Manos Misioneras, tercer número de la Publicación de la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo

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Manos

Misioneras

Delegación de Misiones de Toledo www.misionestoledo.org

Diciembre 2012 – Número 3 Publicación Mensual

Toledo Misionero

La Delegación de Misiones de Toledo celebra la Navidad con los misioneros y todos los amigos de la misión “No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre.” Evangelio de Lucas (2, 10-12) Desde la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo, y todo su equipo de voluntarios y amigos, queremos decir a todos los misioneros y misioneras de Toledo: ¡FELIZ NAVIDAD! y ¡GRACIAS! Feliz Navidad porque todos unidos rezamos para que el Niño Dios los colme de bendiciones, con la seguridad que en estos Santos Días encontraremos una renovada alegría e impulso para seguir trabajando desde el espíritu misionero. Y GRACIAS porque nuestros misioneros y misioneras son el fiel reflejo del espíritu misionero de esta Archidiócesis de Toledo. Son ellos los que llevan el mensaje de Cristo hasta los confines del mundo y las fronteras de la humanidad. Son ellos, nuestros misioneros, los que en esta Navidad se convierten en una renovada presencia para trabajar entre todos por la Misión. Por ello, la Delegación de Misiones de Toledo desea una Feliz Navidad a todos los misioneros y amigos de la misión.

¡Don Braulio, felicidades! En el 25 Aniversario de la Ordenación Episcopal de nuestro Arzobispo Don Braulio Rodríguez Plaza, la Delegación de Misiones, en nombre de todos sus misioneros y misioneras, voluntarios y amigos de la misión, quiere transmitir al Sr. Arzobispo su más sincera felicitación en este aniversario. Todos los misioneros se unen a la “expresión de gozo y agradecimiento al Señor por el inmenso don recibido para el servicio de su Iglesia” por don Braulio.


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¡Gracias Moyobamba!, por el Padre Javier Salazar Sanchis El pasado 9 de octubre llegué, una vez más, a Perú. Hoy, cuando leáis este artículo estaré regresando. Durante dos meses he impartido las clases de Derecho Canónico II y Derecho Parroquial a los ocho teólogos del seminario mayor de San José, dos de ellos Diáconos. Esta no es la primera vez, ni espero que la última. En el año 2007, fui enviado al mismo lugar y con la misma misión. Fueron dos meses y medio inolvidables, con Semana Santa incluida y celebrada en varias comunidades. Hoy, esos alumnos ya son sacerdotes (Roque, Gaston, Victor, Rober, Manuel) o lo serán el próximo día 9 de Marzo (Augusto) junto a mis dos alumnos Diáconos de este curso (Henry y Johny). En el 2010, embarqué nuevamente camino de Lima. En esta ocasión mi viaje no fue como el anterior, en el que estuve dando clases de canónico a los teólogos del seminario de Moyobamba. En esta ocasión mi cometido durante estas cinco semanas en las que estuve en la Prelatura fue formar a los sacerdotes para que pudiera asesorar a los fieles para poder discernir entre un posible fracaso matrimonial y una posible nulidad, y si este fuera el caso, pudieran instruir el proceso para remitirlo al Tribunal correspondiente para su sentencia, que en este caso es Trujillo. En pocos meses podrá formarse en Moyobamba un Tribunal Eclesiástico, una vez que regrese de nuevo a Moyobamba el Padre José Fernando tras concluir sus estudios de Derecho Canónico en Valencia. Han pasado los aňos, han cambiado algunas personas pero la ilusión, el trabajo, la dedicación sigue siendo la misma, sin olvidar su formación pastoral y espiritual; retiro mensual, formación permanente, ejercicios espirituales. También siguen siendo las mismas las necesidades, las almas tienen hambre, hambre de pan pero sobre todo de la Palabra de Dios, por eso toda la ayuda que se reciba siempre será bienvenida, económica (se necesitan hermanamientos), humana (sobre todo sacerdotes) y espiritual (grupos de oración por las misiones en las parroquias, como las que se han creado en Argés, Santos Justo y Pastor de Toledo o en Villaseca). Cuando uno sale de su ambiente donde todo es tan fácil y se encuentra con esta sociedad en la que falta lo más necesario, se da cuenta que todavía queda mucho por hacer. Es cierto que a los pobres siempre les tendremos pero también es cierto que cada uno debe hacer lo que pueda para vivir las bienaventuranzas. Ese “darle vosotros de comer”, no sólo referido al cuerpo por supuesto, es un

