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2011 MIXTAPE
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2011
Don’t Look Back a
Cuanto tiempo. Parece que fue ayer cuando feiticeir comenzó, como la ilusión de lo que hoy podríamos llamar un “music nerd” fascinado por las nuevas posibilidades de Internet para difundir esa música rara que tan pocos apreciaban en su entorno. Así, entre aulas de ordenadores universitarios nació la idea de la web. Y era fiel reflejo de toda la chabacanería de la época: diseño con tablas, marcos, gifs animados, fondos de mierda, midis de hits de los 90... lo que se te ocurra, lo teníamos. Por supuesto todo “powered by Frontpage” y con un dominio gracias al cual supimos de unas islas en Oceanía, las cuales, desafortunadamente, no hemos tenido ocasión de visitar. No se sabe cómo, gente igual de friki o más se fue sumando a la web y al foro (¿os acordáis de eso que había antes del facebook?) y aquí estamos, con más conocimientos musicales, menos pelo y las mismas ganas, escuchando discos buenos, malos y regulares y asistiendo a conciertos con excesiva frecuencia. En definitiva, como no tenemos ni puta idea de cuándo comenzó esto en plan serio, ni podemos celebrar aniversarios, macrofestivales, ni despedidas de soltera, nos hemos dicho que este año hacemos una revista, que es una tendencia muy original y necesaria en esto del escribanismo musical. Eso sí, nos la hacemos en PDF y ya cada uno que se la imprima en la láser del curro (¿os acordáis de eso que había antes de que a los banqueros se le fuera de las manos? vuestro dinero, digo), que ya se sabe que hay que apretarse el cinturón.
2
En estas páginas disfrutaréis o no, de parte de nuestras divagaciones sobre discos, conciertos y acontecimientos musicales acaecidos en 2011, oportunamente seleccionados y resumidos. Esperemos que os guste y sino tranquilos, que hasta el año que viene no hay peligro de que lancemos otra. Y a saber, que lo mismo nos convertimos en la primera revista sólo en twitter, que se curra menos.
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INDIECE 2011 TIMELINE
BEST OF DISCOS CRONICAS ENTREVISTAS 1991 SEXYONO COMIC SANS feitithanks
pg.
4 6 9 31 129 159 178 181 183
TIMELINE ENERO
* Trish Keenan (Broadcast) † * Death From Above 1979 vuelven a festivales
FEBRERO
* The White Stripes (1997-2011) * Gary Moore (Thin Lizzy) † * Ray-Ray (The Mayan Factor) † * Cathedral anuncian que lo dejan (1989-2012?) * Gira de despedida de Madee * Oceansize (1998 - 2011)
MARZO
* Mike Starr (Alice In Chains) † * Faithless (1995-2011)
ABRIL
* Concierto despedida de LCD Soundsystem (Madison Square Garden) * Reunión de D-Generation (confirmados para el Turborock) * Gerard Smith (TV on the Radio) †
MAYO
* Reunión de Dead Can Dance * Silverchair (1992-2011) * Gil Scott-Heron † * Pedro San Martín (La Buena Vida) †
JUNIO
* Lou Reed anuncia disco con Metallica (“Lulu”) * Primal Scream anuncian gira de Screamadelica * Clarence ‘Big Man’ Clemons (E Street Band) † * Se edita el álbum perdido de Screaming Trees
JULIO
* Amy Winehouse †
AGOSTO
* Arde almacén en Londres, con material de sellos independientes * 5 muertos en el Pukkelpop * Inspiral Carpets anuncian su primer disco en 18 años y la vuelta de su cantante original * Vuelven Los Enemigos
SEPTIEMBRE
* Moho (2003-2011) * Vuelven Lisabö a la actividad con nuevo disco * R.E.M. (1980-2011) * 20 Aniversario de Nevermind
OCTUBRE
* Primavera Sound anuncia un festival paralelo en Oporto * Se divorcian Thurston Moore y Kim Gordon. El futuro de Sonic Youth es incierto. * Mikey Welsh (Weezer) † * Reunión de Mazzy Star (confirmados para el Primavera Sound) * Reunión de Stone Roses (confirmados para el FIB) * Reunión de Codeine (confirmados para el Primavera Sound) * Reunión de Black Sabbath (grabación de disco, gira cancelada)
NOVIEMBRE
* Thrice y Thursday anuncian cese de actividad * The Promise Ring vuelven a los escenarios
DICIEMBRE
* Guided By Voices cancelan fechas de su reunión (Primavera Sound) * Vuelven Afghan Whigs (ATP y Primavera Sound) * Grinderman lo dejan (2006 - 2011) * Se reunen los Beach Boys (50 aniversario, disco y gira)
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2011
Sigue la crisis, aumenta el paro, sube el número de indignados, suben los followers del twitter, suben los “gastos de gestión”, suben las primas de los banqueros y sube el regustillo noventero en nuestros tops. Ahí tenemos a PJ Harvey: veinte años en el negocio y de repente se saca uno de sus mejores discos. O a Rival Schools en el otro extremo, que han esperado 10 años para sacar otro disco que suena exactamente donde lo dejaron. Tenemos a Mogwai volviendo por la puerta grande y mientras tanto The Pains of Being Pure at Heart o The Horrors se cambian de década.
Poca revolución sonora vemos en 2011. O quizá es que, ahora que hemos celebrado largo y tendido los 20 años de “Nevermind”, nos damos cuenta de que las revoluciones sonoras nunca más serán televisadas. Ni mercantilizadas. La vieja gran industria discográfica parece seguir muriendo poco a poco, mientras los servicios de streaming comienzan a engullir toda la maquinaria socio-musical con los peligros que eso pueda conllevar.
a
Desde feiticeir no estamos interesados en unificar criterios y ofrecer un batiburrillo de lista que demuestre lo eclécticos y molones que somos. A quién vamos a engañar, ¡ya sabéis de sobra que lo somos!. Así que nuestras tres cabezas pensantes presentan sus tops personales. Siempre es complicada la tarea de rescatar unos pocos discos de todo un año, una selección que genera conflictos internos. Pero nos gusta compartir algunos de los nombres que más nos han amenizado 2011. Podéis votar a la mejor enviando un SMS al 5566, pero os vais a gastar el dinero a lo tonto, allá vosotros.
BEST OF INTERNACIONAL
1
PJ HARVEY Let England Shake
2
RIVAL SCHOOLS Pedals
3
YUCK Yuck
2011
Raúl NACIONAL EMERGE - Te Dije que algún
día nos reiríamos de esto
26
pg. 11
Disco Las Palmeras! Nihil Obstat
pg. 10
14
LIMOUSINE - The Ultimate Final of Mystic Heavyweights
15
pg. 12 pg. TRAIL OF DEAD - Tao of the Dead 15
AND YOU WILL KNOW US BY THE
THE MEN - Leave Home
28 EH! - La Fase Intratable del Sueño 20 SIMCA - Agur
VERONICA FALLS - Veronica Falls 20
18 ATLETA - Catedrales
FUCKED UP - David Comes to Life 15
30 LISABÖ - Animalia Lotsatuen Putzua
MOGWAI - Hardcore Will Never Die, But You Will ICEAGE - Iceage 23
27 LE NOISE - Neil Young 22 THE NEW RAEMON - Libre Asociación
THE HORRORS - Skying 23
16 BRANDAUER - Antiguas Ilusiones / Nuevas Decepciones
THRICE - Major/Minor 22
29 THE LAST 3 LINES - Visions From Oniria
J. MASCIS - Several Shades of Why 24 THE FIELD - Looping State of Mind THE DRUMS - Portamento THE PAINS OF BEING PURE AT HEART - Belong 09
6
pg.
26 MONKEYPRIEST - The Psalm LÜGER - Concrete Light 16 AINARA LEGARDON - We Once Wished 17 NODDING BY THE FIRE - At Home With The Wilderness
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ricardo INTERNACIONAL
NACIONAL
1
RIVAL SCHOOLS Pedals
2
DENGUE FEVER Cannibal Courtship
3
GHOSTFACE KILLAH Apollo Kids
ZA! Megaflow
pg. 10
GUADALUPE PLATA Guadalupe Plata
16
LISABÖ - Animalia Lotsatuen Putzua
30
reseña online pg. WILD FLAG - Wild Flag 27 PRIMUS - Green Naugahyde 30 CAVE - Neverendless REAL ESTATE - Days RIHANNA - Talk That Talk
LÜGER - Concrete Light 18 GINFERNO - Mondo Totale 26 EMERGE - Te dije que algún día nos reiríamos de esto 16 AINARA LEGARDON - We Once Wished AATHMA - Decline Towers of Silence
THE GO! TEAM - Rolling Blackouts 25
22 THE NEW RAEMON - Libre Asociación
BATTLES - Gloss Drop 14
28 ERIC FUENTES - Eric Fuentes & El Mal
THE DODOS - No Color 23
23 AIRBAG - Manual de Montaña Rusa
THE PAINS OF BEING PURE AT HEART - Belong 09
pg.
YUCK - Yuck 12 THE TWILIGHT SINGERS - Dynamite Steps MASTODON - The Hunter
PICORE - Imagínate que acierto 16 BRANDAUER - Antiguas Ilusiones / Nuevas Decepciones 14 DISCO LAS PALMERAS! - Nihil Obstat 28 EH! - La Fase del Sueño Intratable
2011
INTERNACIONAL
1
PJ HARVEY Let England Shake
2
BEING PURE AT HEART
3
THE ANTLERS Burst Apart
Yuri
NUDOZURDO Tara Motor Hembra
pg. 11
18
THE PAINS OF
ODIO PARÍS Odio París
Belong
21
pg. 09
LA BIEN QUERIDA Fiesta
pg. 13 pg.
pg.
GANG GANG DANCE - Eye Contact
NACHO VEGAS - La Zona Sucia
FLEET FOXES - Helplessness Blues 22
EL COLUMPIO ASESINO - Diamantes
WASHED OUT - Within and Without THE HORRORS - Skying 23 KURT VILE - Smoke Ring for My Halo 25 MIRRORS - Broken By Silence ARAABMUZIK - Electronic Dream M83 - Hurry Up, We’re Dreaming 26
SR. CHINARRO - Presidente LÜGER - Concrete Light 22 THE NEW RAEMON - Libre Asociación CHRISTINA ROSENVINGE - La Joven Dolores BIGOTT - The Orinal Soundtrack LOS PILOTOS - Los Pilotos
THE FIELD - Looping State of Mind
14 DISCO LAS PALMERAS! - Nihil Obstat
THE VACCINES - What Did You Expected From The Vaccines?
16 GUADALUPE PLATA - Guadalupe Plata
COLD CAVE - Cherish the Light Years MOGWAI - Hardcore Will Never Die, But You Will
8
NACIONAL
CATPEOPLE - Love Battle 18 ATLETA - Catedrales
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THE PAINS OF BEING PURE AT HEART Belong
Sello: PIAS, Slumberland Productor: Flood Banda: Kip Berman, Peggy Wang, Alex Naidus, Kurt Feldman, Christoph Hochheim
U
nas ensoñadoras guitarras dan paso a los pocos segundos a un potente riff saturado en “Belong”, el enorme primer tema y homónimo del segundo álbum de The Pains of Being Pure at Heart. Tal hecho, común hasta decir basta en el rock alternativo (sí, rock alternativo, ni shoegaze, ni post-punk, ni noise), no debería pasar por alto al oyente, ya que marca probablemente el inicio, por fin, del regreso del rock de los noventa a primera línea del indie. Porque a decir verdad, hacía falta una banda como de la de Kip Berman para impulsar definitivamente esta corriente o revival. Ya que si bien hay desde hace un tiempo grupos que con cierta fortuna se han movido también en esta línea, como los galeses The Joy Formidable, era necesario un grupo con el potencial de los de Nueva York, los cuáles ya sentaron cátedra hace un par de años sobre cómo debería sonar una banda ruidosa afín a la
melodía en 2008, para darle credibilidad al asunto. Sobre todo si detrás están dos gurús de aquella época tras la mesa de sonido como son Flood y Alan Moulder. La pareja productor/mezclador ha conseguido densificar el ruido guitarrero de su debut y darle más concreción, a la vez que hace hincapié en el carácter rítmico de los teclados más que en el envolvente. El resultado no es tan drástico como pensamos; sólo el necesario para que pasemos de pensar en My Bloody Valentine y Sonic Youth a hacerlo sobre The Smashing Pumpkins, Garbage y los Cure de “Wish”. Un mundo y una simple línea a la vez. “Heart in Your Heartbreak”, el primer sencillo que conocimos a finales del año pasado, “The Body” o el hit en potencia (aunque casi todos estos diez temas lo son) que es “My Terrible Friend” son epítomes perfectas de esta tendencia sobre nitidez y contundencia, siempre entendida dentro de los parámetros de un grupo tan
melódico. “Heaven’s Gonna Happen Now” o “Girl of 1,000 Dreams”, sin embargo, son ejemplo más acelerados y básicos basados en la inmediatez de las seis cuerdas y sencillos acordes en primer plano, que Ash, Placebo, o incluso Los Planetas hubiesen querido para sí hace quince años. Y a pesar de todo, la banda sigue siendo en esencia la misma y es perfectamente identificable. La sintonía más clara con su debut no debemos buscarla tanto el precioso medio tiempo “Even in Dreams”, como en la cuasi balada “Anne with an E” o en las finales “Too Tough” (atentos a la fuerza que gana con las escuchas) y, sobre todo, la atmosférica “Strange”, que situada a modo de epílogo parece querer decirnos que The Pains han cerrado capítulo y comenzado uno nuevo. Uno que nos trae a la adolescencia de muchos de los que nos vamos acercando a los treinta o ya los hemos superado. Y muy bienvenido que es.
2011
RIVAL SCHOOLS Pedals
Sello: Photo Finish/Atlantic Banda: Walter Schreifels, Ian Love, Cache Tolman, Sam Siegler
E
10
stando en una época mayoritariamente marcada por regresos insípidos, algunos de juzgado de guardia y otros que simplemente no hacen justicia al pasado, podemos decir que los de Walter Schreifels protagonizan posiblemente la vuelta más meritoria del año. No es que este “Pedals” supere o incluso iguale a su obra maestra de la sencillez “United by fate”, pero desde luego los resultados si que superan las expectativas. Y es que, si el tema de corte QOTSA que ya sacaran hace meses como single (la densa y eléctrica “Shot After Shot”) nos hacía pensar que la banda iba a regresar dando un ligero volantazo pero sin cambiar en esencia su sonido, “Wring It Out” ya nos dejó las mandíbulas en el suelo. Siendo probablemente los dos mejores temas de un muy buen disco, la segunda recoge todo de aquellas efusivas exaltaciones de juventud que poblaban su debut. Una melodía irresistible, riffs portentosos y la aspereza de la voz de Schreifels buceando con soltura entre el canto y la reflexión. El equilibrio de la banda, sin decantarles ni al pop ni
al post-hardcore, manteniéndose en una parcela del rock alternativo muy propia, sigue ahí. La urgencia, también aunque no tanta, siendo “Eyes Wide Open” la mayor oda al post-hardcore, con giros dramáticos. Al parecer es un tema compuesto por su líder para una banda anterior, lo cual explica el tono, pero igualmente está trabajada con dinámica instrumental impecable y distorsión hipersónica (en ocasiones el nombre del disco hace justicia). A partir de aquí si podemos decir que el cuarteto apunta en diferentes direcciones sin moverse del sitio. La bailable “69 Guns” mira a la rítmica de Manchester, mientras que “Choose Your Adventure” se introduce en la psicodelia del funk y el dub, aprovechando la facilidad de Schreifels para encajar en sonoridades tangentes al rock. El ecuador del disco marca una ruptura clara con la velocidad y la fiereza para introducirse en diferentes capas entre la balada y el medio tiempo, con sonoridades evidentemente más pop. Ya lo anticipaba “Racing to Red Lights” con un tono a lo Radiohead de The Bends llamada
a brillar con el tiempo. “A Parts for B Actors” trae un tono menos reposado pero bastante pop, mientras que “Small Doses” hereda esa oscuridad post-grunge dentro del tono dinámico que distingue al cuarteto. Se trata siempre de buenas canciones aunque tal vez relajen el tono general demasiado. Entre ellas sobresale la excitación de “Big Waves” que brilla con la luz del pasado, ritmos y cuerdas que mantienen en tensión, riffs dosificados y escurridizos para darle el toque diferencial. Y sin embargo, pese a la evolución del disco hacia climas más relajados, lo cierran en clave rockera con “The Ghost Is Out There” con guiños al fuzz endiablado del stoner-rock, estilo cuyo auge y recesión se perdieron entre sus dos discos. Tanto hayamos de esperar 10 años más o no tengamos oportunidad de escuchar un tercer disco de la banda, sabemos que compusieron temas que llevamos dentro. Y con este disco nos han vuelto a tocar la fibra, al menos en un puñado de canciones. Desde luego “Wring It Out” es mi himno personal de 2011.
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PJ HARVEY Let England Shake
Sello: Island Productor: PJ Harvey, John Parish, Mick Harvey, Flood Banda: PJ Harvey, John Parish, Mick Harvey, JeanMarc Butty
A
tan sólo un año del vigésimo aniversario de “Dry”, su rudo e inolvidable debut, Polly Jean Harvey es ya una de las pocas artistas de su generación que puede estar orgullosas de seguir en primera línea; gracias a haber tenido una evolución natural, nada forzada, encaminada de manera coherente con sus planteamientos originales (nunca ha caído en la complacencia y siempre ha sonado plenamente a ella) ya le diera por el pop barroco, los beats electrónicos o el punk; y, evidentemente, a la calidad indiscutible de su obra, tanto clásica como reciente. Por tanto, lejos de dormirse en los laureles tras un “A Woman a Man Walked By” (2009), disco creado a medias con su mano derecha John Parish, y que muchos ya ven como el peor de su carrera, aunque bueno en todo caso, con este “Let England Shake”, la cantautora de Bridport se las ha ingeniado para no volver a dar muestras de (insisto, poca) falta de ideas volviendo a recuperar la senda que mejor sabe recorrer: la
que emprende en solitario y con total libertad de hacer lo que le plazca. En este sentido, recupera parte de lo expuesto en “White Chalk” (2007), picotea un pelín de la distorsión controlada de “Uh Huh Her” (2004) y le da la mano a “Stories From the City, Stories From the Sea” (2000) y a los momentos más pop de su brutal etapa noventera. El resultado: un álbum redondo de pop variado, más rico en matices que su anterior disco en soledad, con un sentido lírico muy bien desarrollado, y con un hasta ahora inaudito deje funk y hasta gospel. Esto último, la gran novedad del disco, queda patente en temas (temazos) que, a pesar del título del disco, están orientados hacia campos de maíz y coros de iglesias de madera sureños; como “The Glorious Land” o el enorme sencillo “The Words That Maketh Murder”, el mejor que le hemos oído en muchos años (apuesto a que desde “Shame”), además del gospel desbocado de “Written on the Forehead”. Por otra parte, en la sorprendente “On Battleship Hill” y en “England”,
hace gala de recursos vocales pastorales y bucólicos que la acercan a otras grandes damas del pasado y de la actualidad, como es la inevitable en estos casos Kate Bush o la ineludible últimamente Joanna Newsom. Para el resto del disco, temas en general de corte más clásico, pero que no desmerecen en absoluto, como “The Last Living Rose”, “All & Everyone” o “In the Dark Places”, que miran cara a cara a “To Bring You My Love”. Tal como decíamos, unión de clase, genio, clasicismo y justa innovación; la fórmula mágica necesaria para que, casi sin darnos cuenta, mientras va terminando la bella “The Colour of Earth”, cantada a coro con toda la banda, lleguemos a la conclusión de que este octavo álbum es el mejor que ha compuesto en por lo menos un lustro, quizá hasta en una década si le dan la razón las sucesivas escuchas, y, sin ninguna duda, el mejor disco aparecido por ahora en este 2011. Grande. Mucho.
2011
YUCK Yuck
Sello: Fat Possum, Pharmacy Banda: Daniel Blumberg, Max Bloom, Mariko Doi, Jonny Rogoff
S
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i vamos avisados de que Yuck suenan a unos cuantos nombres de los últimos 80 y primeros 90, no podemos evitar coger la portada de su debut y pensar en Dinosaur Jr. Damos al play, suena “Get Away” con una de esas guitarras crujientes y melódicas y se nos va materializando un tema en el que parece que J. Mascis tocara la guitarra, Kim Deal el bajo (comparen la línea con la de “Tame”, mismamente) y Mac McCaughan se pusiera al micrófono. No nos engañemos, esto es un expolio en toda regla. Pero su dominio del riff, del crepitar shoegazer y de las melodías pop de fondo, les vale entrar en el grupo de los muy aptos, al igual que ya han hecho los Pains of Being Pure At Heart o Japandroids. Así, la cuota de singles indierockeros crece y crece. Es correcta la punzante distorsión de “The Wall”, pero la banda impresiona con los aires más garageros de “Holing Out” y su brillante estribillo a lo Yo La Ten-
go, con los aires shoegazer y los coros femeninos que llevan “Georgia” desde la guitarra de Dinosaur Jr. a los dominios de los primeros Stereolab o My Bloody Valentine. Son capaces, como los grandes de los 90, de armar todo un hit (“Operation”) con la base de un riff adictivo y algo de tensión al estilo Thurston Moore. Esa es la realidad de la mayoría de sus temas electrificados; la distorsión droneando a medio tiempo les permite en “Rubber” alargar la duración hasta pasados los 7 minutos y recordarnos incluso a Smashing Pumpkins. Mientras en “Suck” con su leve atonalidad son los Pavement más introspectivos los que asoman la cabeza, su hermana “Stutter” disuelve influencias en su clima nebuloso aunque cálido. Pero la banda está dispuesta a abordar de igual manera el lado más power-pop de aquella movida. Teenage Fanclub, a la cabeza, aunque también los Yo La Tengo más poperos. “Shook Down” o “Suicide
Policeman” les demuestra desnudos, sin distorsión, creando deliciosas melodías a la altura de esos grandes referentes y para colmo arregladas al estilo de quién tuviera la maestría pop de llevar años en esto. “Sunday”, con esa exquisitez propia de Belle & Sebastian parece el single que les han robado a los Pains of Being Pure at Heart. El corte instrumental del disco, entre Sonic Youth y Mogwai en son de paz, nos deja espacio para pensar. Los noventa han dejado de ser intocables y está claro que las nuevas generaciones, quizá ya desligadas de ese respeto que imponían los grandes tótems del indie-rock, comienzan a escribir su propio camino entre la distorsión y la franela. Yuck tienen ideas que saben combinar con referentes más que evidentes. Mientras los resultados sean así, doce canciones y ningún relleno, quejarse y no disfrutarlo es tontería de las gordas.
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THE ANTLERS Burst Apart
Sello: Frenchkiss Productor: The Antlers Banda: Peter Silberman, Michael Lerner, Darby Cicci
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ospice, el hasta ahora último álbum de The Antlers, fue uno de los discos revelación de hace un par de temporadas. Su dolorosa alegoría conceptual sobre el dolor y cancionero de carácter altamente emocional lo colocaron a la altura del otro gran disco dedicado a la pérdida de los últimos tiempos, “For Emma, Forever Ago” de Bon Iver; y como consecuencia, la banda del joven Peter Silberman entró por derecho propio en el ojo del huracán indie más devastador. Ahora, dos años después, el de Brooklyn ha decidido deshacerse de cualquier tipo de conexión en las letras y cristalizar un tanto su oscuridad melódica. Así, Burst Apart sigue siendo un disco eminentemente nocturno y hasta algo amenazador en ocasiones, pero en el que se sustitu-
ye el tremendismo y la congoja de su predecesor por otras emociones dentro de un algo más relajado espectro. Lo que significa que este cuarto álbum parece hecho no para consumirse dentro de un hospital, sino para recorrer una ciudad vacía a las tantas de la mañana. Quizá no se note tanto en “I Don’t Want Love”, balada inicial que nos conecta con el disco anterior, pero ya con el efectivo groove de “French Exit” vemos como se da paso a la sensualidad y al movimiento. Lo que nos lleva a que Burst Apart es un álbum en tránsito. “Parentheses”, con su ritmo a los primeros TV on the Radio, la casi industrial “No Widows” o la dinámica sonata “Every Night My Feet Are Falling Out”, se intercalan entre medios tiempos y baladas como “Hounds”, “Rolled Together” o
“Corsicana”, todas muy cercanas a la irrealidad propia del dream pop, y por tanto más evocadoras que trágicas. “Putting the Dog to Sleep” sería como el blues que suena justo antes de los créditos, cuando comienza a amanecer. Puede decirse que Peter le ha quitado gravedad al asunto, lo más que ha podido dentro de su estilo, claro. La descongestión le ha sentado bien a su música, ya antes excelente, pero que al dejar que le entre el aire y cierta luz (de farolas, no de sol) ha adquirido un aire más accesible que la ha vuelto más pop y hasta cinemática, por tanto, más fácil de escuchar. Quizá a muchos puristas dolientes esta decisión no le haya gustado y renieguen de ellos, pero sería algo estúpido porque ahora es cuando han conseguido crear su mejor álbum.
2011
BATTLES
Gloss Drop Tras la marcha del peculiar vocalista y compositor Tyondai Braxton, el trío mira adelante y lleva su sugerente math-rock a nuevos territorios valiéndose de invitados. La dulce voz de Kazu Makino (Blonde Redhead) contribuye a uno de los temas más pop, Gary Numan pone melodías a uno de sus asaltos sonoros más apabullantes y seudoindustriales y el adalid del noise Yamantaka Eye ayuda a cerrar el disco con psicodelia ambiental. Pero es la colaboración con Matías Aguayo en “Ice Cream” la que da como resultado su tema más festivo, extraña mezcla de alienación y felicidad que les ha valido comparaciones con El Guincho. Y es que la vertiente tropical ha cundido en la forma en que el trío aborda esta vez sus ritmos y melodías. Eso sí, pese a los números más pop que les garantizan estatus comercial dentro del universo indie, sus instrumentales cobran vida propia. En ellos, son capaces de jugar con nuestro cerebro y conseguir que un loop tan lúdico como el de “Inchworm” se convierta en una especie de parque de atracciones del terror o que “Wall Street” con la asfixiante batería de Stanier evolucione hasta crear climas tan apocalípticos como los que la fluctuación de paneles de la bolsa neoyorkina nos deberían suscitar. Ritmos sincopados, agudas tramas de sintetizadores y baterías inquietas, se mantienen interesantes en una formación clave para entender el maridaje contemporáneo de rock y electrónica.
DISCO LAS PALMERAS!
CUT COPY
Un cruce de indie/shoegaze noventero y post-punk ochentero con elementos de kraut y noise. En la onda de TAB, geográfica, por influencias, ruido y letras arriesgadas y una componente muy oscura que les pone en un universo al margen de lo que entendemos por “indie” en este país. Con ritmo kraut, “La Casa Cuartel” narra un atentado evocando toda la paranoia y confusión del suceso. Le sigue “A los indecisos”, siniestra y afilada y es que el trío no se anda por rodeos, pese a recrearse en el ruido, los ambientes, el reverb y demás, sus canciones son directas y agresivas en lo musical y esto lo conjugan con una voz melódica y alienada, sin apenas inmutarse. Las letras parecen ilustrar un desencanto político y social, la disconformidad y la conciencia de la ratonera en la que vivimos. Aunque siempre emborronado, el pop y el punk melódico se imponen en temas como “Desde hoy perfecto”, “No Lugares” o “Los Economistas”, tan herederos de My Bloody Valentine. Su obsesión por la distorsión y los efectos es tal que ni siquiera utilizan bajo, sino que modifican una guitarra a tal efecto. También tienen algún momento relajado como cuando nos ponen a flotar en “Estados Emocionales (Y Vaticanos)”. Toca también hablar de Los Planetas en “Testigos de Dios”, catárquico shoegaze que cierra el disco o la orgía de melodía y noise espacial de “Del miedo a mis viajes”. Melodías + inconformismo = experiencia intensa y salvaje para los oídos.
Zonoscope no está a la altura de “In Ghost Colours”. Ni en conjunto nos vuelve a parecer que estemos ante un greatest hits de alguna banda de los 80, ni por separado ninguno de sus temas nos evoca tal fiebre discotequera como sus anteriores singles. Pero el tercer álbum de los australianos es un muy buen disco de pop sintético con mayor amplitud de miras. El pop, los estribillos brillantes y los 80 permanecen. Pero hay cosas nuevas, como ese gusto por los 90 tan de moda; en su caso, al mirar de soslayo a Madchester y de frente al techno y el dance de hace veinte años. Quizá no sea muy rastreable en “Need You Now” o “Take Me Over”, pegadizos singles en la senda de su pasado, pero sí hay en conjunto cierta obsesión por investigar en texturas, composición y repetición del ritmo, en estirar las posibilidades de su sonido. Esta inquietud se nota en los ritmos más marciales de “Where I’m Going”, en la creación de ambiente de “Pharaohs & Pyramids”, el trabajo de reverbs en “This Is All We’ve Got”. Hacia el final, ya es totalmente tangible el rastro de 808 State, Orbital o The Orb en “Corner of the Sky” y la extensa “Sun God”, quince minutos de pasaje electrónico que pueden apuntar a un futuro más arriesgado y abstracto. Porque da la sensación de que Zonoscope es un disco de búsqueda, de tantear el terreno y ver por qué senda seguir, siempre con la posibilidad de volver atrás con dignidad si no cuaja.
Nihil Obstat
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discolaspalmeras.bandcamp.com
Zonoscope
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AND YOU WILL KNOW US BY THE TRAIL
Tao of the Dead
OF DEAD
Los muy infravalorados Trail of Dead vuelven con su séptimo disco, articulado en dos partes. De nuevo haciendo gala de talante progresivo y en ocasiones excesivo, nos dejan no obstante un puñado de grandes composiciones cada vez más conocedoras de la historia del prog-rock, la psicodelia y claro, el rock alternativo. Las poderosas explosiones del rock a las dinámicas de catarsis orquestal siguen ahí, pero esta vez las melodías son más concretas, con estribillos y momentos directos entre toda la artillería instrumental. Como “Summer of all Dead Souls”, un ataque de punk melódico de frente adornado con guitarras flotantes, las importantes brechas para el power-pop (“The Wasteland”, “Weight of the sun”) o para los ambientes relajados y veraniegos (“Fall of the Empire”, “Ebb Away”). La segunda parte, encapsulada en una sola pista, es un barroco viaje a modo de suite por la maestría musical de la banda. Una marea cósmica marcada por la psicodelia en la que caben misterio, shoegaze, pop, rock, atmósferas 70’s, 80’s y 90’s. Pasando de la reflexión al estallido con impecable naturalidad, TOD son demasiado art-rock para el universo hardcore y demasiado agitados para el del indie. Por eso los de Texas continúan definiendo su propio universo. “Tao of The Dead” es en sí es un gran disco, pero no deja de ser otro paso anti-gravitatorio en el camino a la eternidad musical.
LIMOUSINE
The Ultimate Final of Mystic Heavyweights Desde Córdoba, los numerosos Limousine practican un pop psicodélico muy rico en arreglos y variado en estados de ánimo, sacando el jugo de bandas como The Flaming Lips, Magnetic Fields o los mismos Beatles. La cara A, más equilibrada y variada, abre con la maravilla lumínica de “Dressing Sun”. En un suspiro, pasan de la distorsión guitarrera a la animada brisa de surf reverberada “Boogeyman’s Lullaby” y la psicodelia pop de garganta cálida de “John Doe”. En este momento más que el disco de un grupo, nos comienza a parecer un recopilatorio de bandas de diferentes universos con la psicodelia como nexo en común. Una tendencia a la expansión sonora que sigue por cauces más comerciales y después introspectivos. Ese último adjetivo marca el tono de la cara B, más homogénea y clásica dentro del género, con resonancia de Beatles o Pink Floyd, un toque setentero y nebuloso entre reptante y juguetón. “Nothing” nos lleva a un pasado más reciente con pop orquestal y más que guiños a Magnetic Fields. Para el final nos quedan dos caras más de la predilección psicodelica de la banda: la veraniega con aires británicos y la lisérgica a modo de mantra reverberado. Todo el disco rezuma un halo de sencillez, que hace la música más encantadora, a la par que confirma las sospechas de lo desapercibido que pasará. Tal vez deba ser así.
limousine.bandcamp.com
FUCKED UP
David Comes To Life Ya famosos por mezclar punk con indie-rock y shoegaze, los canadienses presentan un tercer disco más pulido y melódico, un disco conceptual en cuatro actos. No hay que temer por la pretensión en lo musical, pero sí que sus 18 canciones y 70 minutos suponen cierto abuso de fórmula, dando una sensación de monotonía al disco que sus canciones no merecen. Entre lo mejor, “Queen of Hearts” aúna maravillosamente punk y melodías de velocidad psicodélica, con réplica femenina. Igual color aportan los coros en “The Other Shoe”, optimista y luchadora con guitarras ensoñadoras y voz triunfante, portando la bandera de ese hardcore de buen rollo que hace especial al sexteto canadiense. Como disco conceptual, hay que
buscar la épica en esa masa volátil generada por los tres guitarristas de la banda, como en la corriente hipnótica de “I Was There” o en esa invocación de The Who en “Ship of Fools”. Se trata de un prodigio de producción y arreglos, que puede llegar a ser apabullante. El resto de temas se van sucediendo entre referencias al indie de los 90 (Dinosaur Jr, Pixies, Hüsker Dü), momentos más punk-rock, otros más post-punk, muchos ecos ácidos de los 60 y los 70 y del art-rock... Es un disco que ve a la banda crecer sin medida y requiere un ejercicio serio de inmersión por parte del oyente, ahora se duplica la dificultad. Por lo demás, es una colección de canciones directas al estómago que muchos querrían para toda una carrera.
2011
BRANDAUER
Antiguas Ilusiones Ilusiones, /Nuevas NuevasDecepc* Decepciones Émulos de las andanzas de Bob Mould a partir de los últimos Hüsker Dü ya desde una portada muy en la onda estética del trío de Minneapolis, Brandauer son también tres, pero de Madrid. Musicalmente comprometidos con esa transición 80-90s en la que el underground estalló, elaboran un power-pop ágil, de distorsión y melodía. Es imposible no ver el fantasma de los Dü en la urgencia y adrenalina de “Y tu, si quieres...” o la templanza de “Quédate tu el cambio”. Otras, suenan a las mejores aproximaciones a Sugar hechas en castellano. Melodías perfectas, guitarrazos y guiños que nos remiten a las propias canciones de la banda, con el cantante haciéndose coros y dándose réplica a si mismo, como el propio Mould.
Las influencias se extienden a sonidos adyacentes, con ecos de Bruce Springsteen en “Prefiero Seguir con Dudas”, tradicionalismos que les llevan a Pearl Jam (“Cosas que no puedes cambiar”) o The Gaslight Anthem (“¿Crees que eso no significa nada?”). Tiene algo de raro escuchar hoy a un grupo tan inclinado a recrear un sonido determinado. Ni son tan viscerales como Hüsker Dü, ni tan abrasivamente melódicos como Sugar y al final suenan como una versión madura de estas bandas, honesta aunque menos excitante. Altibajos líricos, una producción con la voz muy en primer plano y algún monótono sintetizador son pequeñas trabas para un debut sincero y lleno de buenas canciones.
soundcloud.com/brandauer
GUADALUPE PLATA
AINARA LEGARDON
Después de llamar la atención gracias a su originalidad y sus ganas de patearse los escenarios, el primer LP de los de Úbeda llega con una expectación inusual pero merecida para una joven banda. El trío esconde aquí una cantidad de talento y personalidad que para si quisieran cualquiera de los que vienen del otro lado del charco a contarnos de qué van las raíces blues estadounidense. Porque aquí hay mucho sur del de allí (blues, boogie, soul y rock and roll) pero también hay mucho del de aquí (flamenco y unas letras muy andaluzas), creando una mezcla calurosa y cercana que se antoja irrepetible. Algo crudo y árido en su aroma, pero que entra de maravilla desde el primer momento. Las buenas cualidades de Guadalupe Plata pueden pasar desapercibidas por escrito. Si hablamos de que cogen el blues de raíz polvoriento para actualizarlo y mezclarlo con el rock de Jon Spencer Blues Explosion tampoco parece tan novedoso. Su cancionero tiene un estilo único gracias a ese regusto andaluz, pero también unas canciones mayúsculas que se valen por si solas. Ahí tenéis esa slide marca de la casa en la instrumental “Serpiente Negra”, esas letras sencillas y efectivas de “Gatito”, ese bajo artesanal creado con un palo y una cuerda, (heredado del bluegrass) en “Lorena” y esa batería trepidante en “Boogie de la Muerte”. Y si aún no te parecen únicos y auténticos, te falta verlos en directo.
Tras su fase folk más intimista, Ainara se introduce más que nunca en el sonido de banda de rock. No sólo se trata de la potencia de la eléctrica, sino del bajo retumbón y la batería aplastante. Contundencia conjugada con los bandazos vocales de la suavidad al lado salvaje que nos hacen más que nunca acordarnos de la primera PJ Harvey y de su cómplice Steve Albini, ya que suena como a la figura del noise-rock le hubiera gustado. Mucho más directo, impactante, con “Thirsty”, “You Gave Me” o “We Once Wished” explotando con el ambiente más descarnado del rock de los 90. Suciedad, ecos de Nirvana o Sleater-Kinney en el chirriar renqueante de “Evil Eyes”, viajes al desierto en “I Am”, americanismo salvaje y nocturno en “Before Waking Up”, más punk, más noise... Incluso en los temas de tono más reposado, el crepitar eléctrico está al acecho, como en la delicada “Reason”. Aquí experimenta con el rasgueo de su guitarra y su ululante voz trayéndonos los escalofríos de siempre. Encontramos canciones de escaso minutaje, casi interludios largos, ideas que implosionan con fatalidad y no se satisfacen el canon de desarrollo, pero si esta nueva urgencia encontrada junto a una nueva banda. Un regreso de la cantautora con una faceta que, aunque intuíamos, tal vez no pensábamos que fuera a explotar a estas alturas. Derriba los complejos generacionales que parecen dictar que la rabia del rock sea sólo para adolescentes y el folk llega con la madurez.
Guadalupe Plata
16
guadalupeplata.bandcamp.com
We Once Wished
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MIXTAPE GRANJAESCUELA Por el Poder de Greinjschool
SCUM TO THE LEADER Scum to the Leader
MALCORTADO Vila Maria EP
Cuando te cae en los oídos algo así no sabes cómo valorarlo. ¿Te lo tomas en serio o en broma? ¿Acaso todo defecto que se le pueda encontrar es fruto del cachondeo de su propuesta o cosa del amateurismo inicial? Es complicado, así que diremos que quien busque solemnidad que pase a otra cosa, pero si disfrutas del ruido, del tropicalismo histérico y del pop lofi sin pretensiones, dale una escucha a su mezcla de estallidos de mathcore tropicalista (“Gabana Karaoke”, “Javi Freak”) y los temas más pop con humor lírico (“Antiguas Novias”). El uso de la trompeta enriquece su batiburrillo ruidoso y además deja hueco para algunas melodías entrañables, que aportan enjundia a su desmadrado discurso. Un proyecto simpático de retazos que dejan entrever talento. Otra cosa es que su idiosincrasia vaya a conducirlo por los caminos de la normalidad, que no parece probable. Recomendado para amantes de la fiesta estridente de Grabba Grabba Tape, Campamento Ñec Ñec, Za! o los primeros Margarita.
Scum to the Leader practican post-hardcore, un término demasiado violado a estas alturas, al que el cuarteto hace justicia, mezclando ramificaciones hacia el rock progresivo con la rabia del punk y la conciencia humana del hardcore y el emo. Profusión instrumental, pasajes atmosféricos, introspección en tonos grises de post-rock, ambientes de tensión y crispación y denuncia lírica de los errores de la humanidad bordeando con el screamo. Pero también, psicodelia más colorida, calidez melódica, desarrollos de guitarra que vergüenza darían a experimentados guitarristas en esto de la fusión y hasta coqueteos con el latin-jazz La banda refleja una mezcla libre de bandas como The Mars Volta, Don Caballero, Nuevenoventaicinco, Pink Floyd, Karate, 12twelve, Faraquet, Led Zeppelin, Standstill y otras tantas que se nos puedan ocurrir. Si hay que dar tantos nombres para encuadrar un sonido, no hay duda que el resultado es producto de la absorción de mucha música y experiencias proyectadas con admirable cohesión interna.
Los canarios Malcortado se presentan en los veintidós minutos y veintidós segundos de este EP como pupilos de una de nuestras bandas de aquí más en forma, Nueva Vulcano. Las virtudes de los catalanes les hacen un lógico espejo en que mirarse. Sin llegar al plagio, Malcortado se quedan con la influencia y con ella elaboran un sensacional material, canción a canción y manteniendo el conjunto en un nivel muy alto. Porque no es nada fácil hacernos recordar a los mejores Nueva Vulcano ni en composiciones ni en sonido. Detrás de “Vila Maria” hay ante todo buenas canciones. Desde el sensacional inicio lírico de “Pastillas Para Olvidar”, pasando por el punk rock de “La Fiesta” y la pegadiza “Tívoli” hasta el final calmado y sobrecogedor de “Accidentes”, es todo un viaje de sensaciones y melodías que los encumbra como algo a tener muy en cuenta. Suponemos que a raíz de esta primera piedra serán capaces de generar un sonido algo más propio, pero de momento sus canciones son muy notables.
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malcortado.bandcamp.com
NODDING BY THE FIRE At Home With the Wilderness Por superpoblado que esté últimamente, el territorio instrumental no deja de dar agradables sorpresas. Como el caso de estos leoneses, que ajenos a las pretensiones filosófico-estéticas del post-rock, se dedican a firmar pequeños retazos de levedad ambiental y aire cinematográfico. Con una gran riqueza instrumental dentro de lo acústico (panderetas, melódicas, diferentes cuerdas y vientos) recrean en este segundo trabajo, escenas filmadas en los polvorientos páramos del género western y en las cobrizas praderas del sur estadounidense.
noddingbythefire.bandcamp.com Estos temas parecen alternarse, ganando la evocación de paisajes campestres de la mano del metalófono en “I’ll Tell you a Story” o los tonos fronterizos en “Far beyond the Border” con armónica o banjo. La brevedad de las canciones, redunda en una escucha ligera, lo justo para apreciar sus detalles sin caer en el exceso. Por su propio carácter, apenas sobresalen unos temas sobre otros, pero podríamos hablar de la autenticidad de la armónica en “The Best dog in the world”, la meditabunda “Cruz de Figalina” o la melódica y crepuscular “Night Blooming”, con castañuelas incluidas. Engalanando melodías de base acústica con semejante buen gusto, nos dan el pego como si se tratara de un grupo de cualquier estado del medio oeste estadounidense. Desde luego el espíritu lo tiene.
2011
ATLETA
Catedrales Casi nos olvidamos de incluir el debut de AtletA en el anuario con eso de que la edición digital ruló ya por 2010. Cenizas de los reivindicados 12twelve que resurgen en forma de otro proyecto instrumental de carácter más digerible y psicodélico. Entre medias ha pasado el tiempo, lo instrumental se ha hecho un hueco y se ha normalizado su escucha. La escucha de “Catedrales” sin embargo, esconde un potencial no desvelado de primeras, pese a que se agradece que elaboren canciones hipnóticas de duración comedida. Texturas jazzísticas y ritmos agitados (“Evasión y Victoria”), psicodelia tintineante (“Perros Estelares”), post-rock vibrante y luminoso (“Casamiradas”), dronismo ambiental (“Amor 500”, “Sinopsis”) y
oscuros guiños cinematográficos (“Héroe Cobarde”). La rítmica “El zombi y el psi” es el tema más instantáneo, una estampida psicodélica entre reverberaciones y luces estroboscópicas, una reinterpretación del kraut-rock de Neu!. Esa vena de avanzados setenteros está muy presente en “Catedrales”, con pasajes de ciencia ficción y retrofuturismo ácido. La prueba de que pocos talentos musicales se apagan sin más y aquí las dos piezas del engranaje (que parecen muchas más y cuyas fronteras se emborronan entre sintetizadores y pedales) facturan uno de los discos de rock instrumental más cautivadores que se haya escuchado por estos lares últimamente.
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THE HORRORS
NUDOZURDO
Tras pasar del horror punk de su debut Strange House al post-punk ruidoso vía noise de “Primary Colours”, The Horrors se ahora colocan en un punto equidistante de la psicodelia contemporánea, Madchester y el revival shoegaze con este notable “Skying”. Aunque siguen manteniendo cierto grado de suciedad sónica reminiscente de su anterior experiencia, ahora la sitúan en un segundo o tercer plano, tras luminosas atmósferas sintéticas, loops y adornos electrónicos que nos llegan a recordar mucho tanto a Spacemen 3 y Spiritualized como a The Psychedelic Furs o The Stone Roses. Las canciones de “Skying” se toman su tiempo para configurar su efecto en el oyente y alcanzar la plenitud. Y es que más allá de la inmediata “I Can See Through You”, el engañoso garage de “Endless Blue” o el rock cacofónico de “Monica Germs”, nos encontramos con un buen puñado de canciones de lánguida y alucinada belleza. El ejemplo más paradigmático lo encontramos en “Still Life”, uno de los temas más reposados del disco, mientras que se desmarcan un poco en “Moving Further Away”, que con su amplio recorrido electrónico nos trae a la mente a los actuales Cut Copy. Faris Badwan y sus compañeros han vuelto a dar en el clavo con este nuevo trabajo, aunque no sean el grupo más original del mundo.
“Tara Motor Hembra” es el álbum de la encrucijada para el proyecto de Leopoldo Mateos. “Sintética” fue originalmente grabado en 2005, así que con este tercer álbum, tienen que demostrar que su discurso sigue vigente. En temas como “Prueba/Error”, “Prometo hacerte daño” y, sobre todo, “No me toquéis”, se presentan los Nudozurdo de 2011: los que gustan de implantar su sonido de directo, más crudo, más noise que shoegaze, y menos pop, entre los surcos del disco, pero sin olvidar las oscuras melodías. También hay sitio para cierta experimentación: “Láser Love”, con sus casi nueve minutos de duración, es un magnífico ejemplo de post-punk progresivo; y quizá sea “Sueño Demo” el tema más radical que hayan compuesto los de Madrid hasta el momento: una pieza a base de percusión tribal (aspecto clave en el disco, como ya hemos dicho), sintetizador y ruido blanco de fondo. Cabe hacer hincapié en lo, de nuevo, oscuro de los textos de Leo. El desamor y el dolor que ello conlleva, unido a una fuerte componente, digamos, sadomasoquista en cuanto a los sentimientos, la ambigüedad sexual, la culpa, la soledad, la alienación siguen componiendo el difícil imaginario de su autor. “Tara Motor Hembra” es otro excitante álbum, menos directo que “Sintética” sí, y quizá sin himnos del calibre de “Mil espejos” o “El hijo de Dios”, pero que sigue creciendo más y más con cada nueva escucha. Así que podemos respirar tranquilos: ellos y nosotros...
18
Skying
Tara Motor Hembra
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MIXTAPE
GHETTO
MAINSTREAM RADIOHEAD The King Of Limbs “The King of Limbs” es el disco que baja a Radiohead de ese Olimpo musical al que muchos les hemos aupado. No nos encontremos ante un mal trabajo, pero es un buen disco, sin más, algo no muy familiar para los aficionados a la banda. Y el problema es tan simple como que las canciones no llegan al nivel estándar. de la banda. Nada más empezar, “Bloom” y más tarde “Feral”, podrían encajar en ‘Amnesiac’, o incluso ser descartes de este: melodía etérea enmarañada entre golpes electrónicos y batería jazzística, con momentos de banda sonora.
FOO FIGHTERS Wasting Light Tras el decepcionante “Echoes...”, Grohl echa mano de la electricidad para cubrir otro conjunto de canciones poco inspiradas, con estribillos melódicos marca de la casa pero estrofas poco convenientes. Aparte del golpe de efecto dado con la incendiaria “White Limo”, salvamos “Dear Rosemary” con la colaboración melódica de Bob Mould. Entre lo correcto, el arrebato de energía de “Bridge Burning”, la melodía a la que sobra pompa rock de “Arlandria” y podríamos rescatar “Back & Forth” con sus guiños a Nirvana o QOTSA, ya en el límite de la inconexión genérica. Entre lo peor, la indigesta “Rope”, intento de rock bailable; “These Days” y su estribillo demasiado familiar; o “A Matter of Time” que no hay por dónde pillarla. Casi todas tienen en común esa obsesión por mezclar hard-rock con pop de forma nada natural. Peor aún “Miss the Misery”, planísimo rock de estadio. Por mucho que se empeñe en rodearse de Smear, Vig y Novoselic, no hay nada aquí que remita a sus primeros dos discos. Tratan de ocultar carencias compositivas con volumen y con el tiempo que se han tomado, esperábamos más.
Esquema oído con asiduidad desde el pivotal Kid A. Sigue la corrección sin novedad ni ambición, en acercamientos al pop (“Morning Magpie”, “Little by Little”), el sugerente baile de “Lotus Flower”, la balada a piano de “Codex”, el mantra bucólico de “Give Up the Ghost” o la ensoñadora “Separator”. La escucha deja una agradable sensación, pero no perdura, y a los pocos minutos estamos intentando acordarnos de alguna canción. “Lotus Flower”, probablemente “Give Up the Ghost”, y con suerte algún riff o melodía deslocalizada. Esto nunca nos había pasado con los de Oxford y aunque resulte duro, nos lleva a reconocer que estos cinco son humanos.
BLINK-182 Neighborhoods El retorno de una banda de su corte con treintaypico tacos no inspira confianza, pero se rescatan un puñado de piezas muy disfrutables entre los nuevos barnices sintéticos que adornan y a veces recargan “Neighborhoods”. “Natives” cumple bien, pero es una anécdota al lado de dos de sus mejores temas hasta ahora. Uno es “Wishing Well” con una vista pop que trasciende su estilo y deja agradables sensaciones. Más sofisticada, la sentimental “Kaleidoscope”, en boca de unos The Get Up Kids o Samiam contaría con muchos admiradores. Cuando se mantienen simples suelen ganar, ya sea con el clima reposado de “After Midnight” o el pop enérgico de “MH 4.18.2011”. Otras evoluciones de su punk-pop, se ven perjudicadas por barroquismo, intentos de añadir épica o trucos electrónicos. La sensación de puzzle (“Up All Night”) es talón de aquiles de su madurez y sus exploraciones sólo funcionan cuando las acoplan a su zona de confort (pop/punkpop/emo). En cualquier caso, el trío da más de lo que se esperaba de ellos a estas alturas de la película.
RED HOT CHILI PEPPERS I’m With You Tras el segundo abandono de Frusciante, los californianos vuelven a dar otro paso hacia lo inofensivo, alejándose del funk-rock que tan bien defendieron en su día. El nuevo guitarrista Josh Klinghoffer, cumple un papel continuista, dadas sus giras con la banda y amplias colaboraciones con el propio Frusciante. Apreciamos más la pérdida de peso de la batería en beneficio de otras percusiones, ya sean africanas o sampleadas. Aunque son otros añadidos los que lastran el largo minutaje del disco: el pop vacío de “The Adventures of Rain Dance Maggie”, el insulso medio tiempo “Police Station”, un piano y aire cabaretero que no les pega nada en “Hapiness Loves Company” pero sobre todo un Anthony Kiedis empeñado en cantar, sin la fuerza de antaño. “I’m with You” pule los extremos del lastre de “Stadium Arcadium”. No hay ni temas tan buenos ni temas tan malos, es todo más regular. Por destacar, “Ethiopia”, “Look Around” (a pesar de las palmas) la intrépida “Factory of Faith” y las melodías de “Did I Let You Know” y “Brendan’s Death Song”.
2011 SIMCA Agur
ASTROLABIO Astrolabio
AURORA Vértigo
Meditado y simple es el fin de Simca, que dejan la música grabando una despedida en 6 canciones. Aquí practica el cuarteto esa mezcla de sonidos que alcanzaron su punto de ignición en los 90; el grunge, el post-hardcore, el indie-rock... velocidad, asaltos directos con algún punto instrumental más sofisticado, espíritu melódico pero con la aspereza de Washington. Y también, como no, mirándose en portavoces nacionales como Aina, los últimos No More Lies o G.A.S. Drummers. Hay ejemplos perfectos del género en su vertiente más directa (“Game Over”, “New Dawn”, “Aloña”), transmitiendo esa enérgica mezcla de rabia y bienestar. No se van por las ramas, si acaso redondean el concepto canción con algún que otro coro y acercándose más a las tonalidades de Seattle; hay ecos de Pearl Jam y “Stalingrad” parece un homenaje a “Smells Like Teen Spirit” y sus antecedentes (Hüsker Dü, Pixies). “Circular Road”, más reposada, puede atragantarse por lo crudo de su apartado vocal, pero gana según avanza a su catarsis final. Cierran con brillantez melódica de alto nivel. La distorsión en “Red Beans” irradia la paz y buenas sensaciones de dejar una etapa contentos de lo conseguido.
Sensibilidad pop y gusto por la psicodelia es lo que define a los mallorquines Astrolabio. Armados con pequeños hits como “Femme fatal”, indie-rock prototípico con líneas melódicas que nos traen déjà vus noventeros. Dentro de un sonido tan simple y pop como suyo, unen tendencias, siendo capaces de remitir lo mismo a Sidonie en el mantra pop con sitar y mandolina de “Luzazul” que a El Hombre Burbuja en el perezoso indie-rock de “Thelema” o la rítmica “Vegetales”. Pero sin duda, The Velvet Underground, 13th Floor Elevators o The Jesus & Mary Chain se encuentran en el corazón de su sonido, asomando tanto en el powerpop de “La Chica Bala” como en “Flores Muertas”, innegable referencia a los escoceses. Momentos más rockeros y directos como “Infierno Doble” y “Sr. Caballo”, miran a BRMC y completan una colección de canciones ante la que deberían rendirse todos esos amantes del pop indie que pueblan el FIB, por decir uno. Aún tienen muchos lugares comunes y clichés de sus influencias, pero con la fórmula dominada ya pueden empezar a trabajar en un sonido más propio.
Nueva encarnación de los granadinos Polack, las cinco canciones de esta segunda referencia del cuarteto se mueven entre el indie pop y el shoegaze, con especial fijación en los proyectos de Bradford Cox: Deerhunter y Atlas Sound. Canciones de cadencia más bien lánguida, de atmósferas alucinadas y guitarras que tiran a lo espacial y lo envolvente, con herencia también de sus paisanos Los Planetas. “Desaparecer” es quizá la más directa, para servir de carta de presentación; aunque ya muestra características que se extienden al resto, como su gusto por el reverb y el solape entre voz y guitarras. Sin embargo, en “Luminarias” y “Providence”, las mejores del disco, ya se introducen de lleno en la creación de atmósferas etéreas y psicodélicas de guitarra. La nube lisérgica continua con “Líneas verticales”, siete minutos que parecen salidos de una jam de Spacemen 3 o Sonic Youth, con tormenta noise como colofón. La cosa se relaja con la instrumental “Vértigo”, dejándonos con la certeza de que estamos ante una prometedora banda que puede llegar a grandes cosas en un futuro próximo.
astrolabioband.bandcamp.com
auroraurora.bandcamp.com
VERONICA FALLS Veronica Falls
20
En el marco del revival indierock y lofi desprovisto de grandes pretensiones aparecen Veronica Falls mirando al pop siniestro de los 80 y a los sonidos surf de los 60. Con esos ingredientes los británicos presentan un disco repleto de singles. En “Beachy Head” parecen los Pixies aliándose con B-52s para hacer un perfecto cruce de punk, pop sixties y aires góticos. Lo mismo hacen en la más liviana y ágil, “Bad Feeling” dejando claro que dominan una mezcla de frescura y oscuridad que repiten a lo largo del disco. Perfectos coros de chica y chico, panderetas, reverb y
melodías de aire retro que se contagian a la primera. Lo que resulta encantador de ellos es que, pese a que lo suyo está más cerca del pop, es tan directo, contundente y generalmente rítmico, que transmite urgencia post-punk. Pero también componen canciones algo más trabajadas, como la muy ochentera, también en temática, “Found Love in a Graveyard”, el pop oscuro y épico de “The Fountain”, el hipnótico indie de corte 60s de “Misery” con sus grandes melodías y esa guitarra algo atonal de fondo o los aires algo más noventeros y marcados por el bajo de “Stephen”. Veronica Falls se dedican a mirar con descaro al pasado y no hacen nada que no hayan hecho The Mamas & The Papas, Beach Boys, The Jesus & Mary Chain y The Pixies. Pero mientras saquen discos tan rebosantes de grandes canciones, a tope con el revival.
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MIXTAPE
WAVVES Life Sux EP Olvidémonos de ese Wavves portavoz del noise garajero (o habitacionero) que inesperadamente se hizo un hueco en el indie con sus primeras grabaciones. El camino de la melodía le ha llevado a un pop-punk electrificado y heredero de los 90, que, tras “King of The Beach”, vuelve a tener peso en un EP, aún más domesticado. Dinosaur Jr., Nirvana y Blink 182 tienen eco de nuevo en una colección de canciones pegadizas con inspiradores y sencillos riffs. Lo mejor para abrir, “Bug”, perfecto single que recoge su esencia simplona, un indie-rock 80-90’s sintetizado en riffs distorsionados y melódicas lineas de bajo. La obse-
sión postgrunge en el EP es tanto temática (“I Wanna Be Dave Grohl”) como musical (“Poor Lenore”). Para redondear echan mano de amistades del mundillo indie-rock. La colaboración de “Nodding Off” es previsible, junto a Bethany Cosentino (Best Coast), compañera sentimental de Nathan. Lo que escuchamos también lo es, encontrando fácil su nexo en común. El reverso de esta placidez lo pone la colisión ruidosa con Fucked Up en “Destroy”, donde Pink Eyes exagera sus maneras punks, ciñéndose a la filosofía Wavves de ir a lo sencillo y pasarlo bien. Cierra el disco con “In The Sand” en directo, que nos recuerda a una mezcla de los Green Day pre-multinacional y el garaje de los primeros Arctic Monkeys. Y es que podemos hablar de madurez frente a aquellos engendros ruidísticos que grababa en su casa, pero con este EP, Nathan demuestra que sigue siendo un chaval haciendo punk-pop.
MOGWAI Earth Division EP
TIGRES LEONES Tigres Leones
ODIO PARÍS Odio París
Los escoceses sorprenden con un EP de descartes hilados por elementos orquestales y la general ausencia de guitarra eléctrica, aspectos que hacían de estas canciones poco idóneas para su largo de este mismo año. El EP abre con el clasicismo de banda sonora de “Get to France” y termina con “Does This Always Happen?”, que juega con la obsesión orquestal y el drama de los arreglos de cuerda para lo que cuentan con la ayuda del compositor de bandas sonoras Paul Leonard-Morgan. Sube el listón “Hound of Winter”, que recurre a un folk intimista, envolvente y épico. Instrumentación tradicional (acústica, piano y hasta armónica) y sintetizadores épicos se combinan con resultado abrumadoramente bello. La excepción es “Drunk and Crazy”, que sí usa guitarra eléctrica en clave ruidista. Se complementa con electrónica distorsionada arrojando un resultado asfixiante con ecos de ciencia ficción y un desconcertante lapso para arreglos de cuerda. Son al fin y al cabo la constante de este lanzamiento en el que Mogwai demuestran que saben emocionar sin recurrir a su adorada electricidad.
Decir que Tigres Leones practican pop-rock es tan poco informativo como decir a secas que practican psicodelia, pero si cruzamos esos ejes tal vez la cosa se defina más, al menos a nivel instrumental. En lo vocal, se emparentan con el indie-rock oscuro y afectado, algo que entronca con el afán noventero de mezclar melodía y ruido. La voz cobra protagonismo en medios tiempos como “Postre” y equidista entre Ivan Ferreiro y Nacho Vegas, pero hay otros momentos, como la enorme “Termitas” que de una base de pop muy melódico pronto la electricidad cobra protagonismo agresivo, trayéndonos ecos del rock setentero. Son casi seis minutos de intensidad zigzagueante y un muy lúcido cruce de géneros. Retazos de blues-rock, folk americanista o indie-rock coreable, completan una muy eficaz y ecléctica carta de presentación de estructuras clásicas de pop-rock arropadas en tormentas y arroyos eléctricos con convicción y más que interesantes resultados.
En tiempos de hacer todo en clave de destacar o ser original, siempre es bien recibido un debut como el de Odio París, un disco que suena a conocido; de, simplemente, buenas y grandes canciones. Con evidentes influencias de The Jesus and Mary Chain, My Bloody Valentine, Los Planetas y sus contemporáneos The Pains of Being Pure at Heart, recrean esa mezcla de distorsión y de melodías a partes iguales, o, lo que es lo mismo, noise, shoegaze y pop, dosificados con mucha elegancia y buen tino. Así, son capaces de empezar concatenando tres hits indiscutibles como son “Cuando nadie pone un disco” - muy The Drums - , “Ahora sabes” y “Uno de Noviembre”, uno de los grandes temas que nos ha dejado 2011. La banda enseñará después otras facetas, como la más punk en “Ya no existes”, el rock alternativo épico de “San Antonio”, la psicodelia de “Volver” o el broche chillwave de “Nana blanca”.
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2011
THE NEW RAEMON
THRICE
La carrera de Ramón Rodríguez es muestra de que de la honestidad nace el interés. El músico lleva años dando muestras de talento, pero nada le ha funcionado tan bien como The New Raemon, un proyecto en solitario que ahonda en una sencillez y buen gusto con los que cualquier oyente puede conectar. “Libre Asociación” se embarca en un ambiente más oscuro con “Lo Bello y Lo Bestia” como perfecta declaración de intenciones: “Continua evasión de la realidad transformada en canción, la de un hombre de paja que ahuyentará nuestra argumentación”. Enseguida vuelve a dejar claro su talento creando textos desde el canto oscuro e irónico a la envidia que se esconde detrás de “Kill Raemon”. El de Cabrils sigue haciendo sensacionales letras personales, pero ha querido contar más cosas musicalmente esta vez. Hay una cierta vuelta al rock, la densidad y tensión de los últimos Madee, aparcando un poco ese pop acústico que parecía su marca en solitario, quizá al darse cuenta de que ya no va a estar su antigua banda para explorar estos otros sonidos. Se observan también más coros y juegos de voces, gran mejora, aunque si hablamos de momentos concretos hay que destacar una “Verdugo” a poner desde ya entre lo mejor de su repertorio. Puede gustar más a unos que a otros, difícil decir si mejor o peor que sus trabajos previos, pero aquí la gracia es más la de tener delante un músico que te crees, con el que te identificas y que evoluciona contigo.
Thrice frenan su evolución para entregar un disco rock de claros aires 90, insuflado de crudeza/delicadeza contemporáneas. Esa década está presente desde “Yellow Belly” y su rabioso riff y es que Teppei resucita guitarras a lo Stone Temple Pilots, The Smashing Pumpkins o RATM. Después nos encontraremos en “Cataracts” con el melódico post-hardcore que les delata como fans de Rival Schools. Es de los pocos momentos que salen de su tónica a medio tiempo, junto a la punk-rockera “Blur”. Y es que “Major/Minor” deja una sensación monolítica que hace que del grito a pulmón de “Promises” a la adornada con teclados “Listen Through Me” no haya apenas distancia. Casi siempre estamos metidos en un universo de intensidad marcado por una instrumentación asfixiante y un Dustin Kensrue apasionado con lo que canta. La inquietud rítmica y espiritualidad de “Words in the Water” le hace caminar más allá de la típica balada de rock alternativo estadounidense. Aunque para fácil digestión, “Anthology”, optimista catarsis con un fondo que entronca con un “I Still Haven’t Found What I’m Looking For” de U2. El regusto épico de los primeros Coldplay también aparece en “Disarmed”, primero devastados, finalmente cantándole al cielo. Aunque más interesante es la base de rock psicodélico que encabeza “Treading Paper”. Desde luego el cuarteto ha invocado a un rock alternativo añejo con notable éxito, consiguiendo un disco sólido, denso y memorable en su mayor parte.
Libre Asociación
Major/Minor
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FLEET FOXES
Helplessness Blues
22
Difícil supongo que ha tenido que ser el proceso de composición de Helplessness Blues para Robin Pecknold, J. Tillman y compañía por la losa que supone su enorme debut. Pero gracias al talento de este creativo sexteto y a una evolución contenida pero coherente, han conseguido entregar un segundo disco que roza las mismas cotas de perfección de aquél. Si Fleet Foxes era la comunión idónea entre el folk y el pop americano, cargado de melodías, estribillos y armonías vocales de ensueño; en esta ocasión se han vuelto un poco más huraños, más complejos, más folcloristas en su vertiente más tradicional si se quiere. Hay homenajes claros a Fairport Convention y a The Incredible String Band, a Donovan
o al mismísimo Nick Drake: canciones más centradas en el cuerpo que en la explosión y en la investigación y recreo en las posibilidades de la riqueza instrumental del folk anglosajón. Partiendo del sencillo-bisagra con su primer disco que es el tema título, derraman su potencial en piezas perfectas de folk del siglo XXI como son “Bedouin Dress”, “Battery Kinze” o “Lorelai”, para también llegar a ofrecer su vertiente más de ‘ensayo’ en las duplas “The Plains/ Bitter Dance” y “The Shrine/An Argument”. Fleet Foxes nos hacen creer que lo suyo ya estaba totalmente inventado a finales de los sesenta; pero si suenan tan actuales como añejos es que están marcando el camino a seguir.
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MIXTAPE
THE DODOS
GINFERNO
Hoy en día es más difícil deslumbrar por un conjunto de canciones que consigan convencer por si mismas que por practicar un estilo de moda. Si consigues ambas cosas y manteniendo la personalidad, tienes medio camino hecho. The Dodos son un buen ejemplo. Fieles a los senderos acústicos de “Visiter”, marcados por la batería sencilla y directa de Logan Kroeber, los dedos de Meric Long recorren las cuerdas de su acústica dejando similitudes tanto en el folk como en el rock alternativo. Su particular voz era ya reconocible, pero sin duda el registro ahora más dulcificado y armonizado en “No Color” es un paso acertado en su trayectoria. El ritmo inicial de “Black Night” es la declaración de intenciones perfecta: ritmo sencillo y sincopado, acústicas siguiendo la percusión y una melodía vocal arrebatadora. Sin pausa, el álbum continúa con el paso firme de las cinco canciones que siguen: “Going Under” en un tono más pausado funciona igual de bien; el desdoblamiento ruidista y acústico de “Good” cuenta con uno de sus mejores estribillos, así como la primera aparición de Neko Case (The New Pornographers) a los coros, que luego vuelve en “Don’t Try And Hide It”. Por el camino hay mucho más que aplaudir, como el ruidismo de guitarras de “When Will You Go Home” o el carácter virtuosista de “Don’t Stop”. Una banda que parecía abocada a morir de simpleza acústica pero que, con canciones así, es imposible que perdamos el interés por ellos.
