Plan de Desarrollo Comunal o PLADECO) y los programas necesarios para su cumplimiento; d) Dictar resoluciones obligatorias con carácter general o particular; Aprobar los planes reguladores comunales y los planes seccionales de comunas que formen parte de un territorio normado por un plan regulador metropolitano o intercomunal, y pronunciarse sobre el proyecto de plan regulador comunal o de plan seccional de comunas que no formen parte de un territorio normado por un plan regulador metropolitano o intercomunal. Sin perjuicio de las funciones y atribuciones de otros organismos públicos, las municipalidades podrán colaborar en la fiscalización y en el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias correspondientes a la protección del medio ambiente, dentro de los límites comunales. De acuerdo al articulo 6, la gestión municipal contará a lo menos, con los siguientes instrumentos: PLADECO y sus

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programas, el plan regulador comunal y el presupuesto municipal anual. Es relevante referirse a los PLADECOs, ya que a pesar de que éstos son instrumentos indicativos, deben abordar aspectos ambientales para el desarrollo local. Asimismo, las resoluciones obligatorias pueden referirse a ordenanzas de carácter ambiental. Otros organismos del Estado con competencias ambientales e injerencia en la ordenación y planificación territorial En la medida que se afectan áreas para incorporarlas al SNASPE, o que existen instancias de ordenamiento y planificación, hay organismos públicos que tienen injerencia en las decisiones de carácter ambiental, como también en la evaluación del SEIA. A modo general, sólo se nombran algunos organismos que podrían tener incidencia en las actividades que impliquen intervenir el territorio y que apliquen las medidas para la conservación de la biodiversidad: Ministerio de Agricultura: las secretarías regionales ministeriales (SEREMIs), pueden aprobar o no una urbanización en un terreno rural, a través del cambio de uso de suelo, artículo 55 de la LGUC. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) también se pronuncia, emitiendo el cambio de uso de suelo. Ministerio de Bienes Nacionales: En otro ámbito, con relación a la conservación ambiental, el Ministerio, con consulta o a requerimiento de los Servicios y entidades que tengan a su cargo el cuidado y protección de bosques y del medio ambiente, la preservación de especies animales y vegetales y en general, la defensa del equilibrio ecológico, podrá declarar Reservas Forestales o Parques 190

Nacionales a aquellos terrenos fiscales que se estime necesarios para cumplir con estos fines. Para esto el Ministerio de Bienes Nacionales deberá expedir un Decreto Supremo, el que llevará también la firma del Ministro de Agricultura, según lo establece la Ley 18.362. Reviste interés considerar la autodestinación de terrenos fiscales para fines de Conservación del Patrimonio Natural, ya que conforma otra figura de protección oficial y puede coincidir con sitios prioritarios que se encuentren en estos terrenos, o por motivos de la existencia de estos sitios prioritarios, el Ministerio autodestine ese predio para fines de conservación de los recursos naturales, El Ministerio de Bienes Nacionales, en el ejercicio de sus funciones propias, refuerza y realiza una gestión especial de administración de determinados terrenos fiscales, cuya vocación principal y finalidad es la conservación ambiental, protección del patrimonio y/o planificación, gestión y manejo sustentable de sus recursos. Estos territorios contienen en su interior recursos del patrimonio natural, histórico y paisajístico, que interesa proteger para el uso y goce de las generaciones actuales y futuras (excluyendo las propiedades fiscales integradas al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, SNASPE, administradas por CONAF). A fin de potenciar y promover inversiones sustentables en este activo fiscal, cumpliendo la misión institucional de reconocer, administrar y gestionar dicho patrimonio, este objetivo en una primera etapa (año 2005) efectuó la autodestinación al Ministerio de Bienes Nacionales de 8 áreas territoriales en las regiones de Tarapacá (2 predios fiscales), de Antofagasta (un predio), de Los Lagos (3 predios) y Magallanes (2 predios fiscales).