mandato al que cada uno de nosotros hemos de responder en la medida de nuestras posibilidades. Todos, y yo el primero, podemos y debemos hacer más por la misión ad gentes, no podemos quedarnos cruzados de brazos ante tanta gente que nos está gritando tengo hambre y sed, material y de Dios. No todos podrán dejar sus casas, sus familias, sus trabajos, sus comodidades ,etc. pero, sí todos, podemos y debemos responder a la pregunta y yo que puedo hacer?. Se valiente y verás cómo Dios te da más de lo que te quita. Es mucho lo que se hace por nuestros misioneros de Moyobamba y Lurin, entre otros, pero es mucho lo que se puede seguir haciendo. No olvidemos nuestra labor misionera. Seamos todos misioneros. Respaldemos y respondamos con toda generosidad, con toda amplitud a la llamada que Dios nos dirige. Apoyemos a todas esas personas que se comprometen con obras y con hechos ciertos a construir un mundo mejor. Algunos podrán hacerlo económicamente, pero todos tenemos que hacerlo con las oraciones, con la solidaridad, con el corazón y el acompañamiento espiritual a todos aquellos que día a día anuncian a Jesucristo. Queda todavía mucho por hacer y todos tenemos una gran responsabilidad para que esta misión, encomendada por la Santa Sede a la Diócesis de Toledo, salga adelante. Todos podemos colaborar. Todos podemos poner nuestro granito de arena. Todos somos necesarios aunque no pisemos nunca la Misión. Infórmate en la Delegación de misiones o en tu Parroquia sobre las necesidades de la Prelatura de Moyobamba y colabora. Que nuestra madre la Virgen bendiga a todos y cada uno de los misioneros y misioneras que van anunciando la fe por tantos lugares del mundo y nos ayude a nosotros a ser auténticos misioneros en este año de la fe.


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Padre Christopher Hartley Sartorius: “la injusticia social que yo conocí fue la de la pobreza sin ausencia de medios” El toledano Palacio de Benacazón acogió la presentación del libro “Esclavos en el Paraíso” del escritor Jesús García, que narra la historia en los bateyes dominicanos del misionero diocesano toledano Padre Christopher Hartley Sartorius. El acto de presentación, que ha contado con la colaboración de la Fundación Caja Castilla – La Mancha y la Editorial LibrosLibres, ha estado organizada por la Delegación de Misiones de Toledo y la Fundación EUNTES – Toledo para el mundo, dentro de las actividades de acompañamiento que desarrollan con todos los misioneros diocesanos, religiosos y seglares, para dar a conocer el trabajo que desarrollan en todo el mundo. No son héroes, ¡son misioneros! Por ello, el Delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, ha señalado como en estos días, con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones, ha recordado “el papel y el trabajo de nuestros misioneros. Su compromiso y vocación. Su trajo y acción. Su responsabilidad y labor”, destacando el ejemplo de las manos misioneras en el mundo, porque, según ha afirmado López Muñoz, “son manos de justicia, de igualdad, del Evangelio, en definitiva, manos que son de Jesucristo”. En ese sentido, Jesús López ha realizado una afirmación clara y rotunda, “¡los héroes no existen! Sí, no os extrañéis y preguntad a los niños y niñas de diferentes colegios. Con ellos compartimos una jornada de animación misionera y precisamente acabábamos con una pregunta: ¿existen los héroes? No. Los héroes no existen, porque aquellos que han volado a miles de kilómetros para estar con los necesitados y llevar un mensaje al mundo no son héroes, son ¡misioneros!”. Ha recordado también el Delegado de Misiones la presentación de “Esclavos en el Paraíso” del Cardenal Cañizares, en el que señala que “quien recorra este libro y lo que en él se refleja no se encontrará aquí con un héroe: mi buen y querido amigo y hermano, Christopher. Se encontrará sencillamente con un hombre de Dios, un siervo y servidor, fiel y cumplidor, del Señor, que con toda sinceridad no busca otra cosa que cumplir su voluntad: decir que los hombres, los más necesitados, los pobres, los que sufren, participen de su ternura infinita, de su eterna misericordia, su cercanía extrema. Que tengan parte en su salvación que afecta a la totalidad de la persona, y que sólo se halla en esa unión con el Señor”. Además ha señalado que “este libro nos dice de manera sustancial, viva y estimulante, qué es eso de la Nueva Evangelización y cómo se lleva a cabo”. Finalmente ha querido agradecer la presencia del misionero Christopher Hartley en Toledo, asegurando que el libro provocará un cambio en los corazones, porque, ya escribió Christopher desde la República Dominicana, que “deseaba que la gente cambiara su corazón”. Y en esta presencia Jesús López ha querido agradecer y recordar el trabajo de todos los misioneros y misioneras de Toledo, 164 actualmente, “que día a día hacen de este mundo más justo e igualitario, desde la Caridad y la Palabra”.