Uno de los grupos históricamente más vanguardistas del panorama local, vuelve tras 15 años al estudio para presentar su segundo LP. Con varios cambios en su formación, siguen siendo portadores del “todo vale” pero se permiten acercarse a crear canciones al uso. En esto es vital su cantante Kin, cuyas melodías vocales aportan fuerza extra a la intrincada música, incluyendo un espectro de luz a medio camino entre Tom Waits y Man Man. Los mejores ejemplos de esto en “Caspian Love Boat Number” y en “Telescopic Eye”, de las canciones más redondas que los madrileños hayan creado nunca. Pero hay tiempo de todo, el aire entre psychobilly y surfero que siempre ha desprendido la guitarra de Fletcher está presente en “Shangai Billy” y en “Holiday in Faroe”. Tampoco podemos dejar de lado la siempre reconocible batería de Fede en los temas más rítmicos como “Notturno Indiano” y en general cualquier momento de más ritmo. Pero una vez más, los cortes de aire Morricone se llevan el gato al agua (“Caspian Love Boat Number”, “Appalachian Training Camp”). Quizás han perdido cierto punto de locura, pero al mismo tiempo han conseguido redondear un disco que funciona como un todo. Y eso tiene mérito cuando tu propuesta aúna folk, jazz, surf, western, bandas sonoras, avant-garde, psicodelia y rock and roll. El que no se fiara de Ginferno tiene aquí la oportunidad más accesible de entrar en este mundo total del que hacen gala.
No Color
Mondo Totale
ginferno.bandcamp.com
ICEAGE
New Brigade IceAge son una banda de adolescentes daneses que bebe de los primeros Joy Division y Warsaw, tanto en sonido como en oscuridad y actitud marcial. Lejos de ser unos clones, diseminan sus influencias por casi todo lo que haya significado ruido en la música alternativa; el punk/hardcore, el after-punk (también el norteamericano) y el indie-rock. Formulado de otra forma, lo suyo es expeler tendencias del indierock con crudeza punk y atropello hardcore. Un puñetazo en el revival post-punk que lo deja desencajado y sangrando. Cuando más sorprenden es cuando domina el ruido menos definido, como en la asilvestrada “White Rune” o la garajera “Rotting Heights”, que recogen ecos de Wipers. Es la urgencia y la
velocidad lo que prima, con exponentes máximos como “New Brigade” y el hardcore a piñón de “Count Me In”. Ejemplos más sofisticados son el puente de Manchester al DC de Minor Threat en “Total Drenched” o el hooliganismo ochentero de “Collapse”. Todas retazos de ruido y agresión que dan a la banda ese aspecto psicótico e insano acorde a sus directos. Pero, pese al ruido y la oscuridad, se guardan singles con la suficiente melodía para no quedar relegados al ostracismo punk. Como “Remember”, con línea de bajo tan Unknown Pleasures, o la mezcla de estridencia y newwave de “Broken Bone”. Como inteligente despedida, desvelan su potencial con “You’re Blessed”, el himno más optimista del disco.
2011 FLYING PIG MATANZA Flying Pig Matanza
LONG DISTANCE CALLING Long Distance Calling
MUY FELLINI La Ciudad de las Palmeras
Pop con pegada y mucho piano lo de este trío de Alicante, que no se dedica a buscar la épica y gorgorito sino atmósferas y melodías de más difícil clasificación. La espiral de pianos entre lo optimista y lo obsesivo recuerdan a Themistake con esa voz de desgana y a algunas de las facetas de John Frusciante por las melodías. En “El Final del día”, el bajo describe estructuras inquietas en una ansia por diferenciarse que recuerda a los inevitables Radiohead. Para rematar, meten agradecidos tonos de trompeta. Similares sensaciones afloran ante la desazón del monótono ritmo de “Piedras por el camino”, una suerte de post-hardcore sin guitarras. “Ganas de Soñar” toma forma de lounge-pop animado con palmadas. Por su parte “Pensamientos Invisibles” se revuelve en el funk por efecto de la inquieta batería que obliga a bajo y voz a atropellarse. Las mejores vibraciones se las reservan para cerrar con “Te ha pillado el tren”, un bucle optimista al que los tres instrumentos y la voz contribuyen como zarandeados por una misma fuerza natural. Con un envidiable equilibrio de lo experimental con lo audible, no merece la pena añadirles post-etiquetas. Dejémoslo en pop, rock y ritmos amables derivados de la ausencia de guitarras, todo mezclado con gusto.
El tercer trabajo de los teutones consigue frescura y gancho en un género muy saturado. Ahondando en los ambientes, el disco cobra nuevos matices a cada escucha, con ecos de Tool, A Perfect Circle o God Is An Astronaut así como Led Zeppelin o Pink Floyd. Las guitarras suenan mas melódicas y menos rítmicas, y el bajo y la electrónica encajan a la perfección. El disco parte con “Into The Wide Black Open” en un crecendo constante con un denso mar de guitarras y baterías de ritmos sincopados. Le sigue la psicodélica y dinámica “Figrin D´an Booggie” con un gran ritmo inicial seguido de un pasaje ambiental para estallar al final. El baile de instrumentos continua con “Invisible Giants”, que pasa por distintos estados, con final épico e intenso. “Timebends” goza de ricos cambios y apreciamos un estilo más funky de bajo. Para los nostálgicos está “Arecibo (Long Distance Calling)” potente y que rompe la línea del disco. La colaboración de John Bush (Anthrax) en “Middleville” redondea con paralelismos a Tool, un gran tema de metal progresivo. El disco acaba con la post-rockera “Beyond The Void”, que invita a un último viaje, cuando pensábamos que el disco ya nos había mostrado toda su paleta de colores.
Con su segundo disco, el dúo, parece querer contar historias musicadas. Hay momentos en que esta obsesión por meter textos resulta de incómoda escucha, como en “Conversaciones”. Sin embargo también en este equilibrio encuentran su mayor encanto, como ocurre con el brillo power-pop de “Las almas perdidas”, que redime cualquier exceso lírico. Se desmarca también la crepuscular “Mexico”, que justifica por lo musical ese tono de crooner al galope. Rompen esa acepción casi acústica de sus comienzos con las palpitaciones indie-rock 90’s de “India” que se descubre a la vez experimento y single irrefutable. También “Atardeceres” se sitúa en estos terrenos, tan ilustrados aquí por Los Planetas. Nos acordamos de los Foo Fighters en esa fusión de rock alternativo y dulce sensibilidad acústica de “Camino hacia el suicidio”, mientras que el folk-rock apesadumbrado de “Transformación” se aproxima a Dinosaur Jr. Pero al final, el tono relajado o pausado vuelve a ser tónica, ya sea con aires más psicodélicos, americanistas o folkies. Aumentan una personalidad que era ya notable. Pero unas canciones brillan mucho más que otras y a una música tan sincera y expuesta le irían mejor dosis más reducidas.
J. MASCIS Several Shades of Why
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El principal compositor de Dinosaur Jr. con este disco en solitario sin The Fog se decide a tirar por el sonido de su banda madre en sus últimas entregas. No es algo que esconda, con el título pintado en los verde y morado tan típicos de la banda y con una portada del mismo estilo que la de “Farm”. Y si, la tónica musical es muy similar a la que nos dejaría ese disco desprovisto de electricidad; ese indie con tintes folk, casi siempre ahogado en la melancolía de la garganta de Mascis. Dentro de ese tono, que no hace el disco apto para depresivos (la mejor muestra “Can I”), encontramos
algo de optimismo en “Listen To Me” y mucha belleza sugerida en “Several Shades of Why”, con un magnífico cello. Y es que lo que podría haber resultado un conjunto monótono en cuanto a temática y sonido, lo combate con personalidad y exquisitos arreglos, como los de la dubitativa “Very Nervous and Love” o la evolvente “Make It Right”. Si algo aporta este álbum es un toque más americanista al que ayudan coros puntuales de gente de Band of Horses. Como si fuera por llevar la contraria, termina con la canción más rockera del repertorio, haciendo gala no sólo de electricidad sino también de distorsión. Nos sorprende a estas alturas el talento de un Mascis capaz de firmar discos tan relevantes con su banda y en solitario. Nada nuevo, pero joyas tan simples y directas como “Is It Done” o “Too Deep” no se escuchan todos los días.
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MIXTAPE THE GET UP KIDS There Are Rules
THE GO! TEAM Rolling Blackouts
AIRBAG Manual de Montaña Rusa
The Get Up Kids vienen con ganas de probar cosas nuevas. Un disparo psicodélico abre “Tithe”, con maneras de hardcore melódico ensuciado y componente atmosférica. El siguiente momento de alta intensidad lo encontraremos en “Pararelevant”, que consigue un aire vibrante con juegos kraut, ritmo y ruido obsesivos. Este acercamiento a la experimentación tiene como referente a Radiohead, especialmente en la conocida y excitante “Keith Case”, que abre camino al post-punk cabezón (“Better Lie”) o lo garajero (“Birmingham”). Por el lado del synth-pop sorprende “When It Dies”, repleta de épicos efectos o “Rally Round the Fool” que se acerca a los JEW de “Futures” con algo más de pulsión electro. Más sonidos sintéticos introducen en clave relajada “Shatter Your Lungs”, pop soleado con sombras electrónicas. “Rememorable” cierra el disco emparentada con el sonido reconocible de la banda, pese a la rítmica más a lo indie británico. Nada comparable con “Regen’t Court” que parece un descarte de The Strokes. “There Are Rules”, es un disco fresco y divertido con aciertos y errores, pero muestra a una banda veterana con ilusión por seguir haciendo música y eso, que no es poco, lo transmiten de principio a fin.
La fórmula de The Go! Team es tan compleja que se justifica que Ian Parton siga fiel a ella: old school hip hop, canciones para niños, bajos potentes, juegos vocales, vientos y aires de series americanas de los 60. Al igual que en su segunda entrega, los samples ya no juegan una baza tan importante, tirando más de colaboradores y la propia banda. Eso si, las canciones son ahora más redondas. De nuevo hay momentos melodicos impecables. Primero con la vital energía de Ninja -verdadera cantante del combo- en la inicial “T.O.R.N.A.D.O” o rememorando a unos Yo La Tengo de broma en “Rolling Blackouts”. Los trucos marca de la casa también mejoran, ya sea con el efecto coros de animadoras de “Apollo Throwdown”, el de marching band de “Back Like 8 Track” o la instrumentación de “Yosemite Theme” a lo cabecera de serie sixtie. Además, las colaboraciones han rentado más. Satomi Matsuzaki (Deerhof) aporta lo justo a la sencilla “Secretary Song”. Igual aparecen colosales Bethany Cosentino (Best Coast) poniendo aire soleado a “Buy Nothing Day” que los meticulosos vientos de big band (“Bust-Out Brigade” o “Yosemite Theme”). Sigue esquivando la caducidad con un trabajo así de compacto.
Bajan las revoluciones, pero siguen las melodías vocales incontestables y una banda compacta. Un paso de gigante hacia el power pop. Atrás queda el punk-pop vitaminado de Ramones y The Queers, dejando apenas un pildorazo de letra divertida como “Opencor” dentro de un disco más pesimista, menos veraniego, más loser y por tanto más Weezer. Ahí entra esa distorsión que entra como una exhalación en “Veintidós” o en “Tu Cumpleaños” en mitad de un tempo calmado. Hasta aparecen teclados y sintetizadores que nos recuerda a The Rentals, como en “El Último de los Veranos”. También nos dejan momentos muy Teenage Fanclub o The Byrds. En concreto, los juegos vocales que consiguen con Mai Meneses en “Tráiler” o con Laura Mailit en “Nuestro Invierno”. En un ambiente más 60’s llegan otras colaboraciones estelares que de nuevo redondean con coros concisos y ajustados como el de Josema de Los Hermanos Dalton en “La Ola Perfecta” o Los Nikis al completo en “Opencor”. Menos variado y más claro, consigue funcionar como un todo, pero carece de los hits divertidos de otras entregas. Al menos el giro al power pop es la madurez que mejor les venía.
airbag.bandcamp.com
KURT VILE Smoke Ring For my Halo Kurt Vile, el nuevo predicador de la baja fidelidad, de aspecto desaliñado acorde con su música, deja claro su gusto por el folk, el indie rock de los ochenta y noventa y mucho regusto ácido. Young, The Replacements, Beck y Nirvana se abrazan en su cancionero; íntegramente compuesto por medios tiempos en los que su lánguida voz se pasea, desganada y soñadora, sobre una base instrumental en la que juegan una gran baza el reverb, las guitarras acuáticas y cierta ‘suciedad’ de fondo. Esto no significa que nos encontremos ante una decena de temas agrestes sólo aptos para iniciados en el anti-folk:
“Smoke Ring for My Halo” es un disco a medio camino entre el folk y el pop. Si no convence sobre ello la bella balada inicial “My Baby’s Arms”, sólo hay que darle una oportunidad al pegadizo sencillo “Jesus Fever” que la sigue, muy Beck Hansen, para comprobar lo potencialmente accesibles que son estos temas. También hay algo de distorsión, como la que ofrece en “Puppet to the Man” o en la gran “In My Time”; pero no ensombrece en ningún momento el punto fuerte de su música: su familiar sentido de la melodía. Y es que canciones como “Society is My Friend” o el propio tema título del disco son composiciones de sencilla y melancólica ejecución, muy grunge si se quiere, pero que también vuelan bastante alto sobre la media de huraños cantautores vestidos de leñador.
2011
MONKEYPRIEST The Psalm
Con un nombre ya en la escena doom-sludge, estos tres primates místicos vuelven a vagar por la ciénaga del metal ralentizado. Lo hacen abriendo con “Hannuman’s Dance” a ritmo primitivo hasta que la guitarra inventa el fuego y el juego de ritmo y riff tejen una hipnótica danza. Golpes secos, riff sabatthico y la gruta retumbando en “The World of the Priest”. Aquí encontraremos uno de los momentos más briosos del disco pero marcado por la desfigurada garganta y la absorbente ralentización final, que parece desecar una montaña entera. La banda ha alcanzado un dominio ubicuo del riff más trágico y contundente. La misma “The Psalm” lo tiene, antes de irse por los barrizales del sludge y la voz corrupta. “Caphar-
naum” tiene un riff más triunfante y resulta más dinámica y cambiante. Un repertorio agresivo que se complementa con la inclusión de “Feast of the Fools”, tributo a Cerebral Fix, interpretada con la parsimonia diabólica debida. Salen de la cueva para abrirse a sonidos más limpios y melancólicos en “Involution”, antes de sumirse en una gravedad de voz al borde de la arcada e instrumentación digna del mejor sludge. “Our Kingdom (Involution II)” también cuenta con destellos de apertura, guitarras más próximas a la progresividad post-metal, con la característica voz de Marco (Orthodox). El trío mantiene el sonido cabezón con justas pinceladas rupestres para invocar a los espíritus del metal más denso y crudo.
EMERGE
M83
Por fin, el trabajo de Emerge cristaliza en 4 cortes conectados, piezas del puzzle que forma el título del disco. “Te Dije” es una magistral mezcla de ambiente y melodías. Marca de raíz que, a diferencia de otras bandas de post-rock (temida etiqueta), ni se dedican a llenar el espectro porque si, ni recurren a las fáciles progresiones de lo acústico a lo eléctrico. Este primer corte les muestra primero ejecutando unas andanadas melódicas tan bonitas como graves, de las que aflora la belleza de guitarra y cello. Conducen a un bosque ambiental a ratos incómodo, pero las flores están a la vuelta de la esquina. Un exquisito gusto y una sabiduría de la contención nada habitual, todo repuntado con armonías pegadizas. “Que algún día” continúa mostrando el lado tenebroso y los instrumentos juegan con sensaciones (drama, tristeza) descubriéndoles como una curiosa amalgama de clasicismo dentro de un contexto actual de rock instrumental, por el que transitan diferente al resto. “Nos Reiríamos” es el tema más tranquilo, movido por el piano y con presencia del metalófono, repleto de elegancia. “De esto” si que sorprende con un toque de mística rareza, comenzando con el momento más agitado del disco. Sin embargo todo va derivando, hasta llegar a momentos virtuosos, sin arista negativa. La aparicion final del cello apuntala un clímax que les lleva a guiños al patrón con el que abrían el disco. Emotivo y singular.
En una época en la que se replantea el formato disco, Anthony Gonzales en un alarde de incontinencia creativa presenta un disco doble de 22 temas. Ambicioso, también por centrarse en la infancia, retrocediendo respecto de su temática adolescente habitual. Quizá por ello las canciones suenen más luminosas e inocentes que en “Saturdays=Youth”, pero con similar épica y grandilocuencia; nada más hay que oír la “Intro” a dúo con Zola Jesus, y los dos singles que siguen: la adictiva “Midnight City” y una de las cumbres del artista, “Reunion”, casi un sentido homenaje a Simple Minds. “Claudia Lewis”, “New Map” u “OK Pal” (otra cima del álbum)... siguen esta misma senda. Y es que por su optimismo y fantasía, el tono del disco se acerca a la new wave de principios de los ochenta, cuando los sintetizadores explotaban sobre el ritmo de melodías ultra-pop. También hay otros temas de carácter más acústico e introspectivo, pero que siguen manteniendo ese cualidad de ensoñación, como banda sonora de cuento de hadas: “Wait”, el sueño narrado de “Raconte-Moi une Histoire”, “Splendor” y su coro de niños... En los contras, el exceso de cortas piezas sin entidad de canciones, junto a algunas que no dan la talla, lastran al conjunto y lo impiden alcanzar las cotas de su predecesor. Además, su minutaje apenas justifica el doble disco, pero a pesar de estas pequeñas tretas, es otra pieza a tener en cuenta en la ya sólida carrera de Gonzalez.
Te dije que algún día nos reiríamos de esto
26
emergeband.bandcamp.com
Hurry Up, We’re Dreaming
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MIXTAPE
EDDIE VEDDER Ukelele Songs La cabeza más visible de Pearl Jam siempre ha reivindicado la figura de Springsteen. En su segundo trabajo en solitario, Eddie Vedder nos trae el recuerdo de la vertiente más oscura y desnuda del Boss, aunque teñida del habitual hippismosurfero del de San Diego. La necesidad de un artista honesto de sacar su disco más íntimo en la cumbre de la fama, nos suena a que este es el particular “Nebraska” de Eddie. Al margen ya de comparaciones, “Ukelele Songs” destaca por el uso de la canción en si misma con el riesgo que ello conlleva. El continuismo de la exitosa fórmula de su primer trabajo, apenas aparece en mitad del disco con la
mágica languidez de “Longing To Belong”, que fácilmente será la favorita de sus seguidores. Orquestación preciosa y simple que sirve de manto a otra lección de positivismo melódico. El resto es básicamente él siempre con su ukelele tocando una idea de punk minimilista en la versión del “Can’t Keep” de su grupo; ejerciendo de cantautor en las brillantes “Broken Heart” y “Goodbye”; imitando las mejores lentas de Pearl Jam en “Light Today”; y ayudándose de Cat Power en “Without You” y la deliciosa balada folk “Tonight You Belong To Me”. La versatilidad de Vedder vuelve a salir a relucir con un juego de contrastes entre las limitadas posibilidades del ukelele y las que brinda su sensacional voz. No apto para cualquier momento por su propia densidad, pero en definitiva es otro buen trabajo del de San Diego que encarrilla una carrera en solitario cada vez más seria.
LE NOISE Neil Young
WILD FLAG Wild Flag
CAKE Showroom of Compassion
Menos atados al post-rock, más orgánicos, terrosos y con mayor presencia vocal, Le Noise evolucionan por el camino de la personalidad. Desde el principio, se mantiene el elemento western, entre toneladas de psicodelia, groove y trompetas. Esta última, protagonista máxima en “Morena” o en el duelo del oeste “Marcha”, se revela instrumento vital en un disco lleno de excesos de banda sonora y mezclas de rock y antecedentes. “You” parte el disco como una canción en sentido más estricto, un oscuro blues orquestado que concluye en furioso final de psicodelia eléctrica de guitarra y piano. En “You Are Not Good” volverá a aflorar la voz en un tema de corte clásico, con tono dramático. “Neil Young” se aleja de la etiqueta post-rock, pero cuando se ponen lo hacen realmente bien, como en “Matemático”. Conservan afinidades con Tortoise o Do Make Say Think, pero Calexico y los Bad Seeds ganan la partida en una mezcla de influencias. Más difícil de digerir pero sugerente hasta la inquietante hipnosis de “The Indian Song” que cierra el disco a modo de mantra rodeado de serpientes de cascabel. lenoise.bandcamp.com
Wild Flag son dos partes de Sleater -Kinney y prescindiendo del bajo, que allá tocara Corin Tucker. No sabemos si es una declaración de intenciones pero este combo surgido de las cenizas del trío no se aleja tanto de su antiguo sonido, adentrándose en el legado guitarrero y gritón de Carrie tanto como en la brutal pegada de Janet. En todos los temas en que la voz de Carrie aparece en escena (“Boom”, “Romance” o “Racehorse”) la cuestión queda muy bien reflejada. La diferencia radica en que han dado con dos incorporaciones para crear algo vivo y fresco. Hablamos del manto de teclados de Rebecca Cole (ex-The Minders), pero aún más de la personalidad calmada y emotiva de la voz de Mary Timony. Los mejores ejemplos, “Glass Tambourine” o “Electric Band”, aunque la presencia de Rebecca se hace más patente a lo largo de todo el minutaje del álbum. La bandera se convierte pues en una lucha entre la canción pegadiza cargada de melodía contra el caos controlado de guitarras y baterías sonando a tope de volumen.
Dentro de las bandas fieles a un sonido están las que lo hacen por falta de riesgo y las que lo hacen porque es lo que mejor saben hacer, siendo este el caso de de Cake. Aquí encontramos lo esperado, quizá con cierto retorno al rock dentro de ese continuismo general. Por ejemplo, las baterías y ritmos están mucho más cerca de su obra maestra “Fashion Nugget” que de los beats programados de “Comfort Eagle”, que apenas aparecen en la pegadiza “Long Time”. Al mismo tiempo, siempre incluyen pasajes bonitos, de pop calmados, aquí visibles en el medio tiempo de “Got Move”. Hablaríamos de una obra a la altura de ese querido segundo trabajo de no ser por como el disco finaliza de un modo excesivamente plano y aburrido. El resto funciona perfectamente, desde la oscura “Federal Funding”, el rock trompetero de “Moustache Man” y la enorme melodía con parones de fraseo habituales en McCrea de “What’s Now is Now” , aparte de la anteriormente citada “Long Time” como momento más brillante del disco. Siempre es bueno volver a escuchar la trompeta de Vince DiFiore, los juegos de palabras de John y un sonido ya tan reconocible.
2011
ERIC FUENTES & EL MAL Eric Fuentes & El Mal
Cuando a Eric Fuentes, líder de los extintos The Unfinished Sympathy, le dio por sacar sus dos discos en solitario previos nos quedó claro que su intención era la de dar salida a las caras que no cabían en su grupo principal mientras aún estaban en activo. La cosa parece cambiar, marcada por las propias circunstancias, con este nuevo trabajo en solitario. Bajo el sobrenombre de Eric Fuentes & El Mal, el músico se junta a una banda formada entre otros por su propio hermano para dar rienda a todo ese cancionero que ya no se plasmará en otro disco de su antigua banda: ecos de los mejores Unfinished en “Death and Above” o “The Evil Way” , aguerridas como “Growl”, melodías marcas de la casa en “Kickstar My
Hopes” e incluso bien rebajadas de guitarras y pegada en “Rock & Roll Is A Full Time Job”. Hasta se permite un inevitable paso hacia composiciones en catalán como “Hora Punta en Territorio Enemic”, que probablemente se encuentre entre lo mejor del disco. Indudablemente no es más que una primera piedra en la que Eric ha puesto todo lo que ya nos había enseñado, sin querer crear un sonido nuevo, sino más bien dejando claro cuales son sus cartas. Con estos treinta minutos nos ha avisado de que sigue ahí y más fuerte que nunca, pero esperamos que, con estos ingredientes, consiga un sonido más distintivo en futuras entregas, como ya ha hecho en el pasado. Un sonido que suene a Eric Fuentes del todo.
EH!
ENABLERS
Elías Egido ahonda en su obsesión por crear canciones cinemáticas con 10 arrebatadores cortes dotados de una fuerza emocional y rítmica inusitadas en el género. Remiten si acaso a maestros como Morricone o Schiffrin y desde ahí a las inquietudes de John Zorn, en la mordiente “Ilusiones y Expectativas” y “Sugerir sin hablar”, con ese aire de circo maligno y ese loop de trompeta obsesivo. El músico sobrepasa su debut con hasta un total de once colaboradores. En lo temático, abandona la depresión para dar con una riqueza mayor, ya palpable desde una “Baila Conmigo” que comienza como un oscuro tango marcado por una rítmica incesante y se abre en un optimista pasaje marcado por violas y trompetas. Muy relevante la percusión, imprimiendo el ritmo, la exquisitez instrumental y la composición tan cuidada como sorpresiva. Así, en “Km 351” nos lleva por terrenos brumosos o en “Títulos y titulares” nos acerca al oeste entre saxos y trompetas. Nos parecen estados de sueño con su placidez, su irrealidad, la facilidad con la que crea atmósferas tan creativas e inesperadas como la de “Coraje”, que empieza como pesadilla para irse elevando. Sus influencias post-rock se ciñen a los jazzismos de Tortoise o el drama de GY!BE siempre con un regusto de agitación de post-hardcore. Con su elegancia, riesgo y diversión, una de las propuestas instrumentales más estimulantes del año.
Para describir algunos sonidos es mejor recurrir a sensaciones que a géneros. La frialdad de etiquetas como noise-rock, post-hardcore, spoken-word o post-rock nunca han hecho justicia a Enablers y la emoción de las melodías y estallidos de guitarra de este nuevo disco no son excepción. Los primeros segundos del disco ya nos vaticinan lo que va a venir en los tres cuartos de hora posteriores, guitarras chirriantes se mezclan con otras limpias jugando a sonar math ahora (más complejos que nunca) y a crear texturas ambientales inmediatamente después en una instrumentación que mira de reojo a las bandas más abiertas de mente de los 90 (no en vano encontramos ex-integrantes de June of 44 o Swans en sus filas). Todo ello liderado por la voz y las letras de Pete Simonelli, evocador vocalista que lo mismo nos susurra y nos canta una nana que nos despierta del sueño con un grito de desesperación. Aquí se juega con la tensión, con apretar y retorcer. Pero sólo lo justo y necesario. En este ya cuarto disco, la banda introduce nuevos detalles como coros femeninos o un ambiente más chirriante. Pero lo que hace grande a este álbum es lo de siempre: la clase y elegancia, la poesía, el ruido, el silencio y su mezcla con maestría. Es una virtud de toda su carrera pero puede que ahora encontremos sus composiciones más logradas, valga “Career Minded Individual” como ejemplo, uno de los mejores temas de todo su repertorio.
La Fase Intratable del Sueño
28
soundcloud.com/bcore-disc
Blown Realms and Stalled Explosions
enablers.bandcamp.com
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MIXTAPE PARMESANO
JESU
WILLIS DRUMMOND
Parmesano EP
Ascension
Instanteak
El tiempo jugó encontra de los catalanes, ya que Battles se adelantaron por poco, pero han conseguido aunar de manera original e irrepetible el math-rock más divertido y trepidante junto a esa vertiente tropicalista que asola las modas actuales. Y todo ello en apenas quince minutos. El EP supone un soplo de frescor en un género que coquetea siempre entre las vertientes serias y divertidas de la experimentación. Quizás ese punto de algarabía experimental es el que tanto nos hace situarlos en una tesitura alejada del math-rock en si mismo, que tan bien defienden sus cercanos Za!, sobre todo cuando sacan las voces a la luz. Patrón math-rock, pero con inventiva muy abierta. Todo esto no tendría valor extra si no hubieran conseguido tan bien ese aire entre africano y tropicalista, muy en la línea de los Coconot o de los propios Za!. “Prefiero que me atropelle un coco a que me caiga un coche” o “Alioli”, son hits inmediatos así como títulos inolvidables. El sonido además está muy a la altura, así que seguro que si fueran de Chicago habría mucho moderno en chanclas y camisa hawaiana bailando a su ritmo.
Tras experimentar entre terrenos propios y ajenos, finalmente Justin K. Broadrick da con una fórmula para enfocar aún más su proyecto. Separar la parte electrónica, rebautizada Pale Sketcher, para dedicarse con Jesu al guitarreo lento y depresivo. Mira de nuevo a los 90, a sonidos contemporáneos suyos a los que quizá entonces dio la espalda. Y es que el disco está lleno de riffs que remiten al indie-rock y el sadcore. Puro desencanto retro en “Fools” con antítesis luminosa vía Bob Mould en “Sedatives”. Poco queda de esos inicios marcados por los sonidos post-metal y no extraña que haya saltado desde Hydra Head (la casa de Isis) hasta Caldo Verde (la del Red House Painters, Mark Kozelek). Y es que Jesu cada vez más, refleja sentimientos agridulces de depresión y nostalgia, pero con el recuerdo firme de la belleza y menos de rabia destructiva. Desprovisto del brillo synth, esculpiendo el drama hasta que todo se enfoca a los estados de ánimo más bajos, “Ascension” no es una escucha fácil; rebosa melodías, pero están tan enterradas bajo capas de niebla y lodo, que es complicado bajar a por ellas y volver para coger aire.
Dueños de un directo envidiable y de un sonido rock con herencias de Seattle y el post hardcore, regresan con su tercer disco, el más difícil de digerir hasta la fecha; más lineal y menos directo, su mayor defecto es la imposibilidad de transmitir el impacto de sus directos. El ejemplo claro es la propia “Istanteak”, un tema de rítmica y progresión que no transmite como en directo. A su favor, el trabajo va descubriendo sus matices a medida que se va desgranando, es el caso de la inicial “Araua” que sirve para abrir de forma más pausada que a la que nos tienen acostumbrados. Pero su capacidad para crear himnos sigue intacta; “Begi erreak” y “Ez da dudarik”, con las que te quedas en una primera escucha, dan buena fe de ello. Los puntos más altos se encuentran en “Noiz da gero”, la genial “So”, poseedora de unos arrebatos enérgicos marca de la casa y “Oino pixka bat”, con referencias a Soundgarden inevitables. Y todavía les queda tiempo para cerrar con una punkarrada del estilo de “Hobenduna”, claro que ya nos los avisaron en el primer corte, las normas no tienen sentido.
parmesano.bandcamp.com
THE LAST THREE LINES Visions From Oniria Comenzaron con garaje y postpunk de nivel y han terminado cogiéndole el gusto a un sonido barroco y psicodélico. “Visions From Oniria” es un disco repleto de tonos brillantes y ostentosos, un viaje de pop-rock que nos muestra los 80 desde el ácido prisma de los 70. Es un disco que apabulla, ya que se exponen para crear grandes canciones de la manera en que lo hacen Wolf Parade. Hablemos de canciones redondas. “Your Bruising Dream” con esos sintetizadores espaciales y ese estribillo redondo, pulveriza las expectativas del revival. “Lonely Parade”, a medio camino del glam rock alternativo de Muse/Placebo
willisdrummond.bandcamp.com
aloudmusic.com y el pop atemporal de Abba es otra joya. Y la sorpresiva “Paradigm of Fools”, que comienza con ese sinte de fondo y vocación de rompepistas para sumirse de manos de una acústica en un clima nebuloso repuntado por épicos coros. Las canciones más resultonas tienen ese toque 80s, pero hay generosas dosis de psicodelia en la mezcla, como el folk-rock de “Sleepwalker” que nos remite a Blind Melon para acabar embebido en los saturados sintetizadores marca de la casa. O “Andromeda” con ese toque oscuro y retorcido. A esto hay que sumar la función atmosférica de “Trail of Breadcrumbs”, “Absinthe Minded”, “Ageless” y la epopeya psicodélica de “Revelation”. Creciendo hacia todas partes, combinando barbas folkies con teclados, TL3L se sacan de la manga un nuevo cancionero, que promete directos épicos y festivos como pocos.
2011 PRIMUS Green Naugahyde
MARYLAND Get Cold Feet
BLACK HORDE Boogiedriverman
El primer disco de Primus en doce años no pasa por el aro de modernidad artificial o del continuismo más aburrido. Es continuista con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Para los que hemos disfrutado con ellos es una bendición ver como “Hannepin Crawler” inicia una carrera de medio fondo por todo el sonido que la banda ha ido creando a lo largo de los años, para acabar con la humorística “Salmon Men”, que reutiliza la memorable melodía de “Last Salmon Man” como ya hicieran con aquel “Here Come The Bastards”. Las guitarras agudas y sostenidas de Larry Lalonde vuelven a aparecer siempre que el virtuosismo del bajo no comanda las melodías, como ocurre con la juguetona “Eyes of the Squirrel” o con el riff de la divertida “HOINFODAMAN”. Igual las baterías vuelven a ser clave en el devenir rítmico del disco, como si las manos de Jay no se hubieran separado de el impredecible e inseparable dúo. Lo que se mantiene, claro, es el arrebatador talento de Les Claypool dotando a composición de una personalidad única. Por ejemplo, el funk-folk de “Lee Van Cleef” o el oscuro pasaje de “Green Ranger” nos demuestran que no cambiar a veces es algo muy bueno.
Los de Vigo retoman los ingredientes del debut (pop sensible, guitarras embravecidas, preciosismo) y le añaden una dosis de garra. Más rockero y directo, lo importante de “Get Gold Feet” es que reafirma una gran capacidad para crear pegadizas canciones. La épica se mantiene en temas con momentos de tensión como “So Happy So Young” en los que tampoco levantan el pie del pedal. En otros, como “Atom Bomb” se entregan al rock alternativo de los 90. Produce de nuevo Jaime García, de Sexy Sadie y reconocen ese apadrinamiento con “Lux”, mientras que siguen los guiños a Jimmy Eat World en “Every Moment”, con esas voces tan dulces como urgentes y los coros complementarios. En general su pop se mueve hacia el rock incluso en los momentos más calmados y también gana peso el teclado. Así sucede en “25 Springs”, que con su candor post-adolescente más cercano a Snow Patrol resulta de lo más flojo. Más que canciones flojas, la cuestión es que con sólo dos discos ya hay composiciones y giros demasiado miméticos. En cualquier caso, otro disco que sumar a un brillante comienzo de carrera musical que está pasando bastante desapercibido.
Rock n roll americano desde Gijón. En sus cortes se mezcla el southern rock engullido y regurgitado con velocidad punk, con los momentos más afines al bluesrock de géneros como el hard-rock, el grunge o el stoner. Una ensalada de ecos e influencias que en “Abracadabra” y “009” nos recuerda al universo de Queens of the Stone Age y Masters of Reality. No será la única influencia próxima a ese rock con sabor desértico de los 90. Clutch nos parece una banda muy en su onda al escuchar “Boogiedriverman” o muy especialmente el groove bluesy de “Mouyou”. Tampoco podemos evitar ver ecos de Soundgarden en “Alligator Skin” o hasta de los Metallica del “Load” en “Borderline Blues”. Pero hay que cavar más hondo para ver como Black Sabbath, Motörhead o ZZ-Top tienen su cabida en el frenético vehículo de los gijoneses. Un estilo que bebe de tantos clásicos sin dejar de sonar contemporáneo. Un disco de estilo rotundo y a piñón, lleno de historias de mujeres fatales, alcohol, carretera y pactos con el diablo entre los que hasta cabe algún toque de spanglish. No se van por las ramas.
LISABÖ Animalia Lotsatuen Putzua
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Lisabö ya llevan casi tres lustros gritando hasta la extenuación, como si cada canción fuera la última, algo que les ha convertido en uno de los grupos menos comunes y más respetados del estado. De nuevo, la música es violenta, las estructuras repetitivas. Las guitarras tejen sonidos chirriantes e incómodos en bucle, formando las canciones más primitivas y crudas que nos han ofrecido. No hay casi opción de escapar de sus pasajes enmarañados, la suya es una propuesta violenta y visceral, un reflejo real y crudamente auténtico de lo que es sufrir, de lo que es sentir. En este nuevo lanzamiento ahondan en ese aspecto, dejando la belleza más reposada para otra
ocasión y adoptando el ruido y la distorsión como elementos centrales para crear su discurso. Los mismos títulos de las canciones, cómo “El Grito de las Caricias Silenciosas”, “Los Límites de la Nada”, “La Intimidad del Dolor” y “El Largo Banquete de la Crudeza”, son claros ejemplos de esta filosofía. Los de Irun han ido perfeccionando la definición de intensidad disco a disco, dándonos muestras de rabia y fragilidad. “Animalia Lotsatuen Putzua” es una nueva muestra de ello, y pese a que se le haya llegado a achacar cierto continuísmo, llegan a dar nuevos matices a su particular sonido. Nadie refleja mejor el nihilismo, el dolor camuflado, la soledad, la banalidad, el vacío y la arbitrariedad de la sociedad moderna. Algo muy conocido a lo que se acercan acercarse como pocos han podido: con naturalidad, sin artificios y con una desoladora y cruda sinceridad.
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MIXTAPE
Por muy buenas sensaciones que nos traiga el escuchar música en sus diferentes formatos, siempre hemos entendido que el directo es la forma óptima y más auténtica de disfrutar de la música. Las siguientes páginas recogen algunas de las crónicas de los conciertos que más nos han gustado este pasado 2011, con breves apuntes de otras que podéis encontrar en la web de forma desarrollada.
CONCIERTOSENERO
2011
EL GUINCHO
Cualquiera diría que El Guincho se trajo consigo el clima sureño que vivimos estos días de impropio invierno en Bilbao. Había llovido desde su últi+ Madmuasel ma visita mucho más underground, con Coconot. Antes tuvimos el animado 07/01/2011, Bilbao dancehall de Madmuasel, entre La Mala y Amparanoia. Papel complicado el suyo, pero pudo ganar algún que otro adepto al género. “He”, “ho”, “he, “ho”... comenzaron El Guincho y sus dos compinches con el quemasuelas tropical “Kallise”, que dio paso a un repetorio de baile sin tregua. Basado en “Pop Negro” pero equilibrado con los psicodélicos ejercicios de “Alegranza”, la fórmula rítmica no es demasiado variada pero no dio señales de tedio y eso que el trío se preocupa más en que suene bien, que en animar al público, dejando este papel a los hits, como “Bombay”, una de las mejor acogidas. Para los bises grata sorpresa vía “La Verbena de los Delfines” de Coconot y la fiesta colorista de “Antillas”. Tal vez no a la altura del enorme hype, pero sí una de las realidades más poliédricas de nuestro indie.
tweeticeira
enerO
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Grandmaster Flash Madrid (13/01/2011)
Su labor no es sorprendente, pero su buen gusto trajo la fiesta. Hubiéramos preferido más regusto old school, aparte de “The Message”. Chuck Prophet Bilbao (15/01/2011)
Vibrante repaso al clásico, fiel pero sin forzar el calco, provocando euforia y nostalgia. Anecdótica presencia del manager de la banda. Erizo + R Bilbao (22/01/2011)
Tríos power. R, clavaron el post-hardcore de riff gordo onda de Dut o Helmet. Después Erizo, metieron ruidera entre indie y punk-rock. Carusella + El Páramo Madrid (24/01/2011)
Debía ser aguerrido y divertido, rollo Monotonix/Tweak Bird, pero terminó aburriendo, y El Páramo volvieron a
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hacernos sentir privilegiados.
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FEBRERO
MIXTAPE
febrerO
tweeticeira
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Refree + Nacho Umbert Madrid (05/02/2011)
Nacho Umbert consiguió la atención de todos primero, luego Refree hizo de una música tan compleja y llena de matices, algo limpio y sencillo Ama Say + Yakuzi Bilbao (10/02/2011)
Ama Say, ruidosos, mezclaron lo nuevo con viejos himnos, arropados por amigos como Mursego o Txap. Yakuzi bien pero les hemos visto mejor. Sindicato Del Crimen Madrid (11/02/2011)
Han perdido el aire urbano-oscuro del legado hip hop de la banda, aunque ganan en pegada. Con los clásicos sonando fue una olla a presión. Guadalupe Plata Madrid (12/02/2011)
Otro sold-out. Estilos aparte, tres chicos que han conseguido un estilo propio, de un talento palpable y de un buen trabajo de autogestión. Mark Kozelek Sevilla (16/02/2011)
Afrontó, sólo con acústica y voz, un repertorio de Sun Kill Moon y algo de Red House Painters. Hora y media de bellas e hipnóticas melodías. Wire Madrid (17/02/2011)
No conservan aquel toque mágico de “Pink Flag”, pero siguen sin fallar con repertorio de sobra, sonido potente y una presencia impactante. Atom Rhumba Madrid (26/02/2011)
Vimos una banda engrasada y de ejecución impecable, pero sin llegar a los mejores tiempos rhumberos. Algo complicado, por otro lado.
2011
30/01/2011, Madrid
GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR SETLIST 1.Hope Drone 2.Albanian 3.Murray Ostril: “...they don’t sleep anymore on the beach...” 4.Monheim 5.Lift yr. skinny fists, like antennas to heaven 6.Gathering Storm 7.09-15-00 (II) 8.Chart #3 9.World police and friendly fire 10.Rockets fall on rocket falls 10.Moya 11.BBF3
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Cuando acaba un concierto como este sales de la sala cabizbajo, con tu mente viajando por otro mundo que no es el mismo que tu cuerpo pisa, hasta que vuelves a la realidad en una dura y larga caída a la tierra, donde casi llegas a saborear hasta el polvo. Y es entonces, tras el duro golpe, cuando pensé que iba a escribir yo en la presente crónica, pues lo mejor para saber lo que vivimos esa magnifica noche es sentirlo uno mismo, ya que las palabras son parcas y carecen de signi-
ficado para poder explicar lo experimentado, y donde además cada uno deja llevar su mente de una manera, y siente y vive según su persona. Pero antes de contar mi experiencia personal del concierto, he de mencionar al inesperado telonero, un virtuoso del saxofón llamado Colin Stetson, que tras informarme después del concierto, leo que, ha tocado en giras de Arcade Fire o Bell Orchestre y ha colaborado con TV On The Radio o Tom Waits.
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MIXTAPE
Pero como no se había informado de su intervención, ni en las entradas estaba anunciado, solo pude escuchar los últimos minutos de su actuación, lo que me impide poder hablar sobre él. Acompañando a la salida de los componentes de Godspeed You! Black Emperor, leemos la palabra ‘Hope’ en las proyecciones que aparecen al fondo del escenario, pero es lo más cerca que estaremos en toda la noche de ese sentimiento, ya que la música de los canadienses ahoga lenta y parsimoniosamente toda esperanza posible. Su música sume en una autentica desolación y agonía, pero que resulta revitalizante, es como un paso por el duro y oscuro mundo subterráneo del Tártaro, donde sufrir duras calamidades y hacernos conscientes de todos los males de uno mismo y de toda la humanidad, y donde finalmente tras el fin de la música creemos que podemos llegar al Elíseo, pues esta vez si creemos tener esperanza. La banda se coloca en una especie de ‘u’ con los miembros de la banda enfrentados y los percusionistas al fondo. Comienzan a sonar las primeras notas de “Hope Drone” el denso éxtasis comienza, todo lo que te rodea desaparece, existiendo en ese momento solo el escenario, la banda y las proyecciones, estas imágenes acompañan perfectamente a la música ya que en ellas aparecen suburbios, escombros, espacios ruinosos, vertederos, llamas… introduciéndonos en una espiral hipnótica de características apocalípticas. Con temas como “Gathering Storm” parece llegar el fin del mundo y que tras las paredes de la sala todo se acaba, gracias a una tensión sonora que alcanza cotas inimaginables. Es una tormenta desatada de instintos inhumanos. Los músicos no se dirigen al público en ningún momento, ellos son los chamanes, sumidos en su propio éxtasis, dirigiendo el viaje de cada uno de los allí presentes abriéndonos los ojos y mostrándonos nuestro interior, a nosotros mismos, especialmente lo peor que llevamos dentro, nuestro lobo estepario y enseñándonos la verdad de lo que nos rodea. Las canciones se prolongan, ninguna inferior a los diez minutos sin apenas espacio entre ellas, alucinante la paranoica “World Police And Friendly Fire”. Los crescendos y progresiones se suceden aplastándonos, ahogándonos en
un océano de detalles y sutilezas musicales, acompañadas de infinitas distorsiones, salvajes percusiones y una agresividad sonora de abrumadora belleza, uniendo cielo y tierra en un imponente columna en forma de tornado que arrasa y destruye todo a su paso a modo de purga, para después volver a empezar. “Rockets Fall on Rocket Falls” es claro ejemplo de cómo los de Montreal saben crear atmósferas agónicas, oscuras y densas, capaces de ir más allá de lo meramente musical, y remover nuestro interior. La música no queda mermada en ningún caso por el directo, aplastante todo sea dicho, es más, hicieron sonar una Sala Riviera como nunca, haciéndola acogedora, y es que GY!BE interpretaron a la perfección un más que buen repertorio y de maravilla, terminando el concierto con la maravillosa dupla “Moya” y “BBF3”, saliendo los allí presente anonadados, ausentes como si de un hecho paranormal y extraordinario se hubiese tratado y que solo nosotros pudimos presenciar. Así fue lo que yo viví, y así es como he podido contar algo que no se puede explicar, algo poético. Y es que la sombra de Godspeed You! Black Emperor es alargada y su ausencia infinita, provocando la constante comparación de toda banda metida en el saco del postrock con ellos, como con la necesidad de un nuevo mesías, de que volviese a aparecer algo igual. Pero han sido ellos los que han regresado tras su largo silencio sin defraudar, y esperemos que no sea la última vez que podamos disfrutarlos, ni tengamos que esperar tanto tiempo.
MADEE
2011
Gira de Despedida
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12/02/2011, Bilbao
A medias entre la excitación de ver a una banda clave en la escena independiente nacional justo antes de su separación y el miedo por algún comentario en las fechas previas, nos acercamos a ver al sexteto barcelonés apretarse en el reducido escenario. Generoso retraso de rigor sobre la hora anunciada, algunas cosas nunca cambian, y por fin aparecen los de Cabrils.
“Orion’s Belt” puso el punto de partida con su tono melancólico pero también optimista, que coincidía con el estado de ánimo de la banda o cuanto menos de su cantante y frontman Ramón, siempre sonriente de más, en contraste con la música intimista y lluviosa que facturan (o facturaron). “Tears in my eyes”, “We cannot rewind” y llegan las primeras oleadas nostálgico-emocionales. El sonido
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MIXTAPE OTRA CARA EL DÍA ANTERIOR Madee - Madrid (09/02/2011)
Todos predispuestos a que la despedida fuese épica pero la banda no mostró la conexión mágica que los hizo diferentes.
haciendo perfecta justicia, la voz en plena forma, suenan como una banda en activo, precisos, pese a llevar años sin dar un concierto. Pronto suenan “The Wounded”, “I am a green Swimmingpool” y “L’Antarctica”, dando cuenta de lo que sería tónica general de la noche, un repertorio enfocado a su última época, con pocas referencias a “Songs for Cydonia” (“Impulsor”, “Ten Times”) y aún menos a “The Secret Chamber” (tan sólo “Clumsy”). Algo que no se les puede reprochar pues la banda caminó indudablemente hacia un sonido más rico y personal, pero los himnos de los inicios siempre son venerados. Acertados en el reposo y en las orgías de guitarra y teclado, nos fueron envolviendo por sus tonos tristes que suben hasta la catarsis, como en la gravedad de “Fallen Heroes”, alienación de “Alnitak” o los coreables bríos de “Polonium”, una de las más contagiosas del repertorio, seguida del triunfal estribillo de “Jinniyah”. Y es que pasando el ecuador del concierto el contagio melódico era ya inevitable y con el trance en espiral de “Mintaka” abandonaron el escenario. Contundencia musical para cerrar capítulo, desde luego. Para los bises llegaron reactivados de guitarras, abriendo con el añejo riff de “Clumsy”. Pero los finalizaron de nuevo volviendo a su cuarto disco, el que, dentro de sus modestos parámetros les dio más éxito, como comentó Ramón irónico
en torno a la aparición en la MTV de la circense “Transference #2”. Con las dos caras, relajada y crispada de “A lack of Bravery (Transference)” todo finalizó entre gritos y altisonancia para desvanecerse como un sueño. El sueño de una banda cuya música eclipsa a muchas anglosajonas en su propio terreno y que indudablemente se revalorizará con el tiempo. Setlist más que correcto, repleto de temas insignes, si bien es cierto que por ser un concierto de reunión/despedida y tocar sin teloneros deberían haber alargado su duración. Ya se excusaron comentando que iban a tocar hora y media frente a los cuarenta minutos de anteriores giras, pero un poco de exceso por la última vez no hubiera estado de más. Por lo demás, el concierto salió a pedir de boca. Tal vez no se respiró un ambiente de verdadera despedida pero la banda ya llevaba despidiéndose en varias ciudades y Bilbao era la antesala de sus dos fechas barcelonesas. Algunos nos quedamos con ganas “Sparrow”, “Economy”, “The Asteroid is Falling” o “A Ghost” entre otras. Esperemos que en unos años el cuerpo les pida volver a tocar y escuchar alguna. Hasta entonces Madee quedarán dentro de nosotros como ya lo están Aina, The Unfinished Sympathy o Half Foot Outside, estrellas apagadas que nos recuerdan una época y escena increíbles en el rock independiente nacional.
2011
TRIÁNGULO DE AMOR
07/02/2011, Sevilla
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Un servidor sigue siendo casi un recién llegado a esto de la música en directo, por lo que aún soy susceptible de sorprenderme y emocionarme ante propuestas que otros más experimentados quizá catalogarían de simplemente correctas o como mucho buenas. Pero la verdad es que la noche del pasado 17 de Febrero supuso para mí un cambio en mi percepción de lo que debe ser un concierto de rock, incluso de punk si me apuras. No hablo de sonido, ni de repertorio, ni siquiera de profesionalidad. Estoy hablando de actitud. Estoy hablando de los putos amos de la escena nacional actual. Estoy hablando de Triángulo de Amor Bizarro. Con un lleno absoluto, la mediana sala Malandar abrazaba una de las grandes noches de su primer trimestre del año. Ya conociendo el lugar donde iban a actuar los gallegos, sabíamos que la acústica y la nitidez iba a jugar en su contra (como a menudo suele sucederles, por otra parte), pero que eran perfectamente capaz de subsanar estos problemas a base de distorsión y ‘muracos’ de sonido, como suelen decir en sus entrevistas. Entre el público había de todo: desde jovencísisimos fans que iban ya por la buena senda musical, inevitables posers que aseguraban ir porque ‘era mejor esto que quedarse en casa’, despistados atraídos por la fama del grupo y avisados por sus amigos que no eran una banda de indie-pop precisamente, hasta rockeros e indies curtidos en mil batallas. Los sevillanos Sweet Hole habían cancelado su actuación como teloneros, por lo que a las diez debían aparecer los coruñeses sobre el escenario. Se hicieron de rogar mientras su barbudo técnico hacía lo posible para que sonaran lo mejor posible, pero al fin casi a las y media ya estaban sobre el escenario, anunciando Isa que iban a darnos un poco de ruido. Y vaya si fue así, ya que empezaron a saco con “Mal como efecto de mala voluntad”, para asustar a los que se esperaran quince “De la monarquía a la criptocracia” (lo más coreado sin discusión de la noche cuando
sonó más tarde) o “El fantasma de la transición”. Como era de esperar, ruido a todo trapo, tanto desde las cuerdas como de los saturadísimos sintes de Óscar (guitarrista ocasional también) y la brutal batería de Rafael. Continuaría la cosa igual con el primer himno “El crimen: como ocurre y como remediarlo”, y por fin “El radar al servicio de los magos”, primer tema de la noche de su ya totémico segundo álbum Año Santo. Desde casi el principio, la cosa fue una especie de tira y afloja entre chulesco y divertido entre el público y la banda, o más bien entre Isa y todos los demás. La chica se ha ido haciendo un hueco como frontwoman de la formación, por encima del líder natural Rodrigo, gracias a su actitud abierta y a ser ella la que casi siempre habla con el público. Desde
FOTO: Raúl Rey (Archivo)
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MIXTAPE
BIZARRO la segunda o tercera canción ya había varios tipos piropeándola al más puro estilo andaluz, y ella se defendió ignorándolos o metiéndose con ellos entre sonrisas. Lo peor (siempre en el buen sentido de la palabra) fue cuando se atrevió a decir de sus tres compañeros que eran sus guardaespaldas para estos casos. A partir de entonces, cada vez que abría la boca, el resto de la formación la interrumpía con violentos y cariñosos acoples, loops infernales y redobles. En fin, lo habitual cuando una chica guapa y carismática forma parte de un grupo de rock. Volvamos a la música. Todo fue bastante homogéneo y excitante ruidosamente hablando, con la gente bastante entregada hasta en los momentos de relativo relax de las ‘baladas’ “Super Castlevania IV” (de lo más celebrado de la noche, con Isa, nuevamente, interrumpiendo y pegando a sus compañeros con las baquetas), “El fantasma de la transición” o “Estrella azul de España”, todas de lo más celebrado de la noche junto a momentos ya mencionados, “¿Quiénes son los curanderos?”, “La malicia de las especies protegidas” y “El himno de la bala”. Si no me equivoco, sonó todo “Año Santo” y bastante más de la mitad de su también encomiable debut, además de algún tema desconocido por mí (¿algo de “El Hombre del Siglo V”? ¿alguna cara B o tema nuevo?). A los cincuenta minutos o así, ya tenían la noche ganada, pero los veinte finales aseguraron el sobresaliente. Y es que encadenar “Amigos del género humano” con “Isa vs. El Partido Humanista” , para luego sacar a dos chicas de la primera fila y ofrecerles bajo y guitarra (cortesía de la bajista, en pleno arranque riot grrrl), mientras Rodrigo se desgañitaba en el suelo entonando esa bizarrada que es “Sister Ray/Lento”, su compañera observaba todo desde el público, ofreciendo el otro micro a la peña para que gritase lo que quisiese, y el resto del Triángulo reventaban el término ritmo, fue de esos momentos que hacen que 10 euros de entrada te parezcan ridículos por lo ofrecido a cambio.
MONOTONIX + Yellow Big Machine 25/02/2011, Bilbao
Aún con la fama de banda hiperactiva en directo, esto no iba a mover grandes masas a ver a los iraelitas en Bilbao. Al comenzar el concierto, la sala se hallaba semivacía. Yellow Big Machine interpretaron su rock ruidoso con evidentes deudas a Nirvana o Pixies. Les queda pendiente hacer canciones con algo más de gancho melódico para convertirse en la respuesta actual a El Inquilino Comunista, pero pueden dar mucho que hablar. Los discos de Monotonix tampoco son gran cosa, pero en directo queda todo difuminado entre una masa de riffs que hace honor a su nombre, aporreos de batería básicos y una voz que es más una llamada al desfase que otra cosa. El trío hace literalmente ruido a cuyo ritmo puedes moverte sin perder de vista las peripecias de su barbudo cantante. Ataviados los tres con calzones retro, empezó el show ya con la batería montada en el suelo frente al escenario y el público haciendo corro. En los primeros instantes hubo un tira y afloja entre el interés por la fiesta y el pavor a ser involuntario partícipe, llevándose algunas mujeres la peor parte, sobre todo si te molesta que un melenudo te alce en brazos o se restriegue contigo sobre la espalda del batería. Mientras iban cambiando su posición en la sala, el personaje principal protagonizó anécdotas como cantar subido en el taburete del batería mientras el público lo sujetaba en el aire, robar y arrojar bebidas o arrebatar un cigarro a un asistente y ponérselo entre nalga y nalga. Con su llegada a la barra, volaron hacia el público el recipiente de los hielos y el de los cítricos. Así con todo, lo vivido en Fever quedó bastante pequeño en comparación a lo que pudimos ver en el Primavera Sound con mucha más gente dispuesta a colaborar en la turba itinerante, pero el trío volvió a ofrecer mucho circo. Esperamos que no maduren nunca. ¿El setlist? Mmmm...
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2011
ZA! + Tom Bennet + Betunizer
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26/02/2011, Madrid
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MIXTAPE
Llevaba tiempo queriendo toparme con un concierto de Za como el de presentación de “Megaflow” en Madrid. Ya iba tocando ver que la propuesta hacía mella en la gente, que con bandas así no tiene ninguna gracia guardarte esta experiencia para ti mismo. Parece que “Megaflow” nos pone las cosas más fáciles en estudio, pero ante un directo así es difícil resistirse a su Mundo Estrella. Perfecto inicio de concierto con “Nanavividedeñaña” y “Casamance”, como los mejores representantes posibles de este nuevo disco con permiso de “Kalon-jah! Tewra-ssah!”. Sus mejores virtudes quedaron ahí expuestas: valentía, ruido, tesón, humor absurdo, vanguardia y mucha diversión, contando con el momento en que se metieron entre la gente para salir a la calle y volver por la puesta de atrás como ya hicieran Beach Fossils. Del pasado de su repertorio pseudoimprovisado salió la parte final del concierto, con unas cuantas ideas ya conocidas por los que les hemos visto varias veces, pero no por ello menos sorprendente, con la versión alargada de trompeta de “Mobutu” y con el regalazo de bis que fue “Ceaucescu” y “Jonny El Gordo” final entremezclado con un homenaje noise a Rage Against The Machine. Una gozada verlos tocar con esa pasión y ese virtuosismo en la facilidad de movimientos. Si toda esta mezcla de noise, africanismo y avant-garde no era suficiente, nos incluyeron en el cartel bandas tan dispares como Tom Bennet o Betunizer. El primero, miembro de Au, apareció como una especie de soul man bailongo bajo un manto de sintetizadores. A mí lo de Au nunca me hizo gracia, pero la propuesta de semejante frontman ante tan poca gente se mereció el seguir su labor muy de cerca. Con Betunizer íbamos a tiro hecho, porque han sido una de las sorpresas más agradables de 2010, pero su punk-corealternativo de claro recuerdo a Shellac fue el intermedio que mejor encajaría con la experimentación de Za!. “Teniente Corrupto” y “Derroche de Simpatía” merecidamente coreadas, Tom Bennet bailando encima del escenario, Za en primera fila dándolo todo y ese sonido tan rugoso, sus mejores momentos. No os olvidéis de ver a Za! en directo en cuanto podáis. Papa Dupau y Spazzfrica Ehd, este va a ser vuestro año.
MARZO
2011
marzO
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Imperial State Electric Bilbao (02/03/2011)
Correcto y para fans. “Quién tuvo, retuvo”, pero ni el cancionero ni la banda sobre el escenario destacan y encima sufrieron mal sonido. Audience Bilbao (03/03/2011)
Elegantísima presentación de la banda sonora para el documental “Amerikanuak”, que le va como anillo al dedo a su americanismo desde Euskadi Scott Kelly + Orthodox Bilbao (04/03/2011)
La componente atmosférica de Orthodox dejó con ganas. Un muy serio Kelly hizo de correcto crooner folk-grunge con un setlist algo extenso. La Célula Durmiente + Ulises Lima Madrid (04/03/2011)
Ulises Lima sonaron a Jawbreaker y Bullit más comodos que en la anterior visita. La Célula Durmiente, sin tiempo, nos divirtieron. Hamlet Bilbao (05/03/2011)
Con mucho peso en “El Inferno” la banda estuvo a la altura y demostró que su repertorio antiguo trasciende al cadáver del numetal. Bilbao Rock City Bilbao (11/03/2011)
Homenaje de grupos locales a www.bilbaorockcity.com En el top, Atom Rhumba y Cápsula. El “retorno” de El Inquilino no cuajó esta vez. Electric Wizard + Moho Madrid (16/03/2011)
Actitud pasota sin transmitir ese trance que producen en estudio. Moho no tuvieron la mejor de sus noches, ahora que van hacia al trash. Ainara LeGardon Madrid (22/03/2011)
Nos sonó a los mejores Shellac y con sólo un par de ensayos con la banda. El nuevo giro crudo y potente quedó perfectamente reflejado. Desguace Beni Bilbao (25/03/2011)
Tras unos teloneros muy Eartherederos, el dúo madrileño ejecutó con frescura un repertorio garajero con matices de muchos géneros. Vivian Girls Sevilla (26/03/2011)
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Punk-pop entre aguerrido y risueño; representando de manera acertada, la actitud de Cassie Ramone por un lado y Katy Goodman por otro.
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STANDSTILL 08/03/2011, Madrid
Otra vez más tenemos que aplaudir la labor de valentía, tesón, honestidad y buen gusto de Standstill. Y van ya un incontable número de aplausos desde mi posición. El “Rooom” volvía a Madrid en tres fechas para quitarse la espinita de su paso por el Teatro Circo Price a finales del año pasado, que en un accidentado día con bajas por enfermedad y con problemas técnicos graves, pero aún así manteniendo el tipo. El llenazo estaba asegurado en el pequeño Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, un espacio que encajaba a la perfección con la habitación que planteaban encima del escenario con esas bonitas tres pantallas. Pudimos dar cuenta de que dicho álbum debe ser visto en vivo así, de principio a fín y con el componente visual ayudando. No es que en “Adelante Bonaparte” no haya canciones con mayúsculas porque las hay, pero si es cierto que hay muchas de ellas que sólo funcionan como un todo. En su concierto en Joy Eslava para presentar el disco nos quedó cierto regustillo a estar viendo algo incompleto, y ahora damos cuenta viendo “Rooom” que así es. Standstill son de esos grupos que nos tienen que conquistar siempre, con mejores o peores canciones de su lado, pero con unas ganas de ir más allá con su música que poco a poco los tiene que ir encumbrando en lo más importante de esta década en España.
2011
TED LEO & THE PHARMACISTS 30/03/2011, Vitoria-Gasteiz
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Madrid (31/03/2011)
THE GO! TEAM
La gran agenda del pabellón universitario nos trajo la gira de Ted Leo and the Pharmacists. Sin irse por las ramas, la figura del punk-rock en el sentido más underground y abierto del género despachó un repertorio muy basado en sus últimos tiempos, desde instantáneos hits como “The Mighty Sparrow” o “Gimme the Wire” a otros temas más relajados y de poso soul como “Ativan Eyes” o agitados y espasmódicos como “The Stick”. Ted Leo abarca desde la sencillez un montón de estilos de tradición tanto norteamericana como británica y según la cosa avanzaba había momentos de tal confusión y mezcla de distorsión, rítmica y melodía, que uno no sabía si estaba escuchando a The Clash, Fugazi o Built to Spill. Pese a que el cantante sea el máximo compositor y front-
man, el cuarteto es una máquina engrasada que ejecuta con pasión y convicción. El tema del concierto fue fácilmente “Bottled in Cork”, cuya pegadiza melodía y el protagonismo de los insistentes coros del guitarrista (que también le dio al teclado a ratos) crecieron de forma inaudita en directo. Rivalizó con otros ya clásicos como “Where Have All The Rude Boys Gone?” o los aires bluesies de “Timorous Me”, muestras de la versatilidad de su garganta. Dieron por finalizado su tiempo al creer que les tocaba acabar, pero pudieron volver a salir y redondear un concierto de duración estándar. Días después tuvieron que cancelar fechas por afección del cantante. Una pena que al menos esperamos que sirva para que su regreso no se demore.
Ganas desbordantes demostraron cada uno de los segundos que la banda de Brighton estuvo encima del escenario. Evidentemente, la verdadera cabeza pensante de Ian Parton fue la que dirigía el cotarro, pero es inevitable puntuar altísimo el carisma y los bailes constantes de Ninja, así como la enorme labor del resto de músicos, que prácticamente tocaron todos y cada uno de los instrumentos. El inicio con “T.O.R.N.A.D.O” fue el perfecto inicio furioso, para luego ir repasando su faceta más buenrollista con piezas clave como “Grip Like A Vice”, “Ladyflash” o “Huddle Formation”, utilizando a la perfección las variaciones de ritmos de sus dos baterías, que como decíamos fueron alternándose casi constantemente. El repertorio probablemente fue lo menos acertado de la noche, con un repaso demasiado grande a su nuevo disco y apenas unos pocos vistazos a su disco de debut . Aún así los mejores momentos pasaron inevitablemente por versiones desbordantes de guitarras ruidosas de “Bottle Rocket”, “Junior Kickstar” y “Ladyflash”. Tampoco sería justo no decir que a pesar de lo mal que Ninja lo pasó para igualar a Bethany Cosentino supo sacar adelante “Buy Nothing Day”, con la ayuda de Kaori Tsuchida, que si estuvo cómoda con “Secretary Song”. Pero si tengo que destacar dos momentos del disco nuevo, sin duda me quedo con la instrumental “Yosemite Theme” y con el preámbulo de final de concierto que hubo con “Apollo Throwdown”, con la fuerza increíble de Ninja como protagonista.
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ABRIL MIXTAPE
08/04/2011, Madrid
La relación de Ted Leo + The Pharmacists con la península ibérica ha sido una constante durante los últimos años, ahora sobre todo con sus discos publicados a través de la discográfica La Castanya. Nueva Vulcano ejercieron de teloneros en Madrid. El repertorio tuvo una gran novedad, “Zozobra”, la pieza descartada de “Los Peces de Colores” y conocida por todos aquellos que consiguieron por Internet la versión filtrada. El resto fue cien por cien de ese disco, comenzando con “Arco de Triunfo”, uniendo de manera perfecta los tres primeros cortes de ese disco y el habitual “Mano Izquierda” y “Predominio del Sol”. Son unos grandes, y queremos que tengan temas nuevos y que vuelvan. A Ted lo vimos algo afectado de su sistema respiratorio, pero no esperábamos que la infección que sufrió hiciera que el concierto de Madrid fuera el fin de gira. Cualquiera que lo haya visto en vivo sabe que estamos hablando de un tío sencillo, honesto y simpático, de esos que ves encima de un escenario y te hace sentir parte del show. De esos que derrochan ganas o sudor, pero también cercanía. Sobre todo, los mejores momentos los tenemos muy claros: el bis con “Timorous Me” y “Biomusicology”, la apropiada “Stove By A Whale”, la saturada “I Am A Ghost” y su mejor tema “Where Have All The Rude Boys Gone?”. Del nuevo, que se llevó la amplia mayoría del set nos quedamos obviamente con “The Mighty Sparrow” junto a “Even Heroes Have to Die” y “One Polaroid a Day”. Pena de recuerdo que se va a llevar Ted de su gira por España por el accidentado final, pero lo bueno de todo esto es que todos los implicados van a tener ganas de solucionarlo pronto.
2011
abriL
@feiticeira_org Planet of Sound Webzine de música alternativa | Alternative music webzine from Spain http://www.feiticeira.org
The Wave Pictures Sevilla (08/04/2011)
Ante menos de 30 personas, los ingleses le echaron ganas y simpatía, y lejos de irse cabreados salieron para un generoso bis de peticiones. Wombat Fest Durango (08/04/2011)
Mal sonido para Neila y Adrift. Entombed poderosos y sin artificios. Por capricho de estos, Vórtice tocaron al final, merendándoselos. willis drummond + Borrokan Eibar (16/04/2011)
Al aire libre, dos bandas fronterizas. No defraudaron ni unos con su post-hardcore experimental ni otros con su rock alternativo más directo
ABRIL LÜGER
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+ Ginferno 07/04/2011, Madrid
Una pena tener una banda de la envergadura de Ginferno haciendo un concierto de poco tiempo y ante tan poca gente. Se había avisado del tema de los horarios, pero es complicado poder estar tan pronto, sobre todo cuando lo habitual es que los conciertos se retrasen siempre. Tenemos todos que hacer que vaya cambiando el chip, por el bien de todos. Parece ser que el nuevo saxofonista no pudo estar, el bajista Javier tenía un dedo herido y hasta se hacía muy raro ver a su baterista con un formato al uso con bombo incluido (no os preocupéis, era de Lüger y no se uso durante Ginferno...). Tenemos muchas ganas de enfrentarnos a su nuevo disco, aunque estamos muy familiarizados ya con temas como “Alhambra Toy Store”. Lüger lo han conseguido. El 15 abril del año pasado llenaban la sala El Sol en la presentación de su primer disco y ahora, con el segundo a punto de caramelo, registran actuación tras actuación con buenísima entrada. Aprovecharon las condiciones acústicas de Ramdall, que si bien tiene una disposición algo rara del escenario, hace disfrutar de un sonido excelente en las primeras filas. Primero tiraron de sitar para ir presentando todos los temas nuevos que nos van a ofrecer en su próximo trabajo, con apenas tres recuerdos al pasado: una sublime “Die Sonne muss untergehen!” en clave atronadora, una rítmica “La Fin Absolute Du Monde” y una versión algo alocada de la habitual “Swastika Sweetheart”.
