Revista sindrome 4 2012

Page 1



Editores en Jefe Julio Acosta (Venezuela) Manuel Velasco (Venezuela)

Editores

Editor Ejecutivo Luis Alejandro Rodríguez (Venezuela) Editores Asociados Carlos Feldstein (USA) Celso Amodeo (Brazil) Giuseppe Crippa (Italia) Luis Alcocer (México) Zafar Israili (USA)

Sumario

Volumen 2, Nº 4, 2012

Comité Editorial Anselmo Palacios (Venezuela) Carlos Ferrario (USA) Douglas Urbina (Venezuela) Henry Parada (Venezuela) Eduardo Morales Briceño (Venezuela) Efraín Sukerman (Venezuela) Elsy de Roa (Venezuela) Freddy Contreras (Venezuela) Iván Soltero (Venezuela) José Bognano (Venezuela) José R. Gómez Mancebo (Venezuela) Juan Colan (Venezuela) Luis Brunetti (Venezuela) Luis Chacín (Venezuela) Luis Juncos (Argentina)

Luis López Gómez (Venezuela) Luis Magaldi (Venezuela) María Cristina de Blanco (Venezuela) María Inés Marulanda (Venezuela) Mary Lares (Venezuela) Melchor Álvarez De Mont (España) Nelson Simonovis (Venezuela) Oswaldo Obregón (Venezuela) Patricio López Jaramillo (Colombia) Pedro Monsalve (Venezuela) Peter Bolli (Canadá) Rita Pizzi (venezuela) Tomás Sanabria (Venezuela) Valmore Bermúdez (Venezuela) Yubisaly López (Venezuela)

Estimación de los niveles de actividad física en pacientes con diabetes tipo 2 que asisten al centro de investigaciones endocrino – metabólicas “Dr. Félix Gómez” Maracaibo - estado Zulia Estimating levels of physical activity in patients with type 2 diabetes attending the endocrine research center - metabolic “Dr. Félix Gómez “Maracaibo - Zulia state Edwin Morales, Wheeler Torres, José Mejías, Milagros Rojas, Mervin Chávez-Castillo, Luis Olivar, Vanessa Apruzzese, Valeria Lander, Roberto Añez, Joselyn Rojas, Valmore Bermúdez.

79

Estimación del grado de actividad física en la población estudiantil de la unidad satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR), Casigua El Cubo, estado Zulia - Venezuela Physical activity estimation in students from the Universidad Experimental Sur del Lago, Casigua el Cubo, Zulia state, Venezuela. Edgar Alviarez, Jessenia Morillo, Roberto Añez, Joselyn Rojas, Valmore Bermúdez,

86

Prevalencia de obesidad y su asociación con la actividad física en el personal del área administrativa de una empresa petroquímica del estado Zulia Prevalence of obesity and its association with physical activity on the staff of the administrative area of ​​a petrochemical company in the state of Zulia Rigoberto Arandia, Roberto Añez, Joselyn Rojas, Valmore Bermúdez.

COPYRIGHT Derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de todo el material contenido en la revista sin el consentimiento por escrito de los editores. Volumen 2, Nº 4, 2012 Depósito Legal: pp201102DC3672 ISSN: 2244-7261 www.revistasindrome.com E-mail: slsindrome@gmail.com Dirección: Escuela de Medicina José María Vargas Cátedra de Farmacología, piso 3. Esq. Pirineos. San José. Caracas-Venezuela. Telfs. 0212-5619871/0212-565.1079/ Cel. 0414-1361811 manuel.veloscom@gmail.com / veloscom@cantv.net Comercialización y Producción: Felipe Alberto Espino Telefono: 0212-8811907/ 0416-8116195 / 0412-3634540 E-mail: felipeespino7@gmail.com Diseño de portada y diagramación: Mayra Gabriela Espino Telefono: 0412-922.25.68 E-mail: mayraespino@gmail.com

93



Instrucciones a los Autores ALCANCE Y POLÍTICA EDITORIAL La revista Síndrome Cardiometabólico es una publicación biomédica periódica, arbitrada, de aparición trimestral, destinada a promover la productividad científica de la comunidad nacional e internacional en toda el área del Sistema Cardiovascular y Metabólico, la divulgación de artículos científicos y tecnológicos originales y artículos de revisión por invitación del Comité Editorial; así como todas aquellas publicaciones vinculadas a la medicina práctica en esta área. Su objetivo fundamental es la divulgación de artículos científicos y tecnológicos originales y artículos de revisión por invitación del Comité Editorial, asimismo, se admiten informes de investigaciones de corte cualitativo o cuantitativo; todos deben ser trabajos inéditos, no se hayan sometidos o hayan publicados en otra revista. El manuscrito debe ir acompañado de una carta solicitud firmada por el autor principal y el resto de los autores responsables del mismo. Está constituida por un Comité de redacción, organizado por Editor en Jefe, Editores ejecutivos y Comité Editorial. Los manuscritos que publica pueden ser de autores nacionales o extranjeros, residentes o no en Venezuela, en castellano o en ingles (los resúmenes deben ser en ingles y castellano). Esta revista está incluida en las bases de datos de publicaciones científicas en salud: ELSEVIER DRJI (Directory of Research Journal Indexing) CLaCaLIA (Conocimiento Latinoamericano y Caribeño de Libre Acceso) EBSCO Publishing PERIÓDICA (Índices de Revistas Latinoamericanas en Ciencias) REVENCYT (Índice y Biblioteca Electrónica de Revistas Venezolanas de Ciencias y Tecnología) Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias (Universidad Nacional Autónoma de México) LIVECS (Literatura Venezolana de Ciencias de la Salud) SABER UCV A tales efectos, los manuscritos deben seguir las instrucciones siguientes: a.- Todo el proceso de revisión, edición y publicación se realiza vía correo electrónico y a través de la red, permitiendo de esta manera agilizar la edición, y que un amplio público pueda acceder de manera rápida y gratuita. b.- Los trabajos deben ser enviados como archivo en formato MS Word u openoffice no comprimido adjunto a un mensaje de correo electrónico en el que deben figurar: Los nombres y apellidos completos de todos los autores y el título del trabajo, el correo electrónico y dirección postal del autor de contacto. Después de haber recibido el trabajo enviaremos un correo electrónico como acuse de recibo. Orientaciones para la publicación Para la publicación de trabajos científicos en la revista Síndrome Cardiometabólico, los mismos estarán de acuerdo con los requisitos originales para su publicación en Revistas Biomédicas, según el Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas (Arch. lntern. Med. 2006:126(36):1-47), www.icmje.com. Además, los editores asumen que los autores de los artículos conocen y han aplicado en sus estudios la ética de experimentación Internacional, como es el caso de la Convención de Helsinki. En el caso de estudios clínicos hechos en Venezuela, debe mencionarse en la sección correspondiente a selección del paciente, si el estudio se realizo en apego a la Convención de Helsinki, Ley del ejercicio de la medicina y Normas de Investigación Clínica del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, con el consentimiento informado y la aprobación del comité de ética correspondiente. Se aceptan como idiomas el español, francés, portugués e inglés. Los trabajos no deben pasar de un total de 25 páginas de extensión. Se debe revisar el trabajo eliminando todos los formatos ocultos innecesarios. Al comienzo del trabajo se debe incluir, y por este orden: título, autores, afiliación, dirección electrónica, resumen de no más de 200 palabras y listado de palabras clave. A continuación, en el caso de que el idioma no sea el inglés, versión en esta lengua del título (Title), resumen (Abstract) y palabras clave (Key words). Las referencias a artículos o libros figurarán en el texto, entre paréntesis, indicando el apellido del autor/a o autores/as y el año de edición, separados por una coma. Configuración de página Mecanografiar original a doble espacio, papel bond blanco, 216 x 279 mm (tamaño carta) con márgenes, Margen superior 2,4.Márgenes inferior, izquierdo y derecho 3. Encabezado 1,4. Pie de página 1,25. Sin citas a pie de página, en una sola cara del papel. Usar doble espacio en todo el original. Su longitud no debe exceder las 10 páginas, excluyendo el espacio destinado a figuras y leyendas (4-5) y tablas (4-5). Formato texto - Cada uno de los componentes del original deberá comenzar en página aparte, en la secuencia siguiente: a. Página del título. b. Resumen y palabras claves. c. Texto. d. Agradecimientos. e. Referencias. f. Tablas: cada una de las tablas en páginas apartes, completas, con título y llamadas al pie de la tabla. g. Para la leyenda de las ilustraciones: use una hoja de papel distinta para comenzar cada sección. Enumere las páginas correlativamente empezando por el título. El número de la página deberá colocarse en el ángulo superior izquierdo de la misma. La página del título deberá contener: - Título del artículo inglés y español, conciso pero informativo. a. Corto encabezamiento de página, no mayor de cuarenta caracteres (contando letras y espacios) como pie de página, en la página del título con su respectiva identificación. b. Primer nombre de pila, segundo nombre de pila y apellido (con una llamada para identificar al pie de página el más alto grado académico que ostenta, lugar y país actual donde desempeña sus tareas el(los) autores. c. El nombre del departamento (s) o instituciones a quienes se les atribuye el trabajo. d. Nombre y dirección electrónica del autor a quien se le puede solicitar separatas o aclaratorias en relación con el manuscrito. e. La fuente que ha permitido auspiciar con ayuda económica: equipos, medicamentos o todo el conjunto. f. Debe colocarse la fecha en la cual fue consignado el manuscrito para la publicación. - La segunda página contiene un resumen en español y su versión en inglés, cada uno de los cuales tendrá de no más de 250 palabras. En ambos textos se condensan: propósitos de la investigación, estudio, método empleado, resultados (datos específicos, significados estadísticos si fuese posible) y conclusiones. Favor hacer énfasis en los aspectos nuevos e importantes del estudio o de las observaciones. Inmediatamente después del resumen, proporcionar o identificar como tales: 3-10 palabras claves o frases cortas que ayuden a los indexadores en la construcción de índices cruzados de su artículo y que puedan publicarse con el resumen, utilice los términos del encabezamiento temático (Medical Subject Heading) del lndex Medicus, cuando sea posible. - En cuanto al texto, generalmente debe dividirse en: introducción, materiales y métodos, resultados y discusión. Agradecimientos, sólo a las personas que han hecho contribuciones reales al estudio.

Figuras, tablas y cuadros - Deben ir centradas y dejar un espacio anterior 12. - Pies: Arial 10 normal justificada. Interlineado sencillo. Sangrado especial primera línea 0,50 cm. Espacio anterior 6 y posterior 12. No utilizar abreviaturas (Ejemplo Fig. 1 ó Tab. 1) sino palabra completa (Ejemplo Figura 1 ó Tabla 1). - Las tablas no deben ocupar más de una página, en caso de necesitar más espacio dividirla en varias y si no es posible incluirla como anexo. - Las figuras tipo imagen deben ser en formato JPG, PNG ó GIF con una resolución mínima aceptable que permita ver claramente su contenido. - Cuando se quiera presentar una sola figura a partir de varios cuadros de texto, seleccione los objetos y agrúpelos. - Es recomendable incluir en el manuscrito una hoja de leyendas de cada figura. Si se trata de microfotografías, citar la magnificación al microscopio ej. 50X y la técnica de coloración empleada. - La publicación de fotografías de pacientes identificables no esta permitida por razones éticas; enmascarar para que no sean identificables los pacientes. Ilustraciones: Deben ser de buena calidad; entregarlas separadas; las fotos, en papel brillante con fondo blanco, generalmente 9 x 12 cm. Las fotografías de especimenes anatómicos, o las de lesiones o de personas, deberán tener suficiente nitidez como para identificar claramente todos los detalles importantes. En caso de tratarse de fotos en colores, los gastos de su impresión correrán a cargo del autor(s) del trabajo. Lo mismo sucederá con las figuras que superen el número de cuatro. - Todas las figuras deberán llevar un rótulo engomado en el reverso y en la parte superior de la ilustración indicando número de la figura, apellidos y nombres de los autores. No escribir en la parte posterior de la figura. Si usa fotografía de personas, trate de que ésta no sea identificable o acompañarla de autorización escrita de la misma. Las leyendas de las ilustraciones deben ser mecanografiadas a doble espacio en página aparte y usar el número que corresponde a cada ilustración. Cuando se usen símbolos y fechas, números o letras para identificar partes en las ilustraciones, identifíquelas y explíquelas claramente cada una en la leyenda. Si se trata de microfotografía, explique la escala e identifique el método de coloración. Para el envío - Envíe un original inédito y dos copias impresas en un sobre de papel grueso, incluyendo copias fotográficas y figuras entre cartones para evitar que se doblen, simultáneamente envíe una versión electrónica en CD o a través del E-mail: slsindrome@gmail.com, indicando el programa de archivo. Las fotografías deben venir en sobre aparte. Los originales deben acompañarse de una carta de presentación del autor en la que se responsabiliza de la correspondencia en relación a los originales. En ella debe declarar que conoce los originales y han sido aprobados por todos los autores; el tipo de artículo presentado, información sobre la no publicación anterior en otra revista, congresos donde ha sido presentado y si se ha usado como trabajo de ascenso. - Acuerdo de asumir los costos de su impresión en caso de fotos a color, autorización para reproducir el material ya publicado o ilustraciones que identifiquen a personas. - Cuando se refiere a originales, queda entendido que no se enviará artículo sobre un trabajo que haya sido publicado o que haya sido aceptado para su publicación en otra revista. - Todos los trabajos serán consultados por lo menos por dos árbitros en la especialidad respectiva. - La revista Síndrome Cardiometabólico, no se hace solidaria con las opiniones personales expresadas por los autores en sus trabajos, ni se responsabiliza por el estado en el que está redactado cada texto. - Todos los aspectos no previstos por el presente reglamento serán resueltos por la Junta Directiva de la Revista. Referencias - Las referencias serán individualizadas por números arábicos, ordenados según su aparición en el texto. La lista de referencias llevará por título “Referencias” y su ordenamiento será según su orden de aparición en el texto. Para su elaboración usar el sistema Internacional. - Las citas de los trabajos consultados seguirán los requisitos de uniformidad para manuscritos presentados a revistas Biomédicas, versión publicada en: Ann lntern Med. 2006; 126(36): 1-47, www.icmje.com. No se aceptarán trabajos que no se ajusten a las normas. Las mismas aparecerán al final del artículo y deberán ajustarse al siguiente formato: Libros: Apellido, Iníciales del nombre. (Año de publicación). Título en letra cursiva. Ciudad: Editorial. Cheek, D.A. (1992). Thinking constructively about Science, Technology, and Society education. New York: State University of New York Press. Capítulos de libros: Apellido, Iniciales del nombre. (Año de publicación). Título del capítulo. En Inicial del nombre, Apellido del editor (Ed.), Título del libro en letra cursiva (páginas que comprende el capítulo). Ciudad: Editorial. Solomon, J.P. (1989).The social construction of school science. En R. Millar (Ed.), Doing science: Images of science in science education (pp. 126-136). New York: Falmer Press. Artículos de revistas: Apellido, Iniciales del nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Nombre de la revista en letra cursiva, volumen, número, páginas. Rubba, P.A. y J.A. Solomon (1989). An investigation of the semantic meaning assigned to concepts affiliated with STS education and of STS Intructional practices among a sample of exemplary science teachers. Journal of Research in Science Teaching, 4, 26, 687-702. Para cualquier consulta relacionada con el formato de los trabajos dirigirse al editor. Proceso de revisión Los trabajos enviados serán revisados anónimamente por dos evaluadores o revisores. No se aceptan trabajos ya publicados anteriormente, tanto en soporte papel como electrónico. Aceptación y publicación Todos los manuscritos aceptados serán publicados tanto impresa como electrónicamente trimestralmente. La salida de cada número será anunciada previamente a los incluidos en la lista de correos de slsindrome@gmail.com. No hay gastos de afiliación, de publicación ni de ningún otro tipo en la revista Síndrome Cardiometabólico. La revista apoya las políticas para registro de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del International Committee of Medical Journall Editors (ICMJE), reconociendo la importancia de esas iniciativas para el registro y divulgación internacional de Información sobre estudios clínicos, en acceso abierto. En consecuencia, solamente se aceptarán para publicación, a partir de 2007, los artículos de investigaciones clínicas que hayan recibido un número de identificación en uno de los Registros de Ensayo Clínicos validados por los criterios establecidos por OMS e ICMJE, cuyas direcciones están disponibles en el sitio del ICMJE. El número de Identificación se deberá registrar al final del resumen.