Manos Misioneras El Misionero Christopher Hartley Sartorius se reencuentra con Toledo Los más de 200 toledanos presentes en el acto esperaban con emoción contenida las palabras del misionero diocesano Christopher Hartley Sartorius. Un gran silencio acompañaba la sala como nunca antes había ocurrido en el Palacio de Benacazón. Pero fue unas horas antes donde Christopher se encontró con otro silencio, el que llenaba la Iglesia del Seminario de Santa Leocadia. Allí llegó buscando el encuentro con el que es, como afirmó durante la presentación, “padre de mi alma y Cristo de los gitanos de Toledo”. Nos referimos al encuentro y oración que mantuvo frente al mármol de la tumba de D. José Rivera, “Siervo de Dios que me modeló en la oración”, como lo hicieron la Madre Teresa de Calcuta y otros grandes maestros sacerdotes de Toledo como el Padre Mendizábal, don Baldomero Jiménez Duque y otros grandes nombres. Christopher en ese silencio de oración, arrodillado junto al arco de sillería mudéjar, quedó junto a D. José Rivera como si fuera una más de aquellas tardes de dirección espiritual, aquellas direcciones espirituales que cambiaron y modelaron a cientos de sacerdotes y laicos toledanos, y estando ahí recobró muchas de las vivencias que luego compartiría durante la presentación del libro. Pero además, tuvo palabras de gratitud para la Diócesis de Toledo, “mi diócesis”, para el Arzobispo de Toledo, “Don Braulio, mi Obispo, con el que he tenido un encuentro para compartir mi trabajo como misionero”, y para la Delegación de Misiones y su equipo de voluntarios y trabajo, que ha organizado el acto de presentación en Toledo. El misionero diocesano toledano afirmó que “allá donde haya una sola persona, allí está mi ministerio. Cuando me hice sacerdote no me confiaron solo almas, sino personas”, y vinculado a sus vivencias en los bateyes dominicanos, destaca que “cuando me di cuenta así de que era responsable de estas personas en su totalidad. De su alma, sí, y de su cuerpo también. Cuando me di cuenta de esto, el Evangelio empezó entonces a florecer, a reverdecer en mi vida”. Recordó el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo, entre los versículos 35 y 46, ante lo que Christopher afirma que “cuando lo leo, veo que pone agua, comida y ropa. No puede ser ni más tangible ni más material”. Hartley Sartorius narró los difíciles momentos que vivió en República Dominicana, por defender los derechos laborales, la justicia social y la dignidad humana, pero afirmó que “al final de mi etapa en República Dominicana, cuando peor estaban las cosas, menos miedo tenía. Ya me daban igual los anónimos, las amenazas de muerte y lo que fuese. Apedreaban mi casa conmigo dentro y a mí me daba igual. A mí el miedo nunca me impidió hacer las cosa que tuviera que hacer. Esto lo digo no porque me crea perfecto, sino como ejemplo de que el amor puede al miedo. Si he dejado de hacer cosas ha sido por pereza, por error, por enfado o por lo que fuera, pero no por miedo”. Por eso, y porque juró que lucharía hasta el final para acabar con las condiciones de injusticia y esclavitud de los bateyes dominicanos, denunció públicamente al gobierno de la República Dominicana y a las empresas azucareras, con la misma fuerza que aquel 28 de enero del año 2000, en el que, ante el que fuera en ese momento el presidente de la República Dominicana, dijera: “se dé cuenta o no, está usted en la antesala del infierno. Mire a su alrededor y vea estas extensiones interminables de caña. Caña que ha florecido abonada por la sangre, el sudor y las lágrimas de pobres hombres dominicanos y haitianos a la par. Tan inmensos como son estos cañaverales, son las miserias, los sufrimientos y el abandono de las gentes que por entre sus interminables carriles de barro, polvo y lodo deambulan cada día, rebuscando un miserable pedazo de pan”, afirmando que “los pobres no somos una auditoria, ni una estadística, ni un porcentaje. Los pobres tenemos un nombre y un rostro, el de Jesús de Nazaret clavado en el madero de la cruz, una cruz hecha de caña, de lodo y de barro. Ser pobre es horroroso. Repito, ser pobre es horrible, [por lo que] no son los discursos oficiales sino los hechos concretos que nos ayudarán a salir de nuestra pobreza”. Christopher Hartley Sartorius, expulsado de la República Dominicana en el año 2006, sigue luchando con la misma fuerza y radical fuerza que estas palabras transmiten. Sigue estando al lado de los haitianos y dominicanos para recordar la fuerza de la justicia social que radica en el Evangelio de Cristo, verdadero protagonista de sus denuncias. Este misionero diocesano, ordenado por Juan Pablo II y cuya madre espiritual fuera la Madre Teresa de Calcuta, lleva impregnada la lucha para recordar la dignidad humana de los pobres de los más pobres. Y esto lleva a denunciar, una vez más, que aún en el siglo XXI existen los “Esclavos en el Paraíso”.