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MIXTAPE NOFX Barakaldo (17/04/2011)
Buen concierto en ejecución, conexión y fiesta, pero con un setlist ridículo para una banda con tantos himnos imprescindibles del género Trono de Sangre + Adrift Madrid (28/04/2011)
Recuperando a la perfección el sonido de la patada de su EP de presentación y Adrift sensacionales, presentando un tema nuevo más postmetal. Maryland Madrid (29/04/2011)
Muy buena forma volvieron a demostrar en vivo, ahora que se acercan más al rock alternativo 90’s que tan pocos hacen con tan buen gusto. Horn of the Rhino Bilbao (30/04/2011)
Cuando hablan sube el pan, pero Rhino son una apisonadora en directo. Doom garrulo y épico, y agradecidos detalles de teclados y saxo.
2011
DEERHUNTER + Lower Dens 13/04/2011, Bilbao
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FOTO: Raúl Rey
Mal día de la semana y coincidencias, propiciaron un lleno medio para una de las bandas estrella del indie-rock internacional. Abrieron fuego sin apenas retraso (sensación indescriptible, de tan inusual) Lower Dens. Mucho les queda para llegar al nivel de excelencia de sus teloneados. El cuarteto supo crear climas de hipnosis a caballo entre el post-punk y el kraut, pero les faltan canciones. Justo lo que les sobra a Deerhunter, que abrieron el concierto en tono festivo con aires de sample hip-hopero. Se trata de “60 Cycle Hum”, tema inédito que extendieron hasta que la cacofonía les dio para enlazar con “Desire Lines”, una de sus canciones pop más redondas de la suave y melancólica garganta de su guitarrista. Sonó un poco renqueante pese a que fue ganando con las irresistibles melodías de corte Pixies que atesora hacia su final instrumental. Si de algo nos sirvió “Hazel St.”, guiño a “Cryptograms”, fue para ver que el cuarteto iba a sonar ruidoso, de una forma mucho más punk-rockera que en disco. Momentos para el baile con los compases a lo Jesus & Mary Chain de “Don’t Cry” y los aires playeros de “Revival” que sonaron con un importante extra de contundencia sonora sobre la exquisitez pro-Beach Boys del disco. Entonces Bradford Cox anunció “Little Kids”, primera parada de “Microcastle” y lamentablemente las melodías sonaron muy deslavadas. Principalmente por la voz de Cox la cosa no se acercó al shoegaze aterciopelado, pero a la hora de atronar, la cosa dio un cambio realmente épico, suponiendo el comienzo del triunfo para los de Atlanta. Ya estaba el público en harina, más atento que entregado y en todo caso muy respetuoso. La banda también, Bradford en su salsa, lo mismo aportando detalles que aterrorizando con distorsiones y especial mención para un batería cuyo instrumento cobraba un protagonismo mayor, a la hora de romper rítmicamente las marañas de sonido. A partir de aquí, paseo triunfal por “Halcyon Days”, un breve rodeo por “Rainwater Cassette Exchange” y la gloria con “Nothing Ever Happened” y un tremendo y prolongadísimo desarrollo final. No había momentos para bajón, sino para el preciosismo de “Helicopter” con la que nos hipnotizaron ambientalmente para seguidamente hacerlo por medio del adhesivo patrón de “He Would have Laughed”, dándonos momentos que ahora más que nunca, los justifican como uno de los grupos más grandes del indie-rock y absolutamente desmarcados respecto a contemporáneos. Un simpático Cox de mientras, bajando a las primeras filas a berrear, cantar, sentarse en las escaleras a rasgar la guitarra o simplemente saludar a los fans, aumentando la conexión, cuando no estaba ensimismado con un pequeño juguete luminoso que tenía sobre un ampli. Fríamente se fueron, dejando a un público hambriento de más y regresaron poco después para entonar el comienzo de “Microcastle” con la intro y la perezosa brillantez de “Agoraphobia”. Y para terminar, se reservan “Octet”, dando rienda suelta a su sed de ruido alienante. Con todo ello, la banda salió victoriosa y abría una gira española de tres fechas que prometía incluso más éxito en Madrid y Barcelona.
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MIXTAPE
NOMEANSNO
15/04/2011, Madrid
Los canadienses nos volvieron a visitar, algo que no hacían desde hace ya cinco años, y algo que probablemente no harán en cierto tiempo por las extrañas cancelaciones de los conciertos de Granada y Zaragoza . Sobre el concierto, nos volvemos a quitar el sombrero ante el enorme desparpajo y sonido que sacaron los canadienses. Lo de que no pesan los años ya lo hemos dicho muchas veces, así que pasamos directamente a hablar de ellos como una banda que parece más de veinteañeros que cualquier otro grupo punk rock de jóvenes imberbes que haya pasado por aquí recientemente. Repasaron su repertorio más psicodélico, dejando de lado la mayoría de himnos punk que nos han ido regalando en su extensa carrera discográfica. Por contra, el inicio corrió a cargo de “Angel & Devil”, con la mayoría del aforo todavía apurando algunas latas de cerveza en la puerta. Poco a poco se fue completando esa mitad de aforo que consiguieron, aunque justo coincidió con las presentaciones de temas nuevos y de algunos algo menos convencionales. Con respecto a esas novedades, podemos decir que ni estamos ante temas puramente punk-rock pero tampoco ante esos sorprendentemente encantadores pasajes que nos brindaron con su pasado largo “All Roads Lead to Ausfahrt”. Lo mejor llegó hacia el final y pasó inequívocamente por temas totalmente incontestables, por sonido, por actitud y por calidad: “Theresa Give Me That Knife”, “It’s Catching Up”, “The River”, ... ¿Qué más se puede decir? Esperemos que no haya que lamentar que no vuelvan estos yayos, porque a tenor de lo contenta que volvió a marcharse la gente y la cola que había en el puesto de merchandising, en Madrid gustan mucho.
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GUADALUPE PLATA 29/04/2011, Sevilla
Los de Úbeda tenían fama de poseer un directo brutal; pero no pudimos comprobarlo hasta el momento en que subieron los tres miembros al escenario, se colocaron en posición y dieron comienzo al exorcismo con la instrumental “Rai”. Llamó inevitablemente la atención el barreño-bass de Paco Luis, que empuñó durante el primer tercio de la noche. La mala fortuna hizo que tuvieran diversos problemas de sonido con la guitarra, más tarde con el bajo, y hasta un insalvable percance técnico de batería, que les obligó a parar durante un par de minutos para arreglarlo. Pero el trío, imperturbable ante tal adversidad, solventó tales desagravios y así se permitió que Pedro se soltase a gusto con la guitarra, ante la cual parecía directamente poseído. Golpes, acoples, balanceos, rasgueos... con los que enfrentaba trallazos de blues-rock del calibre de “Como una serpiente”, “Estoy roto”, “Pollo podrío” o “Gatito”. Hora y veinte de actuación, sin bises, pero que dejaron a todo el mundo satisfecho. Y es que la verdad es que hacen faltas conciertos así, de puro blues y rock, entre tanta propuesta indie o tendenciosa a la que solemos asistir.
SOUTH POP 15 y 16/04/2011, Sevilla
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La edición 2011 de South Pop Sevilla se saldó con un puñado de buenos conciertos, otro puñado de mediocres y una asistencia entre media y escasa que sólo subió hasta cubrir el aforo en un par de momentos mediáticos. Los problemas derivados de la falta de subvenciones hicieron que el cartel quedara más ajustado, presagiando el reciente paso del evento a bienal. Pero volviendo a la música en sí, entre los conciertos poco satisfactorios del evento nos encontramos a unos Ellos lastrados por la aflicción excesiva de Guille Mostaza, alabada por un buen puñado de seguidoras femeninas pero que hastió a parte del público que no termina de verlos con buenos ojos; a Single tirando de pregrabaciones y abusando del a capella de Teresa, lejos de las sutilezas y el preciosismo de sus álbumes; y a un Emilio José que se fue demasiado por los cerros de Ourense con su parloteo y deconstrucción de canciones. Mejor lo hicieron Dënver; triunfadores con su synth-pop retro a pesar de abrir el festival ante poca gente; Mercedes Audras con su folk artesano y radiable; La Bien Querida mostrando que ya tiene un repertorio notable con sólo dos discos y descubriendo el rock gracias a David Rodríguez; Ornamento y Delito con su post-punk duro sin concesiones y totalmente anti-pop; y Margarita y su enérgico hardcore tropical que puso a todo el mundo a bailar. Mención especial para los llenazos de Manel, hype entre los que creen que lo ‘catalán’ está de moda en el indie, realidad de calidad contrastada para otros y un pelín solemnes a pesar de intentar ir por lo sencillo para el que suscribe; y Standstill, el plato fuerte, arrasando siempre por donde van con un directo mucho más rockero que sus últimas propuestas de estudio.
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MAYO
MIXTAPE
SOS 4.8 06 y 07/05/2011, Murcia
Éxito incontestable de público la cuarta edición del Festival S.O.S 4.8 de Murcia, tanto que en algunos momentos esto se convirtió en un handicap que dificultó disfrutar de algunos de los conciertos. No obstante la organización ha funcionado a la perfección con fluidez en las barras, lavabos, taquillas y sobre todo en los horarios que funcionaron con puntualidad casi inglesa. El viernes empezó fuerte con los catalanes Manel que en el escenario secundario tuvieron una buena acogida de público teniendo en cuenta el temprano horario, gracias a la presencia nutrida de la colonia catalanoparlante trasladada al festival. Lo cierto es que en directo siguen sin transmitir los elaborados matices de sus discos que se pierden a favor de un sonido más básico. Después de recoger nuestra pulsera para el Auditorio volvimos al escenario secundario para ver a la descarga habitual de Triángulo de Amor Bizarro, ya clásicos del indie nacional. Sonido enmarañado como es habitual y los primeros bailes del festival, mención especial para ese magnífico batería. Ya avisamos en la previa el lujo que supone el Auditorio presente en el interior del recinto de La Fica, tanto que el concierto de los británicos These New Puritans fue posiblemente el mejor de todo el festival, acompañados de una orquesta, coro de niños, percusionista, piano y así hasta formar exactamente 36 personas que nos dejaron con la boca abierta. Memorable. Siempre que hay un concierto de Yann Tiersen se produce una discusión habitual entre el público profano al post-rock con tintes épicos del músico francés. Es lógico sentirte decepcionado si esperas escuchar la BSO de “Amélie” y lo que te encuentras son momentos de auténtica belleza, rozando lo mejor del festival. Después decidimos renunciar al baño de masas de Vetusta Morla para disfrutar de una de las más firmes promesas del cartel, Two Door Cinema Club, y nos encontramos con otro llenazo en el escenario secundario. Triunfo total de este grupo que en directo arrasó, al contrario que una de las bandas cabezas de cartel. Si ya el segundo disco de MGMT a un servidor le costó Dios y ayuda digerir, en directo se tornó en una montaña cuesta arriba en la que no hubo ni un momento mínimamente reseñable. Hasta “Time To Pretend” sonó sosa y sin alma. Decidimos recurrir tras la decepción a la electrónica elegante del danés Trentemoller, y no nos equivocamos. Buenísima actitud en directo, sonido excelente y con una banda de acompañamiento más que solvente. Otro triunfador del día. El combo italiano The Bloody Betroots puso patas arriba el escenario Estrella Levante con un concierto a medias entre la electrónica más zapatillera y el punk más burro del festival. Algo así como unos Prodigy meets Refused. Brutales. El cansancio empezaba a hacernos mella y acudimos nuevamente al escenario Jagermeister al que iba a ser el último concierto del día, otro concierto de baile desmedido de un grupo como We Have Band, que si bien en disco proporciona altibajos en directo sorprendieron a más de uno.
2011
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El sábado, con el cansancio acumulado, nos volvimos a topar con las mismos virtudes y defectos del SOS: funcionamiento muy bueno de la organización frente a una cantidad de público realmente excesiva. Y eso que el día empezó relativamente temprano con el concierto de la canadiense afincada en Barcelona That Girl With Dark Eyes. Doble percusión, mucha personalidad y ritmos a medio camino entre el hip-hop, funk y pop. A seguir de cerca. El día anterior pasó factura y nos quedamos sin entrada para el concierto acústico del mito viviente Patti Smith. Una pena, pero en SOS 4.8 no hay tiempo para andar parado. Decidimos coger sitio en el masificado escenario principal y después de ver a los prescindibles locales Second asistimos al concierto de White Lies, con influencias evidentes que beben de todo el pop-rock gótico de los 80: desde The Chameleons hasta los propios Editors, a los que superaron con diferencia. Parece ser que algún problema con el bendito espacio aéreo de este país hizo que tanto ellos como Suede llegaran con el tiempo justo para tocar sin probar sonido y por lo que parecía por la vestimenta de su cantante Tom Smith casi sin tiempo para nada más que salir y tocar... Auténtica decepción de concierto sin ritmo ni alma, lastrado por un set-list basado en su flojo último disco. Tuvimos que recurrir al escenario secundario nuevamente para disfrutar de otros triunfadores del festival, puesto que teníamos curiosidad por saber si los firmantes de “Man Alive” podrían transmitir al directo todos los matices, sobre todo vocales, que tiene ese disco. Pues bien, no solo Everything Everything lo clavan sino que encima transmiten una fuerza arrolladora. Por contra, al igual que con Editors el sonido de Suede no fue el mejor. No obstante Brett Anderson sí que parece que estaba descansado y realizó las funciones de frontman perfectamente, descargando todo su arsenal de hits brit-pop y haciendo las delicias del personal. El punto negativo de este concierto fue la masificación excesiva que hizo tarea imposible disfrutarlo con cercanía y de manera plena. Los bailables !!! eran apuesta segura y nuevamente volvieron a demostrar el porqué son un grupo fijo en las alineaciones festivaleras. Un “We miss you Spain” precedió al habitual show de su cantante que provocó la locura en las primeras filas. Hay que decir que sin la acompañante femenina que suelen llevar en sus giras canciones como “Hearts of hearts” se resienten sobremanera, eso sí. Decidimos acabar el día con los granadinos Lori Meyers, que se vieron delante de unas 30.000 personas en un concierto que seguro recordarán con cariño. Para compensar que decidimos cerrar el sábado temprano, nos acercamos al mismo centro de Murcia el domingo a disfrutar del concierto de uno de los mejores grupos de este país. Standstill, con un sol de justicia y un ambiente magnífico nos dieron un concierto más movido de lo habitual en su última gira. Un perfecto colofón para un festival que cada año crece más y más, lo cual es realmente bueno siempre y cuando no se llegue a la masificaciones que se vivieron en determinados momentos.
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MIXTAPE
FOTOS: Cedidas por la organizaci贸n del SOS4.8
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TERRITORIOS 20 y 21/05/2011, Sevilla
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La 14ª edición de Territorios Sevilla será recordada como una edición de cambio. La ampliación del número de bandas, de escenarios y de aforo, frente al recorte de duración de tres a dos días, la eliminación de cualquier actividad fuera del Monasterio y los problemas de accesibilidad y movilidad debido a todo lo anterior, han supuesto todo un tira y afloja por seguir haciendo del evento un festival rentable frente a los numerosos recortes económicos de las instituciones. Nosotros, por nuestra parte, nos limitaremos a contaros lo visto y oído durante este fin de semana de música. El primer día de este Territorios fue el más lastrado por las aglomeraciones en el acceso a partir de las 23.00 y por la difícil circulación al comienzo y término de los cabezas de cartel a través de los arcos y bóvedas que separan espacios y escenarios. Pero a las 21.00, cuando entramos nosotros, poco de eso había aún. Así que en un santiamén estuvimos en Tres Culturas para ver a Bikini Red; joven banda garagera con algo del rock alternativo a lo Placebo que convenció a medias por la exagerada pose del cantante en ocasiones. Así que fue de agradecer que les siguieran Antonio Luque y los suyos sobre el escenario. Como figura capital del indie patrio, y además siendo oriundo de la ciudad, no extrañó que al rato ya estuviera lleno el aforo. Bajo su nuevo look, con barba y pelo largos, el Sr. Chinarro ofreció un concierto impecable, en el que presentó lo mejor de “Presidente” y parte de lo más granado de sus discos anteriores, con rescate de una añeja “Quiromántico” incluido. No faltaron sus habituales
comentarios entre resentidos e irónicos, pero el peso fue el de la música. Despúes pasamos al segundo escenario, Cruzcampo, a ver a The Fall. Un concierto de Mark E. Smith es algo impredecible, que depende únicamente del ánimo de este genuino punk de mediana edad. En esta ocasión se presentó apático y porculero: con una base sónica a prueba de rocas, este señor se paseó con dos micros por todo el escenario tirando portamicrófonos y platos, y molestando a sus, supongo que, sufridos compañeros. Pero lejos de resultar todo en un despropósito, logró ofrecer un buen concierto; algo que sólo alguien que estuvo ahí viendo nacer el punk sabe cómo hacer sin recibir abucheos y abandonos en masa del público. Tras un buen rato, saltamos al pequeño escenario CAAC a disfrutar de una de las propuestas más minoritarias y desconocidas del día, pero que ofrecieron uno de los grandes bolos de todo Territorios 2011: King Midas Sound. La gente que esperaba un concierto de dubstep rítmico y sugerente, se encontró ante una hora de horror industrial y trip-hop pasado de vueltas orquestada por el terrorista sónico Kevin Martin y acompañado por dos figuras tan contrapuestas como la de la anglo-japonesa Kiki Hitomi y el trinitario Roger Robinson. Tormenta bailable para los más atrevidos. Fue entonces cuando todos los accesos y galerías del Monasterio de La Cartuja se vieron colapsados por el tránsito del público saliente de Vetusta Morla, que se convirtió en una auténtica marea humana. Tras pasar un buen rato sorteando las interminables colas de gente, por fin salimos del monasterio rumbo a Asian Dub Foundation en el escenario grande exterior, ICAS. El colectivo asiático-anglosajón volvía a Territorios tras su actuación de hacía casi una década, y la cantidad de gente fue consecuente con su posición de cabezas de cartel: miles de personas danzando a ritmo de “Flyover”, “Fortress Europe” y el resto de los himnos de la banda. Como a cierta distancia apenas se veía a los músicos sobre el escenario y se disipaba el sonido, algo bajo, nos acercamos lo que pudimos, nos limitamos a pasarlo bien y a olvidarnos del mensaje político. Y la situación apenas cambió al rato con los belgas 2ManyDJs, con su habitual set a base de retazos de Chemical Brothers, MGMT, The Human League, Guns N’ Roses... intercalados entre largas progresiones tecno y dance. Un fiestón de dos horas, aunque repetitivo y del que aguantamos la mitad.
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MIXTAPE
El segundo día estuvo marcado por la cancelación repentina de Horace Andy frente a Dub Asante por enfermedad, sustituido por Prince Malachi horas antes de la actuación; y por las mejoras en el acceso debido a las furibundas quejas por Facebook. Otra banda sevillana de renombre, los Southern Arts Society de Andy Jarman, tuvieron el honor de inaugurar el segundo día a base de rock, folk americano y psicodelia. Se notó que eran unos músicos muy profesionales y que tenían buenas canciones, pero quizá por lo temprano no terminó de llegarnos su propuesta crepuscular y al rato nos desplazamos al Cruzcampo a ver al Tote. El rapero tenía disco nuevo, así que la norma no escrita dictaba que lo presentase en el festival. Ante un público más bien heterogéneo apareció junto a otros dos MCs como una tromba. No necesitó de mucho artificio para meterse al público en el bolsillo, ya que jugaba en casa y sigue siendo uno de los raperos más respetados de España. Mención para cuando invitó a David Bravo a subir a dar un pequeño discurso sobre el 15-M con el beneplácito de todos. Lo dejamos justo para ver comenzar a Neil Hannon en solitario, en lugar de The Divine Comedy como estaba anunciado. Pero toda frustración desapareció al empezar a sonar al piano “Assume the Perpendicular”. Y es que la suya fue una actuación plagada de interpretaciones exquisitas y guiños al público; ya fuera haciendo muecas al piano, comentarios ingeniosos con copa de vino en mano o incluso cantando solos que no sabía tocar a la guitarra. A pesar de lo minimalista de la instrumentación, logró sacarle luces a parte de su repertorio más clásico. Lamentablemente, el solape hizo que tuviéramos que abandonar tan elegante recital para ver ni que fuera un momento a Javiera Mena, presentando su magnífico segundo disco. Llegamos justo con el hit “Sufrir”, ofrecido por una chica y su banda que se veían compenetrados, naturales y felices, ante un público no muy numeroso pero sí entusiasta. Disfrutamos un rato antes de que la conciencia nos remordiese y tuviésemos que volver a donde el irlandés, que con “Tonight We Fly” daba por acabada su actuación y así pudimos marcharnos al ICAS. The Human League ofrecieron un concierto tan artificial como magistral, un espectáculo calculado al milímetro. Es verdad que hay que saber entrar en su juego: el del gusto por pop ochentero por mucho que quieran dárselas en directo aires más actuales, y el de saber valorar el límite entre lo kitsch, lo fetichista y lo elegante. Pero una vez aceptado, sólo hubo que dejarse llevar por las extravagancias del Phil Oakley y sus compañeras con tanta posturita y cambio de vestuario, y admirar el blanco impoluto reinante en todos los instrumentos y las irónicas proyecciones... además del grandes éxitos que ofrecieron, destacando, como no, “(Keep Feeling) Fascination”, “Don’t You Want Me” y “Together in Electric Dreams”. Les siguieron en el mismo escenario el mayor reclamo hype internacional: Klaxons. Los maduros amantes del synth pop clásico del anterior concierto dieron paso a la chavalada con ganas de poguear y gritar hasta la extenuación. Que es precisa-
mente a lo que incita un arranque como el de “Atlantis to Interzone”. Fue difícil mantenerse estoico en las primeras filas en una actuación tan a piñón fijo que se fue desinflando conforme iban presentando temas de su irregular segundo álbum, por lo que en cuanto cayó “Golden Skans” nos marchamos a ver terminar a El Columpio Asesino, que estaban triunfando por todo lo alto en el escenario Tres Culturas. Comandados por un concentrado Álbaro en su difícil labor de cantante y batería, y por la permanente chulería de Cristina, disfrutamos de varios de los temas más conocidos de su reciente cuarto álbum, de la más brutal versión de “Vamos” de los Pixies que hayamos oído nunca y de la ya clásica “Floto”. Territorios llegaba a su final, pero aún quedaba la última traca. El ver aparecer el logo Orbital en la pantalla del ICAS fue un símbolo; la constatación de que la organización había hecho lo posible por subir el estatus del festival para ser uno de los referentes del sur peninsular y con un ojo puesto en el resto del país. Cuatro características lucecitas moviéndose entre la oscuridad dieron pistoletazo de salida a unas dos horas de rave total, con gente bailando por todos los jardines de alrededor en pequeños grupos. Nosotros esto lo vimos ya rendidos sobre la hierba, y cuando nos fuimos lo hicimos con satisfacción pero también con algunas reservas sobre la movilidad dentro del recinto, que el festival tendrá que subsanar para 2012 si quiere seguir cuesta arriba.
2011
PRIMAVERA 25-29/05/2011, Barcelona
Nos encanta el Primavera Sound. Somos conscientes de lo pesados que somos con este festival y no, no somos amigos de los organizadores. Lo menos que podemos hacer es hablar bien del festival masivo que ha dignificado un concepto que se venía asociando con fiesta, intoxicación y muchedumbres, una mezcla muy interesante, pero no para disfrutar de música al aire libre. Por su inabarcable, arriesgada y coherente programación, por sus actividades paralelas y sobre todo, por su cercana organización, le tenemos mucho aprecio. Y aunque no todo lo hagan bien (el jaleo de las tarjetas para pagar o los embotellamientos en el Llevant pusieron la nota agria en esta edición) es de los pocos festivales españoles de los que podemos declararnos abiertamente fans.
MIÉRCOLES 25 Este año no sólo artistas de renombre pusieron la nota nostálgica del festival. También la puso la recuperación del aforo del Poble Espanyol. En la práctica fue un cambio insuficiente que dejó en las puertas a mucho público con ganas de ver a Echo & The Bunnymen y Caribou, pero ya se había avisado de lo limitado del aforo. Los preliminares vinieron a cargo de las japonesas Nisennenmondai que convencieron con progresiones electronoise que las acercaba al mejor kraut-rock. En el otro lado de la balanza Las Robertas con su amateurismo lo-fi tan correcto como vulgar en estos días. Las tablas de Comet Gain se notaron en un elegante concierto de indie pop de la vieja escuela británica. Su profesionalidad se impuso a problemas de sonido, gracias a canciones que deberían haber sido hits en su día como “Love Without Lies” o “You Can Hide Your Love Forever”.
ECHO & THE BUNNYMEN FOTO: Primavera Sound, [Dani Cantó]
Justo cuando se cernía el crepúsculo, aparecieron Echo & The Bunnymen con un Poble ya totalmente abarrotado. Venían revisando sendas obras maestras: su debut “Crocodiles” y su continuación “Heaven Up Here”. Ian McCulloch y Will Sergeant eran los únicos testigos de aquellos años, pero fue comenzar “Going Up” y aseguramos que la magia estaba en su mayor parte intacta. Impresión que no desapareció conforme fueron pasando uno temas, que suenan actuales gracias al aún persistente revival del género, aunque quizá haya que hablar ya de atemporalidad. Grandes piezas interpretadas por un Ian que conserva una voz envidiable y una banda que supo mantener el equilibrio entre oscuridad melódica y distorsión punk. Ya de noche, el psicodélico arranque de “Show of Strength” avisó que comenzaba el segundo asalto. La melodía y los largos desarrollos se hicieron más presentes, aunque no perdieron en ningún momento la
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MIXTAPE
SOUND
FOTOS: Cedidas por San Miguel Primavera Sound*
*excepto Ainara LeGardon, Dan Melchior, Za!, Yuck, Papas Fritas, Me & The Bees y My Teenage Stride (Raúl Rey)
intensidad emocional. Así, “A Promise” o “All My Colours” sonaron escalofriantes en el Poble. Hicieron un necesario corte para terminar con los dos últimos temas del álbum y regalarnos una “Lips Like Sugar”. No cayó “The Killing Moon”, cosa de la que se quejaron los que no quisieron ver que habían asistido a casi ciento veinte minutos de parte de la mejor música británica de las últimas tres décadas. Ya habíamos sido testigos de la solvencia de Daniel Victor Snaith aka Caribou hace poco en salas, pero eso no lo
descalifica como uno de los grandes conciertos del festival, ya sea a su paso por el Poble o por el Fòrum. Sus conciertos son tan orgánicos, que todos se subieron a su tren. Con “Odessa” o “Sun”, directamente nos pasó por encima ante los bailes del repleto Poble Espanyol. Entre sus mayores virtudes queda la sencillez en la ejecución de un sonido aparentemente tan complejo que pasan por un batería sensacional y por un Snaith muy carismático.
JUEVES 26 Comienzo marcado por la debacle en las tarjetas del festival. En esta edición se había implantado un sistema revolucionario para pagar cualquier tipo de transacción (reserva del Auditori, pago en barras, etc), cosa que funcionó bien en la jornada previa pero que falló cuando se fue a utilizar en el Parc del Fòrum. Esto conllevó que se terminase aceptando dinero en metálico, no sólo el jueves sino durante el resto de festival. El día comenzó en la Barceloneta, donde disfrutamos de una de las siempre bienvenidas actividades paralelas del festival, que invadían la ciudad de música. Aquí estaba el bus de Red Bull y AtletA arriba. Con su psicodelia instrumental y las poses de guitar hero de Jaume más realzadas que nunca por la altura, dieron rienda suelta a su hipnosis a base de pedal de efectos y conquistaron a más de un turista despistado en busca del sol barcelonés. Ya en el Fòrum entramos a toda prisa para ver a Toundra inaugurando el nuevo y espectacular escenario Pitchfork. Calentaron el ambiente a base de temas de su “(II)” y algo del primero. E incluso se trajeron una vez más a Barcelona a su orquesta particular con gente de Emerge y Adrift para finiquitar con elegancia de teclados, cello y acústica una actuación que les demuestra cada vez menos encasillados en el nicho del post-rock. Aunque temprano, dar a Triángulo de Amor Bizarro hueco en el escenario San Miguel es digno de aplauso. Otra
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO FOTO: Primavera Sound [Dani Cantó]
cosa es que esas circunstancias no beneficiaran a su habitualmente incontestable directo, ya que eligieron un repertorio muy de seis de la tarde, sin la habitual fuerza y garra. Con todo, aguantaron el calor con esa actitud encantadora y ruidosa por la que tanto les queremos. En el Ray-Ban, al teclado y guitarra, el psicodélico Moon Duo comenzó a soltar bombas de fuzz guitarrero e hipnosis kraut con bases rítmicas pregrabadas. La nueva encarnación de Rippley Johnson más directa e incluso bailable funsiona en directo, con un hilo común de ruidismo retro que no defraudó. Seguidamente, Of Montreal ofrecieron en el San Miguel la propuesta más glam de todo Primavera Sound 2011 (con permiso de Sufjan Stevens). Capas, lentejuelas, calzas, maquillaje... los de Kevin Barnes se presentaron como una especie de ópera barroca con los ojos en el Bowie ‘Stardust’ y en Marc Bolan. Las
extravagancias de la puesta en escena y al teatrillo en plan lucha libre mexicana suplieron las carencias de sus últimos dos discos, pero cuando picotearon de “Hissing Fauna, Are You the Destroyer?”, todo el mundo bailó. En el acogedor Jägermeister, desplegaban Ducktails su pop-rock de aires psicodélicos al lado del mar. Su propuesta sencilla supuso un agradable punto y seguido en el ajetreo primaveral. A la misma hora, en el ATP, Seefeel tiraban íntegramente por la creación de atmósfera y cierta propensión hacia lo abstracto; justo lo que buscaban en sus trabajos de los noventa, a medio camino entre el shoegaze, el post-rock y la electrónica, y siguen explorando en su regreso. Lo malo es que lo que funcionaba en disco en directo se antojó algo soso y reiterativo. O quizá es que no deberíamos haber pensado que iban a basar su actuación en “Quique” cuando tienen nuevo (y regular) disco.
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GRINDERMAN FOTO: Primavera Sound [Susana López]
Entre el hip-hop de la edición destacaba Big Boi. El miembro de Outkast hizo sonar temas propios entremezclados unos con otros en plan medley pero sobre todo centrándose en “Sir Lucious Left Foot: The Son of Chico Dusty”, con piezas tan redondas como “General Patton” o “Shutterbugg”, pero también recuerdos a hits como “Miss Jackson”. Habría sido más bonito con banda y si no se hubiera visto todo tan calculado, pero aún así demostró que es un peso pesado del hip hop más amable y repleto de bases gordas.
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LA RABIA DE LA MADUREZ Uno de los grandes conciertos del jueves fue el de John Lydon y sus renovados
Public Image Ltd. Ofrecieron un concierto intenso tanto en distorsión y actitud. Comenzaron con “Public Image”, que puso en alerta al público, para seguir con una retahíla de cohetes de similar alcance como “(This Is Not) A Love Song”, “Death Disco”, “Religion” o “Flowers of Romance”. Lydon estuvo efectivo pero tuvo que combatir en protagonismo con el multiinstrumentista Lu Edmonds, que puso en evidencia a todos con respecto a versatilidad y presencia escénica. Hacia la mitad, la banda osciló a su vertiente electrónica y pop con la intromisión de las programaciones en temas como “Warrior”, “Disappointed” o “Rise”, ya en bises. Fue al terminar ésta cuando nos marchamos, habiéndose convertido lo
que comenzó como un concierto de punk en toda una rave. Mientras P.I.L. aún lanzaban sus últimas balas post-punk, Oneohtrix Point Never proponía un trance electrónico y psicodélico. Ambientes envolventes para interiorizar y alternar la abstracción reflejada de las pantallas con algún que otro momento de cerrar los ojos. Un respiro dentro de la vorágine, lastrado por un portátil que le jugó malas pasadas. Poco después, comprobábamos que lo de Grinderman no se queda en el capricho de desfogarse de Nick Cave. Lo suyo fue un pelotazo de puro ROCK orquestado por cuatro tipos duros curtidos a lo largo de décadas de escenarios. Y eso quedó claro desde casi un comienzo, ya que al poco de aparecer Cave ya había tirado la guitarra y el micro, bajaba hasta las vallas y se aupaba sobre las primeras filas para seguir cantando, más bien gritando. Esto lo hizo varias veces, mientras Martyn P. Casey y Jim Sclavunos permanecían impasibles arriba y Warren Ellis se volvía loco a las maracas y al platillo, perfecto complemento a Cave en los momentos de mayor éxtasis. Sonido sucio, quizá algo difuso en algunas zonas de un aforo tan grande, para poco más de una hora en las que destacaron trallazos como “Worm Tamer”, “Get It On”, “Heathen Child”, “No Pussy Blues”, o el momento de calma de “Palaces of Moctezuma”. Los lobos viejos aún aúllan a la luna, y de qué manera. Durante el concierto, Nick Cave insistió en que fuéramos a ver a Suicide en el Ray-Ban. Y merecía la pena hacerle caso, ya que la actuación de Suicide era a todas luces histórica, debido a los amplios períodos de inactividad del dúo, la avanzada edad de Vega y la reinterpretación íntegra de su debut que iban a ofrecer. Así que acudimos a un escenario sobre el que únicamente había un sintetizador, una caja de ritmos, un estrado y un micro. Toda una declaración de principios de cuando demostraron en aquel lejano 1977 que mediante la electrónica podían ser más punks que nadie. Subió un técnico, los presentó y encendió la caja, de la que salió el mismo beat programado que han usado durante décadas y que retumbó en nuestras entrañas como si fuera el corazón del infierno. Al poco subió la pareja, de apariencia retrofuturista y sin más miramientos arrancaron con “Ghost Rider”: Rev golpeando más que tocando las teclas, y Vega, estático debido a la edad, pero todo presencia, cantando como y lo que le parecía. El
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MIXTAPE volumen de los graves hacía temblar todo a varias filas del escenario y hacia a veces difícil diferenciar si estaban con “Rocket USA” o ya habían llegado a la definitiva “Frankie Teardrop”, pero aquí, al igual que con otros perros viejos convocados, lo que contaba era la actitud y dejar por los suelos a todos sus imitadores. Unos cincuenta minutos de apocalipsis después, se despidieron y volvieron con “Dream Baby Dream”, de su segundo disco. Ruido necesario. Por otra parte, la vertiente hip hop underground se llevó un revés importante con Das Racist. Estuvieron algo insulsos, lo que no deja de ser curioso pues en el Ray Ban Unplugged lo hicieron mucho mejor. ELECTICISMO NOCTURNO Seguramente el concierto más polémico de toda la edición, lo cierto es que la fama de Salem les precedía, aunque se decía que su directo ya era más serio. Bueno, en el Parc del Fòrum hubo un poco de todo. Los dos primeros temas con su teclista rapeando con un estilo muy de andar por casa indignaron a muchos, con abandonos y pitidos varios. Afortunadamente la cosa mejoró con la voz femenina y etérea al frente y “Redlights” fue el punto álgido. Invadido el escenario de humo, dicen las malas lenguas que para tapar un playback, transcurrió el resto del concierto dejando momentos para la voz del guitarrista, que también cumplió con creces. Al final bien pero en general, nos quedamos con el disco.
SUICIDE FOTO: P. Sound, [Inma Varandela]
GRINDERMAN AMBIENTE FOTO: Primavera Sound [Damia Bosch]
Llegamos al final de The Flaming Lips, prácticamente para verles bajarse de un escenario plagado de aparatos y chicas orientales vestidas de colegiala. Justo empezaban los bises y volvieron de nuevo a subir Wayne Coyne y compañía para entregar dos de sus máximos éxitos: una pletórica “Race for the Price” y una emotiva “Do You Realize?”, ante una pantalla semicircular que proyectaba toda clase de imágenes psicodélicas y la cara de Coyne desde una cámara situada en su micro. Quizá demasiado ególatra y parlanchín para un concierto completo, pero para el tiempo que estuvimos, no importó demasiado. Hemos visto a Lüger muchas veces. Y si estás en un festival como este pasando de Salem o The Flaming Lips para decidir volver a verles es porque tienen algo especial. Porque ese kraut-rock de su primera referencia ya se queda corto y su sonido trasciende a otras muchas etiquetas: al space-rock, a la psicodelia y hasta el puro rock 70’s. Hay muchos grupos de su estilo, pero ninguno como ellos y en el Fòrum lo ratificaron. De vuelta al Llevant. Para El Guincho, el concierto de Primavera Sound no era un evento cualquiera y las novedades que aportó a su show fueron muy bienvenidas. Aparte del repaso a “Pop Negro” con piezas tan divertidas como “Muerte Midi” o “Novias”, así como clásicos tropicalistas (“Kalise” sobre todo), se sacó de la mano un resultón espectáculo entre cutre y divertido. Siguiendo la estela de su videoclip “Bombay” se rodeo de unas cuantas mujeres (bailarinas y actrices) que pululaban por el escena-
rio con coreografias que iban desde el simple morreo lésbico hasta peleas de almohadas masivas, mientras otras dos coristas completaban la voz de Pablo. Más efectivos en disco que en directo se revelaron Suuns, un concierto excesivamente largo para la escasa variedad. Monotonía rítmica post-punk, bajos y bombos machacones, alguna melodía vocal indie y en general, poca sorpresa. Los momentos que rozaban el efecto hipnótico del kraut, se colocan entre lo mejor de un concierto anodino. El fin de fiesta de la jornada corría a cargo del auténtico maestro del mashup; Girl Talk, que se coronó en el escenario Llevant. Estamos hablando de un DJ que no utiliza discos para mezclar y que su virtud en vivo radica en lanzar partes de otras canciones en el momento adecuado. Por si esto fuera poco show, no se concentra en su trabajo sino que permanece constantemente bailando y moviéndose alrededor de la treintena larga de personas que invita a subir al escenario. Pura energía en lo que habría sido perfecto como cierre de festival. Sus mashup fueron por los derroteros esperados de mezclar rapeos con cualquier tipo de bases (desde Radiohead o Pixies a Rage Against The Machine pasando por clásicos ochenteros). Entre el público disfrutaban tanto los que coreaban estribillos como los que valoraban la intuición a la hora de crear nuevos y festivos temas. Nos dio el amanecer por primera y última vez en esta edición 2011, así que ya sólo por eso, todos guardarán buen recuerdo de su sesión.
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VIERNES 27 Se notaba ya el cansancio, sobre todo para todos aquellos que llevaban desde el miércoles, pero de lo que todos hablaban era de los problemas de la tarjeta monedero. La otra historia que se palpaba en el ambiente de Barcelona era el desalojo de Los Indignados de Plaza Cataluña por los Mossos D’Esquadra, llegando incluso a conseguir que un festival poco político como este tuviera a todo un Jarvis Cocker dedicándoles un tema y a unos cuantos asistentes colgando pancartas.
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A QUIÉN MADRUGA EL PARC AYUDA Los gallegos Maryland lidiaron con la difícil tarea de tocar en el parque a horas tempranas. Antes lo había hecho su paisano Eladio y Los Seres Queridos, que finalizó su actuación con solidez pop-rock guitarrera que dio buenas sensaciones. Respecto a los primeros, dieron un concierto notable con algún problema de sonido anecdótico. Ciertos pitidos entre su descarga de rock alternativo no deslucieron para nada un repertorio lleno de grandes singles extraídos de sus dos discos como “This Time”, “Atom Bomb” o “Red Boots”, melodía hermanada con electricidad y con ese pose emocional de juventud. Una pena que tan poca gente hubiera para disfrutarlo, sobre todo siendo una propuesta sonora que en el Primavera de este año no ha tenido demasiada cabida. Las Robertas, algo así como unas Vivian Girls del Cono Sur tuvieron en el parque un escenario ideal para su pop garajero y lo-fi, versión de Beat Happening incluida. Un sonido que, por no ser nuevo y estar demasiado de moda se nos hace muy volátil. Pero tal vez se trata simplemente de disfrutarlas en el momento sin darle muchas vueltas. Curiosa y muy agradable la propuesta de Dotore jugando entre el folk intimista y la lírica emocional. El nombre ya nos sonaba a euskera, pero el que su artífice sea originario de San Sebastián es un dato que debimos intuir al escuchar ese pop de melancolía y sensibilidad a flor de piel. Guitarra, cello y piano para un concierto para disfrutar sentado, como tocan ellos. Rompieron la tranquilidad con animación The Fresh and Onlys, combo californiano
entregado a una mezcla de pop-rock garagero y psicodélico. Una definición muy amplia que se concreta en buenas canciones muy bien llevadas al directo, con aires de pop guitarrero de las diferentes décadas de los 60 a esta parte. La simpatía que evocan Ducktails y su música no les eximen de la puntualidad. En medio de la rigurosidad horaria del festival y también de los conciertos del Parc de Poble Nou, esperarles media hora al justiciero sol barcelonés, cuando el hotel de los artistas está al cruzar la carretera, no es de recibo, sea por la razón que sea. Eso no quita para que vol-
vieran a triunfar por duplicado, tal como hicieran Real Estate el pasado año. UN AUDITORI PARA ENMARCAR El hecho de querer ir a ver la actuación de Sufjan Stevens en el Auditori te obligaba prácticamente a ver a DM Stith y eso no era un buen inicio para que nos consiguiera gustar lo que este solista iba a hacer aunque al final terminó conquistándonos a golpe de canciones. Es justo reconocer que apenas tuvimos unos veinte minutos del susodicho, pero la elegancia con que primero se enfrentó con su guitarra y un pedal de graba-
EXPLOSIONS IN THE SKY FOTO: Primavera Sound [Susana López]
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ciones en loop para luego unirse a algunos miembros de la banda de Sufjan (batería + sección de vientos) fue verdaderamente sorprendente. Luego nos dimos cuenta que David Michael Stith resultaba ser también el teclista de la banda del propio Sufjan. ¿Es posible comenzar mejor una larga y cansada jornada de festival que con un concierto en el Auditori? ¿En que otro festival del mundo puede uno ver a un artista tan exclusivo como Sufjan Stevens? ¿Podría uno llegar a pensar que iba a salir todo el mundo tan contento de las presentaciones de un disco tan difícil como “The Age Of Adz”? Creo que no, pero el chico bueno de Detroit se sacó de la chistera un show repleto de experiencias psicodélicas, retrofuturistas, neonizadoras e instrumentación meticulosa que no hay nadie que le pueda reprochar nada. Un show así de pretencioso podría haber caído en un cúmulo de sensaciones recargadas, pero no, tampoco. Con luces oscuras aparecía la banda para presentar una electrizante versión de “Seven Swans” que nos presentaba a un Sufjan Stevens alado, que por otro lado sólo significo un espejismo de repertorio no centrado en el nuevo disco. Ya estábamos todos en la palma de su mano, pendientes del escenario. “Too Much” y “Age Of Adz” fueron la presentación de lo que nos esperaba el resto del concierto, con “Heirloom” como interludio de sus orígenes folk (el día anterior en su lugar estuvo “The One I Love” de R.E.M.), en una especie de conversión en un nuevo Beck entre el futurismo y una psicodelia pop repleta de sintetizadores pero mucho más orgánica que en estudio. Al mismo tiempo, los bailes horteras desentonaban de manera exagerada con ese aire espiritual que le acompaña. El incentivo visual consiguió que permaneciéramos embelesados con canciones algo menos brillantes pero el final del set con un “Impossible Soul” dónde todo valía y todo encajaba. La delicadeza inicial, el auto-tune de después y la discoteca final que hizo que la gente se levantara de su asiento y se marchara corriendo a pie de escenario a saltar. Verdadera pasión del momento que se duplicó cuando sacó por fin “Illinoise” a relucir, primero calmando ánimos con la bella “Concerning the UFO Sighting
Near Highland, Illinois” y luego poniendo patas arriba el Auditori con una demencialmente adictiva “Chicago”. Nos quedaban dudas, pero hacer semejante espectáculo con un material que no está entre lo mejor de tu repertorio merece que se le califique de genio. MEANWHILE, FUERA DEL AUDITORI Absolutamente rotunda, rockera y ruidosa se presentó Ainara LeGardon, antes más conocida como cantautora folk-rock. En “We Once Wished” se ha desatado con el ruido y en esa onda va su directo en este momento. Arropada por una banda con lo mejor de cada casa y procedencia (a saber, Héctor de Qualude/Flying Pig Matanza a la batería, Rubén de It’s Not Not/Tokyo Sex Destruction al bajo y Hannot de Audience acompañando a la guitarra y voz) su música sonó gruesa como pocas este año en el Fòrum, como si quisieran rivalizar con los mismísimos decanos del festival, Shellac. El repertorio estuvo basado en repertorio nuevo con algún momento más intimista para la cantante
en solitario. Ni el sol abrasador pudo con este triunfo de primera hora. En el Pitchfork, escenario guiri donde los haya en un año de mucho extranjero en el festival, salió Julian Lynch con su inofensiva pinta a pegar bandazos del pop a la electricidad y distorsión psicodélicas. Mucho más contundente de lo esperado, el amigo y recomendado por Ducktails (seguro que el llamamiento
AINARA LEGARDON FOTO: Raúl Rey
THE NATIONAL FOTO: Primavera Sound [Eric Pàmies]
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PULP FOTO: Primavera Sound [Inma Varandela]
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que hicieron en el parque tuvo efecto) sorprendió para bien. Poco después en el mismo emplazamiento, con su nexo ruidista entre el indie-rock y el punk, Male Bonding hicieron eso, ruido con melodías vocales, pero sobre todo ruido. No podemos decir ni que sean la mejor banda en directo ni que sus canciones hagan sombra a los referentes 80-90s que se vienen a la cabeza, pero llevaron el pabellón alto del lo-fi más incómodo y agresivo en esta edición y protagonizaron algo muy poco visto este año: pogos entre un público, por cierto del más juvenil que poblaba el Fòrum. El concierto de los míticos The Monochrome Set fue otro de esos pequeños lujos que nos ha brindado esta edición 2011, pero que al mismo tiempo no pudimos disfrutar durante todo su repertorio por lo abultado del cartel. En este caso, de nuevo aparecía una época y un género (finales de los 70, post-punk) pero esta vez centrando la propuesta en la cara más amable. Bid, Square y Warren no sólo conservan un fondo de armario de esos años, sino que también pudimos dar cuenta que mantienen esa elegancia new wave que los hizo destacar.
AIRES AMERICANOS, LLENAZOS Y CLÁSICOS El cada vez más en alza M Ward, gracias a su propia carrera en solitario y sus participaciones en Monsters of Folk y She & Him, ofreció un elegante concierto en el que se entrecruzaron en folk, el rock de raíces, el pop y, evidentemente, el folk y el country. Lo suyo osciló entre tremendos medios tiempos, temas más movidos propios de bar de carretera, toques puntuales de sus proyectos paralelos y seleccionadas versiones. Todo un espectáculo de variedades musical para un refrescante recital al atardecer. En el ATP, ni siquiera el hecho de que no utilizaran flautas restó valor a Wolf People como la propuesta de rock psicodélico más tradicional que pudimos ver. Muy solventes, dejaron de lado los momentos de folk más relajado para deleitar más a golpe de guitarra y batería justo en el punto en que converge la tradición del rock hippie con el indie actual. La actuación de The National prometía uno de los llenos más absolutos del festival, dado el éxito que los de Cincinnati están teniendo desde su salto al estrellato con “High Violet”. Lo malo es que no actuaban en el San Miguel, sino en el totalmente cercado y alejado Llevant; cosa que propició que se formara una auténtica masa compacta de gente encajonada, que colapsó el aforo e impidió el acceso a pocos minutos del comienzo del concierto. Aún a pesar de estar en buena posición, cuando empezaron con “Start a War” la situación se hizo insostenible, dado que toda la primera mitad del público quiso acercarse al máximo y el sonido no era precisamente el mejor. Así que, aunque la banda sonó mucho más rockera que en disco, con Matt Berninger directamente desgañitándose, que a “Bloodbuzz Ohio”, “Anyone’s Ghost” o “Mistaken for Strangers” nadie puede quitarle su condición de hits que llegan al corazón, y que el mismísimo Sufjan Stevens apareció como corista en “Afraid of Everyone”, hacia la mitad del repertorio decidimos irnos a probar mejor suerte, y poder respirar mejor, en Pere Ubu. De nuevo en el Ray Ban, dónde ya vimos a Suicide o The Monochrome Set, aparecía una figura envejecida y debilitada por los años y por vete tu a sa-
ber qué otras cosas. Era David Thomas, el único miembro original de Pere Ubu que quedaba de ese primer disco “The Modern Dance”, vistiendo un pantalón gigantesco sujetado por unos tirantes de esos que sólo pueden verse en dibujos animados. Genio y figura que queda lejos de ese regordete cantante que no paraba de moverse y de usar su desquiciante voz, pero que es igual de genial desde la pose de un anciano irónico, gracioso, magnético y más punk que cualquier jovencito con pintas. Para el recuerdo todo este concierto que comenzó con un par de singles previos a un disco que seguramente quedó especialmente reflejado en unas interpretaciones sensacionales de “Nonalignment Pact”, “The Modern Dance”, “Laughing” y “Life Stinks”. Quién nos diría que íbamos a salir tan contentos del concierto cuando vimos el estado de forma de David. PLATOS FUERTES MELÓDICOS Y EMOTIVOS Los escoceses Belle & Sebastian fueron recibidos con calidez por un amplísimo aforo. Situados en dos líneas, con un Stuart Murdoch hecho un figurín, guitarras, bajo, vientos y cuerda al frente, y detrás, sobre un estrado decorado con las portadas de varios de sus discos, los teclados y batería. Arrancaron con el tema que abre su reciente “Write About Love”, “I Didn’t See It Coming” para no dejar, a lo largo de hora y veinte, de regalarnos perlas de toda su carrera; siendo de las más coreadas “I’m a Cuckoo”, “I’m Not Living in the Real World” (Stevie Jackson a las voces), “Sukie in the Graveyard”, “The Blues Are Still Blue” o las tres incursiones que hicieron en “If You’re Feeling Sinister”, emocionando particularmente el tema título y, evidentemente, “The Stars of Track and Field”. Murdoch convenció con su pose de bailarín afable y melancólico, a pesar de pecar en alguna ocasión de exceso de aflicción, y sus compañeros ofrecieron dinamismo, aparte de por el juego de voces, por el intercambio constante de instrumentos. La propuesta de matrimonio ante las cámaras de un fan a su novia en primera fila y el final con entrega de medallas al puñado de fieles que habían subido a bailar al escenario redondearon un concierto a veces un pelín cursi pero en general muy emotivo.
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En la otra punta, en el ATP, las conclusiones a sacar del concierto de Low son lamentablemente más extramusicales que otra cosa. Ya sabemos del tono melancólico y bajo del trío, pero es que eso que seguramente funcione en un Auditori, en un ATP lleno hasta las trancas provocó una sensación muy frustrante desde nuestra posición en las gradas. Sonido bajo que propiciaba las conversaciones y un constante trasiego de gente entrando y saliendo, convirtieron el sueño etéreo en una pesadilla. Ni el escenario ni el volumen adecuado. Del concierto de Explosions In The Sky podemos comenzar diciendo que fue de lo mejorcito del festival. Y cualquiera que se haya parado a escuchar su trabajo sabe que no debió ser nada fácil a las 00:30 de la noche y con un público algo exaltado. Sus temas hablan por ellos y empezar con “The Only Moment We Were Alone” es algo que muy poca gente puede permitirse. Es cierto que en las partes calmadas de este tema y de todo el concierto tuvimos que sufrir constantes chillidos de la gente (“Wow’s” y “eeeeeeeh” variados) para hacer notar que son muy fans, lo que no consiguió empañar un repertorio que se hizo muy corto pero que supo encajar matemáticamente los temas de “Take Care, Take Care, Take Care” incluyendo algún tema antiguo (“Catastrophe and the Cure” y “The Birth and Death of The Day”) en medio de temas nuevos del que sobre todo cabe destacar “Postcard From 1952”. Al parecer ahora portan consigo un bajista para dar más libertades a las guitarras de los miembros titulares. Ayudó mucho a que la cambiante y desafiante estructura de sus canciones no sufriera por el hecho de estar ante un concierto al aire libre. Nos acercamos un rato a ver a Deerhunter, enésima visita de Bradford Cox al Fòrum y a poco más de un mes de su reciente concierto en la Apolo. El de Athens felicitó al festival por su décimo aniversario y tuvo unas palabras para todos los recuerdos que tenía fruto de las numerosas veces que había tocado en él. Dieron un concierto similar al que se ha visto por aquí en los últimos tiempos, arrancando con “Desire Lines” y haciendo hincapié en “Halcyon Digest” pero con alguna sonada incursión en
“Microcastle” o incluso más allá. Cada vez más atmosféricos también en directo, pero aún así llevan gran parte del peso del indie rock encima. RECORDANDO LA PRIMERA VEZ Antes del comienzo del primer concierto de Pulp en nueve años, una pantalla que cubría el San Miguel lanzaba mensajes del tipo ‘Do You Remember the First Time? Are You Ready? Is This a Joke?’, que no hacían más que elevar la expectación y anticipar el comienzo de la vuelta de Jarvis y los suyos. Puntualmente, desaparecieron las palabras, apareció el logo de la banda y divisamos figuras tras el telón. Gritos de nerviosismo, una melodía conocida y, entonces sí, cayó el telón justo con el estribillo de aquel hit de “His ‘n’ Hers”, que abrió una hora y media de consciencia colectiva de los noventa interpretada en directo. Jarvis no ha perdido un ápice de carisma y, estando de vuelta con la banda que le proporcionó la gloria, no pudo más que confirmarse como uno de los frontman de su generación, ya sea dirigiéndose al público, bailando, subiéndose a los amplis, o simplemente de pie cantando. El resto de la banda no pudo evitar ser mera comparsa de este gigante, incluso Russell Senior que volvía al redil nada más y nada menos que catorce años después de su abandono. Así que este Cocker barbado tuvo que bastarse a sí mismo para tener a todo el público bailando y cantando todas y cada una de sus canciones. Y es que, a pesar de una sobresaturación de temas de “Different Class” (cayeron nueve de los doce que lo componen) y el casi ninguneo a sus dos última obras (algo doloroso en cuanto al gran “This Is Hardcore”), fue pura magia estar en un concierto coreando como un adolescente muchas de las canciones de tu vida: “Something Changed”, “Disco 2000”, “Babies”, “Underwear”, “This Is Hardcore” y, claro, la dedicada a los Indignados acampados en Plaza Cataluña y por toda España “Common People”, vivida ya con auténtico lloro. Nos quedamos con ganas de “Help the Aged”, “Trees”, “A Little Soul” o “Happy Endings”, pero el broche con una “Razzmatazz” dedicada a la mítica sala de Barcelona nos dejó con la certeza de
BATTLES FOTO: Primavera Sound [Dani Cantó]
que habíamos asistido a un hecho histórico. Gracias Pulp. LA BATALLA DE DECRECER EN NÚMERO El concierto de Battles en Primavera Sound 2011 venía claramente marcado por los nuevos aires que soplan para la formación de Nueva York, que aún manteniendo su particular sonido han tenido que cambiar mucho su manera de enfocar los directos desde que se marchara Tyondai Braxton. Ahora como trío no intentaron ni emular los registros de épocas pasadas y se centraron en un disco que aunque no había salido todavía ya todos habíamos escuchado. Los desdoblamientos de guitarras los resolvieron grabándolas en vivo y poniéndolas en loop, - cosa que ya hacían pero no con tanta continuidad - y el tema de los cantantes invitados mediante unas pantallas con vídeos de los propios Gary Numan, Matias Aguayo (“Ice Cream” lo mejor, sin duda) y Kazu Makino cantando para salir muy airosos de los problemas que presentaban a priori. Lo que menos gustó fue que Ian Williams quedase tan condenado a los teclados y a los efectos, puesto que podría aportar mucho como guitarrista. Lo que más, es confirmar que la caja de ritmos humana que es John Stanier nunca decepciona. No superaron aquel brutal show de 2007 en este mismo festival pero aún así se fueron con notable.
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SÁBADO 28 MADRUGANDO AL PARQUE Cada año nos ponen más difícil el dormir a los aficionados a la música que asistimos al Primavera. El sábado, tocaba llegar al menos a tiempo para ver a Comet Gain. Los británicos eran uno de los mayores atractivos de esa mañana y no defraudaron. Equilibrados entre muchos matices que dentro del universo indie nos entenderíamos al decir simplemente pop-rock, el sexteto animó a base de bien con un repertorio sólido y brioso. Dan Melchior y su banda hicieron por su parte gala de una psicodelia chirriante que parecía a la vez chocar con el entorno y sublimarse en dicho estado matutino. Fritanga mañanera siempre de agradecer entre tanto power-pop lo-fi al que nos acostumbran los conciertos del parque. Y con esas pintas de vecinos del bloque de al lado, protagonizaron una de las actuaciones más contundentes del día. La de Tennis era quizá la presencia más esperada, pero se tornó en algo aburrido y lineal. No es que esperásemos algo distinto de la banda formada por este matrimonio, ya que en realidad permanecieron correctos ejecutando los temas de “Cape Dory” en un entorno apropiado, pero el resultado final resultó reiterativo y excesivamente edulcorado. Tienen buenas canciones, pero nos suenan todo demasiado parecido y repetitivo... en disco y en vivo.
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ENERGÍA SUBNORMAL VS: HISTORIA EN EL AUDITORI Prisas para llegar desde el Parc del Poblenou hasta el escenario Ray Ban para ver al dúo más divertido que uno se puede echar a la chepa. De hecho, llegamos con “Nanavividedeñaña” de Za! ya sonando. Spazzfrica y Papa Du Pau volvieron a dejarnos la mejor de las sensaciones desde ese escenario, repasando sobre todo su reciente “Megaflow” con apenas un recuerdo al siempre presente “Mobutu Sese Seko” para cerrar. A pesar de una hora tan temprana lo volvieron a dar todo con el habitual tesón y jugueteo musical que siempre han dado. Son muy grandes y tampoco nos cansamos de verlos. Mientras tanto, el legendario John Cale aterrizaba en el Auditori bajo
DAN MELCHIOR FOTO: Raúl Rey
uno de los focos de expectación más especiales de todo Primavera Sound. Y es que poder ver al ex-Velvet Underground (¿tendría el escenario ATP razón de ser si no hubiera existido la banda neoyorquina? ¿o incluso el festival al completo?) interpretando “Paris 1919”, el álbum que abrió todos los caminos al pop barroco y de cámara, casi cuatro décadas después, no es cualquier cosa. El galés se presentó vestido de corbata y falda galesa ante un lleno completo en el citado auditorio, donde lo aguardaba ya la orquesta BCN216, que rodeaba a su banda. Consiguió, como artista con mayúsculas que es, que la extravagancia se pasara por alto y que todo el mundo cayera rendido ante la elegancia y la exquisitez de la interpretación del álbum. Los vientos y las cuerdas se acoplaron a la perfección ante piezas tan bellas como “Hanky Panky Nohow”, “Andalucia” o “Graham Greene”; que durante unos cuarenta minutos no pararon de conmovernos y sorprendernos por los actuales que siguen sonando. Al acabar el álbum, nos deleitó con otras piezas de su extensa carrera (“Secret Corrida”, “Hedda Gabler”), que volaron también alto, y algunos temas nuevos, ya sin orquesta, que desconcertaron por su carácter electrónico, y que quizá desvirtuaron un poco la delicadeza y emoción de la actuación. Pero en conjunto, piel de gallina. INDIE DE AYER Y HOY Abultado lleno en el ATP (uno más) para ver a Yuck tan temprano. Por lo visto sus colegas y competencia en esa franja Cloud Nothings se llevarían la peor parte en otra de esas extrañas coincidencias de esta edición. El cuarteto dio lo que se esperaba, ese indie-rock que circula entre los parámetros de Pavement, Dino-
ZA! FOTO: Raúl Rey
saur Jr. y Yo La Tengo, que sabe hacer pop guitarrero y bonito, rock de distorsión y actitud desencantada personificada en su cantante y coros. Una “Rubber” aún más ralentizada fue el cambio más destacable dentro de un cancionero de los más perfectos que el género ha visto últimamente. Éxito merecido. Después tendríamos a una gloria del pasado. Entrañables y más de culto que populares, pese a su sonado single noventero, la vuelta de Papas Fritas era una incógnita que se decantó hacia el lado de la diversión. Pop-rock a ratos juguetón, a ratos más elegante, apto para bailar y una actitud de la banda de constante agradecimiento por el hecho de que con el paso del tiempo la gente siga recordándoles y moviéndose al ritmo de sus temas. Llegaba el turno de Fleet Foxes, que se vieron tan sorprendidos por la cantidad de público que abarrotaba veinte minutos antes de las ocho la explanada del San Miguel, que Robin Pecknold se preguntó por qué diablos no habían venido antes a España. Agradecidos por estar ahí, ofrecieron algo más de una hora del folk-pop de alta calidad centrado tanto en su nueva obra como en su celebrado debut; cayeron muchas de las mejores canciones de su aún corta carrera: desde “Your Protector”, “White Winter Hymnal” o “Ragged Wood” de su primer disco, a “Sim Sala Bim”, “Battery Kinzie” o el nuevo himno “Helplessness Blues”, con el que cerraron justo para que a los más futboleros les diera tiempo para ver el final de la Champions en el Llevant. Nos quedamos con ganas de más, pero quedó demostrado que su melancólico jardín americano cultivado con semillas del campo inglés reluce no sólo ante antorchas de pequeño alcance, sino también ante los focos de grandes multitudes.
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PJ HARVEY/AMBIENTE FOTOS: Primavera Sound [Inma Varandela]
RUIDO PARA TODOS LOS OÍDOS La propuesta de Gonjasufi en el escenario Pitchfork nos dejó descolocados, alejándose de esos aires de hip hop ambiental y experimental para pasarse a la contundencia de un estilo más cercano al rap-metal que otra cosa. La banda, con un baterista alborotador como componente clave, sonaba bien utilizando un patrón que emparentaba el sonido con bandas como Deftones, aunque el problema venía más relacionado con como el rapero iba a su bola. Al final lo arregló pinchando a Las Grecas y guardando a su banda, pero ya era demasiado tarde y nos habíamos aburrido. Buena elección si ese tedio te lleva hacia el magnetismo que Blixa Bargeld y sus esbirros desplegaron en el Ray Ban. Einstürzende Neubauten demostraron en el Primavera Sound por qué son figura tan clave en el verdadero industrial. O dicho de otra forma, por qué no basta con cantar en alemán encolerizado y machacar a base de riffs de guitarra para alcanzar la relevancia. Del susurro al grito, del ruido sutil y atmosférico a las verdaderas tormentas caóticas con las que ponían a prueba al público, los berlineses creaban una sensación de pavor a la vez que hacían imposible distraerse de la diligencia con la que sacaban o accionaban rudimentaria cacharrería, mayormente percusiva. Su capacidad para generar ruido lo mismo con una obvia rotaflex que por medio del vinilo y el plástico evidencian que, pese a llevar una vida dedicados a su filosofía musical, siguen reacios a caer en lugares comunes. Con ellos, el género cobra verdadero sentido. El concierto de Money Mark obtuvo el premio al concierto menos populoso de todos cuantos vimos en el Fòrum. Daba pena ver tantos llenos en el ATP, mientras el simpático de Mark, y su banda ( Alfredo Ortiz batería de Beastie Boys y una bajista), apenas reunía un centenar de personas. El futbol pesó, pero la gente que se acercaba por curiosidad quedaba encantada. El inicio fue sensacional, partiendo de un sonido más jazz y funky, pero poco a poco fue cayendo en momentos aburridos exclusivamente con piano que bien podrían haber sido suplidos por la cara más guitarrera y alternativa. Claros y oscuros, pero ante todo un buen músico que mereció la pena ver.
2011 LA CHAMPIONS SE JUGÓ EN EL FÒRUM Mezcla de un cartel de ensueño y de la precipitación de cabezas de cartel con posterioridad al partido de fútbol, lo cierto es que la avalancha de pesos pesados desfilando por el Fòrum era increíble. Con Mercury Rev, Pj Harvey, Swans, Jon Spencer, Mogwai y Animal Collective tocando en tan poco espacio de tiempo, ningún fan de la música debería pensar en celebración mejor. Toda una lección de presencia y sonido inmejorable fue la actuación de Mercury Rev en el Auditori revisitando todo un referente del pop elegante y la psicodelia preciosista como es “Deserter’s Songs”. Problemas de acceso causaron retrasos en la entrada con lo cual aún había mucha gente entrando cuando “Holes” comenzó a sonar en un recinto a oscuras iluminado sólo por decenas de velitas artificiales sobre el escenario. Los que teníamos la suerte de estar ya acomodados caímos al instante bajo el embrujo de poder escuchar con inesperada fuerza uno de los álbumes más misteriosos de los noventa. Jonathan Donahue se presentó como un excelente maestro de ceremonias, y su exagerada pose angelical fue incluso ideal para este tipo de canciones que oscilan entre lo celestial y lo alucinado; mientras que Grasshopper guió a la perfección al resto de músicos en la oscilación entre calma y tormenta sónica que marcó un concierto intenso en lo emocional, bañado las más de las veces bajo focos rojizos o azulados. Y es que quizá habíamos subestimado a la banda, en franca decadencia en estudio y no esperábamos que “Endlessly”, “Opus 40” o “Goddess on a Hiway” fueran defendidas tan bien más de una década después de su concepción. Así que lamen-
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YUCK FOTO: Raúl Rey
tamos bastante tener que irnos a sólo dos temas del final, para pillar buen sitio en el concierto que otro ángel, en este caso inglés, iba a ofrecer ya dentro del Fòrum. Hablamos de Polly Jean Harvey, una de las que no quiso coincidir con el evento deportivo. Si bien sabíamos del apego de la artista por el disco que viene presentando en cada ocasión, no acabábamos de imaginar lo muchísimo que se centraría en “Let England Shake”. Ataviada de blanco con un tocado de plumas en la cabeza, la artista nos condujo por un show sobrio y elegante, enfocado a hacer justicia a la delicadeza folkie de su nuevo repertorio y muy alejado de la rabia noventera por la que todavía la recordamos. De esta forma se comprende que su instrumento de la noche fuera la cítara, esa mezcla de guitarra y laúd que tanta presencia tiene en su último disco. Ya estaban en la retaguardia Mick Harvey y John Parish para ayudar con guitarras, teclados y coros, mientras ella ponía la imagen, voz y tenues notas al asunto. Algunos echarían en falta hits corrosivos del pasado, aunque sonaran guiños como “Down by the Water”,
SWANS FOTO: Primavera Sound [Inma Varandela]
“The Sky Lit Up”, “Big Exit” o “Meet Ze Monsta”, todas ellas adaptadas a la contención de la que hablamos. Personalmente salí muy satisfecho de ver un concierto diferente de un cabeza de cartel en el que no hubo aspavientos, no hubo llamadas a las masas, no hubo guerra por sonar más altos que nadie... en fin, un concierto grande que se saltó los clichés de tal evento. Para clichés, los que provocan la risa de Swans. Bautizado por muchos como el concierto con mayúsculas de esta edición, Michael Gira y los suyos salieron para no hacer concesiones, llenando la atmósfera con ruido y siendo capaces de combinar una actitud muy enérgica con la solemnidad y la oscuridad de su género. Ruidismo, experimentación, como una orquesta del apocalipsis, los americanos se centraron en su regreso discográfico “My Father Will Guide Me Up a Rope to the Sky”. Un concierto que les reivindicó, precisamente en estos momentos como pioneros de toda propuesta extrema experimental y que en directo dejó en evidencia cualquier realidad drone, doom o post-metal de última generación.