Estimación de los niveles de actividad física en pacientes con diabetes tipo 2 que

asisten al centro de investigaciones endocrino – metabólicas “Dr. Félix Gómez” Maracaibo - estado Zulia Estimating levels of physical activity in patients with type 2 diabetes attending the endocrine research center - metabolic “Dr. Félix Gómez “Maracaibo - Zulia state Edwin Morales, Lic.1*, Wheeler Torres, BSc2, José Mejías, BSc2, Milagros Rojas, BSc2, Mervin Chávez-Castillo, BSc2, Luis Olivar, BSc2, Vanessa Apruzzese, BSc2, Valeria Lander, BSc2, Roberto Añez, MD2, Joselyn Rojas, MD, MSc2, Valmore Bermúdez, MD, MPH, PhD2 1 Maestrante del Máster en Medicina y Ciencias De la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Alcalá de Henares, España. Director: Dn. Melchor Álvarez de Mon Soto, MD, PhD 2 Centro de Investigaciones Endocrino-Metabólicas “Dr. Félix Gómez” Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Venezuela. Recibido: 20/01/2012

Aceptado: 23/03/2012

RESUMEN

Conclusiones: Los resultados de este trabajo demuestran que no hay diferencias significativas entre los grupos estudiados (AF baja y alta) entre la actividad física total (MET×semana) y las variables antropométrica. Palabras Clave: Actividad Física, Diabetes Mellitus Tipo 2, Sedentarismo, Obesidad, Resistencia a la Insulina.

ABSTRACT Introduction and Objectives: Diabetes mellitus type 2 is a metabolic disorder characterized by hyperglycemia and abnormal lipid profile, represents a serious public health problem, whose numbers are steadily rising. This increase in the prevalence of type 2 diabetes is closely related to high-calorie diets with lower levels of physical activity (PA) , and the increase in the prevalence of overweight and obesity. In our town there is a large

number of people suffering from this condition so that the object of this research is to quantify physical activity levels in type 2 diabetics. Materials and Methods : Transversal study, consisting of 85 type 2 diabetic patients randomly selected aged between 20 and 75 years both sexes and under informed consent attending the Endocrine Research Center

Volumen II. Nº 4. Año 2012

Materiales y Métodos: Estudio de tipo transversal, en el que se seleccionaron 85 pacientes diabéticos tipo 2 de forma aleatoria de aquellos que asisten regularmente al Centro de Investigaciones Endocrino – Metabólicas “Dr. Félix Gómez”, con edades comprendidas entre 20 y 75 años y de ambos sexos. Se evaluó la actividad física con el International Physical Activity Questionnaire-Long Form (IPAQ-LF). Las variables cualitativas se expresaron como frecuencias absolutas y relativas, comprobando relación entre las mismas a través de la prueba Chi cuadrado, mientras que las proporciones fueron comparadas mediante Prueba Z.

Resultados: De los 85 individuos estudiados, 50,6% (n=43) pertenecieron al sexo femenino y el 49,4% (n=42) al sexo masculino. Se halló que el 25,9% realizó AF Alta; 56,5% realizó AF Moderada y un 17,6% AF Baja. Al evaluar los Minutos/Semana de AF según esferas de AF y sexo, las mujeres mostraron una mediana de Minutos/Semana de AF significativamente mayor en la esfera de hogar [Hombres 243,8 (0-1131,0) METs/min/sem vs. Mujeres 1485,0 (742,5-2460,0) METs/min/sem; p<0,0001]. Asimismo se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre la actividad física total entre hombres y mujeres [Hombres 1237,5 (627,0-2418,0) METs/min/ sem vs. Mujeres 2227,5 (1032,0-3465,0) METs/min/ sem; p=0,030].

Síndrome Cardiometabólico

Introducción y Objetivos: La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un desorden metabólico caracterizado por hiperglicemia que representa un grave problema de salud pública. El aumento en la prevalencia de la DM2 se encuentra íntimamente relacionado a dietas hipercalóricas junto a menores niveles de actividad física (AF), así como el aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. El objeto de esta investigación es cuantificar los niveles de actividad física en diabéticos tipo 2.

79


- Metabolic “ Dr. Félix Gómez “, physical activity was assessed with the International Physical Activity Questionnaire -Long Form (IPAQ -LF). Qualitative variables were expressed as absolute and relative frequencies, checking relationship between them through Chi square test, whereas proportions were compared by Z test Results: Of the 85 patients studied, 50.6% (n = 43) belonged to females and 49.4% (n= 42) male. It was found that 25.9% did AF Alta AF 56.5% made 17.6% Moderate and Low PA. In evaluating the minutes /week of AF as AF and gender spheres. Women showed a median minutes / week of PA significantly higher in the home sphere [Men 243.8 (0 to 1131.0) METs /min/week vs Women 1485.0 (742.5 to 2460.0) METs / min / wk, p < 0.0001]. Also found a statistically significant difference between total physical activity between men and women [Men 1237.5 (627.0 to 2418.0) METs / min/week vs. Women 2227.5 (1032.0 to 3465.0) METs / min / wk, p = 0.030]. Conclusions: The results of this study show no significant differences between groups (PA low and high) and no significant between total PA (MET × week) and anthropometric study. Keywords: Physical Activity, Diabetes Mellitus Type 2, Sedentary, Obesity, Insulin Resistance.

posee sobre la amplia gama de factores de riesgo metabólicos para el desarrollo de distintas complicaciones que acarrea esta enfermedad (Biulé, 2001). En este sentido, se ha observado que planes efectivos de actividad física pueden disminuir los valores de hemoglobina glicosilada (Dunstant, 2002; Castañeda, 2002), las cifras de muerte prematura por cualquier causa y mortalidad por enfermedades cardiovasculares (Gregg, 2003). A pesar de estos beneficios, los individuos diabéticos tienden cumplir las recomendaciones mínimas de AF en proporciones menores a los no diabéticos (Zhao, 2008); se han descrito poblaciones adultas diabéticas en con 3134% menores probabilidades de alcanzar niveles de AF recomendados, y 13-19% menores probabilidades de alcanzar siquiera niveles insuficientes de AF, en comparación con adultos no diabéticos (Zhao, Ford, Li & Balluz, 2011). Este panorama es particularmente agravante al considerar la aceleración de la progresión hacia complicaciones de DM2 en sujetos que no realizan AF (Colberg, et al., 2010). Debido a la elevada prevalencia de DM2 en nuestra población, el objetivo de este estudio fue describir el comportamiento de los niveles de AF en los pacientes con DM2 que asisten al Centro de Investigaciones EndocrinoMetabólicas “Dr. Félix Gómez” en el Municipio Maracaibo, Estado Zulia.

La Diabetes Mellitus Tipo 2 (DM2) es un trastorno metabólico caracterizado por hiperglicemia debido a un déficit relativo en la secreción de insulina, resistencia a la acción de la misma o una combinación de ambas alteraciones, constituyendo una de las enfermedades crónicas más comunes, y representando una pesada carga económica y asistencial para los sistemas de salud pública (Nolan, 2011). La prevalencia mundial de Diabetes Mellitus en la población adulta a nivel mundial fue de 285 millones de individuos para el 2010, y se estima que esta cifra incrementará a 366 millones de adultos para el 2030; con la DM2 siendo la variante más frecuente y representa casi el 90% de los casos. (Shaw, 2010). Este aumento en la prevalencia de la DM2 se encuentra íntimamente relacionado a los cambios hacia un estilo de vida occidentalizado, caracterizado por dietas hipercalóricas junto a menores niveles de actividad física (AF), así como el aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad según (Nolan, 2011). El estudio de la actividad física se ha profundizado tanto en los efectos saludables de su práctica habitual, como la relación inequívoca que existe entre un estilo de vida sedentario y la génesis de enfermedades crónicas, incluyendo DM2, hipertensión arterial, (Haapanen, 1997), obesidad, (Fox y Hillsdon, 2007), osteoporosis, (Nguyen, 2000) e incluso algunas formas de cáncer (Furberg y Thune, 2003).

INTRODUCCIÓN

80

Durante décadas el ejercicio ha sido considerado como pilar fundamental en el manejo de la DM, junto a la dieta y la medicación. La AF regular es recomendada en los pacientes con DM2 debido a los efectos beneficiosos que

MATERIALES Y MÉTODOS Consideraciones Éticas Los individuos fueron incluidos en el estudio, tras consentimiento verbal previo a la realización de la anamnesis y examen físico. Siendo aprobado por el Comité de Ética del Centro de Investigaciones Endocrino – Metabólicas (CIEM), “Dr. Félix Gómez”. Selección de individuos Se trata de un estudio de tipo transversal, donde la muestra de individuos estuvo constituida por 85 pacientes diabéticos tipo 2 seleccionados al azar con edades comprendidas entre 20 y 75 años que asisten al Centro de Investigaciones Endocrino – Metabólicas “Dr. Félix Gómez” de la Facultad de Medicina del Municipio Maracaibo del Estado Zulia. Evaluación de los individuos Los sujetos fueron entrevistados vía telefónica, mediante la cual se interrogó y aplicó un cuestionario validado sobre factores de riesgo para obesidad, cuya finalidad fue conocer características psicobiológicas, antecedentes familiares y personales del individuo. Medición de la actividad física Para estimar el grado de actividad física se utilizó la versión larga del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ, 2011), el cual evalúa la AF en cuatro dominios: ocupacional, transporte, ocio y actividades del hogar (jardinería y otros). En este se preguntan ítems correspondientes a la frecuencia y duración de caminata, duración


● Moderado MET-minutos/semana = 4.0 x actividad de moderada intensidad minutos x días de intensidad moderada. ● Vigoroso MET-minutos/semana = 8.0 x actividad de intensidad vigorosa minutos x días de intensidad vigorosa. ● Actividad Física Total MET-minutos/semana = suma de scores Caminata + Moderado + Vigoroso MET-minutos/semana. Los resultados se reportaron como13: ● El nivel de Alta actividad física refleja aproximadamente el doble de los MET-minutos del nivel moderado, con actividades de intensidad vigorosa (por lo menos 12.500 pasos al día) que permitan acumular por lo menos 3000 MET-minutos/semana. ● El nivel de actividad física Moderada usualmente engloba 30 minutos de actividad física de intensidad moderada 5 días a la semana, 20 minutos de actividad vigorosa 3 días a la semana, o la combinación de ambas, lo cual les permite alcanzar por lo menos 600 MET-minutos/semana. ● El nivel Leve implica que no se alcanzaron los valores anteriores, y usualmente refleja que no hay actividad física durante el tiempo de ocio. Análisis de laboratorio Posterior a ayuno de 8 horas se tomó muestra de sangre venosa para determinar el nivel sérico de colesterol total, triacilglicéridos, LDL, HDL y glicemia basal, usando un equipo automatizado Human Gesellschoft Biochemica and Diagnostica MBH, Magdeburg, Germany. Análisis estadístico Los datos se analizaron utilizando el paquete estadístico para las Ciencias Sociales (IBM SPSS) versión 21 para Windows. Se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar distribución normal o no de las variables cuantitativas. Las variables cualitativas se presentaron como frecuencias absolutas y relativas (porcentajes). Las variables cuantitativas no normales se presentaron como mediana (p25-p75). Se realizaron las pruebas de U-Mann Whitney y Kruskal Wallis para las comparaciones entre 2 grupos o más de 2 grupos respectivamente. La Prueba Z de proporciones y la prueba χ2 (Chi cuadrado) se utilizaron para la comparación entre proporciones o para determinar el grado de asociación de variables cualitativas. Se consideraron los resultados estadísticamente significativos cuando el valor de p<0,05.

Características generales de la muestra estudiada La muestra estuvo conformada por 85 individuos adultos, de los cuales, el 50,6% (n=43) pertenecieron al sexo femenino y el 49,4% (n=42) al sexo masculino; la mediana de la edad fue de 58 (49-65) años en ambos sexos (Tabla 1). En la Tabla 2 se puede apreciar la distribución de los individuos según sexo para las variables sociodemográficas y hábitos psicobiológicos, donde los individuos del sexo femenino constituyen un 75% del grupo de 20-39 años, el grupo de 40-59 y 60 y más años, están representados en su mayoría por individuos del sexo masculino, 52,5% y 51,4% respectivamente (χ2=2,11; p=0,34). Además se halló una asociación significativa con respecto al hábito alcohólico (χ2=10,16; p<0,001), encontrándose una mayor proporción de mujeres en los No Consumidores (64,7%), mientras que entre los consumidores predominaron los hombres (70,6%). Patrones de Actividad Física En la Tabla 3 se representan los patrones de AF de los pacientes con DM2, donde el 25,9% de los individuos realiza AF Alta; el 56,5% realiza AF Moderada y solo un 17,6% AF Baja. Al estratificar según sexo se observó que en los individuos de sexo masculino solo un 16,7% registró AF Alta; 59,5% AF Moderada y 23,8% Baja. En relación con las mujeres, se evidenció que un 34,9% realizaban AF Alta, un 53,5% AF Moderada y AF Baja un 11,6 %; sin diferencias estadísticamente significativas entre las proporciones según el sexo. Dominios de Actividad Física Al evaluar los Minutos/Semana de AF según esferas de AF y sexo (Tabla 4), sólo se observaron diferencias en la esfera de Hogar, donde las mujeres mostraron una mediana de Minutos/Semana de AF significativamente mayor [Hombres 243,8 (0-1131,0) METs/min/sem vs. Mujeres 1485,0 (742,5-2460,0) METs/min/sem; p<0,0001]. Asimismo, se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre la actividad física total entre hombres y mujeres [Hombres 1237,5 (627,0-2418,0) METs/min/ sem vs. Mujeres 2227,5 (1032,0-3465,0) METs/min/ sem; p=0,030]. Por lo contrario los grupos etarios no mostraron diferencias significativas con respecto al consumo de METs/min/sem. En el Gráfico 1 y Gráfico 2 se representan los percentiles de actividad física por dominios de actividad física para la muestra general y por sexo respectivamente. Patrones de Actividad Física y Perfil Lipídico y Glicémico No se encontraron diferencias significativas entre los valores de glicemia en ayuno, Colesterol total, Triacilglicéridos, HDL-C y LDL-C según las categorías de los patrones de actividad física o dominios de actividad física en los individuos de ambos géneros de la población estudiada.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

● Caminata MET-minutos/semana = 3.3 x minutos caminados x días caminados.

RESULTADOS

Síndrome Cardiometabólico

y frecuencia de actividades vigorosas o de alta intensidad de por lo menos 10 minutos de duración. Los minutos/ semanas de caminata y actividad vigorosa son convertidos a sus equivalentes metabólicos – MET – para así determinar el consumo energético. Los datos se calcularon de acuerdo al resultado MET promedio en cada actividad, y a partir de la sumatoria de los mismos se formulan 4 puntuaciones continuas definidas de la siguiente manera:

81


Gráfico 1. Percentiles de METs/min/sem según dominios del IPAQ en individuos con DMT2 que asisten al Centro de investigaciones endocrino-metabólicas “Dr. Félix Gómez”. Maracaibo, 2013.

Gráfico 2. Percentiles de METs/min/sem según dominios del IPAQ por género en individuos con DMT2 que asisten al Centro de investigaciones endocrino-metabólicas “Dr. Félix Gómez” Maracaibo 2013

Tabla 1. Características generales de la población estudiada según sexo . Maracaibo, 2013. Femenino (n=43)

Masculino (n=42)

Mediana (Q1-Q3)

Mediana (Q1-Q3)

p*

58 (50-65)

58 (48-64)

0,975

32,1 (26,7-35,4)

30,8 (26,6-35,7)

0,358

Glicemia Basal (mg/dL)

131,0 (106,50-220,0)

140,0 (121,0-212,0)

0,327

Triacilglicéridos (mg/dL)

136,0 (119,0-222,0)

161,6 (133,0-192,3)

0,743

LDL (mg/dL)

95,0 (81,0-132,0)

104,2 (86,0-152,9)

0,239

Concentración de HDL (mg/dL)

48,0 (40,0-55,0)

38,0 (31,0-46,0)

0,003

182,5 (160,0-220,5)

182,0 (153,0-213,0)

0,918

Edad (años) Índice de Masa Corporal (kg/m2)

Colesterol total (mg/dL)

82

* Comparación mediante Prueba U-Mann-Whitney


Tabla 2. Características sociodemográficas y psicobiológicas en DMT2 que asisten al Centro de investigaciones endocrino-metabólicas “Dr. Félix Gómez”. Maracaibo, 2013.