En el año 2006, se autodestinó la Laguna del Maule en la región del mismo nombre, los humedales costeros de Tongoy y otros predios en otras regiones. En una primera etapa, ese inmueble fiscal seguiría siendo administrado por el Ministerio, y dedicado exclusivamente a los objetos indicados en la destinación, pudiendo ser compatible esta destinación con otros actos de administración - en una segunda etapa- por ejemplo: concesiones

de uso a privados, en la medida que se mantuviera el uso de conservación indicado en la destinación. Para este uso por parte de privados, el predio debe contar con una línea de base y plan de manejo. Su selección obedece a tres grandes programas y políticas: la Estrategia Nacional de la Biodiversidad, los Programas Sendero de Chile y Rutas Patrimoniales y el Sistema Concesional de Bienes Nacionales .

1.5 Propuesta de Reglamento para incorporar los sitios prioritarios en la normativa ambiental y territorial regional. Antecedentes y justificación Considerando que no existe Ley expresa para la conservación de la biodiversidad, pero se aceptan como principios orientadores el Convenio de la Diversidad Biológica y las medidas in situ allí abordadas, vistos y analizados los instrumentos precedentes, notando de que hay conciencia y directrices que permitirían incorporar los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad a las áreas de protección oficial, a continuación, se propone un borrador de Reglamento Regional que permita incluir estos sitios de forma definitiva en la planificación y regulación territorial regional, a través del establecimiento de zonas de protección ecológica y que se resguarden todas las medidas en la elaboración de IPT para no afectar los sitios prioritarios, entre otras acciones para contribuir a la gestión para la conservación de la biodiversidad (zonificar acorde a las características, los usos de suelo compatibles para la conservación, en las áreas circundantes a los sitios prioritarios). Además de la componente biodiversidad propiamente tal, esta propuesta de reglamento tiene por fin coordinar de

forma efectiva y mediante un cuerpo normativo, los procedimientos para la participación intersectorial en la formulación de estos instrumentos de planificación.

Propuesta de reglamento regional Titulo I Disposiciones generales Art. 1: Este reglamento será válido para todos los órganos de la administración del Estado en la Región de O’Higgins que tengan competencia en la elaboración y aprobación de los instrumentos de planificación territorial, sean estos planes seccionales, planes reguladores comunales e intercomunales, sin perjuicio de lo que establezcan otras normas que propicien la conservación de la biodiversidad y protección del Medio Ambiente. Art. 2: Para los efectos de este Reglamento se entenderá por: a) Área protegida: cualquier porción de territorio, delimitada geográficamente y establecida mediante acto de autoridad

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pública, colocada bajo protección oficial con la finalidad de asegurar la diversidad biológica, tutelar la preservación de la naturaleza y conservar el patrimonio ambiental.1 b) Biodiversidad o diversidad biológica: la variabilidad entre los organismos vivos, que forman parte de todos los ecosistemas terrestres y acuáticos. Incluye la diversidad dentro de una misma especie, entre especies y entre ecosistemas.2 c) Bosque: sitio poblado con formaciones vegetales en las que predominan árboles y que ocupan una superficie de por lo menos 5.000 metros cuadrados, con un ancho mínimo de 40 metros, con cobertura de copa arbórea que supere el 10 % de dicha superficie total en condiciones áridas y semiáridas y el 20 % en circunstancias más favorables.3 d) Conservación: (del patrimonio ambiental) el uso y aprovechamiento racional o la reparación, en su caso, de los componentes del medio ambiente, especialmente aquellos propios del país que sean únicos, escasos o representativos, con el objeto de asegurar su permanencia y su capacidad de regeneración.4 e) Corredores biológicos: Es un espacio delimitado que proporciona conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitats, naturales o modificados, para asegurar el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos ecológicos y evolutivos.

f) Daño Ambiental: toda pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o más de sus componentes. 5 g) Ecosistema: un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional.6 h) Especies emblemáticas: aquellas especies de flora y fauna nativa y silvestres, que representen un aspecto distintivo de los ecosistemas regionales y un aspecto cultural a considerar para la población de la región. i) Especies En Peligro de extinción: aquellas especies que enfrenten un riesgo muy alto de extinción.7 j) Especies Insuficientemente Conocidas: aquellas especies que, aún cuando existen presunciones fundadas de riesgo, no haya información suficiente para asignarla a una de las categorías de conservación a que se refieren los artículos anteriores.8 k) Especies Raras: aquellas especies que, cuando sus poblaciones ocupen un área geográfica pequeña, o estén restringidas a un hábitat muy específico que, en sí, sea escaso en la naturaleza. También se considerará "Rara" aquella especie que en forma natural presente muy bajas densidades poblacionales, aunque ocupe un área geográfica mayor. Las especies