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ANIMAL COLLECTIVE FOTO: Primavera Sound [Eric Pàmies]
La edad no parece haber hecho más mella en la banda que la que hacen los años en un whisky y en este caso han ganado en matices orgánicos y refinamiento. Pero no confundamos, esto no jugó en contra de un concierto apabullante, tan asfixiante que muchos se dieron por vencidos y salieron en busca de unos más ligeros Mogwai. Y es que, ni contando con contrincantes como los de Glasgow o el mismo Jon Spencer a pocos metros, su audiencia se desinfló. Visto el éxito, si continúan en activo se les verá de nuevo por el Fòrum casi con toda seguridad. La fiera escénica que es Jon Spencer sigue en activo y aunque haya rebajado el nivel de testosterona y sudor, sigue siendo ese frontman carismático de siempre. Contaba con el público entregado de un repleto ATP que les eligió a ellos en vez de a Swans o Mogwai. En esta ocasión sí vimos la verdadera pegada del trío, aunque la guitarra de Judah Bauer estuvo algo baja en la ecualización. Los continuos gritos de Jon y esa pegada sencilla y directa de Russell nos trajo los mejores recuerdos de temas que ya forman parte del mejor rock: “She Said”, “Bellbottoms” y una inesperada “Attack”, son algunos ejemplos. Si se nos permite ponerle un pero sería un repertorio lleno de medleys de sus mejores temas, llegando a ser muy doloroso disfrutar de versiones interrumpidas de ellas. El final, con Money Mark a los teclados y pasándose en quince minutos de su horario
esperado, fue de los momentos más sensacionales de todo el festival. Siguiente parada, Animal Collective, que trajeron la polémica, como era de suponer. ¿Qué espera uno de un concierto de una de las bandas más querida por la crítica en los últimos diez años? Al que le diera por esperar un repaso a su cancionero más conocido le volvieron a dar en la cara con un set repleto de temas inéditos. Al que fuera con la lección aprendida de que eso es lo que suelen hacer los chicos del colectivo, pudo disfrutarlo muy fácilmente. Porque si hay algo que parecen haber ganado con este nuevo repertorio no es otra cosa que inmediatez, gracias sobre todo al regreso de Deakin que relega a Panda Bear al rol de batería. Además de todos esos temas nuevos hubo cuatro visitas al pasado: “Did you see the words?” y “We Tigers” de lo que fueron sus discos de mitad de década funcionaron raramente con el nuevo concepto de la banda, mientras que los temas de “Merriweather Post Pavillion” que sonaron (“Brothersport” y “Summertime Clothes”) fueron de lo mejor de la noche. Concierto corto y complicado para cerrar el escenario principal, pero que habría dejado a todos contentos con un par de bises bien elegidos. Si bien no era prioridad en mi agenda, había tiempo de comprobar el hype blanco de los raperos Odd Future. La “wolf gang” tardó un par de temas en calentar antes de precipi-
tarse al público y a partir de ahí empezó un concierto agresivo y que al parecer terminó rozando el altercado aunque no pudiéramos ser testigos, al encontrarnos ya en el ATP para ver a Pissed Jeans. Entre el pop y la más cruda experimentación, los sonidos más directos se vieron algo huérfanos este año. Es por eso, que ese punk-rock noise que se mira en el espejo de The Jesus Lizard, Melvins o los primeros Nirvana, era un oasis de macarreo y diversión dentro del cartel. El cuarteto combina además sentido del humor y actitud desafiante a un modo muy 90s. De modo que, al margen de un repertorio renqueante que dio para unos cuantos pogos, fue un espectáculo de andar por casa ver a su cantante darlo todo, destrozarse los vaqueros o escupir a sus compañeros, acrecentando así su contraste con estos, especialmente con un bajista ya no sosegado, sino que parecía ajeno a todo lo que pasaba sobre el escenario. La actuación acabó con una guitarra volando por los aires y el batería que se quedó tocando un ritmo robótico una vez que sus compañeros ya habían abandonado el escenario. Un clima muy extraño para un concierto tan de perros verdes como ellos. FIN DE FIESTA: DIOS NO FUE UN DJ El ramillete de dj’s finales no convenció del todo en esta ocasión. Primero hubo tiempo de probar suerte con Dj Shadow, que como ya pudimos comprobar en otras ocasiones previas se centra en dar caña y dejarse la técnica de sus discos en casa. Dj Coco siempre ha sido el colofón perfecto del festival en el ATP, con esos habituales guiños a los 90 y a sonidos más alternativos que este año no habían tenido sitio en el festival. Pero como es algo que uno puede ver de manera más fácil saltamos al Pitchfork a ver que hacía Kode9 en su set particular. El resultado fue un poco similar a lo que nos ocurrió con Shadow: no vimos al anunciado MC The Spaceape y se dedicó a crear ritmos pesados y nunca atmósferas tortuosas como las de “Memories of the Future”. Un cierre decepcionante.
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DOMINGO 29 En un suspiro se nos pasó esta última edición del Primavera Sound y ya podíamos emitir un veredicto. Soberbio en lo musical, algo accidentado en lo organizativo pero con un saldo que lo vuelve a ratificar como el festival nacional favorito de quienes suscriben. Pero aún nos quedaba mucha jornada de domingo por aprovechar, en nada menos que tres localizaciones diferentes.
PAPAS FRITAS FOTO: Raúl Rey
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DOMINGUERISMO EN EL PARQUE La cosa comenzaba un día más en el Parc de Poble Nou. Al llegar pudimos apreciar la curiosa propuesta de Seward, por momentos enfrascados en recrear atmósferas de ruido de baja graduación, otros en los que se daban al pop más melódico o se dejaban llevar por una instrumentalidad más libre siguiendo la voz de su cantante. Poco tiempo para digerir lo que pareció una propuesta bastante poliédrica.
Papas Fritas dieron el campanazo del día. Delicioso concierto de la irresistible y feliz banda de Massachussets, que nos conquistó desde la primera nota. Entre unas primeras filas que cantaban todas las canciones y un montón de vecinos curiosos que disfrutaban con curiosidad de lo que escuchaban se reunió un ambiente tal, que la banda formada por Shivika Asthana, Tony Goddess y Keith Gendel no tuvo más que tirar de buen rollo, de barcelonismo (portaban una bufanda del Barça) y de canciones tan redondas como “Hey Hey You Say” o el bis al que fueron obligados con “Smash this world”. Sin duda alguna, otro de los conciertos más bonitos, divertidos y arrebatadores de todo el festival. El de Oh! Cake and the Cookie fue un concierto complicado de describir. Una chica al piano, un colaborador alternando batería y guitarra eléctrica y a su lado una niña de unos ocho años. Sorprendente, pero al mismo tiempo aburrido, sobre todo tras Papas Fritas y fuimos muchos los que los abandonamos a medias para ir yendo al Poble Espanyol. POBLE ESPANYOL Y APOLO Para cuando pudimos llegar a la bonita plaza artificial del recinto, bastante tarde sobre lo esperado, cortesía de las celebraciones del Barça que tantos quebraderos de cabeza nos dieron a los asistentes del Primavera Sound esta edición, pudimos ver finalizar a Me and The Bees. Este es su año, o al menos se les ve ya dando solidez a esa propuesta de indie-rock con vena folkie, como una banda al uso, con Carlos (Half Foot Outside) y acompañados en directo por el pluriempleado Rubén al bajo. Se despidieron con gracia y con la sensación de haber dado un divertido concierto
frente a la multitud esparcida por el Poble, sobre todo por el suelo. Les sucederían My Teenage Stride. Con sonidos que remitían a la nueva ola y el pop con urgencia punk, el cuarteto neoyorkino capitaneado por Jedediah Smith no parecía tener demasiado seguidor en el Poble. Esto no quiere decir que no diera un buen concierto, eso sí corto, ya que su estilo tampoco hubiera dado para mucho más sin caer en la repetición. Con la tradición escocesa de pop guitarrero por bandera, BMX Bandits y el freak de su cantante, Douglas T. Stewart nos regaló algunos de los momentos más extraños y bizarros de todo el festival, presentando cada canción de una manera entre cómica y casposa mientras degustaba una manzana, un plátano e iba presentando a los miembros de la banda. Su concierto fue muy desigual, dejando momentos tan buenos como la versión de “Do You Really Love Me?” de Daniel Johnston, “Disco Girl” y la increíble pieza powerpop que es “I Wanna Fall in Love”. Concierto irregular que podría haber ganado con un repertorio mejor elaborado. Algunos habíamos pasado por alto la interesantísima actuación de Mercury Rev en el Auditori, un marco incomparable para un disco como “Deserters Songs”, pero porque teníamos una segunda posibilidad el domingo. Una vez más, mereció la pena estar allí viendo los habituales aspavientos del señor Donahue, porque de nuevo fue clave en el devenir de un concierto que alternó la intensidad de los pasajes bellos del disco con la fuerza atronadora de las guitarras. Siguieron el riguroso orden del disco con un apabullante inicio marcado por “Holes” y “Tonite it Shows” que apenas flaqueó durante todo el minutaje del disco que iban a tocar
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MIXTAPE
íntegro. Evidentemente ayudaron la archiconocida “Goddes On a Hiway” y una sensacional “Funny Bird” a mantener la tensión necesaria para un disco así de denso. Para los bises supieron cerrar por todo lo alto con su habitual fuerza y emotividad con “Solsbury Hill” de Peter Gabriel y una acongojante “The Dark Is Rising”. Una puesta de largo de “Deserters Songs” al aire libre que vuelve a colocar a Mercury Rev como una banda apabullante en vivo. Tras el noqueante show citado
quedaban pocas ganas de enfrentarse a un concierto más, pero ver a The Black Angels en las distancias cortas de la sala Apolo era obligado. El golpe definitivo llegó desde las raíces psicodélicas de esta banda que bebe tanto de la influencia de los primeros The Doors como de formaciones actuales tipo Sleepy Sun. Sonaron bestialmente altos y densos en las guitarras pero la soberbia labor de Stephanie a la batería fue el contrapunto perfecto. Nos quedamos con temas como “Ronettes”, “Bad
Vibration” y sobre todo “Entrance Song”. Y también con un colofón en clave guitarrera de un festival que viene del pop y que siempre nos sorprende.
ARRIBA: MEE & THE BEES FOTO: Raúl Rey IZQDA: MERCURY REV FOTO: Primavera Sound [Dani Cantó] ABAJO: MY TEENAGE STRIDE FOTO: Raúl Rey
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mayO
tweeticeira
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Sexy Sadie + The Bright Madrid (01/05/2011)
Genial sonido en una de las mejores salas. Sensacional ejecución y rodaje de temas. Nada “oxidados”. The Bright estuvieron muy bien. Dead Meadow + Spindrift Vitoria-Gasteiz (04/05/2011)
Psicodelia ganadora. Primero el western-rock colorista de Spindrift. Más sobrios, Dead Meadow dominaron entre lo ambiental y el stoner rock Gira Santa! 2011 Bilbao (06/05/2011)
Tras poco audibles acústicos de Mikel Uraken y Miguel (Positiva), el trío catalán derrochó talento y ganas entre problemas de sonido. Emerge + Gatonieve Madrid (10/05/2011)
Sensacionales. Cada vez más cerca del post-rock de Tortoise que de la emotividad. Abrieron Gatonieve, con su nueva formación y concepto. Ainara LeGardon + Gringo Bilbao (13/05/2011)
La grata sorpresa 90s de Gringo precedió a una Ainara que ante poco público interpretó su cancionero más agresivo, que echó de menos el bajo Rakim Madrid (18/05/2011)
Rakim y su cadencia calmada aburrió al inicio, y con sus clásicos contentó al final. Rahzel fue el showman de siempre y Fashawn se confirmó. James Blake Madrid (30/05/2011)
Poco pregrabado y mucho tocado en vivo es justo lo que no esperábamos y agradecemos. Ante todo gustó esa voz
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de crooner tímido y calmado.
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SECRET CHIEFS 3
+ Fat32 28/06/2011, Madrid Podríamos estar horas discutiendo cual de los tres conciertos que han dado Secret Chiefs 3 en Madrid ha sido el mejor: el factor imponente de la primera visita, el repertorio de clásicos de su cancionero de la segunda o una arriesgada tercera visita presentando disco en una sala con mayúsculas como Caracol. Antes de entrar a comentar lo que ocurrió en esta última visita, hablaremos de los colegas franceses que se trajeron. Fat32 dijeron desde el principio que querían tocar en el suelo de la sala y no sobre el escenario de Caracol. Dicho y hecho, el dúo consiguió que los que se arremolinaran alrededor suyo lo pasaran muy bien, mientras que los que no veían nada desde la parte trasera de la alargada sala se limitarán a esperar a que terminase un set a base de repetitivas canciones de teclado y batería. Delante se disfrutó mucho de los franceses, sobre todo gracias a su divertido teclista que bromeó al respecto de casi todo lo que le rodeaba. Habrá que verlos en un bolo sólo, ganas de volver tenían. Enseguida aparecieron encima del escenario los de Trey Spruance, esta vez con una formación donde sólo permanecía de sus anteriores visitas a la capital Timb Harris al violín, trompeta y guitarra. El resto de la banda destacó por la procedencia (otro Estradasphere a los teclados y todo un Toby Driver de Kayo Dot al bajo) exceptuando a la menuda y aniñada batería April, que sorprendió con una técnica endiablada. Quizás esta última marcó cómo suenan las canciones en esta nueva versión de Secret Chiefs 3, ya que no estamos ante la sobrenatural pegada de Ches Smith pero sí ante unos registros árabes (tablas sobre todo) que hicieron del concierto algo especial y novedoso. La otra buena nueva es que por fin pudimos ver a Trey contento disfrutando cada nota encima del escenario, saltando y viviendo su saz y su guitarra. Ya sólo por eso mereció la pena esta tercera visita. El repertorio quizás fue lo que más costó de todo el concierto, porque no podemos olvidarnos que estábamos ante presentaciones de nuevos temas con muchos giros a clásicos como la inicial “Medieval”, la apropiación de “Personnae: Halloween”, una levemente ralentizada “Exodus”, una soberbia versión de “The 4” y una “Vajra” todavía más árabe de lo normal. Los temas nuevos sonaron muy oscuros, algunos provistos de unos ritmos mucho más acelerados y de un manto ruidoso al más puro estilo de sus inicios, lo que parecen buenas noticias para un grupo que no está siendo tan brillante en disco últimamente. En cualquier caso, un gustazo ver como el talento intachable de Trey Spruance ha cuajado en una ciudad como Madrid, con unas tres primeras filas verdaderamente absortas y entregadas al genio de Eureka. Volverán pronto, seguro. Y que lo sigan haciendo así de bien siempre.
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EDREDÓN
+ Dr. Skyloop 10/06/2011, Bilbao
Noche con mucha oferta en la que pudo la curiosidad por ver como se lo montaban los Edredón, formación madrileña de rock con secuenciadores y psicodelia de carga sintética. Lo de Dr. Skyloop no cuajó, en parte por la hora, en parte por la propuesta de electrónica tan basada en la rítmica y escasa melodía. Edredón comenzó con los cálidos acordes de “W3” que les sirvió para ir acoplando el sonido en una tónica ruidística, pero sostenible. Y es que si perdieron matices y sutileza de estudio, ganaron en suciedad, distorsión y pegada rockera. Pronto arrancarían con la espiral kraut de “La Bola de los Anillos” ratificando que ganan en las distancias largas y las estructuras electrónicas prolongadas.
LÜGER
Sin duda el punto álgido, las melodías ambientales a ritmo dance de “Sopena”, la mejor recibida en directo. La dosis extra de distorsión y ruido elevaron la música a otro estadio, haciendo difícil de etiquetar el concierto. La cosa finalizó con “Canguro”, su momento más cafre y heredero de la colisión de electrónica y rock de los 90. Con el suelo del Museo vibrando y el público bailando o cabeceando, no dudamos que en circunstancias más propicias, hubieran creado una fiesta de poner todo patas arriba. Los berridos de su guitarrista en el clímax, se fueron desvaneciendo para finalizar así un concierto que nos sacó de dudas. Y si se las apañan para darle más peso a la batería y hacer del show algo más orgánico y visual, aún tendrán hueco para mejorar.
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Es de agradecer a la organización de CICUS que opte a menudo por bandas que basan su propuesta en la expe+ Los Cuantos 17/06/2011, Sevilla rimentación y el riesgo para su programación veraniega gratuita; máxima bajo la que se mueven Los Cuantos y Lüger, encargados de inaugurar el ciclo. Lo que en un principio parecía que iba a ser un concierto tranquilo de los primeros al disponerse sentados casi toda la formación, al rato se echó por tierra cuando Kin, ya de pie, comenzó a moverse espasmódicamente por todo el recinto al ritmo de una propuesta a medio camino entre la no wave, el noise y el spoken word que, a pesar de todo, triunfó. En cuanto a Lüger, pasan por ser cabezas del movimiento que rescata la vertiente del rock espacial y el kraut de los setenta para lanzarla al presente y al futuro. Los madrileños ofrecieron una hora de concierto sin ningún tipo de bajón ni variación, que seguro podría haber mirado a los mejores momentos de Can o Hawkwind. Crearon un mantra perfecto del que fue difícil escapar si eres receptivo a que el sonido se acople a tu corazón y piernas; y, cuando todo terminó, resultó algo chocante bajar de la nave de vuelta a la mundanal y silenciosa realidad.
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DÍA DE LA MÚSICA 18 y 19/06/2011, Madrid
El Día de la Música es, en el erial de eventos veraniegos de Madrid, una cita necesaria, un festival bueno, bonito y barato, pero que por la obligación de cerrar pronto sufrió de un horario demasiado diurno, un recinto irregular (el auditorio Rockdelux genial pero la nave dónde se encontraba el Escenario ¡Madrid! un auténtico horno) y un exceso de aforo con respecto a las instalaciones. El resto de cuestiones fueron resueltas bien, sobre todo en el apartado musical con buen sonido y buen nivel de bandas.
SÁBADO 18 DE BUENA MAÑANA Los conciertos frente al mercadillo continúan siendo una de esos delicatessen que hay que aplaudir a la organización. El único tirón de orejas viene por que dicho escenario funcionara mediante la energía cinética de una bici, cuando precisamente no había demasiada gente delante y requería tener a alguien dando pedales. Los cortes de luz a los grupos que están peleando con el calor matutino no son agradables, esas bicis el año que viene al escenario grande. Por este escenario pasaron actuaciones tan interesantes como las del grupo post-rock Autumn Comets o del folk bonito de Litoral, aunque el escenario UFI se llevaba la atención de la mañana con actuaciones tan interesantes como la de Odio París. En el mismo emplazamiento, los gallegos Disco Las Palmeras! demostraron por qué están llamados a ser los nuevos Triángulo de Amor Bizarro. No son tan incendiarios en su directo, pero el aluvión de guitarras con manto tupido en robustas baterías los pone en un muy buen lugar. El sonido con el excesivo eco de la nave dónde se alojaba el escenario dio cierto toque extra de reverb que hasta mejoró en aspectos como el vocal. Esperemos que vuelvan pronto a Madrid pero a sala, ahora que tienen ya “Nihil Obstat” disponible. Aias fueron las primeras en actuar en horario no-gratuito, justo tras la sesión pop de Reina Republicana. Ellas mismas saben que su fuerte no es todavía el directo. Las guitarras sonaron compactas, pero no del todo la sección rítmica y se les veía cierta cara de nervios. Necesitan tocar y tocar más, porque las buenas canciones las tienen AIRE ACONDICIONADO VS HORNO Uno de las grandes sorpresas del arreglado Matadero de Madrid fue el escenario Rockdelux. Si bien es algo feo que hubiera un largo centenar de personas delante de la primera fila de asientos porque la grada no empiece hasta la mitad
del foso, en el concierto de Sam Amidon se produjo la bella situación del que llegaba se sentaba en el suelo para comodidad personal y de paso no entorpecer al resto. La estampa era sensacional, Sam al banjo y la guitarra con un colega a la batería y todos disfrutando de un gran concierto. No entendemos cómo le dan esos ataques repentinos como chillando unos punteos de guitarra o cuando hizo el baile del “poser”, supongo que para hacer canciones tan bonitas como “Way Go Lily” y conciertos tan redondos hay que ser un poco genio-loco. A la británica Anna Calvi parecía que iba a quedarle enorme el Escenario RTVE, pero al final no fue para tanto. Vale que era una de las grandes desconocidas del cartel pero con su aguerrida guitarra nos trajo una repetitiva pero poderosa ración de voz y fuerza. Eso sí, apenas quince minutos después estábamos viendo a Lüger, infalibles en directo como pocos. Un concierto marcado por el agobiante calor del Escenario Madrid y sonido sin pegada, que les impidieron estar al nivel acostumbrado. El handicap de Toro y Moi derivó de un sol de justicia aplacando cualquier atisbo de contoneo en el público del Escenario Entradas.com. Su propuesta se benefició del buen sonido de los escenarios externos y se sacó de la cartera el groove psicodelico que tan bien ha secundado Twin Shadow. LOS DOLORES DE ESTÓMAGO En el momento en que The Pains Of Being Pure At Heart aparecían en el Escenario grande, nos llegaba la noticia de que su cantante andaba con problemas de estómago. No sería siquiera digno de mención, aparte de por la poca movilidad del propio Kip, de no ser por el coitus interruptus que sufrimos cuando a los cuarenta minutos se largaron. Unas explicaciones hubieran ayudado a que la gente no se quejara de esa corta duración, ya que vimos la mejor versión en vivo del grupo, con un muro de sonido en las primeras filas y una carga melódica
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SAM AMIDON
impoluta. Pudieron haber sido los salvadores de una primera jornada mediocre en el marcador final, pero no pudo ser, a pesar de una dupla inicial sensacional con “Belong” y “This Love is Fucking Right”. Wild Beasts sufrieron un emparedado entre los dos grupos principales del día y salieron airosos gracias a una propuesta peculiar e inconfundible. Su concierto del año pasado en BBK Live nos dejó un sabor de boca agridulce por lo poco que encajaba la propuesta, pero en El Día de la Música la cosa cambió. Primero motivó mucho a los curiosos que querían alejarse de la masificación que significaba Vetusta Morla y luego porque su directo elegante encajó muy bien con el sonido limpio del Escenario Entradas.com. Es hora de verlos en sala.
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LA ESPERA DE LOS QUE ENTRAN TARDE El día en que Vetusta Morla se convirtieron en una banda de estadio sus directos pasaron a ser inaccesibles para el que buscase algo de cercanía. Salir del foso de fotógrafos y tener que huir despavorido hacia la parte final del público no es digno del buen directo de los de Tres Cantos. Por lo demás, es un gustazo poder ver a cualquiera cantando “Sálvese Quien Pueda”, “Valiente” o “Un Día en el Mundo” como si fuera el mayor hit del momento, los nuevos temas sonaron realmente bien y a los seis se les vio con tantas ganas como siempre. Temas como la inicial “Los Días Raros” o “En el Río” no suponen el giro suficiente de timón, pero son temas redondos. Pena que no hubiera quién disfrutara de aquello por las pantallas y con gente parloteando. Por otro lado, vergonzoso estar media hora esperando el inicio de un concierto por culpa de que al público del grupo cabeza de cartel le diera por entrar a última hora en un festival que abría puertas a las 11 de la mañana. Una de esas cosas que jamás pensaba que iba a presenciar.
El cierre de la jornada corría a cargo de los británicos Crystal Fighters, que con la excusa de influencia vasca en su música están visitándonos mucho. La actitud fue exagerada por parte de todos sus miembros, como si cada segundo en escena fuera el último de sus vidas. De hecho, hasta se hizo abrumador ese tesón y esa fuerza. “Xtatic Truth” hacia el final del show dio cierto punto de calma, alcanzando incluso a su faceta más pop y folk. Un cierre de una jornada que tuvo de todo.
DOMINGO 19
La segunda jornada, se limaron asperezas y el festival se volvió agradable, sobre todo menos masificado y dejando una jornada más divertida. CALOR, CALOR Y CALOR Los primeros en la sesión de pago fueron los sevillanos Pony Bravo, que afortunadamente consiguieron hacer imposible que entrase alguien más al Escenario UFI. Llenazo y calorazo insoportable, con Za! de invitados de lujo. Dum Dum Girls estuvieron muy resolutivas con esa oscuridad aparente y luminosidad melódica que les caracteriza, pero sobre todo con unas muy buenas maneras en directo. Ellas si saben tocar y son de todo menos sosas, estaban antes por algo. Con Yuck, el horno volvía a aparecer en el ¡Madrid! y sólo nos quedaba salir en mitad del concierto a respirar mientras sonaba “Georgia”. La actuación estuvo lejos de la magia que vimos en Primavera Club, pero aún así estuvieron correctos ya con las melodías del disco más rodadas en la cabeza. Entre las actuaciones de Yuck y Times New Viking estaba el coro de Scala & Kolacny Brothers versionando clásicos del
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VETUSTA MORLA
ANNA CALVI
pop-rock contemporáneo. A la tercera canción nos cansamos de oír canciones irreconocibles, con la salvedad de un aburrido “The Beautiful People” de Marilyn Manson. Times New Viking nos quitaron el mal sabor de boca en dos temas (es decir, en 3 minutos). Viendo el martes la película del Día de la Música me llamaba la atención que su alocado batería hablara de sí mismo como una banda de pop, pero es que lleva mucha razón. Dentro de ese aire ruidoso, veloz y hasta atropellado hay mucho de canción pop, uno de los mejores conciertos de todo el festival de largo. HURACÁN MONÁE Esperada era la actuación de Janelle Monáe y no defraudó. Ajena a su escasa duración o posición en cartel, arrasó con todo. El trío inicial que es “Dance or Die”, “Faster” y “Locked Inside”, sin descanso para ella ni para su enorme banda (en todos los sentidos), ya hizo que dentro de esa chaqueta impecable en blanco y negro le cupiera el 80% del público que estaba delante del Escenario RTVE. Luego tomó fuerzas, entre otras cosas con el “Smile” de Chaplin, pero fue cuando se acordó del “I Want You Back” de Jackson 5 cuando definitivamente nos emocionó a todos. Mantener eso era complicado, pero tirando de “Tightrope” y “Cold War” lo consiguió con una demostración escénica y vocal que ha de encumbrarla a nivel masivo. Para el bis eligió un tema no demasiado excelente
JANELLE MONÁE
CRYSTAL FIGHTERS
como es “Come Alive” para darle vueltas y más vueltas hasta hacerlo un final espectacular y por todo lo alto. ENFRIAMIENTO GLOBAL Aunque suene injusto, si la vencedora fue Janelle, la vencida fue Russian Red. El ambiente parecía apropiado para una buena velada, aunque a Lourdes la vimos nerviosa y, aunque a ella no íbamos a pedirle que nos animara la velada, si algo menos de dudas a la hora de interpretar los bonitos temas de “Fuerteventura”, porque de “I Love Your Glasses” y las maquetas previas hubo más bien poco y hasta en cierto modo pasado al formato menos emotivo que ahora nos muestra (“Cigarettes” el mejor ejemplo). Ni mal ni bien, pero un concierto aburrido, confiemos en que la mejor Lourdes volverá. Lo de Glasvegas vino a ser un poco similar; ni fueron la banda del montón que muchos decían, ni una propuesta verdaderamente interesante. Las canciones no son excesivamente elaboradas, pero ese pop oscuro del que hacen gala mantuvo la atención durante la hora de concierto que no es poco. Caribou era un cierre muy acertado, con la pequeña traba de que entre Heineken Music Selector y Primavera Sound, muchos lo teníamos ya visto. Aún así estuvo mucho más flojo el concierto, sobre todo en el tramo inicial, porque la gente parecía sólo conectar con su lado más bailable. Acabó con “Odessa” y “Sun” por todo lo alto, como siempre.
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juniO
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Brandauer Madrid (09/06/2011)
Tienen ya un directo prometedor pero se les nota con mucha necesidad de tocar e ir quitándose la vergüenza y miedo, para hacerse un nombre. Sundy, Amar Móstoles (13/06/2011)
Show de puro blues sin tapujos, pero con la ejecución suelta y alegre que requería un público poco familiar con el género. Shangaan Electro Móstoles (16/06/2011)
Sin virtud musical en si misma, pero con un show muy divertido. Se puede decir que conquistaron a golpe de sonrisa y meneo de huesos. Kiko Veneno Sevilla (21/06/2011)
Entrañable concierto del veterano artista andaluz-catalán; presentando su más reciente obra pero sin faltar éxitos de su legendario pasado. The Oscillation + Chupaconcha Sevilla (24/06/2011)
Noche de kraut planeador en el CICUS precedido de jazz experimental. Sosos en apariencia, pero fueron creciendo en intensidad emocional. Mujeres + The Adepts Sevilla (25/06/2011)
Surf-punk sin pretensiones y divertido precedido de rock alternativo de raíces post-punk de tono más grave. Triángulo de Amor Bizarro Bilbao (29/06/2011)
Extraña celebración del diseño industrial de la mano de los gallegos. Pésimas circunstancias pero buen hacer y
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anécdotas como casi siempre.
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JULIO
MIXTAPE
AZKENA ROCK FESTIVAL 23-25/06/2011, Vitoria-Gasteiz
JUEVES 23 Pistoletazo de salida para el ARF 2011, un año de aniversario en el que la organización ha querido echar el resto y se le han complicado las cosas. Aún con todo, resultó un cartel lleno de lo más granado de diferentes variantes dentro del rock, pioneros que llevan una vida dedicada a esto, las bandas más consolidadas de la actualidad, regresos, bandas pocas veces o ninguna vistas por estos lares, etc. Comenzaron la jornada del jueves Bizardunak. Con sus letras descaradas tocando temas candentes de la política vasca y navarra desde el humor más ácido y su sonido alineado con The Pogues abrieron el festival ante los beneplácitos de los más fiesteros y para incredulidad de los rockeros más serios. Pronto llegarían Eels. Es una pena que una banda con la trayectoria de los de Mark Oliver Everett tuviera que tocar a horario tan temprano, algo que siempre devalúa la propuesta y encima en un día tan dedicado al metal. A posteriori, quedó aún más claro que merecían un mejor slot, viendo desastres como el de Rob Zombie. Ciñéndonos a E y su compañía de barbudos, dieron un concierto eléctrico en el que tuvieron importante hueco la pareja dedicada a los instrumentos de viento, aunque en algunos temas se
EELS
volvían cómicamente y quedaban quietos cual maniquíes. Divertidos sobre el escenario (hasta el batería se arrancó a cantar un tema) tiraron de clásicos como “That’s Not Really Funny”, “Novocaine for the Soul” o una “I Like Birds” interpretada en tono veloz y punk-rockero. Canciones insignes que alternaban con otras de menor relumbrón pero similar efectividad gracias al buen rollo que desprendían sobre el escenario. Y aunque nos dejaron sin la monumental “Mr. E’s Beautiful Blues”, el buen sabor de boca no lo quitó nadie. DIFERENTES CARAS DEL HARD-ROCK Llegaría luego el turno de la superbanda Black Country Communion. A ningún fan del hard-rock más clásico pudo defraudar en directo la comunión de Glenn Hughes, Joe Bonamassa, Jason Bonham y Derek Sherinian. Si bien se trata de revisionismo puro y duro, interpretaron con solidez un repertorio que recorre los caminos por los que han pasado sus bandas, del hard-rock al blues, el progresivo y las fases tempranas del heavy metal. Todo ello con un sonido meritorio, la solidez instrumental que se les supone y un Hughes derrochando voz que hasta se marcó una versión de su época en Deep Purple. The Cult visitan las tierras vascas con cierta asiduidad en los últimos años. Es por ello suponemos, que los británicos fueran relegados a tocar antes de un Rob Zombie más simplón y menos propio de un festival rockero. Y es por ello también que podemos comparar para decir que el jueves no fue el día de la banda, especialmente de Ian Astbury.
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KYUSS LIVES!
Disperso a todos los niveles, tuvieron que prescindir de su carisma y salvar la papeleta con el siempre solvente Billy Duffy a la guitarra y un puñado de temas históricos como “Fire Woman”, “Sweet Soul Sister” o “Love Removal Machine”, entre otros clásicos infalibles. Algunos siguen en Mendizabala buscando al enigmático “Señor Piso” al que tanta referencia hizo Astbury.
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FLOJERA METÁLICA El espectáculo que estaba a punto de suceder iba a reemplazar el agridulce sabor de The Cult por otro mucho peor. Difícil de calificar como concierto, el espectáculo de Rob Zombie tan sólo pudo aprobar en estética, con sus telones de filmes clásicos de terror, sus disfraces y su esquelético pie de micro. Esquelético fue también su sonido, desangelado y poco definido, capaz de lo inimaginable, que los compases de “More Human Than Human” o “Supercharger Heaven”, clásicos de White Zombie, dejaran impasible a mucha gente. Cuando a ello se suman las más que evidentes carencias vocales de Rob para ejecutar unas tareas de lo más simples, evitando sílabas, lanzando pregrabados o intentando que cantara el público, eso no lo salva nadie. Ni una banda de mercenarios de nivel como John 5 o Ginger Fish (ambos tuvieron espacios para sus solos) pueden conseguir que “Dragula”, “Scum of the earth” o “Superbeast” se acerquen a la inmediatez melódica y bailable del estudio. Nadie salvo los más acérrimos de su figura esperaban algo grande de Ozzy Osbourne y no nos equivocábamos. La edad hace mella y, aunque conserva en un estado bastante bueno su atípica voz, su presencia escénica es un poco cómica o penosa, depende el humor con el que te lo tomes. Dando extrañas palmas desacompasadas, movimientos del catálogo de Chiquito de la Calzada y el detalle de la pistola de agua que se sacó casi al principio, “entrañable” fue el adjetivo más
repetido para referirse a este abuelo del heavy metal. Respecto a la banda, es clave no hacer comparaciones, ni aún cuando se tocan “Paranoid” o un “Iron Man” destrozado por Ozzy coreando la música. Sonaban competentes, aunque resultaba muy ridículo ver al guitarrista ondeando su pelo al ventilador como si se hubiese quedado anclado en los 80. Brillaron entre su repertorio las populares “Bark at the Moon” o “Crazy Train”, pero fue un concierto del que sólo los más fans guardarán buenos recuerdos. KYUSS TRIUMPHS! Kyuss Lives! estaba en todos los puntos de miras. La gira de John García hacía escasos meses, aunque correcta, distó mucho de lo que se espera de Kyuss. Este paso más allá resultó mucho más satisfactorio. El mismo García parecía más motivado aquí y a la voz no falló. Su presencia escénica no era muy allá, con su típica pose de agarrar al micro y mover la pierna de lado, pero si se le veía ya en el atuendo que esto era cosa seria. Demasiado seria tal vez para Nick Oliveri, al que casi somos incapaces de reconocer tan estático y callado. La diferencia de Brant Bjork a las baquetas sí que se notó y sólo nos faltó claro, escuchar el verdadero sonido de guitarra de Kyuss, ya que repetía con ellos Bruno Fevery, que ya acompañara a García en su anterior gira. Mejoró, pero siguió siendo el punto chirriante de la formación. Un público ansioso de la banda se dedicó a corear y saltar desde el minuto uno hasta el final, independientemente de si sonaba rock revolucionado de “100 Degrees”, munición para headbangers como “El Rodeo” o uno de los temas de hard-rock más emblemáticos de su década, “Green Machine”, redondeando un setlist perfecto. Sólo nos queda la espina de no ver a Josh Homme subirse al camaro para cruzar el desierto con el resto de
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MIXTAPE
VIERNES 24 La jornada del viernes la abrieron de nuevo en clave muy festiva The Riff Truckers. Los de Ea triunfaron ante unos cuantos amigos e incondicionales a la vez que despertaron el interés gracias a su rock americano de corte sureño. Salió a compartir los momentos finales Eneko “MobyDick” a la guitarra mientras su barbudo cantante, con sus pintas de auténtico redneck, se dedicaba a repartir whisky por las primeras filas. Los veteranos Blue Rodeo dieron un concierto que, sin aspavientos, puntuó alto. El folk-rock, de aires sureños y miradas a la Creedence o los Byrds fue realzado con gran gusto por esta tropa canadiense. Dejaron contentos a los fans del género, así que no extrañaría verlos por aquí en sala en no mucho tiempo. De Reverend Horton Heat poco hay que decir aparte de la sensación de impotencia de ver que lo que pudo ser un muy animado concierto de psychobilly se quedaba en agua de borrajas por culpa de un sonido muy flojo, al principio inexistente y más tarde increíblemente bajo. Que un concierto no suene, no debería ser algo que ocurra en un festival con ya 10 años de andadura. El rock se resarciría con Atom Rhumba, probablemente el mejor grupo vasco del género del momento y eso que su momento lleva durando mucho tiempo. Los bilbaínos congregaron gente en la carpa como una banda internacional más y triunfaron con un repertorio en el que cayeron temas de su disco de regreso como “Stella” junto a otros ya “clásicos” como “Funky Town”. Una contundencia psicodelicosoul-rockera espasmódica realzada a golpe de saxo. A sus conciudadanos no nos coge por sorpresa, pero a buen seguro que se ganaron unos cuantos nuevos seguidores. CAL Y ARENA Cheap Trick, con ese desenfadado carácter que los lleva desde el pop más chicloso al hard-rock aguantaron todas las expectativas. Había muchas ganas de verles y pese a algún momento de flojera, porque no se puede mantener el clímax constantemente, levantaron en vilo Mendizabala aún con luz. Ellos, derrochando simpatía especialmente un Rick Nielsen a la guitarra con su típicas pintas de retrogeek que se hartó a lanzar púas y Robin Zander de blanco marinero y con gorra. Temas como “Surrender” o “Dream Police” se nos quedarán clavados al oído y la retina como de lo más especial de esta edición. En cambio pocos laureles reverdecieron Bad Brains (si acaso los de algún psicotrópico). Su concierto, al margen del valor sentimental que pueda tener ver a una banda pionera de un movimiento revolucionario como el hardcore, no aportó gran cosa. Sucesión de temas atropellados con parones rastafaris que no hay por donde coger, un frontman en otra órbita. Obviamente el que quería se metía a poguear con “Sailin’ On” y demás, pero no por el buen hacer de la banda.
CHEAP TRICK
LOS 90 SIGUEN AQUÍ Primus se mostraron en directo tan extravagantes como en estudio, en escenografía, vestimenta y actitud y abrieron con “Here Come The Bastards”. Está claro que el suyo es un concierto ajeno a normas habituales del rock, ante todo por primar el bajo y por entender ritmo y composición de forma particular. En cambio las atmósferas que tejió ya fuera con su bajo como con el contrabajo eléctrico, resultaron de lo más estimulantes y singulares. Su caracterización inicial no fue la única sorpresa ya que después haría uso de una máscara de mono al tiempo que tocaba un bajo de aparente fabricación casera al que golpeaba para obtener sonido en uno de los momentos más marcianos a la vez que bailables de su setlist. Sin embargo, Les no se preocupó por conectar con el público, creando un clima frío e incluso llegando a hacer gestos de mirar la hora. Desconocemos si era pose o realmente quería irse, pero la sensación en cuanto a lo musical fue en cualquier caso de uno de los grandes conciertos de esta edición, teniendo en “Over The Falls” y la final “Tommy The Cat” algunos de sus momentos más álgidos. Se les espera de vuelta, aunque sólo sea para escuchar gran parte de un repertorio, especialmente de “Antipop” o “Frizzle Fry” que quedó olvidado en favor de unos cuantos temas aún por editar. Había una gran incertidumbre sobre lo que QOTSA tocarían, ya que venían de una gira en la que interpretaban su debut en su totalidad. Lo fácil hubiera sido tirar de esos temas pero al contrario, Homme nos dejó un setlist a medida que sólo recaló en el primero para tocar una inesperada “Mexicola”. Aunque eso sería mucho después de comenzar con los tres primeros temas de su popular “Songs for the Deaf”, desatando la histeria colectiva y pequeñas avalanchas, siendo “First It Giveth” el primer punto álgido de la noche. Batería de singles con muchas paradas en sus discos rojo y azul, de este último rescatando “Feel Good Hit of the Summer”, “The Lost Art of Keeping a Secret”, “Better Living Through Chemistry” e “In the Fade”, que junto a “Make it with chu” nos dieron un poco de tregua en cuanto a movimiento. Es verdad, no podemos evitar pensar la locura
2011 que serían todas estas canciones de la época de Oliveri y Lanegan con sus protagonistas sobre el escenario, pero su banda actual, sin ese pedigrí, tampoco es cualquier cosa. Castillo no será Grohl pero su personalidad animal a la batería ya es parte indisoluble de la banda y la labor de Van Leeuwen y Fertita no tiene peros. A destacar la entrega escénica de Michael Shuman al bajo, incombustible. Este es el presente de Queens of the Stone Age y nos demostraron que saben cuál es su mejor material pasado. Ojala esto tenga reflejo en su próximo disco, ya que tan sólo rescataron de su flojo último disco “3’s & 7’s” y del anterior “Little Sister”, siguiendo esa línea de singles que marcó la noche. Sin embargo Josh Homme jugó a sorprender rompiendo la tónica con la cara B “The Fun Machine Took a Shit and Died”. Pero para entonces ya daba igual, estábamos todos metidos en su mezcla de riffs laberínticos y melodías perfectas. Con “Go With The Flow” y “A Song For The Dead” finalizaron por lo más alto un concierto al que muchos ponen pegas (corto, mal sonido en según qué zonas). Personalmente, me es difícil de imaginar verles en mejor estado y setlist que lo vivido en Vitoria. Uno pensaría que el absoluto triunfo de QOTSA dejaría en difícil posición a Clutch. Podemos decir que lo único malo que les pasó es que mucha gente se marchara. Aunque seguramente fuera bueno, para ellos por poder tocar frente a gente realmente interesada y para nosotros por poder disfrutar más cómodamente. Arrancaron recordando la festiva “The Mob Goes Wild” de Blast Tyrant, disco que fue muy protagonista, ya que caerían “Profits of Doom” y “Cypress Grove”. De su faceta más bluesera habría que destacar la apabullante versión de “Electric Worry” o la reciente “50000 Unstoppable Watts” que sonaron de verdad imparables en directo. Destacó además la entrega de una banda con tantos años en la carretera y que conserva una entrega y humildad que les llevó a tocar más tiempo que los cabezas de cartel. En un día en que Primus y QOTSA apenas llegaban al horario asignado, Clutch hicieron un bis pasándose de su horario y bien elegido además con “Elephant Riders”. La capacidad instrumental de la banda queda fuera de toda duda, desde la garganta y la presencia de Neil Fallon, un frontman que sin ir de nada especial se come a muchos, a la curiosa forma de tocar la batería de Jean-Paul o los más comedidos bajista y guitarrista, este último muy concentrado en lo suyo.
PRIMUS
QUEENS OF THE STONE AGE
CLUTCH
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MIXTAPE
SÁBADO 25 La primera visita obligada del día era New Bomb Turks. De entrada nos parecía una pena que un grupo con tanto a sus espaldas tuviera que tocar de día y tan poco, pero visto que pocos en esta jornada de clausura les llegarían a la suela, quedó en verdadera vergüenza. Pero le dieron la vuelta a la tortilla y acabaron en la carpa a las 6 de la tarde con un calor horrible, haciendo a la gente moverse de lo lindo, agacharse, levantarse, que les pidieran hacer un bis y acabar con el gentío gritando su nombre. Todo ello sin duda gracias a un buen hacer en los terrenos del punkrock garajero en el que puede mucho la guitarra de Jim Weber pero ante todo el carisma estúpido de Eric Davidson. Sobre el escenario es a lo que se dedica, a hacer todo tipo de estupideces como un adolescente en la edad del pavo. Darse con el micrófono en el culo, quitarle la gorra a un cámara y metérsela en los calzoncillos, interferir con el resto de cámaras hasta provocar algún destrozo involuntario, subirse por los andamios, intentar obligar a todo el que le pase por delante a cantar o gritar al micrófono... en fin, todo un concierto de monerías punk-rock para acompañar la energía de canciones como “Point A to Point Blank”, “Born Toulouse-Lautrec” o “Defiled”. FOLK-ROCK DE HOY Y AYER El imperante calor y lo imposible que fue dosificarse con un concierto como el de NBT, a Avett Brothers tocó verlos desde la sombra de la campa lateral, un lujo siempre del Azkena poder ver conciertos desde un césped tan cercano al escenario. Fueron una de las revelaciones del festival y su folk-rock supo ser intenso y emocionante y también rockear como es debido. No es una banda de festival y apuesto a que su próximo paso por alguna sala vasca será memorable. Band of Horses se posicionaron en el Azkena como una banda que puede llegar a ser muy grande. Viniendo del indie tenían papeletas para contar con muchas indiferen-
BAND OF HORSES
THE NEW BOMB TURKS
cias, aunque su último disco se encamine al country-rock. Pues tal vez en una decisión salomónica parece que la banda cargó más las tintas en su disco intermedio, “Cease to Begin” y desde ahí supo canalizar sus diferentes caras, del folk-rock americanista de “Laredo” o “The General Specific”, pasando por el rock alternativo de “Is There a Ghost?”, “NW Apartment” o “Islands on the Coast” hasta la épica cuasi-emo de las mágicas “No One’s Gonna Love You” y “The Funeral”. Para que todo este juego de contrastes sonase como es debido, necesitaron un arsenal de guitarras que no paraban de desfilar. En cuanto a la voz de su cantante, que sudó la camisa a base de bien, incluso realza la magia en directo. Arropado por su banda de barbudos de semblante afable, lograron un resultado vibrante, bello y con una autenticidad indudable. Gregg Allman, desde su piano en una especie de púlpito eclesiástico, fue otro caso de lamentar el sonido. Su folk-rock de aires hippies es tranquilo de por sí, pero si encima le pones un sonido terriblemente flojo y lánguido, se queda en espectáculo para muy pocos, los muy fans y los muy bien posicionados. A veces tuvo algo más de ritmo de lo esperado, pero el sonido nos transmitía lo mismo. Extraña sensación la de tener una figura tan legendaria delante para tan poco. Bright Eyes sorprendieron con un repertorio menos inclinado al folk y al rollo íntimo de cantautor y más al rock en clave de Springsteen o Tom Petty. Pero lo cierto es que la pegada, la gran distorsión (excesiva, según la posición) y esa doble batería que llevaba les hacía sonar más densos y alternativos. Tal vez el estado de Conor, chulesco y aparentemente ebrio influyese en esto, pero junto a ese sonido algo emborronado y una iluminación que les mostraba al contraluz, el concierto creó un clima misterioso y
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algo amenazante tanto a la hora de rockear como “Shell Games” como en las partes más íntimas de “Approximate Sunlight”.
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PESOS PESADOS Brian Setzer fue otro de los que sufrió problemas de sonido bajo y poco definido. Esto fue así en la primera parte de su concierto en la que se enfocó a su repertorio en solitario y nos temíamos una decepción mayúscula. Lo mejor de aquí fue su breve repaso al “‘68 Comeback Special” con la inicial “Ignition” y “8 track”. Cambiaron telón y formación para que saliera Slim Jim Phantom y meterse de lleno con Stray Cats y el concierto entró en una fase muy superior. Así interpretaron esos temas clásicos para mover las caderas como “Stray Cat Strut” o “Rock this Town” que utilizaron para cerrar, pero también pequeñas joyas como “Fishnet Stockings”, que aunque perdió toda la vena punk gano en elegancia. Paul Weller echó el resto en el Azkena y se decidió a cerrar bocas a base de contundencia y muy
BRIAN SETZER’S ROCKABILLY RIOT!
buen sonido, no siempre tónica en el escenario grande. Nos encontramos entre los que sus canciones en solitario nos dejan más bien indiferentes, pero desde luego esta leyenda del mod dejó el pabellón bien alto en el reino de los rockers. Superó con creces la experiencia del BBK aunque tampoco vamos a negar que aquella ocasión la espera para Faith No More distrajo la atención respecto del británico. No podemos quejarnos mucho de la presencia de estos Thin Lizzy 2.0. en el Azkena primero porque fueron el reemplazo elegido por la jugarreta de Danzig, una rápida y acertada decisión. Pero si para empezar, sin Phyl Lynnot tiene poco sentido, tampoco cumplieron como banda de versiones. Dejando de lado la fidelidad requerida, tiraban al heavy más de la cuenta y aunque no se pueda tachar de mal concierto, como cierre de una décima edición de festival se nos quedó pobre. El concierto y la jornada del sábado en general.
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SEXY SADIE
+ Gaggia 01/07/2011, Sevilla Con casi una hora de retraso, subieron unos teloneros no anunciados oficialmente al escenario de la sala Custom. Los locales Gaggia defendieron el pop-rock endurecido de su debut Caballo ante un público algo confundido o indiferente; por lo que a pesar de los esfuerzos de su cantante no lograron sacarle algo de ritmo al personal hasta bien avanzada su actuación. Tras sus buenos cuarenta minutos, por fin aparecieron los mallorquines a una sala que había ido aumentando su aforo hasta la mitad. Sexy Sadie, que volvían cinco años después de su disolución, no se hicieron los remolones, y ya “Someone Like You” cayó la tercera de la noche. La banda comandada por continuamente agradecido Jaime entregó todo un greatest hits en modo live toqueteando toda su discografía: “You Know That’s the Way I Like It”, “Stay Behind Me”, “I Won’t Hurt You” o “Nonsense”... interpretadas con la emoción de un grupo que no las tocaba desde hacía tiempo, y recibidas con ese mismo sentimiento desde el público, a pesar de algunos problemas con el sonido de la voz y una desestimada acústica. Tras los bises, una versión de los Pixies y una muy esperada “In the Water”, que no es tan habitual en directo tanto como el público demanda. Hasta la próxima...
RETRIBUTION GOSPEL CHOIR + Dani Llamas 05/07/2011, Sevilla
Antes de los protagonistas, Dani Llamas salió a presentar su reciente “Minor Epic” con el recogimiento necesario para él y su acústica que suscitaba el tamaño de Malandar. Pudo contar con un aforo aceptable que respaldó su propuesta folk de poso americano. Más tarde, la actuación del trío de Duluth en Sevilla sirvió para salvar la deuda de su cancelación del año pasado en Territorios. Y es que Retribution Gospel Choir son toda una misa a la religión del rock. Podía verse en las expresiones de su líder y en su manera de intercalar riffs más ortodoxos con muestras dosificadas de virtuosismo desgarrado a la guitarra, pero también en el control ascético de Steve sobre el bajo y en las brutalidades bien encajadas de John Pollard. La intensidad de la actuación se dejó notar desde un comienzo, en temas como “Workin’ Hard” o “Your Bird”. “Poor Man’s Daughter” fue alargada hasta llegar a ser casi una jam que anonadó a todo el mundo, dejaron al batería darlo todo en “Something’s Going to Break” y lograron una comunión con el público más veterano al interpretar una “Down by the River” de Neil Young junto a un Dani Llamas requerido para la ocasión. Con conciertos así entendemos el por qué giran tanto dentro de nuestras fronteras.
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TWILIGHT SINGERS
+ Buena Esperanza 05/07/2011). Madrid
La labor de telonero corría a cargo del nuevo grupo del ya conocido Pepo de The Secret Society, un trío llamado Buena Esperanza: slowcore más cargado de sonido noventero y de guitarras robustas. Hay que seguirles de cerca, porque prometen. Luego Greg Dulli apareció tan campechano como siempre, incluso haciéndose fotos en la puerta de la sala apenas unos minutos antes de tocar. Le vimos mucho más delgado y en una forma envidiable, aunque en esta ocasión se vio al de Ohio mucho más calmado e introspectivo que en sus interpretaciones con Mark Lanegan. El repertorio elegido para Madrid fue un tanto extraño, dejándose en el tintero temas que habían permanecido inamovibles en sus setlist recientes. A cambio de esas ausencias notables tuvimos buenas sorpresas, como una muy bien traída “Esta Noche” en los bises o una aparentemente poco recitada y preciosa “Love”. Pero sin alarmas, que los diez minutos en que unieron con certera emotividad “Twilite Kid” y “Teenage Wristband” no nos lo quita nadie. Greg fue poco a poco a más, con algún que otro grito de ánimo al publico y con su habitual genio escénico. El mejor momento fue sin duda el que se produjo con el cantando alejado del micrófono del clásico “Fever” en mitad de “Too Tough To Die”. Nada de esto es nuevo, porque él ha sido siempre uno de esos frontman que llenan un escenario con su sola presencia, pero no tanto ver como se fundía con unos músicos tan buenos e intensos como son Twilight Singers. Igual hicieron con “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd y hasta con “Miles Iz Ded” de sus Afghan Whigs, dos momentos de intensidad especial.
FOO FIGHTERS
+ The Gaslight Anthem 06/07/2011, Madrid
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Previamente a que el concierto de casi tres horas de Foo Fighters aterrizase en Madrid, hubo tiempo de unos Dinero que apenas actuaron media hora y a medio gas, y de unos interesantes The Gaslight Anthem que obtuvieron un sonido sensacional e inusual para ser teloneros. El repertorio elegido por estos fue algo extravagante, ya que dejaron muy de lado el reciente “American Slang” dejando apenas “The Diamond Church Street Choir”, “Bring It On” y “The Queen of Lower Chelsea”. Por contra hubo medio “Señor and the Queen EP” con la que da título en los primeros compases del concierto y con la selección del sensacional “The 59 Sound” que apenas incluyó “Even Cowgirls Get The Blues” a las típicas “The 59 Sound”, “Great Expectations” y “The Backseat”. Lo cercano y fácil hecho virtud. Si no fuese porque en mitad de todo el set de los de Dave Grohl hubo lecciones de rock alternativo como “Learn to Fly” y “Breakout”, todo habría cambiado. Y eso que uno de sus temas más brillantes, “My Hero”, nos había dado un aviso muy serio de que esto no se trataba de un concierto de los Foo Fighters que tanto nos gustan y esto es ya más cuestión de bemoles, de carreras y de mucho hacer teatro para contentar a las masas. El resto del concierto fue una constante de altibajos que debe su existencia a un setlist muy extenso que fomenta la irregularidad en la calidad de sus temas. Ni fue el concierto del siglo ni Foo Fighters han dejado de molar del todo.
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THE GASLIGHT ANTHEM 07/07/2011, Barcelona
SETLIST High Lonesome Stay Lucky Even Cowgirls Get The Blues The Diamond Church Street Choir Old White Lincoln The ‘59 Sound We Came To Dance The Spirit of Jazz Señor and the Queen Wherefore Art Thou, Elvis? Wooderson Blue Jeans & White T-Shirts The Patient Ferris Wheel Film Noir The Queen of Lower Chelsea Bring It On Miles Davis & The Cool American Slang Here’s Looking At You Kid The Backseat
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BIS: Meet Me By The River’s Edge Say I Won’t (Recognize) State of Love and Trust Navesink Blanks Great Expectations
La primera visita de The Gaslight Anthem a sala española venía precedida por su paso por el Palacio de los Deportes de Madrid como teloneros de Foo Fighters. Allí les tocó abrir el show de un Dave Grohl que insistió en que lo suyo era rock sin artificios, para luego dedicarse a corretear, hacer parones y ejercer de “showman”. Al día siguiente The Gaslight Anthem dieron una lección de dos horas de lo que verdaderamente es hacer rock sin alardes. Que tomen nota. Brian Fallon no es un tío peligroso a pesar de los tatuajes, más bien es de esos músicos con los que te apetecería charlar un rato cerveza en mano y no pedirle un autográfo. Él se lo pasa bien encima del escenario, y aunque es claramente el líder del grupo, no deja de ser un liderazgo honesto y de estar por casa. Como muestra de todo esto, el concierto arrancó con la banda entrando a escena con el “Jungleland” de Springsteen, el gran ídolo de la banda, como homenaje póstumo al recientemente fallecido Clarence Clemons. Brian y sus chicos entraron contentos y felices, con ganas de comerse al público que no llenó Apolo pero que sí mostró un fanatismo especial. “High Lonesome” fue un comienzo muy digno de lo que nos iba a esperar, puesto que con la excepción de “Casanova Baby!” cupieron todos y cada uno de los temas de su gran obra maestra “The `59 Sound”. En los primeros compases de concierto, entre temas igual de celebrados como “Stay Lucky” de su último disco o “We Came To Dance” del primero, cayeron ya “Old White Lincoln”, “Even Cowgirls Get The Blues” y la propia “The `59 Sound”. Pero no sólo se propusieron arrancar ese disco al completo, también hicieron lo propio con el EP “Señor and the Queen” que los presentó en su día como un grupo de punk rock distinto a los patrones actuales. Quizás lo mejor de dicha interpretación nos llegó con la preciosa “Blue Jeans & White T-Shirts”. El concierto pronto se había convertido en un mar de sudor a medias creado por la contundencia (y buen sonido) del grupo de Nueva Jersey y por las temperaturas veraniegas de la Ciudad Condal. Para celebrarlo, Brian se decidió saltar el setlist y meter tres temas claves de su repertorio que no estaban en el papel: “Bring It On” primero, la perfecta “Miles Davis and the Cool” y una muy celebrada “American Slang”. La antesala perfecta al cierre de concierto con “The Backseat”, vino del momento íntimo de “Here’s Looking at you Kid”. Para entonces el concierto ya había tomado cariz de ser algo para el recuerdo, dejando de lado que las melodías creadas por Fallon van camino de calar más de lo que nunca habríamos imaginado cuando los descubrimos.
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MIXTAPE
Tras veinte canciones y más de una hora larga de concierto, era el tiempo de un bis alargado y del que quitaron una de sus nuevas canciones a última hora. Comenzó con “Meet Me By The River’s Edge”, seguida de una divertida “Say I Won’t (Recognize)” que pasó desapercibida para los más recientes seguidores. La sorpresa llegaba después a modo de homenaje con el “State of Love and Trust” de Pearl Jam en clave mucho más punkrockera. La multitud de camisetas de Pearl Jam de la sala lo celebraban con un enorme gusto. El blues de la ya añeja “The Navesink Blues” también pasó desapercibido, pero no el cierre con “Great Expectations”. De nuevo, una sensación especial de ver como la gente coreaba las letras, incluso con pogos en las partes más aceleradas. Sin duda, uno de los conciertos del año. Pese a quién pese, The Gaslight Anthem no necesitan inventar nada para encumbrarse con su idea de rock, aunque de momento sea en el mundillo más independiente. Crecen, y aunque no llenasen Apolo en su primera visita a sala, nos prometieron que volverían pronto. Sólo esperamos que de verdad vengan el año que viene, porque no les faltan canciones, actitud y sonido.
2011
BILBAO BBK LIVE 07-09/07/2011, Bilbao
JUEVES 7 Tras abordar su edición más rockera en 2010, este año el BBK venía más orientado al pop con Coldplay como mayor reclamo. Una mezcla a priori demasiado heterogénea que, al menos en cuanto a público triunfó, alcanzando un nuevo record de asistencia. Comenzamos la jornada con Ken Zazpi, fenómeno local de pop azucarado con pretensiones rockeras. Su directo es tan inexpresivo como sus composiciones. Mejor lo hizo Russian Red cuya presencia aniñada y amable volvió a demostrar ese magnetismo relajante de su folk-pop. Aún sin levantar pasiones, agrada, conveniente para un festival a temprana hora. A otro extremo nos íbamos con la veteranía de Greg Dulli y sus Twilight Singers. Su repertorio escapó a lo tradicional y se perdió entre diferentes guiños a clásicos del pop o del soul como los Beatles, Pink Floyd, “Everlasting Love” o incluso recurriendo a fraseados de sus propios Afghan Whigs. Todo ello con temas nuevos como “Last night in town”, “Waves” u “On the Corner”, entre clásicos como “Teenage Wristband” o una muy emocionante “Bonnie Brae”, dando una lección de rock y sudor
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THE TWILIGHT SINGERS
ya fuera a la guitarra o al piano. Una figura infalible, con cualquiera de sus encarnaciones. Beady Eye nos sumieron en una esperada indiferencia. Cuando tienes delante de ti a una banda sin su compositor ni poder tocar las canciones de este, se queda en un calco insípido. Porque ver a Liam con su chulesca pose casi inmutable ante el micrófono no tenía gracia ni en su momento, pero con himnos de sus primeros tiempos la cosa tenía su gracia. De segunda B. Vestida de rojo, una Debbie Harry entrada en edad ofreció un concierto con sus altibajos y lastrado por aquello de tener una carrera de la cual la mayoría de asistentes no estaban muy enterados. No fue un huracán, pero Blondie ofreció un concierto bastante mejor que muchos a los que casi triplica en veteranía. El brillo del pop y la new wave de temas como “Atomic” o “Hanging on the Telephone” se dejó ver y también se atrevieron con el “Fight For You Right” de Beastie Boys para animar el cotarro. La gente respondió aunque, especialmente el público local, esperaba más a su hit de última generación “Maria” que otra cosa. A este sólo pudo hacerle sombra en cuanto a respuesta la mítica “Heart of Glass”, pero ante todo, un regreso digno. Como digno fue también el concierto de Coldplay, que dejó las tareas de conectar con el público a sus temas ya clásicos en vez de echar los discursos que nos temíamos. Desde luego temas tienen para regalar a su público, que dudo se quejase de ninguna. Así no es de extrañar que “Yellow” o “In My Place” cayeran de las primeras, a pocos minutos de abrir con la sintonía de Regreso al Futuro. No podemos sino quedarnos con estos momentos de sus dos primeros discos, como después vendrían “Scientist”, “Shiver” o especialmente la tensión de “Politik”. Si acaso, el concierto nos hizo recordar que hubo un tiempo en que el cuarteto daba muestras de un
COLDPLAY
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MIXTAPE talento hoy muy emborronado. Menos caló la sobada pachanga épica de “Viva La Vida” o esa “Clocks” con la que volvieron para los bises haciendo vibrar las campas de Kobetamendi. Y lo peor fue seguramente, aunque si nos lo tomamos con humor no, es dejarnos con el teclado de “Every Teardrop is a Waterfall”. Hay que reconocer que muy pocas bandas son hoy en día capaces de lanzar un single sin editar el disco y que se haga en pocos días así de famosa. Incluso tomando inspiración de otros, Chris Martin sabe crear himnos de verbena gigantes pero apena lo dicho, un gran pasado eclipsado por la pompa de sus tiempos modernos. Sin embargo “el ritmo de la noche” estaba aún por poner, pero de la mano de Crystal Castles, que no defraudaron con su electrónica freak y de química inspiración. Apenas terminado el espectáculo de Coldplay sonaban los característicos compases de “Untrust Us”, con la que empezó su particular batalla, que se libró sobre todo en las primeras filas. Alice nunca parece tener un buen día con el micrófono pero a nivel escénico suele cumplir y así la tuvimos con su rostro pintado entre la masa febril varias veces. La locura se desató sobre todo cuando sonaron los dos hits de su segundo disco, los beats de techno desnudo que tornan en salvajismo de “Baptism” o la más melódica “Celestica”, señas de identidad ya de la electrónica contemporánea. Un cierre que invitaba desde luego a la conexión con las carpas.
CRYSTAL CASTLES
VIERNES 8 Noisettes empezaban a animar la jornada ante la poca gente que se congregaba a primeras horas. El bajón de público respecto al jueves parecía notable y es que Coldplay tiran demasiado. Volviendo a Noisettes, hicieron al público moverse a ritmo de una mezcla de pop y tintes soul pero que no parecía cuajar del todo pese a la buena actitud de su cantante. A The Mars Volta les tocaba el duro papel de defender su música, cargada de rareza y psicodelia, con luz de día y a temprana hora. Ahí nos apareció la banda capitaneada por Cedric (con pelo corto y alisado) y Omar. Lo que no han cambiado son otras peculiaridades del frontman, como esa infusión que toma cada dos por tres para mantener la voz y los estratosféricos bailes que es capaz de protagonizar, a menudo no sabiendo uno si tropieza o es parte de una coreografía tan caótica como su música en ocasiones. No hubo apenas pega técnica ni de entrega a su concierto, centrado instrumentalmente en un simpático Omar que acostumbra a tocar medio encarado hacia atrás en postura totalmente opuesta a un “guitar hero” de su talla. Su batería también era un foco de atención. La gran pega fue un repertorio ampliamente basado en temas aún por editar
que dejaron a la gente atenta y respetuosa, pero parada en el sitio. Los nuevos temas parecían seguir la línea más concreta y normalizada de su último lanzamiento. Lo decimos sobre todo al verles terminar con una “Goliath” a tempo más lento y sostenido, que en todo caso sonó a gloria después de tanta paciencia. Justo antes sonó el otro tema conocido, nada menos que “Inertiatic ESP” que fue fácilmente el momento del concierto y sin duda el más eléctrico y agitado.
THE MARS VOLTA
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SUEDE
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TV On The Radio utilizaron su tiempo para ofrecer un concierto lo más festivo que pudieron. El sonido no les acompañó y la mezcla borrosa de electricidad, percusión y vientos no les hizo justicia, pero en la actitud se les vio contagiosos. Un repertorio más acorde a sus tiempos modernos que a la excentricidad de un “Cookie Mountain” del que apenas rescataron su megahit “Wolf Like Me” para ir cerrando. Una pena y aún así, entretuvieron. También lo hicieron unos Vetusta Morla que intercalaron bien temas de “Mapas” con los de su primer disco, ya clásicos para su público. Mucha gente congregada en el escenario en el que ya triunfaron hace un par de años. Esta vez la sorpresa era menor, pero se ratificaron como uno de los reclamos más esperados del día para mucha gente. Sólo se puede reconocer que son una muy buena banda con suerte. Eso sí, los temas de su nuevo disco en directo siguen sin llegar a demasiado con la previsible excepción de “El Hombre del Saco”, donde sacan partido a sus percusiones y su lado más rockero. Kasabian resultaron otros de los triunfadores del festival y eso que su sonido no resultó nada acertado. La banda acumula ya mucho single curtido en las listas del indie más masivo y están acostumbrados a ofrecer conciertos como cabezas de cartel. Visto todo ello, es normal que sin esforzarse demasiado eclipsaran con sus luces estroboscópicas y un conjunto de temas sobre los cuales destaca “Fire”, aunque hay que decir que tiraron de versión de Dick Dale consiguiendo uno de esos momentos que levantan conciertos. Pero sin duda lecciones dieron Suede a todo britpopero, ya tocara antes o después que los de Brett Anderson.