%

n

%

Grupos etarios

2,11(0,34)

20-39

6

75,0

2

25,0

40-59

19

47,5

21

52,5

60 y mas

18

48,6

19

51,4

Estado civil

5,63(0,60)

Soltero

11

68,8

5

31,3

Casado

21

40,4

31

59,6

Otros

11

64,7

6

35,3

IMC

Femenino Mediana (Q1Q3)

Masculino Mediana (Q1-Q3)

Total Mediana (Q1-Q3)

Trabajo (METs/min/sem)

0 (0-300,0)

82,5 (0-570,0)

0 (0-412,5)

0,064

Transporte (METs/min/sem)

198,0 (66,0-297,0)

198,0 (0-297,0)

198,0 (33,0-297,0)

0,726

Hogar (METs/min/sem)

1485,0 (742,5-2460,0)

243,8 (0-1131,0)

Ocio (METs/min/sem)

0 (0-742,5)

0 (0-617,0)

2227,5 (1032,0-3465,0)

χ2(p*)

0,67(0,71)

Dominios de Actividad Física

840,0 <0,0001 (160,0-1950,0)

Normopeso

5

41,7

7

58,3

Sobrepeso

10

47,6

11

52,4

Total (METs/min/sem)

Obesos

28

53,8

24

46,2

*Comparación mediante prueba U-Mann-Whitney

Años de diagnóstico de DMT2

0,00(0,99)

1-10

28

50,9

27

49,1

11-20

11

50,0

11

50,0

>20

4

50,0

4

50,0

No consume

33

64,7

18

35,3

Consume Actualmente

10

29,4

24

70,6

Alcohol

2,92(0,23)

Fuma actualmente

4

44,4

5

55,6

Ex-fumador

8

36,4

14

63,6

No fuma

31

57,4

23

42,6

1-3 horas

22

44,9

27

55,1

4-7 horas

21

58,3

15

41,7

Horas de TV

1,49(0,22)

* Prueba de chi cuadrado de Pearson. Tabla 3. Distribución del patrón de actividad física según el sexo en DMT2 que asisten al Centro de investigaciones endocrino-metabólicas “Dr. Félix Gómez”. Maracaibo, 2013. Patrón de Femenino Actividad Física(IPAQ)* n %

Masculino n

%

Total n

%

Baja

5

11,6

10

23,8

14 17,6

Moderada

23

53,5

26

59,5

50 56,5

Alta

15

34,9

6

16,7

21 25,9

Total

43

100

42

100

85

χ2(p**) 4,648(0,098)

100

*Patrones de Actividad Física basados en el Scoring IPAQ; **Prueba de chi cuadrado de Pearson.

0 (0-685,5)

0,275

1237,5 1955,0 0,030 (627,0-2418,0) (893,0-3088,5)

Para la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2002), la inactividad física representa actualmente una grave problemática para la salud a nivel mundial, que ha conllevado a un aumento progresivo en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles tanto en los países desarrollados como en vía de desarrollo; con estimaciones de al menos 60% de la población mundial realizando AF insuficiente, o ninguna. En individuos diabéticos, este hábito toma especial importancia ya que puede disminuir la mortalidad por cualquier causa incluso en niveles modestos (Sluik, D., et al., 2012); y sin embargo, la adherencia de los pacientes diabéticos con respecto a regímenes adecuados de AF es baja (Delamater, 2006).

DISCUSIÓN

10,16(<0,001)

Habito Tabáquico

p*

En este estudio utilizamos el IPAQ como instrumento para estimar los niveles de AF, cuestionario validado y utilizado en diversos estudios tanto a nivel mundial, como en el ámbito latinoamericano. Sin embargo, para (Hallal., 2010) la evidencia que relaciona su aplicación como método satisfactorio en la evaluación de individuos diabéticos es escasa. (Mynarski, 2012), evaluaron al IPAQ como herramienta potencial para la cuantificación de la AF en comparación a un acelerómetro en 31 pacientes diabéticos. Con un consumo energético ligeramente mayor al de nuestros pacientes (2513 ± 1349 MET/min/semana para las mujeres y 2428 ± 1348 MET/min/semana para los hombres) observaron que la AF habitual no tenía impacto significativo sobre el control glucémico y el IMC en pacientes diabéticos tipo 2, siendo necesario la implementación de rutinas más adecuadas en este grupo de pacientes. En un estudio realizado por Bermúdez, et al. (2013) en 2108 individuos adultos del municipio Maracaibo en el cual se evaluaron los niveles de AF mediante el IPAQ, se encontró que el patrón de AF con mayor prevalencia era el alto (39,9%), seguido por el moderado (36,9%) y bajo (23,2%); a diferencia de nuestro estudio que halló una

Volumen II. Nº 4. Año 2012

n

Masculino

Síndrome Cardiometabólico

Femenino

Tabla 4. Minutos/semana en individuos con DMT2 que asisten al Centro de investigaciones endocrinometabólicas “Dr. Félix Gómez”. Maracaibo, 2013 Sexo

83


mayor prevalencia en el patrón de actividad física moderado, seguido por el alto y el bajo. En el mismo estudio se describió la distribución de los METs/min/sem de acuerdo a las esferas del IPAQ: Mientras que en aquella población el mayor promedio de METs/min/sem se encontró en la esfera de hogar, con 772,5 (0-2520), en nuestro estudio se halló un promedio mayor, con 840,0 (160,01950,0). A pesar de los niveles elevados de AF observados en esta esfera, diversos estudios han demostrado evidencias contrapuestas en cuanto a los efectos cardioprotectores que esta podría ofrecer. Mediante análisis multivariante en 13.726 individuos, Stamatakis, Hammer y Lawlor (2009) mostraron que la AF en el hogar no se relacionó con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, aunque reportaron una relación inversamente proporcional con la circunferencia abdominal. La sobreestimación en la esfera de hogar del IPAQ es un problema reconocido, Bermúdez, et al, (2013) observó cómo valores de METs/min/sem elevados en esta esfera contribuyen a aumentar y distorsionar los niveles reales de AF global; probablemente debido a que este instrumento no está adaptado a aspectos y prácticas socioculturales de la población Latinoamericana, y deficiencias en el planteamiento del cuestionario y recolección de datos. En nuestro caso, la implementación de la vía telefónica para la aplicación del IPAQ podría contribuir a valores sobreestimados de AF. En efecto, Rzewnicki, et al (2003) describieron menores niveles de AF en la aplicación presencial vs telefónica en 75% de los casos, sugiriendo deficiencias en la aplicación del cuestionario y no en su constitución. Diferencias individuales en la percepción subjetiva de la AF realizada y el verdadero nivel alcanzado también puede alterar estos valores (Medina, 2013). No obstante, ciertos factores que pueden haber contribuido a la elevada proporción de actividades sedentarias están relacionados con el tiempo disponible para este propósito, como son el número elevado de horas laborales y el limitado incentivo para mantener un estilo de vida activo dentro y fuera del lugar de trabajo. En un estudio realizado por (Salmon, 2000), se informó que en los trabajadores menos cualificados, es poco probable que estos realicen actividad física en el tiempo libre y de igual forma las amas de casa, ya que dedicaban más tiempo a realizar actividades del hogar. Los resultados de este trabajo demuestran que no hay diferencias significativas entre los grupos estudiados (AF baja y alta) y tampoco asociaciones significativas entre la AF total (MET×semana) y las variables antropométricas. No se observaron niveles de actividad física elevada en el tiempo de recreación, por lo que se sugiere intensificar la promoción de ésta, particularmente en la población diabética, al efecto beneficioso que otorga la salud global.

CONCLUSIÓN

84

REFERENCIAS 1. Bermúdez VJ, Rojas JJ, Córdova EB, et al. (2013). International Physical Activity Questionnaire Overestimation is Ameliorated by Individual Analysis of the Scores. Am J Ther., 20(4):448-458. 2. Boulé N, Haddad G,Wells G y Siga R. (2001). Effects of Exercise on Glycemic Control and Body Mass in Type 2 Diabetes Mellitus. A Meta-analysis of Controlled Clinical Trials. JAMA., 286(10):12181227. 3. Castaneda C, Layne JE, Munoz-Orians L,et al. (2002) ME: A randomized controlled trial of resistance exercise training to improve glycemic control in older adults with type 2 diabetes. Diabetes Care, 25: 2335–2341. 4. Colberg SR, Sigal RJ, Fernhall B, et al. (2010). Exercise and type 2 diabetes: the American College of Sports Medicine and the American Diabetes Association: joint position statement. Diabetes Care. 33(12):e147-67. 5. Delamater, AM. (2006). Improving patient adherence. Clinical Diabetes. 24(2) 71-77. 6. Dunstan D, Daly R, Owen N, et al. (2002). Highintensity resistance training improves glycemic control in older persons with type 2 diabetes. Diabetes Care 2002: 25:1729–1735. 7. Fox. K, Hillsdon. M. (2007). Physycal activity and Obesity. Obesity reviews, 8(1):115-121. 8. Furberg A, Thune I. (2003) Metabolic abnormalities (hypertension, hyperglycemia and overweight), lifestyle (high energy intake and physical inactivity) and endometrial cancer risk I a Norwegian cohort. International Journal of Cancer, 104 (6):669-676. 9. Gregg EW, Gerzoff RB, Caspersen CJ, et al. (2003) Relationship of walking to mortality among US adults with diabetes. Arch Intern Med., ;163:1440-7. 10. Haapanen N, Miilunpalo S, Vuori I, Oja P y Pasanen M (1997). Association of leisure time physical activity with the risk of coronary heart disease, hypertension and diabetes in middle aged men and women. Int. J. Epidemiol., 26 (4):739-747. 11. Hallal PC, Gomez LF, Parra DC, et al. (2010). Lessons learned after 10 years of ipaq use in Brazil and Colombia. J Phys Act Health 2010, 7(Suppl 2):S259–S264. 12. Halse R, Bonavaud SM, Armstong JL, McCormack JG y Yeaman SJ. (2001) Control of glycogen synthesis by glucose, glycogen, and insulin in cultured human muscle ,cells. Diabetes 50:720-6. 13. Hu FB, Stampfer MJ, Solomon C, et al. (2001) Physical activity and risk for cardiovascular events in diabetic women. Ann Intern Med., 134:96–105. 14. «IPAQ (International Physical Activity Questionnaire),» 2003. [En línea]. Available: http://www.ipaq.ki.se/ipaq.htm. [Último acceso: 2012]. 15. Medeiros. T, da Costa. D, Meireles. V, et al. (2003) Associations among physical activity, comorbidities, depressive symptoms and health-related quality of life in type 2 diabetes. 16. Medina C, Barquera S, y Janssen I. (2013). Validity and reliability of the International Physical Activity Questionnaire among adults in Mexico. Rev Panam Salud Publica. 34(1):21-8. 17. Mynarski W, Psurek A, Borek Z, et al. (2012) Declared and real physical activity in patients with type 2 diabetes mellitus as assessed by the International Physical Activity Questionnaire and Caltrac accelerometer monitor: a potential tool for physical activity assessment in patients with type 2 diabetes mellitus Diabetes Res Clin Pract., 98(1):46-50.


Diabetes Mellitus: A Prospective Study and Meta-analysis. Arch Intern Med. 24;172(17):1285-95.

19. Nolan C, Damm P, Prentki M. (2011) type 2 diabetes across generations: from pathophysiology to prevention and management. Lancet, 378: 169-81.

25. Stamakis E, Hamer M, Lawlor DA. (2009) “Physical activity, mortality, and cardiovascular disease: is domestic physical activity beneficial? The Scottish Health Survey – 1995,1998, and 2003”. Am J Epidemiol, 169(10).

20. Ruiz, M., Escolar, A., Mayoral, E., Corral, F. y Fernandez, I. (2006). Diabetes mellitus in Spain: death rates, prevalence, impact, costs and inequalities. Gaceta Sanitaria, 20, 15-24.

26. Tanasescu. M, Leitzmann. M, Rimm. E y Hu. F. (2003). Physical Activity in Relation to Cardiovascular Disease and Total Mortality Among Men With Type 2 Diabetes. Circulation, 107:2435-2439

21. Rzewnicki R, Vanden Y, De Bourdeaudhuij I. (2003). Addressing overreporting on the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) telephone survey with a population sample. Public Health Nutr. 6(3):299-305.

27. Wei M, Gibbons LW, Kampert JB, et al. (2000) Low cardiorespiratory fitness and physical inactivity as predictors of mortality in men with type 2 diabetes. Ann Intern Med., 132:605–611.

23. Shaw. J, Sicree. R, Zimmet. P. (2010) Global estimates of the prevalence of diabetes for 2010 and 2030. Diabetes Research and clinical practice, 87:4-14. 24. Sluik D, Buijsse B, Muckelbauer R, Kaaks R, Teucher B, Johnsen NF, et al. (2012). Physical Activity and Mortality in Individuals With

28. World Health Organization. (2002) The world health report 2002Reducing risks, promoting healthy life. Geneva: World Health Organization. 29. Zhao G, Ford ES, Li C, Mokdad AH. (2008). Compliance with physical activity recommendations in US adults with diabetes. Diabet Med. 25(2):221-7. 30. Zhao G, Ford ES, Li C, Balluz LS. (2011). Physical activity in U.S. older adults with diabetes mellitus: prevalence and correlates of meeting physical activity recommendations. J Am Geriatr Soc. 59(1):132-7.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

22. Salmon J, Owen N, Bauman A, et al. (2000) Leisuretime,occupational, and household physical activity amongprofessional, skilled and less-skilled Workers and Homemakers.Preventive Med. 30:191–199.

Síndrome Cardiometabólico

18. Nguyen T,Center J, Eisman J. (2000). Osteoporosis in Elderly Men and Women: Effects of dietary calcium, physical activity and body mass index. Journal of Bone and Mineral Research, 15(2):322-331.

85


Estimación del grado

de actividad física en la población estudiantil de la unidad satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR), Casigua El Cubo, estado Zulia - Venezuela Physical activity estimation in students from the Universidad Experimental Sur del Lago, Casigua el Cubo, Zulia state, Venezuela. Edgar Alviarez,1*, Jessenia Morillo, BSc2, Roberto Añez, MD2, Joselyn Rojas, MD, MSc2, Valmore Bermúdez, MD, MSc, MPH, PhD2 1 Cursante del Máster en Medicina y Ciencias aplicada al Deporte. Universidad de Alcalá de Henares, España. Director: Dr. Melchor Álvarez de Mon Soto, MD, PhD. 2 Centro de Investigaciones Endocrino-Metabólicas “Dr. Félix Gómez” Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Venezuela. Recibido: 20/01/2012 Aceptado: 23/03/2012

RESUMEN Introducción: La inactividad física representa un factor de riesgo para padecer enfermedades crónicas no transmisibles. Se han realizado pocos estudios que evalúen el grado de actividad física en nuestro medio, por lo que el objetivo de este estudio fue estimar el nivel de actividad física en la población estudiantil de la unidad satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR) de Casigua, El Cubo-Estado Zulia, Venezuela. Materiales y métodos: Se realizó un estudio transversal y analítico en 146 individuos seleccionados al azar y pertenecientes a la matrícula estudiantil de la unidad satelital de La Universidad Experimental Jesús María Semprum (UNESUR) a los cuales se les realizó mediciones antropométricas (talla, peso e IMC) y se aplicó el Cuestionario Internacional de Actividad Física (International Physical Activity Questionnaire; IPAQ) como instrumento para evaluar los niveles de actividad física. Resultados: Del total de individuos estudiados, 71,2% fueron mujeres y 28,7% fueron hombres. La Actividad Física (AF) Alta fue el patrón más prevalente con 48,6%, seguido de AF Moderada con 35,6% y finalmente AF Baja con 15,8%. El comportamiento de la actividad física para cada dominio fue el siguiente (en METs/min/sem): Trabajo 0 (9-1584), Transporte 0 (0-495), Hogar 1381,5 (2194824) y Ocio 0 (0-300). Conclusiones: Se encontró que la actividad física Alta y Moderada fueron las más frecuentes en los individuos estudiados. La actividad física en tiempo de ocio registró los menores valores, por lo que se deben diseñar y ejecutar programas para aumentar la actividad física en dicho dominio con asesoramiento por parte de personal entrenado y evaluar posteriormente su impacto a largo plazo en la salud de la población universitaria.

86

Palabras Clave: Actividad física, sedentarismo, obesidad, IPAQ.

ABSTRACT Introduction: Physical inactivity is a risk factor for chronic non-communicable diseases and student population is not immune to it. Thus, the objective of this study was to estimate the physical activity levels in a student population of the satellite unit from Universidad Experimental Del Sur del Lago (UNESUR) from Casigua, el Cubo, State of Zulia, Venezuela. Materials and Methods: We conducted a cross-sectional and descriptive study on 146 university students randomly selected to which underwent anthropometric measurements (height, weight and BMI). We applied the International Physical Activity Questionnaire (International Physical Activity Questionnaire, IPAQ) as a tool to assess physical activity levels. Results: 71.2% of the individuals studied were female and 28.7% were men. High physical activity (PA) level was the most prevalent pattern with 48.6%, followed by Moderate PA with 35.6% and Low PA with 15.8%. The behavior of physical activity for each domain was as follows (METs / min / week): Occupation 0 (9-1584), Transport 0 (0-495), Household 1381.5 (219-4824) and Leisure Time 0 (0 -300). Conclusions: We found that the High and Moderate physical activity was the most prevalent patterns determined by the IPAQ. Physical activity was held in smaller quantities, so you should design and implement programs to increase physical activity in that domain with advice from a trained and subsequently assess their long-term impact on the health of the university population. Keywords: Physical activity, sedentary lifestyle, obesity, IPAQ.