1 Art. 2 Reglamento del SEIA. Se optó por esta definición, considerada más acorde a los propósitos de este Reglamento. Ejemplo de otra definición, podría ser la del Convenio sobre la Diversidad Biológica: “área definida geográficamente que haya sido designada o regulada y administrada a fin de alcanzar objetivos específicos de conservación”.. 2 Art. 2 Ley 19.300, coincide con la definición del Convenio sobre la Diversidad Biológica. 3 2º del D.L Nº701, de 1974 4 Art. 2 Ley 19.300 5 Art. 2 Ley 19.300 6 D.S. N 1.963/94 RR.EE, Convenio sobre la Diversidad Biológica 7 De acuerdo al Art. 6º del Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres (DS 11.05.2005) 8 De acuerdo al Art. 8º del Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres.

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clasificadas como "Raras" podrán también ser clasificadas en alguna de las categorías mencionadas en los artículos anteriores, de acuerdo a la información disponible.9

q) Sitios prioritarios: aquellos sitios definidos por el Libro Rojo de la Región de O’Higgins, como prioritarios para la conservación de la biodiversidad.

l) Especies Vulnerables: aquellas especies que cuando no pueden ser clasificadas en la categoría denominada "En Peligro de Extinción", enfrenten un riesgo alto de extinción.10

r) Sitios prioritarios de primer orden: aquellos que necesitan medidas urgentes para su conservación, incluida la preservación de los recursos allí presentes y en sus inmediaciones.13

m) Gestión de los sitios prioritarios: todas las acciones que tengan relación con la promoción de la protección, ordenación y administración de los sitios prioritarios.

s) Sitios prioritarios de segundo orden: aquellos que necesitan medidas para su conservación, que incluyan el mantenimiento de la matriz circundante.

n) Instrumentos de planificación territorial: Los instrumentos de planificación territorial (IPT) son los consagrados en la Ley y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Sus alcances, su proceso de aprobación, sus contenidos y componentes serán los señalados en la normativa indicada.

t) Sitios prioritarios funcionales: aquellos que necesitan medidas para su conservación, a fin de mejorar la conectividad entre los sitios prioritarios primarios y secundarios.

o) Patrimonio natural: Está constituido por la variedad de paisajes incluyendo la flora y fauna del país. Se refiere a los monumentos naturales, formaciones geológicas, lugares y paisajes naturales, que tienen un valor relevante desde el punto de vista estético, científico y/o ambiental.11 p) Reparación: la acción de reponer el medio ambiente o uno o más de sus componentes a una calidad similar a la que tenían con anterioridad al daño causado o, en caso de no ser ello posible, restablecer sus propiedades básicas. 12

u) Zonas de alto valor ecológico: aquellas zonas donde el paisaje y las características ecosistémicas muestren una alta riqueza de especies, o en función de los servicios ambientales que otorgue. v) Zona de protección ecológica (de los IPT): las áreas de Preservación Ecológica contenidas en los instrumentos de planificación territorial. Según OGUC vigente se denominan áreas de Protección de Recursos de Valor Natural o Patrimonio Cultural.14 Art. 3: Los sitios prioritarios definidos en el Libro Rojo de la Flora y Fauna Nativa de la Región de O’Higgins, deberán ser incorporados como zona de protección

9 De acuerdo al Art. 10º del Reglamento para la Clasificación de Especies Silvestres 10 D e a c u e r d o a l A r t . 7 º d e l R e g l a m e n t o p a r a l a C l a s i f i c a c i ó n d e E s p e c i e s 11 Estrategia Nacional de Biodiversidad 12 Art. 2 Ley 19.300 13 Estos sitios tienen mayor riqueza de especies, pero para efectos de que las medidas que se

Silvestres

desprendan del Reglamento y los procedimientos asociados sean eficaces, se plantea esta definición no como una definición técnica, sino más bien operativa. 14 (DFL 458/75 Ley General de Urbanismo y Construcciones y el DS Nº47/92 Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y sus modificaciones)