Entrega, grandes canciones, voz en su punto, desenfreno y afección glam. Tienen tantos hits que no dudaron en cascarse unas “Thrash” o “Animal Nitrate” al poco de empezar, a bocajarro. Quién pudiera creerse que estaban en el festival por un revés del destino (la cancelación de Amy Winehouse). Aunque ahora quede feo, el azar sonrió en ese momento a cualquier melómano que anduviera por Kobetas. Haciendo bailar con “Can’t Get Enough”, enterneciendo con “Everything Will Flow” o despidiéndose de la mano de la coreada “Beautiful Ones” y “Saturday Night”, dejaron el escenario con un tema de bajón, demostrando que en el britpop hubo un momento que no todo era fiesta, cerveza y tocar en Benicassim. Aún con todo, el abundante espacio libre en torno al escenario grande demostraba que Kaiser Chiefs eran mayor reclamo. ¿Qué tal lo hicieron Kaiser Chiefs? Pues como hace dos años pero peor. Eso no libra el saldo del buen concierto, pero cuanto más se alejan de su efervescente primer disco, más sosos resultan. Su incombustible cantante estuvo esta vez más encargado de poner caras a la cámara que de corretear por el recinto como aquella otra vez. En definitiva, “Everyday I Love You Less and Less”, “Modern way” o “I Predict a Riot” se erigieron como pilares de un recital a lo largo del cual estuvieron bien distribuidas. También “Ruby”, convertida en gran himno de estadio, pese a su escasa sustancia. Notamos y mucho la ausencia de “Na na na na na”... encarnación a la enésima potencia del estilo divertido que un día portaron y que no parece que vayan a recuperar. Nos quedamos pues con el fin de fiesta a cargo de los neoyorkinos !!!. Su frontman Nic Offer estaba desde el primer momento listo con sus shorts ochenteros y su camiseta de rayas para darlo todo espasmódicamente a los ritmos de funk y disco que la formación evoca constantemente. Una música de baile diferente a la electrónica tan acostumbrada a cerrar festivales, pero más vibrante y sudorosa. Eso sí, todo ello hubiera quedado en poco seguramente sin la actitud del citado cantante y bailarín, animando al público, metiéndose a bailar entre él o restregándose lascivamente con las primeras filas. Curioso que él comentara lo loquísimo que estaba el público por estas latitudes. Finalizó un concierto con una chaqueta de luces aumentando aún si cabe la divertida parodia disco en que se convirtió su festivo concierto. !!!
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MIXTAPE
SÁBADO 9 Tercera y última jornada que arrancamos a tiempo de ver a los británicos Japanese Voyeurs, revivalistas noventeros sin pudor y aunque con buenas intenciones, faltos de tablas. Cuentan con chica al frente lo que sin duda les da presencia y acerca su patrón grunge-metalero a los lares del fenómeno riot grrl, pero de voz no va sobrada. Canciones que suenan muy bien en estudio “Milk Teeth” o “Cry Baby” no lo hicieron tan bien aunque ganan cuando se acercan al tipo de riffs melódicos al estilo Nirvana. Tal vez por contar con teclista también quisieron demostrar su devoción por Nine Inch Nails interpretando “Closer”, apropiado tema para poner en boca de su provocativa lolita. Seasick Steve en cambio ofreció con la facilidad de cualquier bluesman curtido, uno de los conciertos del festival. Este barbudo con pintas de homeless no defraudó a la hora de ir sacando una a una extrañas guitarras caseras cuya historia nos iba contando, como si fuera un recorrido por su vida amorosa. Acompañado tan sólo de un batería, salvaje y cacharrero con su instrumento, dio grandes lecciones de blues-rock en un concierto en que nadie echó en falta más banda. Carismático y chistoso, se hizo con el público una y otra vez e incluso sacó a una chica con el objeto de dedicarle un tema y hacer algo de comedia. Aunque para comedia la de Tim Harrington de Les Savy Fav. Conocida es su leyenda de frontman incombustible ocupado más en montar el show que en cantar, lo que sucede es que esto a pleno día y en un festival en el que muy pocos estaban familiarizados con su música, impacta más. Empezando con el asalto post-hardcore de
LES SAVY FAV
SEASICK STEVE
“The Equestrian”, confeccionaron un setlist repleto de grandes temas entre los que tuvo mucha cabida su último disco con temas como “Appetites”, “Lips N Stuff” o por supuesto el clásico instantáneo “Let’s Get Out of Here” con el cual cerraron. Es una pena que gran parte de esa magia de su música se pierda debido a la imposibilidad de Tim de hacer ambas cosas a la vez. Como digo, la gente ni conocía mucho su música ni le importó el ruido o melodía que sonaba mientras el circo continuaba. Pelucas, disfraces, escobas, pinturas, patos de goma, gafas de sol y bebidas del público, fueron todas puestas a disposición de este torbellino que estuvo más tiempo abajo que encima del escenario. Gente de seguridad desbordada, personas que se tomaban mejor o peor que les tocase participar en el espectáculo, en fin, un no parar de peripecias que desataban risas y jolgorio del público. Todo festival necesita una banda así de vez en cuando.
2011
Los murcianos M-Clan harían acto de presencia después. Tras su periodo extrañamente mainstream para lo que debería ser una banda de rock, parece que los de Carlos Tarque han recuperado algo de credibilidad y lo que pudimos escuchar estuvo entretenido e incluso invocaron a The Who para levantar al público. Pero para muchos fue el momento de hacer las diferentes gestiones o descansos que un festival requiere. OBSCENIDAD Y EXCELENCIA Mal hecho, porque hubiera habido todo el tiempo del mundo durante el esperpéntico concierto de Thirty Seconds to Mars. Tras verles aún tenían más gracia las bromas de Tim Harrington a su costa, demasiado inofensivas, eso sí. Porque Jared Leto no canta, no toca y desde luego que no es buen frontman, por mucho que haya engañado a las confundidas generaciones del mal llamado emo de estos días. Si juntas un directo decepcionante en lo musical con pretensión estética y filosofía de todo a cien, tendrás a Jared Leto y su banda jugando a ser U2 en el Rock Band mientras las pantallas proyectan mensajes mesiánicos a las tribus adolescentes a base de citas de Platón y Einstein o ellos hacen lo mismo un guiño a Pantera que a Lady Gaga. Obscenidad que no pudimos sino tomarnos a risa. Esperemos que a los fans que subieron al escenario mientras los de seguridad impedían que se acercasen a la estrella, se les quite la tontería en poco tiempo, porque la cosa es de escalofrío. Jack Johnson por su parte no sorprendió a los que pensábamos que su música no estaba hecha para esas horas. Mala sensación, por tener que lidiar con un concierto basado en la acústica a esas horas de la noche y con tanta gente acumulada en Kobetamendi. Puede que Johnson sea un apadrinado de Ben Harper, pero no es capaz de lo mismo, así que patinazo de hora, sobre todo cuando hay poco que criticarle musicalmente y su tono
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THE BLACK CROWES / THE CHEMICAL BROTHERS
relajante hubiera rendido mucho mejor de tarde. Y si muchos dudaron en primer lugar de la presencia de un grupo de rock tan auténtico como The Black Crowes en el multidisciplinar festival bilbaino, los Robinson les dieron con todo el poder del rock sureño en la boca. La banda, sin ningún tipo de artificio de cabezas de cartel llenaron el recinto del mejor blues-rock con la maestría de una banda que ya está alcanzando la gloria de sus referentes. Es cierto que su setlist no fue muy ortodoxo, aunque cayeran “Soul Singing”, “No Speak No Slave” o “Remedy”, pero viendo el resultado está claro que la banda sacrificó canciones para lograr un continuo de rock n roll en estado puro, con altibajos bien equilibrados, improvisaciones, guiños a clásicos como Otis Redding y en definitiva, mostrarse como una de las bandas mejor engrasadas que se hayan visto en los últimos tiempos. Mirado por el lado bueno, no hizo falta ser conocedor de su discografía al dedillo para disfrutarlo. Tampoco de The Chemical Brothers, que tocaron en el mismo escenario tras una amplia espera, ya que el montaje de Rowland y Simons no era cualquier cosa. El concierto en cuestión musical no fue sino fruto de muchos años de carrera en un estilo que ellos mismos han redefinido. Una constante sucesión de hits, con guiños a muchos otros, donde entraron desde “Exit Planet Dust” a “Further”, lógicamente cargando en este último, pero sin olvidar clásicos como “Hey Boy, Hey Girl”, “Out of Control” o por supuesto, “Block Rockin’ Beats”, sin olvidar ecos a hits de diferentes épocas, de “Leave Home” a “Believe” pasando por “Setting Sun”. En definitiva todo un cóctel de lo que en su día era breakbeat y big beat, hoy sonidos míticos tanto del universo del rock como de la música de baile. Todo ello acompañado por pantallas y proyecciones coloristas, a veces de tono retro-electrónico, pero dentro de un gran espectáculo de seudo-3D. Un gran cierre para la presente edición.
FOTOS BBKLIVE: Last Tour International
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MIXTAPE
15 y 16/07/2011 Getafe
SONISPHERE
Con las mejoras anunciadas en el recinto, arrancaba la 3ª edición española de Sonisphere, la segunda en la madrileña ciudad de Getafe. En esta ocasión la organización había intentado paliar los problemas del año anterior añadiendo césped artificial a la parte delantera del escenario y más zonas de sombras. El resultado al final fue similar en cuanto a un calor abrasador para el que prefería quedarse frente al escenario a resguardarse en las carpas. El suelo del recinto es el problema y tal vez la solución pase por un asfaltado, si se quiere mejorar en comodidad. En cuanto a la disposición de bandas y escenarios, la gran pérdida fue ese segundo escenario que tan necesario resulta para mantener el ritmo y unos horarios compactos. El viernes, debido a un número de bandas menor no causó molestia, pero el sábado hubo esperas aburridas entre actuaciones y horarios demasiado tempraneros para el calor y bandas de la talla de Mastodon o Dream Theater. Es impropio de un festival así de grande el tener sólo siete actuaciones en casi doce horas desde la apertura de puertas.
VALIENT THORR
VIERNES 15 CON LA MELENA AL SOL Comenzamos la jornada con la banda de thrash metal del momento, Angelus Apatrida, que de no ser por lo que se le escucha entre canción y canción nadie diría que estamos ante una banda de Albacete. Son una de esas excepciones del metal nacional, muchas veces tan hortera, a medio camino entre la contundencia y la elegancia de un género, el thrash metal, que rejuvenece gracias a bandas como ellos. Valient Thorr después suplieron un sonido algo nublado con una actitud portentosa por parte de su barbudo líder. Los habituales chalecos y su típica pose macarra conquistaron con facilidad a un público con ganas de pasarlo bien en esta jornada inaugural sin grandes reclamos. Estuvieron mucho mejor cuando tiraron de puro rock and roll que cuando se desviaron a corrientes más metálicas, aunque sus virtudes quedaron en cualquier caso demostradas. Los franceses Gojira sorprendentemente se disculparon por no visitarnos más a menudo, aunque lo hagan casi to-
2011
SLASH
dos los años. Son una de las bandas de metal progresivo más en forma, pero la actuación de Sonisphere Spain nos dejó un concierto algo descafeinado y parado al que no se le puede achacar ni una pega en la ejecución. Igualmente Sôber volvieron a demostrar que aunque son unos músicos muy buenos su actuación no encaja bien en pleno 2011. Inevitablemente nos quedamos con sus piezas clave, aunque apenas sonase “Loco” de “Morfología” y nada de su mejor obra, “Synthesis”. Por si fuera poco, los guiños a “Paradysso” tampoco fueron una elección demasiado arriesgada (“Diez Años” y “Arrepentido” son sin duda los temas más blandos), así que el repertorio del resto del concierto quedó oscurecido. Alegra ver que han vuelto en forma, pero su giro cada vez más fuerte al metal melódico resulta aburrido.
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ENTRE LA VERBENA Y EL HARD ROCK Pese a su fama y trayectoria, Arch Enemy aburrieron con su metal en el que lo más sorprendente para los no fans sigue siendo la garganta de su vocalista femenina. Slash fue el plato fuerte de la primera jornada, porque aunque no hay nada reseñable en su trayectoria desde la disolución de Velvet Revolver, aún derrocha carisma. Ayudado por Miles Kennedy de Alter Bridge, inició una actuación que prometía mucha diversión. La banda sonaba con la suficiente pegada como para regalarnos unas buenas versiones de “Rocket Queen” o “Night Train”. Igualmente la voz de Miles (ayudado por un efecto a
THE DARKNESS
tiempo) recuperaba de manera muy fiel el hit de Velvet Revolver “Sucker Train Blues”. De aquí en adelante comenzó una caída libre, debido sobre todo a una monotonía musical y a una poca comunicación con el público. Es tan fácil mantener el interés con temas como “Sweet Child O’Mine”, “Paradise City” o “Slither”, como caer en una interpretación fría de las mismas. El fan de Guns ‘N’ Roses saldría contento, pero el resto quizás quedó con la sensación de haber estado viendo a una orquesta tocando versiones. SOBRIEDAD HORTERA El cierre correría a cargo de The Darkness, que si bien comenzaron su carrera como la esperanza del hard-rock de origen glam, los años de barbecho en clínicas de rehabilitación nos hacían presagiar lo peor. Su paso por Getafe nos demostró precisamente lo contrario, coronándose a pesar de su horario exageradamente nocturno como los triunfadores de la noche con un concierto divertido y de sonido limpio de The Darkness nos sirvió al resto para despertar del letargo. No sabemos si volverán a rendir en disco, pero su repertorio nos brindó una banda sobria y entregada que tuvo sus grandes momentos en “Get Your Hands Off My Woman”, “One Way Ticket”, “Friday Night” y, por supuesto, en “I Believe In A Thing Called Love”. Esperemos que retomen esa prometedora carrera cuanto antes y que los hermanos Hawkins mantengan la forma física y mental.
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MIXTAPE
SÁBADO 16 El público heavy es digno de aplauso siempre, y mucho más el sector más pureta que es capaz de estar a las cuatro y media de la tarde de un día de julio viendo un concierto de una banda tan poco común como Mastodon. Porque antes que ellos estaban Hammerfall para ese sector, pero la amplia mayoría de las caras de desaprobación del concierto de Mastodon resistían estoicamente delante del concierto. ¿En el heavy metal hay poses y listillos? Menos que en cualquier otro sector musical sin duda.
APOCALYPTICA
manera de entender el metal. El sector clásico que permanecía en primera fila para coger sitio para Iron Maiden apenas quedó conquistado por temas más directos como “Iron Tusk” o el cierre con “Blood and Thunder”, pero no entendió nada de la influencia Melvins de “Bladecatcher” o de esa batería desbordante de “Aqua Dementia”. El resto vimos una entrega inusitada por parte de estas cuatro bestias que no llegaron a tocar ningún tema nuevo. Les queremos en sala, esto de verlos de teloneros y en festivales nos está cansando ya. La mayor parte del público se contentó enseguida cuando salieron a escena Apocalyptica. Es curioso que todos coincidan en que los mejores momentos de su actuación son las versiones de Metallica, puesto que cualquiera habría apostado que nos íbamos a cansar de escuchar esas “From Whom The Bell Tolls”, “Nothing Else Matters” o “Seek and Destroy”, pero al final el problema de sus conciertos llega cuando atacan su material propio, especialmente lineal cuando no se trata de instrumentales.
MASTODON
HEAVY VS SLUDGE A esas horas y ante un sol de justicia es muy difícil hacer las delicias de nadie. Pues bien, a Mastodon les vimos más entregados que nunca y con un repertorio muy bien elegido, así que consiguieron volver a arrollar con su portentosa
SIN PORTNOY PERO CON EDDIE La dureza de una jornada iniciada tan temprano empezaba a hacer mella, sobre todo por el viento que empezaba a correr generando mucho polvo en el ambiente. El sol se estaba yendo y Dream Theater hacían acto de aparición sin su clásico batería Mike Portnoy. Su sustituto Mike Mangini encaja bien con la banda de Petrucci, pero no podemos evitar compararlo. El concierto de Dream Theater aún así hizo aguas por otros lados: la voz de James no tuvo su mejor día, la luz so-
2011
lar es un ambiente inapropiado para el rock progresivo de la banda, el repertorio apenas pudo dar pinceladas a cada disco y para colmo dejaron de lado el “Falling Into Infinity”. El resultado es impropio de una banda de su talla. Tras una hora de espera que nos hizo volver a acordarnos con fuerza de ese segundo escenario, aparece la banda por la que el 95% de los asistentes había pagado; Iron Maiden. Es una pena, pero es cierto que si esto ha sido el Sonisphere más poblado de su historia ha sido única y exclusívamente por ellos, gracias a sus hordas de devotos. El concierto tuvo todo lo que uno se puede esperar de ellos entre los espectáculos y los guitarrazos de puro metal clásico, pero si hay algo que uno se sorprende de ver es cómo estos hombres de avanzada edad pueden disfrutar tanto con esto. Es increíble ver como Bruce Dickinson se mueve por todo el escenario manteniendo la voz en su sitio o cómo la clásica dupla formada por Steve Harris y Dave Murray es capaz de tocar cada nota como si fuera la última. Se hizo más costoso al principio con los temas nuevos y la luz, pero en cuanto aparecen “The Trooper”, “Fear of The Dark”, “Iron Maiden” o “Number of the Beast” interpretadas con esa fuerza, hay pocas pegas que poner. Aún con eso el show huele un poco a cerrado, pero al fin y al cabo eso es lo que la gente quiere. Si funciona, ¿Para qué cambiar?
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ARREBATADORES TWISTED SISTER Para ese momento algunos habíamos decidido que la esperada actuación de Twisted Sister iba a ser la última de la edición; las incomodidades de recinto y horarios nos hacían tocar techo. Así que sabiendo sacrificados a Uriah Heep y Lacuna Coil, nos despedimos por lo alto por la banda que tuvo que sufrir salir después de Iron Maiden: Twisted Sister. Salieron tarde, pero les sobró la mitad del show para meterse a la gente en el bolsillo. Si hablábamos antes de las ganas brutales de Iron Maiden encima del escenario, a los de Dee Snider directamente les pagamos la residencia para cuando les haga falta. Si bien el propio Snider desaparecía una y otra vez detrás de los amplis para volver corriendo (no sabemos si hay controles anti-doping después de los conciertos), su voz sonaba tal cual la recordábamos de sus discos de plenos años 70. Cristalino. En forma estuvo también el verdadero alma de la banda Jay Jay, que junto a The Animal Mendoza y Fingers Ojeda nos regalaron un concierto divertido, con buen sonido y con mucho más rock que glam. “Where Not Gonna Take It” fue el momento hit (que una vez más fue coreado por petición de Dee como “Huevos con aceite”), pero “I Wanna Rock”, “The Price” o “You Can’t Stop Rock and Roll” estuvieron sensacionales.
TWISTED SISTER
FOTOS SONISPHERE: Last Tour International
El éxito monumental de Sonisphere 2011 con un cartel muy inferior a sus pasadas ediciones no hace más que recordarnos que aquí hay mucho público con ganas de conciertos. Sólo queda seguir mejorando las infraestructuras del recinto de Getafe, cosa que la organización intentó sin llegar a conseguirlo del todo. Aparte de eso, esperemos que la parada española del festival europeo siga en el calendario para 2012.
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MIXTAPE
juliO
tweeticeira
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Fujiya & Miyagi (02/07/2011, Sevilla)
Música más audiovisuales en perfecta comunión, donde lo que menos importaba eran los músicos sobre el escenario. Darkstar (08/07/2011, Sevilla)
Aburrida noche de electrónica experimental en el CICUS. Menos mal que era gratis y corto. Deaf Center (9/07/2011, Sevilla)
Intragable noche de música ambiental con algo de drone. Dividida en dos actos, no llegamos al segundo. Yacht + edredón (14/07/2011, Móstoles)
Enseguida con la gente en el bolsillo, con una fuerte presencia escénica de Jona y Claire. Edredón lastrados por el desinterés general. Hidrogenesse (21/07/2011, Sevilla)
Glam y verbena, espantajería y dadaísmo, diversión y desconcierto. Para tomárselos como una gran y necesaria broma seria. The School + Motel 3 (30/07/2011, Sevilla)
Rock rocoso precediendo al preciosismo pop 60s naif y almibarado. Imposible no mover los pies y las caderas en el verano Nocturama.
DËNVER
28/07/2011, Sevilla La sala Obbio abrió sus puertas en pleno Verano para acoger una nueva actuación de los chilenos Dënver en Sevilla. Los habituales del circuito local, Lentejas los Viernes, ofrecieron un correcto concierto de noise rock ortodoxo que interesó al puñado de asistentes cuyo número fue aumentando a cuentagotas. Más tarde, apareció la pareja protagonista con banda completa, por lo que Milton no tuvo que suplir ningún efecto con portátil. Él se mostró algo huraño, mascullando palabras entre canciones bastante ininteligibles; mientras que Mariana se mostró más amable y sonriente pero con una pose de ‘diva star’ más relajada que en su anterior visita.. Comenzaron con “Mi primer oro”, con la que quedó claro que su sonido en directo queda reforzado con la incorporación de una base rítmica. Pero luego decidieron concatenar un buen puñado medios tiempos de seguidos como “Diane Keaton” o “Los Bikers” que intercalados temas más movidos hubieran conseguido crear una primera parte de set más dinámica. Para el último tramo ya aparecieron “Olas gigantes”, “Litoral central” o “Los Adolescentes”, que elevaron la intensidad, que no la calidad, del concierto y por fin nos permitieron a todos movernos ante algunas de las mejores piezas de electro pop en castellano de la actualidad.
AGOSTO
2011
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO
04/08/2011, Sevilla
Tercera visita de Triángulo de Amor Bizarro por estos lares en seis meses, aunque no nos sorprendió dada la expectación que provocan debido al nivel de excelencia que han alcanzado. A pesar de lo relajado del ambiente, no hubo contemplación alguna, fieles a su principio de cuanto más alto y más fuerte mejor. No faltó ninguno de sus temas más representativos; aquellos que han ido conformando una especie de pequeña mitología indie, y primaron los momentos de distorsión desfogada sobre cualquier acercamiento melódico, que intercalaron en momentos puntuales y necesarios, casi siempre en voz de Isa. Tocaron dos temas nuevos ‘que aún se estaban haciendo’ que entroncaron con la parte más punk y acelerada de su sonido, callando así bocas de quienes esperaban un acercamiento al pop en su futuro trabajo. Centrada la parte comunicativa con el público en Isa, Rodrigo estuvo pendiente de su instrumento y en continuos cambios en los pedales, el batería hizo el animal en su cómodo segundo plano y el nuevo miembro no pudo evitar contorsionarse al pie del teclado. Mostraron una faz sobria y amable; preocupados quizá por la recepción de los nuevos temas a pesar de su natural ironía, pero aún así, no hubo duda de que continúan siendo uno de los mejores.
FIERA 18/08/2011, Sevilla
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El carácter altamente experimental de Fiera contrastaba fuertemente con el pop y el rock predominante en el cartel de Nocturama. Su primitivismo industrial quedó patente nada más llegar al ver toda cacharrería expuesta sobre el escenario: chapas, tubos, sartenes... Pero al comienzo sólo subió Pablo Peña para interpretar con aparatito y guitarra a la vez “Euro”. Tal minimalismo desapareció cuando entró ya el resto de la formación. Con el bajista y cantante fijo en el frente, los demás miembros se ocuparon de sacarle sonido a todos esos improbables instrumentos. Déjese llevar sonó íntegro. Dejaron poco lugar a los aplausos y al respiro, ya que fueron concatenando temas como “Objeto punzante”, “Pisapapeles” o “Drogas” sin dejar que parase la percusión, consiguiendo exudar a la perfección su particular sentido de la alienación La escasa melodía se limitó a “Agerul” y a “Bombas”, cuya enferma atmósfera provino de la rotación de piezas de plástico frente al micrófono. Para el bis, el artista proyectó una instalación audiovisual sobre los altercados de Londres acompañado de chirriantes sonidos industriales y electrónicos en directo.
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MIXTAPE
BUTTHOLE SURFERS 28/08/2011, Las Vegas (EEUU)
Es difícil imaginar un show de Las Vegas más bizarro que el explicado aquí. Abrieron 400 Blows, cruce entre punk, noise e industrial con un cantante con una pose muy estudiada a medio camino entre Henry Rollins y Jello Biafra pero con un atuendo de motero noventero. Destacó la técnica de un baterista sensacional que resulta ser el nuevo miembro del intento de reunión de Circle Jerks. No queda ahí la cosa, puesto que su guitarrista es ya miembro oficial de Big Business, para ya cerrar el círculo de grandes colaboraciones. Butthole Surfers estaban en ese momento muy poco preocupados de la poca entrada y mucho más de las mesas del casino minutos antes de la apertura de puertas. Desde luego que el concierto no fue un show al uso de la ciudad de Las Vegas pues el ruidismo insano, oscuro y psicodelicamente experimental que estas bestias mostraron en escena fue muy crudo y difícil de digerir. Allí no hubo más que un amago de “Pepper” parapetado entre “Lady Sniff”, un considerable hit en EEUU, y aunque sí hubo otros de sus temas más conocidos los escondieron en un amasijo de reverb, ruidos varios y un tempo mucho más acelerado. Aunque es difícil recordar y reconocer el repertorio podemos hablar de un inicio con “100 Million People Were Dead”, “Fast”, “Goofy’s Concern”, “Some Dispute Over T-Shirt Sales”... Aún así los dos mejores momentos pasaron claramente por el recuerdo a “Rembrandt Pussyhorse” y por un extrañamente punk “Who Was In My Room Last Night?” en los bises. Una experiencia única y que solo puede ser obra de unas mentes privilegiadas que por suerte siguen en esto.
2011
agostO
tweeticeira
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Klaus & Kinski Sevilla (10/8/2011)
Algo aburridos en las baladas más folk, pero eficientes al afrontar su repertorio electro-pop. Por esta última vertiente se les recordó. Christina Rosenvinge Sevilla (17/08/2011)
Dudo que pocos de la multitud que asistió al concierto de Rosenvinge en Nocturama puedan seguir criticándola por su pasado. Emoción y sentimiento a flor de piel en un concierto precioso. The Riff Truckers + Ornamento y Delito Bilbao (20/08/2011)
Pasamos de la fiesta redneck de los de Gernika al after-punk inquietante de los emigrados a Madrid. Dupla curiosa, pero cumplidora. Chivo + All Connected Bilbao (21/08/2011)
A los noventeros All Connected les sobró languidez y lentitud. Chivo desplegaron con tino su stoner de guiños a Kyuss y sus satélites. Quaoar Bilbao (22/08/2011)
Postgrunge y prog-rock metálico que no innova pero una banda con un dominio del directo que no deja de resultar impresionante. Haggish + Red Garage Bilbao (24/08/2011)
Simpáticos y power-poperos Red Garage divirtieron sin aspavientos. El punk cafre de Haggish fue de lo más salvaje en pasar por el recinto. Gringo + Sweet Oblivion Bilbao (26/08/2011)
Elegante indie-folk de voces mixtas el de Sweet Oblivion. Gringo atronaron con indie-rock de belleza post-rock y depresión folkie. The Yellow Big Machine Bilbao (27/08/2011)
Les falta una pizca de melodía pero se dedicaron a ruidear al personal con su indie-rock estridente sin lugar para la
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indiferencia.
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SEPTIEMBRE
MIXTAPE
FYF FEST 03/09/2011, Los Ángeles
El angelino FYF Fest está lejos de esos festivales europeos a los que estamos habituados. El evento no nace de una gran promotora o patrocinador, sino de la mente de un chaval de 18 años que en 2004 se lanzaba a contribuir con la escena de Los Ángeles mediante un festival que reflejaba su diversidad de gustos, lo que explica la agradable mezcla del cartel. Lo explica eso y tener a Keith Morris ayudando con la elección de los grupos. La principal pega que hay que ponerle a este festival, de tamaño considerable pero ambiente amigable, es la cantidad de polvo que tragamos. La otra pega fue la corta duración de todos los conciertos ya que sólo Descendents pasó de la hora de duración. EATIN’ DUST Nuestro primer concierto completo fue el de Off! Tres y media de la tarde, sol en lo alto, polvo en el suelo y punk en los oídos: perfecto. Tras cada sucesión de pildorazos punkhardcore de los de toda la vida, reinterpretados de una manera enérgica y fidedigna, Keith se marcaba un speech para así compensar esas canciones suyas de máximo un minuto. Él comandaba la escena, mientras la pegada de Mario Rubalcaba anonadaba por su precisión y contundencia. Un gran concierto y eso que las guitarras de Dimitri y el bajo de Steve no estuvieron todo lo alto que hubiésemos querido. Evidentemente hubo tiempo de repasar esos cuatro primeros EPs con destacada presencia de “Killing Away”, “Darkness” o “Panic Attack”, entre un par de temas de su 7”. También hubo tiempo para acordarse de Jeffrey Lee Pierce, de The Gun Club, con el tema de idéntico título, de bromear con el público sobre si alguien quería su autógrafo y de avisarnos que aún estamos a tiempo de no ser parte de la letra de “Fuck People”. Probablemente los mejores de todo el día. Después en el escenario colindante, el dúo Japandroids nos presentaba alguno de sus nuevos temas, que parecen seguir su línea, tal vez con un poco menos de distorsión y más melodía. Nos tenemos que quedar con su conocido repertorio, con temas tan increíblemente redondos como “Wet Hair” y “The Boys Are Leaving Town”. Con prisas llegamos a ver el final del concierto de los Elephant 6 de The Olivia Tremor Control que apenas pudimos disfrutar en su dosis más psicodélica y parecieron cumplir. CON EL SOL ALUMBRANDO EL DOWNTOWN El recinto quedó iluminado con un sol que nos golpeaba en la cara como hicieron las canciones sucias de No Age. Ciertamente su concierto, a pesar de jugar en casa, fue de lo menos brillante de todo el festival. Se les vio desganados una vez más y con un repertorio aburrido. El nítido sonido general se esfumó y apareció la bola de sonido, entre la que supongo que habría que destacar “Fever Dreaming” y “Teen Creeps”.
Por contra, el concierto de Broken Social Scene fue la gran sorpresa del festival. No es que sea raro un gran concierto suyo, pero lo esperaba con tanto gancho. Ayudó el caer la noche, que el escenario grande estaba lleno y sobre todo que todos sus miembros se mostraron con unas ganas desaforadas. Kevin Drew y Brendan Canning no sólo supieron repasar bien su cancionero en un set tan corto (“Late Nineties Bedroom Rock For The Missionaries”, “Shampoo Suicide” o “It’s All Gonna Break”, por ejemplo), sino que además nos regalaron una sorprendente versión del “The World at Large” de Modest Mouse, que aunque perdió el alma desgarradora fue de lo más bello. Lo que pudimos ver de Girls entre uno y otro concierto, sabiendo de la oportunidad de verles en el Primavera Club, valió la pena y notamos como la mayor psicodelia en estudio se traduce en más espiritualidad en directo, con tres coristas. GUIADOS POR LA NOCHE De vuelta en el grande para ver al enérgico Robert Pollard y sus Guided By Voices. Conocidos por conciertos extensos, los padres del lo-fi más melódico se aplicaron para ofrecer el mayor número de canciones en apenas 55 minutos. Hubo tiempo de “Game of Pricks”, “Watch Me Jumpstart”, “Tractor Rape Chain”, “I Am A Scientist”, “Exit Flagger” y “Motor
OFF!
2011 Away” en un concierto que sonó como los ángeles de principio a fin, contando con un brutal derroche de carisma por parte de Pollard. Cada momento que su voz tenía contacto con el micrófono se producía una magia especial, aunque no menos sensacionales estuvieron las guitarras de Tobin Sprout y Mitch Mitchell. Después de ellos en el grande aparecieron Milo y The Descendents ante el jolgorio de todos sus seguidores. La banda de Hermosa Beach jugaba en casa y se ha ganado con los años un cariño entre todos sus vecinos comparable al que aquí podemos ver con grupos mainstream. No hubo tiempo de ver su concierto completo, apenas su inicio, pero se les vio bastante más en forma de lo esperado. Un gustazo ver como sonaba en los primeros compases “Hope”. Dan Deacon era la razón por la que abandonar Descendents y aunque pensaba estar sólo viendo como la liaba, el escenario estaba a rebosar. Bueno, más que el escenario la explanada de delante puesto que una vez más Dan se propuso que no viéramos mucho de su set tocando en pleno suelo entre la gente. Festivo como pocos y bastante alocado show. Es raro en un festival ver propuestas así cuando ni siquiera has llegado a la medianoche, pero estuvo tan gracioso como siempre. DOS FINES DE FIESTA DISTINTOS El fin de fiesta dejaba sobre todo dos nombres y dos formas distintas de entender la música. Los que comenzaron antes fueron Explosions In The Sky. Los de Texas ofrecieron una vez más un set que alternaba temas nuevos y temas de siempre, comenzando con el mismo tema con el que arrasaron en
Primavera Sound 2011: “The Only Moment We Were Alone”. Cuando una banda es capaz de ejecutar tan bien temas tan complejos y emotivos como estos, sólo queda quitarse el sombrero. Una pena abandonarles tras un magnífico “Catastrophe and The Cure”, pero el otro plan parecía más exclusivo. En el grande, Death From Above 1979 fueron los únicos que tuvieron problemas de sonido aunque era en los monitores y no en los altavoces para el público. Así a ciegas, comenzaron con dudas y cierto desfase sonoro. “Dead Womb” sonó en esos primeros compases, como “Going Steady”, justo según su concierto iba ganando en pegada y en fuerza. Su regreso ha sido muy celebrado y quizás algo injustificado con un repertorio corto y unas virtudes limitadas, pero la verdad es que su directo se muestra ahora mismo muy divertido y bien ejecutado. Veremos sus siguientes pasos.
THE OLIVIA TREMOR CONTROL
PARAMOUNT STYLES 28/09/2011, Vitoria-Gasteiz
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De las cenizas de los influyentes Girls Against Boys, nacen Paramount Styles, con Scott McCloud y Alexis Fleisig en esta nueva aventura mucho más relajada. Los rastros de posthardcore se difuminan pese a que quede algún lógico poso y la banda capitaneada por McCloud se entrega a un rock alternativo con mucha clase y etiqueta de cantautor, melodías notables y el apoyo en dos pilares personales; su rasgada voz y el comedido cello que da color a las canciones, sin ser excesivamente protagonista ni barroco. Más bien al contrario, demostraron en Vitoria que la simpleza, cercanía y honestidad son sus armas ganadoras. Las canciones, en disco agradables, se revelaron como un animal diferente, más contundentes y vibrantes, alcanzando crescendos que las llevaban a intensidades superiores. Resulta hasta sencillo ver el proceso, cuando juegas con composiciones de base acústica y en el directo amplificas electricidad y rítmica. El cancionero de sus dos obras lució con temas “The Girls of Prague”, “These Starry Nights” o “Come to Where You Are”, llenas de sentimiento. Como digo, Paramount Styles no son encasillables en sus aventuras de los 90, pero su sonido no dejó de parecernos heredero de una misma época, suscitando en “Amsterdam Again” ecos a la sofisticación de Afghan Whigs, o del zigzagueo de Dinosaur Jr. en “Paradise Happens”. Gustaron mucho ante un público desconocedor de su obra (recordamos el carácter gratuito del concierto), que pidió más.
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MIXTAPE
AIRBAG
La sorprendente oportunidad de tener a Los Nikis encima de un escenario tras unos trece años de ausencia no fue todo lo que podríamos destacar de un show que permaneció con bue- + Los Nikis na pegada a pesar del paso del tiempo. Tuvimos guitarras 30/09/2011, Madrid desafiantes, demostración de fuerza y a Emilio sobrevolando las cabezas de un público que vivía cada nota como un regalo del cielo. El karaoke terminó de aparecer con “El Imperio Contraataca” y se quedó en “La Naranja No Es Mecánica” y “Diez Años en Sing-Sing”. Inevitablemente la banda sonó mejor en su parte musical que vocal, pero al final se trataba de un regalo para un millar de afortunados. Con Airbag daba igual que fueran canciones de tempo más lento (“Spoiler” o “Cubo de Rubik” ), de la habitual temática peliculera y adolescente (“Comics y Posters”, “Territorio Dagger” o “La Rookie del Año” ), de perfecta despedida veraniega (“De Un Verano A Otro” o “Septiembre Aún Es Verano” en el último día de dicho mes) o de aceleración punk rock (“Elena” o “Peliculas de Miedo”) porque el resultado siempre terminaba siendo de celebración y de acogida sensacional. En los bises por si todo esto fuera poco nos regalaron una buenísima revisión de “La Chica de Mel” de Los Flechazos. Se dejaron en casa “Opencor”, que habría sido excelente con los coros de Los Nikis, pero no se olvidaron de “Tráiler”, “Nuestro Invierno”, “La Cueva” o “Nueva York” del disco que presentaban, que rebajó el ritmo y los ambientes caldeados. Podríamos acordarnos de muchos temas que no aparecieron, sobre todo “Marta No Es Una Punk”. Esto no hace más que recordarnos que estamos hablando de una banda que ya cuenta con un repertorio de canciones redondas que para sí quisieran muchos.
2011
septiembrE
tweeticeira
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Maga Sevilla (03/09/2011)
Comprobamos primero cómo su 5º álbum se preveía un desastre. Luego ya en la segunda parte sonó su greatest hits ganador. Llenazo absoluto. Javiera Mena Sevilla (11/09/2011)
Una artista como la copa de un pino con una colección de hits irrefutables, lástima que el sonido no acompañara. Batería ensordecedora. La Mala Rodríguez Móstoles (13/09/2011)
Sigue teniendo esa fuerza y ese magnetismo que impresionaba, pero sólo con guitarra y batería no nos convence. Demasiado material grabado. Micah P. Hinson + Tom Boyle Bilbao (17/09/2011)
Un buen Francis y unos Pixies clavados en un concierto que fue a más y se hizo corto. Tom Boyle también cumplieron con Galaxie 500. Man Man Madrid (24/09/2011)
No supimos si bailar con los temazos o mirar anonadados cómo tocaban. Las piezas tranquilas lastraron el show, sobre todo en el bis. Millencolin Bilbao (24/09/2011)
Sólo el setlist y nuestra nostalgia apañó un concierto soso con un Nikola muy poco atinado. Matthew, Scott Madrid (27/09/2011)
Su propuesta es para ser disfrutada en vivo, gracias a sus sensacionales y desnudas canciones. Sus dos músicos de
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ayuda fueron de lo mejor.
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OCTUBRE
MIXTAPE
THE NEW RAEMON + María Rodés 07/10/2011, Madrid
María Rodés ejerció de perfecta apertura, aunque en ocasiones cayera en momentos de demasiada calma como para lo que un teloneo en Joy Eslava exigía. En cuanto contó en escena con el propio Ramón a la eléctrica y Elías Egido (Eh! y ex-Standstill) al contrabajo la cosa adquirió otro nivel. Nos quedamos con “Una Forma de Hablar”, “La Nana del Agua” y “Lo Que Hay Que Oír” que son tres de los mejores ejemplos de la inmensa labor compositiva de María. Ramón volvía a dar otro paso al frente. Teníamos que empezar aplaudiendo su fiel repaso al reciente y oscuro “Libre Asociación” con tres torrentes de guitarras que fueron “Lo Bello y Lo Bestia”, “Kill Raemon” (presentada como “Killing In The Raemon”) y “La Vida Regalada”. Las tres guitarras cuajaron a la perfección, con una sabia elección fichando al siempre activo Dani Vega como contrapunto al cada vez más técnico Pablo Garrido. Igual fue sucediendo con el resto de temas de este nuevo disco que fue relegando hacia el final del show, con especial énfasis en unas sublimes versiones de “Consciente Hiperconsciente”, “Soñar La Muerte” y “Verdugo” que nos trajo a la mente a los mejores Madee. Cuando le dio por colgarse la guitarra acústica la gente se mostró más participativa, porque eso incluía que tendríamos delante canciones pop tan perfectas como “La Cafetera”, “El Saben Aquel Que Diu” o la inédita en vivo “A Propósito del Asno” de su “obra maestra”. Inevitablemente nos iba dejando caer lo poco que le apetece repasar algunos de estos temas, pero no fue hasta que nos dimos de bruces en los bises con una “Tú, Garfunkel” muy carente de la magia habitual porque probablemente el Ramón de ahora no está representado en esa historia. Ese aire campechano y honesto, entre tímido y cómico que tanto nos gusta, no cambia.
Pese a ser entre semana, tarde y coincidir con fútbol, digno lleno para asistir al culto del bigotudo bardo de Kentucky, pocas horas después de recibir la noticia del día del comunicado de ETA. Abel Hernández, El Hijo, en otros tiempos tras los influyentes Migala, abrió con una puesta en escena más sobria de lo habitual, con sólo otro guitarra de acompañamiento. No les hizo falta más para emocionar en un estilo de cantautor descarnado muy en la senda de su otrora compañero de banda Nacho Vegas. Una voz emocionada, letras que merece la pena escuchar y en definitiva, un folk-rock nocturno con sensibilidad más próxima al indie. Incluso tuvo tiempo para hacer una versión de Mikel Laboa. Después sería el turno de Bonnie ‘Prince’ Billy o lo que es lo mismo, Will Oldham, el príncipe del indiefolk norteamericano, que se demostró sobre el escenario como tal. Con una presencia tan elegante como divertida, está hecho todo un personaje escénico. Sus compinches, todos ellos implicados en el juego coral, un guitarrista, un teclista, un contrabajo y una cantante dedicada exclusivamente a esa tarea. En la sala se palpaba ambiente de gran expectativa entre un público, de media bastante maduro, que venía ganado de antemano. Lo que no quiere decir que la banda no se trabajara el respeto y aplauso, con una actuación exquisita, emocionante y a veces catárquica, en momentos como “I See a Darkness” o “Go Folks, Go”. Y es que si incluso a un profano a la mayor parte de su discografía como yo convencieron, no quiero imaginar lo que la velada significó para un fan más estudioso de su delicada obra. Sonido impecable, coros angelicales, una épica que crecía desbordante por encima de lo plasmado en sus discos, músicos sobrios y a la altura del maestro y este derrochando voz y carisma en cada uno de sus ademanes. Sin bises, pues ya habían hecho su trabajo estimulando los sentidos de todos los presentes, se fueron para no volver.
BONNIE ‘PRINCE’ + El Hijo 20/10/2011, Bilbao BILLY
2011
MOGWAI + Gruff Rhys 25/10/2011, Bilbao
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Dentro de la selección de “imperdibles” del Primavera Sound, Mogwai se presentaban ante un Kafe Antzokia con sold-out. Ante una sala ya bien llena salió a escena un Gruff Rhys que protagonizó escenas un tanto “chanantes” en solitario y con toda su parafernalia (tocadiscos, teclados, ipod, etc) en una pequeña mesa a la que previamente e in situ había colocado un cartel en el que escribió su nombre, ante el público. El vocalista, obviamente satisfecho con su apariencia extravagante y sus famosos carteles, en este caso, “Eskerrik Asko” y “Egin txalo”. Estilísticamente pues lo suyo es una versión más desnuda del freak-folk y el pop psicodélico que hacía con Super Furry Animals, pero aún más freak. Buenas canciones pero salvo por el toque humorístico, algo soso y desubicado. La cosa cambiaría muchísimo con Mogwai. Con su alineación de quinteto, más Luke Sutherland, viejo colaborador de la banda y sobre todo con dos técnicos de guitarras poniéndoles a punto el arsenal en los flancos del escenario, la cosa daba comienzo con “White Noise”. Como era de esperar fue su último y bien acogido “Hardcore Will Never Die, But You Will” el que marcó el concierto, dejando caer la fritanga de “Rano Pano” o la dinámica de “San Pedro”, entre otras. Las composiciones lo merecen y la gente las recibió tan bien como a los clásicos, demostrando lo rápido que han calado. Pero claro, también se echaron muchas otras de menos de su repertorio antiguo. La cuestión es que los escoceses ofrecieron una selección variada que les deja en buen lugar como compositores en un subgénero tan encasillado. La verdadera emoción comenzó con el piano de “Friend of the Night” y alcanzó una de las mejores cotas de la noche en su triangulación con “Hunted By a Freak” y esa fuerza natural que es “Mogwai Fear Satan”. Tanto que, pese a quedar medio concierto por delante daba la sensación de culmen. Todos estos temas, ya historia del rock alternativo, suenan en directo diferentes, a veces con menos matices, otras veces simplemente con diferentes puntos de énfasis, pero las oleadas de sentimientos (melancolía, depresión, ternura, belleza, optimismo) no fallan. Y eso que Mogwai, a diferencia de muchos en su nicho, no se toman su directo como una experiencia demasiado artie. No son amigos de enlazar canciones, llevaron visuales pero muy sobrios y rara vez conseguían acaparar la atención en la horizontal pantalla. Y tampoco son de grandes ademanes, la mayor parte del tiempo. Mandan las
canciones, una a una, tras las cuales el simpático Stuart era encargado de dar las gracias de rigor. Aunque lo que mandaba por encima de todo era el volumen. ¿Ruido? Sí, mucho, pero nitidez ante todo, dentro de esa maraña sonaba cada sinte, el bajo, la batería y los diferentes juegos de guitarra de una forma muy medida. Así, pasamos por otro de los momentos más emotivos, con esas sintetizadas voces de la hermosa “2 Rights Make 1 Wrong” que fue quizá la canción que más vimos crecer respecto al disco, si algún día los robots hicieran una canción de amor, sonaría parecido a como lo hizo en el Antzoki de la mano de las filtradas voces del teclista. La dramática y metálica “Batcat” hizo llegar al final del set principal a base de contundencia. Parcos en palabras e incluso gestos, salvo el citado Stuart, salieron del escenario para regresar con “How To Become a Werewolf” acompañada de ese videoclip que contribuye a la sensación de escapismo. Mucho de lo mejor ya había pasado, pero todavía nos aguardaban grandes momentos como esa aplastante épica de “Auto Rock” y una nueva para el final. “Mexican Grand Prix” con su herencia de ritmos kraut es una gran elección per se para cerrar, pero quizá por la distancia de un tema claramente marcado por la rítmica sobre la melodía respecto a su sonido habitual, no supieron explotar su fuerza bailable. Las voces fueron dejadas únicamente al citado Sutherland y ni se le oyó del todo bien, ni los matices sintéticos fueron lanzados. El ruidístico final dio mucho juego a la banda para ir dejando el escenario poco a poco hasta quedar John Cummings y Stuart, primero rasgando las guitarras, luego aparcándolas para, agachados, deleitarnos con varios minutos de ruido en lo que parecía una pugna por ver quién se cansaba antes. Fue Cummings el que se quedó varios minutos más hasta despedirse con un tímido gesto de adiós raudo hacia el backstage. Con los técnicos apagando al unísono la cacharerría de ambos, despertamos del trance, muchos nos quitamos los tapones y nos fuimos, alguno con un pitido, pero casi todos con una sonrisa. Y es que Mogwai demostraron una vez más que no sólo están ahí por pioneros, sino que siguen en la cresta de la ola post-rock... y cuando esta deje de existir, las corrientes de Glasgow les llevarán a otras partes del océano del talento.
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MIXTAPE
SETLISTS DINÁMICOS
26/10/2011, Madrid
Los escoceses llevan desde 1997 con su idea de llevar el rock un paso por delante, dejando altibajos por el camino, pero nunca perdiendo la magia en sus quehaceres ni por tanto nuestro cariño. Estuvieron en el Primavera Sound, en Gijón y en Bilbao el día anterior y,en Madrid, volvieron a esquivar la repetición de setlist, haciendo un repaso a algunos de sus temas menos habituales. Al margen de los temas de su nuevo trabajo, Mogwai supieron huir de lo esperado y nos regalaron “Travel Is Dangerous” antes de entregarse a una parte final del repertorio con salvajes versiones de “Ithica 27o9”, “Like Herod” y en los bises, “New Paths to Helicon, Pt. 1” y “We’re No Here”, todas ellas temas exclusivos frente a su fecha del día anterior. Por lo demás, estrenamos la Sala San Miguel que no es sino el pasillo que hay debajo de las gradas del Palacio Vistalegre de Madrid, que, en esta ocasión salió medianamente bien parada (ver crónica de Explosions in the Sky más adelante).
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SAMIAM + Eric Fuentes 22/10/2011, Madrid
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Eric, con nuevos secuaces, mantiene muy en lo alto todas y cada una de las cualidades que lo encumbraron como uno de los “líderes” de esa Generación BCore. El repertorio se centró en su reciente debut bajo el seudónimo de Eric Fuentes & El Mal y no hubo nada de tiempo para su material previo, destacando “Hora punta en territori enemic”, la continuación de “Rock For Food” con “Rock and Roll is a Full Time Job”, la más melodiosa “Little Wild Girl”, una versión guitarrera del “Ataque Preventivo de la URRS” de Polanski Y El Ardor y una apropiada finalización con su hit “Growl”, aprovechando que en los que se basó para el videoclip se han retirado de la palestra. Jason Beebout, el regordete y calvo cantante de Samiam, aparecía en escena menos serio que de costumbre y algo más gracioso. Por suerte, esos indicios de alcoholización comedida no afectaron a unas cuerdas vocales que no parecen dispuestas a desgastarse. Comenzaron presentando los cuatro primeros temas de “Trips” que ciertamente funciona en vivo, sobre todo con “September Holiday” o la pegadiza “Clean Up The Mess”. Luego fue el turno de los clásicos, pero por culpa de un emborronado sonido de nitidez difuminada apenas pudimos disfrutar de “Mexico” y “Super Brava”. La gente estaba dispuesta a cantar todo y el sonido mejoró medianamente hacia el final del concierto para “She Found You”, “Factory”, “Stepson” o la habitual “Capsized”. En los bises, unas vitamínicas versiones de “Full On” y “Doll”. Nos dejaron un sabor de boca agridulce, entre lo bueno de ver que aún siguen en forma y lo molesto del sonido.
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MIXTAPE
GEOFF FARINA & CHRIS BROKAW + Scum to the Leader 29/10/2011, Bilbao Los Scum to the Leader tocaron poco tiempo y su concierto cuajó con todo el esplendor de lo plasmado en su disco y ese carácter volátil que hace pasar a la banda de pasajes ambientales a momentos más rockeros con presencias muy puntuales de voces, pero siempre en una tónica más entroncada con el rock progresivo que la mayoría de bandas similares. Tras un tiempo para acostumbrar los oídos, Geoff Farina y Chris Brokaw empezaron su concierto. Comenzaron juntos, pero pronto Brokaw abandonaba el escenario. Por lo visto aparte de tocar juntos las canciones de su disco “The Angel’s Message To Me”, cada cual tenía su parte en solitario dentro del recital. Así, Farina con su delicada voz interpretó canciones de un folk más ensoñador y frágil. Eran, como fue la norma del concierto, versiones de clásicos americanos que en su mayoría no llegábamos a conocer. La parte de Brokaw fue un interesante complemento, con una forma más próxima al blues tanto en la forma de tocar, no tan minimalista, como en su voz más rasposa. Si bien están en clara conexión, siendo dos portavoces del underground y la innovación de su generación preocupados ahora por bucear en las raíces de la música de su país, el diferente carácter y aproximación de ambos a la profundidad del folk americano es patente. Por ello, cuando interpretan sus canciones a dúo, con Brokaw tejiendo ritmos y Farina poniendo notas, se les adivina un algo especial que no tiene cualquiera que coja una guitarra y se ponga a hacer folk de cero. Incluso juntos, es Geoff el portavoz del folk más meditativo y Chris el “cowboy” del dúo, poniendo voz a los temas de country algo más animado. Teloneros eléctricos para un acto acústico, el experimento de Scum to the Leader abriendo para Chris Brokaw y Geoff Farina podría haber salido bien, de no ser por la falta de respeto de parte del escaso público ante el concierto estos últimos. Es lo que tiene cuando te encuentras con público “amigo de las bandas” que no “amigo de su música”.
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ENVY
+ Interlude 31/10/2011, Durango
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Tras la lamentable caída de Yakuzi, los zaragozanos Interlude cumplieron con otro directo intenso y al nivel de su compromiso lírico. Siempre a ritmo de sacudidas, de cambios solemnes de tiempo, en su repertorio cada vez se deja más ver el castellano entre el francés y una senda hacia texturas más reposadas. “El Valor de Otra Ocasión Perdida” fue uno de los temas vencedores de esta ocasión, que la banda aprovechó para dejarnos algún tema nuevo. Llegarían después Envy, una de las formaciones de screamo/post-rock más laureadas. Sobre el escenario, dos guitarristas y un bajista en continuos balanceos pronto pasarían de la calma a la más furibunda de las tormentas, un patrón que dominó el concierto. Su vocalista Tetsuya Fukagawa con dos micros, uno junto a su teclado con el que solía interpretar los registros más melódicos y otro al frente en el que no paraba de volcar sus gritos Hubo conatos de monotonía y eso que apenas tocaron una hora. Sobre todo en la recurrente forma en que los gritos acompañan a la música, pero resultó muy curioso notar como una música tan agresiva puede resultar bella, hipnótica y hasta relajante. Envy transforman la rabia y la frustración en una fuerza radicalmente optimista y así, discurrieron temas de sus diferentes etapas como “Worn Heels and the Hands We Hold”, la marcha casi militar de “As Serenity Calls Your Name”, la explosion de “Go mad and Mark” o la velocidad de “Dreams Coming to an End”. La comunión con el público fue creciente y nos quedó ante todo, la certeza de estar ante un grupo único en su especie que ofrece sensaciones muy particulares.
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MIXTAPE
octubrE
tweeticeira
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Enablers + Picore Madrid (04/10/2011)
En casa y con su habitual buen hacer, hizo que hasta hubiera conga. Ellos y Picore sacaron el mejor sonido posible para su música. Javiera Mena Madrid (05/10/2011)
Interesante y variada propuesta, con el extra de un magnetismo personal arrebatador. Necesita aún más repertorio, pero va por buen camino. Junip + Woodpigeon Bilbao (22/10/2011)
Su folk-pop psicodélico en formato quinteto triunfó ante un público entregadísimo. Calidez y ralax. Antes, la delicadeza folk de Woodpigeon. The Rapture + Jessica 6 Madrid (27/10/2011)
Concierto corto de The Rapture, pero muy intenso y acalorado. Sus hits funcionaron bien, aunque ellos algo parados. Jessica 6 correctos. Emerge + Ender Madrid (28/10/2011)
Cada vez suenan mejor y más conjuntados. En este caso con un sonido perfecto. A Ender le costó convencer y luego sufrió problemas técnicos. Throwing Muses Madrid (29/10/2011)
Buen repertorio, buen grupo y mejor legado, pero el sonido disperso y el ambiente frío mermaron la promesa de reencuentro ideal.
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+ The Drift 04/11/2011, Madrid Sala San Miguel
EXPLOSIONS IN THE SKY
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Llenazo hasta la bandera de los tejanos en Madrid, medio año después de su paso por el Primavera Sound. Lejos quedan los tiempos en que nos visitaban en una sala como Moby Dick. Consecuencia de esto es el clima molesto que vivimos en la sala San Miguel, inaguantable ante el sold out por sonido y conversaciones de nuestros vecinos, intolerables para un concierto de este tipo. Con The Drift ya se paladeaba un ambiente irrespetuoso que nos iba a reventar la velada. Estos comenzaron algo aburridos, condicionando la atención, aunque irían tornándose más intensos y agresivos. Una actuación quizás demasiado monótona, que esperamos poder revisar en un concierto propio. Las sensaciones que nos regalaron Explosions In The Sky vinieron marcadas por esa falta de clima, pero siempre es agradable verles transmitiendo. Un espectáculo los estallidos de guitarras con Michael James poseído y el habitual trance espiritual de meneo constante que lleva Munaf Rayani a la guitarra. Dicen algunos que está feo que no hagan bises, pero de no tener interrupciones absurdas de palmas, onomatopeyas o gritos, habrían mantenido la tensión emotiva durante 90 minutos. Como ya hicieran con su velada en Primavera Sound se centraron lo justo en el reciente “Take Care, Take Care, Take Care”, incluyendo los temas que más siguen el sonido típico del grupo “Postcard From 1952”, “Last Known Surroundings” y una preciosa versión de “Let Me Back In” para cerrar. El resto de obras (aparte de la primera) tuvieron su presencia por mediación de “Catastrophe and the Cure”, “The Birth and Death of the Day”, “The Only Moment We Were Alone” y “Your Hand in Mine”. Quizás lo más gratificante para los que les hemos visto antes fue tener “Greet Death” y “Yasmin The Light”, de “Those Who Tell the Truth Shall Die...”. Nos encanta que se hayan hecho grandes, porque han hecho méritos con cada visita, pero nos apena que será difícil volver a verlos en las situaciones que su música merece.
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ELBOW
NOVIEMBRE
19/11/2011, Madrid
El ciclo de Imperdibles de San Miguel tocaba su final. Elbow no estaban en las quinielas, a pesar del respeto del que siempre han gozado, pero al final se llevaron el gato al agua con un repertorio con especial presencia de, “Build a Rocket, Boys!”, el disco que presentaban. No vamos a exagerar y decir que la sala San Miguel sonase perfecta, pero estuvo mucho mejor que otras salas habituales. Bien alto, de hecho. La imponente voz del cada vez más corpulento Guy Garvey sonó nítida y en su justo volumen, pero es que además los rebotes y ecos del resto de los instrumentos estuvieron poco a la vista. Además, la ejecución estuvo sensacional, sobre todo con el propio Guy en todos sus registros vocales y humorísticos entre canciones, sobre todo callando con un sonoro “Shut the fuck up” a un charlatán y “despidiendo” a una amiga del público que no sabía traducir sus palabras correctamente. Hasta el dúo de violines que los acompañaba se escuchaba, aunque no vamos a restar mérito a un público que se comportó en todas las partes tranquilas en un claro síntoma de madurez que no consiguió el público de Explosions In The Sky, aunque fuese por una minoría. Volviendo al repertorio hubo unos cuantos momentos claves, pero siempre con un hilo conductor que los fue llevando a su faceta más pop, o quizás melódica. Empezando con las percutivas progresiones de “The Birds” y “The Bones Of You” la cosa ya pintaba que iba a ser grande, pero no fue hasta los indómitos cánticos de “Grounds for Divorce” cuando nos dimos cuenta del todo. Echamos naturalmente en falta la presencia de su debut, pero hubo tiempo para otros puntos clave como las preciosas versiones de “Some Riot” y, sobre todo, un cierre increíble con la emotiva “Lippy Kids” y la trepidante “Open Arms” que se convirtió en un coro. Igualmente supieron que tenían que cerrar con “One Day Like This”, porque además de ser la canción favorita de los que le siguen encaja con la idea de terminar en lo más alto de las emociones. Mientras nos íbamos a casa con el “one day like this a year’d see me right” aún pululando en la cabeza nos dábamos cuenta que todavía estaba lloviendo, que todo volvía a ser feo y que seguíamos en esa jornada de reflexión tan de mentira. Al menos estuvimos resguardados un tiempo.
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PRIMAVERA CLUB 22-26/11/2011, Madrid
MARTES 22 Por cuestiones técnicas se ampliaba la edición madrileña de Primavera Club a un día extra para que tocaran Little Barrie y Charles Bradley el martes. Una jugada de última hora llevó al éxtasis a muchos que de lo contrario no iban a acercarse a ver a Bradley ni por casualidad. LITTLE BARRIE Abrieron el festival los ingleses Little Barrie ante muy poca gente en Caracol. Apenas en diez minutos ya estaba la sala a más de la mitad. Su actitud no fue demasiado arrebatadora, salvo por parte de su baterista que sí mantuvo la pegada durante todo el bolo. Los de Nottingham se fueron motivando algo más y ganaron en actitud al acercarse a su pasado más puramente rockero, sobre todo su guitarrista Barrie Cadogan. El sonido fue excelente, ayudado por un repertorio sólido, pero esa actitud tan sosa y poco motivada no cautivó mucho a un público que todavía estaba entrando en la sala, y en el festival. Bien, sin más.
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CHARLES BRADLEY Lo de Charles Bradley, es historia aparte. La sala se llenó ante todo porque ese día no había otra cosa en el festival, pero al final era inevitable ver la cara de felicidad de los asistentes. La excusa era verle presentar su nuevo y único disco, a pesar de los años, esta vez como Charles Bradley and His Extraordinaires y no con sus habituales Menahan Street Band. Aunque la banda estuvo correcta, fue lo de menos. Años de pasión por la música soul y de imitar a James Brown, le han curtido no sólo como un cantante sensa-
cional, sino como verdadero entertainer, de los de toda la vida. No sólo es capaz de clavar la versión de estudio de “Why Is It So Hard?” sino que cuenta su historia recrudeciendo cada alarido para terminar saludando y abrazando a todos los asistentes de la manera más campechana, sencilla y efusiva. Se atreve a arrancarse con la ennegrecida versión del “Heart of Gold” de Neil Young o con su vibrante “Golden Rule”, pero de la manera más natural y divertida. Igualmente se pega el lujo de presentar a sus músicos haciendo metáforas sexuales durante casi 20 minutos en un alarde de excesivo riesgo, contando con que sus músicos no fueron precisamente virtuosos. Nunca un momento concreto tuvo tanto peso en un concierto como el que vivimos en una primera parte totalmente jamesbrownizada con bailes constantes y un sonido muy funk. Con un golpe de muñeca se metió a todos en el bolsillo; le lanzó el micrófono a la cara de alguien en primera fila para justo conseguir desviarlo a escasos centímetros de la cara del susodicho. En una segunda parte mucho más calmada, bebió más del soul y dejó todo a merced de su voz. Ahí hubiera sido mucho más mágico haber tenido coristas o sacar de la chistera la versión de Nirvana que tanto ha dado que hablar, pero nos siguió encandilando. Quizás los dos únicos peros fueron esos, si obviamos que su principal handicap para un show de hora y media es que apenas tiene un disco. En definitiva Bradley puso en jaque desde el primer día, a todos los nombres grandes del cartel del festival.
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MIÉRCOLES 23 La segunda jornada pintaba algo menos interesante. Tendríamos nada menos que seis bandas, solapadas en parejas de dos entre la Joy Eslava y Siroco, apenas separadas por 10 minutos a pie. Propuestas muy diversas en estilo pero con resultado poco fructífero, rozando el amauterismo más aburrido en todo el tramo final.
mezcla de post-punk y post-hardcore los hace muy interesantes en disco, pero en vivo no tuvieron mucho que aportar. El concierto fue plano y soso, con una banda que derrochaba apatía, con la excepción de su brillante baterista. Pero son jóvenes y tienen buenos temas, así que lo arreglarán con el tiempo.
LOS ETERNO Fino ha decidido retomar Los Enemigos, pero mientras tanto continúa divirtiéndose creando atmósferas con su nueva banda, acompañado de su inseparable Cristina. La Joy Eslava no presentó una corta entrada, pero eso no fue impedimento para que un par de grupúsculos del público consiguieran fastidiar todo lo posible con su charla. El juego de intensidades de Los Eterno es clave en su idea de psycho-postrock-experimental plagado de teclados y de líneas de bajo gruesas y teclados cortantes, así que nos fastidiaron el clímax. Cambiaron los instrumentos multitud de veces, variando su estilo y la propia calidad de las ejecuciones, logrando dar aire a un repertorio que parecía les iba a quedar más repetitivo. Sonar a los murcianos Schwarz, a Stereolab, a Neu! y hasta a los Slint más ambientales es digno de aplauso, pero más es saberlo hacer tan bien y de una manera tan espontánea.
R. STEVIE MOORE Visto que Furguson aburrían visitamos al “padre del lo-fi”, concepto que no termino de entender del todo pero que en los 80 supongo si tendría cierto sentido. El concierto daba pavor a los no excesivamente seguidores del género, pero el hecho de que viniera con banda nos llegaba a motivar lo suficiente para darle una oportunidad. Allí estaba él, una especie de Papa Noel vestido con pijama y blusa de mujer haciendo de las suyas. Siempre que la banda (batería y guitarrista, bastante buenos por otro lado) apareció en escena el concierto mantuvo el tipo y el hilo conductor, pero en cuanto a Stevie le dio por quedarse sólo me produjo el mayor de los aburrimientos. Charlas sin gracia, alaridos aturdidores y de todo menos diversión. Dicen que su virtud es esa espontaneidad y acidez, pero no se le puede aplaudir por cantar y tocar la guitarra así, por llevar ese rol alocado de una manera estudiada y por hacer chistes de tan dudoso gusto. Sigo sin entender nada del fenómeno, pero en Primavera Club afortunadamente hay para todos.
FURGUSON El paso en falso de Furguson en Siroco podemos achacárselo a muchas cosas, pero creo que sobre todo fue el hecho de tocar tan pronto. Vaya por delante que su
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JUEVES 24 Tercera jornada en la que Givers y Gala Drop consiguieron sacarnos la mejor de las sonrisas y algo similar debió pasar con Handsome Furs, Veronica Falls y Uusi Fantasia. PRISMA EN LLAMAS El grupo de Gssh! Gssh! volvió a demostrar que su fuerte no es el directo, encima sufriendo problemas de sonido con un técnico que luchaba por hacer sonar cada cosa en su sitio entre acoples. Las voces se escuchaban demasiado y muy nítidas, y eso no ayudaba ya que tienen grandes melodías pero no grandes voces. Así que el concierto fue un quiero y no puedo que al menos los dotó de una valentía inusual en este tipo de grupos, sobre todo siempre que aparecía la ayuda de Pesquera de Margarita ejecutando la percusión con los samples. Pese a sus buenas canciones y el tema nuevo que presentaron también, al dúo (trío en vivo) les cuesta llevarlo al directo con idéntica calidad.
GIVERS Nos desplazamos a Givers y llegamos justo cuando empezaban... menudo comienzo. Con tan sólo un tema ya nos dejaron claro que no habían venido a lucir palmito y a hacerse los tipos duros como muchos otros hypes han hecho (se me ocurren muchos nombres del año pasado: Ganglians, Beach Fossils, Wavves, etc). Ya sólo por ese despliegue de fuerza, simpatía y de saber tocar bien sus instrumentos merecían el recibimiento, pero es que además dieron mucha más vida a las canciones de su debut. “In The Meantime”, “Saw You First” o el hit “Up Up Up” (en versión salvaje) sonaron mucho más vivas y cercanas a Dirty Projectors o incluso Talking Heads comparadas con su versión de estudio, tanto que incluso se atrevieron a lavar la cara al “Girlfriend is Better” de los propios Talking Heads, incluyendo esos parones marca de la casa. Tiffany canta sensacional y arrea a la percusión con fuerza y destreza pero del otro lado su colega Taylor vivía cada nota con los ojos literalmente en blanco. Al final tuvieron que hacer un bis ante un público que estaba en el bolsillo para mucho tiempo.
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GALA DROP Los portugueses Gala Drop fueron el segundo gran concierto del festival para un servidor. En este caso supieron mimetizar su propuesta de psicodelia rítmica con el público y con una sala Siroco que funcionó a las mil maravillas. Si hay algo que los hace tan grandes es sonar a ellos mismos y a toda la herencia portuguesa, incluyendo vestigios de culturas hermanas en los ritmos brasileños y en la percusión africana. Son únicos en su sonido y además nos
bastaron dos minutos para darnos cuenta que la ejecución iba a ser perfecta. Buenísima lección de intensidad y gran concierto en general. Son la banda perfecta para el puente ibérico que es ahora Primavera Sound.
GALA DROP FOTO: Primavera Sound [Mariano Regidor]
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UUSI FANTASIA FOTO: Primavera Sound [Mariano Regidor]
UUSI FANTASIA El freak-electro de los productores Uusi Fantasia era perfecto para el cierre de jornada, pero tener una sola actuación en todo el festival y que sea en Siroco garantiza el llenazo. Así fue y para cuando quisimos llegar los que veníamos de Givers se nos habían adelantado los que venían del Nasti y los que permanecieron en Siroco desde Handsome Furs. Aún así hubo tiempo de ver el final de su concierto, tras la primera mitad de show a las puertas de la sala, y mereció la pena ver de qué iba el tema. Dicen que lo imponente fue su comienzo poniendo a todo el mundo a bailar, pero todavía cuando llegamos consiguieron contentarnos con esa mezcla tan ochentera de disco, electro, acid-jazz, instrumentos de viento y cuerda. Una pena que no hubieran cerrado en Joy Eslava con su verbena.