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"Los pobres no pueden esperar, es necesaria la solidaridad" En el Día Internacional del Voluntariado, que se celebra cada 5 de diciembre, la Fundación EUNTES - Toledo para el Mundo ha presentado la iniciativa solidaria "Cocidos misioneros y solidarios con los niños del Perú", que en colaboración con el Café Bar Legendario se realizará en Toledo, con el objetivo de financiar un proyecto de intervención social en Villa El Salvador (Lurín, Perú), que permitirá la puesta en marcha de un Comedor Infantil para niños en esa zona peruana. Una presentación en la que se han dado cita el Vicario General del Arzobispado de Toledo, D. Ángel Fernández Collado, el Delegado de Misiones y Vicepresidente de la Fundación EUNTES - Toledo para el Mundo, D. Jesús López Muñoz, el Director de la Fundación EUNTES, D. Francisco Villacampa, así como el propietario del Café Bar Legendario, D. Juan Carlos Isabel Crespo, además de colaboradores de la Delegación de Misiones y Misioneros, como el Padre Mariano Merchán. El Director de la Fundación EUNTES, D. Francisco Villacampa, ha señalado que para el proyecto, que ha sido "largamente preparado", se ha contado con información directa "de los misioneros que tenemos trabajando allí o que marchan a la misión ocasionalmente". Además, ha querido destacar que podemos apoyar la labor misioenra de la diócesis de Toledo "garbanzo a garbanzo, con cocidos que sirven para dar de comer a niños". De igual modo, también ha querido "agradecer - en este día del voluntariado a muchos voluntarios, colaboradores o simpatizantes de la labor misionera de Toledo en el mundo que hacen promoción de esta iniciativa y de otras en este ámbito, especialmente por redes sociales y correo electrónico". Compartir y plasmar la solidaridad en nuestras vidas Por su parte, el Vicario general del Arzobispado de Toledo, D. Ángel Fernández Collado, en nombre del Arzobispo de Toledo, D. Braulio Rodríguez Plaza, ha querido destacar la fuerza y el mensaje de esta iniciativa solidaria de la Fundación EUNTES, que