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ecológica en los instrumentos de planificación territorial para todas las comunas de la Región. Art. 4: Para designar estos sitios como zona de protección ecológica, deberán ser delimitados geográficamente, donde se permita establecer un perímetro con coordenadas en datum WGS 84. Además, requerirán de un estudio específico donde se aborden las amenazas, costos de conservación, zonificación y plan de manejo que deberá ser entregado a todos los organismos con competencia ambiental tanto a nivel regional, provincial y comunal. Art. 5: Los corredores biológicos identificados o a identificar, deberán ser incorporados en los instrumentos de planificación territorial, para los criterios que definan la zonificación de usos del suelo en los sitios las áreas que cumplan esta función. Lo anterior, con el fin de no afectar sus características. Art. 6: Las secretarías regionales ministeriales de Vivienda y Urbanismo y de Agricultura, no podrán autorizar cambios de uso de suelo según el artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, en los sitios prioritarios definidos en el Libro Rojo de la Flora y Fauna Nativa de la Región de O’Higgins, de acuerdo a lo establecido en el artículo 4 de este reglamento. Titulo II De la gestión de los sitios prioritarios Párrafo 1 De los instrumentos normativos Art. 7: De acuerdo a la zonificación que debe contener el plan regulador intercomunal y el plan regulador comunal, para tal fin, se seguirá el procedimiento

establecido en la Ley y Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, además de lo establecido en el artículo 4 de este reglamento. Art. 8: Todos los organismos públicos que tengan competencia en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental o la formulación de los instrumentos de planificación territorial en el marco de sus funciones, deberán pronunciarse sobre la inclusión de los sitios prioritarios para la zonificación de protección ecológica. Los nuevos instrumentos de planificación territorial a elaborar, no podrán obtener Resolución de Calificación Ambiental favorable, si no han incluido los sitios prioritarios como zonas de protección ecológica en las respectivas comunas. Art. 9: Los sitios prioritarios una vez definidos como zona de protección ecológica en los instrumentos de planificación territorial, serán reconocidos como áreas de protección oficial. Sin perjuicio de lo anterior, se podrá levantar un expediente que se presente al Consejo de Monumentos, para ser declarados Santuarios de la Naturaleza u otra categoría de área protegida en su respectivo procedimiento.15 Párrafo 2 De los procedimientos administrativos Art. 10: La Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo o el municipio respectivo que contrate la elaboración de un plan seccional, plan regulador comunal o plan regulador intercomunal, deberán informar a los organismos competentes de la realización de estos instrumentos, donde además deberá incluirse en una mesa de

15 Cabe señalar que en la práctica, los IPT reconocen las áreas protegidas como es el caso de los Parques Nacionales, Reservas Nacionales, Monumentos Naturales y Santuarios de la Naturaleza. En este reglamento se propone que además de ser declaradas zonas de protección ecológica los sitios prioritarios, se prosiga con el procedimiento de declaración de alguna de estas categorías.

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trabajo al Comité Regional Operativo de Biodiversidad. Art. 11: La Dirección Regional de la Corporación Nacional Forestal junto a la Comisión Nacional del Medio Ambiente en la Región de O’Higgins, deberán ratificar los informes emitidos de la delimitación y caracterización de los sitios prioritarios según el artículo 4 del presente reglamento, y velar porque sean incluidos en los IPT. Art. 12: Para las sesiones del Consejo Regional donde se voten los instrumentos de planificación territorial, deberán exponer estos antecedentes de los sitios prioritarios, un encargado de la Corporación Nacional Forestal (Dirección Regional) y un encargado del Departamento de Protección de los Recursos Naturales de la CONAMA Región de O’Higgins. Art. 13: Para las sesiones del Concejo Municipal donde se vote la aprobación de los instrumentos de planificación territorial, deberán exponer estos antecedentes de los sitios prioritarios, un encargado de la Corporación Nacional Forestal (Dirección Regional) y un encargado del Departamento de Protección de los Recursos Naturales de la CONAMA Región de O’Higgins. Párrafo 3 De la educación ambiental Art. 14: La educación ambiental deberá ser una herramienta de apoyo a la difusión para la protección de los sitios prioritarios. Art. 15: Los establecimientos educacionales de la Región de O’Higgins, en sus actividades deberán incorporar el conocimiento de los sitios prioritarios a través de distintos medios. Titulo III Del seguimiento y control Párrafo 1 Del procedimiento administrativo de seguimiento

