circulares, sino que habrán de ser elípticas. La segunda ley señala el movimiento angular de las órbitas. Pero es la tercera la que consigue enlazar en un sistema todos los planetas. Sólo a partir de Kepler puede hablarse de un “sistema solar”. La tercera ley es denominada, con justicia, ley de armonía del movimiento planetario.
7.- GALILEO GALILEI ((1564-1642) Nace en Pisa en 1564 (año en que muere Miguel Angel), y muere en Arcetri en 1642 (año en que nace Newton), lo que no deja de ser un buen argumento para quienes creen en la transmigración
de
las
almas.
Estudia
medicina
en
la
Universidad de Pisa, pero pronto empieza a centrarse en las matemáticas. Se cuenta que las oscilaciones de una lámpara en la catedral le llevaron a descubrir la isocronía pendular. Habiendo oído que en Holanda se ha descubierto un telescopio (el descubridor fue Hans Lippershey), construye él mismo uno, con treinta aumentos, descubriendo las manchas lunares y los satélites de Júpiter. Inventor del barómetro y el termómetro, puso las bases para el descubrimiento del reloj de péndulo. Contribuyó activamente a engrosar el Índice de los Libros Prohibidos, siendo condenado en 1633 a abjurar de sus teorías científicas. Sin embargo, su fama seguramente continuará mientras la Tierra se mueva en torno al Sol (nadie luchó tanto por esta teoría). Galileo acepta las teorías de Copérnico y Kepler y se propone llevar a cabo la matematización total del Universo. “El libro de la naturaleza –dice- está escrito en lenguaje matemático y sus caracteres son figuras geométricas”. Su obsesión por matematizar el Universo, característica propia de la ciencia moderna, también le lleva a decir: “mide lo que se pueda medir, y lo que no se pueda medir, hazlo medible.” De Galileo merece destacarse su método compositivo y resolutivo
(1.
Abstraer
aquellos
elementos
que
son
fundamentales para la resolución del problema; 2. Componer una hipótesis matemática de la que se deduzcan una serie de
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