En Latinoamérica, solo un tercio de la población se avoca a la práctica de actividad física. Por ejemplo, Serón y col.7 en un estudio realizado en la población chilena, evaluaron el nivel de actividad física utilizando el IPAQ encontrando un nivel de actividad física alta en el 15,6% de la muestra estudiada, un 66% de actividad física moderada y una actividad física baja en el 18,4% de los individuos8. Sin embargo, debe recalcarse que son pocos los estudios que hayan estudiado de forma amplia el nivel de actividad física en nuestros países, estando casi todos limitados a evaluar poblaciones infantiles y adolescentes así como de adultos mayores, siendo escasos aquellos destinados a medir el grado de actividad física en estudiantes universitarios, una población muy susceptible a los efectos perjudiciales causados por las conductas sedentarias9. Por ejemplo, en Colombia, un estudio realizado por Lema y col.10 en el cual participaron 598 estudiantes universitarios, reportó que el 77% realizaba poco o ningún tipo de ejercicio durante al menos 30 minutos con una frecuencia de tres veces a la semana. Por su parte, Rodríguez y col. evaluaron 799 voluntarios de cuatro universidades chilenas encontrando que el nivel de inactividad física fue del 70% para el sexo masculino y 88% para el sexo femenino11. En Venezuela son muy escasos estudios que hayan investigado el grado de actividad física en nuestra población. Esta aseveración responde a la búsqueda de artículos publicados y la obtención de dos estudios, uno realizado en el área metropolitana de Caracas12 donde se encontró que el sedentarismo fue del 70% en una muestra de 669 individuos y un segundo estudio publicado por Bermúdez y col. llevado a cabo en la ciudad de Maracaibo en el año 2012 donde se reportó que el 59,06% de los sujetos no realizaban actividad física alguna en su tiempo libre o de ocio13. Aunque la mayoría de los estudios mencionados previamente tienen como propósito cuantificar los niveles de actividad física, aún falta información que pueda contribuir a la explicación del comportamiento sedentario en determinados grupos poblacionales. Por ejemplo, Martin y cols.14 indican que en las zonas rurales la práctica de actividad física asociada al ocio es baja, tanto en la población adulta como en la población escolar. Se ha descrito que en las zonas rurales existen diferentes factores que pueden limitar la práctica de actividad física, favoreciendo un estilo de vida sedentario asociado a sobrepeso y obesidad15. Además, se ha establecido que esas diferencias se deben, funda-

A nivel nacional o regional, no se han realizado estudios que permitan evaluar el nivel de actividad física en la población universitaria, por lo tanto, el presente estudio tiene como objetivo determinar los patrones de actividad física en la población estudiantil de la Universidad Experimental del Sur del Lago (UNESUR), ubicada en Casigua, El Cubo, un asentamiento rural perteneciente al Municipio Jesús María Semprum del Estado Zulia, Venezuela.

MATERIALES Y MÉTODOS El presente es un estudio descriptivo y transversal realizado en individuos de ambos sexos mayores de 17 años de edad y seleccionados al azar pertenecientes a la unidad satelital de La Universidad Experimental Jesús María Semprum UNESUR, del municipio y parroquia Jesús María Semprum, Casigua el Cubo, Estado Zulia-Venezuela. El total de estudiantes activos de dicha universidad es de 205 individuos por lo que basados en esta cifra se aplicó la fórmula de Sierra-Bravo para calcular el tamaño muestral de una proporción en una población finita17, para un intervalo de confianza del 95%, una prevalencia de obesidad en adultos jóvenes (18-20 años) del 9,4% obtenido a partir del estudio de obesidad del municipio Maracaibo13 y un margen de error fijado del 3%, obteniéndose un tamaño muestral de 146 individuos como representativo de la población de esta universidad. Se realizó un muestreo aleatorio simple18,19 para obtener una muestra representativa de 146 individuos de ambos sexos: mujeres 71% (n=105) y hombres 29% (n=41) a los cuales se les realizaron mediciones antropométricas y aplicación del IPAQ como instrumento de evaluación para cuantificar los niveles y tipo de actividad física que realizan en su vida cotidiana. Evaluación antropométrica A todos los individuos se les determinó peso y talla. El índice de masa corporal (IMC) fue determinado a través de la fórmula de Quetelec: IMC= peso/Talla2 20,21 expresado en Kg/m2, siendo los individuos clasificados en las categorías de bajo peso, normopeso, sobrepeso y obesidad de acuerdo a clasificación propuesta por la OMS22. Cuestionario IPAQ El IPAQ fue diseñado para cuantificar los niveles de actividad física en cuatro dominios: trabajo, transporte, actividades del hogar y ocio. El formato largo (IPAQ-LF) interroga ítems correspondientes a la frecuencia y duración de caminatas y de actividades vigorosas o de alta intensidad de por lo menos 10 minutos de duración. Los minutos/ semanas de caminata y actividad vigorosa son convertidos a sus equivalentes metabólicos – MET – para así determinar el consumo energético. Los datos se calcularon de acuerdo al resultado MET promedio en cada dominio y a partir de la sumatoria de los mismos se formulan 4 scores continuos generales definidos según el IPAQ de la siguiente manera8:

Volumen II. Nº 4. Año 2012

INTRODUCCIÓN

mentalmente, a una variedad de características socioeconómicas y culturales desfavorables en el entorno rural16.

Síndrome Cardiometabólico

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la actividad física (AF) como aquella acción o movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exige consumo energético1. Cuando la AF se realiza con carga y duración suficiente es capaz de mejorar el rendimiento cardio-respiratorio, la fuerza muscular y resistencia física promoviendo numerosos beneficios para la salud1. Por el contrario, la inactividad física representa un factor predisponente a enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas hipertensión arterial2, obesidad3, diabetes mellitus tipo 2 4 y síndrome metabólico5,6.

87


• Caminata METs/minutos/semana = 3.3 x minutos caminados x días caminados. • Moderado METs/minutos/semana = 4.0 x actividad de moderada intensidad minutos x días de intensidad moderada. • Vigoroso METs/minutos/semana = 8.0 x actividad de intensidad vigorosa minutos x días de intensidad vigorosa. • Actividad Física Total MET/minutos/semana = suma de scores Caminata + Moderado + Vigoroso MET/minutos/semana. Los resultados fueron agrupados en tres categorías: 1. Patrón de Actividad Física Alta, el cual refleja aproximadamente el doble de los MET-minutos del nivel moderado, con actividades de intensidad vigorosa, moderada o leve (caminata) que permitan acumular por lo menos 3.000 MET-minutos/semana. 2. Patrón de Actividad Física Moderada, que consiste en realizar actividad física de intensidad moderada durante 30 minutos al menos 5 días a la semana ó realizar 20 minutos de actividad física vigorosa 3 días a la semana, o la combinación de ambas, lo cual permite alcanzar por lo menos 600 MET-minutos/semana. 3. El Patrón de Actividad Física Baja implica que no se alcanzaron los valores anteriores y usualmente refleja que no hay actividad física durante el tiempo de ocio8. Análisis estadístico Los datos fueron analizados utilizando el paquete estadístico SPSS versión 20 (SPSS IBM, Chicago, IL) para Windows. Las variables cualitativas se describieron como frecuencias absolutas y relativas. La distribución normal o no de las variables cuantitativas fue evaluada mediante el test de Geary. Las variables cuantitativas con distribución no normal fueron expresadas como Medianas, acompañada de los percentiles 25 y 75, utilizando la prueba U de Mann-Whitney para comparaciones entre 2 grupos. Además, para el análisis de los METs consumidos por esfera del IPAQ, se construyeron percentiles y se analizaron según la distribución de los mismos. Se consideraron resultados estadísticamente significativos cuando los valores de p<0,05.

RESULTADOS

88

Características Generales de la Población Del total de individuos estudiados el 71,2% (n=104) fueron mujeres y 28,7% (n=42) fueron hombres. En la Tabla 1 se expresan las características generales de la población estudiada, donde se puede observar que al clasificar a los individuos según la edad, el grupo con más individuos fue el de 20 a 24 años (41,1%; n=60), seguido por el grupo de 25 o más años (30,8%; n=45) y por último el grupo con individuos menores de 20 años (28,1%; n=41) sin diferencias estadísticamente significativas entre las proporciones de individuos entre los grupos. Al evaluar las categorías del IMC según la clasificación propuesta por la OMS se obtuvo que el 61,6% (n=90) de los individuos

eran delgados (bajo peso n=8; 5,5%; normopeso n=82; 56,1%), mientras que 21,2% (n=31) pertenecían a la categoría de sobrepeso y el 17,1% (n=25) resultaron ser obesos, proporciones que al compararlas según sexo no mostraron diferencias significativas. Patrones de Actividad Física Al estudiar los patrones de actividad física según el IPAQ se observó que la actividad física alta fue la más frecuente con 48,6% (n=71) seguida por la actividad física moderada con 35,6% (n=52) y finalmente la actividad física baja con 15,8% (n=23). Un comportamiento similar fue observado tanto en el sexo femenino (Actividad física Alta: 47,6%; Moderada: 37,1% y Baja: 15,2%) como en el masculino (Actividad física Alta: 51,2%; Moderada: 31,7% y Baja: 17,1%), Tabla 1. Tabla 1. Características generales en la población estudiantil de la Unidad Satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR) de Casigua El Cubo, Estado Zulia. Femenino

Masculino

Total

n

%

n

%

n

%

Menor de 20 años

33

31,4

8

19,5

41

28,1

20 a 24 años

43

41,0

17

41,5

60

41,1

25 años o más

29

27,6

16

39,0

45

30,8

Delgados**

69

65,7

21

51,2

90

61,6

Sobrepeso

23

21,9

8

19,5

31

21,2

Obesidad

13

12,4

12

29,3

25

17,1

Grupos Etarios

IMC (OMS)

Patrón de Actividad Física*** Alta

50

47,6

21

51,2

71

48,6

Moderada

39

37,1

13

31,7

52

35,6 15,8

Baja

16

15,2

7

17,1

23

Total

105

100,0

41

100,0

146 100,0

*Puntos de corte para circunferencia abdominal según ATPIII 2005, Hombres: ≥ 102cm, Mujeres ≥ 88cm. ** Delgados: Individuos con bajo peso y normopeso. ***Patrón de Actividad Física según IPAQ .

Actividad física según dominios individuales del IPAQ La actividad física fue evaluada mediante de la cantidad de METs por minuto por semana (METs/min/sem) cada dominio del IPAQ. En el Gráfico 1 se presenta la distribución por percentiles de los METs/min/sem para cada dominio de actividad física, observando que el dominio con menor actividad física reportada fue el de Ocio, donde la actividad física comenzó a evidenciarse a partir del p70 (198,0 METs/min/sem); en el dominio de Trabajo la actividad física comenzó a reportar a partir del p60 (257,4 METs/min/ sem); en el dominio de Transporte la actividad se observa desde el p50 (66,0 METs/min/sem); y el dominio con mayor reporte de actividad física fue el de Hogar, donde los individuos reportaron actividad en dicho dominio a partir del p30 (427,7 METs/min/sem). Por otro lado en la Tabla 2 se observa el comportamiento de los METs/min/sem por dominios y por sexo, en donde se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la actividad


física realizada por los hombres y mujeres en el dominio de Trabajo: Hombres 1778 (0 – 12150,0) METs/min/sem vs. Mujeres: 0 (0 - 407,5) METs/min/sem (p<0,0001) y en el dominio del Hogar: Hombres 396,0 (0 - 2628,0)

METs/min/sem vs. Hombres: 1715,0 (495,0 -4536,0) METs/min/sem (p=0,002); en el Gráfico 2 se muestra el comportamiento de los percentiles de actividad física por METs/min/semana por sexo según dominios de IPAQ.

Gráfico 1. Percentiles de METs/min/sem según dominios del IPAQ en la población estudiantil de la Unidad Satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR) de Casigua El Cubo, Estado Zulia.

Tabla 2. Comportamiento de la actividad física según sexo (en METs/min/sem) por dominios del IPAQ en la población estudiantil de la Unidad Satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR) de Casigua El Cubo, Estado Zulia. Femenino

Masculino

Total

p 25

Mediana

p 75

p 25

Mediana

p 75

p 25

Mediana

p 75

p*

Trabajo (METs/Min/Sem)

0

0

407,5

0

1778

12150

0

0

1584

<0,0001

Transporte (METs/Min/Sem)

0

0

495

0

0

577,5

0

0

495

0,908

495

1715

4536

0

396

2628

219

1381,5

4284

0,002

Ocio (METs/Min/Sem)

0

0

198

0

0

742,5

0

0

300

0,166

Total (METs/Min/Sem)

1314

3012

5634

1512

2790

15978

1314

2946

7125

0,172

Hogar (METs/Min/Sem)

* U de Mann-Whitney

Volumen II. Nº 4. Año 2012

Síndrome Cardiometabólico

Gráfico 2. Percentiles de los METs/min/sem según dominios del IPAQ por género en la población estudiantil de la Unidad Satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR) de Casigua El Cubo, Estado Zulia.

89


Uno de los factores de riesgo que ha cobrado importancia de forma persistente desde el siglo pasado es el sedentarismo, un elemento fundamental a la hora de evaluar el riesgo para padecer enfermedades crónicas como la enfermedad coronaria, la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 y el síndrome metabólico, cuyas prevalencias han aumentado en las últimas décadas23-25. En nuestro estudio se halló una prevalencia en la población general de obesidad y sobrepeso del 17,1% y 21,2%, respectivamente. Este hallazgo es similar al reportado por Bermúdez y col.13 en la ciudad de Maracaibo, quienes encontraron una prevalencia del 16,6% de obesidad y de 24,67% de sobrepeso en la población adulta joven de 18 a 20 años. En un estudio realizado por Arroyo y cols.26 llevado a cabo en universitarios españoles, se reportó que el 15,8% de los sujetos presentaban sobrepeso, mientras que solo un 1,9% exhibía obesidad, cifras inferiores a las obtenidas en este estudio. Sin embargo, estas discrepancias pueden estar sujetas a las diferencias metodológicas, sociodemográficas y culturales26.

DISCUSIÓN

En relación a la prevalencia de conductas sedentarias, también se ha reportado una alta prevalencia de una baja actividad física en algunos países Latinoamericanos, tal es el caso de Perú donde Seclén-Palacín y cols. encontraron que en su país solo la décima parte de la población adulta practicaba actividad deportiva en un grado capaz de generar beneficios para la salud27. Asimismo, otros autores han reportado altas prevalencia de inactividad física que alcanzan hasta un78% para los países de Latinoamérica28. Hallazgos como estos podrían justificar el hecho que en América Latina 70% de las muertes en adultos son consecuencia de problemas de salud prevenibles, la mayor parte de ellos, padecimientos crónicos que en parte pueden derivarse de estilos de vida no saludables adquiridos en la niñez y adolescencia29.

90

El presente estudio tuvo como propósito estimar los niveles de actividad física en la población estudiantil de la unidad satelital de la Universidad Experimental Sur del Lago (UNESUR), encontrando que el grado de actividad física alta (global para todas las esferas) fue la más prevalente. En contraste con estos resultados, al evaluar los patrones de actividad física según cada esfera del IPAQ se observó que el dominio con menor actividad física fue la relacionada al tiempo de Ocio, lo que sugiere un estilo de vida sedentario. En este sentido, diversos autores entre ellos Stamatakis y cols. señalan que solo la actividad física moderada o vigorosa durante el tiempo de Ocio es la verdaderamente capaz de promover la salud y brindar protección contra enfermedades cardiovasculares30. Se hace necesario señalar que el dominio de hogar fue el que obtuvo la mayor puntuación en la muestra estudiada, por lo que muchos individuos con un score global con actividad física alta probablemente no sea debido a la actividad física de ocio, sino a la suma de los otros dominios más prevalentes como el del hogar o jardinería o al dominio de la actividad física asociada al transporte sugiriendo una posible sobreestimación de la actividad física en nuestro estudio.