Art. 16: Una vez publicada en el Diario Oficial la entrada en vigencia de los instrumentos de planificación territorial, el municipio respectivo deberá informar cada seis meses a contar de esa fecha a la Secretaria Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo con copia a la Dirección Regional de la Corporación Nacional Forestal y Dirección Regional de la Comisión Nacional del Medio Ambiente de O’Higgins, sobre el estado de las zonas de protección ecológica. Esto es, dar cuenta si se han intervenido o si se han solicitado permisos de construcción u otros relacionados con infraestructura. Párrafo 2 De las Fiscalizaciones Art. 17: Dado que los instrumentos de planificación territorial deberán contar con Resolución de Calificación Ambiental favorable, los organismos con competencia ambiental del Comité Operativo Fiscalizador coordinados por los profesionales de Evaluación y Seguimiento Ambiental de la Dirección Regional de la CONAMA en la Región de O’Higgins, deberán efectuar el seguimiento de los sitios prioritarios como zona de protección ecológica establecida en los instrumentos de planificación territorial, como cumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental. Para estos efectos, deberán fiscalizar en terreno si se han efectuado actividades incompatibles con las establecidas o si se ha trasgredido la protección de estos sitios, en las respectivas Ordenanzas de los instrumentos de planificación territorial. Art. 18: En caso de existir actividades que se emplacen cercanas a los sitios prioritarios y éstas cuenten con Resolución de Calificación Ambiental, en el acta de inspección deberán consignarse observaciones respecto de si hay impactos imprevistos no informados, y si éstos

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afectan la conservación de los sitios prioritarios.

conforme a lo establecido en los cuerpos legales aplicables para tales efectos.

Párrafo 3 Del daño ambiental en los sitios prioritarios

Art. 23: Si un municipio omite información de relevancia que afecte la conservación de los sitios prioritarios, será solidariamente responsable en las acciones que se presenten contra daño ambiental.

Art. 19: El comité operativo de biodiversidad deberá investigar denuncias recibidas por posibles daños ambientales en estos sitios prioritarios, debiendo tramitar las sanciones respectivas de acuerdo a los cuerpos normativos que para los efectos se determinen. Art. 20: Conforme a lo establecido en los artículos 51 a 54 de la Ley 19.300, se procederá a las acciones para la reparación de los sitios prioritarios y otras establecidas en dicho cuerpo normativo. Título IV De las sanciones

Art. 24: Conforme a la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado (18.575) y la Ley de Procedimiento Administrativo (19.880), se deberá sancionar a los organismos públicos que incurran en negligencias o en una falta de servicio, que se traduzca en la afectación de las medidas aplicadas para la conservación de la biodiversidad, como la declaración de zonas de protección ecológica para los sitios prioritarios, u otras.

Art. 22: Todas las infracciones que se consideren como trasgresión a las medidas para la conservación de los sitios prioritarios, deberán ser sancionadas

1.6 Discusión La suscripción de Chile a los Convenios internacionales, impone la obligación de cumplir con metas y compromisos como parte signataria. En este marco, las políticas de las instituciones del Estado que tienen relación con la protección de los recursos naturales, se han orientado a promover la conservación de la biodiversidad. Asimismo, los distintos documentos técnicos, políticas y estrategias de carácter indicativo, no son suficientes para establecer un procedimiento de carácter obligatorio para los servicios públicos que tienen injerencia en la formulación y aprobación de instrumentos de

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planificación territorial y se permita incorporar los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad a las áreas protegidas. La generación de información científica como es el caso de los Libros Rojos, tienen implicancias en el caso de la Ley de Bases del Medio Ambiente, pero los esfuerzos de quienes propician medidas para la conservación de la Biodiversidad, no se ven apoyados o traducidos en cuerpos legales que restrinjan el uso de los recursos, que reduzcan sus amenazas o que sancionen el daño o deterioro en calidad y cantidad de la diversidad biológica.