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VIERNES 25 Hay un concierto celebrado la noche del viernes por el que será recordado esta edición madrileña de Primavera Club. Resulta que fue uno que no entraba en las quinielas, John Maus, la nueva figura del lo-fi que, en apenas media hora de show consiguió pitidos y hasta lanzamiento de objetos a su karaoke ruidista, del mismo modo que sus seguidores disfrutaban a rabiar. Para bien o para mal elegimos de antemano no estar allí. GEM CLUB El primer concierto del maratón estaba una vez más en Joy Eslava con el pop preciosista del dúo Gem Club (trío en directo). Como sustitutos de última hora de The Olivia Tremor Control no los podríamos juzgar jamás, pero sí fueron un buen calentamiento para los que se nos venía encima. Su cello y piano se entremezclaban con languidez y preciosismo con unas voces frágiles. Las melodías quizás se hicieron algo monótonas entre un manto tan rompible, pero fueron el entrenamiento que esperábamos de su corta actuación.
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SUPERCHUNK FOTO: Primavera Sound [Mariano Regidor]
THANK YOU En Siroco se dieron cita tres bandas auspiciadas por la unión de la agencia de management Paper and Iron Booking junto a la discográfica Thrill Jockey. La actuación de Thank You, cuarteto de Baltimore, se encajonaba entre el drone de Barn Owl y la interesante visión de folk psicodélico de High Places. Su noise rock prometía mucho en directo, a pesar de lo irregular de su reciente “Golden Worry”, pero todo quedó en una mera sucesión de guitarrazos y sonidos de sintetizador apenas sostenidos por la pegada de un sensacional baterista. De hecho en su directo convivió uno de los más habilidosos a las baquetas de todo el festival junto a uno de los músicos que menos hizo, un bajista ridículo que apenas movía los dedos en sus interpretaciones. Tienen un estilo que podría hacerlos verdaderamente interesantes, pero con esa actitud y esa manera de tocar es muy difícil hacer nada notorio en directo.
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JEFF THE BROTHERHOOD El concierto de Fleet Foxes ya había comenzado, con la consiguiente liberación de espacio en el resto de eventos. La parte negativa es que la actuación de un dúo tan errático como JEFF The Brotherhood en un inmenso espacio como la sala San Miguel hace que todo se vuelva demasiado frío. Allí el par de hermanos pasaron de ser la esperanza rockera de esta edición - como Tweak Bird el año pasado - a ser un auténtico quiero y no puedo. A título personal fueron la decepción del festival, porque ni ellos pusieron las ganas ni el público respondió. El pez que se muerde la cola, pero en ambos casos creo que no fue por temazos (“U Got the Look”, “Heavy Days”, ...) ni por calidad, sino por un espacio poco apropiado. SUPERCHUNK Luego Superchunk pasaron por encima todo lo visto en la jornada, ya no sólo por la cantidad de temas redondos que ha ido dando su carrera sino por la actitud y ganas que uno no siempre consigue ver en un festival plagado de bandas jóvenes. Al final, como ocurrió más adelante con The Pop Group, son los años los que dan más fuerza y ganas. La banda estuvo muy solvente y completó un repertorio con mucha presencia de “Majesty Shredding”. Podría parecer que con una gira europea de apenas tres fechas se tomarían sus conciertos en Primavera Club como unas vacaciones, pero ciertamente no vimos nada de eso encima del escenario. El final del set con la rabia de “Slack Motherfucker” y la preciosa “Driveway to Driveway” unido a unas perfectas versiones de “Hyper Enough” y “Precision Auto” como bis fue probablemente lo mejorcito de todo el festival, incluso logrando un leve pogo en las primeras filas. Si además te demuestran que son puro encanto tanto en el escenario como fuera (antes viniendo en Metro y luego paseándose entre la gente para charlar), pues sólo te queda salir de la Carabanchel con una sonrisa de oreja a oreja. FACTORY FLOOR Mientras John Maus arrasaba literalmente el Círculo de Bellas Artes otros gozamos mucho de la propuesta electrónica de Factory Floor en un recinto tan recogido y de buen sonido como la nueva Siroco. El trío ya estuvo el año pasado en Primavera Sound, pero repiten gracias a un directo que difícilmente deja a nadie indiferente.
Si sus comienzos fueron algo más cercanos al postpunk tradicional, lo que ahora nos ofrecen es una especie de psicodelia-electrónica repetitiva y progresiva que verdaderamente cuajó entre los que estábamos en la sala. Si bien estuvieron mucho más interesantes cuando salía la vena noise e industrial de la guitarra de Nik Colk, el concierto fue una de las mejores sorpresas del festival. HYETAL El de Hyetal quizás hubiera encajado mejor antes de Factory Floor puesto que a pesar de lo bailable de su música, nos dedicamos más a verle tocar sus maquinitas que a bailar. Su oscura electrónica donde cabe tanto el dubstep de moda como el electro más easy listening, demostró que se puede llevar al directo una propuesta así de compleja sin que se pierda el aliciente de estar tocando y viendo algo verdaderamente en movimiento. Digamos que consiguió dar otra vida a sus canciones, aunque eso no hiciera que aquello fuera precisamente la mayor de las fiestas. COM TRUISE El paseo de Siroco al Círculo de Bellas Artes a las 3 de la mañana es bastante duro y más aún subir los interminables peldaños que separan el suelo madrileño de la sala de Columnas. Así que alcanzar la cima y toparse con un ambiente enrarecido no fue plato de buen gusto: olor a tabaco, suelo lleno de desperdicios, mucha gente en pésimo estado... Pero Com Truise si era algo digno. Y es que había ganas de ver cómo iba a defender el neoyorquino Seth Haley una propuesta tan cargada de sintetizadores y graves. Lo primero que nos trajo buenas noticias fue que se hizo acompañar de un batería que, sin ser un prodigio, dotó de otra dimensión a las canciones. Un buen comienzo que fue continuando en una línea demasiado similar y monótona. Quizás será cuestión de que Seth se haga con un repertorio más variado, porque la idea era y es muy buena.
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SÁBADO 26 El cansancio cobró cuerpo el sábado, sobre todo porque la última de las veladas “largas” del festival veía como se juntaba la noche del viernes tras las actuaciones del Círculo de Bellas Artes con las de Joy Eslava del propio sábado, dejándonos apenas 12 horas de descanso. Con todo, se mostró la verdadera masa de gente que había agotado entradas de un festival ya clásico de las noches invernales. Como no hubo concierto masivo en La Riviera la mayoría de la gente se concentró en la alejada Sala San Miguel que se volvió a mostrar como un seguro de sonido. En el Círculo de Bellas Artes jornada muy poco interesante, sobre todo por la poca gente que se animó a subir la escaleras esa noche. GINFERNO Joy Eslava era la encargada de abrir las jornadas cada día. En el caso del sábado, media hora antes que los demás días, con la propuesta alocada y genial de Ginferno. Bastante buena entrada para las horas que eran y para ser un grupo que se puede ver más a menudo que el resto, aunque el quinteto no se había prodigado apenas desde la salida de “Mondo Totale”. Su cantante Kim volvió a derrochar buen rollo y a demostrar que su presencia ha cambiado mucho del concepto de un grupo ahora más dedicado a hacer canciones que a experimentar, para bien y para mal. Siguen conservando ese sonido único entre el jazz, el avant garde y el folklore tradicional del centro de Europa, todo ello regado con un buenrollismo impecable.
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ST VINCENT El paseo desde Joy Eslava a la sala San Miguel no fue tan tedioso como podría parecer. No entendemos tantas quejas sobre su ubicación (en el Palacio Vistalegre), puesto que su aforo ha garantizado que todos pudiéramos ver los conciertos así como un sonido y visibilidad sensacional. A St Vincent podría parecer que esa enormidad de escenario le iba a sentar mal, pero al no haber conciertos grandes programados al mismo tiempo todo ocurrió con normalidad y el publico respondió masivamente. Podríamos hablar muchas cosas del directo de Annie, pero quizás lo que más nos sorprendió fue lo eléctrico y distorsionado de su propuesta en vivo, aunque también es cierto que su magnetismo (y belleza, claro) fue todavía más grande de lo esperado. Podríamos decir que la artista se presentó como una Beck de nuevo cuño parapetada detrás de una guitarra eléctrica ruidosa, y siempre con su dulce voz por bandera, aunque los retazos intimistas que se sacó de la manga para presentar “Strange Mercy” fueron cla-
ve. Lo de tocar el “She Is Beyond Good and Evil” de The Pop Group mientras ellos actuaban en la misma ciudad y festival a la misma hora, fue uno de los momentos mejor traídos de toda la semana de conciertos. UNKNOWN MORTAL ORCHESTRA Todos sabemos que un festival como Primavera Club se trata tanto de disfrutar de tus artistas favoritos como de conocer algunos nuevos, y viendo cómo estaba Siroco en la propuesta de los neozelandeses afincados en EE.UU. Unknown Mortal Orchestra, fueron de los que más seguidores ganaron desde su confirmación. Lo entendemos, con un disco sensacional y un estilo personal: entre lo destartalado de The Cramps, el post-punk de The Fall y unos The Velvet Underground omnipresentes. Si, muy difíciles de encasillar. Además, el trío tiene muy buenas canciones pero decidió dejarse muchas en casa y a la media hora se habían largado del escenario. No es que lo hicieran en plan chulo, simplemente prefirieron hacerlo corto aunque sin llegarnos a convencer del todo. Sirva de ejemplo que su canción más popular “Ffuny Ffrends” no formó parte del repertorio por un olvido, como comentó algún intrépido que se acercó a preguntarles. Un despiste de concierto que nos trajo momentos muy buenos pero nos dejó a medias y sin saber si son tan buenos como en disco. STEPHEN MALKMUS AND THE JICKS No sé por qué, pero no siendo gran seguidor de su carrera en solitario, no tenía grandes expectativas del directo de Stephen Malkmus en solitario. Tanto que había pensado irme antes de que finalizara para coger sitio en el Círculo de Bellas Artes y me quedé hasta el bis. No sólo los temas de “Mirror Traffic” sonaron impecables gracias a que derrochó magnetismo escénico durante todo el show, sino que todos los miembros de la banda contribuyeron con cada pincelada de intensidad sonora. Por si fuera poco, se sacaron de la manga una irreconocible versión del “Clint Eastwood” de Gorillaz, o al menos eso es lo que mis orejas quisieron interpretar. Malkmus, juro que nunca volveré a dudar de ti. EMA Con el miedo en el cuerpo, basado en las experiencias pasadas en otras ediciones del festival, nos apresuramos al Metro para llegar a tiempo de entrar al concierto de la rubia EMA en el CBA. El miedo era infundado pues no hubo respuesta masiva y volvimos a ver una media en-
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STEPHEN MALKMUS FOTO: Primavera Sound [Mariano Regidor]
trada desmotivante en el Círculo. Ya había empezado su actuación y sonaba todo mucho más eléctrico de lo esperado, con baterista, teclista y con un violinista que se alternaba con el teclado. La actitud de EMA fue muy difusa y no mantuvo esa densidad sonora que nos muestra en su reciente “Past Life Martyred Saints”, así que algunos quedamos descolocados entre considerarla una artista de rock ruidoso o una propuesta repleta de texturas oscuras como la que parece en disco. Como su directo tampoco tuvo mucha ayuda del sonido, esperamos poderlo comprobar en otras circunstancias, aunque la versión de “California” y de un tema de Violent Femmes si gustó más. HOLY OTHER El encapuchado Holy Other nos mostró la otra cara de la experimentación electrónica: la de las capas oscuras y la de los sintetizadores que luchan por sobrevivir entre el denso ambiente. Todo esto suena poco divertido para un concierto a las 3 de la madrugada y efectivamente así fue, a pesar de que la propuesta de este artista desconocido fue una de las más impactantes e interesantes del festival.
Las proyecciones consiguieron hechizar a buena parte de la audiencia, la que estaba más concentrada. Habría sido uno de los mejores momentos del festival de haber sido programado en una sala como Siroco, en vista de lo bien que defendieron lo suyo allí Factory Floor. DJ COCO Cerrar con Dj Coco, residente de la barcelonesa Nitsa y al mismo tiempo parte destacada de la organización del festival, es ya un clásico de los Primavera Club. Con este motivo había que plantearse una sesión lúdica y totalmente contraria a la que había precedido. O eso creíamos, porque le costó sacar a relucir los típicos temazos desenfadados que tanto nos gustan. Así que sin fuerza para aguantar mucho más hubo que decir adiós en cuanto el cupo de remezclas ochenteras fue sobrepasado, y más aún con todas las escaleras que nos quedaban por bajar.
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noviembrE
tweeticeira
@feiticeira_org Planet of Sound Webzine de música alternativa | Alternative music webzine from Spain http://www.feiticeira.org
MF Doom Madrid (02/11/2011)
Decepcionante espectáculo de base pregrabada y karaoke hip hop que aburrió mucho. Nos quedamos con la versión estudio de MF Doom. Sex Museum + Cápsula Madrid (03/11/2011)
Lección de perfecto rock and roll de los dos grupos: energía, guitarras y un “Sufragette City”con las dos bandas para enmarcar. Ainara LeGardon + MobyDick Bilbao (12/11/2011)
Cómplices en el folk-rock, MobyDick puso primero la cara acústica y Ainara salió con su “superbanda” a emocionar y ruidear Bilborrock Aathma + Garuda Madrid (16/11/2011)
No fue la mejor noche del Wurli, pero Aathma volvieron a mostrarse implacables y algo más postmetal. Garuda sonaron prometedores. Disco Las Palmeras! + Lüger Madrid (17/11/2011)
Gustan más en estudio que en directo, pero aún así salieron airosos del show. Ser teloneados por Lüger es un handicap también. edredón + Gora Japón + Florrie Bilbao (18/11/2011)
Ya queridos en Bilbao, Edredón triunfaron con su electrohipnosis. Incombustible experimentación de Gora Japon y cumplidora Florrie. Tigres Leones + Persons Madrid (18/11/2011)
Se les vió más guitarreros y sueltos, aunque tuvieron problemas de sonido. Persons sonaron a muchas cosas y llamaron la atención. Okkultokrati Erandio (23/11/2011)
Con problemas de sonido, los noruegos desplegaron una mezcla de black testimonial, con más peso en el hardcore/dbeat y rock macarra. Cobra + Willis Drummond Bilbao (24/11/2011)
Algo cortos se quedaron Willis Drummond en un concierto en que el southern-metal de Cobra resultó triunfador y nos pilló por sorpresa. Tachenko + Malcortado Sevilla (25/11/2011)
Noche de buen rollo, tanto por la simpatía y ganas de la banda como
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por lo entusiasta del público. Tímidos pero profesionales teloneros.
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MURSEGO
El recinto se quedó pequeñísimo para acoger a un peso pesado de la música euskaldun y a otra artista con un futuro que pinta sin fronteras. Las sillas ocupadas y + Anari gente de pie por todos los rincones para escuchar a Anari con su guitarra interpre25/11/2011, Bilbao tando un cancionero delicado e intimista que, no sólo no se hizo monótono, sino que fue in crescendo, con dosis de agitación muy medidas. Para sus últimos temas se valió de la ayuda de Maite (Mursego) la cual, contra todo pronóstico, fue segunda en tocar. Es obvio que comparten cierta filosofía musical, la de la familiar escudería Bidehuts, pero es curioso ver las diferencias escénicas. Anari delicada, minimalista, ordenada, poética; Mursego caótica, espontanea, graciosa, irreverente. La eibarresa dio un concierto extenso y pudo mostrar todas sus facetas. Allí sonó desde tropicalismo de maquinitas, hasta canción tradicional mexicana o referencias cinematográficas; de momentos solemnes y graves de la mano de su cello, hasta auténticas fiestas y carcajadas con algunas de sus letras. El punto álgido fue la participación del público en “Santos Mártires”, canción que va desvelando la muerte que sufrieron algunos de nuestros más cercanos patrones. El concierto se saldó con la sensación de estar contemplando a una artista que, con esa formación musical clásica y esa irreverencia experimental, bucea tanto en la emoción como en pequeños caos sonoros a base de loops que deberían abrirle muchas puertas, también fuera de Euskadi, aunque me temo que siempre en los circuitos más subterráneos.
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2011 EL METRÓNOMO HUMANO
01/12/2011, Madrid
BATTLES
El directo de Battles depende ahora todavía más del imparable metrónomo humano que es John Stanier, que se volvió a erigir como uno de los baterías de estilo más singular del planeta: cabeza agachada, pegada brutal, batería sencilla, el crash altísimo marca de la casa y sudor por doquier. A su lado era divertido ver los bailecitos del bigotudo Ian Williams, ahora que se dedica más a los teclados que a las seis cuerdas, que por otro lado estuvo muy bien suplido por los guitarrazos, loops, bajos y efectos de un Dave Konopka que antes permanecía mucho más en la sombra.
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+ Walls 02/12/2011, Bilbao
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Los también neoyorkinos Walls abrían con un set de su electrónica atmosférica y escapista, pese a los ritmos marcados. Quizá no tanto para bailar como parece, sino más para disfrutar de las texturas. Incluso cerrando los ojos, ya que la presencia del dúo, uno a los sintetizadores y el otro con una guitarra, no era nada del otro mundo, acorralados por los engranajes de Battles. Propuesta sugerente, pero no para teloneros ni a esas horas, aunque algunos se lo gozaron; era viernes. Pese al esforzado John Stanier aporreando su batería durante todo el concierto, Battles es una banda tan de rock como de electrónica. Puede hacerse frustrante ver al teclista golpeando un teclado y que suenen 5 capas de sintetizadores más, si no nos mentalizamos de sus limitaciones para recrear todo eso en vivo. Muchas veces la complicación matemática viene por lanzar loops y sincronizar toda esa maraña sonora que está al borde del ruido puro y duro, lo que no quita que se haga raro verles meter los samples de Tyondai Braxton en “Atlas”. Ahora como trío, ponen a Stanier al frente y en el centro, mientras dos pantallas verticales se alzan de fondo entre los miembros del trío. El concierto se basó en “Gloss Drop” y tras una prolongada intro, comenzó como aquel, con “Africastle”. Las intros y transiciones resultaron de lo mejor de un concierto, por lo que aportan respecto a la experiencia del disco. Como público, uno se debate entre las ganas de bailar y de mirar lo que hacen. Y eso que, pese a la precisión y pegada del batería, no es una estampa que cambie demasiado. Tampoco la del simpático y teatral Ian Williams, tocando casi a ciegas sus teclados a ambas manos con la guitarra colgando. Dave Konopka es incluso más minimalista en sus movimientos, ensimismado en su guitarra o agachado para jugar con los efectos. Buen sonido en general, aunque algunas melodías se pierdan entre el ruido alienante. Por lo demás, pese a lo celebradas que fueron los guiños al pasado de “Atlas” y “Tonto”, todo el repertorio puede calificarse de singles. La que más movió al personal fue “Ice Cream”, una fiesta fuerte en pregrabados, pero tan contagiosa como en disco y con divertidos corta-pegas finales de la voz de Matias Aguayo. Las amenazantes miradas de Gary Numan haciendo de “My Machines” una experiencia más apocalíptica y el pelotazo de baile math-tropical de “Futura”, terminaron con el trío abandonando el escenario por todo lo alto. Regresaron con los hits ya quemados y pusieron interés en ganarse al respetable, Konopka dando gracias y Williams haciendo tiempo con extrañas preguntas. Acto seguido, emprendieron un dilatado bis con la resonancia dub de “Sundome”, sin Yamantaka Eye en las pantallas, pese a usar sus voces en una versión en directo que sonó más hip-hopera y jamaicana. Podría parecer una elección atípica para cerrar, poco intensa frente al resto de su repertorio y con menos peso de su motor, Stanier, pero nos demostraron que no fue así.
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DICIEMBRE
MIXTAPE
REAL ESTATE 02/12/2011, Madrid
FOTO: Heinekenpro.com, fotógrafo: _d.a.n.i.carretero
Abrir un concierto con un tema tan redondo como “Beach Comber” es algo al alcance de muy pocos, sobre todo por conseguir que nos sintiéramos en verano en pleno mes de diciembre. Seguirían después consiguiendo lo mismo, y no sólo con sus primeras sorprendentes grabaciones, también con su reciente “Days”. Así, sonó lo más granado de ese nuevo cancionero, con especial mención en cómo la gente coreaba “It’s Real”, cómo conmovieron las guitarras de “Easy” o cómo se dejaron para los bises la sensacional “All the same” con la voz de su bajista. Incluso se atrevieron con una versión fidedigna del “Sunlight bathed the golden glow” de Felt que les quedó de cine. El final vino a recordarnos que se habían dejado cosas importantes en el tintero (“Atlantic City” y “Suburban Beverage”, sobre todo) pero un buen “Fake Blues” nos dejaría satisfechos. Sorprendentemente la sala El Sol se llenó en esta fría noche, apoyando la idea de que la banda de Nueva Jersey (ahora de Brooklyn) son mucho más que una moda pasajera. El sonido de la céntrica sala nos brindó con nitidez el perfecto pasto que forman las dos guitarras del grupo y su siempre certero bajista. Todo encajó, y a pesar de que su música y estilo puede llegar a ser monótono en un concierto largo, consiguieron mantener la atención de todos con una dosis melódica perfecta.
A pesar de que la banda de acompañamiento había llegado con mucho retraso debido a avería en la furgo, poco después de la nueve ya teníamos a Ramón Rodríguez y compañía sobre el escenario. Con “Lo bello y lo bestia” ante un Central casi lleno en modo butaca empezaron. Siguieron “Algunas personas del valle” y “Kill Raemon”, antes de que Ramón diera rienda suelta a su vertiente de showman, para a continuación ya intercalar clásicos de su creciente discografía como “Sucedáneos”, “La dimensión desconocida” o “La cafetera” . La banda consiguió un buen sonido en los momentos de contundencia eléctrica, aunque ahogando de paso teclado y violín. El último tramo lo afrontó Ramón en solitario a la acústica; aligerando diversos problemas de acoples y afinación con chascarrillos de actualidad. Todo un showman, vamos. Sonaron entonces temas como “Te debo un baile” y “Tú, Garfunkel”, de nuevo con la banda al completo, para después salir, entrar de nuevo y entregar los bises. Finalizaron con “Verdugo” y la muy adecuada para terminar por su épico romanticismo “Llenos de gracia”, que acabó con gran parte del público rodeando a la banda.
THE NEW RAEMON 14/12/2011, Sevilla
2011
THE HORRORS
+Cerebral Ballzy 03/12/2011, Bilbao
SETLIST Changing the Rain Who Can Say I Can See Through You Scarlett Fields Dive In Endless Blue Sea Within a Sea Still Life BISES Mirror’s Image Three Decades Moving Further Away
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FOTO: Raúl Rey
Primer paso de The Horrors por Bilbao ya como banda consagrada y alejadísimos de esa sensación garaje-rockera que fue su presentación en sociedad. Ahora, ya hechos unos maestros de los climas etéreos de sintetizadores y guitarras vienen con mejores canciones, sonido más cuidado y menos espantajos. La sombra de la modernez casi sobrevoló más con los teloneros, Cerebral Ballzy, hardcore old-school que parece moverse más en ambientes indies. Su directo es ramplón, apelando a la simpleza del estilo, ruido y ritmos para pogos que no llegaron, aunque sí tuvieron la atención del público. Sus letras, desprovistas de cualquier carga sociopolítica, hablan de cerveza, fiesta, comida basura, chicas y skate, como el cantante se encargó de aclararnos entre tragos de su botella de vino. Hubo problemas con el micro y no se le escuchó cantar en un par de temas, pero tanto dio. Ah y se hicieron una poco reconocible versión del “I Wanna Be Adored” de The Stone Roses, totalmente adaptada al estilo. Tardaron en ajustar sonido para The Horrors, pero se ve que lo hicieron bien, porque fue notable. La banda apareció para comenzar con el crujiente ritmo de “Changing the Rain” un concierto dominado por la psicodelia, los sonidos shoegazers, los brillantes sintetizadores y momentos de baile catárquico. Alternaban esto con hitazos como “Who Can Say” que sonó inmediatamente poniendo esa garra punk/post-punk que en general falta en el último disco. La fiesta de temazos fue continua y encadenada entre sus dos últimas obras; a la caleidoscópica “I Can See Through You” le siguió “Scarlett Fields” con su marcado patrón rítmico-hipnótico y un público en creciente ebullición, muy entregado en las primeras filas. Momentos para el hedonismo bailable via Madchester con “Dive In” y las expansivas guitarras de “Endless Blue” no hacían sino caldear más y más ese ambiente. La banda más que engrasada a todos los niveles, más comunicativa con el público gestualmente y Faris, sin dejar su aura de oscuridad y malditismo ejerciendo más de frontman, levantando las manos, animando, etc. El nuevo repertorio, de voces más calmadas, sonidos más cálidos y sostenibles, hace un buen efecto sobre la banda en directo, antes más preocupada por dar bandazos de histeria. Siguen poniéndole energía y hay algunos arrebatos, pero todo es más profesional y ayuda a que se pueda recrear sus canciones llenas de capas y detalle. Pero la locura colectiva en el público llegó con el ritmo heredero del kraut que conducía a “Sea Within a Sea”. Pocas veces un tema tan oscuro pone a tanta gente a botar en un concierto. Una épica y festiva “Still Life” puso fin a la tanda previa a los bises. Y si el concierto comenzó como su último disco, los bises lo hicieron como el anterior con la crudeza de sus dos primeros temas, culminando el punk-rock atmosférico de “Three Decades” y un Faris amenazante cual John Lydon pero mejor cantante. De nuevo la psicodelia de marcado corte electrónico fue encargada de cerrar el recital con otro momento de baile matizado por esos riffs ácidos y oscuros, una experiencia ideal para despedirse de subidón musical. Eso si, pronto pusieron la música para prevenir que se forzase otro bis, lo cual no hubiera estado de más, la gente quedó con ganas. Al final, aparte de la sensación de un concierto más que satisfactorio, la sensación que nos dejó es que tras lo que en su día nos pareció un grupo de freaks de moda con un puñado de buena canciones se ha convertido en un grupo serio con uno de los repertorios más sólidos del indie de los últimos años. El hecho de que echáramos de menos un montón de temas sobre todo de su segundo disco pero también del nuevo (ya no vamos a hablar del olvidado “Strange House”) da idea del carrerón que llevan. Y con directos a este nivel, no pueden sino ir a más.
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MIXTAPE
diciembrE
tweeticeira
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Nisennenmondai Madrid (04/12/2011)
Ejecución perfecta, pero todo demasiado cuidado y frío. El repertorio estuvo irregular, pero “Mirrorball” impecable. Teserac + Scum to the Leader Bilbao (09/12/2011)
Scum cumplidores. Teserac, con sus problemillas de rodaje mezclaron indie melancólico, sadcore y shoegaze con puentes al post-rock intenso Papier Tigre + Papaye Madrid (13/12/2011)
Papaye mejor que Papier Tigre, sobre todo por pegada y ritmo, pero los dos dieron un muy buen show, con un sonido perfecto. Hot Snakes + No More Lies Madrid (14/12/2011)
Lección posthardcore del corto set de unos No More Lies muy en forma y de Hot Snakes, sobre todo repasando el “Audit In Progress”. Rihanna Madrid (15/12/2011)
Se bajó del pedestal del mal rollo de suprevia actuación en Madriddando un show muy conseguido, aunque con mejorable repertorio. Lecciones de Vuelo Madrid (16/12/2011)
No fue el mejor sonido para una banda que cada vez está más cómoda en escena. Los temas de su tercer Ep siguen pintando bien. Nick Lowe Bilbao (17/12/2012)
Su pianista triunfó en solitario. Luego Lowe y toda la banda derrocharon cancionero en una cita que hubiésemos disfrutado más en butaca Red Hot Chili Peppers + Foals Madrid (17/12/2011)
Regalaron momentos sensacionales con “Higher Ground” y “Breaking The Girl” y luego aburrieron con temas insulsos. Foals bien. Joan Colomo Madrid (21/12/2011)
Joan volvió a erigirse como el showman indie perfecto con un concierto tronchante, carismático y con grandes canciones. Un genio. Super Skunk Madrid (23/12/2011)
Demostraron seguir en forma, a pesar de los años de sequía y de un género poco en auge. Un gustazo ver los temas de siempre. Picore + Rosvita Madrid (28/12/2011)
La Faena es el mejor sitio para despedir el año conciertil. Picore estuvieron arrolladores y Rosvita bizarramente festivos.
2011
TOUNDRA
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Toundra despedía un periodo como banda ante un imponente sold out en la Caracol. No se me ocurre mejor cierre para un disco tan bélico como este “(II)”. Y no lo digo porque me sorprenda que el grupo consiguiera meter más de 600 personas en un sábado, sino porque la noche del 10 de diciembre vencieron a uno de los rivales más duros a los que un organizador de conciertos se puede enfrentar: un Madrid-Barça. Superada esa batalla, volvieron a ganar sobre el escenario. Pero por goleada, ante un público que seguramente les había visto muchas veces ya, pero que no se cansa de su derroche de energía y de ganas. Quizás es ese afán por mejorar y por perfeccionar lo que sigue haciendo a este cuarteto madrileño diferente al resto. Quizás es ese gusto por el detalle minucioso, como ya hicieran dando una atrevida vuelta de tuerca al sonido de “(I)” cuando dieron a luz “(II)”, el que marca la diferencia de ellos (y de su sello) con respecto a otras buenas bandas que no terminan yendo a ningún sitio. Fue un concierto de detalles impecables. Como el de incluir el cello de Sherezade de Emerge y la acústica de Héctor de Gone With the Pain en “Bizancio/ Byzantium”; la enorme sorpresa de la noche marcándose una versión increíble de “Völand” con una formación compuesta por Miguel de Mopane a la tabla, Alex al cajón, Héctor de nuevo a las maracas, Esteban y Víctor a la acústica y Alberto a la batería; u otro detalle tan simbólico como digno de agradecimiento al cambiar en la puerta el recibo de Entradas.com por una bonita entrada. Si a esto añadimos el trabajo y riesgo de rejuvenecer los temas de “(I)” a un sonido que encajaría mejor con lo que son Toundra ahora, no nos queda más que aplaudir esa continua búsqueda de perfección que, evidentemente, aún no han encontrado. En el capítulo de pegas para esa imperfección hay muy pocas que poner, porque el grupo estuvo pletórico y muy bien respaldado por un sonido prácticamente excelente durante toda la noche. Quizás se notó que no tenían las mismas ganas de tocar las canciones del primer disco que las del segundo, algo natural dada su evolución. Igualmente, el orden modificado y las propias ausencias con respecto al tracklist no terminó de cuajar del todo con respecto al álbum, aunque el comienzo con “Jauría” fue muy bueno. Lo otro, que no tocasen algo más, pero es que apenas les quedó “Génesis” del split con Hand Of Fatima en el tintero. Ahora tenemos mucha hambre de volver a verlos, sobre todo porque con este sold out han conseguido que la expectación por “(III)” sea importante. Volverán con la valentía que les caracteriza, eso seguro.
10/12/2011, Madrid
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MIXTAPE
CRÓNICAS ENTREVISTAS Lo más interesante para feiticeira.org es lógicamente lo que nos transmiten los artistas con su música. No es de extrañar que a menudo lo más enriquecedor para nosotros es cuando nos topamos con músicos que encima tienen cosas interesantes que contarnos con la palabra. En las siguientes páginas dejamos una selección de entrevistas a diferentes artistas con los que hemos tenido el placer de cambiar impresiones durante 2011.
2011
BURAKA SOM SISTEMA
ENTREVISTA
«Nos hemos concentrado en tener un sonido más claro y orgánico, menos electrónico» Que Andro Carvalho tenga un mote como “Conductor” es toda una declaración de principios, puesto que sin duda es parte clave en los caminos que el grupo lisboeta Buraka Som Sistema ha ido atravesando en los últimos años. También es el que nos cuenta sobre su nuevo y disco y las fechas en Madrid, Barcelona y SOS Murcia.
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Buraka Som Sistema consiguió mucho éxito gracias a “Kalemba (Wegue Wegue)”, al menos en España, dentro del circuito comercial. ¿Os sorprendió la acogida de la canción? Bueno, fue un tema que tuvo una repercusión inmediata por parte de toda nuestra audiencia, prácticamente fue un single que nuestros seguidores seleccionaron y por tanto acabamos por darle la debida atención. Creo que en España el fenómeno de pasar en el programa Fama ayudó bastante a que la canción tuviera presencia constante en el circuito comercial pero es sin duda uno de los temas que ha sido mejor acogido por casi todos los lugares donde hemos tocado.
después de casi 3 años consecutivos en gira decidimos empezar a trabajar como un colectivo de compositores y productores y no como un grupo de 3 productores que cogen voces por aquí y por allá y las montan como les da la gana (como pasó con Black Diamond). En “Komba” todos nosotros fuimos compositores de los temas y estuvimos muy por detrás de la forma como todos los invitados se entregaron a los temas. O sea, es un disco de una banda más madura y consciente del universo musical donde habita.
Presentáis un nuevo disco, “Komba”. ¿Qué novedades podemos encontrar en este nuevo paso del grupo? Komba” es un disco que empezó por una reflexión de nuestro trabajo como grupo,
Además, “Komba” viene de un ritual angoleño que se celebra previamente al entierro de un difunto. ¿Nos puedes contar al respecto? El “Komba” en realidad es un ritual donde 7 días después del entierro del muerto la familia, los amigos, vecinos y conocidos se juntan y hacen una fiesta donde sirven y toman lo que le gustaba al muerto. Se celebra sus grandes momentos durante la vida y su partida con la muerte a una vida mejor. Nos pareció un buen motivo para hacer un disco porque al final de cuentas, ¿para qué esperar morirnos para tener la mejor fiesta de nuestras vidas? ¿Por qué no la hacemos ahora y vivimos este día como si fuera el último? Esas son más o menos las premisas que hemos utilizado para el hilo conductor de este disco de Buraka.
Komba es un disco de una banda más madura y consciente del universo musical donde habita
De un tiempo a esta parte se ha empezado a escuchar hablar del “kuduro”, posiblemente por algunos que no han captado bien la esencia. ¿Podéis explicar su origen rápidamente? El Kuduro es un género musical que apareció en el universo angoleño alrededor del principio de los años 90. Todo empezó cuando los productores angoleños empezaron a experimentar con el techno y el house (que estaba en gran explosión en Europa) y al mezclarlo con sus propias influencias llegaron a esta secuencia rítmica que llamaron de Kuduro.
Si en “Black Diamond” contasteis con una colaboración tan importante como M.I.A. en “Komba” encontramos nombres más desconocidos. ¿Podéis presentarnos a Afrikan Boy y al resto? Todos los participantes de “Komba” son artistas que de una forma u otra se han cruzado en nuestro camino en algún momento de nuestra carrera. Son varios por eso no los voy a presentar a todos. Afrikan Boy ya estuvo tocando con nosotros varias veces y es un joven Nigeriano que vive en Londres, tiene su estilo muy enfocado en el grime y siempre nos gustó su forma de decir lo que le pasa por la mente. Mixhell (Igor Cavalera & Laima) que es un dúo brasileño formado por el ex-baterista de los Sepultura, una gran influencia para la mezcla que Buraka ha hecho desde siempre. Stereotyp es un productor austriaco que nos ha llamado la atención desde siempre y decidimos hacer un par de temas con el para ver hasta donde eso nos podía llevar, un productor brillante. Bomba Stereo es un grupo de Colombia que también enfoca mucho su influencia en mezclar estilos variados de su tierra con un poco de música electrónica. Interesante todo. Suponemos que parte de ese componente africano, brasileño y multicultural del grupo viene de vivir en una ciudad como Lisboa ¿Que otros artistas portugueses nos podéis recomendar? Bueno hay varios tipos de cosas pasando en Portugal que son dignas de alguna atención, aquí les mando algunos nombres: Paus es una banda de rock instrumental que tiene una componente muy fuerte live y un disco muy bueno de escuchar, Macacos Do Chines es una banda que mezcla el grime, dubstep y todo el universo urbano alrededor del mundo con la música folclórica portuguesa, Zombies 4 Money es un colectivo de productores y dj’s del universo portugués que tienen un sonido muy interesante y muy apela-
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MIXTAPE
tivo a las pistas y por ultimo les puedo recomendar a Dj Marfox que es un joven productor de kuduro que siempre tiene una frescura muy elegante en sus temas... Una propuesta con tantos sonidos diferentes como la vuestra se debe hacer dura de llevar al directo ¿Cómo será con este nuevo disco? ¿Ha cambiado la formación? La formación del grupo sufrió un pequeño cambio, éramos 4 y ahora somos 5, hemos incluido al núcleo del equipo a
nuestra bailarina y mc que se llama Blaya. Ella ha estado trabajando con nosotros desde hace 3 años y como ha dado siempre muestras de evolución era justo que empezara a compartir con nosotros las portadas. Cambiamos el set de percusión por una batería electrónica y en estos momentos tenemos a 2 bateristas frentes a frente y una mesa de control con teclados, knobs, faders, x-faders etc etc etc... Somos 3 mc’s y tenemos una componente visual muy importante para el show que traemos. Llevar el disco al directo es siempre
¿Para qué esperar morirnos para tener la mejor fiesta de nuestras vidas? ¿Por qué no la hacemos ahora y vivimos este día como si fuera el último?
una batalla pero nos hemos concentrado en tener un sonido más claro y más orgánico, menos electrónico como era en el pasado. Hemos estrenado el concierto nuevo en dos salas míticas portuguesas que son el Coliseu de Lisboa y el Coliseu de Porto y en realidad los resultados son sorprendentes y estamos muy satisfechos con la reacción de la audiencia. Estamos ahora ganando impulso para empezar a rodar el mundo desde Enero.. Aparte de vuestro reciente paso por Madrid, estuvisteis antes en el festival de hip hop Cultura Urbana. ¿Qué recordáis de aquel festival? Fuisteis una banda distinta en estilo pero que convenció a casi todos. Fue un buen festival, la pasamos de lo más bien y nos agradó bastante poder presentarle a la audiencia nuestros temas del disco Black Diamond, recuerdo ver a 2 o 3 chicas “meneando el ass” con nosotros en el escenario. La pasamos bien, fue un buen concierto.
2011
ENTREVISTA Foto: Mariano Regidor
LÜGER
«Nuestras composiciones son muy democráticas, los cinco componemos y cada uno da su visión» La presentación de vuestro debut fue en abril del 2010 y hasta ahora en septiembre del 2011 habéis crecido mucho. ¿Os ha sorprendido esta buena acogida? ¿Hemos crecido mucho? Bueno, tampoco te creas. Hemos tocado mucho desde entonces y las nuevas canciones puede que sean un poco diferentes. El primer disco se vendió de puta madre y el segundo está en ello, siempre hablando en términos relativos a la música que hacemos, pero no creemos que hayamos crecido tanto. Una buena manera de comprobarlo será en los conciertos de octubre. Ojalá hayamos crecido mucho y se llenen hasta atrás… Si, crecido en la medida de lo posible... con buenas críticas y la gente saliendo contenta de vuestros directos. ¿Qué tal fueron las experiencias de festivales como Primavera Sound, Primavera Club, Día de la Música o Monkey Week? Las experiencias en los festivales que nombras fueron muy buenas. Nosotros le tenemos especial cariño al Primavera Sound y a sus organizadores ya que han creído en nosotros desde un principio. También recordamos con cariño al Monkey Week, que fue el festival en el que casi debutamos, etc. Solo tenemos palabras de agradecimiento hacia todos ellos.
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Habéis compuesto un segundo disco bastante rápido, parece que las canciones os salgan con facilidad. ¿Cómo componen o desarrollan las canciones Lüger? Última y desgraciadamente no estamos teniendo todo el tiempo que quisiéramos para componer debido al tute de conciertos que nos estamos dando. Echamos un poco de menos esto; el local de ensayo, el tocar cosas nuevas. Creo que en breve vamos a parar una temporada de
tocar y sacaremos cosas nuevas. Lo que se caracteriza de nuestras composiciones es que son muy democráticas, es decir, los cinco componemos y cada uno da su visión del tema al que le estemos dando vueltas en ese momento. Tras la experiencia con Paco Loco os habéis decantado por trabajar en los Red Len Studios de Madrid con Rubén Suarez. ¿Cómo fue la grabación y que diferencias hay con un trabajo como el del primer disco? Ambos, Rubén Suárez y Paco Loco son dos grandísimos productores aunque con estilos diferentes, claro está. La principal diferencia entre grabar el disco en Madrid o en El Puerto es que nos íbamos a dormir a casa en lugar de a emborracharnos por los bares. ¿Cómo es un concierto de Lüger para el que no se haya enterado? Es como comer un bote de fabes caducado en verano a 45 ºC, pero con la extraña sensación de estar subido a una nube oliendo una esencia de jazmín que hace que ardan tus entrañas.
Lüger son una de nuestras bandas madrileñas más queridas y eso que apenas llevan un par de años de andadura. Para hablar de su nuevo disco cruzamos palabras con Rulo, batería de la banda, que termina recordándonos que el rock progresivo se parece a las fabes.
¿Hay planes de hacer cosas fuera de la península? Visto el éxito de grupos como Wooden Shjips, Cave y bandas del estilo, Lüger debería funcionar muy bien fuera. Dios te oiga. Ya hemos girado por EEUU y Francia y la verdad que la acogida fue fenomenal. Este año esperamos hacernos las Europas, a ver qué pasa. Pero todavía está todo en el aire y no se pueden adelantar acontecimientos. Para cerrar os invitamos a hacernos una lista de vuestras bandas en activo favoritas, para tomar nota. De la península: Fasenuova, Akauzazte, Za, Fabuloso Combo Espectro, One Hand Man’s Band, Rosvita, Ginferno, etc De fuera: Cave, Swans, Wooden Shijps, etc
escucha “Concrete Light”
luger.bandcamp.com
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MIXTAPE
ENTREVISTA
En Moon Duo, Rippley Johnson, cerebro de Wooden Shjips, continúa escribiendo capítulos de la psicodelia contemporánea. Su compañera Sanae Yamada revela al dúo como fanático de la música, tanto de la lindante con el kraut como la que no.
Parece que últimamente hay cierto hype de la música psicodélica desde las bandas de lo-fi pop a la electrónica pasando por el revival kraut-rock. ¿Lo veis positivo, negativo, sólo una moda...? Creo que psicodelia es un término popular para etiquetar mucha música ahora mismo, pero se usa para describir un rango de sonidos muy grande. Creo que viene a decir un montón de cosas más allá de ser una referencia a esos sonidos californianos de finales de los 60 y principios de los 70. Similarmente, el término krautrock parece incluir a bandas como Kraftwerk, Can o Cosmic Joker, todos ellos con una gran diferencia en su sonido. La verdad es que no creo que sea positivo o negativo, pero es interesante ver como se definen esos sonidos a lo largo del tiempo. En vuestra bio destacáis a John Coltrane y Rashied Ali como las influencias más importantes. Son artistas que hacían algo realmente particular, pero no hay mucho jazz en vuestra música... No es tanto el sonido jazz per se lo que es una influencia, pese a que a ambos nos gusta mucho del jazz. Fue más el concepto de dos personas experimentando o el juego entre la limitación y la exploración en torno a esa dinámica. Pese a que Moon Duo es una banda relativamente nueva, no es vuestra primera vez en España. Ya estuvisteis el año pasado, ¿lo disfrutasteis? España fue alucinante el pasado verano, la amamos! Estamos muy entusiasmados de volver. ¿Veis diferencias entre vuestro público en América y Europa? ¿Dónde sois más populares y cómo reacciona la gente en vuestros conciertos en cada lugar?
MOON DUO «Lo mejor que puede uno esperar es que la gente sienta algún tipo de respuesta a la música»
Todo depende de en que parte de América y en que parte de Europa estemos tocando, en muchas ciudades parecemos llevar multitudes más grandes y en otras no. En este punto creo que somos un poco más conocidos en Europa, pero eso es difícil de decir. Creo que el público en España es genial - mucho más amantes del rock n roll y público que baila más, de media, que en ningún otro sitio que hayamos estado. Uno de vuestros bolos en España es en el San Miguel Primavera Sound, ¿habéis visto el cartel? ¿Tenéis algún favorito? Estamos realmente emocionados de tocar en el Primavera. Hay muchas muchas bandas en el cartel que me encantaría ver. Suicide es, por supuesto un reclamo principal, pero también tengo ganas de Big Boi, Grinderman, Pere Ubu, Pulp, Blank Dogs, Kurt Vile, Ducktails, Deerhunter, Lüger – podría seguir indefinidamente…
Vuestra música parece llena de capas. ¿Es complicado llevar toda esa densidad al directo siendo sólo dos miembros en la banda? Tocar en directo es un tipo de esfuerzo diferente de grabar, así que no tratamos de convertir nuestros directos en perfectos reflejos de los discos. En algunos casos, simplemente no podemos producir tantas capas de sonido en directo o, al menos acabamos creando un tipo distinto de densidad. Creo que nuestros shows probablemente rockean más que nuestros discos, no obstante. Nos gusta sonar altos. ¿Y qué esperáis de la actitud de la gente en los conciertos? ¿Que bailen, que cierren los ojos y sientan la música, que caigan en estado de hipnosis...? No tengo una expectativa particular de nuestro público. Creo que la música, como cualquier arte, lleva diferentes cosas a diferente gente. Lo mejor que puede uno esperar es que la gente sienta algún tipo de respuesta. Si quieren expresarla bailando o cayendo en trance, es maravilloso. El rock psicodélico es conocido por la improvisación y derivar a las jams. ¿Es eso importante en un concierto de Moon Duo? ¿Tenéis que hacer esfuerzo por mantener el control o simplemente no os importa mucho cambiar partes? Hay un elemento de improvisación en los conciertos de Moon Duo, pero siempre se contrarresta por algunas limitaciones, como el hecho de que estamos trabajando con samples de batería en vez de con un batería real. Hasta cierto punto estamos confinados a nuestra estructura particular, pero aún hay espacio para improvisar dentro de esa estructura. Crea una tensión interesante.
2011
ENTREVISTA
BULLITT
«Me gusta pensar que hay algo en “Love Or Die” que explica nuestra evolución como músicos» “Love or Die”, el segundo trabajo de Bullitt nos trajo una banda mucho más centrada y preparada, hablamos con Xavi y Enric al respecto de todo esto. ¿Vuestro nombre viene de la famosa película de Steve McQueen? ¿sois fans de la peli, de McQueen, del coche o simplemente os molaba el nombre? Enric: Yo soy muy fan de la peli, de McQueen y del coche. Buscábamos un nombre corto y con gancho y al resto les gustó.
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Se os nota bastante crecimiento compositivo del primer disco a este. ¿Qué diferencias ha habido entre la concepción de uno y otro disco? Xavi: Creo que la diferencia principal es que con el primero no pensábamos realmente en un disco y en cambio en el segundo si. Cuando nos metimos en el estudio para grabar “Squared Wheels” veníamos de un par de años trabajando en el local (la banda empezó a correr en 2006) así que el resultado fue un poco la compilación de nuestras primeras composiciones, algunas muy recientes y otras que tenían más de dos años, que habían ido saliendo espontáneamente. Después del estudio empezamos a componer de nuevo en el local mientras esperábamos encontrar a alguien interesado en sacar nuestro disco (cuando llegó Eric y Hangthedj! había pasado un año) y vimos que después de algún tiempo compartiendo horas de entreno y experiencia en conciertos comenzaban a salir cosas en los ensayos sin ni siquiera decirnos palabra, y eso nos gustó. Así que seguimos nuestra intuición y nos plantamos en los Ultramarinos de Santi y Víctor con unas 18/19 canciones de las que salieron las 10 que conforman el disco. Me gusta pensar que hay algo también en “Love Or Die” que explica nuestra evolución como músicos ya no individualmente sino en lo colectivo, pero puede que eso sea porque tengo una idea muy romántica de casi todo, sinceramente.
También se nota más variedad, siendo el primero de tono más punk-hardcore melódico y este con más toques de influencias diferentes, punk, pop, grunge, stoner... ¿habéis procurado obtener eso u os han salido así las canciones? Xavi: Tienes razón y creo que han salido de ésta forma porque nos hemos permitido algunas licencias. Quiero decir que no nos hemos puesto barreras a la hora de encarar una canción ni tampoco nos hemos comido la cabeza una vez intuíamos el resultado. Tampoco queríamos grabar un Squared Wheels II sino más bien darle una continuidad a través de una evolución más o menos bien entendida (eso ya es digno de valoración según los oídos de cada uno). Nuestras influencias y gustos musicales no han cambiado pero quizás hemos ampliado un poco nuestro espectro y creo que seguiremos en esa línea de cara al futuro. Al final se trata de darle una personalidad y un sentido al grupo y eso solo se consigue (al menos en nuestro caso) con mucho trabajo y dejando fluir las cosas en la medida de lo posible. De hecho en vuestro myspace figuran una retahíla de influencias con las que se puede identificar casi cualquier ena-
morado de los 90, básicamente. Supongo que esa década fue decisiva para los miembros de la banda. Enric: Vivimos nuestra adolescencia en esa década viendo tocar a muchísimas bandas, las cuales intentábamos emular en el local de ensayo. Claramente fue una época en la que crecimos asistiendo a infinidad de conciertos gracias a colectivos como Atzavara Club, la gente de La Bóbila de Palafrugell o a gente como Jordi de BCore en Barcelona. En esa época era fácil que en mi pueblo (St. Feliu de Guixols) pudieras ver dos o tres grupos tocar en directo cada semana, algunos de ellos bandas internacionales. Además Ferran tocaba en Without por esos tiempos, Carlus estaba metido en trece o catorce proyectos (si, es hiperactivo) como Critick Show, Cannibal Café o Tailbone, mientras que Xavi y yo empezamos con Airmail, nuestro primer proyecto que duró hasta 2005. En definitiva, que supones bien. Las letras de este disco también nos parecen mucho más elaboradas, ¿Son composición de Xavi o participáis todos? Xavi: Pues de las letras me encargo yo casi por real decreto. Nunca las termino
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MIXTAPE del todo hasta que las grabamos en el estudio y todo hay que decirlo, tengo la ventaja de que mis compañeros nunca se meten para nada así que tengo vía libre para hablar de lo que me apetezca. Puede que esta vez sean un poco más personales pero el mecanismo que he utilizado es exactamente el mismo en uno y otro disco. Una cosa que siempre me pasa es que entiendo mucho mejor el significado de lo que intento contar cuando las releo pasado un tiempo. A veces escribo mensajes encriptados en plan adivinanza y ni siquiera yo mismo soy consciente de ello hasta que viene alguien y me comenta algo al respecto. Entonces me doy cuenta. Por ejemplo, “The Meaning Of The Sound” es una declaración de intenciones para vosotros, y para cualquier banda que hoy en día lucha por subsistir haciendo lo que le gusta, ¿no? ¿Cómo encajáis la vida personal con la banda, las giras, los ensayos y todo eso? Enric: Nunca pretendemos hacer propaganda mediante las canciones. Las letras se suelen sustentar en los hechos cotidianos que nos rodean, como es el caso de “Meaning Of The Sound”, que habla de las primeras veces que salimos a tocar lejos de casa y de lo que significa para nosotros (y para cualquier banda) apostar por intentar abrirse camino en el mudo de la música. La verdad es que es bastante complicado darse a conocer, básicamente porque hoy en día nadie te regala nada, hay cientos de miles e bandas y si quieres algo tienes que ir tu a buscarlo. Eso supone muchos conciertos, muchos kilómetros, muchos días de fiesta de los respectivos
Si quieres tocar en una banda debes tener un curro que te proporcione un medio de vida. Primero hay que currar y luego si te queda tiempo, o fuerzas, ir a tocar
curros, muchos gastos y lo peor de todo, perder dinero en la mayoría de los casos. Estando así las cosas es I-M-P-O-S-I-B-L-E vivir en este país de tu grupo si no eres el maldito Loquillo o el jodido Ramoncin, así que si quieres tocar en una banda debes tener un curro que te proporcione un medio de vida. Y de esta manera primero hay que currar y luego si te queda tiempo, o fuerzas, ir a tocar. Y eso es lo que hacemos básicamente, aprovechar cualquier puente o semana de vacaciones para ir a tocar donde sea nos paguen mal o peor hasta que el cuerpo aguante. De todos modos, estáis ahora en Bcore, un sello de cuyo catálogo supongo seréis fans. ¿Qué se siente? Siendo de Sant Feliu debe ser como estar en casa... Xavi: Te puedes imaginar que para nosotros es lo más a lo que podíamos aspirar y nos sentimos muy felices por ello. Recuerdo con absoluta nitidez el día que vi a Aina por primera vez en concierto algo que cambió mi vida e hizo que tener un grupo fuera mi principal obsesión - al igual que recuerdo el día y la hora exactos en los que –con 18 años recién cumplidos- conocí a los tres No More Lies o vi por primera vez a los Unfinished Sympathy en directo. Hemos sido seguidores de muchos grupos del catálogo de BCore y hemos asistido a un montón de conciertos organizados por ellos durante años y estaba bien admirar a grupos cómo Fugazi, Samiam, Jawbox, At the Drive-In o Bluetip pero era mucho mejor ver que había gente de aquí capaz de estar a su nivel. Para mí esas bandas eran el ejemplo a seguir y todavía lo siguen siendo. Incluso hay muchos que os ven como una especie de alumnos aventajados de The Unfinished Sympathy. Especialmente ahora que lo han dejado, ¿cómo lo veis? ¿demasiada responsabilidad? Xavi: Como te digo hemos aprendido de todos ellos y muchos otros y a su vez somos compañeros de generación y crecimos influenciados por infinidad de grupos en común. La casualidad ha querido que justo en el momento en que nosotros empezábamos a asomar la cabeza, grupos como Aina o No More Lies habían desaparecido al igual que más recientemente TUS o Half Foot Outside, pero llegar al nivel de bandas cómo las que estamos nombrando no es ni mucho menos una tarea fácil y creo que nos falta mucho camino por recorrer. Así que no es solamente una cuestión de responsabilidad
sino más bien un bonito reto al que nos enfrentamos, el llegar algún día a dónde ellos lo hicieron. Teloneros de The Get Up Kids, grabación de nuevos temas, fichaje por un sello importante, presencia en las listas de lo mejor del año... ¿Del 2010 que dejamos, con que momento se queda Bullitt? Enric: Supongo que cada uno de nosotros te diría uno diferente. La verdad es que me es casi imposible resaltar un momento por encima de otro porque hemos disfrutado todo el año. Desde que entramos en el estudio de Santi y Víctor hasta el último concierto que hemos dado no nos arrepentimos de nada de lo que hemos hecho y volveríamos a hacerlo todo exactamente igual. Por destacar algo te diría que la mini-gira por el sur, el concierto del BAM y quizás por encima de todos conseguir fichar por BCore que para nosotros es la mejor discográfica del país y cuna de nuestras bandas de referencia. ¿Y que planes de futuro tenéis para este 2011? ¿Os veremos en festivales? Xavi: De momento seguir con los conciertos de presentación de Love Or Die (el 10 de Febrero en Barcelona y el 4 de Marzo en Madrid con La Célula Durmiente y los días 25 y 26 de Febrero acompañando a Nothink –otro grupo del que aprendemos cada vez que les vemos- en unas fechas por tierras Catalanas en Manresa y Vic respectivamente. Hemos empezado a componer, tenemos tres cositas nuevas en las que trabajar, además de los temas que no entraron en el disco y estamos preparando un segundo videoclip. También nos haría ilusión sacar unas canciones que ya tenemos grabadas -en plan Ep o disco compartido con alguna banda amiga- de cara a primavera-verano. Y por último, lo de los festivales es algo que dejamos en manos de Tule. Nos encantaría que nos llamaran pero viendo cómo está el patio actualmente, veo muy pocos festivales en nuestro país capaces de apostar por una banda cómo la nuestra… aunque ya se sabe, la vida siempre te da sorpresas aunque nunca sepas si van a ser malas o buenas. escucha “Love or Die”
bullitt.bandcamp.com
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ENTREVISTA
SUPAGROUP
Chris Lee nos atendió poco antes de meterse de lleno en la extensa gira de presentación del nuevo disco de Supagroup (“Hail, Hail”).
Volvéis a la palestra tras un tiempo sin saber de vosotros. ¿Dónde os habéis metido este tiempo? Entre otras cosas, tenéis nuevos miembros en la banda. Tuvimos que reemplazar la sección rítmica de Leif Swift y Michael Brueggen con Leon Touzet a la batería y Josh Gilmore al bajo. Hemos hecho un nuevo disco “Hail! Hail!” (streaming aquí), una especie de serie llamada “Amped!” y tres videoclips del álbum (que pueden verse aquí). Benji ha tenido dos hijos y yo me he casado. Wow! Estoy exhausto solo de pensar en ello. Lleváis ya mucho juntos como banda, unos 16 años o así. ¿Cómo es eso de trabajar codo con codo con tu hermano en algo tan intenso como es viajar, ensayar, etc? Siempre hemos trabajado juntos y ha sido genial. Los dos somos muy trabajadores y cumplidores. Podemos pelearnos y que no termine siendo un problema. El mudarse de Alaska a una ciudad tan distinta como Nueva Orleans debió ser complicado ¿Cómo fue el cambio y cómo afecto a vuestra carrera? Nueva Orleans es un sitio genial para ser músico mientras que Alaska no. Estoy orgulloso de no habernos ido a vivir a Los Ángeles o Nueva York porque pocas bandas lo hicieron.
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Volviendo a “Hail, Hail”, parece que habéis perdido algo de ese sonido tan AC/DC de antes. ¿Es algo relacionado con los nuevos miembros de la banda o es que habéis encontrado un sonido más propio para Supagroup? No, no está relacionado con que Leif y Brueggen tocaran en el álbum. Es más una simple evolución como compositores y con lo que hemos querido tocar. Estamos creciendo como compositores, eso es todo.
«A la gente le gusta rockear en España»
También volviendo a lo que presentabas al inicio, los cortos de “Amped”, ¿De dónde sacáis la idea? Parece un trabajo realmente bueno y novedoso. Gracias, esperamos que interese en el circuito de festivales. Creemos que sería un buen show de televisión, así que buscamos un canal para que nos de la oportunidad. Previamente a este “Hail Hail” presentasteis “Fire for Hire” hace unos años. ¿Cómo afectó a ese album todo el desastre del Katrina? Nuestra ansiedad se vio reflejada en “Fire for Hire”, que hicimos justo después de que todo se nos viniera abajo. Fueron tiempos duros, pero canciones como “Born In Exile”, “Sold Me Down The River”, “Mourning Day” y “Bow Down” aparecieron por ese motivo. Son nuestras maneras de verlo desde varios aspectos de la situación. Cambiando a algo más positivo, habéis girado con un montón de bandas grandes. ¿Cómo es tocar con Alice Cooper alrededor de EEUU? ¿Y patearse Europa con Backyard Babies? ¿Qué cosas buenas y malas habéis sacado de esto? Amamos a ambos artistas, y siempre estaremos agradecidos a Alice Cooper y su banda y a Backyard Babies por llevarnos de gira. Lo mejor es verlos tocar cada noche y ¡Aprender de los mejores!
Lo peor era perder con Dregen de Backyard Babies también cada noche… Él hace sus propias reglas. ¿Qué pasa con España? Estuvisteis en el Azkena Rock Festival y también con Bakyard Babies, precisamente… estuvisteis casi mejor que ellos aquella noche… España siempre nos ha ido bien. Popular 1 y nuestro amigo CNN nos introdujo a España desde el principio y fue genial para el grupo. A la gente le gusta rockear en España y es alucinante ser capaz de ver tantas cabezas moviéndose. Sobre aquel concierto, no recuerdo bien, pero recuerdo que fue una buena noche. Subimos a tocar con los Babies una versión de “Johhny B Good”. Otro colega vuestro es Danko Jones. Aparece en un tema del disco, ¿Cómo surgió su colaboración? Dan Cojones es un buen amigo y colega y nos conocemos desde hace bastante. No hay muchos rockeros ahí fuera y tienes que conocer a todos si estás por ahí lo suficiente. Somos muy seguidores de él, y creo que es uno de los mejores frontmen que hay en el planeta ahora mismo. Cuando escribimos la canción (“That’s Enough Boys”) escuchamos su canción en ella. Sonaba como Danko Jones. Así que le preguntamos y lo hizo. Me encanta el tema.
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MIXTAPE
ENTREVISTA
OKKERVIL RIVER
«Nuestra música es una combinación de dulce y ácido»
Puntas de lanza del folk indie actual, Okkervil River nos visitarán para presentar su sexto disco “I Am Very Far” dentro del Heineken Music Selector. Aprovechamos la ocasión para preguntar a su lider y compositor Will Sheff sobre las novedades de este disco, su forma de componer o sus colaboraciones.
Antes de hablar de “I Am Very Far”, quería preguntarte por tu disco con Roky Erickson de The 13th Floor Elevators. ¿Cómo surgió y que tal fue la experiencia? Dimos un concierto con Roky en los Austin Music Awards un año. Fue de casualidad, algo muy aleatorio. Pero lo pasamos bien. A Roky le gustó y a nosotros también. Así que decidimos hacer un disco juntos. Creo que le llevó a Roky algo de tiempo fiarse de que lo teníamos, pero una vez que lo decidimos, se mostró mucho más confiado y esperanzado. ¿Ha sido el citado “True Love Cast Out All Evil”, una influencia importante en el disco nuevo? Parece serlo, teniendo en cuenta las ideas más experimentales... Sí, yo diría que es una apropiada forma de describirlo. En cierto modo, “I Am Very Far” estuvo extremadamente influenciado por el hecho de estar con Roky. Dicho esto, tampoco creo que suene mucho como ninguno de los discos de Roky y realmente no se relaciona con cosas de su material propio ni tiene nada que ver con sus temáticas. Creo que simplemente me fijé en él como un padrino, de alguna forma vaga pero profunda, mientras estuve trabajando en el disco. Si hay algo que parece tener mucho peso en este disco es que estabas al mismo tiempo tocando con dos baterías, dos bajistas, dos pianistas y un montón de guitarristas, no? En qué momento decides que una canción necesita más guitarras, bajos, etc? No es tema de más guitarra o bajo, se trata más de un tema de profundos arreglos. Tenía la idea de tener una sección de bajo, otra de percusión, otra de piano, como una orquesta rock. No
es una idea nueva, pero la gente nunca lo hace con una banda gigante en directo, siempre lo trucan con pregrabados. Me gustó la idea más arriesgada de hacerlo con una banda real, con toda esa energía impredecible y las ondas sonoras balanceándose alrededor de una pequeña habitación. En ese momento, tú estás verdaderamente tocando (y grabando) la habitación en sí más que ningún instrumento en concreto. ¿Cómo fue el proceso de crear canciones para este disco? Creo que te aislaste para crear las letras, ¿no? Mayormente, pero no siempre. Con “Show Yourself”, las trabajamos en estudio y luego yo volvía a mi hotel barato a bosquejar posibles letras. Aunque con una canción como “White Shadow Waltz”, las letras estaban cambiando constantemente y la banda sólo tenía una vaga idea de cuales eran en cualquiera de las fases de la composición. Estaréis en Madrid tocando con The Drums. Creo que lo más relevante que tenéis en común es esa doble cara, medio soleada, medio oscura. ¿Qué opinas de esta banda? Me gustan por lo que les he oído. Creo que estos conciertos serán divertidos. No pienso en lo que hacemos como una dicotomía soleada/oscura. La veo más como una especie de dulce/ácido. Se que suena estúpido, pero así es como lo veo. Porque “oscuro” sólo describe algo muy limitado, pero la idea de componente de dulzura y acidez abarca más. Lo dulce podría ser “amoroso” u “optimista” o incluso “divertido” y lo ácido podría significar cualquier cosa desde “desorientador” a “aterrador” o “cínico” o “violento.” Personalmente siempre respondo a un trabajo artístico que mezcle esas cosas de alguna forma, supongo que es porque siento que no
hay nada realmente hermoso en la vida o la naturaleza que no mezcle un elemento positivo con algo más profundo o perturbador. Debe haber algún tipo de equilibrio ahí o sino el arte carece de complejidad. Hay alguna otra colaboración con otros artistas en tu agenda (como Norah o los New Pornographers)? ¿Disco de Shearwater? Estoy participando en una película ahora mismo, más en plan diversión que otra cosa y eso es una colaboración. ¡Para ser honesto, es una colaboración con gente mejor y más talentosa que yo! Pero he aprendido a quedarme en segundo plano y apoyarles y ser una especie de elemento más sutil. Esta siendo divertido, pese a que lo hago principalmente porque realmente me gusta la gente involucrada, creo que son muy brillantes y nunca había hecho algo así. Siempre me gusta hacer cosas que no he probado antes, tratar de ponerme retos. Muchas gracias y disfruta del pescado en Puerto de Santa María. Claro que lo haré. Soy un gran fan de la cocina española y no puedo esperar a llegar ahí.
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ENTREVISTA
JEFFREY LEWIS & THE JUNKYARD «Me gusta poderosamente ese contraste entre desesperación terminal y esperanza final» Jeffrey Lewis es uno de esos geeks adorables que habla mucho y derrocha magnetismo. Como su canción “Williamsburg Will Oldham Horror” dice, charlamos con él con motivo de su extensa gira por España y Portugal, hablando de Grateful Dead, Watchmen, ex-novias y todo lo que se nos ocurriera. Un gran tipo.
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Lo primero que suele aparecer en cualquier charla sobre ti es la etiqueta “anti-folk” que tú, Moldy Peaches y todos los que habéis pasado por el Sidewalk Café de Nueva York tenéis. Cuéntanos cómo eran esas noches en el café. ¿Por qué eran tan especiales para todos estos músicos? Sidewalk Café ha sido un sitio especial para cantautores e intérpretes en Nueva York desde hace mucho tiempo, desde principios de los 90, y antes hubo en otra localización distinta. Creo que parte de ese entorno es el hecho de verte envuelto en estar haciendo música sin meterte en el habitual y aburrido proceso de hacer una maqueta e intentar conseguir conciertos en locales profesionales para luego convencer a tus amigos de que vayan a pagar a dinero por verte. El hecho de que Sidewalk tuviera entrada gratuita y que cualquiera pudiera actuar los lunes por la noche, que era de puertas abiertas para los artistas, no ocurre en muchos sitios. Además, cuando el local se gana la reputación de tener un público lo suficientemente creativo, el
resto se hace solo porque la gente creativa venía a Nueva York y buscaba este sitio del que habían escuchado hablar, incluso sin aparecer en los periódicos. Hay muchos “micros abiertos” en el mundo, pero por alguna razón había una especial atmósfera en Sidewalk, y un montón de culpa la tenía Lach, el tipo que comenzó con esto del “micro abierto”, tuvo la gran idea de crear una comunidad de gente con esto. Así que el inventó la palabra Antifolk y hubo un Antifolk Magazine y Festivales Antifolk que sólo estaban en Sidewalk… cosas así. Es sólo una sala pequeña en la parte trasera de un restaurante, pero es un completo mundo pequeñito para un montón de gente que ha ido pasando su tiempo allí durante años.
Retomando tu propia historia, creo que uno de los hechos más importantes sobre tu música (y dibujos) son tus irónicas y agridulces maneras de ver la vida. ¿De dónde sacas esa influencia escribiendo y dibujando ese tipo de historias? Hace mucho tiempo leí una entrevista con JM Dematteis, un tipo que estaba escribiendo comics de Spiderman en los 80, y él decía que creía que el tipo de historia definitiva era el tipo de historia en que una persona cae en un profundo agujero negro pero que se levanta y ve la cara de Dios. Yo no creo en Dios pero la idea me gustó muy poderosamente, ese contraste entre desesperación terminal y esperanza final.