La sobreestimación de la actividad física determinada por el IPAQ no es un fenómeno reciente. Este problema ha sido demostrado por varios autores como Rzewnicki y cols.31, quienes reportaron que la sobreestimación se relacionaba con condicionamientos sociales a los que se podían ver sometidos los sujetos estudiados31. Estas limitaciones y sobre-estimaciones fueron analizadas por Bauman y cols.32 en el 2009, donde señalan que a pesar de los beneficios de estimación poblacional de la actividad física que ofrece el IPAQ, no es del todo perfecto. El IPAQ fue diseñado como una herramienta de vigilancia, pero se ha visto que se utiliza en estudios de intervención donde su eficacia en determinar el cambio de actividad física aún no ha sido estudiado28,32. Con respecto a la sobre-estimaciones, se ha observado que por lo menos 3 cuartos de la población obtienen o sobrepasan los 600 MET-minutos/semana (30 minutos por 5 días a la semana) clasificándolos como moderados33,34. El problema radica en que la medición de la recomendación de “30 x 5” no es medida en el tiempo de ocio, sino en actividades aditivas de las esferas de trabajo, transporte y hogar, y en esto posiblemente yace la sobreestimación en la mayoría de los estudios32-34. En nuestro estudio, el patrón de actividad física coincide con el descrito por Bermúdez y cols.35 para la población adulta del municipio Maracaibo, donde la actividad física Alta fue la más frecuente seguida de la Moderada y Baja. En cuanto a los dominios de actividad física se obtuvo un comportamiento similar al reportado en Maracaibo: Trabajo 0 (0-66) METs/min/sem; Transporte 165 (0-463) METs/min/sem; Hogar 772,5 (0-2520) METs/min/sem y Ocio 0 (0-594) METs/min/sem. Asimismo, en nuestro estudio la actividad física dentro del dominio Hogar fue la que reportó mayor nivel de consumo calórico ya que los individuos alcanzaron niveles de actividad física superiores a cero a partir del percentil 30, observándose la misma sobreestimación reportada por Bermúdez y col. para la población de Maracaibo35. Pese a esto, Stamatakis y cols.36 señalan que las actividades relacionadas con el hogar y jardinería no consumen gran cantidad de calorías debido al uso de músculos ubicados en la parte superior del cuerpo y la realización de movimientos poco vigorosos y de forma intermitente, por lo que este tipo de actividad a pesar de ser prevalente no confiere protección cardiovascular. La segunda esfera que alcanzó mayor consumo calórico después del dominio Hogar fue la actividad física relacionada al Transporte, donde las mujeres exhibieron mayor actividad física en relación a los hombres, sin embargo, este dominio se ve influenciado por factores tales como la edad, el nivel de educación y la posibilidad de adquisición de una bicicleta o un automóvil37. La actividad física relacionada con el Trabajo, fue la tercera más prevalente en este estudio, sin embargo el papel preventivo en relación a las enfermedades cardiovasculares de la actividad física realizada en jornadas laborales no está totalmente esclarecido, y al igual que ocurre en la esfera de Transporte, el dominio Trabajo está influenciado por el tipo de activi-


El acondicionamiento cardiorrespiratorio es una característica que protege contra el síndrome metabólico y de ésta manera contra las ECV, especialmente en aquellos pacientes de alto riesgo quienes realizan más de 3 horas a la semana de actividades moderadas o vigorosas durante el tiempo de Ocio43. Finalmente, se puede concluir que en la población estudiada, los niveles de actividad física realizada en tiempo de Ocio son menores con respecto al resto de los dominios, por lo que se recomienda la implementación de programas que permitan asesorar a esta población para aumentar el nivel de actividad física de ejercicio y disminuir los niveles de sedentarismo.

REFERENCIAS 1. Friery KB, Bishop, P. Long-term Impact of Athletic Participation on Physical Capabilities. JEPonline 2007; 10 (1):34-47. 2. Peter F. Kokkinos, et al. Physical Activity in the Prevention and Management of High Blood Pressure. Hellenic J Cardiol 2009; 50: 5259. 3. Kirsi H. Pietiläinen, et al. Physical Inactivity and Obesity: A Vicious Circle. Obesity (2008) 16, 409–414. doi:10.1038/oby.2007.72 4. Helmrich, S. P., Ragland, D. R., Leung, R. W., & Paffenbarger Jr, R. S. (1991). Physical activity and reduced occurrence of noninsulin-dependent diabetes mellitus. New England journal of medicine, 325(3), 147-152. 5. Ford, E. S., Kohl, H. W., Mokdad, A. H., & Ajani, U. A. (2005). Sedentary behavior, physical activity, and the metabolic syndrome among US adults.Obesity research, 13(3), 608-614. 6. Pérez B, Landaeta-Jiménez M, Arroyo E, et al. Patrón de actividad física, composición corporal y distribución de la adiposidad en adolescentes venezolanos. Am Venez Nutr 2012; 25(1): 5-15. 7. Serón P, Muñoz S, Lanas F. Nivel de actividad física medida a través del cuestionario internacional de actividad física en población Chilena. Rev. méd. Chile 2010; 138(10): 1232-1239. 8. Sjöström, M.; Ainsworth, B.; Bauman, A.; et al. Guidelines for Data Processing and Analysis of the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) – Short and Long Forms. IPAQ core group 2005. Available at: http://www.ipaq.ki.se/ipaq.htm 9. Valera M, Duarte C, Salazar I. Actividad física y sedentarismo en jóvenes universitarios de Colombia: prácticas, motivos y recursos para realizarlas. Colomb Med. 2011; 42: 269-77 10. Lema LF, Salazar IC, Varela MT, et al. Comportamiento y salud de los jóvenes universitarios: Satisfacción con el estilo de vida. Pens Psicol.2009; 5:71-88.

12. Pérez J, Cortés M, Henríquez F, et al. Prevalencia de Diabetes Mellitus y otros factores de riesgo cardiovascular en la región central de Venezuela: pesquiza realizada en el área metropolitana de Caracas, Valencia y Maracay. Arch Hosp Vargas 1997; 39: 123-30. 13. Bermúdez V, Pacheco M, Rojas J, et al. Epidemiologic Behavior of Obesity in the Maracaibo City Metabolic Syndrome Prevalence Study. PLoS ONE 2012; 7(4): e35392. 14. Martin S., Kirkner G., Mayo K., et al. Urban, rural, and regional variations in physical activity. Journal of Rural Health 2005; 21(3):239-244. 15. Moore J, Davis C, Baxter S, et al. Physical activity, metabolic syndrome, and overweight in rural youth. Journal of Rural Health 2008; 24(2):136-142. 16. Wang, Y. F. Cross-national comparison of childhood obesity: the epidemic and the relationship between obesity and socioeconomic status. International Journal of Epidemiology 2001; 30(5):1129-1136. 17. Sierra Bravo, M. Técnicas de investigación social: teoría y ejercicios. (1991). 7ma Edición. Madrid. Paraninfo 18. Parra Olivares, Javier. (2000). Guía de Muestreo. 3era Edición. Colección F.C.E.S. Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. pp 90-92. 19. Mendenhall W, Scheaffer R, Ott L. Elementos de Muestreo. México. Grupo Editorial Iberoamérica; 1987 20. National Institutes of Health, National Heart. (2000). Lung, and Blood Institute, NHLBI Obesity Education, Initiative, North American Association for the Study of Obesity .The Practical Guide Identification, Evaluation, and Treatment of Overweight and Obesity in Adults. NHLBI Obesity Education Initiative. Page: 1-94. 21. Health Statistics. NHANES III reference manuals and reports (CDROM). Hyattsville, MD: Centers for Disease Control and Prevention, 1996. Available at: http://www.cdc.gov/nchs/data/ nhanes/nhanes3/cdrom/NCHS/MANUALS/ANTHRO.PDF 22. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a WHO Consultation on Obesity. Geneva: The Organization; 2000. (WHO Technical Report Series, No. 894). 23. Joyner MJ, Coyle EF. “Endurance exercise performance: the physiology of champions”. J Physiol 2008;586(1):35-44. 24. Grundy SM. “Metabolic syndrome: connecting and reconciling cardiovascular and diabetes worlds”. J Am Coll Cardiol 2006;47:10931100. 25. Alberti K, Zimmet P. “Definition, diagnosis and classification of diabetes mellitus and its complications. Part 1: diagnosis and classification of diabetes mellitus provisional report of a WHO consultation”. Diabetes Med 1998;15:539-53. 26. M. Arroyo Izaga, A. M. Rocandio Pablo, L. Ansotegui Alday. Calidad de la dieta, sobrepeso y obesidad en estudiantes universitarios. Nutr Hosp. 2006;21(6):673-679 27. Seclén-Palacín J, Jacoby E. “Factores sociodemográficos y ambientales asociados con la actividad física deportiva en la población urbana de Perú”. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 2003;14(4):155-64 28. OPS-OMS, Fundación Kellog. Programas de salud para adolescentes en América Latina, Grupo de estudio sobre adolescencia OMS/ UNICEF/1996. 29. Lanas F, Avezum A, Bautista Le, et al. Risk factors for acute myocardial infarction in Latin America: the INTERHEART Latin American study. Circulation 2007; 115: 1067-74. 30. Stamakis E, Hamer M, Lawlor DA. “Physical activity, mortality, and cardiovascular disease: is domestic physical activity beneficial? The Scottish Health Survey – 1995,1998, and 2003”. Am J Epidemiol 2009;169(10):1191-1200.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

Es de preocupar que de los cuatro dominios evaluados mediante el IPAQ, haya sido el dominio asociado a la actividad física en tiempo de Ocio el que alcanzó menores resultados, si se considera que esta esfera es la que tiene mayor impacto en el riesgo cardio-metabólico39,40. Además se ha sugerido que 4 horas o más de conducta sedentaria en el dominio de Ocio elevan al doble el riesgo de enfermedad cardiovascular41, y de forma inversa se ha reportado que altos niveles de actividad física en el tiempo libre tienen una relación inversa con la enfermedad cerebrovascular y muerte42.

11. Rodríguez F., Palma X., Romo A. Hábitos alimentarios, actividad física y nivel socioeconómico en estudiantes universitarios de Chile. Nutr Hosp. 2013; 28(2):447-455.

Síndrome Cardiometabólico

dad que se realice, por ejemplo, Salmon y col. reportaron que trabajadores menos calificados (incluyendo amas de casa) eran propensos a presentar conductas sedentaria38.

91


31. Rzewnicki R, Vamden Auweele Y, De Bourdeaudhuij I. “Addressing overreporting on the International Activity Questionnaire (IPAQ) telephone survey with a population simple”. Public Health Nutr 2003;6(3):299-305. 32. Bauman A, Ainsworth B, Bull F, et al. “Progress and pitfalls in the use of the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) for adult physical activity surveillance”. J Physical Activity Health 2009;6(Suppl 1):S5-S8. 33. Ainswoth E, Macera CA, Jones DA, et al. “Comparison of the 2001 BRFSS and the IPAQ physical activity questionnaires”. Med Sci Sports Exerc 2006;38:1584-92. 34. Cervero R, Sarmiento OL, et al. “Influences of built environments on walking and cycling: lessons from Bogotá”. J Sustainable Transportation 2009;3(4):203-226. 35. Bermúdez VJ, Rojas JJ, Córdova EB, Añez R, Toledo A, Aguirre MA, Cano C, Arraiz N, Velasco M, López-Miranda J. International Physical Activity Questionnaire Overestimation is Ameliorated by Individual Analysis of the Scores. Am J Ther. 2013 July/August;20(4):448-458. 36. Stamatakis E, Hillsdon M, Primatesta P. “Domestic physical activity in relationship to multiple CVD risk factors”. Am J Preventive Med 2007;32(4):320-27.

92

37. Cervero R, Sarmiento O, Jacoby E, et al. “Influences of built environments on walking and cycling: lessons from Bogotá”. Int J Sustainable Transportation 2009;3(4):203-226. 38. Salmon J, Owen N, Bauman A, et al. “Leisure-time, occupational, and household physical activity among professional, skilled and less-skilled Workers and Homemakers”. Preventive Med 2000; 30(3):191-99. 39. Andersen LB, Schnohr P, Schroll M, Hein HO. “All-cause mortality associated with physical activity during leisure time, work, sports, and cycling to work”. Arch Intern Med 2000;160(11):1621-8. 40. Sisson S, Camhi S, Church T, et al. “Leisure time sedentary behavior, occupational/domestic physical activity and metabolic syndrome in U.S. men and women”. Metab Syndr Relat Disord 2009;7(6):529-36. 41. Stamatakis E, Hamer M, Dunstan DW. Screen-based entertainment time, all-cause mortality, and cardiovascular events: populationbased study with ongoing mortality and hospital events follow-up. J Am Coll Cardiol 2011; 57:292-9. 42. Slattery M, Jacobs DR, Nichaman MZ. “Leisure time physical activity and coronary heart disease death”. Circulation 1989; 79:304-11. 43. Laaksonen D, Lakka H, et al. “Low levels of leisure-time physical activity and cardiorespiratory fitness predict development of the metabolic syndrome”. Diabetes Care 2002; 25:1612-18.


Prevalencia de obesidad

y su asociación con la actividad física en el personal del área administrativa de una empresa petroquímica del estado Zulia Prevalence of obesity and its association with physical activity on the staff of the administrative area of ​​a petrochemical company in the state of Zulia Rigoberto Arandia, Lic1*, Roberto Añez, MD2, Joselyn Rojas, MD, MSc2, Valmore Bermúdez, MD, MgSc, MPH, PhD2 1 Cursante del Máster en Medicina y Ciencias aplicada al Deporte. Universidad de Alcalá de Henares, España. Director: Melchor Álvarez de Mon Soto, MD, PhD. 2 Centro de Investigaciones Endocrino-Metabólicas “Dr. Félix Gómez” Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Venezuela. Recibido: 20/01/2012 Aceptado: 23/03/2012

Materiales y métodos: Estudio transversal y analítico realizado en 123 adultos seleccionados al azar de ambos sexos, empleados del área administrativa de la empresa petroquímica PEQUIVEN. Todos sujetos fueron evaluados antropométricamente (peso, talla, IMC) con la finalidad de clasificarlos ponderalmente los criterios de la OMS para el IMC. El grado de actividad física fue estudiado mediante la aplicación de un cuestionario validado (IPAQ). Las variables cualitativas se expresaron como frecuencias absolutas y relativas y las variables continuas como meIntroduction: Obesity is a global public health problem in our region very few studies have focused on assessing obesity in the workplace, so our goal was to analyze the epidemiological behavior of overweight and obesity and their association with the physical activity level in workers of the administrative department from a petrochemical company (PEQUIVEN) in Zulia State - Venezuela.

ABSTRACT

Materials and Methods: A cross-sectional randomized and analytical study in a 123 adults who work in the administrative department of PEQUIVEN, a petrochemical company from Venezuela. All subjects were evaluated anthropometric (weight, height, BMI) and obesity diagnostic was made according to the WHO classification of BMI. The degree of physical activity (P.A) was studied by applying a validated questionnaire (IPAQ). Qualitative variables were expressed as absolute and relative frequencies and continuous variables as medians (p25-p75). A logistic re-

Resultados: La prevalencia de la obesidad y el sobrepeso fue del 40,7% y 48% respectivamente, siendo el patrón de actividad física más frecuente el moderado con 39%. Los individuos con obesidad mostraron una menor cantidad de actividad física con respecto a aquellos con sobrepeso y peso normal. La actividad física alta dentro del dominio de trabajo mostró un efecto protector para obesidad (OR: 0,33; IC 95%: 0,10-0,95; p=0,048). Conclusiones: La prevalencia de obesidad y sobrepeso registrada en nuestro estudio ha sido elevada, ya que casi el 90 % de la muestra estudiada se encuentran aquejados por estas condiciones lo cual hace mandatorio el control de los factores de riesgo y la intervención inmediata de los individuos estudiados. Palabras Clave: Obesidad, Actividad Física, Sobrepeso, Índice de masa corporal, IPAQ. gression model was generated for obesity diagnosis adjusted by sex, age group and physical activity domains. Results: The prevalence of obesity and overweight was 40,7% and 48% respectively. The most frequent pattern of physical activity the Moderate P.A with 39%. Obese individuals showed a lower amount of physical activity compared to those with overweight and normal weight. High physical activity within the work domain showed a protective effect against obesity (OR: 0.33, 95% CI 0.10 to 0.95, p = 0.048). Conclusions: The prevalence of obesity and overweight recorded in our study was very high, since almost 90% of the study sample was afflicted by this condition which makes it mandatory risk factors control and an immediate individual’s intervention. Keywords: Obesity, Physical Activity, Overweight, Body Mass Index, IPAQ.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

RESUMEN

dianas (p25-p75). Se realizó un modelo de regresión logística para el diagnóstico o no de obesidad ajustado por sexo, grupo etario y dominios de actividad física.

Síndrome Cardiometabólico

Introducción: La obesidad es un problema de salud pública en el ámbito mundial. En nuestra región muy pocos estudios se han abocado a evaluar el problema de la obesidad en relación con la esfera laboral. Por este motivo, el objetivo de este estudio fue analizar el comportamiento epidemiológico del sobrepeso y la obesidad y su asociación con el grado de actividad física en los trabajadores del área administrativa de una empresa petroquímica (PEQUIVEN), del Estado Zulia, Venezuela.

93


La obesidad se considera un problema de salud pública en muchos países industrializados así como en algunas naciones en vías de desarrollo, donde coexiste junto con la desnutrición1, generando una pesada carga sobre el sistema de salud debido al incremento progresivo de la prevalencia de comorbilidades como la enfermedad coronaria1, Diabetes Mellitus tipo 2 2, la hipertensión arterial3, la apnea obstructiva del sueño4, osteoartritis5, algunos tipos de cáncer (mama, riñón, próstata, y de colon)6, enfermedad por reflujo gastroesofágico7 e hígado graso no alcohólico8, entre otras9-14.