La inexistencia en Chile de un cuerpo legal donde se incorpore las medidas in situ para la conservación de la biodiversidad, es un aspecto que debe abordarse con suma urgencia, debido a los vacíos existentes en otros cuerpos normativos que tienen incidencia en el territorio; la falta de ordenamiento y planificación territorial, son suplidas por la aplicación de instrumentos que regulan el uso del suelo y están formulados inicialmente para las áreas urbanas. En este sentido, el aporte de los instrumentos de planificación territorial, en especial de los planes reguladores intercomunales (PRI), es la zonificación, que si bien no constituye usos, establece restricciones o exclusiones de los mismos, por lo que se puede traducir en un criterio para reducir las amenazas para la conservación de la biodiversidad, toda vez que se cumplan las disposiciones de los instrumentos a esta escala en los niveles comunales o no existan modificaciones posteriores para desafectar las zonas de protección ecológica o áreas de alto valor natural.

Respecto a la posibilidad de crear un reglamento de alcance regional, sería posible estudiar esta opción en el contexto de las labores y atribuciones de los gobiernos regionales, toda vez que no existe ley para la conservación de la biodiversidad y de promulgarse, tendría aplicabilidad en todo el territorio nacional, donde hasta el momento se ha demostrado disparidad de criterios en la aprobación de los instrumentos de planificación territorial que han incorporado los sitios prioritarios a las zonas de protección ecológica de los PRI. Este planteamiento obedece a que algunos criterios y procedimientos están contenidos de modo general en la Ley General de Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza, en complemento con las circulares DDU. Asimismo, las definiciones que contiene el borrador de reglamento, son definiciones reconocidas en otros cuerpos legales, por lo que ya existe una base sobre la cual se puede construir este cuerpo normativo, y se incorporan conceptos relacionados a la gestión para la conservación de los sitios prioritarios.

1.7 Referencias ASTORGA, E. 2006 Derecho Ambiental Chileno. Editorial Lexis Nexis, Chile. 402pp. FERNANDEZ, C. 2006. Apuntes “Instrumentos Jurídicos de Planificación Territorial”. Magíster en Derecho Ambiental, Universidad de Chile. GALLARDO, E. 2006. Derecho Forestal y Áreas Silvestres Protegidas. Documento Corporación Nacional Forestal, Santiago 2006. ROJAS, L. & CHAVARRIA, M.I. 2005. Corredores Biológicos de Costa Rica. San José, Costa Rica. Publicación del SINAC, Corredor Biológico Mesoamericano Y del MINAE, Leatherback Trust, Wildlife

Conservation Society y Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos. CONAMA. 1994. “Comisión Nacional del Medio Ambiente”. Ley General de Bases del Medio Ambiente. CONAMA ,2002. Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, Texto Refundido.63pp. CONAMA, 2003. Estrategia Nacional de Biodiversidad. Comisión Nacional del Medio Ambiente, 21pp. CONAMA, 2005a Conservación y uso sustentable de la Biodiversidad. Comisión Nacional del Medio Ambiente, Región de O'Higgins, 71pp.

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CONAMA, 2005b. “Plan de Acción de País para la Implementación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad” Comisión Nacional del Medio Ambiente. CONAMA, 2005c. “Política Nacional de Áreas Protegidas” Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). 2005d. “Política Nacional para la protección de Especies Amenazadas” Comisión Nacional del Medio Ambiente. CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO. Texto del Convenio de la Diversidad Biológica, in litt. disponible en: www.biodiv.org

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MINISTERIO SECRETARIA GENERAL DE LA PRESIDENCIA. Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional Nº 19.175. MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO. Ley General de Urbanismo y Construcciones DFL 458 1975. Texto refundido 2005, 77pp. MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO. Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones DS 47 1992 (texto refundido 2002), 353pp.


3. Recomendaciones Generales Generales ITALO SEREY1, MARCIA RICCI2,PABLO LOBOS2, TERESITA GONZÁLEZ2 1 2

Facultad de Ciencias, Universidad de Chile

Corporación Nacional Forestal, Región de O’Higgins

3.1 Estado de conservación de las especies Aumentar la cantidad de información respecto de la distribución espacial de las especies que se encuentran en las categorías de “Vulnerables” y “En Peligro”. La extensión del territorio de la Región determina que el estudio realizado alcanza una evaluación de los estados de conservación, con un cierto nivel de incerteza. Las instituciones responsables de la conservación deben elaborar una lista priorizada de especies, y en colaboración con instituciones

universitarias obtener más conocimientos de ellas. Tambien existe un amplio un grupo de especies que no estando en las categorías mencionadas anteriormente, pueden entrar en ellas, por el uso intensivo del territorio. Para evitar este tipo de situaciones es conveniente crear un plan de seguimiento del estado de conservación de las especies.