no es otra que la capacidad de "compartir en estos momentos donde la solidaridad es la expresión viva de una caridad y entrega con los otros". En ese sentido, ha querido poner especial énfasis en lo que significa apoyar y compartir con un pequeño gesto con el trabajo que desarrollan los misioneros toledanos, recordando, por otra parte, que para este tipo de iniciativas son necesarias las ayudas de empresas, instituciones públicas y personas que contribuyen en una firme ayuda a las misiones. También ha querido destacar el apoyo del Arzobispado de Toledo a estas iniciativas solidarias, que expresan y transmiten un claro mensaje del vivo ejemplo de los cristianos en estos momentos de incertidumbres y dudas. Algo en lo que ha redundado el Delegado de Misiones y Vicepresidente de la Fundación EUNTES - Toledo para el mundo, D. Jesús López Muñoz, que ha afirmado que "los pobres no pueden esperar, es necesaria la solidaridad". Para ello, ha transmitido y ha querido manifestar de manera particular lo que significa la promoción social del proyecto que se presenta pero, sobre todo, la acción social que radica en la misión, recordando, en esa línea, a todos los misioneros y misioneras de la Archidiócesis de Toledo, así como todas aquellas personas que apoyan la labor de la Delegación de Misiones y de la Fundación EUNTES. Cada miércoles un cocido, en cada cocido la solidaridad: un cocido que cambia el mundo Finalmente, el propietario del Café Bar Legendario, D. Juan Carlos Isabel Crespo, ha querido destacar que este cocido en sí ya es una novedad, porque no se limita a un único cocido, sino que mantendrá continuidad todos los miércoles en el Café Bar Legendario, destacando que el "50% de lo recaudado irá a financiar el proyecto", añadiendo que "es cierto que vivimos tiempos difíciles, también para nosotros, pero entre todos y apostando por la solidaridad ayudaremos a que este proyecto sea una realidad". Proyecto que servirá para poner en marcha un comedor infantil que tiene como objetivo proporcionar un refuerzo alimenticio a niños residentes en la urbanización Pachacamac, en Villa El Salvador, un distrito al sur de Lima, capital de Perú, una zona con una situación muy alta de vulnerabilidad social y pobreza.


Manos Misioneras Publicación editada por la Delegación de Misiones de Toledo y la Fundación EUNTES – Toledo para el Mundo Dirección y Edición Jesús López Muñoz Delegado de Misiones Francisco Villacampa Director Fundación EUNTES Coordinador Fernando Redondo Benito Secretaría Marisa López Sánchez Dirección C/ Arco de Palacio, 3 45002 – Toledo Teléfono 925224100 (Ext. 163) Correo Electrónico toledo@omp.es

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En esta Navidad... nuestros misioneros y misioneras nos felicitan El Padre Ildefonso Escribano, que está en Brasil desde hace ya 52 años como misionero toledano, nos envia su saludo y felicitación Navideña, y además nos dice que vive “en una de las favelas de Río de Janeiro de las que ciertamente habréis oido hablar. Son barrios periféricos y pobres donde existen comunidades de fe vivas y fervorosas, pero también son el submundo del crimen y del tráfico de la droga. Vivimos pobremente como testigos fieles del evangelio en medio de inmensos desfíos apoyados en la fé que es la fuerza que vence al mundo. Se esta preparando con mucha alegría y optimismo el próximo encuentro de jóvenes con el Papa. Supongo que ya conoceréis el videoclip del himno oficial del encuentro. Es bonito y bastante expresivo. Hay mucha expectativa y esperanzas.” Acaba haciendo llegar un fuerte abrazo desde la misión. El Padre Ángel Luis Lorente, nos escribe desde México, agradeciendo a “todos los que trabajan por nosotros y con nosotros desde la sede de Misión diocesana”. Además, recuerda a la Virgen de Guadalupe y traslada un “saludo de México y Nuestra Madre del Cielo”. Nos dice que “Ella que inspiró la primera evangelización de este contienente, sea ahora también la referencia de la Nueva Evangelización”. El Padre Alfonso de Juan Peñalosa SJ, nos escribe y dice “Muchas gracias por vuestras oraciones y ayuda al trabajo apostólico misional. Con mis oraciones y votos por la benevolencia de Nuestro Señor para todo el mundo, para vosotros, para los benefactores, y para la iglesia toledana que crezca en vigor y excelencia de virtudes”. La Hermana María Velasco nos desea una “Fiesta Feliz y que el Niño que nace os colme de Sus Gracias y Bendiciones. Os deseo un buen trabajo en favor de las Misiones y de los más necesitados”. El Padre Marciano Alba Martínez, nos escribe desde Argentina, transmitiendo, además de su felicitación navideña, un deseo de que “sigamos pidiendo para que, en este Año de la Fe, broten más semillas misioneras que estén dispuestos a gastar su vida, en el nombre del Señor Jesús, en el lugar donde Él nos crea más necesarios”. También nos hace particípes y comparte su bendición misionera para todos los amigos de la Misión de Toledo y de Manos Misioneras, recordando el lema de la Paz 2013: “Seamos bienaventurados, buscando siempre la Paz”. Y de ese modo nos dice ¡Feliz Navidad y Año Nuevo 2013!


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