INTRODUCCIÓN

En los Estados Unidos se ha reportado una prevalencia elevada de obesidad con un 33,8% de la población adulta afectada por esta condición (32,2% en hombres y 35,5% para las mujeres)15,16. Por otra parte, la prevalencia combinada de obesidad y sobrepeso (IMC ≥ 25 kg/m2) es del 68%, con un 72,3% para los hombres y 64,1% para las mujeres16. En América Latina, la epidemiología de la obesidad no se ha estudiado a fondo en la mayoría de los países, sin embargo, su prevalencia en mexicanos se ha triplicado en la última década, incrementándose de 9,8% a un 39,3% con especial impacto en los sectores más pobres y en la población adolescente18-21. De la misma forma, en el ámbito regional, Bermúdez y cols.22 en un estudio reciente encontraron una prevalencia de sobrepeso y obesidad del 34,8% y 33,3% respectivamente en la población adulta de la Ciudad de Maracaibo en Venezuela22.

94

Entre los factores de riesgo asociados a la obesidad se encuentran factores genéticos y ambientales (de tipo sociocultural en íntima relación con las formas de vida), entre los cuales pueden incluirse los relacionados al entorno laboral, privación de horas de sueño, la omisión de comidas, etc.15-33. Debido a esto, en fechas recientes la obesidad en el lugar de trabajo se ha convertido en un fenómeno importante a ser estudiado pues podría ser la clave –al menos en parte- que pueda explicar el incremento progresivo en la prevalencia de la obesidad que acontece posterior a la culminación de los estudios universitarios22 y que indudablemente acarrea repercusiones tanto para los trabajadores como para los empleadores34,35. Estudios internacionales han demostrado que la combinación de un trabajo sedentario y los malos hábitos de alimentación aumentan el riesgo para obesidad35,36. Además, los trabajadores obesos tienen una prevalencia mucho mayor de dislipidemias, enfermedad cardiovascular, respiratorias y musculoesqueléticas36. La obesidad en el lugar de trabajo puede tener un alto impacto económico, ya que se ha reportado que los empleados con obesidad se ausentan más frecuentemente y por más tiempo a sus trabajos37. En los Estados Unidos por ejemplo, la obesidad se asoció un costo médico directo anual adicional 1723 $ en comparación con una persona no obesa38, calculándose que la carga extra en el sistema de salud por causa de esta condición es del 5% de todo el presupuesto para la salud cada año. Por otro lado, se estima que el costo derivado en días de actividad restringida alcanza unos 300 millones, así como 90 millones en días de reposo y 63 mi-

llones en consultas médicas para 199438-41, de forma que al tomar en cuenta todos estos factores se calcula que el costo total de la obesidad en los EUA ronda los 120 mil millones de dólares/año38. En vista que la prevalencia de obesidad ha sido poco estudiada en el ámbito laboral, el objetivo de este estudio fue determinar el comportamiento epidemiológico de la obesidad y su relación con la actividad física en trabajadores del área administrativa de la empresa petroquímica PEQUIVEN, estado Zulia, Venezuela.

MATERIALES Y MÉTODOS Se realizó un estudio transversal y analítico en individuos adultos que laboran dentro del área administrativa de la empresa petroquímica PEQUIVEN, SA (Corporación Petroquímica de Venezuela Sociedad Anónima) del Estado Zulia. El área administrativa de esta empresa cuenta con 230 trabajadores que laboran en un horario diurno. Para calcular el tamaño de la muestra se aplicó la fórmula de Sierra-Bravo42, para un intervalo de confianza del 95%, una proporción de obesidad en adultos del 33,3% obtenido a partir del estudio de prevalencia de obesidad en el municipio Maracaibo llevado a cabo por Bermúdez y cols.22 y un margen de error fijado del 5%, obteniéndose un tamaño muestral de 123 individuos como representativo de la población del área administrativa de esta empresa petroquímica. La selección de los individuos se llevó a cabo mediante muestreo aleatorio simple43,44, tomando como criterio de inclusión a aquellos individuos adultos mayores de 18 años de ambos sexos que formaban parte del área administrativa de la empresa PEQUIVEN excluyendo únicamente a mujeres en estado de gestación. Evaluación de los individuos Todos los individuos firmaron un consentimiento informado antes de ingresar al estudio, posterior a lo cual se les realizó historia clínica completa y se les aplicó el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ)45. El cuestionario IPAQ evalúa la actividad física en cuatro dominios: Trabajo, Transporte, Actividades del Hogar (jardinería y otros) y Ocio (Tiempo Libre, Recreación o Ejercicio). El formato largo del IPAQ (IPAQ-LF) contiene preguntas correspondientes a la frecuencia y duración de caminatas (actividad leve), actividades moderadas y/o actividades vigorosas de por lo menos 10 minutos de duración. Los minutos/semanas de actividad leve, moderada y vigorosa son convertidos a sus equivalentes metabólicos (“METs”) para así determinar el gasto energético. Los datos se calcularon de acuerdo al resultado MET promedio en cada actividad. A partir de la sumatoria de los mismos se formularon 4 puntuaciones generales continuas definidos según el IPAQ de la siguiente manera45: Caminata: METs/minutos/semana = 3.3 x minutos caminados x días caminados; Moderado: METs/minutos/ semana = 4.0 x minutos de actividad moderada x días de intensidad moderada; Vigoroso: METs/minutos/semana = 8.0 x minutos de actividad vigorosa x días de intensidad


Evaluación antropométrica Para medir el peso de los participantes se utilizó una balanza/impedanciómetro (Tanita, TBF-310 GS Body Composition Analyzer, Tokyo – Japan); la talla se determinó con una cinta métrica graduada en centímetros fijada a una pared lisa, comprobando que ésta se mantuviera en posición recta y que el individuo estuviese descalzo. El índice de masa corporal (IMC) fue calculado mediante la fórmula de Quetelec: IMC= peso/Talla2 46. Los individuos se clasificaron ponderalmente en categorías (normopeso, sobrepeso y obesidad) de acuerdo a clasificación propuesta por la OMS47. Análisis estadístico Los datos fueron analizados mediante el Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS) v.21 (SPSS IBM Chicago, IL), considerándose resultados estadísticamente significativos cuando el valor de p<0,05. Las variables cualitativas fueron expresadas como frecuencias absolutas y relativas. Las pruebas Z de proporciones y chi cuadrado (χ2) fueron utilizadas para evaluar las diferencias entre las proporciones y el grado de asociación entre las variables cualitativas respectivamente. Se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la distribución normal o no de las variables cuantitativas. Las variables cuantitativas con distribución no normal fueron expresadas como medianas (p25-p75), evaluándose las diferencias entre las medianas de dos grupos mediante la prueba de U de Mann-Whitney y ANOVA de un factor con corrección de Bonferroni para evaluar 3 o más grupos. Asimismo, se desarrollaron varios modelos de regresión logística estimándose los Odd Ratios (IC95%) para predecir el diagnóstico o no de obesidad, de los cuales el que presentó un mejor ajuste estadístico fue el que incluyó en el modelo al sexo, los dominios de actividad física según el cuestionario IPAQ (Trabajo, Transporte, Hogar y Ocio) y grupos etarios.

Características generales La muestra estuvo constituida por 123 individuos (Femenino: 58,5%; n=72 y Masculino: 41,5%; n=51). En la Tabla 1 se muestran las características generales de la población en estudio. El intervalo de edad de los individuos fue de 21 – 65 años, con una mediana de 36(31-42) años para la muestra general, donde la mediana de edad para el sexo femenino fue de 35(30-39) años en comparación con el sexo masculino que fue de 39(33-50) años. Los grupos etarios fueron divididos en decenios, donde la mayor cantidad de individuos estuvo dentro del grupo de 30 a 39 años con 49,6%; seguido del grupo de 40 o más 34,1% y por último el grupo de menos de 30 años con 16,3%. Clasificación ponderal según el IMC y prevalencia de obesidad Al analizar la distribución en cada categoría ponderal según el IMC se encontró que el grupo con más individuos fue el de sobrepeso (48,0%; n=59) seguido de los individuos con obesidad (40,7%; n=50) y finalmente el grupo de normopeso con solo el 11,4% (n=14). Ningún individuo presentó bajo peso. La mediana del IMC en las mujeres fue de 28 (25-30,5) Kg/m2 y de 32 (27-35) Kg/ m2 para los hombres; p<0,001). Al comparar las proporciones según el sexo se encontraron diferencias significativas en el grupo de normopeso, donde los individuos del sexo femenino presentaron una frecuencia más alta con respecto al sexo masculino (Femenino 18,1% vs. Masculino 2,0%; p<0,05). En contraste, se pudo evidenciar una desigualdad en la proporción de individuos con obesidad según el sexo (Femenino 27,8% vs. Masculino 58,8%; p<0,05), encontrándose una asociación estadísticamente significativa (χ2=15,264; p<0,001) entre el IMC y el sexo del individuo para el grupo estudiado, Tabla 1. En la Tabla 2 se muestran las diferentes categorías del IMC según el grupo etario, donde se aprecia que el grupo etario mayor (40 años o más) fue el que presentó la prevalencia más elevada de obesidad con 50%, una prevalencia de sobrepeso de 47,6% y la menor frecuencia de individuos normopeso 2,4% (p<0,05). El grupo etario de 30-39 años presentó una prevalencia de obesidad de 32,8% y sobrepeso de 50,8%, y finalmente el grupo de menos de 30 años tuvo una prevalencia de obesidad del 45% seguido por un 40% de individuos con sobrepeso. Sin embargo, no se encontró una asociación estadísticamente significativa entre los grupos etarios y la clasificación del IMC. Patrones de actividad física según el cuestionario IPAQ En cuanto al comportamiento de los patrones de actividad física determinados por el IPAQ para todas las edades y ambos sexos se encontró que la categoría de actividad física moderada fue la más frecuente 39,0% (n=48) seguida por la actividad física alta 37,4% (n=46) y la actividad física baja con 23,6% (n=29), con un patrón de distribu-

Volumen II. Nº 4. Año 2012

A partir de estas consideraciones se realizó el “Scoring IPAQ” para determinar los patrones de actividad física que son reportados como45 Actividad Física Alta, Moderada o Baja. Además se evaluó la actividad física para cada dominio dividida en alta y baja tomando como punto de corte el percentil 75 de la distribución de la cantidad de actividad física en METs/min/sem para hombres y mujeres: Actividad Física Alta Trabajo (METs/min/sem): Mujeres≥2247,5; Hombres≥2558,4. Actividad Física Alta Transporte (METs/ min/sem): Mujeres≥297; Hombres≥296. Actividad Física Alta Hogar (METs/min/sem): Mujeres≥2628; Hombres≥1638. Actividad Física Alta Trabajo (METs/min/sem): Mujeres≥609; Hombres≥1512. Además el dominio de actividad física de ocio se reclasificó en dos grupos según si realizaron algún grado de actividad física (mayor a 0 METs/ min/sem) o si no realizó ninguna actividad física (0 METs/ min/sem) en el dominio de ocio.

RESULTADOS

Síndrome Cardiometabólico

vigorosa. La Actividad Física Total MET/minutos/semana = Suma de scores Caminata + Moderado + Vigoroso (MET/minutos/semana).

95


ción similar para el sexo femenino, mientras que para el sexo masculino la actividad física alta fue la más frecuente (39,2%; n=20). No se encontró una asociación estadísticamente significativa entre el sexo y el patrón de actividad física por el IPAQ, Tabla 1. Dominios de actividad física El promedio de actividad física total fue de 2852 (13717567) METs/min/sem. El sexo femenino registró una actividad física similar a la del sexo masculino (Femenino 2829,5 (1395-7306,5) METs/min/sem vs. Masculino 3140 (792-8429) METs/min/sem; p=0,766. Según los dominios de actividad física, la mediana para la actividad física durante el trabajo fue de 438 (0-2380) METs/min/ sem, para el Transporte 99 (0-297) METs/min/sem, el Hogar de 1022 (219-2274) METs/min/sem y para el Ocio de 132 (0-796) METs/min/sem. El comportamiento de los dominios de actividad física según sexo fue similar, a excepción del dominio de Hogar donde el sexo femenino mostró un mayor grado de actividad física (Femenino 1308 (448,5-2628) METs/min/sem vs. Masculino 379 (01638) METs/min/sem; p=0,004); Tabla 3. Categorías del IMC y actividad física En el Gráfico 1 se muestra la distribución del IMC según los patrones de actividad física, observándose una diminución en prevalencia de obesidad en la medida que el grado de actividad física se incrementaba. Por ejemplo, en la categoría de actividad física baja se encontró una prevalencia de obesidad del 48,28%, del 43,75% en el grupo de actividad física moderada y del 32,61% en aquellos con actividad física alta. Sin embargo, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas (χ2=2,493; p=0,646). La Tabla 4 muestra el comportamiento de los dominios de actividad física según la clasificación del IMC. Se pudo observar que el grupo de individuos con obesidad presentó los valores más bajos de actividad física en todos los dominios, con diferencias estadísticamente significativas al comparase con los individuos con normopeso en los dominios de Transporte [normopeso 165 (66396) METs/min/sem vs. obesidad 0 (0-231) METs/min/ sem; p=0,003)] y hogar [(Normopeso 1674 (876-2826) METs/min/sem vs. Obesidad 518,25 (0-2232) METs/ min/sem; p=0,001)]. El dominio de actividad física de ocio se reclasificó de acuerdo al nivel de actividad física realizada en dicho dominio en individuos que no realizaron ninguna actividad física (0 METs/min/sem) y alguna actividad física (mayor a 0 METs/min/sem), donde los individuos que tuvieron alguna actividad presentaron una mediana para el IMC de 28 (25,34-33,2) Kg/m2 mientras que los que no hicieron ninguna actividad física 29,2 (26,1-32,5) Kg/m2, donde la diferencia observada no fue estadísticamente significativa (p=0,356).

96

En la Tabla 5 se muestra el modelo de regresión logística tomando como variable objetivo (dependiente) la presencia o ausencia de obesidad evidenciándose que los individuos del sexo masculino presentaron un mayor riesgo

para obesidad con respecto al sexo femenino (OR: 4,43; IC95%:1,88-10,41; p=0,001). Igualmente, se determinó que la actividad física alta en el dominio de trabajo es un factor protector para obesidad en esta población (OR: 0,33; IC95%: 0,10-0,95; p=0,048); mientras que el resto de dominios de actividad física no mostraron un comportamiento de riesgo o protección para obesidad que fuese estadísticamente significativo, Tabla 5. Tabla 1. Características generales de los empleados del área administrativa de la empresa PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela. Femenino Masculino n

%

n

%

Total n

%

χ2 (p)

p**

Grupos Etarios (años)

10,173 (0,006)

< 30

16

22,2

4

7,8

30-39

39

54,2

22

43,1 61 49,6

40 o más

17

23,6

25

49,0 42 34,1 <0,05

Normopeso

13

18,1

1

2,0

Sobrepeso

39

54,2

20

39,2 59 48,0

Obesidad

20

27,8

30

58,8 50 40,7 <0,05

20 16,3 <0,05 NS

IMC (OMS) 14 11,4 <0,05

15,264 (<0,001)

NS

Patrones de Actividad Física*

0,523 (0,770)

Baja

16

22,2

13

25,5 29 23,6

NS

Moderada

30

41,7

18

35,3 48 39,0

NS

Alta

26

36,1

20

39,2 46 37,4

NS

Total

72

100

51

100 123 100

IMC: Índice de Masa Corporal según los criterios de la OMS (Organización Mundial de la Salud); * Patrones de Actividad Física según el cuestionario IPAQ. ** Prueba Z de proporciones. NS: No significativo

Tabla 2. Distribución de las categorías del IMC según la OMS por grupos etarios en el personal del área administrativa de PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela B Normopeso Sobrepeso Obesidad A vs. A vs. C vs. (A) (B) (C) B C n % n % n % p* p* p* Grupos Etarios < 30

3

15,0

8

40,0

9

45,0

NS

30-39

10

16,4

31

50,8

20

32,8

40 o más

1

2,4

20

47,6

21

50,0

Total

14

11,4

59

48,0

50

40,7

* Prueba Z de proporciones. NS: No significativo

NS

NS

NS

NS

NS

NS

<0,05

NS


Gráfico 1. Clasificación ponderal según el IMC según los patrones de actividad física cuantificada por el IPAQ en el personal administrativo de PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela

Tabla 3. Medianas de la edad, índice de masa corporal y los dominios de actividad física según el sexo en el personal del área administrativa de PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela, 2013. Femenino Mediana (p25-p75) 35 (30-39) 28 (25-30,5)