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Algún tiempo después leí una interpretación del trabajo de Robert Hunter, el hombre que escribía muchas de las canciones de Grateful Dead, algunas de mis favoritas. El decía que había temáticas en sus escritos sobre pequeñas esperanzas que pueden encontrarse en este mundo de oscuridad y confusión, como en las clásicas palabras de Robert “si supiera el camino te llevaría a casa” (NOTA: “If I knew the way, I would take you home” de la canción “Ripple” de Grateful Dead). El sentimiento es que todos estamos perdidos en esta vida y todos podemos ayudarnos entre nosotros, todo lo que podemos hacer es al menos tener el deseo de ayudar al resto. Es lo mejor que podemos hacer. Creo que esas han sido mis inspiraciones a la hora de escribir canciones. Reflexiones profundas, como suponemos que encontraste en Crass. Hiciste un disco de versiones de este grupo de punk inglés… ¿Qué viste de especial en sus canciones para ser revisadas? A mí me gustan mucho otras otras bandas punk, pero Crass es diferente,
Crass tiene un contenido seriamente denso e intelectual en sus letras. Crass era la banda más política y humanitaria de finales de los setenta, no eran en plan “vamos a emborracharnos y romper cosas”, eran una banda que realmente te daba mucho en lo que pensar, mucho de lo que aprender y mucho que cuestionarte. Yo creí que debería haber ahí gente que realmente amaría a Crass, sus canciones y sus ideas, pero que nunca serían capaces de escuchar hardcorepunk O incluso si fueran capaces de escucharles no entenderían la música y letras porque el hardcore es como otro lenguaje diferente, toma su tiempo conocer cómo escucharlo. Cuando lo escuchas por primera vez sólo suena a ruido. Así que creí que sería un gran proyecto tomar algunas canciones de Crass fuera de su contexto hardcore y dejar escuchar a la gente como sería en el lenguaje de canciones “normales”, porque verdaderamente son canciones increíbles. Crass es como un tesoro escondido de canciones ocultas tras ese difícil lenguaje hardcore. Yo estaba tratando de ser el traductor, como si encontrase un gran libro es-
crito en ruso y quisiera traducirlo a la gente que sólo sabe inglés. Ya has hablado de muchas de tus influencias, pero si tuvieras que decir otros nombres específicos, que artistas de música y comics son tus favoritos. En música me gusta The Fall y Jonathan Richman, y Lou Reed, y Yo La Tengo, y Donovan, y un montón de bandas psicodélicas y de garaje de los 60. Como artistas visuales del Cómic probablemente estoy inspirado por Dan Clowes, Joe Matt, Chester Brown y Rick Veitch. Con tu faceta musical por bandera, tienes una enorme gira por España y Portugal ahora. Debido a ese tamaño vas a tocar en sitios no demasiado habituales en otras giras con menos fechas. ¿Qué opinas de tocar en locales con gente que no es muy familiar con tu música comparado con sitios como Tanned Tin o Primavera Club dónde la gente te conoce más? Es genial tocar en cuantos más sitios sea posible, en los últimos años intenté
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ir más lejos con nuestras giras a nuevas áreas, ciudades, salas o espacios, incluso si eso significara tocar en sitios cada vez más pequeños, incluso con audiencias algo extrañas. Hemos tocado en Nueva Zelanda, Rusia, Israel, China, Corea del Sur, Finlandia… Realmente cualquier sitio que hemos podido. Todo trae un aprendizaje distinto.
No me gusta ir a un concierto sabiendo que tengo la garantía de escuchar ciertas canciones, es más emocionante ser sorprendido
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Siguiendo con Tanned Tin y Primavera Club, ¿Qué opinión guardas de ambos festivales y sobre tus conciertos allí de hace un tiempo? Yo prefiero normalmente tocar en sitios más pequeños que en escenarios gigantes de festival, así que me encanta la idea del Primavera de tener algunos conciertos en clubs y otros en el escenario grande. El año pasado estuve haciendo ambos y fue una buena combinación. Por supuesto que recibes más dinero por hacer el de escenario grande, pero tocas muy lejos de tu público y de tu banda. Estás ahí en un escenario gigante, con tu batería muy lejos de ti. No puedes hablar con nadie sin el micrófono y no puedes tocar a nadie, es como estar en otra dimensión. Lo único que os mantiene juntos es el sonido que estás haciendo, así que por ese lado es una experiencia especial y extraña, todo el mundo unido por las canciones que suenan en el aire. Tanned Tin es totalmente diferente: una experiencia cálida y amistosa para todos.
Cuéntanos sobre tu nuevo álbum “A Turn In The Dream-Songs”. ¿Qué novedades podemos encontrar? Tocarás mucho de este disco en esta gira, pero ¿Qué más podemos esperar de esta gira de presentación? Un gran factor por el que estoy motivado es que en esta gira que se viene encima vamos a tener teclista en la banda de nuevo, y una chica, porque la verdad que echo de menos tener una cantante femenina en la banda. Mi ex-novia estuvo a las teclas y las voces por un tiempo en torno a 2007 y 2008 y la de nuestro batería estuvo a las teclas y voces en torno al año 2009. Desde entonces fuimos un conjunto de tres piezas dado que ninguno de nosotros estábamos saliendo con ninguna. Ya tocó unos pocos shows con nosotros en EEUU durante nuestra gira con The Vaselines el pasado otoño y tenía ganas de que hiciera más cosas con nosotros en este mismo año. Mi banda está siempre probando nuevo material mientras está de gira. Es la mejor manera de dejar que el material madure y se vuelva cada vez mejor, así que muchas de las canciones de nuestro álbum nuevo son canciones que nuestros fans han escuchado cómo han ido evolucionando en nuestros conciertos de los últimos años. Pero siempre tocamos canciones viejas, algunas nuevas, algunas verdaderamente muy nuevas, algunas viejas, algunas versiones… Creo que cada noche antes de subir al escenario decidimos tocar una buena mezcla de nuestro material, desde cualquier disco que presentamos, pero tratamos de hacer diferentes cosas cada noche. Ahora trato de guardar los repertorios que dimos en cada ciudad la última vez para no repetir las mismas canciones. A mí no me gusta ir a un concierto sabiendo que tengo la garantía de escuchar ciertas canciones, es más emocionante ser sorprendido. Esta inspiración me vino directamente de ir a conciertos de Grateful Dead de adolescente, la charla pre-concierto sobre lo que deberían tocar cada noche era tan divertida como ver a Grateful Dead. Yo La Tengo es una banda actual que hace eso mismo también – si
tocan un concierto al aire libre en un día lluvioso vas a tener que debatir con tu amigo qué canciones sobre lluvia o el tiempo deberían tocar. Ellos no tienen un setlist único que tocan cada noche, así que no puedes leer en un foro de Internet el repertorio que tocaron la noche previa y utilizarlo como “guía” para lo que vas a vivir. Por supuesto, bandas como Yo La Tengo o Grateful Dead tienen repertorios de cientos y cientos de canciones y pueden elegir repertorio cada noche, nosotros solo tenemos quizás unas docenas para elegir… Es una visión acertada del asunto. Por ultimo, he leído sobre tu tesis al respecto de la obra maestra del comic “Watchmen”. Cuentanos un poco sobre ello… He dado charlas sobre Watchmen en un montón de sitios alrededor del mundo y he estado trabajando en escribir un pequeño libro al respecto. Está casi terminado. La tesis original que escribí en 1996 y 1997 cubre unos pocos temas del libro. Creo que el asunto de Watchmen es que tiene muchas “historias” contadas de manera que no han sido contadas lo suficientemente en alto pero si en extrañas combinaciones de pequeños detalles alrededor del libro. Para mi, una de las más grandes “historias secretas” de Watchmen es la de la batalla entre los círculos y los triángulos, una filosofía circular envolviendo la naturaleza física, representada por el Dr. Manhattan, que está encerrado en un debate con una filosofía triangular que envuelve a los humanos, representados por Adrian Veidt. Puedes ver Watchmen como un complicado debate entre estas dos formas y entre estas dos filosofías. Hay muchas otras cosas en el libro que son divertidas de comentar, pero si quieres que empiece a hablar de ello vamos a tener que estar hablando durante mucho tiempo, así que mejor paro aquí.
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ENTREVISTA Foto: Tania Verduzco
Del post-punk a los aires más africanistas continúa la evolución de estos cuatro chicos gallegos. Hablamos de lo relativo a “Love Battle” y su gira con el teclista y guitarrista, Raúl Muñoz. Hablar de ‘Love Battle’ es hablar casi obligadamente de África; de hecho llegáis a citarla en ‘Safari’. ¿Cómo os ha influenciado la música de aquel continente? África es un continente que siempre nos ha atraído pero la verdad es que no te puedo decir que nos haya influenciado especialmente. Únicamente nos apetecía probar cosas nuevas y hacer los arreglos a las canciones de manera diferente. Hemos utilizado otro tipo de recursos a la hora de trabajar y eso ha hecho que la instrumentación sea muy distinta a la utilizada hasta ahora en los discos de CatPeople. Creemos que es bueno no cerrarse, el hecho de experimentar y evolucionar te hace crecer como músico y como banda. ¿Veis vuestro sonido actual como un paso hacia adelante desde el post-punk de vuestros primeros discos, o más bien como un ‘experimento’ para comprobar las posibilidades de esta nueva corriente africanista? No consideramos que este disco esté dentro de una corriente africanista, como dices, Love Battle tiene muchas influencias y muy variadas. Para nosotros es un paso adelante en la evolución de CatPeople, es ampliar horizontes para poder trabajar de muchas maneras, para abrir puertas manteniendo la esencia de la banda. Esto queríamos plasmarlo en nuestra música, queríamos hacer otras cosas y que es bueno abrirse ¿Ha cambiado mucho la forma de afrontar vuestro nuevo disco, tras la explosión a nivel de público vivida durante la presentación del anterior? ¿Os sentíais de algún modo presionados? Realmente la presión te la ejerces tú mismo, el hecho de querer hacer las cosas bien es suficiente para auto exigirte e intentar superarte día a día y disco tras disco. La grabación del nuevo álbum ha sido muy diferente ya que se ha centra-
CATPEOPLE
«El problema de Galicia es que la mayoría de bandas acaban marchando a Madrid o Barcelona para buscar más oportunidades» do más en nuestras casas y en el local de ensayo que en un estudio de grabación. Este disco requería mucha dedicación y mucho mimo, que con la presión y el timing de un estudio hubiera sido difícil darle. Habéis sido uno de los afortunados ganadores del certamen GPS (Girando Por Salas). Pese a vuestra trayectoria, ¿pensasteis que aún necesitabais apoyo para seguir dándoos a conocer fuera de Galicia? ¿creéis que el proyecto funcionará? Esta ayuda estaba destinada a grupos incluso con 3 discos en el mercado como nosotros. Si estaba así establecido es porque realmente las bandas de este estatus necesitan también este tipo de ayudas, más aún en los tiempos que corren. El circuito de salas en España tiene mucho que mejorar y cuando sales de las ciudades importantes es difícil encontrar salas con unas condiciones dignas para hacer un concierto de cierto nivel. Nosotros queremos hacer llevar nuestros directos a ciudades donde no suele haber este tipo de eventos. Esa va a ser nuestra filosofía a la hora de trabajar con GPS. También participáis en el Heineken Music Selector, ¿cómo os sentís al ser seleccionados para participar junto a gen-
te tan importante como Wilco, Cut Copy o clásicos como Nick Lowe? Es un placer y un privilegio compartir cartel con esos nombres, especialmente con Wilco, a los que admiramos mucho. Nosotros estamos siempre encantados de colaborar con Heineken, una marca que ha apoyado desde siempre la música en directo. En este caso hemos tenido la suerte de poder hacer 3 fechas dentro del circuito Music Selector, la primera será este sábado día 15 en la Sala Heineken de Madrid. Un concierto muy especial para nosotros ya que presentaremos oficialmente nuestro nuevo disco en la capital y queremos que la gente lo disfrute al máximo. Se están viviendo buenos tiempos para la música indie en Galicia; Triángulo de Amor Bizarro, Nadadora, Emilio José, Fluzo, Disco Las Palmeras!... ¿creéis que puede hablarse de una ‘edad de oro’ de la música gallega? La música gallega siempre ha sido pujante, no sólo ahora, de nuestra comunidad han salido bandas míticas de la escena musical de nuestro país. El problema de Galicia es que la mayoría de bandas acaban marchando a Madrid o Barcelona para buscar más oportunidades ya que allí es diferente abrirte camino, no sólo en música, sino en cualquier disciplina artística.
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GINFERNO
ENTREVISTA
«Consideramos nuestra música como entes orgánicos que evolucionan constantemente y cuando cumplen su ciclo desaparecen» Cuatro de los cinco miembros de Ginferno nos desvelan los entresijos de “Mondo Totale”, el esperado nuevo disco de una de las bandas más queridas de la experimentación madrileña. Con ellos hablamos largo y tendido de la propia banda y de cómo está la escena independiente actualmente.
Javier Díez-Ena: A veces el precio de la libertad total es cierto desapego hacia algunas obligaciones que se les presupone a los grupos, entre ellas el editar cada dos o tres años un disco. Aunque el tiempo ha acabado por darnos la razón, el ser prolífico en ediciones no asegura nada.
Sólo tenéis dos discos oficiales, pero sois una de las formaciones más longevas de la escena madrileña. ¿Os consideráis una banda de directo o simplemente es que os cuesta pasar por el aro del estudio? Dani Niño: Sí a todo, pero con peros. Somos una banda de directo porque encima del escenario es donde la música cobra todo su sentido. Nosotros exponemos lo que tenemos que decir y la gente lo escucha, y si lo disfruta lo baila y lo aplaude. Esa conexión es tan placentera que cuando la pruebas no quieres otra cosa. Además hay una barra donde sirven todo tipo de refrigerios. Si en los estudios hubiera público y una barra, grabaríamos muchos más discos.
D Fletcher: Por otro lado, en Ginferno consideramos la música que creamos como entes orgánicos que una vez aparecen evolucionan constantemente y cuando cumplen su ciclo desaparecen de nuestro repertorio. Es posible que durante algún tiempo hayamos sentido cierto rechazo a congelar -grabar- precipitadamente esos entes, temiendo que no hubieran llegado a su estado óptimo de evolución. Todo cambió cuando nos dimos cuenta de que para que un grupo sobreviva es necesario que produzca discos; te permite ir cerrando etapas y facilita que las personas que se interesan por tu trabajo, ya sea público, medios o promotores, puedan estar al tanto de lo que haces. Hemos aprendido también a disfrutar del trabajo en el estudio.
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D Fletcher: Nos hemos hecho esta misma pregunta miles de veces. Aunque es cierto que durante años le hemos dado prioridad componer y al directo, preocupándonos de que cada concierto de Ginferno fuera una experiencia nueva para el espectador, nunca hemos dejado de grabar. Ten en cuenta que entre 2000 y 2009 ensayábamos en nuestro propio estudio de grabación. Entre 2004 y 2008 registramos allí cerca de 30 piezas; nos costaba encontrar el momento de terminarlas porque estábamos inmersos en una explosión de creatividad y nos motivaba más seguir explorando nuestras posibilidades que sentarnos a mezclar.
Hace poco estuvisteis en escena con Damo Suzuki (Can), ¿Cómo fue la experiencia en concreto? D. Fletcher: En 2010 tuvimos la suerte de poder tocar con él en dos ocasiones gracias a Ingrid, una amiga común que reside en Londres y a Improvica, un interesantísimo sello japonés de música experimental. Fue una experiencia increíble y emocionante, poder subirte a un escenario con una persona que admiras desde los 14 años y experimentar cómo su enorme fuerza creativa te va llevando de un sitio a otro sin esfuerzo y cómo con humildad y talento se adapta-
ba cuando alguno de nosotros tomaba la iniciativa. Kim: Yo me quedo con un recuerdo antes del primer concierto que hicimos juntos. Damo decía que tenía mucha hambre así que le llevábamos a comer. Una vez en el restaurante comió dos boquerones y una pimienta verde. Le preguntábamos si no le había gustado la comida o que le pasaba, pero dijo que la comida en si no le solía llenar sino la compañía. Después del concierto bajaba a abrazar el público uno a uno. Fue un honor conocerle. Javier Díez-Ena: Damo aparte de un mito con melena (que no hay tantos) es uno de los últimos supervivientes de la era de Acuario, en todos los sentidos. Él consiguió extraer lo mejor de nosotros, nos desinhibió completamente y nos lanzamos a improvisar a tumba abierta. Con vuestro cantante (Kin Tipín) la voz ha ganado protagonismo. ¿Cómo fue surgiendo ese cambio de ir la voz imponiéndose sobre los desarrollos instrumentales? Dani Niño: Puede parecer una forma de verlo… pero creo que en este grupo la voz se trata como un instrumento más, así que no le ha comido terreno a lo instrumental. Es obvio que también tiene letras que expresan historias, pero en muchas ocasiones la voz de Kin es un instrumento más que emite onomatopeyas a modo de riffs de guitarra. La diferencia es que las letras hacen más entendible el mensaje de la canción, pero seguimos siendo un grupo instrumental. D. Fletcher: Bueno, ten en cuenta que Kin se incorporó hace más de 5 años, en 2006. Inicialmente lo único que sabía-
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A veces el precio de la libertad total es cierto desapego hacia algunas obligaciones que se les presupone a los grupos mos todos era que queríamos trabajar juntos, sin tener claro si Kin iba a cantar, a golpear chatarra o incluso el bajo; dejamos que el tiempo decidiera y no ha sido hasta la incorporación de Javier Díez-Ena que las cosas han terminado por encajar y Kin ha encontrado su propio espacio dentro de Ginferno. Antes de la llegada de Kin llevábamos ya casi 10 años haciendo música instrumental y sentíamos que necesitábamos ingredientes nuevos para no caer en la repetición y el aburrimiento. Los primeros 3 años tras su llegada fueron muy duros, especialmente para él; estábamos acostumbrados a luchar encarnizadamente por nuestros espacios durante los ensayos y Kin entró ahí sin manual, ni paracaídas ni casco protector. De todo lo que probamos en esos años, algunas cosas funcionaban y mu-
chas otras no; descartamos decenas de horas de improvisaciones e ideas. Pero sin ese esfuerzo y las ganas de seguir disfrutando juntos de lo que nos aportamos los unos a los otros no habríamos llegado a esta nueva etapa en la que nos sentimos muy unidos, motivados y productivos. ¿Toda la parafernalia viajera que inunda el disco de dónde viene? Ciertamente sí que parecen sonidos sacados de visitas a la cultura de cada región… Javier Díez-Ena: Todos en el grupo viajamos por el mundo, como buenos hijos de vecino. Pero el verdadero viaje es auricular. En Ginferno consumimos música a paletadas, la música se nos acumula en miles de estratos cerebrales y uno de los más influyentes a la hora de componer es el mejunje planetario de folclores
mundiales y especialmente la mezcla de esos folclores con música más occidental, hallazgos como el garage africano, el beat birmano, la psicodelia japonesa etc… Sin caer nunca en esa blandura que a veces adopta la llamada world music. Lo nuestro es más bien un asalto a mano armada para llevarnos el mejor sonido de cada cultura para después poder manipularlo y mezclarlo cómodamente en nuestros salones. D. Fletcher: somos muy viajeros y muy “escuchadores”. Cada vez que nos topamos en la calle con alguien expresándose mediante un instrumento, ahí se quedan nuestras orejas, cerebros y grabadoras. A eso hay que sumar la descomunal cantidad de música que escuchamos, de todos los estilos y países posibles. Para los aficionados a la música de otros países, estamos en un momento interesantísimo: la música nueva nos llega enseguida y, además, se están reeditando miles de trabajos grabados en los últimos 80 años en Turquía, Thailandia, Ghana, Mali, Guinea, Perú, Camboya, India, … De alguna manera, todo eso que vamos acumulando en nuestras neuronas acaba saliendo, reinterpretado y
2011 descontextualizado, de manera natural durante nuestro proceso creativo. En “Mondo Totale”, una vez teníamos la música y la historia que Kin quería contar definimos nombres para las canciones que “recontextualizaran” los diversos orígenes a nuestro propio ecosistema. Como anexo regaláis un vinilo con todas las grabaciones perdidas entre ese primer disco y este nuevo. Da la sensación de un fin de ciclo D. Fletcher: Efectivamente, desenterrando esas grabaciones que habían permanecido incompletas durante años hemos cerrado un ciclo que en escala temporal termina a finales de 2009 con la salida de Ginferno de Krater (guitarra y uno de los miembros fundadores) y la incorporación de Javier Díez-Ena al contrabajo, con quien empezamos de cero trabajando en el repertorio que se convertiría en “Mondo Totale”. Las incorporaciones de Javier y la de Daniel Niño al saxo barítono han sido muy importantes. Se han integrado como si lleváramos toda la vida tocando juntos. Con ellos contamos ahora con unos recursos creativos más extensos y nos mueve la misma pasión por encontrar la diferencia. Dani Niño: Del fin de ciclo nunca se sabe. Cada canción de Ginferno cierra un ciclo por sí sola. Una de las cosas que siempre me ha parecido importante de Ginferno es lo que disfrutáis y os divertís tocando. ¿Me equivoco?
D. Fletcher: No te equivocas. Los 2 momentos preferidos de Ginferno son: 1 - cuando estamos en el local improvisando e irrumpe esa chispa que provoca que entre todos hagamos aparecer algo que unos minutos antes no existía y 2 - cuando exponemos todo ese trabajo delante de público. Además, está música que nos sale, con muchos cambios, paradas y arranques, variaciones de intensidad, … ¡¡¡es muy divertida de tocar!!! Kim: Si y no, pero no hablaré más de cómo uno se sienta cuando te tiran zapatos encima… Si no buscas nuevos caminos con sentido del humor te costaría mucho. Al final sabemos que una canción está terminada cuando nos hace reír. Lo mismo ha pasado con las letras. El personaje Kin al-Tipín intenta ser salvado por el amor pero fracasa de formas ridículas. (Se pregunta porque las mujeres no se enamoran de él aunque tiene una tarjeta de crédito ilimitada y les puede llevar de vacaciones a las islas (“Holiday in Faroe”), se enamora de su vecina pero en vez de llamarla se compra un telescopio (“Telescopic Eye”), luego piensa que ha encontrado el amor de su vida en una boda donde la mujer está a punto de casarse (“Timanfaya Grill Club”). El tío busca el amor que manda la ley de Newton a la mierda (“Caspian Love Boat”) y por eso cae en agujeros donde fantasmas le están matando con cuchillos (“Appalachian Training Camp”) Para mí representa la grandeza y la tragedia de los roles masculinos y femeninos que el mundo occidental lleva siglos alimentando. Ahora
le toca cambiar y en el siguiente disco habrá un poco más de reflexión por su parte. Ha descubierto a Kierkegaard y que la boda cristiana no le salvará el espíritu… Dani Niño: Sólo hace falta observar las sonrisas de Dani Fletcher, los gritos locos de Fede, los moonwalk camuflados de Díez-Ena, los saltos de Dani Niño, y las locuras de Kin, para comprobar que no te equivocas en absoluto. Comenzar un concierto es conectar un poquito con la felicidad. Como amplios conocedores de lo que se cuece por aquí, ¿Qué bandas madrileñas nos recomendaríais? Kim: Hay muchos pero para mencionar dos: Los Caballos de Dusseldorf y el nuevo proyecto de Krater Ginferno que se llama Todo. Dani Niño: Sin duda Dead Capo, OGUN afrobeat, Los Cuantos con Kim, y una que se está gestando en estos momentos y que pronto dará que hablar: Forastero. Y estas son las que tenemos más cercanas, pero Madrid está repleto de bandas brutales que tienen mucho que decir. D. Fletcher: Es una alegría comprobar que casi todos los artistas que salieron en los recopilatorios “Madrid Terminal” (Subterfuge, 2005) y “Cómete Madrid” (B-Core, 2005) siguen en activo y haciendo una música increíble. Además, constantemente aparecen bandas nuevas realmente interesantes. Omitiendo deliberadamente la media docena de proyectos en los que están involucrados miembros de Ginferno, voy a mencionar sólo algunas de mis bandas favoritas de Madrid: Rosvita, Alta Cabeza, Margarita, Grabba Grabba Tape!, Lüger, Los Punsetes, Wild Honey, Juanita y Los Feos, Fabuloso Combo Espectro, Los Caballos de Dusseldorf, Los Chicos, Sacramento, Mittens, Jonston, Dolores, Grosgoroth, Diecisiete...
escucha “Mondo Totale”
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ginferno.bandcamp.com
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AIAS
«Está claro que hay algún tipo ENTREVISTA de democracia Aias son sinceras con sus canciones y con sus palabras, participativa musical como demuestra su voz Gaia Bihr, que nos reconoce las virtudes y defectos de su banda sin pelos en la lengua. que está de moda»
¿Cómo es eso de editar primero fuera y luego aquí en España? Grabamos el disco sin pensar en si alguien se interesaría por él. Poco después de colgar las canciones grabadas en el myspace, tuvimos esta sorprendente propuesta de Captured Tracks. Tenía varios canales de distribución por el mundo, pero no en España. Después de la noticia, recibimos propuestas de diferentes sellos de España. A nosotras nos interesaba que el disco salga en las tiendas de aquí, y también que alguien se ocupe de la promoción nacional. Nos sentimos próximas a El Genio Equivocado, a nivel de trato, propuestas y direcciones.
En vuestra hoja de prensa se habla de cómo Vivian Girls os influenciaron con su paso por Primavera Sound, ¿Qué hay detrás de esa historia? ¿Qué influencias fueron las más importantes? Antes de grabar, tocábamos las canciones de Aias sin distorsión en la guitarra, ni reverb en las voces, todo era un pop más limpio con All Girl Summer Fun Band como una de las referencias. El concierto de Vivian Girls, nos marcó con este sonido que nos pareció tan grande como sucio, amateur y presencial. La influencia de grupos como Best Coast, o Dolly Mixture, añadida al deseo de integrar un punto motown, definieron el sonido del disco.
A ti, Gaia, te conocíamos de Sedaiós. ¿Cómo surge la formación de Aias? ¿De dónde venís? Miriam tocaba el bajo en un grupo llamado Cocodrilo. Pero Laia, Miriam y yo coincidíamos como público en los mismos conciertos de amigos y demás. A la hora de formar la banda, sabíamos que compartíamos gustos musicales y líneas directivas de cómo queríamos hacer música.
¿Creéis que esta moda de noise-pop, que pueden practicar desde Wavves a Best Coast, es reflejo de una generación de músicos enfocada al nuevo concepto de “do it yourself”? ¿Os sentís parte de ello, de ser así? Está claro que hay algún tipo de “democracia participativa musical” que está de moda. Nos sentimos parte de esta escena, porque nuestras limitaciones - a la hora de tocar nuestros instrumentos,
La ayuda de Cristian de Nisei y Sedaiós aparece como clave para la creación de este disco. ¿Qué os aportó? ¿Hay posibilidad de que acuda con vosotras de gira, justo ahora que Nisei parecen dejarlo? Primero fue uno de los cumpleaños para cual montamos el concierto sorpresa del principio. Luego, Cristian fue nuestro técnico de sonido, productor y mentor. Nos ayudó a encontrar el sonido de Aias, y añadió ajustes en la grabación - trompeta, coros, percusiones. Siempre que pueda - quiera- está bienvenido para tocar con nosotras en directo - en general la trompeta.
hacer canciones, o grabar- son una de las variantes que nos definen como grupo, pero también nos llevan a buscar otro tipo de creatividad; la que podemos alcanzar. A pesar de que el catalán pueda chirriar a muchos, vuestra labor melódica vocal en “A la Piscina” es sensacional. ¿Cómo se compone en Aias y qué importancia le dais a la voz y las letras? Las letras son bastante espontáneas como nuestra música en general- y con temas cotidianos. Queremos sentirla próxima. En cuanto a las voces, si que les damos bastante importancia. Jugar con 3 voces femeninas, coros y uouooo nos parece muy divertido y le damos mucho peso a las melodías y armonías. Habéis hecho una gira por Japón. ¿Cómo os fue por allí? Supongo que habrá planes de gira por Estados Unidos y Europa. La gira japonesa fue muy intensa y divertida. Por ser nuestra primera gira, ir a Japón fue casi surrealista. El público era muy acogedor y abierto. Estamos planeando una gira por Estados unidos para semana santa.
2011
EDREDON «No tenemos definido nada de nada»
Vuestro bautizo es curioso. “Edredón” es un nombre que no deja indiferente, pero al tiempo la escasa relación con el sonido puede hacerlo sonar un poco insustancial. ¿Hay alguna historia detrás? Cada uno tenemos una historia diferente de cómo creemos que se dio el nombre al grupo. Que si en un taxi, que si cuando se decidió ninguno estábamos y alguna más. En resumen, parece que nadie se acuerda. En cuanto a que te parezca insustancial, no buscamos una definición para la banda ni que la gente piense en dormir o follar con nuestra música. Sólo es un nombre. Siendo un grupo de cinco personas, ¿cómo afrontáis la composición? Hay quién lleve la batuta en ese aspecto o de lo contrario, ¿cómo os ponéis de acuerdo? La composición surge en los ensayos, a partir de una melodía de sintetizador, una guitarra o una batería. Después se desarrolla entre todos. ¿Qué tal es lo de llevar un disco con esta carga electrónica al directo? ¿Os apetece enfocarlo más desde las máquinas o las guitarras? Pretendemos que nuestro directo sea un concierto de rock con partes de electrónica, todos los temas que hacemos están pensados para el directo y para tocar de la forma más análoga posible. Lógicamente no podemos tocar algunas secuencias de sinte o caja de ritmo en directo por su complejidad y por falta de extremidades suficientes.
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Vista la duración de vuestros temas, es indudable que os gusta expandiros y además parece que es lo que mejor os funciona ¿no? No es algo que hagamos a propósito, cada canción dura lo que pensamos que debe de durar.
ENTREVISTA Una de las revelaciones de la pasada temporada, EdredóN han sabido hacer mover al personal con psicodelia a caballo entre el rock y la electrónica. Nos hablan de su aún corta trayectoria y nos ayudan a desvelar la esencia de una banda que se define por la indefinición.
Ya erais una especie de promesa en el panorama madrileño antes de sacar el disco. Finalmente la espera se ha saldado con un resultado más pulido. ¿Fue premeditado este lapso de tiempo o se fue demorando el disco por otras cuestiones? Cuando fichamos con Origami, nuestra discográfica, la idea era grabar un ep con cuatro canciones. Dos días antes de empezar a grabar, y curiosamente el día después de haber tocado en una fiesta con otros grupos de Madrid, nos llamaron del sello para cambiar todo el asunto. Retrasábamos la grabación un mes para grabar un largo. Eso cambiaba todas las condiciones (estudio, técnico de sonido, etc) y por supuesto llevaba bastantes más horas. A finales de verano estaba terminado pero se retraso hasta noviembre por motivos de promo. Hay mucha polémica últimamente en torno al papel de los sellos, con mucho artista apostando por autoeditarse. ¿Cómo entrásteis en contacto con Origami y cual creéis que debe ser el papel de un sello en estos tiempos? Nos llamaron de Origami después de vernos en directo en Gruta’77, ya habíamos oído que nos seguían la pista hacía tiempo. Lo que nos ofrecieron nos resultó bastante interesante ya que nosotros no teníamos nada bien grabado ni interés en hacerlo por nuestra cuenta. Hasta ahora estamos muy contentos con ellos, intentan amoldarse, en la medida de lo posible, a los tiempos que corren. Posiblemente este sea el mayor error de algunos sellos, todavía tienen la mentalidad de hace diez años, vender muchos discos y forrarse.
Parece que últimamente hay una vuelta de influencias que parecían olvidadas. Kraftwerk, los sonidos de sintetizador de los 70 y los 80, kraut, mucha psicodelia... ¿cómo lo véis? Parece que cada vez hay más calidad en los grupos de aquí, tal vez las influencias sean las mismas pero quizá la forma de exponerlas sea mejor. Es fácil dejarse influenciar por grupos como Kraftwerk, Can o Neu!, eran muy buenos. El papel de la voz en Edredón no es el típico de una banda de rock, normalmente sintetizada o filtrada. ¿Cómo enfocáis este apartado vocal? Empezó como una forma de experimentación con vocoder. Nunca habíamos tenido uno hasta entonces y coincidió la novedad con la composición de algunas canciones. No tenemos nada definido el tema de las voces, bueno, en realidad no tenemos definido nada de nada. Si tuviera que nombrar una banda nacional a la que me recordéis, me viene El Columpio Asesino. ¿Reconocéis el paralelismo? Es un halago para EdredóN que hagas un símil así, junto a Hidrogenesse probablemente sea nuestro grupo preferido en España. En cualquier caso no vemos un parecido más allá del de compartir bastantes influencias. Tocasteis en la pasada edición del Primavera, ¿qué supuso para vosotros el tocar en un festival tan grande, siendo una banda tan joven? Un sueño cumplido, para nosotros es uno de los mejores festivales del mundo, va-
Es fácil dejarse influenciar por grupos como Kraftwerk, Can o Neu!, eran muy buenos
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mos todos los años desde hace cinco o seis. Cuando vimos nuestro nombre programado a las doce de la noche sin ni siquiera tener un disco editado apenas podíamos creerlo. Este tipo de cosas te dan un subidón de moral importante. ¿Qué opináis de lo de tocar en festivales frente a salas? Porque vuestra música, a horas tempranas y con luz solar igual pierde algo de atmósfera ¿no? Como público habitual de festivales que somos preferimos tocar en el ambiente festivo que allí se genera. Aunque es muy cierto que nuestra música no es para tocar con luz natural. El año pasado tocamos en Indyspensable a las
Para nosotros lo ideal, es un festival entre las doce y las cuatro
siete de la tarde y el ambiente fue muy frio, principalmente por nosotros que parecíamos totalmente desubicados. Lo ideal, un festival entre las doce y las cuatro. Por explotar un poco más el filón festivalero, en cuanto al estilo ¿donde os sentiríais más a gusto tocando? ¿En un FIB, un Primavera o un Sónar? Como antes te comentaba el Primavera Sound, en cuanto a cartel y ubicación, es muy difícil de superar pero tocar en el Sónar sería la hostia. El FIB fue nuestra primera referencia festivalera, ha tenido un bajón importante en el cartel durante los últimos años pero parece que este va a volver a subir el nivel. Nos encantaría volver pero como artistas, es decir, sin tienda de campaña. Acaba de terminar el año. ¿Qué discos o eventos musicales os marcaron más en 2010? Esto es un poco personal de cada uno. Como evento nos quedamos con el cartelazo del PS (Pixies, Fuck Buttons, Pa-
vement, etc.) y como discos el de Caribou y el de Beach House. Ahora que está de moda resucitar grupos. ¿A que grupo sacaríais del cajón para poder verles en directo? A los Doors o a la Velvet Underground con Nico. Más que resucitar a alguno, viajar al pasado y verles cuando correspondía. ¿Tenéis ya algo preparado para el próximo disco? ¿Canciones compuestas, alguna idea general, etc? Sí, tenemos algún tema nuevo y otros en camino de convertirse en parte del directo. Respecto al próximo disco, en principio no grabaremos con coro de ninfas lo cual será una autentica sorpresa.
escucha “edredón”
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2011
THE PAINS OF BEING PURE AT HEART
ENTREVISTA
«No hay nada que haya experimentado en mi vida que se compare a la simple satisfacción de estar en una banda» Kip, vocalista del grupo neoyorquino The Pains of Being Pure at Heart nos atiende para hablar de todo lo que supone su segundo disco “Belong”, aprovechando su inminente paso por Madrid, Barcelona y Mallorca y su posterior visita encabezando el Vigo Transforma el sábado 2 de julio.
Vuestro primer disco fue un éxito instantáneo. Sin embargo no os ha llevado mucho tiempo sacar un segundo y de camino habéis lanzado un EP, singles, etc. ¿No habéis sentido la típica presión del segundo disco? Tras terminar el primer disco, teníamos un montón de canciones nuevas y no queríamos esperar dos años para que la gente las escuchara. Así que estábamos contentos de poder editar “Say No To Love”
como un 7’’ y “Higher than the Stars” como un EP antes de editar “Belong” en 2011. Giramos un montón y es importante tener nuevas canciones que tocar para que los conciertos no se vuelvan aburridos para el público (o para nosotros). En cuanto a la presión, estamos en sellos indies que nos han apoyado mucho (Slumberland US, PIAS UK/EU) así que nunca ha habido una presión comercial para lanzar un hit, realmente. Todo lo que querían de nosotros era que hiciéramos un disco en el que creyéramos de verdad y nos han dado el tiempo y la posibilidad de hacerlo, por lo que estamos muy agradecidos. Supongo que vuestras vidas han cambiado radicalmente en los últimos años. ¿Cuando empezasteis la banda, busca-
bais hacer de ella vuestra profesión o sólo divertiros? ¿Qué echáis más de menos de vuestras vidas antes y que es lo que más os gusta de estar en una banda de rock con cierta fama? Creo que el ideal para lo que haces todo el tiempo es que tenga sentido y sea divertido. La oportunidad de dedicarnos a tiempo completo a hacer música es un sueño hecho realidad, y algo muy extraño de experimentar para cualquier banda. No hay nada que prefiriese hacer que levantarme cada día y escribir canciones y dar conciertos. Parece una vida tan más allá de lo que pensé que fuera posible. No hay nada que realmente eche de menos del pasado, al menos no hay nada que haya experimentado en mi vida que se compare a la simple satisfacción de estar en una banda - que siempre ha sido el sueño de mi vida, pero nunca pensé que realmente se volviera realidad.
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“Belong” es un disco que recuerda al sonido de las bandas de los 90 ¿Estabais buscando un sonido más afín a bandas como Smashing Pumpkins al contactar con Flood y Alan Moulder a la producción? ¿O únicamente eran dos personajes clave con los que queríais trabajar? La mejor música es atemporal - una gran canción de 1968 puede sonar genial en 1988 y una gran canción de 1988 puede sonar genial en 2008. Estábamos mucho menos preocupados de evocar una determinada época que en escribir el tipo de música que sea, esperemos, significativa más allá de nosotros mismos.
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MIXTAPE
Giramos un montón y es importante tener nuevas canciones que tocar para que los conciertos no se vuelvan aburridos El sonido de guitarras en “Belong”, ha pasado de ser más etéreo a ganar en rotundidad, ¿buscabais ese sonido, es la dirección que queríais seguir? Si y no. Creo que hubo mucha falta de experiencia en nuestro debut que hizo que las cosas salieran de una determinada forma, incluso cuando no era nuestra intención. Así que esta vez fuimos capaces de enfocarnos a capturar los sonidos de los instrumentos de la forma correcta, las baterías suenan mucho mejor en este disco y los teclados están mejor definidos y concebidos también. Mucho de eso ha sido posible con la ayuda de la producción de Flood y las mezclas de Alan Moulder. Vuestras influencias son acusadas en ambos discos. ¿Os preocupa que se os pueda tachar de oportunistas o de copiar a bandas del pasado? Toda banda, incluso las que nos influenciaron a nosotros, estuvieron influenciadas por otras. Es en el inexacto arte de la imitación donde nace la creatividad. Para nosotros es como la mayor alabanza ser parte de un linaje de música asombrosa, difícilmente es algo de lo que rehuir. Para nosotros, lo más importante es la composición. Las grandes canciones son mucho más importantes que fingir haber inventado la música, lo cual nadie puede reclamar legítimamente, en cualquier caso. Ahora mismo hay unas cuantas bandas recreando sonidos de los 90 con muy buen resultado, como Japandroids o
Yuck o vosotros mismos. Al margen de que sean buenas bandas, que opináis? ¿Hay algo de moda en la gran aceptación que tienen? No tenemos nada en común con esas bandas o esa década o ningún sentido de retro-nostalgia en absoluto. Tratamos de escribir las mejores canciones que podemos en 2011. Por supuesto siempre habrá cualidades en ese esfuerzo que vinculen a gente con las mismas metas en diferentes eras, pero no idealizamos ningún momento de la historia aparte del presente. Jugáis mucho con mezclar música alegre asociada a una letra más complicada y viceversa. ¿Es la intención o surge de manera espontánea? Es muy espontaneo. No puedo controlar las cosas sobre las que escribo, o al menos no debería. Hay épocas en que lo que quiero decir es difícil o incómodo - pero me gusta la incomodidad de algunas letras, si son sinceras y emocionalmente necesarias. Habéis girado muchísimo por España. Ya que nos visitáis tan a menudo, ¿conocéis u os gusta alguna banda española? Bueno, Aias, de Barcelona, son realmente buenas y la última vez tocamos con Odio Paris también. Soy también fan de Le Mans, así como de un single de la banda Nothing, ambos editados (creo) en el gran sello español Elefant Records. Además nuestro buen amigo Sergio toca en una banda llamada Tachenko.
Y de New York, ¿cómo está la escena ahora mismo? ¿Cuales son vuestros grupos favoritos de la ciudad? ¿Y los clásicos que más os gustan? Bueno, simplemente desde la perspectiva de un fan de la música, amo vivir en New York, ya que hay incontables grandes bandas locales que podemos ver casi cada noche. Algunas de mis favoritas son Dream Diary, Twin Shadow, Crystal Stilts, Beach Fossils, The Hairs, Zaza, Wyldlife, Hooray For Earth, Twin Sister, Titus Andronicus (aunque son tecnicamente de New Jersey, lo cual es importante), Vivian Girls, My Teenage Stride, Minks, Frankie Rose and The Outs y The Secret History y muchas más. Es una locura pensar en cuantas grandes bandas locales hay (y esas son sólo unas pocas). En cuanto a la New York histórica, The Velvet Underground, New York Dolls, Television, The Ramones, Blondie, Sonic Youth, The Strokes y Yeah Yeah Yeahs son mis favoritas. ¿Cuáles son los planes próximos de la banda? Seguir girando, algún nuevo lanzamiento, descansar...? Girar es el plan para el futuro próximo. Tras ello, será tiempo de meditar y ver qué hacer después. No tenemos “master pains plan” del éxito ni nada parecido. Generalmente lo vamos decidiendo según avanzamos.
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MOKSHA «Nos gusta probar cosas nuevas, ENTREVISTA
nos aburriríamos bastante haciendo siempre lo mismo» Siempre buscando nuevos alicientes en su sonido, Moksha llevan años como referente del metal underground. Hablamos con ellos de lo que les ha llevado al presente, a “Sang de Roure”, un disco más punk-rock, a pasarse al catalán, a editar con nuevos sellos, etc. Lleváis ya alrededor de una década en activo ¿qué queda de los inicios en Moksha? Pues quedamos tres miembros fundadores y la colección de platos rotos del batería en el local. Si últimamente habíais tirado por sonidos más rockeros, este nuevo disco
podría decirse que vais un poco más hacia el punk y el crust ¿no? Sí, bueno, es lo de siempre. Nos gusta probar cosas nuevas, nos aburriríamos bastante haciendo siempre lo mismo. Hay que renovarse y en este caso hemos decidido ir en esa dirección. Puede sorprender a algunos vuestro fichaje con Bcore (aunque el disco es coeditado con Odio Sonoro y Dolmen). ¿Cómo surgió? Nos hemos interesado por Bcore desde que empezó la banda, lo que pasa es que hemos tenido que llegar hasta el hardcore/punk para que se fijaran en Moksha y nos ficharan (risas). Lo de editar con Odio y Dolmen nos hacía mucha ilusión también por que
Al principio me costó un poco aceptar el idioma en las canciones, pero todo es acostumbrarse y ahora no lo cambiaría
conocemos a Jose desde hace 15 años y siempre hemos tenido una estupenda relación y en cuanto a Dolmen, porque es el sello de la banda. La otra gran novedad es el uso del catalán. Para una banda con vuestra trayectoria, ¿por qué ahora? No hay mucho metal en catalán ¿o sí? Tengo que reconocer que al principio me costó un poco aceptar el idioma en las canciones. Se me hacia raro al venir del inglés, pero todo es acostumbrarse y ahora no lo cambiaría. Creo que el grupo se identifica y se consolida mucho más. Además, no somos americanos y qué mejor que hacerlo en nuestro idioma, aparte no hay muchas bandas por aquí que practiquen este estilo cantando en catalán. ¿Tuvo el cambio de idioma algo que ver con el fichaje por Bcore? ¿Qué decisión se tomó antes? ¿Se sorprendieron en el sello por el cambio repentino de idioma? El idioma no tuvo nada que ver con el fichaje, simplemente le gustaron los temas. Eso sí, cuando supieron que estaban en catalán, ganamos puntos. Nacisteis de la mano de Underhill, sello en el que permanecisteis hasta su reciente desaparición. ¿Que supuso para vosotros ese cambio? ¿Tal vez os hizo replantearos la banda de alguna forma? En efecto, y les estamos eternamente agradecidos por confiar en nosotros. Todo sigue igual desde su desaparición. Sólo pensamos en ensayar cuando podemos, componer buenos temas y pasar buenos ratos en los shows como siempre.
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Nos da la impresión de que “Ansium” y sobre todo “Supersilver Haze” tuvieron una aceptación muy buena, mientras
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MIXTAPE que “Moksha” quedó un poco más en la sombra, ¿Tenéis la misma percepción? Sí, es una pena porque nos parece de los mejores trabajos de Moksha pero supongo que tuvo algo que ver la desaparición de Underhill, la marcha de Joan Colomo y varios cambios de bajista en aquella época. Ahora estando ligados a Bcore, seguro que os surgen oportunidades de tocar con bandas de sonido bastante distante del vuestro. ¿Es eso para Moksha un problema o más un aliciente? Lo más importante es tocar. A lo largo de estos 10 años lo hemos hecho con todo tipo de bandas así que no hay ningún problema, nos encanta. En su día se hablaba de vosotros como puntas de lanza de cierto tipo de sonidos en el ámbito europeo. Ahora con el catalán, ¿cómo afrontaréis una posible gira europea? ¿Creéis que será más complicado? Lo afrontaríamos con normalidad. No creo que sea más complicado, últimamente creo que a la gente ya le da igual como te expreses, mientras suene bien, todo genial. Habéis producido el disco de nuevo con los hermanos García en Ultramarinos. Supongo que la proximidad y amistad ya son fundamentales, pero ¿qué sucede con esta gente? ¿Es que funcionan igual de bien para cualquier estilo? Hace mucho tiempo que ese par de cracks forman parte de nuestro equipo, ya no sabemos qué hacer sin ellos. Son como Santa Claus, ¡reparten felicidad a todo el mundo! Vuestro sonido, aunque ha ido cambiando en su equilibrio, siempre ha llevado metal y hardcore. Sin embargo hoy cuando se piensa en metalcore nos vienen grupos que poco tienen que ver
SANG DE ROURE, metal y hardcore primitivos
con el rollo de Moksha. ¿Qué os gusta decir que hacéis? Caña y mugre. Se puede decir que con el tiempo que lleváis a las espaldas, sois un referente en el metal nacional ¿Qué grupos os parecen los más relevantes de la escena hoy? Sin duda Vórtice, Adrift, Moho, Trocotombix, The Eyes, Angelus apatrida...
Lo más importante es tocar. A lo largo de estos 10 años lo hemos hecho con todo tipo de bandas así que no hay ningún problema, nos encanta
Por proyectos relacionados y amistades, no os tenemos por una banda cerrada en lo vuestro, ¿que otros gustos musicales no estrictamente metálicos flotan alrededor de Moksha o sus miembros? Infinidad de grupos! nos gustan Depeche Mode, Pj Harvey, Nofx, The Cure, New Model Army, Calexico, Vistalegre, Aina, Scott Kelly, Firebird, The Doors, Hendrix, Bob Marley, The Clash, Massive Attack, Scorn, Black Flag... Y podría seguir con una buena parrafada.
Escucha Sang de Roure
soundcloud.com/bcore-disc
2011
ENTREVISTA
CLUTCH
La industria está en crisis porque usa el mismo modelo de negocio de 1980» Neil Fallon lleva tocando con sus mismos cuatro colegas de Clutch desde hace veintiún años. ¿Que nos encontramos en esta entrevista con este cantante de Maryland? Un tío simpático y agradable, que promete visitarnos con mayor asiduidad en el futuro. Han pasado 6 años desde vuestra última visita a España, en Festimad. ¿Recordáis aquel festival, lleno de bandas de stoner? Fue curioso que mientras las primeras filas estaban llenas de chavales esperando a SOAD, muchos miembros de estas bandas enloquecían con vuestro concierto a un lado del escenario. Sí, recuerdo ese concierto muy bien. Fue un gran día. Muy ventoso y polvoriento. ¿No fue ese el festival en el que los chavales usaron los coches para prácticas de tiro? Esta vez volvéis para tocar en el Azkena. Estos últimos años habéis tocado bastante en UK y Alemania, pero no en los países del sur. Hay mucha diferencia entre vuestro público ahí y el del sur de Europa? ¿Será esta la única fecha en la península? Ojala tocáramos en el sur de Europa más a menudo. Por la razón que sea, ha sido difícil convencer a los promotores de que Clutch tiene fans en el sur.
Es como la pescadilla que se muerde la cola. Los promotores no creen que vaya a venir gente a vernos, así que no nos montan conciertos, pero la razón por la que no vendrá mucha gente es porque no hemos tocado mucho ahí. Joder, ¡Estaríamos contentos de tocar para 10 personas! Pero para contestar a tu otra pregunta, volveremos a Europa en noviembre y espero que podamos tocar en el sur. Tenéis bastantes canciones con trozos en español. ¿Podrías contarnos algo sobre esto y sobre la versión del rockero argentino Pappo (“Algo Ha Cambiado”)? Bueno, yo escribo las letras y aunque no tengo español fluido, puedo hablar un poco y lo escucho bastante a menudo. Nuestro tour manager, Oscar, es de México. Le habla un poco a Jean Paul en español (la madre de Jean Paul es de Uruguay). Además mi madre y mi suegro hablan español en casa. Me encanta la lengua y desearía poder hablar más lenguas extranjeras. Lo puedo comparar con añadir nuevas pinturas a una paleta. Descubrimos Pappo’s Blues hace un par de años. Cuando lo escuché no pude creer que no hubiera sabido de él antes. Los “Volumen’s” son increíbles. (NOTA: Los siete primeros álbumes de
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Cuando uno simplemente reutiliza lo que ya ha hecho previamente, eso no es creatividad, sino vagancia
Pappo’s Blues son Volúmenes numerados del 1 al 7) ¿Has visto lo que lleva de cartel confirmado el Azkena Rock Festival? Supongo que estaréis contentos de compartir escenario con Ozzy, Kyuss Live! o Gregg Allman. ¿Cuales son vuestros favoritos? Todos los nombres que mencionas son geniales. Pero, ya que versionamos una de sus canciones, “I”, estamos muy emocionados por ver a Bad Brains. Solíamos ir a verles cuando eramos críos y el último concierto que vi fue en 1989. Es difícil de creer que eso pasara hace como 20 años. En medio de la crisis de la industria musical, estáis más activos que nunca con Weathermaker Music. ¿Puedes contarnos vuestros planes de lanzamientos o reediciones? Creo que es más fácil ahora que nunca para los artistas el vender directamente a los fans. Y si una banda tiene la oportunidad de hacerlo, sería de tontos no hacerlo. La industria musical está en crisis no porque la gente no esté interesada en la música o todo el mundo esté pirateando discos. Están en problemas porque usan el mismo modelo de negocio que tenían en 1980. Nosotros reeditamos los 3 discos que salieron en DRT (Blast Tyrant, From Beale Street to Oblivion and Robot Hive / Exodus) porque ganamos esos masters en juicio. Por acortar una larga historia, DRT dejó de pagar a la banda sus royalties. Les denunciamos y, en vez del dinero, el juzgado nos concedió la propiedad total de esos discos. Habíamos comenzado con Weather Maker de todas formas, pero fue una adición bienvenida al catálogo.
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Por si fuera poco, acabáis de lanzar un segundo DVD. ¿No quedasteis satisfechos con “Full Fathom Five” o simplemente queríais lanzar otro? “Full Fathom Five” es bueno, pero fue una experiencia de aprendizaje. Una vez que nos hemos acostumbrado a estar cómodos entre cámaras, pensamos que podríamos hacerlo incluso mejor. Pese a que vuestros directos son claramente actos de “pure rock fury”, también sois una banda que suena muy poderosa en estudio. ¿Cómo es el proceso de grabación en Clutch? ¿Soléis grabar en directo? Creo que nuestras mejores tomas son de canciones que probamos en el escenario antes de grabarlas. El estudio no es un entorno lo suficientemente honesto para probar una canción. En cuanto al proceso de grabación, tratamos de mantenerlo simple y usar tan pocas pistas como sea posible. Usamos todos el mismo equipo que en directo e intentamos procesar la señal lo menos posible. Enchufar directamente a un ampli siempre suena mejor que llevar la señal a través de un montón de procesadores. La era digital nos ha proporcionado un montón de lujos con la tecnología DAW, pero intentamos mantener el sonido analógico tanto como podemos. Acabamos de comprar nuestra propia grabadora de 2 pulgadas y 24 pistas y estamos ansiosos por usarla en el próximo disco. Sois una de las pocas bandas con tantos años a sus espaldas que mantienen la alineación original desde prácticamente los inicios. ¿Cuál es el secreto de esa longevidad? Éramos todos amigos antes de ser una banda, así que creo que nos ha ayudado un montón. Tenemos un sentido del humor sobre la vida y eso nos ha ayudado a superar algunos momentos de flaqueza. Pero más que nada es el amor por la música. Aunque siempre ha sido esto una escena muy difícil de encasillar ¿Cuál es tu opinión de esas bandas, el género stoner y su evolución (o no-evolución)? No puedo pensar en una sola banda que se autodenomine “stoner rock”. Y si lo hacen, quiero decir que claramente
NO LO SON. Si acaso, creo que todas las bandas asociadas en ese género siempre han tenido una gran afinidad con el hard-rock desde 1965 a 1980. Había tantas grandes bandas en esa época que no tuvieron la suficiente atención (bandas como: Cactus, The Groundhogs, Three Man Army, Pentagram, Sir Lord Baltimore, Pappo’s Blues etc. etc.), pero el género “Stoner rock” es un testamento a su influencia continuada. De hecho, vosotros comenzasteis con un sonido más hardcore y fuisteis hacia el rock con más influencia del blues y las jams del que hablabas. ¿Es el intentar nuevos sonidos parte de la clave de la estabilidad de la banda o es sólo cuestión de cambio de gustos? Siempre estamos buscando nueva música y eso es una influencia, sin duda. También tratamos de seguir aprendiendo a mejorar como músicos asimilando nuevos estilos. No puedo imaginarme tocando el mismo estilo concreto una y otra vez. Eso sería deprimente. Ante todo, la música es un arte creativo. Y por creativo quiero decir sacar algo de la nada. Cuando uno simplemente reutiliza lo que ya ha hecho previamente, eso no es creatividad, sino vagancia. Creo que “Elephant Riders” fue el momento en el que las raíces de Clutch y vuestro sonido actual se mezclaron perfectamente. Además es uno de vuestros mejores discos porque encontrasteis un sonido totalmente propio. ¿Estás de acuerdo?
Para mí fue el homónimo en el disco que tuvimos ese momento “eureka”. Quizás el sonido no se desarrollo completamente hasta “Elephant Riders”, pero el homónimo, fue definitivamente la transición del hardcore más directo al sonido de riffs más pentatónicos. El proceso de composición se hizo mucho más sencillo tras ese disco. Estuvisteis como teloneros de la última gira de Motörhead dentro de un cartel bastante metálico. ¿Cómo fue? ¿Gusta Clutch a los metaleros? Algunos nos aman, otros nos odian. Así son las cosas. La multitud de Motörhead es increíble. Tienen una base de fans que es indudablemente metal, pero hay también un elemento de rock and roll directo innegable. Para ser sincero, encuentro que un buen número de fans del metal son los fans musicales más conservadores y cerrados. Muchos parecen preocuparse más de un look apropiado que del sonido. Pero aún con todo, la mayoría de la base de fans de Clutch nos la hemos labrado a base de abrir conciertos para bandas de metal. Es simplemente cuestión de encontrar las adecuadas, supongo. Durante todos estos años ¿Cómo conseguís equilibrar la vida en la carretera con vuestra vida personal? ¡Gracias a dios por los teléfonos móviles!
2011
ENTREVISTA
Fotos: María Ysasi, Erik Molgora
EMERGE
«Cuando tocas y no se oye nada más allá de lo que estás tocando en las partes bajitas, te acojonas, de buen rollo» Mucho esfuerzo han tenido que emplear Emerge para sacar adelante su esperado debut en largo, incluyendo cambios drásticos de formación, de ideas y de sonido. David nos cuenta que se cuece en la cocina de Emerge alrededor de este trabajo. Tres años desde que estáis para grabar este disco, pero por fin llegó la edición física, ¿qué podéis contarnos de ella? ¿Ha merecido la pena la espera? Sin duda ha merecido la pena. La edición física constará de un digipack, y por otro lado un vinilo 12” color blanco. Ambas con un diseño muy centrado en la tipografía, o más bien en las letras del disco, que son pocas, pero les hemos sacado mucho partido. Digamos que el diseño cuenta una historia a base de sonidos… En estos casos, lo mejor es verlo directamente. Ha sido diseñado por la agencia de unos amigos, Estamos en Ello se llaman.
Una curiosidad del disco es que son cuatro temas que componen la frase del título. ¿Algún concepto detrás o simplemente os salieron cuatro y os pareció gracioso titularlos así? El concepto fue componer una pieza larga, y que funcionara para poder tocar solo eso en un directo y ya está. Todo esto bajo la premisa que te comentaba de cambiar el chip a la hora de componer. Esto dio como resultado un disco con muchas melodías y sobre todo algunas estructuras algo complejas (para nosotros) que entran fácilmente por el oído, y no lo parecen tanto. Fue compuesta en cuatro fases, que son los cortes, y no sé en qué momento
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En cuanto al contenido, acaba de ser difundido a través de vuestro bandcamp y ya parece estar cosechando buenas críticas por Internet. ¿Contentos con la recepción de momento? Sí, el primer día de subir todo el disco tuvimos unas 670 visitas, lo cual para nosotros es mucho. Todavía no hemos visto reseñas del disco en webzines, pero los comentarios de la gente, en foros, blogs, etc son muy buenos. Parece que en general hay un punto en común alrededor de “bonito”, o por lo menos yo me he quedado con esa impresión, por lo tanto sí, es como para estar muy contentos, y esperamos estarlo más y que siga gustando.
FOTO: Erik Molgora
de la composición surgió el nombre de “Te dije que algún día nos reiríamos de esto”, pero este viene dado por todos los reveses que nos hemos encontrado antes de cerrar esta nueva formación, y muestra las ganas y esfuerzo que hemos hecho por remontar el grupo de nuevo. La banda ha dado un buen número de conciertos anticipándose mucho a la edición del disco. En concierto también habréis podido pulsar las reacciones de la gente, ¿no? Reacciones buenas en general. A ver, siempre que se te acerca alguien desconocido a hablarte después del concierto es para bien, no para decirte qué no le
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MIXTAPE ha gustado, por lo tanto somos los jueces más subjetivos de todo esto. También somos muy críticos con nosotros, pero estamos contentos por cómo lo hacemos en el escenario, pero nos queda mucho que mejorar también, siempre queda mucho que mejorar. Pero vamos, que en general, creo que gustamos, y muchas veces sorprendemos, a los que vienen a vernos y no saben qué van a ver, porque vienen por algún otro grupo que toque esa noche y no nos conocen, o esperan ver un directo menos vivo o emocional. Vuestra música tiene muchas partes sutiles y juegos con el silencio, etc. ¿Cómo es llevar eso al directo? ¿Qué postura adoptáis ante un público poco respetuoso? Llevar eso al directo es difícil, pero es cuestión de trabajar, de aprender y de adaptarse. Durante los dos primeros conciertos (creo) con esta formación pedimos humildemente un poco de silencio al público, antes de empezar a tocar, sobre todo por tener muy reciente la composición del repertorio, y por lo difícil que nos resultaba tocar partes con dinámicas bajas si había mucho ruido, porque resultaba algo difícil ver por dónde iban los demás, etc.
Al poco tiempo ya empezamos a adaptar la dinámica de las partes según el lugar y la atención de la gente. Si la gente habla, pues no te puedes permitir bajar tanto tanto en esas partes, aunque a día de hoy, casi lo hacemos en algunos temas, por eso de tenerlos ya muy bien aprendidos. Nuestra postura ante un público poco respetuosa? Pues antes te daba un poco de rabia/pena por dentro, ahora directamente nos da igual. Si hay algo que nos puede molestar de eso, es por la gente que esté viendo el concierto y le guste verlo sin ruido, porque si yo voy a ver un directo de un grupo en el que lo suyo es que la gente esté un poco en silencio, y que se cree un atmósfera un poco íntima, me fastidia que la gente hable, grite, etc. Pero ya te digo, nosotros hemos aprendido a abstraernos bastante
en ese aspecto, pero no te voy a negar que cuando tocas delante de bastante gente, y no se oye nada más allá de lo que estás tocando en las partes bajitas, te acojonas, de buen rollo. Sin embargo, presentáis el disco con una jornada de acústicos en lugares inusuales. ¿Cómo surge esta iniciativa y qué nos vamos a encontrar? ¿Tenéis pensado convertirlo en parte de la banda o es sólo un hecho puntual? Surge un poco para hacer algo no muy común, y para hacerlo servir de promo. También queríamos darle un poco una vuelta al grupo, y ya que de primeras no parece que tengamos un sonido muy adaptable a lo acústico. Quisimos adaptarlo y estamos muy contentos con el resultado. Si a la gente le resulta bonita nuestra música, qué mejor que dar
Parece que en general hay un punto en común alrededor de “bonito”, sí, es como para estar contentos
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Mantener la salud mental y compositiva del grupo es muy difícil, sobre todo cuando trabajas tanto para él y no es tu sustento de vida
Emerge con las manos en la masa FOTO: María Ysasi
un concierto en un sitio pequeño, o en un jardín, o en casa de alguien al que le gustamos. Y además hacerlo todo en un día, cinco conciertos, pues supone un reto que nos apetece afrontar. Siguiendo con el tema del directo, al poco de editar “Kallisti”, los repentinos cambios de formación os impidieron tocar esos temas, pese a ser muy demandados por la gente. ¿Cómo vivisteis esa situación? Pues fue un poco estresante. Después de sacar el disco se fueron 3 de los 6 que éramos. Y nada, del disco sólo tocábamos un tema, porque el resto era imposible hacerlos sin otra guitarra y el cello. Durante esa época también tocamos con 3 o 4 baterías distintos, que eran colegas que nos echaban una mano para sacar los conciertos adelante.
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Sólo quedáis dos personas de la formación inicial, pero parece que este quinteto es ya muy estable ¿no? ¿Que tal habéis encajado? Hemos encajado muy bien. Voy a poner un concepto nuevo encima de la mesa, ¿vale? “Tener un grupo es como tener novia”, original, ¿verdad? Pues es que es así. Empiezas y todo es bonito, de puta madre, colorido, donde sólo cabe ilusión. Pero también mantener la salud mental y compositiva del grupo es muy difícil, sobre todo cuando trabajas tanto para él, y además no es tu sustento de vida, puesto que tienes que dedicar otro montón de tiempo a ganártela. Esto supone muchos roces y tensiones también, y lo suyo es saber lidiarlo y solucionarlo y adaptarte también a las nuevas situaciones.
Lo de “te dije que algún día nos reiríamos de esto” también nos lo tenemos que decir a nosotros mismos, porque también nos hace falta volvernos a reír más, de esto, del disco, y lo haremos, ya que ha sido un desgaste “espiritual” del grupo importante. Ahora queremos recoger algunos frutos, seguir trabajando, pero recibir algunas alegrías, que siempre unen. Lo cierto es que la de Emerge en 2011 es una de las propuestas instrumentales más ambiciosas que haya escuchado por lo menos en el terreno nacional. Parece que habéis alcanzado un cierto “clasicismo” fluido por un lado y una vocación ambiental por otra, que os alejan del típico riffeo o dinámicas sube-baja tan vistas últimamente. No sé cómo os veis vosotros en medio de tanta propuesta. Gracias por verlo así. Como te decía antes la premisa al rehacer el grupo fue tratar de huir de eso, y era huir de algo que hacíamos nosotros. Estamos convencidos de que nos hemos alejado mucho, y hemos dado un paso muy grande, que nos satisface y que hace que nos veamos distanciados de eso. No somos por eso mejores ni peores que utilizan esos recursos, hacemos lo que nos da la gana, y esto que nos da la gana nos hace sentir más orgullosos y contentos que cuando hacíamos ese tipo de estructuras... y que sí, tampoco te lo voy a negar, ahora veo que aquello era tirar por el camino fácil. Nunca digas de este agua no volveré a beber, a saber… pero ahora mismo no tenemos sed de ella.
Las canciones de “Te dije que algún día...” llevaban tiempo compuestas. ¿Os ha dado tiempo ya a componer algo nuevo? Hemos compuesto dos temas más, larguitos, de unos 10 minutos cada uno, que llevamos tocando y puliendo también desde hace tiempo en directo. Supongo que parece poco, después de todo el tiempo que ha pasado desde que grabamos, pero bueno, hemos pulido mucho estos temas, y la verdad es que buscar discográfica, las dos ediciones del disco, mantener sano el grupo, etc, nos ha llevado a dedicar mucho tiempo, sobre todo fuera del local. Ya por último, con el disco pronto en la calle, ¿qué planes hay? ¿Preparando la agenda de conciertos por la geografía española? Expectativas tenemos todas las del mundo, no nos ponemos ninguna barrera mental en cuanto a metas. A algunos les parecerá una actitud poco realista, pero somos de pensar eso de que nuestra realidad la construimos nosotros mismos. Por lo tanto ahora queremos tocar, tocar, tocar y tocar más. Y girar y seguir girando, e ir componiendo con calma en el local.
escucha “Te dije que algún día...”
emerge.bandcamp.com
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MIXTAPE
ENTREVISTA
ZA!
«La cosa tiene un punto de Diógenes: cualquier cosa que surja en directo, se recicla»
Hemos estado persiguiendo a estos dos caballeros de la experimentación para que nos cuenten el secreto de su “megaflow”. Tras ejercer de fans pesados, Edi Pou (Spazzfrica Ehd) se rinde y nos responde coincidiendo con la presentación de su nuevo disco. Tras el aluvión de palabrejas de “Macumba o Muerte”, ahora venís con el “Megaflow” debajo del brazo. ¿Qué es eso? ¿Algo así como la madre de todos los buen-rollos? El Megaflow es como el Dao de Lao Zi pero sin tener que llevar taparrabos y decir frases muy cortas y misteriosas. El Megaflow hay que buscarlo y adaptarse a él, es frescor, felicidad, fluidez, farenheit, fluimucil y demás palabras que empiecen por F. Todo el mundo puede notar cuándo, quién y dónde existe Megaflow, pero nadie puede predecirlo. Habéis pasado de trío a dúo. Inicialmente pensaba que no ibais a ser capaces de recrear en vivo todo vuestro material sólo dos personas, pero pudimos dar cuenta que mutasteis de una manera muy acertada. ¿Cómo fue esa situación? ¿Dudasteis si dejar Za! y hacer otra cosa? El último año como trío Spazzfrica Ehd y Papa DuPau ya creamos otra marca blanca, de nombre Marronero Style, para cubrir los conciertos ya pactados en los que Happy A se encontraba en viajes todavía menos exóticos, en lugares como Cádiz o Valencia. Hicimos varios conciertos de Marronero, con versiones de Nine Inch Nails, Al Bano y HiM (los HiM buenos, no los heavies nórdicos) incluidas. Una vez Happy A partió hacia el Lejano Este, la adaptación fue tan obligatoria como rápida. También nos sirvió como excusa para probar cosas nuevas, como cantar más, o cargar el mismo material (o más) entre menos gente. Lo de cantar más está muy bien, lo cargar entre menos no tanto.