3.2 Sitios Prioritarios Planificar las acciones que se llevarán a cabo para el conjunto de sitios prioritarios, y que el Gobierno Regional deberá incluir dentro de sus metas relacionadas a la conservación de la biodiversidad, en todo el territorio de la Región. Caracterizar los sitios prioritarios para aumentar la cantidad de información que facilite la toma de decisiones sobre unidades operativas de uso de la tierra

ecosistemas y paisajes que conforman los distintos sitios. Crear una base de datos para mantener y actualizar la información de la biodiversidad de la Región de O’Higgins que permita revisar los estados de conservación de las especies y del estado de conservación de los ecosistemas y paisajes incluidos en los sitios prioritarios de la Región.

Incrementar la densidad espacial de la información de los distintos tipos de

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3.3 Educación Ambiental Establecer un plan de capacitación regional para profesores del área de ciencias naturales para que puedan entregar conocimiento de la biota y de los sitios prioritarios. Planificar a nivel regional la incorporación regular de actividades en las cuales los niños y jóvenes adquieran conocimiento de la biota local, de sus

paisajes y ecosistemas para que participen en la conservación de la biodiversidad. Planificar actividades en la educación básica y media generando materiales adecuados que permita acceder a la población local al conocimiento del medio ambiente que les rodea, y en especial conocer la biota más relevante y participar en los procesos de conservación.

3.4 Comunidad Local Realizar una estrategia de instalación social de los sitios prioritarios, de forma de favorecer la participación de la comunidad local y los propietarios de la tierra. Organizar a los sectores productivos, especialmente al silvoagropecuario y al minero, para incluir los aspectos de conservación en las actividades productivas que se realizan en el territorio. Este aspecto es especialmente importante porque la mayor parte del territorio pertenece a privados. Apoyar a las empresas que incluyen la conservación de la biodiversidad en sus planes de manejo, ya sea que se

encuentran dentro de áreas propuestas como sitios prioritarios o fuera de ellas, para iniciar la conservación en todo el territorio de la Región. Reformular la actividad de caza con la comunidad local, ya que ellos tienen un rol importante en la conservación de la fauna y las poblaciones de vertebrados introducidos. Crear una estrategia regional públicoprivada para la conservación de la biodiversidad. Una forma sería formar asociaciones de empresarios interesados en la conservación de la biodiversidad en función de los sitios prioritarios propuestos.

3.5 Protección Los sitios prioritarios propuestos en este volumen debieran ser reconocidos por el Gobierno Regional como parte de la estrategia para la biodiversidad, de modo que las instituciones del Estado las

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incorporen en los instrumentos que la administración pública dispone, para facilitar la toma de decisiones de las autoridades competentes, así como de la administración en general.


El gobierno regional debiera incorporar normativas a través de los instrumentos que dispone, para vincular el reconocimiento de los sitios prioritarios y

especies en categorías de vulnerables y en peligro con las regulaciones ya sea territoriales o de otro tipo que promuevan la conservación de la biodiversidad.

3.6 Gestión Los resultados obtenidos por el estudio presentan un gran desafío. Por una parte, existe un número importante de especies en los distintos grupos de organismos que se encuentran en estados de conservación “ Vulnerable” y “En Peligro”.Por otra parte, los sitios prioritarios son unidades territoriales fundamentales para conservar paisajes, ecosistemas y especies en toda la Región. Reconocer oficialmente los sitios prioritarios para que la administración del Estado los incorpore en las políticas públicas de la Región. Los sitios prioritarios propuestos en este volumen, representan ecosistemas y paisajes muy diversos, y tienen una probabilidad de incluir

poblaciones de la mayoría de las especies que están en una condición de amenaza.

Revisar el estado de conservación de las especies cada quinquenio, y de los sitios prioritarios cada una década, tiempo adecuado para evaluar los cambios en el riesgo de extinción de especies y cambios en la calidad de los sitios prioritarios, respectivamente. Incorporar en la estrategia regional de conservación de la biodiversidad, un fuerte énfasis público-privado. Las instituciones del Estado deben liderar dicha estrategia que facilite la participación del sector privado.

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