Edad (años) IMC (Kg/m2) Actividad física según IPAQ (METs/min/sem) Trabajo 253 (0-2247,5) Transporte 99 (0-297) Hogar 1308 (448,5-2628) Ocio 115,5 (0-609) Total 2829,5 (1395-7306,5) * Prueba U de Mann-Whitney; a Diferencias estadísticamente significativas

Masculino Mediana (p25-p75) 39 (33-50) 32 (27-35)

Total Mediana (p25-p75) 36 (31-42) 29 (26-33)

p* 0,001a <0,001a

525 (0-2558,4) 99 (0-396) 379 (0-1638) 165 (0-1512) 3140 (792-8429)

438 (0-2380) 99 (0-297) 1022 (219-2274) 132 (0-796) 2852(1371-7567)

0,148 0,577 0,004a 0,810 0,766

Tabla 4. Comportamiento de los dominios de actividad física según el IMC en el personal del área administrativa de PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela B vs. C p* 0,291 0,019 0,021 0,590 0,006ª

a Intervalo de Confianza (95%); b Nivel de significancia; c Ajuste por: Sexo, Actividad Física en Dominios de Trabajo, Transporte, Hogar, Ocio y Grupos Etarios. d Significancia Estadística (p<0,05). *Actividad Física Alta Trabajo (METs/min/ sem): Mujeres≥2247,5; Hombres≥2558,4. **Actividad Física Alta Transporte (METs/min/sem): Mujeres≥297; Hombres≥296. ¥ Actividad Física Alta Hogar (METs/min/sem): Mujeres≥2628; Hombres≥1638. β Actividad Física Alta Ocio (METs/min/sem): Mujeres≥609; Hombres ≥ 1512.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

Tabla 5. Modelo de regresión logística para el diagnóstico de obesidad ajustado por sexo, edad y dominios de actividad física en el personal del área administrativa de PEQUIVEN. Estado Zulia, Venezuela. Odds Ratio crudo (IC pb Odds Ratio ajustadoc (IC 95%a) pb 95%a) Sexo Femenino 1,00 1,00 Masculino 3,71 (1,73 – 7,93) 0,001 4,43 (1,88 - 10,41) 0,001d Actividad Física Trabajo* Baja 1,00 1,00 Alta 0,33 (0,13 – 0,84) 0,021 0,33 (0,10 - 0,95) 0,048d Actividad Física Transporte** Baja 1,00 1,00 Alta 0,44 (0,18 - 1,07) 0,071 0,50 (0,17 – 1,45) 0,207 Actividad Física Hogar¥ Baja 1,00 1,00 Alta 0,99 (0,44 – 2,26) 0,997 1,59 (0,59 – 4,25) 0,354 Actividad Física Ocioβ Baja 1,00 1,00 Alta 1,28 (0,56 - 2,91) 0,565 1,40 (0,55 - 3,51) 0,474

A vs. C p* 0,321 0,003ª 0,001ª 0,344 0,062

Síndrome Cardiometabólico

Normopeso (A) Sobrepeso (B) Obesidad (C) A vs. B Mediana (p25-p75) Mediana (p25-p75) Mediana (p25-p75) p* Trabajo 475,5 (0-3480) 565 (0-3285) 416,5 (0-1800) 0,669 Transporte 165 (66-396) 165 (0-396) 0 (0-231) 0,315 Hogar 1674 (876-2826) 1116 (379-2232) 518,25 (0-2232) 0,018 Ocio 99 (0-198) 198 (0-897) 33 (0-1512) 0,134 Total 3103,25 (1827-9557,5) 3932,5 (1386-8429) 2246,75 (678-4958) 0,789 * Prueba ANOVA de 1factor con corrección de Bonferroni. a Diferencia estadísticamente significativa (p<0,016). Actividad física en METs/min/sem)

97


La obesidad en la población adulta se ha convertido en una pandemia a nivel mundial48. En América Latina, la prevalencia de obesidad se ha triplicado en los últimos 20 años, afectando a adultos y niños en todo el continente49, siendo la transición nutricional una causa propuesta a dicho fenómeno50-54. En nuestra localidad, Bermúdez y cols.22 encontraron una prevalencia de obesidad y sobrepeso de 33,3% y 34,8% respectivamente para la población adulta. En este estudio el grupo etario de 40-49 años presentó una prevalencia de obesidad y sobrepeso de 47,2% y 31,8%; el grupo de 30-39 años una prevalencia de obesidad y sobrepeso y 36,9% y 40,4% y el grupo de 20-29 años de 21,3% y 32,9% respectivamente22. Este comportamiento fue similar al encontrado en nuestro estudio, sin embargo nuestra prevalencia de obesidad fue mayor en el grupo de 40 años o más con un 50%, posiblemente debido al hecho de que la estratificación de los grupos etarios fue diferente en nuestro trabajo incluyendo a grupos de mayor edad.

DISCUSIÓN

En vista de esta creciente problemática los empleadores han mostrado un gran interés por la pandemia de obesidad39, por lo que algunas empresas han puesto en marcha programas para promover el bienestar y combatir este flagelo, que al ser diseñados y ejecutados de manera correcta pueden ser eficaces39,40. Entre estos programas se destaca el implantado por la compañía manufacturera alemana BASF Aktiengesellschaf (41) “Recortar las libras – Perder peso sin perder la cabeza” (Trim down the pounds – losing weight without losing your mind) donde 1.313 trabajadores con sobrepeso u obesidad (monitoreados por médicos ocupacionales) fueron asignados a 749 asesores con el objetivo de perder al menos 2 puntos en el índice de masa corporal (IMC) o reducir el IMC por debajo de 25 Kg/m2 en un periodo de 9 meses. Este programa logró que el 62% de los trabajadores alcanzaron los objetivos de reducción de peso demostrando que este tipo de estrategia luce prometedora dentro de un plan global que incluya una alimentación más saludable en los comedores en los sitios de trabajo y programas de actividad física41.

98

Por este motivo, se hace necesaria la prevención de la obesidad y promoción de salud en el sitio de trabajo, con el propósito de genenar beneficios tanto para el trabajador como para el empleador, disminuyendo la pérdida de productividad y los costos en salud38-41. Sin embargo, son pocos los estudios que han evaluado la obesidad en el personal que labora dentro empresas a nivel mundial, y no existen estudios regionales que la hayan evaluado en nuestra región. A pesar de esto, en Kuwait Taysir Al-Asi y cols.54 llevaron a cabo un estudio en los trabajadores del área de oficina (administrativa) en la Kuwait Oil Company (KOC), donde encontraron una prevalencia de obesidad del 25,1% y un 46,4% de sobrepeso, evidenciando una asociación importante entre el grado de actividad física y la presencia de obesidad54, confirmando menores prevalencias de esta enfermedad en la medida que aumentaba el grado de actividad física. Dichos investigadores atribuyeron esta asociación a que la actividad física mejora el

perfil cardiovascular y respiratorio55, el ejercicio planeado, aeróbico y constante ofrece incremento de las fibras musculares esqueléticas oxidativas56-59, mayor consumo calórico60-62, lo cual produce la pérdida de peso63-67. Bermúdez y cols.68 describieron los patrones de actividad física para la población adulta del municipio Maracaibo en donde el patrón de actividad física alta fue el más prevalente, seguido por la actividad física moderada y por último la actividad física baja. Hecho que difiere de nuestro estudio pues el tipo de actividad física más frecuente fue la Moderada, seguida de la Alta y por último la actividad física Baja. Por otro lado Bermúdez y cols.68 en dicho estudio, determinaron el comportamiento de la actividad física en las 4 esferas de IPAQ para la población adulta general, en donde el promedio de actividad física para el dominio de Trabajo fue de 0 (0-66) METs/ min/sem; Transporte 165 (0-463) METs/min/sem; Hogar 772,5 (0-2520) METs/min/sem y Ocio 0 (0-594) METs/ min/sem68, mientras que el promedio de actividad física para la población del grupo etario de 30 a 39 años encontrado en esta investigación presentó un comportamiento muy similar en dicho estudio: Trabajo 0 (0-106) METs/ min/sem; Transporte 165 (0-462) METs/min/sem; Hogar 885 (60-2100) METs/min/sem y Ocio 0 (0-398) METs/ min/sem68. En contraste, nuestro estudio mostró un promedio de actividad física mayor, donde la mayor cantidad de actividad física fue realizada dentro del hogar, seguida por la del trabajo, ocio y transporte. Estas discrepancias probablemente se deban a que la totalidad de los individuos estudiados presentaron un nivel de educación superior, condición que no se encuentra presente en la totalidad de la población general del municipio Maracaibo68, y que pudiera explicar las diferencias en la actividad física ya que diversos autores69-74 han postulado que las personas de grupos socioeconómicos más bajos realizan con menos frecuencia actividad física recreacional69-74. Sin embargo, otros factores deben ser considerados por lo que se necesita realizar una mayor cantidad de estudios con grupos de estudio más grandes para un mejor análisis de estas inferencias. De igual forma, en nuestro estudio se observó que la actividad física que obtuvo la mayor cantidad de METs/min/ sem fue la realizada dentro del hogar, comportamiento también observado en el estudio de Bermúdez y cols.68, por lo que se ratifica que en nuestra población se sobreestima la actividad física dentro del hogar y conduce a un incremento “artificial” en la actividad física global tal como se ha reportado en otros estudios74, además la actividad física dentro del hogar no ofrece un beneficio cardiovascular, hecho ya demostrado en varias investigaciones como la de Stamatakis y cols.75 donde se demostró en 13.726 mujeres que las actividades domésticas ofrecen protección contra las enfermedades cardiovasculares75. Asimismo, el promedio de actividad física en nuestro estudio fue mayor al determinado por Serón y cols.76 quienes también evaluaron a la actividad física por dominios en una población de Chile, encontrando que para las


Muy pocos estudios han encontrado esta asociación entre la actividad física en el trabajo y la obesidad. En un estudio longitudinal realizado por Choi y cols.79 reportaron una asociación entre la actividad física baja en el trabajo y la obesidad central en trabajadores de EUA, hallazgos similares fueron encontrados por Ishizaki y cols. en un estudio con trabajadores de una industria metalúrgica de Japón80. Algunos autores han estudiado el comportamiento de la actividad física baja dentro del trabajo y la obesidad en trabajadores, observando de igual manera una asociación significativa80-84, mientras que otros no han encontrado una asociación entre la obesidad y la actividad física en el trabajo85-87. Estas inconsistencias pueden ser atribuidas a diferencias metodológicas en la evaluación de la actividad física, donde algunos investigadores evalúan el grado de actividad física ocupacional88, mientras que otros estudios han evaluado el sedentarismo laboral (ej. tiempo sentado en el trabajo) con la presencia de obesi-

En cuanto a la actividad física de ocio, en nuestro estudio no se encontró un efecto protector para la obesidad56-67. La razón de ello es la falta en una ejecución continua de actividad destinada a la recreación o deporte, puesto que diversos autores han planteado que no solo se debe tomar en cuenta la intensidad de actividad física sino la duración de manera continua de la misma90-93 en conjunción con el hecho que la mayoría de los individuos presentaron contajes de METs de actividad asociada al ocio baja. Por último, es un hecho que el sobrepeso y la obesidad son más frecuentes entre las personas inactivas, sin tomar en cuenta el tipo de actividad física, y están relacionados con otros problemas de salud94-97, y los trabajadores de oficina no escapan al riesgo de padecer estas alteraciones98-100. Tal como se ha mencionado la obesidad en el campo laboral conlleva a altos costos en salud101-104, por ello se hace importante de la evaluación de la obesidad y sus comorbilidades en los trabajadores de las empresas de nuestra región con el objetivo de ejecutar programas para la prevención y tratamiento de estas alteraciones, y así aumentar la productividad y disminuir los costos en salud.

REFERENCIAS 1.

Lee YH, Lee SH, Jung ES, et al. “Visceral adiposity and the severity of coronary artery disease in middle-aged subjects with normal waist circumference and its relation with lipocalin-2 and MCP-1”. Atherosclerosis 2010; Sep 19 Epub ahead of print.

2.

Webster RJ, Warrington NM, Beilby JP, et al. “The longitudinal association of common susceptibility variants for type 2 diabetes and obesity with fasting glucose level and BMI”. BMC Med Genet 2010;11:140.

3.

Strazzullo P, D´Elia L, Cairella G, et al. “Excess body weight and incidence of stroke; meta-analysis of prospective studies with 2 million participants”. Stroke 2010; 42(5):e418-26.

4.

Bhushan B, Misra A, Guleria R. “Obstructive sleep apnea is independently associated with metabolic syndrome n obese Asian Indians in northern India”. Metab Syndr Relat Disord. 2010;8:431-5.

5.

Velasquez MT, Katz JD. “Osteoarthritis: another component of metabolic syndrome”. Metab Syndr Relat Disord 2010; 8:295-305.

6.

Burton A, Martin R, Galobardes B, et al. “Young adulthood body mass index and risk of cancer in later adulthood: historical cohort study”. Cancer Causes Control 2010; Aug 01 Epub ahead of print.

7.

Patel N, Ward MJ, Beneck D, et al. “The association between childhood overweight and reflux esophagitis”. J Obes 2010 doi:10.1155/2010/136909.

8.

Alisi A, Manco M, Panera N, et al. “Asociation between tipo two diabetes and non-alcoholic fatty liver Disease in youth”. Ann Hepatol 2009;8(Suppl 1):S44-S50.

9.

Seidell J, Flegal K. “Assessing obesity: classification and epidemiology”. Bri Medical Bulletin 1997;53:238-52.

10. Burkhauser R, Cawley J. “Beyond BMI: the value of more accurate measures of fatness and obesity in social science research”. J Health Economics 2008;27:519-29.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

En la evaluación de los dominios individuales de actividad física se encontraron diferencias significativas al comparar a los individuos con obesidad y normopeso en el dominio de Transporte y Hogar en el análisis univariante. Diversos estudios afirman que la caminata ofrece un beneficio cardiovascular por ser una actividad aeróbica56-67, no obstante las actividades dentro del hogar o jardinería no llegan a consumir gran cantidad de calorías debido al uso de músculos pequeños situados en la parte superior del cuerpo, con movimientos cortos, intermitentes y poco vigorosos, por lo que a pesar de su alta práctica frecuente no confiere protección cardiovascular77. Por otro lado, al llevar a cabo el análisis multivariante la única esfera de actividad física que mostró un efecto protector significativo para obesidad fue la realizada dentro del trabajo (OR: 0,33; IC95%: 0,10-0,95; p=0,048). Dentro de las acciones que se realizaron en el sitio de trabajo se encontraron principalmente la caminata y subir o bajar escaleras dentro de la institución. Es importante señalar que algunos trabajadores refirieron que se trasladaban a pie dentro del complejo petroquímico el cual tiene una extensión de 858 hectáreas, por lo cual es probable que una buena parte de los empleados tengan que cubrir distancias relativamente grandes en su horario de trabajo. Este comportamiento también fue observado en China por Monda y cols.78 mientras estudiaban la base de datos del Censo de Salud y Nutrición de China.

dad. Sin embargo, no se pueden pasar por alto las diferencias socioculturales en la etiología de la obesidad, las cuales pueden explicar la mayoría de las diferencias entre estos estudios (86,89)

Síndrome Cardiometabólico

mujeres el dominio Trabajo fue de 353 (0-2280) METs/ min/sem; el de Transporte 198 (0-495) METs/min/sem; el de hogar Hogar 0 (0-835) METs/min/sem y el de Ocio 0 (0-396) METs/min/sem. En los hombres el Trabajo fue de 597 (0-4800) METs/min/sem; Transporte 231 (0-231) METs/min/sem; Hogar 41 (0-855) METs/min/sem y Ocio 0 (0-396) METs/min/sem. En dicho estudio no se observó la sobreestimación en el dominio de Hogar tal como se reportó para nuestra localidad, confirmándose que los indicadores de actividad física son diferentes según el grupo racial y cultural estudiado33, por lo que las estrategias para modificar el estilo de vida deben ser diseñadas para cada población objetivo33.

99


11. Centers for Disease Control Fact Sheet March 2003. “Surveillance of Non-communicable disease factors”. Available at: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs273/en/ 12. National Institutes of Health. “Clinical guidelines on the identification, evaluation, and treatment of overweight and obesity in adults—the evidence”. Obes Res 1998;(Suppl 2):51S–209S. 13. Misra A, Wasir J, Vikram N. “Waist circumference criteria for the diagnosis of abdominal obesity are not applicable uniformly to all populations and ethnic groups”. Nutrition 2005;21(9):969-76. 14. World Health Organization. Fact Sheet N°311 “Obesity and Overweight”. Available at: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/en/index.html

31. Hillsdon M, Foster C, Thorogood M. Interventions for the promotion of Physical Activity. (Protocol for a Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 3. Update Software: Oxford, 2001. 32. Bauman A, Bellow B, Booth M, Hahn A, Stoker L. Thomas M. Towards Best Practice for the promotion of physical activity in areas of NSW. New South Wales Health Promotion Survey 1994. National Centre for Health Promotion, Centre for Disease Prevention& Health Promotion, NSW Health: Sydney, 1996.