Por lo que hemos podido catar de “Megaflow” y de vuestros directos como dúo parece que vais a andar una senda menos cercana a la improvisación, probablemente debido a esa ausencia de bajista. ¿Es así? Creo que ahora mismo en los directos improvisamos igual o más que antes, porque al ser dos es todavía más fácil entenderse y escucharse. Hace dos conciertos, en Tarragona nos marcamos un rap colaborativo que no cabía en nuestra sesera antes de empezar (además en ese concierto Spazzfrica Ehd se olvidó el asiento y tuvo que tocar encima de una mesa, y se olvidó el tom y tuvo que sustituirlo por un barril metálico de cerveza, a lo industrial alemán, o sea que teníamos la cabeza en otras cosas). Eso sí, en “Megaflow” también hay partes de composición más complejas que las que habíamos hecho nunca antes. El objetivo siempre ha sido no repetirse, y el intento es que tanto la improvisación como la composición no se repitan. Tras unos 50 conciertos a dúo y unos 150 en total, seguimos pasándolo bien en el acto. Si, parece que esa labor de entretenimiento no ha variado ni un ápice. Es
muy gratificante ver cómo en un concierto de Za! todos se lo pasan bien, pero sobre todo los que están encima del escenario. ¿Qué os aporta el estar encima de un escenario? Dais sensación de entrar en una especie de trance. Lo que nos aporta es tocar, en el escenario o en el local. Y lo que nos aporta tocar es una mezcla a partes iguales entre ritual, reto mental, reto físico y payasada gorda. ¿Consideráis el directo vuestra mayor virtud? Yo creo que sois únicos en el mundo en eso de mezclar lo más experimental con lo lúdico y la diversión. Si es así, nos haces felices y ojalá PachaMadreTierra te premie con 100.000 hijos o kilos de fruta, lo que prefieras. Creemos que en la base de la experimentación está el juego, la diversión, las ganas de probar sin saber qué ocurrirá, y sin estar obligado a saber mucho de antemano. Como mínimo, así es como nos salen las canciones y los conciertos. Cuando os he visto en algún concierto compartiendo cartel, soléis estar en primera fila disfrutando como el que más. ¿Soléis ir a muchos conciertos?
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Una de las cosas buenas de tocar a menudo es compartir cartel con más grupos, ello te permite conocer formas distintas de disfrutar la música de primera mano, y muchas de estas bandas luego pasan a formar parte de nuestro Mundo Estrella, en el que ya sabes que la senda del Megaflow está bien encarrilada. Por otra parte, muchas veces estamos en primera fila esperando a que nos dejen subir a tocar con ellos...
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Igualmente, habéis compartido escenario con bandas de muy diversos estilos. ¿Con cuál habéis aprendido más y a cuál consideráis más infravalorada por el público general? La portada del “Megaflow” es un mapa bastante indicativo de las bandas y lugares que nos han marcado a fuego durante esta última senda de Za! A nivel de entrega, nunca hemos visto algo como los israelitas Monotonix, y en España siempre habrá una banda por encima de las demás a nivel de coherencia, amor por los suyos y devoción por lo que hacen: los Picore, de Zaragoza. Y siempre estarán infravalorados por el público general, pero porque siempre lo han querido así.
¿Y lo de las colaboraciones en vivo con Damo Suzuki de Can y Angel Deradoorian de Dirty Projectors dónde fue? Siempre nos ha gustado mucho compartir los escenarios, porque 2 personas no abultan. Hemos improvisado con Damo Suzuki un par de noches en Euskadi, hemos hecho una canción para niños en la guardería del Primavera Sound con Angelita Deradoorian, hemos hecho una improvisación de más de una hora con Les Aus en el Tanned Tin festival, de una improvisación con Estrategia lo Capto surgió la Orquesta del Caballo Ganador, y hace una semana en Barcelona tocamos “Pisa’s Tower” con Santi García, una de Aina con Artur Estrada, una de Zeidun con Joan Colomo y una de Miguel Ríos con Tarántula. Vaya Megaflow, todos ellos… ¿El éxito de “Macumba o Muerte” tras tanto tiempo tocando sin grabar os ha llevado a tomaros menos con “Megaflow”? “Megaflow” ha llegado antes porque han surgido muchas ideas de repente, durante el último año. Lo bueno de que haya tardado menos es que este disco me parece más unitario, pese a contener cosas mucho más distintas dentro de
él, desde una de hip hop hasta un fado portugués. Al respecto de la grabación de una música tan alejada de un patrón común, ¿cómo se graba en Za!? Bastante igual que en un concierto, pero grabando las voces después. El disco suena a cómo tocábamos las canciones en el momento en que las grabamos. Ahora, 4 meses más tarde, ya han cambiado al irlas tocando en directo. La cosa tiene un punto de Diógenes: cualquier cosa que surja en directo, se recoge y se recicla para el siguiente. Aparte de los dos conciertos de presentación, hacéis gira por Estados Unidos. ¿Cómo se gesta esto? Para pegarnos una gira así necesitábamos una excusa que pedir a nuestros respectivos trabajos, y la invitación al festival South by Southwest ha sido un argumento de suficiente peso para nuestros jefes y pagadores de facturas. Luego hemos ido recogiendo los contactos hechos a partir de otros conciertos y hemos ido hilvanando una pequeña gira por Nueva York, Boston, Philadelphia y varios conciertos en Austin.
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MIXTAPE
UN Aテ前 DE REVOLUCIONES MUSICALES NEVERMIND LOVELESS BADMOTORFINGER BANDWAGONESQUE EVERY GOOD BOY DESERVES FUDGE BLUE LINES THE REAL RAMONA TEN GREEN MIND SCREAMADELICA STEADY DIET OF NOTHING ACHTUNG BABY SAILING THE SEAS OF CHEESE TROMPE LE MONDE HIPNOSIS SMELL THE MAGIC THE LOW END THEORY MR. BUNGLE SPIDERLAND GISH BLOOD SUGAR SEX MAGIK NO POCKY FOR KITTY OUT OF TIME
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20 años nos separan de 1991, ese año en que como decía el documental de Sonic Youth, “el punk rompió”. Los neoyorkinos no sacaron disco ese año, pero sus apadrinados Nirvana cambiarían el panorama con “Nevermind”, mientras un montón de tendencias nuevas llegarían a su cenit. Mientras “Ten” y “Badmotorfinger” ratificaban a Seattle como centro del nuevo rock, “Screamadelica”, “Blue Lines” y “Loveless” reformulaban el pop y el rock desde las islas británicas.
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Fue, no hay que olvidar, el año que se despedían los Pixies con “Trompe Le Monde” y dejaban paso a debuts como el “Gish” de Smashing Pumpkins, estableciendo ese relevo entre indie-rock de primera generación y lo que conoceríamos como rock alternativo, a punto de explotar. En medio de toda esa agitación alternativa, tuvimos discos de Dinosaur Jr., Mudhoney, Throwing Muses, Screaming Trees, Afghan Whigs o Superchunk, todos ellos en ligas más underground pero creando en definitiva un collage sonoro que nos lleva a ver aquel año con especial nostalgia.
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Tan productivo fue aquel año que se dio la magnífica casualidad que algunas de las formaciones más asentadas llegaron este año a discos clave de su discografía. Tras años de lucha más o menos underground R.E.M. conectaron con el mundo con el inmortal “Out Of Time”, U2 daban una vuelta de tuerca a su sonido para forjar “Achtung Baby”, Red Hot Chili Peppers se convertían en un fenómeno gracias a “Blood Sugar Sex Magik”, Guns N Roses desafiaban las listas de ventas con sus “Use Your Illusions” y Metallica trascendían para siempre las barreras del metal con su popular disco negro. Al margen de los gustos de cada uno sí que podemos decir que todo estaba cambiando, desde el pop al hard-rock. Este es el particular homenaje de feiticeira.org a todo lo entonces acontecido, a esos discos y esos tiempos en los que los más creciditos del lugar empezamos a tener contacto con una marea musical que aún hoy continúa arrastrándonos.
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NIRVANA
NEVERMIND El disco que cambió lo que quiso ser cambiado
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Cuando te das cuenta de que hacen 20 años desde que ha salido el disco con el que empezó todo para ti, la ola de nostalgia es implacable, incluso para alguien que no se resigna a que la música sea cosa de adolescentes y continúa escuchando discos y asistiendo a conciertos incluso con mayor asiduidad. Nirvana es un grupo cuyo culto trae consigo muchos escépticos, ya sea seguidores de bandas contemporáneas con menor éxito o que simplemente no les parecen para tanto. Yo siempre digo que no se trata de que ‘Nevermind’ sea un disco especialmente brillante en relación a muchos otros de su tiempo. Ni siquiera se trata de que aquel trío fuera una asociación de asombroso talento. Se trata de dar con la fórmula en la que cristaliza todo lo que de no ser por ellos habría quedado en el underground. Y el underground es bueno mientras uno lo conoce, qué duda cabe. ¿Pero cuanto nos habría llegado del underground estadounidense de no haberse convertido Nirvana y el grunge en un fenómeno de masas? Dado que aún hoy es el día que descubro oscuros y talentosos grupos de los 80 y los 90, sospecho que una parte ridícula. Por eso hay que valorar a ‘Nevermind’ como catalizador del futuro (el conglomerado conocido como rock alternativo nos dio unas cuantas buenas bandas) y a Kurt Cobain le debemos el reivindicar artistas como Wipers, The Vaselines, Melvins o Daniel Johnston, entre muchas otras. Lo que acerca a cualquier melómano a Nirvana es esa capacidad mostrada por Cobain por absorber influencias o difundirlas por todos los medios. Esa sed musical incesante, esa ruptura del sectarismo y las tribus urbanas que hasta entonces habían dominado mucho el panorama musical, era clave para una revolución sonora. Sólo teniendo en cuenta estas consideraciones se puede apreciar el fenómeno Nirvana y el de ‘Nevermind’ como la revolución que fue en toda su extensión. Esa revolución que llegó inicialmente a mi en forma de cassette de hermano mayor, para colmo con “Lounge Act” mutilada al final de la cara A. Tiempo tardé en descifrar unas letras que aún hoy día son en parte enigmas enterrados para siempre con el cadáver de Cobain. Y ‘Nevermind’ no es, aún con toda esa sucesión de grandes temas, mi disco favorito de Nirvana. Pero fue el comienzo de todo (la apertura a grupos que se convertirían en mis favoritos, como Sonic Youth, Mudhoney, Pixies... incluso R.E.M., curiosamente) y eso incluye, por supuesto, la web en la que deposito estas líneas.
“Nevermind” dio con la fórmula en la que cristaliza todo lo que de no ser por él, habría quedado en el underground En el fondo, Nirvana lo cambió todo y no cambió nada. El hecho más sorprendente que todo el mundo destaca de aquel entonces era “Smells Like Teen Spirit” a todas horas en las radios y televisiones comerciales. 20 años después, estamos para ser testigos de lo poco que estos medios han sido después permeables a sonidos, en definitiva, dañinos para su filosofía. Kurt Cobain no llegó a conocer Internet, pero seguro que estaría fascinado por el panorama actual, en el que no hay que salir del underground para poder dar la vuelta al mundo, en el que las estrellas del rock lo son cada vez menos y proliferan festivales repletos de nombres ignotos en la mediocridad cultural predominante. En el nuevo underground ya no hay localismos, ya no hay Seattle, ya no hay Manchester, ya no hay Barcelona, pero la llama que Nirvana encendió sigue siendo referencial.
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MIXTAPE
PRIMAL SCREAM
SCREAMADELICA Manual canónico de rave y rock No cometeré la hipocresía de afirmar que en 1991, con apenas siete años, lo flipaba saltando en mi cama a ritmo de piruletas y ‘Screamadelica’. Hizo falta más de un lustro para que comenzara a interesarme realmente por la música, y más de una década para que empezara indagar en otros géneros que no fueran el grunge y el rock alternativo, dos de los géneros estrella de los noventa. Así, a principios del milenio descubría a Depeche Mode, The Cure y Joy Division, para poco después siguiendo el recorrido histórico, a The Stone Roses, Happy Mondays y Primal Scream. A los escoceses, los conocí gracias a sus discos de entonces: su última obra maestra ‘XTRMNTR’ (2000), y su continuación, ‘Evil Heat’ (2002), pero no pasó mucho hasta que cayera en mis manos el CD original de ‘Screamadelica’. Y con él, una tremenda sensación de déjà vu, o en este caso, déjà entendu. Curiosamente, mi padre solía poner en el coche cuando era niño una cinta de cassette que, evidentemente desconociéndolo entonces, contaba con canciones de Saint Etienne, Massive Attack, One Dove, Opus III, proyectos derivados de New Order como Electronic o The Other Two... electrónica y pop de los noventa puros y duros, contemporáneos o inmediatamente deudores de este tercer álbum de Bobby Gillespie y los suyos. Fue entonces cuando me volví consciente, años más tarde de aquellas primeras experiencias en analógico, de mi amor profundo por la música electrónica inteligente, sensual y vanguardista. Se ha dicho hasta la saciedad que ‘Screamadelica’ es el ideal encuentro entre pop, rock, psicodelia y música electrónica. Y es cierto: fue el disco que aglutinó géneros con la mayor de las fortunas; cogiendo lo que Stone Roses y todo Madchester, el tecnopop, y las exploraciones house y dance primerizas de Orbital, The KLF o The Orb acababan de mostrar al mundo, para unirlos al fuerte legado de los Rolling Stones, los Stooges y los primeros psicodélicos y abrir así el camino que muchos otros seguirían. Hoy la hibridación de estilos como marca de una banda es algo normal, pero no siempre fue así. Si unimos toda esta fusión musical a unas labores de producción repartidas por varios de los artífices más importantes de entonces, como Andrew Weatherall o los propios The Orb; y a una nutrida selección de samplers de lo más variopinto, de Brian Eno, a un western de Peter Fonda, una risa de Sly Stone, o incluso versión completa del “Slip Inside This House” de los 13th Floor Elevators; tenemos uno de los primeros grandes álbumes posmodernos contemporáneos. Quizá lo más importante de todo, a nivel emocional, ‘Screamadelica’ es un álbum que invita a pasarlo en grande siempre que comienza a sonar la stoniana “Movin’ On Up” y su familiar guitarra. “Don’t Fight It, Feel It”, (el gospel, otro elemento importante del álbum), la titánica y definitiva “Come Together” o “Loaded”,
“Screamadelica” es el ideal encuentro entre pop, rock, psicodelia y música electrónica originalmente un remix a cargo de Weatherall de un single anterior, “I’m Losing More Than I’ll Ever Have”, distorsionado hasta crear un tema totalmente independiente, son himnos inmortales; herederos de lo que se cocía en La Hacienda cada noche y propulsores de la aún naciente cultura rave, pero con el suficiente empaque como para crear escuela propia. Y vaya si crearon: Prodigy, Chemical Brothers, Fatboy Slim... el big beat de los noventa está en profunda deuda con el álbum del sol de ojos saltones; y la fiesta se ha seguido extendiendo hasta los grandes fusionadores de la actualidad; de LCD Soundsystem a nuestros Delorean y El Guincho; por no hablar de tanto mimético grupo nu-rave. El sol de ‘Screamadelica’ sigue brillando fuerte, quizá ahora más de nunca que vuelve a revalorizarse su sonido. Pero para mí, simple redactor, nunca ha dejado de ser uno de esos pocos discos que transformó profundamente mi manera de percibir y apreciar la música. Y quizá la vida.
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Al igual que con Nirvana, es difícil decir si este fue el disco más significativo de Pearl Jam. Es la opinión general que estaría reñido con el posterior ‘Vs.’, aunque también hay quien cree que sus obras cumbres llegaron con la madurez. Pero ‘Ten’ recuperaba el rock al estilo clásico para la generación grunge del rock alternativo de los 90, hasta el punto de convertirse en un innegable disco de culto. “Alive” se convirtió en un himno generacional y acabó siendo una de las canciones más reconocidas de la década, pero además trajo otras “perlas” como las rockistas “Even Flow”, “Once”, o “Porch”, la escalofriante “Oceans”, la épica balada “Garden” y “Release”, que marca las señas de identidad de las canciones más relajadas de posteriores discos. Por su parte, temas como “Jeremy” demuestran el potencial de la voz de Eddie Vedder, una figura que llegó a Seattle para encontrarse con un inesperado éxito internacional. Aunque tal vez la canción que verdaderamente más ha perdurado de este debut sea “Black”, que lejos de quedarse estancada en un sonido para muchos caduco, incluso parece ganar con el tiempo. ‘Ten’ es la base para lo que sería, esta vez afortunadamente sí, una larga carrera discográfica que aun tiene qué ofrecer y que ha escrito algunas de las páginas más importantes del rock de la pasada década.
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A la hora de elegir el mejor disco de los Red Hot Chili Peppers, la propuesta se dividiría entre el más punk y desmadrado ‘Mother’s Milk’, el más comercial y limpio ‘Californication’ y su término medio perfecto; ‘Blood Sugar Sex Magik’, el disco que nos ocupa, fue grabado antes de la primera marcha de Frusciante y recoge a una banda en plena forma, con una palpitante sección rítmica y con un Anthony Kiedis pletórico redefiniendo esa mezcla de rock, funk y hip-hop que entonces sonaba tan fresca, novedosa e irreverente. Hubo más, pero sin duda es uno de los discos que mejor asimiló esa fusión, llevándola al éxito multitudinario, sentando así las bases para su posterior explotación. Puede que a temporadas nos cansemos de ellas sobremanera, pero quedarán para la historia canciones como “Under the Bridge”, una de las baladas de la década, o la agitada “Give it Away”. Se nota a un grupo compenetrado, con la fuerza del punk de antaño y una sorprendente habilidad compositiva. El disco de los tatuajes nos dejó la palpitación de “Naked in the Rain” o “The Greeting Song”, la emoción psicodélica de “Breaking the Girl” o lo incendiario de “The power of Equality”, “The Righteous and the Wicked” o el que da título al álbum. Un disco potente, alocado, adictivo y de indudable calidad.
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Puede decirse, sin temor a sonar exagerado, que la concepción del ruido como elemento importante y, a menudo, necesario en la música rock cambió con ‘Loveless’, al mismo nivel, o superior, que ya lo hiciera con el segundo álbum de la Velvet, el primer disco de Suicide o el debut de The Jesus and Mary Chain. De hecho, su máximo artífice, un hiperperfeccionista Kevin Shields, sólo entendía My Bloody Valentine como medio para alcanzar la integración total entre este concepto y sus opuestos: armonía y melodía. No lo consiguió, a pesar de alcanzar la excelencia musical, con ninguno de sus numerosos EPs ni con su primer disco, sino que tuvo que esperar hasta crear este mastodóntico segundo largo. Y es que, ya con más de veinte años a las espaldas, no se entiende la historia de la banda irlandesa como otra cosa que la consecución de este fin: el que empieza con el trueno arrollador de “Only Shallow” y culmina con la extraña atmósfera de “Soon”. Imposible averiguar la unión de loops, pedales, reverbs y filtros que se necesitaría para sonar como suena esta obra maestra sónica. Tal fue la revolución que al álbum enseguida se le quedó pequeño el subgénero al que a priori debía pertenecer, el shoegaze, y prácticamente cerró la escena hasta su refinado revival mucho después. Y también impidió que el músico se decidiese a lanzar un hipotético nuevo trabajo del que se lleva décadas hablando. Algo totalmente comprensible, por otra parte.
Quién nos iba a decir que íbamos a escribir unas líneas sobre ‘Badmotorfinger’ coincidiendo con el regreso de la banda a la actividad. La de Soundgarden es una de las trayectorias más intachables y longevas de Seattle. Años antes de que el resto de bandas abanderadas de la ciudad fueran siquiera proyecto ellos habían lanzado varios álbumes. Por eso para cuando el culmen de la escena llegó, ellos no tenían un debut, sino las cosas muy claras dentro de su mezcla de punk y metal, llena de detalles psicodélicos, acordes y tempos fuera de la norma. Puede que la prodigiosa garganta de Chris Cornell fuera la chispa que hizo que el tren de Soundgarden ardiera en llamas, pero no hay más que escuchar “Jesus Christ Pose” para notar la asombrosa compenetración de una banda tal y como la conoceríamos. Una banda con un Ben Sepherd recién llegado pero ya capaz de contribuir a las tareas compositivas de la banda en la melódica “Somewhere”, en un disco encabezado por dos de los temas más míticos de la banda y exponentes de su sonido, rudo pero abierto. Este es, en efecto, el disco de la expansión y parece concebido como un derriba-prejuicios, arrancando agresivo para ir dando más y más muestras de sofisticación y sentido melódico. A partir de la extravagancia del punk-rock con trompetas de “Face Pollution”, tendremos la desbordante psicodelia de “Searching With My Good Eye Closed” o “Mind Riot”, el toque swing de “Drawing Flies” o “Holy Water”, uno de esos hits renqueantes tan definitorios de toda la escena.
2011
Tras una década batallando desde la escena indie de Athens, la recompensa del éxito le llegó a R.E.M. con su séptimo álbum, ‘Out of Time’. Ya con el anterior, ‘Green’, habían abandonado las filas de su sello de siempre, IRS, para lanzarse en brazos de Warner, pero a pesar de la repercusión de singles como “Orange Crush” o “Stand”, no consiguieron el éxito masivo que les proporcionarían temas como “Shiny Happy People”, “Losing My Religion” o “Radio Song”. Y no hay explicación posible más allá de la apuesta de la major por promocionar el álbum y la pura suerte de que la explosión del rock alternativo ocurriera durante aquel año mágico, 1991. Porque visto con objetividad, ‘Out of Time’ no es ni mejor ni peor que la media de sus discos de hasta mediados de los noventa, e incluso es probable que muchos fans encuentren varios que situar por encima. Únicamente se trata otro disco espléndido dentro de una trayectoria que por entonces no hacía más que sumar; con momentos, como los antes mencionados, destinados a irrumpir en las radiofórmulas con justicia (intenciones que nunca habían disimulado, ni siquiera durante su militancia en el underground de los ochenta), pero también con otros, como “Low” o “Country Feedback”, más introspectivos y afines a la herencia folk de su país. De hecho al año siguiente, siguiendo esta última senda con ‘Automatic for the People’ volverían a alcanzar una cima incluso superior en el plano artístico, lo que ejemplificó que la vanidad del éxito no iba con ellos.
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La aparición de ‘Blue Lines’ vino a afirmar que sí había sitio para la música ‘negra’ con denominación de origen en la Inglaterra de principios de los noventa; marcada por movimientos indies mayoritariamente ‘blancos’ como el shoegaze y Madchester. Este nuevo estilo, el trip-hop, al igual que sucediera en la segunda de esas escenas, nació enmarcado en Bristol; ciudad de carácter mediano e industrial de la que irían surgiendo Portishead, Tricky y, en este caso, Massive Attack, los verdaderos pioneros. Ya el single de presentación de este debut, “Daydreaming”, mostraba todas las señas de identidad del género: rimas a medio camino entre el soul y el hip-hop, slow tempo, capas de sonido que lo mismo bebían del acid-house que del jazz… características que se extrapolarían a los nueve temas del álbum, desde el inmortal himno “The Unfinished Sympathy”, a la versión de “Be Careful for What You’ve Got” o la misteriosa sensualidad de “Safe From Harm”. Sonaba a muchas cosas distintas, pero a la vez sonaba genuino: la calidez que se presupondría a esta comunión de estilos entraba en tensión al no poder deshacerse de cierta frialdad británica inherente. El sonido caló hondo, surgiría un puñado más de obras maestras, y hasta estrellas como Madonna y U2 quisieron hacer trip-hop hasta que la escena declinó y se perdió el interés. Pero ‘Blue Lines’ sigue ahí, absorbiendo todo tipo de sensibilidades y probablemente impulsando a muchos chavales a ponerse a hacer grime o dubstep hoy en día.
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El legado de Big Star en el mundo indie es tan amplio que abarca hasta al que ni siquiera ha escuchado a la banda de Alex Chilton. Teenage Fanclub siempre adoraron el trabajo de melodías pop vitaminadas de los de Memphis, tanto que si en lugar de la mítica bolsa con dinero de la portada de ‘Bandwagonesque’ hubieran añadido una estrella bien grande a nadie le hubiera extrañado. Pero el legado de este sensacional segundo disco de Teenage Fanclub no se asocia al continuismo, sino que obedece a los patrones de perfección de su tiempo, aunque fuera siempre desde unos cimientos basados estrictamente en la melodía, las voces cándidas y el pop de toda la vida. El resto se completa con las geniales “Star Sign” (un éxito inusual para unos británicos en EEUU), “The Concept” o “Alcoholiday” que derrochan guitarrazos distorsionados y una pegada contundente en su sección rítmica. La faceta más puramente bonita y repleta de estribillos llega con esas adictivas líneas de “What You Do To Me” y “Metal Baby”, en un alarde de composición brillante y de cohesión entre sus cuatro miembros que no los ha abandonado en toda su carrera. Algunos se quedan con ‘Grand Prix’ como una mejor y más efectiva colección de canciones, pero fue ‘Bandwagonesque’ el momento de lucidez inicial que hay que asociar al power-pop distorsionado, como se hace con My Bloody Valentine y su “Loveless” al shoegaze o el “Nevermind” de Nirvana al grunge.
El presente del combo neoyorquino A Tribe Called Quest se presentaba complicado en 1991. Entre el abanico de contratiempos se incluía la baja de su tercer MC, Jarobi White, que pasaba a centrarse en su carrera de cocinero mientras que la diabetes del segundo de a bordo, Phife, comenzaba a pasar factura a su estado físico. Lejos de amedrentarse por los contratiempos, el propio Phife pidió más peso en las composiciones y el resultado dio mucho colorido con esa alternancia de protagonismo vocal entre Q-Tip y él durante la primera mitad del disco. A pesar de todo, la creación musical volvía a correr a cargo del Dj Ali Saheed Muhamad y de Q-Tip, portadores de esa idea de hip hop minimalista basado en el típico patrón de ritmo, bajos y voz pero con la materia prima de la tradición de jazz y soul. Si las letras se alejaban del cliché de opulencia rapera, los samples utilizaban lo mejor del funk (Sly and the Family Stone, Kool and The Gang y Funkadelic) y del jazz más clásico (aparece Miles Davis en ese listado de remezclas pero además ficharon al contrabajista clásico Ron Carter). Pero esa progresión brutal de uno de los mejores discos del género se hace grande cuando aparecen piezas tan redondas e históricas, con el vibrante ritmo de “Check The Rhime”, con la apología de la tradición negra en “Jazz (We’ve Got)” y con un apabullante fin de fiesta con un “Scenario” para el que se ayudan de uno de los mejores momentos de Busta Rhymes. Otros lo hicieron antes, pero ninguno aunó lo mejor del jazz y del hip hop con semejante buen gusto.
2011
‘Achtung Baby’ quedó para la historia, más que por su incuestionable calidad artística, por ser uno de los últimos ejemplos de riesgo artístico bien llevado por una banda que ya había alcanzado el estatus de super estrellas. Y es que tras el bache blues de ‘Rattle and Hum’, U2 podrían haber retomado la senda del ultra exitoso ‘The Joshua Tree’ para, probablemente, adelantar su entrada en la autocomplacencia que, por suerte, aún tardaría años en llegar; pero en lugar de eso se encerraron en los estudios Hansa de Berlín junto a, de nuevo, Brian Eno y Daniel Lanois, sumergidos en una suerte de crisis existencial en cuanto a su sonido y dirección musical. De allí salieron, tras casi haber puesto fin a su historia, con una obra de arte que bebía tanto de las nuevas corrientes dentro del rock (alternativo e industrial) y la electrónica (dance y house) como de un poso contextual que, partiendo de la reunificación alemana, se extendía a todos los cambios sufridos en Europa tras el fin de la Guerra Fría. Pero eso sí, sonando siempre en esencia a ellos mismos. Así, “Zoo Station”, “Until the End of the World” o “The Fly” fueron toda una revolución para su vanguardista producción, pero a la vez hubo cabida para una canción de cariz tan clásico como “One”, uno de los pilares de su repertorio desde entonces además. Poco después vendría el comienzo de la megalomanía de Bono en forma de Zoo TV y discos cada vez menos conseguidos, pero por unos años fue justificado el apodo de ‘mayor banda del planeta’ en su más amplio concepto, no sólo comercial.
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Si hablamos de discos influyentes el segundo de Slint se lleva la palma en cuanto al paso del tiempo. ‘Spiderland’, un compendio de pasajes complejos, intensos, melodiosos y apasionados con cierto aire hardcore al más puro estilo Fugazi, se encumbra como una de esas obras infravaloradas en su época y aplaudida en los posteriores años por críticos, compañeros de profesión y público. A pesar de la similitud a ese sonido Washington DC muy evidente en casos como “Nosferatu Man” o en el final de “Good Morning, Captain” el disco nos abstrae en una sorprendente supresión de los habituales clichés y estándares del rock, para dar a luz algo sobradamente nuevo. Como mejores ejemplos aún, “Don, Aman” o la inicial “Breadcrumb Trail”. Además, por ahí andan “Washer” y “For Dinner”, dos devaneos instrumentales que los encumbra como padres del post-rock de Tortoise, Mogwai o Godspeed You! Black Emperor. También había mucho de lo que ya habían creado Sonic Youth, sobre todo en el apartado guitarrero de Pajo y McMahan. La crudeza del sonido y el hecho de haber sido grabado en vivo otorga además cierto aire único a un disco que fue pionero en tirar por tierra eso de que las repeticiones de ritmos y riffs resultan monótonos, justo al tiempo que acabaron con ese estigma de la progresividad asociada al virtuosismo. Después de ‘Spiderland’ Slint se terminó y ya se sabe que una retirada a tiempo es una gran victoria. El tiempo les ha dado la razón en todo.
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‘Gish’ no convirtió a The Smashing Pumpkins en el fenómeno mundial que finalmente serían, pero sí que les ganó cierta repercusión. La banda, con claras influencias de Jane’s Addiction y la psicodelia setentera reinterpretada de una forma rabiosamente contemporánea y adolescente, llegó justo en el momento idóneo para subirse o que las discográficas les subieran al carro de bandas de grunge y rock alternativo que iban a cambiar el panorama. Pero, antes siquiera de ser conscientes de todo ello, Billy Corgan y los suyos formaron la que, con permiso de los de Perry Farrell, fue la banda más virtuosa de aquellos años y aquel sonido. Las guitarras de Corgan e Iha echaban chispas caleidoscópicas creando mantras hard-rock a diferentes tempos marcados por la prodigiosa rítmica de Jimmy Chamberlin. La voz de Corgan nunca fue bella o especialmente dotada, pero aquí ya sabía usarla, tanto para invocar templadas melodías en “Rhinoceros” y “Suffer” o crear esos contrastes de susurro y grito nasal tan característicos en “I Am the One”. “Siva”, “Bury Me” o “Tristessa” son, por su parte más ejemplos de la engrasada maquinaria de una banda rítmica y eléctricamente imparable. Estampidas de batería gráciles pero intensas, riffs que abren horizontes hacia el infinito e incluso un guiño final al twee-pop con la relajante “Daydream” con la voz de D’arcy y una sección de cuerda que les daría más juego en el futuro. El inicio de un viaje que no acabó tan bien.
Nunca fueron ni los más guapos, ni los mejores músicos, ni los más famosos del grunge. Y por ello, fueron los mayores exponentes de lo que debía ser el invento, los más ‘losers’ entre la escoria musical que desde Seattle salpicó el flamante mundo del rock n roll. A diferencia de sus discípulos, Mudhoney no tuvieron su gran hit en 1991. El segundo disco de la banda, no cuenta con “Touch Me I’m Sick” ni con esa furia garajera y arisca de su debut. En contrapartida es un disco mucho más completo y melódico, extremo ejemplificado en “Good Enough”, el single pop que nadie esperaba. Podrían haber sido incluso acusados de vendidos, si no se lo tomaran todo con ese humor ácido tan característico y si el disco no estuviera repleto de himnos punk-rock como “Who You Drivin’ Now?”, “Shoot The Moon” o “Let It Slide”. Instantáneo y divertido, a la par que oscuro y portador incluso de un toque retro y funerario, Mudhoney desafían más que nunca desde las raíces del grunge, que este fuera un género para depresivos. La garganta de Mark Arm toma nuevos matices más melódicos terminando de conformar su estilo de bilis agridulce complementado por el fuzz desbordante de la guitarra de Steve Turner. Completan su afiliación con los Stooges con temas de cierta componente hipnótica como “Something So Clear” pero en general siguen forjando un sonido ya propio, tan asilvestrado que es difícil definir temas tan cafres a la par que melódicos como “Don’t Fade IV” o extravagancias psicodélicas como “Check-Out Time”.
2011
Y LA HUELLA EN NUESTRAS BANDAS Cuando nos planteamos hacer un especial sobre 1991 y sus discos, pronto pensamos que sólo con nuestra opinión de aficionados y redactores se quedaba cojo. Quién mejor para expresar lo que esa época marcó que las propias bandas. Queríamos ver hasta qué punto influyó a los músicos de nuestra escena para coger los instrumentos y esto es lo que nos han contado. Muchas gracias a todos ellos.
KYOTO
[loskyoto.bandcamp.com] “En 1991 yo tenía once años y no paraba de escuchar ‘Behaviour’ de Pet shop boys y ‘The White Room’ de KLF. En la habitación de mis hermanos sonaban también el Max Mix 11 y algún Máquina Total que ya he olvidado, ¡no paraba de bailarlos! Fue tres o cuatro años después cuando empecé a escuchar más cosas de aquel año y aparecieron ‘Badmotorfinger’ de Soundgarden y ‘Nevermind’ de Nirvana. Recuerdo especialmente de los primeros que no podía dejar de escuchar ‘Superunknown’, así que mis expectativas con su disco anterior eran altas y no me decepcionó. “Jesus Christ Pose” me pareció brutal, una canción que rebobinaba constantemente, era inevitable que Soundgarden se convirtieran en uno de mis grupos fetiche. Del ‘Nevermind’ todas las canciones me parecían singles, era un disco perfecto con un sonido increíble, no he vuelto a escuchar nada que sonara así.
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A lo largo de los años fui recopilando más discos de aquel año, aunque no me impactaron de la misma manera. Aún conservo el vinilo del ‘Ten’ de Pearl
Jam con una mezcla de odio y frustración, lo compré con mi paga semanal pensando que era imprescindible y me decepcionó de tal forma que apenas he vuelto a escuchar nada más de ellos. Primal Scream, My Bloody Valentine, U2, Red Hot Chili Peppers, Blur o Teenage Fanclub apenas me han gustado, quizá alguna canción suelta pero para mí fueron discos míticos del 91 que pasaron sin pena ni gloria por mi colección de discos. ‘Blue Lines’ de Massive Attack sí que es un disco que tardé en escuchar pero que recupero de vez en cuando, me parece que podría salir ahora mismo y causar el mismo impacto que en 1991. También ‘Gish’ de Smashing Pumpkins me gustaba pero el absurdo personaje en que se ha convertido Billy Corgan ha hecho que me cueste bastante escuchar su voz. Echando la vista atrás, para bien o para mal, 1991 dejó mucha huella en mí, aún sigo comprando vinilos de saldo del Máquina Total…”
Alicia Puebla, cantante y teclista
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MARYLAND
TOUNDRA
“Está claro que el grunge supuso un cambio en la manera de hacer música, pero si tenemos que decantarnos por algún álbum del 91 en cuestión nos quedamos con el “Out of Time” de REM, el poder abrir un disco con “Radio Song”, “Losing My Religion” y “Low” es un lujo que está al alcance de muy pocos, y por el “Achtung Baby” de U2. Son discos atemporales, que envejecen bien y que los podemos poner a sonar ahora como dentro de 10 años. Sin embargo quizás no ocurra lo mismo con “Nevermind”, “Ten” o “Gish”, que aunque nos parecen grandes trabajos están demasiado encasillados a un período determinado.”
“No hace muchos años que soy fan de Primal Scream, pero sí que puedo decir que a día de hoy es una de mis bandas de cabecera. Al contrario que la mayoría de los discos considerados “míticos” facturados en 1991, este disco huele totalmente a Europa. “Screamadelica” comienza en el Madchester de finales de los 80, recoge a los travellers y las primeras raves parties y lo mezcla todo con un rock que tiene sus raíces más profundas en el blues sureño del Mississippi. Es un disco diferente y atemporal, suena a día de hoy fresco y nuevo. Sus canciones son redondas y el tracklist es perfecto, aún teniendo que reconocer que no hay un lazo de conexión entre todos los temas del álbum. Transmite con calidad (no como les pasó a sus padrinos, los Stone Roses con su segundo álbum) y espontaneidad la locura total que debió de ser aquella época. Bobby venía de tocar la batería con The Jesus And Mary Chain, pero incluso en este disco se puede apreciar que siempre fue un fan de The Beatles, The Rolling Stones y The Who.”
[marylandvigo.bandcamp.com]
Pablo Castelo, bajista
[toundra.tumblr.com]
Esteban Girón, guitarra
AINARA LEGARDON
HOLYWATER
“Si bien el disco más conocido del 91 y al cual se le están dedicando más líneas últimamente es “Nevermind”, yo destacaría otros publicados en ese mismo año que sin duda “trillé” tanto o más que aquel de Nirvana: “Every Good Boy Deserves Fudge” de Mudhoney, “Badmotorfinger” de Soundgarden, “8Way Santa” de TAD, “Green Mind” de Dinosaur Jr, “Uncle Anesthesia” de Screaming Trees y, por encima de todos ellos, “Ten” de Pearl Jam, disco al que aún sigo recurriendo con regularidad y disfrutando en cada escucha.
“El disco más importante, en mi humilde opinión, del año 1991 fue el “Nevermind”. Por aquella época ya conocía a los Pixies y a Sonic Youth (aún recuerdo una cinta de “Cromo” de 90’ que me había pasado mi amigo Carlos con el “Surfer Rosa”...) pero no tuve la sensación de escuchar algo diferente a todo lo que había escuchado anteriormente hasta que escuché este disco. No solo es importante por eso, este fue el álbum que me abrió la puerta para descubrir a miles de grupos de la escena Indie americana y por primera vez tuve la sensación de que los de mi generación teníamos algo propio, algo que nos diferenciaba, en lo musical, de generaciones anteriores, que, como siempre ha sido, se desmarcaban de estos nuevos aires.”
[www.winslowlab.com]
Pero para hacer honor a la verdad, esos discos llegaron a mí dos o tres años más tarde. En realidad en el 91 yo compraba los vinilos por catálogo al Discoplay y recuerdo que fue el año en que no dejaba de escuchar “Tyranny (For You)” de Front 242 y “Ebbhead” de Nitzer Ebb. ¡Feliz 20 aniversario a todos ellos!”
[holywater.bandcamp.com]
Martín Alonso, guitarrista
2011
HAVALINA [www.havalina.es] U2. Achtung Baby “Sí, yo era fan de U2 en los 80. Recuerdo que escuchaba una y otra vez sus discos con mi amigo José Luis Sada (si no lo menciono me mata), y cuando apareció el single de adelanto de ‘Achtung Baby’, que fue “The Fly”, nos quedamos boquiabiertos, no entendíamos nada, pero era espectacular. No podíamos esperar a escucharlo todo. Cuando por fin salió el disco, que por supuesto compré en vinilo, nada más empezar a escuchar “Zoo Station” con ese sonido de guitarra, la voz distorsionada, ufff, todavía tengo la misma sensación cada vez que escucho ese tema. Es un disco perfecto, que salió en el momento perfecto, con la banda en estado de gracia. Y barriendo para casa, un Adam Clayton absolutamente soberbio. Red Hot Chili Peppers. Blood Sugar Sex Magik Estaba convencido de que este disco se publicó en 1992, porque lo compré en Barcelona, en la calle Tallers, durante las Olimpiadas, que fui a ver con mis hermanos. Pero no, salió en septiembre del 91. En el piso de Barcelona en el que estábamos amontonados para pasar esos días, había un tocadiscos infame, pero yo no podía esperar para pinchar mi nueva adquisición. Mala idea, porque la aguja estaba tan vieja que nada más empezar a sonar me rayó el vinilo y lo tuve que quitar. Pasaron las Olimpiadas y volvimos a casa. Por supuesto, lo primero que hice nada más llegar fue pinchar ese vinilo y empezar a dar botes por la habitación. Fue uno de los primeros discos en los que comencé a prestar mucha más atención al bajo que al resto de elementos. Claro, es Flea. Me lo tuvo que decir mi hermano Joaquín, “tu nuevo disco está muy bien, sobre todo el bajista ése, ¿no?”. Pues sí, sobre todo el bajista ése, que mira que es pesao el tío, que no para de tocar, pero qué bueno... Surfin´ Bichos. Fotógrafo del cielo
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No empecé a escuchar a los Surfin´a fondo hasta pasados unos años, lamentablemente justo después de que se separaran, pero de todos sus discos ésta sería mi elección. Un disco que mezcla con maestría la rabia y la dulzura, el ruido y el pop más redondo. y que
tiene esa barbaridad que es la “Oración del desierto”. Las letras de Fernando Alfaro siempre han sido de lo mejor que se ha escrito en la música de este país, y para mí ese tema no lo puede dejar más claro. Este disco lo hacían en España estos chavales mientras los Pixies publicaban ‘Trompe Le Monde’ (que es otro gran disco del que hablar de ese año, aunque por ahí se diga que es el peor disco de los Pixies). Luego dirían que los Surfin´ eran los Pixies españoles y bla bla bla, pero ya era tarde, les dejamos pasar de largo y desaparecieron justo antes de que por aquí se dieran mejores condiciones para su éxito. R.E.M. Out Of Time Nos dieron tanto el coñazo con este disco en la radio y en la TV que me resulta difícil valorarlo con tranquilidad. Soy mucho más fan de algunos discos anteriores de REM, sobre todo de ‘Document’, pero esto es el antes y el después de la banda, y aunque su apabullante éxito me provoque cierto rechazo inevitable (de puro aburrimiento, ya digo), es otro de esos discos perfectos que se merecen arrasar. Y contiene una de mis canciones favoritas de la banda, “Low”. Soundgarden. Badmotorfinger La mayoría elige ‘Superunknown’ como el mejor disco de Soundgarden. Es evidente, es un disco espectacular. Yo comencé a escuchar a esta banda precisamente con ‘Superunknown’, me lo compré nada más salir y quedé en estado de shock, como casi todos. Pero muy pronto me picó la curiosidad y busqué ‘Badmotorfinger’, porque había leído bastante sobre ese disco pero todavía no lo tenía (la economía era un tema serio por entonces). Sólo puedo decir “Rusty Cage”. Vaya arranque de disco. Siempre me dio la impresión de que el sonido de Soundgarden como banda está en ‘Badmotorfinger’ y en ‘Louder Than Love’, su disco anterior, y que a partir de ‘Superunknown’ se aprecia más la personalidad de cada uno por separado. Otros dirán que me equivoco, pero en cualquier caso ‘Badmotorfinger’ es una brutalidad, una colección de riffs impresionante. Rock.”
Ignacio, bajista
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EDREDÓN
ODIO PARÍS
“Para mi 1991 es el año del ‘Trompe le Monde’ de Pixies. Un discazo que no tuvo tanta repercusión como ‘Surfer Rosa’ o ‘Doolittle’ pero que demostraba la gran clase que tenían y el intento de hacer cosas nuevas de la banda de Frank Black y Kim Deal. Tiene temazos como “Alec Eiffel” o la versionaza de “Head On” de The Jesus and Mary Chain, por no hablar de “Letter to Memphis”.
“Siempre he sido un fan de los teclados de Primal Scream. De ‘Screamadelica’ me sorprendió el uso imaginativo de la teclas, en una época de mucho guitarreo, cuando me parecía que no había mucho que probar más allá del sonido Hammond. Me motivó a experimentar con samplers y crear mis propios sonidos de sinte. Creo que es su mayor aporte a la evolución de la música, aunque me gusta tanto como ‘Give Out but don’t give up’ o ‘Vanishing Point’.”
[edredon.bandcamp.com]
Los siguientes discos no son del 91 pero es que son unos años de auténticos clásicos del mundo indie que sientan las bases de toda una década, el año antes Sonic Youth edita el ‘Goo’ y el año después el ‘Dirty’, quizás los dos discos más populares y que dieron a conocer a Sonic Youth al gran público con himnos como “Kool Thing”, “100%”, etc… Tengo que decir que personalmente el grupo que más influencia tuvo a la hora de ponerme a hacer música fueron Pavement, que en el 92 nos regalaron ‘Slanted and Enchanted’. Me flipó sobre todo la actitud que tenía el disco, la manera de entender la música sin virtuosismo, la falta de pretensión, el aroma a la Velvet que había allí. Había temas elegantes como “Here” y “Zurich is Stained” y temas muy ratoneros con distorsiones muy 90’s como “Summer Babe” o “In the Mouth a Desert”. No sé, para mí escuchar todo esto fue como darme cuenta de que con una guitarra cutre y un Marshall de 10 watios podría hacer la música que me gustaba y poner en práctica los tres acordes que había aprendido a hacer intentando tocar canciones del ‘Nevermind’ y del ‘Doolittle’. Fui consciente de que quería tener un grupo.”
Pedro, guitarrista/teclista
[odioparis.bandcamp.com]
Marcel, teclista
“La primera vez que escuché ‘Loveless’ de My Bloody Valentine tuve una sensación extraña, entre estupefacción y euforia por escuchar algo totalmente diferente y que me transmitía sensaciones que hasta entonces ningún tipo de música me había transmitido. Hoy se ha escrito ríos de tinta sobre este disco de cómo cambió la escena independiente para siempre. Personalmente, me motivó a buscar diferentes maneras de tocar la guitarra como la utilización del tremolo y bucear en un mar de frecuencias para devolver lo que este disco me regaló.”
Òscar, guitarra y voz
2011
ANÍMIC!
[animic.bandcamp.com] “Muy difícil hablar de discos editados hace 20 años y escuchados hace 20 años sin tener en cuenta de qué manera se escuchaban los discos hace 20 años... con lo que han cambiado las cosas. Los formatos casi han desaparecido, el tiempo de consumo se ha acelerado, la memoria se ha empequeñecido... sólo se puede hablar de aquellos discos recordando lo que me supuso escucharlos entonces, las emociones y los cambios que me provocaron. 1991, qué año! hay un disco por encima de todos: el ‘Nevermind’. Otros, al mismo nivel de popularidad internacional: el ‘Dangerous’ de Michael Jackson y el ‘Achtung baby’ de U2. pero en primer lugar, a nivel nacional e individual: el ‘Gure Jarrera’ de Negu Gorriak. No hablaré de discos de aquel año como el ‘Out of Time’ de REM, el ‘The Mix’ de Kraftwerk o, ni mucho menos el ‘Gling-gló’ de Björk o el ‘Steady Diet of Nothing’ de Fugazi, pues los escuché todos en 2003 y, aunque algunos supusieron auténticas revelaciones emocionales, ninguno causó lo que causaba la música en 1991, con 12 o 13 años de edad.
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Dangerous: La vuelta de Michael Jackson que, para un pequeño consumidor que vivió el ‘Bad’ como algo solamente accesible a través del videoclip, suponía el primer acercamiento al formato Álbum en su discografía. Las horas que pasé escrutando minuciosamente la portada... lo que entonces suponía una viñeta gigante de un zoológico para adultos hoy es el jardín de las delicias de un egocéntrico niño grande bla bla bla y todo eso... musicalmente hoy en día ya no me parece gran cosa, pero entonces sentía que estaba jugando a una megadrive con calidad de sonido de 16.000 bits y que Sonic se me podía aparecer a toda velocidad entre canción y canción. También el videoclip trajo este disco a las casas. Televisión Española anunció durante una semana que aquel domingo se emitiría el clip de “Black or White”, con la insistencia y la importancia que hoy en día anuncian los partidos de futbol. Y no defraudó lo más mínimo, al menos entre yo y los otros del cole. Como nunca,
creímos estar viendo una película de Spielberg y la escena del cambio de razas del busto de la parte final, dio de qué hablar durante semanas. Y en lo que musicalmente se refiere... menudo temazo. Hoy en día disfruto más que nunca con la línea de bajo, con el punto de distorsión que le pusieron y con la rotundidad con la que entra. Hoy, igual que entonces, me sigo emocionando imaginando que es Macaulay Culkin el que entra rapeando en plan adulto. Por destacar otro tema “Remember the Time”. Por criticar otra cosa, demasiado largo y demasiado flojo hacia el final. Esto lo convierte hoy en día en un disco olvidable. Achtung Baby: Lo trajo mi hermana, calentito. Debía ser el tercer o cuarto cd que se compraba. Y desde luego fue el primero de ellos que realmente le sacaba partido al formato, pues estaba concebido para ello. Y del mismo modo que aquel nuevo sistema de reproducción suponía para nosotros el estar a la última, el sonido que aquel cd emitía parecía confirmar que habíamos entrado en una nueva era y que el futuro era ya! “Zoo Station”, el primer tema, empezaba a sonar a los 20 segundos, en larguísimo fade-in. Lo cual, creo, debió provocar en ella y yo un sobresalto de duda, el primer atisbo de desconfianza ante tanta tecnología. pero no: qué inicio! yo me habría conformado con un retorno solido al “The Joshua Tree”, tras un flojo “Rattle and Hum”, una vuelta a los gorros de cowboy bien calados. Pero aquello era el pasado que no debía de volver... hoy en día, mirando su discografía con perspectiva, el oyente diría que quizás, en lo sucesivo, se excedieron en eso de “mirar hacia el futuro”, teniendo en cuenta el “Zooropa” o el “Pop”, y sobre todo, con la estética que adoptaron... pero es un asunto que no nos ocupa, pues es de un pasado muy concreto de lo que estamos hablando. En la memoria hay un enorme taco de enormes canciones, indiscutibles. Pero repasando los cortes uno a uno, encuentro lo inevitable: siempre, tanto en el presente como en el pasado y como pasará en el futuro,
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MIXTAPE
querer estar a la última tiene el peligro quedarse en el paso de la moda, y prueba de ello son temas como “Trying to throw your arms around the world” o “So cruel”, pecaminosos de chillout anunciero dignos del mismísimo Moby. Nevermind: Lo escuché por primera vez en cassette, en walkman y estando de colonias. Me lo puso el chico más mayor de todos los que ocupaban la primera planta de la casa, edificio que acogía, en la segunda, a los hijos de pudientes padres que se podían permitir enviarnos durante 15 días a hacer el indio, y en la primera a niños con serios problemas, que por no tener, no tenían ni padres. Así que fue el más malo de los malos, el que introdujo a Nirvana en mis orejas por primera vez. Fueron 15 días demasiado intensos: besar a una chica, llamar al teléfono erótico, destrozar a pedradas los cristales de un colegio cerrado por vacaciones, ver un correbous, emborracharse, pelearse, padecer una ruptura y escuchar a Nirvana, todo por primera vez es demasiado como para olvidarlo. Y hacerlo entre los malos una señal. Con todo, el punk había muerto y el rap estaba a la vuelta de la esquina: Nirvana era lo nuevo. Una nueva manera, un todo vale, un cualquiera vale. Por más que lo intentase, aquello no se podía mezclar en una mixtape (la mixtape para animar el fuego de campamento) con ninguno de los otros ingredientes que había en mi bolsa de cassettes: no quedaba bien, era demasiado serio, demasiado bueno, sonaba demasiado bien... acabé por dejarlo; ya sólo quería escuchar Nirvana. El verano terminó y el niño bueno que jugó a ser malo volvió con mamá. Ninguno de los otros grupos grunge que escuché en lo sucesivo me gustó, ninguno. Ni Pearl Jam, ni Soundgarden... nunca más volví a hacer aquellas trastadas, ni a dejar de escuchar Nirvana, ni a dejar de pensar en aquella chica que me rompió el corazón. Gure Jarrera: Palabras mayores. El disco que cambió mi adolescencia, o mi pre-adolescencia. Unos meses
antes había escuchado el primer disco de Negu Gorriak: base de ritmos, guitarra, bajo y voz rapeando. Me pareció una aberración. Que yo venía de Kortatu y era punk! Al poco tiempo consideré, inteligentemente, que si Fermín Muguruza me había dado tantas alegrías, ¿por qué pensar que ya nunca más me las daría? y me vi metido en el rap: fui con mi madre y mi hermana de compras, en navidad, a Barcelona. Le pedimos un disco cada uno. No recuerdo el de ella, pero el que yo elegí lo hice sintiendo que me tiraba a una piscina vacía. Se trataba del segundo disco de vinilo que compraba en mi vida, y creí demasiado atrevido no elegir más concienzudamente lo que adquiría. Ya nada volvió a ser lo que era: las crestas se mezclaron con los bambas, las cadenas con los chandals y las botas con las sudaderas, pero también el nihilismo con la postura. El Rock Radikal Vasco era historia. Esan Ozenki fue el adalid de la autogestión durante todos los 90 y ‘Gure Jarrera’ el primer disco y padre de todo lo que vino después. Auto-todo y plagado de skits, de temas empalmados, de bases programadas, jugaba a ser tan vasco como americano, tan punk como funk, tan hardcore como hip-hop. Pero en serio: metiéndole el dedo en el ojo y alzando la voz por primera vez contra los responsables, con nombre y apellido (en el tema “Ustelkeria” acusaban a un pez gordo de la guardia civil de corrupción, el cual interpuso una demanda de la que salió ganador. Años después fue juzgado y condenado por los mismos hechos que Negu Gorriak denunció), como lo hacían los grandes al otro lado del atlántico. Aaaay, lo fan que llegué a ser. Todavía faltarían muchos años para que algo me cambiara la juventud, de un modo igual de radical. Pero hablar de Stereolab o The Cardigans ya sería hablar de otro año, de otra época.”
Zuma, bajista
2011
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MIXTAPE
2011 MIXTAPE A
DATE/TIME NOISE REDUCTION ON OFF
B
DATE/TIME NOISE REDUCTION ON OFF
1. ZA! - Casamance #3
13. BATTLES - Ice Cream
2. WAVVES - Bug
14. TUNE-YARDS - Gangsta
3. FUCKED UP - The Other Shoe
15. GANG GANG DANCE - Chinese High
4. MUY FELLINI - Las Almas Perdidas
16. BEASTIE BOYS - Make Some Noise
5. THE DODOS - Don’t Try and Hide It
17. CAKE - Long Time
6. EDDIE VEDDER - Longing to Belong
18. WILD FLAG - Boom
7. MOGWAI - Hound of Winter
19. THE BLACK KEYS - Lonely Boy
8. MASTODON - Curl of the Burl
20. VERONICA FALLS - Bad Feeling
9. PJ HARVEY - The Glorious Land
21. SAMIAM - Over Now
10. M83 - Reunion
22. THE PAINS OF BEING PURE AT
11. FLEET FOXES - Helplessness Blues
HEART - Heart in your Heartbreak
12. RIVAL SCHOOLS - Wring It Out
23. NACHO VEGAS - Cómo Hacer Crac
(feat. Matías Aguayo)
He aquí una selección de canciones que nos han alegrado el año y os recomendamos escuchar si no lo habéis hecho ya.
2011
SEXY
...
[lo que nos gusta]
La calidad del indie español. La escena en España sufre de una clara
ebullición de ideas y grandes grupos de diferentes tendencias. Lo rápido que propuestas nuevas como las de Lüger o Guadalupe Plata se han asentado nos da esperanzas de que, con calidad y personalidad, es posible “triunfar”. A esto le sumamos expediciones al extranjero de bandas como El Columpio Asesino y Triángulo de Amor Bizarro (México), Cápsula (EE.UU.) y Exxasens (Rusia) o, por ejemplo unos Toundra que ven como su música está calando por Europa. Es sólo la punta de un iceberg que descubrir. Como público, debemos ser más proactivos y apoyar propuestas nuevas, no sólo asistir a conciertos de artistas consagrados.
Los movimientos en favor de la música en directo Las cosas bien hechas por esos promo-
tores que se siguen currando sus flyers bonitos y sus entradas dignas de guardar.
Aunque surgen de una situación penosa, del desamparo en el mejor de los casos y el bombardeo en el peor, de los poderes públicos a la cultura, aplaudimos los movimientos que tratan de concienciar de lo importante que es defender la música en directo. Plataformas como Granada en Off o la iniciativa a favor del Velvet Club de Málaga, cuentan con nuestro apoyo.
Los festivales con personalidad. Triste tener
La ley antitabaco. Sin
entrar en más consideraciones, lo que, barriendo para casa consigue la ley antitabaco es hacer de un concierto una experiencia más cómoda para todos. Nos gusta, aunque se dice que Rajoy, que es muy fan de echarse un porrito viendo a sus grupos de stoner favoritos, tal vez la derogue.
que destacar esto, pero son los menos, especialmente entre los de cierto tamaño. Destacamos como siempre el especializado Azkena Rock y el poliédrico Primavera Sound, que es un ejemplo de lo que pensamos debe ser un festival, con un buen equilibrio entre artistas consagrados de calidad, propuestas experimentales y emergentes. En esta senda tenemos que destacar también la cita con el rock de culto del Turborock y esa mezcla de festival y feria musical que es el Monkey Week.
Certamen GPS. La historia nos ha enseñado a tomar todas las precauciones y más en cuanto a
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las intenciones de un organismo público de “fomentar” la cultura. Pero puede que hayan entrado en razón con el programa GPS (Girando por Salas) que se trata no sólo de una ayuda económica para fomentar giras de bandas independientes, sino de dar ejemplo de buenas prácticas profesionales en el negocio musical. Esperemos que no salte ninguna liebre y tener que arrepentirnos de este “me gusta”.
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MIXTAPE
...O NO
[lo que no nos gusta]
Que no se cumplan los horarios.
La pescadilla que se muerde la cola, el particular ouroboros conciertil. Anuncio concierto a las 21:00, abro a las 21:30, empiezo a las 22:00. “Es que el público viene tarde”. Claro, al público de conciertos de pequeño le enseñaron que cuando un promotor dice una hora, hay que añadirle de 30 a 60 minutos. ¿No será que está acostumbrado de años y años de que le tomen el pelo y ha tomado la determinación de ir siempre tarde?. Determinación que, tras un par de conciertos o tres puntuales, modificaría sin problema. Pero parece que no hay huevos, debe haber alguna logia por ahí detrás que impida la puntualidad en este tipo de espectáculos. Me pregunto cómo reaccionaría el público si las obras de teatro se retrasaran media hora sobre el horario anunciado como práctica común.
Que la gente no respete en los conciertos. Y eso que estamos de acuerdo que cada concierto requiere una actitud diferente por parte del público, ni creemos que haya que estar como en misa ni como en la ópera, pero en ningún caso es de recibo estar contándole la vida al de al lado. Iñigo Cabezafuego, de Atom Rhumba, lo explicó así en una reciente ocasión: “A un concierto se viene a moverse, a bailar, a follar, a montar bronca, pero... ¿A HABLAR?” Pues eso decimos, a hablar a vuestra puta casa o bar de confianza.
Los gastos de gestión abusivos que aplican empresas amigas de lo ajeno, Ticketmaster en cabeza. Es intolerable que ahora que la música se está librando de trabas para la conexión directa entre artista y público, tengamos que aguantar tasas indecentes por una gestión que no vemos justificada por ninguna parte. Si al menos contrataran a un diseñador gráfico y el resultado fuera digno de guardarse podríamos entenderlo, pero cuando su sistema precisamente ha devaluado la entrada física como algo digno de coleccionar, todavía lo entendemos menos.
La gente de prensa “peculiar”.
Hay gente encantadora en el negocio musical, pero los que no, son para dar de comer aparte. Entre los que espamean y después no contestan ni para decirte que no, los que dejan de acreditar cuando un concierto se llena o los que solicitan antelación pero no la cumplen, observamos cierta falta de profesionalidad de algunos sujetos dedicados a prensa y promo musical. Cuando pedimos una acreditación no consideramos estar yendo gratis al concierto y tenemos otras cosas que hacer, entre ellas asistir a otros conciertos que se solapen y en los que no te mareen.
2011
Festivaladas varias.
Los festivales de verano ya se han convertido en eventos con los que tenemos que convivir, nos gusten más o menos. Pero, aún pasada la burbuja de hace unos años, el todo vale en su gestión sigue haciendo estragos. Por un lado nos parece poco ética la venta de abonos sin anunciar siquiera un nombre. Una cosa es apelar a la fidelidad pero siempre sin un sólo nombre, aunque sea de gama media-baja, es un poco vender la leche antes de ordeñarla, además de animar a la gente a comprar por comprar, fomentando luego la reventa. Tampoco nos gusta la exclusividad de grandes nombres en el cartel. Este año tenemos a bandas muy deseadas por muchos como Stone Roses o Radiohead que sólo podrán ser vistas en sendos festivales del país, cuando nos consta por ejemplo que Radiohead cuentan con nada menos que 4 fechas en un país como Italia. Para rematar, muchos festivales, especialmente los de corte nacional, se han convertido en el chiste que hace años era el Viña Rock. Vetusta Morla, Love of Lesbian, Sidonie, Lori Meyers... No tenemos nada en contra de estos grupos, pero mientras la música nacional vive una época de gran creatividad, estamos a vueltas con los mismos grupos una y otra y otra y otra vez.
El cierre de Malandar. Los últimos días del
año nos trajeron otra cortapisa para la música en directo cortesía de las instituciones. En este caso le tocó pagar el pato a una de las más populares salas de Sevilla, que por cierto este verano fue reconocida por la Unión Fonográfica Independiente como Mejor Sala del País. Malandar tuvo que cerrar sus puertas por orden del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla. La razón, superar los 92 decibelios estipulados como máximo en recintos de este tipo; que es lo que puede alcanzar una única flauta o clarinete. Afortunadamente, sucesivos trámites le dieron la razón y a finales de enero pudo regresar a su actividad habitual programando conciertos.
La Ley Sinde
y todas las mentiras en torno a la “piratería” musical como pretexto no sólo para recortar nuestras libertades sino para frenar el maravilloso acceso a la cultura musical que estamos viviendo en los últimos años. Es posible que los músicos prefiriesen ingresar más (o algo) por discos que les ha costado un trabajo componer, pero cualquiera con dos dedos de frente acepta que el directo es su modo de vida. Y en lo que nos toca, seguro que no hay gente bajándose música de los grupos que tratamos en la web con el sólo objeto de disfrutarla en casa, sin asistir a sus directos. La función que las autoridades no hacen para fomentar la cultura, la realizan los interesados por sus propias vías y encima quieren ponerle freno. De locos.
Que se especule con la cultura. Fes-
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tivales de dudoso gusto y coherencia, subvenciones por parte de concejalías y departamentos de cultura que no distinguirían a The Kinks de The Killers, dinero de todos malgastado en banalizar la cultura del pop y del rock... toda ciudad quiere tener su evento de postín al que acuden todos los VIPs de la zona a tomarse unos buenos cubatas y algo más.
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MIXTAPE
COMIC S A N S
por
Raül de los Ríos
Años de asistencia a conciertos nos han hecho vivir muchas situaciones que se repiten y de las que más vale reírse que tomárselas a mal. Raül de los Ríos no sólo toca en los indefinibles (lo:muêso), sino que hace una tira cómica sobre la escena musical y sus propias experiencias en una banda de rock independiente. Le pedimos que nos hiciera unas viñetas sobre alguna situación genérica de la escena y los conciertos y lo ha clavado. Que nuestros amigos no se sientan aludidos. Pero que se callen un poco, ¿no? xD
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COLABORA Querido lector. Tú que has sido capaz de leerte todo este panfleto o al menos en un alto porcentaje. La idea de feiticeira.org siempre ha sido crecer en número manteniendo la calidad. Desafortunadamente, no es fácil encontrar mártires de nuestra causa, ya que lo hacemos todo por amor al arte. Necesitamos: Gente a la que le guste escribir, que lo haga más o menos bien (con que se preocupe de hilar frases coherentemente y respetar la ortografía castellana nos vale). Lo suyo es que te guste leer prensa musical y estés familiarizado con el argot. Gustos un poco abiertos. Ni mucho menos te tiene que gustar todo de lo
que hablamos, pero no estamos interesados en alguien que sólo escuche shoegaze, doom o rap.
Con cierta destreza informática. Sólo que te desenvuelvas con un gestor de contenidos y otras herramientas del mundillo (descargas, bandcamp, soundcloud, buscar y recortar imágenes, esas cosas).
Con tiempo, ganas y responsable. Cómo no pagamos, no podemos exigir nada, por eso te tiene que gustar. Los que estamos en esto sabemos que si se da este punto, incluso en las temporadas que menos tiempo tengas, vas a poder seguir contribuyendo. Es decir, no buscamos alguien que venga, escriba dos reseñas de grupos de sus amigos y ya. No (y esto es un tema tabú) queremos gente que esté por las acreditaciones. A veces conseguimos pases, a veces no y muchas otras veces ni siquiera pedimos y hacemos crónicas igualmente. Cumplidos todos estos puntos, el área geográfica da un poco igual. Tan bien nos viene cubrir conciertos en Barcelona como en Don Benito, en Manchester o en ciudades en las que ya estemos, mientras haya oferta que no podamos abarcar actualmente. Y reseñas de discos o contribuir a la agenda son tareas que se pueden hacer en cualquier parte del mundo, así que...
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colaboraciones@feiticeira.org
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MIXTAPE
feitiTHANKS Queremos agradecer... Principalmente a todas las bandas que nos gustan, por hacer la música que queremos oír y a veces también por desafiar nuestros oídos y hacer la que creíamos que no queríamos oír. Especialmente a las que se prestan a casi cualquier cosa que les proponemos. A todos los sellos, promotores y responsables de prensa que nos facilitan la labor, cuentan con nosotros, hacen bien su papel de intermediarios con las bandas, nos mantienen informados, etc. A los programadores, especialmente los locales, que no dejan de arriesgar dinero para mantener la escena viva en cada una de nuestras ciudades. También a las salas que hacen posible mantener los circuitos locales. A los compañeros de portales, webzines y blogs musicales que, como nosotros, dedican tiempo, esfuerzo y ganas a difundir la música, especialmente a los que prestan atención a los grupos nacionales o sus respectivas escenas locales. A la gente que asiste a conciertos, a los que difunden música en bares, foros, blogs, redes sociales... en definitiva, a los que ayudan a propagar este virus que alguno llevamos dentro. A todo el que ha colaborado directa o indirectamente en que exista la web y este anuario. A destacar los fotógrafos que firman algunas de las fotos de festivales o grupos y los diseñadores de los flyers que aparecen en estas páginas.
feiticeira.org son: Yuri Morillo, Raúl Rey, Ricardo Sánchez Colaboradores: Carlos Benítez, Daniel Bodelón, David Carballo, Carlos Herranz, Alberto Sánchez, Jon Urzelai Maquetación: Raúl Rey | Fotografías (salvo especificado): Ricardo Sánchez Agradecimientos especiales, Raül de los Ríos, Mariano Regidor [Nosoloemo], Alfredo Rodríguez [musicazul]
2011|| MIXTAPE
feiticeira.ORG