16. Flegal K, Carroll M, Ogden C, et al. “Prevalence and trends of obesity among US adults 1999-2008”. JAMA 2010;303:235-41.

33. Fletcher GF, Blair SN, Blumenthal J, Caspersen C, Chaitman B, Epstein S, Falls H, Froelicher E, Froelicher V, Pina IL. “Statement on exercise. Benefits and recommendations for the physical activity programs for all Americans. A statement for health professionals by the Committee on Exercise and Cardiac Rehabilitation of the Council on Clinical Cardiology, American Heart Association”. Circulation 1992;86:340-44.

17. Rojas R, Aguilar-Salinas C, et al. “Metabolic syndrome in Mexican adults. Results from the National Health and Nutrition Survey 2006”. Salud Publica Mex 2010;52:S11-S18.

34. Burton WN, Chen CY, Schultz AB, Edington DW. The economic costs associated with body mass index in the workplace. J Occup Environ Med. 1998:40(9):786-792.

18. Neufeld LM, Hernández-Cordero S, et al. “Overweight and Obesity doubled over a 6 year period in young women living in poverty in Mexico”. Obesity 2008;16:714-17.

35. Brunner, Eric J., Tarani Chandola and Michael G. Marmot. “Prospective effect of job strain on general and central obesity in the Whitehall II Study.” 2007 American Journal of Epidemiology. Advance access published January 22. p. 1-10.

15. World Health Organization. “What is Obesity”. Available at: http:// www.news-medical.net/health/What-is-Obesity.aspx

19. Velasco-Martínez RM, Jiménez-Cruz A, et al. “Obesidad y resistencia a la insulina en adolescentes de Chiapas”. Nutr Hosp 2009;24:187-92. 20. Instituto Brasileiro de Geografi a e Estatística. Pesquisa de orçamentos familiares 2002-2003. Análise da disponibilidade domiciliar de alimentos e do estado nutricional no Brasil. Rio de Janeiro; 2004. 21. Gigante DP, Catarina de Mourai E, et al. “Prevalence of overweight and Obesity and associated factors, Brazil, 2006”. Rev Saúde Pública 2009;43:83-89. 22. Bermúdez V, Pacheco M, Rojas J, Córdova E, Velázquez R, et al. (2012) Epidemiologic Behavior of Obesity in the Maracaibo City Metabolic Syndrome Prevalence Study. PLoS ONE 7(4):e35392. doi:10.1371/journal.pone.0035392

36. Thomson Healthcare. Obesity in the Workforce: Health Effects and Healthcare Costs. Research Brief. 2007 April. 4 p. (accessed February 10, 2009). 37. Australian Institute of Health and Welfare. Obesity and Workplace Absenteeism Among Older Australians. Bulletin 31. October 2005. AIHW Cat. no. AUS67. 16 p. (accessed February 5, 2009). 38. Adam Gilden Tsai, David F. Williamson, and Henry A. Glick. Direct medical cost of overweight and obesity in the United States: a quantitative systematic review. Obes Rev. 2011 January; 12(1): 50–61. 39. Lynch WD, Chikamoto Y, Imai K, et al. The association between health risks and medical expenditures in a Japanese corporation. Am J Health Promot. 2005:19(3):S238-S248.

23. WHO. Physical Activity. Department of NCD Prevention and Health Promotion. World Health Organisation: Geneva, 2001

40. Chapman LS. Reducing obesity in work organizations. Am J Health Promot. 2004:19(1):S1-S8.

24. Australian Department of Health and Aged Care. Population Health, Physical Activity and Health. Commonwealth of Australia: Canberra, 2001

41. Abteilung Arbeitsmedizin und Gesundheitsschutz et al. Prevention of overweight and obesity in the workplace. BASF-health promotion campaign “trim down the pounds--losing weight without losing your mind”. Gesundheitswesen. 2007 Jul;69(7):385-92

25. National Institutes of Health. Physical Activity and Cardiovascular Health. NIH Consensus Statement. December 18-20 1995; 13(3): 1-33. 26. Stephenson J, Bauman A, Armstrong T, Smith B, Bellow B. The Costs of Illness Attributable to Physical Inactivity in Australia A preliminary Study. Commonwealth Department of Health and Aged Care and the Australian Sports Commission: Canberra, 2000. 27. Commonwealth Department of Health and Aged Care. Developing an Active Australia: A Framework for Action for Physical Activity and Health. Commonwealth Department of Health and Aged Care: Canberra, 1998. 28. Beaulieu MD. Physical activity counseling. In: Canadian Task Force on the Periodic Health Examination. Canadian Guide to Clinical Preventive Health Care. Health Canada: Ottawa 1994; pp560-69. 29. Lambert VE, Bohlmann IMT, Cowling K. Physical Activity for Health: Understanding the Epidemiological Evidence for Risk Benefits. International Sports Medicine Journal. 2001; 1(5).

100

munity Preventive Services. Morbidity and Mortality Weekly Report. 2001; 50 (RR 18): 1-16.

30. Centers for Disease Control and Prevention. Increasing physical activity: a report on recommendations of the Task Force on Com-

42. Sierra Bravo, M. Técnicas de investigación social: teoría y ejercicios. (1991). 7ma Edición. Madrid. Paraninfo 43. Parra Olivares, Javier. (2000). Guía de Muestreo. 3era Edición. Colección F.C.E.S. Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. pp 90-92. 44. Mendenhall W, Scheaffer R, Ott L. Elementos de Muestreo. México. Grupo Editorial Iberoamérica; 1987. 45. Sjöström, M.; Ainsworth, B.; Bauman, A.; Bull, F.; Craig, C.; Sallis, J. Guidelines for Data Processing and Analysis of the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) – Short and Long Forms. IPAQ core group 2005. Disponible en la web: http://www.ipaq. ki.se/ipaq.htm 46. Confederación latinoamericana de fisioterapia y Kinesiología, sobrepeso y Obesidad. Una epidemia severa. Año 1, Junio 2009, Edicion N. 2. 47. World Health Organization. Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a WHO Consultation on Obesity. Geneva: The Organization; 2000. (WHO Technical Report Series, No. 894


50. Ibañez L. “El Problema de la Obesidad en América”. Rev Chil Cir 2007;59(6):399-400. 51. Bernstein A. “Emerging patterns in overweight and obesity in Ecuador”. Rev Panam Salud Publica 2008;24(1):71-74. 52. Pérez B. “Efectos de la urbanización en la salud de la población”. Sociedad Latinoamericana de Nutrición Universidad Central de Venezuela, 2010. Available at: http://www.slan.org.ve/publicaciones/completas/efecto_urbanizacio_ salud_poblacion.asp 53. Díaz J, Cagigas R. “Hábitos Alimentarios y Estado Nutricional de Centroamérica y el Caribe”. Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, 2005. Available at http://www.inha.sld.cu/Documentos/habitos_alimentarios.pdf 54. Taysir Al-Asi. Overweight and obesity among Kuwait Oil Company employees: a cross-sectional study. Occupational Medicine 2003; 53: 431–435 55. Leal E, Aparicio D, et al. “Actividad física y enfermedad Cardiovascular”. Rev Lat Hipertensión 2009;4:2-17. 56. Bouché C, Serdy S, Kahn R, Goldfine A. “The cellular fate of glucose and its relevance in type 2 diabetes”. Endocrine Rev 2004;25:807-30 57. Katja SC, Hirshman M, et al. “Skeletal Muscle Adaptation to exercise training. AMP-activated protein kinase mediates muscle fiber type shift”. Diabetes 2007;56:2062-69. 58. Marini M, Veicsteinas A. “The exercised skeletal muscle: a review”. Myology Rev 2010;20:105-120. 59. Fuji N, Hayashi T, Hirshan MF, et al. “Exercise induces isoform-specifics increases in AMP-activated protein kinase activity in human skeletal muscle”. Biochem Biophys Res Commun 2000;273:115055. 60. Thong F, Gugani C, Klip A. “Turning signals On and Off: GLUT4 traffic in the insulin-signaling highway”. Physiology 2005;20:271-84 61. Jøgensen S, Richter E, Wojtaszewski JFP. “Role of AMPK in skeletal muscle metabolic regulation and adaptation in relation to exercise”. J Physiol 2006;574.1:17-31. 62. Febbracio M, Pedersen B. “Muscle-derived interleukin-6: mechanism for activation and possible biological roles”. FASEB J 2002;16:1335-47. 63. Pedersen B, Hoffman-Goetz L. “Exercise and the ummune system: regulation, integration and adaptation”. Physiol Rev 2000;80:105581. 64. Wellen Km Hotamisligil G. “Inflammation, stress and diabetes”. JCI 2005;115:1111-1119.

69. Blaxter M. Health and lifestyles. London: Tavistock/ Routledge, 1990. 70. Droomers M, Schrijvers CTM, van de Mheen H, et al. Educational differences in leisure-time physical activity: a descriptive and explanatory study. Soc Sci Med 1998;47: 1665–76. 71. Townsend P, Davidson N. The Black report. In: Townsend P, Davidson N, Whitehead M, eds. Inequalities in health. London: Penguin Books, 1988:31–213. 72. Anderssen N, Jacobs DR, Sidney S, et al. Change and secular trends in physical activity patterns in young adults: a seven-year longitudinal follow-up in the Coronary Artery Risk Development in Young Adults Study (CARDIA). Am J Epidemiol 1996;143:351–62. 73. M Droomers, C T M Schrijvers, J P Mackenbach. Educational level and decreases in leisure time physical activity: predictors from the longitudinal GLOBE study. J Epidemiol Community Health 2001;55:562–568 74. Bauman A, Ainsworth B, Bull F, et al. “Progress and pitfalls in the use of the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ) for adult physical activity surveillance”. J Physical Activity Health 2009;6(Suppl 1):S5-S8. 75. Stamakis E, Hamer M, Lawlor DA. “Physical activity, mortality, and cardiovascular disease: is domestic physical activity beneficial? The Scottish Health Survey – 1995,1998, and 2003”. Am J Epidemiol 2009;169(10):1191-1200. 76. Pamela Serón, et al. Nivel de actividad física medida a través del cuestionario internacional de actividad física en población chilena. rev Med chile 2010; 138: 1232-1239 77. Stamatakis E, Hillsdon M, Primatesta P. “Domestic physical activity in relationship to multiple CVD risk factors”. Am J Preventive Med 2007;32(4):320-27. 78. Monda KL, Adair LS, Zhai F, Popkin BM. “Longitudinal relationships between occupational and domestic physical activity patterns and body weight in China”. Eur J Clin Nutr 2008;62(11):1318-25. 79. BongKyoo Choi, et al. Sedentary Work, Low Physical Job Demand, and Obesity in US Workers. Am. J. Ind. Med 2010. DOI10.1002/ ajim.20886 80. Ishizaki M, Morikawa Y, Nakagawa H, Honda R, Kawakami N, Haratani T, Kobayashi F, Araki S, Yamada Y. The influence of work characteristics on body mass index and waist to hip ratio in Japanese employees. Ind Health 2004 42:41–49. 81. Bell AC, Ge K, Popkin BM. Weight gain and its predictors in Chinese adults. Int J Obes Relat Metab Disord 2001 25:1079–1086 82. Ostry AS, Radi S, Louie AM, LaMontagne AD. Psychosocial and other working conditions in relation to body mass index in a representative sample of Australian workers. BMC Public Health 2006. 6:53. 83. Mummery WK, Schofield GM, Steele R, Eakin EG, Brown WJ. Occupational sitting time and overweight and obesity in Australian workers. Am J Prev Med 2005. 29:91–97.

65. Rojas J, Bermúdez V, et al. “Origen étnico y Enfermedad Cardiovascular”. Rev Lat Hipertensión 2008;3:2-23.

84. Bockerman P, Johansson E, Jousilahti P, Uutela A. The physical strenuousness of work is slightly associated with an upward trend in the BMI. Soc Sci Med 2008. 66:1346–1355

66. Booth F, Chakvravarthy M, et al. “Exercise and gene expression: physiological regulation of the human genome through physical activity”. J Physiol 2002;543.2:399-411.

85. Jeffery RW, French SA, Forster JL, Spry VM. Socioeconomic status differences in health behaviors related to obesity: The Healthy Worker Project. Int J Obes 1991. 15:689–696.

67. Chakvravarthy M, Booth F. “Eating, exercise, and “thrifty” genotypes: connecting the dots toward an evolutionary understanding of modern chronic diseases”. J Appl Physiol 2004;96:3-10.

86. Haglund BJ. Geographical and socioeconomic distribution of overweight and morbidity in a rural Swedish county. Scand J Soc Med 1987. 15:19–29.

68. Bermúdez VJ, Rojas JJ, Córdova EB, Añez R, Toledo A, Aguirre MA, Cano C, Arraiz N, Velasco M, López-Miranda J. International Physical Activity Questionnaire Overestimation is Ameliorated

87. Gutiérrez-Fisac JL, et al. Work-related physical activity is not associated with body mass index and obesity. Obes Res 2002.10:270–276.

Volumen II. Nº 4. Año 2012

49. Uauy R, Albala C. Kain J. “Obesity Trends in Latin America: Transiting from Under- to Overweight” J Nutr 2001;131:893S–899S.

by Individual Analysis of the Scores. Am J Ther. 2013 July/August;20(4):448-458.

Síndrome Cardiometabólico

48. Pérez E, Sandoval M, Schneider S. Epidemiología del dobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina. 2008; N° 179.

101


88. Blair SN, Haskell WL, Ho P, Paffenbarger RS, Jr., Vranizan KM, Farquhar JW,Wood PD. Assessment of habitual physical activity by a seven-day recall in a community survey and controlled experiments. Am J Epidemiol 1985. 122(5):794–804 89. Swinburn BA. Obesity prevention: The role of policies, laws and regulations. Aust NZ Health Policy 2008. 5:12. 90. Greendale GA, Bodin-Dunn L, Ingles S, et al. “Leisure, Home, and Occupational physical activity and cardiovascular risk factors in postmenopausal women”. Arch Intern Med 1996;156(4):418-24. 91. Hu G, Sarti C, Jousilahti P, et al. “Leisure time, Occupational and commuting physical activity and the risk of stroke”. Stroke 2005;36:1994-99. 92. Sofi F, Capalbo A, Marcucci R, et al. “Leisure time but not occupational physical activity significantly affects cardiovascular risk factors in an adult population”. Eur J Clin Invest 2007;37(12):947-53. 93. Nocon M, Hiemann T, Müller-Riemenschneider F, et al. “Association of physical activity with all-cause and cardiovascular mortality: a systematic review and meta-analysis”. Eur J Cardiovasc Prev Rehabil 2008;15(3):239-46. 94. Al-Isa AN. Temporal changes in body mass index and prevalence of obesity among Kuwaiti men. Ann Nutr Metab 1997; 41: 307–314. 95. Kandela P. The Kuwait passion for food cannot be shaken. Lancet 1999; 353: 1249. 96. Abdullah N, Al-Arouj M, Al-Nakhi A, Al-Assoussi A, Moussa M. Non-insulin dependent diabetes in Kuwait: prevalence rates and associated risk factors. Diabetes Res Clin Pract 1998; 42: 187–196.

102

97. Helmrich SP, Ragland DR, Leung RW, Paffenbarger RS. Physical activity and reduced occurrence of NIDDM. N Engl J Med 1991; 325: 147–152. 98. Karlsson B, Knutsson A, Lindahl B. Is there an association between shift work and having a metabolic syndrome? Results from a population based study of 27485 people. Occup Environ Med 2001; 58: 747–752. 99. Nakamura K, Shimai S, Kikuchi S, et al. Shift work and risk factors for coronary heart disease in Japanese blue-collar workers: serum lipids and anthropometrical characteristics. Occup Med (Lond) 1997; 47: 142–146. 100. Nakamura S, Nakamura K, Tanaka M. Increased risk of coronary heart disease in Japanese blue-collar workers. Occup Med (Lond) 2000; 50: 11–17 101. World Health Organization (WHO). Health Promotion (HPR), Active Living Evidence. Significant economic benefits: physical activity is a highly cost effective public health intervention.Geneva:WHO, 1999; http:// www.who.int/hpr/archive/active/evidence.html 102. Burton WN, Chen CY, Schultz AB, Edington DW. The economic costs associated with body mass index in a workplace. J Occup Environ Med 1998; 40: 786–792. 103. Nadia Al-Ali, Malaviya AN, Umamaheswaran I, Sharma P. Hyperuricemia among Kuwaitis. Arch Intern Med 1996; 156: 2381–2382. 104. Frank BH, Manson JE, Stampfer MJ, et al. Diet, lifestyle, and the risk of diabetes mellitus type 2 in Women. N Engl J Med 2001; 345:790-797.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.