Qué y Cómo Entendemos como táctica el qué: cuál es la idea que se intenta llevar adelante, dónde se quiere jugar la pelota y por qué. Tenemos que trasmitirle a los jugadores que primeramente hay que saber con claridad qué se quiere realizar –noción táctica–, y luego cómo realizarlo –noción técnica–. Deducimos entonces, que hay dos clases de errores o aciertos, los técnicos y los tácticos. En ambos casos, ya sea que hablemos de errores ó aciertos, creemos que lo más importante es analizar y reflexionar acerca de las decisiones tomadas y no acerca de las ejecuciones. Es decir, consideramos que es más importante que el jugador muestre, a través de sus decisiones, un grado de comprensión de qué es lo que tiene que hacer dentro de una cancha de tenis –táctica–, por encima del éxito o fracaso de una ejecución – técnica–. De acuerdo a lo anteriormente mencionado, debemos ir recreando situaciones, en las que el jugador pueda realizar gestos técnicos, en beneficio del objetivo táctico.
Comprender el juego De la misma manera que saber mover las piezas de ajedrez no implica que comprendamos el juego, saber golpear una pelota no quiere decir que entendamos el juego del tenis. Opino que es vital que los entrenadores tomen conciencia de lo importante que es que nuestros jugadores incorporen las nociones tácticas principales, de modo que comprendan que este juego es una puja permanente por los espacios y los tiempos. El jugador que logra generar espacios y aprovecharlos es el que gana o, por lo menos, el que está mejor posicionado para hacerlo. Si aprovechamos los espacios cedidos por nuestro rival, también ganaremos tiempo, el mismo que pierde el adversario en recuperar esos espacios cedidos. Entonces, debemos enseñar a nuestros alumnos a obtener esos espacios. Somos los responsables de darles las nociones tácticas necesarias y de igual manera, darles los elementos técnicos para ganar la guerra de los espacios y tiempos. El tenis es, en definitiva, una batalla de espacios y tiempos. La toma de los espacios cedidos por nuestro rival constituye uno de los aspectos decisivos en la táctica del juego y determinará, de manera contundente, el nivel y proyección de nuestro jugador. Mediante las distintas ejecuciones técnicas –golpes– el jugador va logrando que su rival se traslade de un lado al otro de la cancha, lo que provoca distintos espacios. Por ejemplo: cuando el jugador
realiza golpes cruzados, busca generar espacios hacia los costados, o sea a derecha e izquierda de su rival. Si realiza una derecha cruzada, logra que su rival se traslade hacia el sector derecho de la cancha, y va a provocar un hueco en el lado izquierdo. Suponiendo que su contrincante vuelve a jugar cruzado, el lugar vacío puede ser aprovechado con derecha paralela, siempre y cuando el espacio generado sea lo suficientemente grande y la derecha pueda ser agresiva. Otra manera de crear espacios es ejecutar tiros con profundidad, obligando al oponente a jugar pelotas cortas, y así generar un espacio por delante de él. A su vez, si el jugador realiza un drop shot, el espacio se genera, por detrás de su adversario, de manera tal que puede ser aprovechado con un globo. Otro principio táctico importante es no dejar caer la pelota. Tal vez sea el más importante. Desde que son pequeños tenemos que hacer hincapié en que los jugadores golpeen la pelota cuando se encuentra en su punto óptimo –entre la cintura y la altura de los hombros–. De esta manera, se logra anticipar el impacto y aprovechar el espacio y el tiempo que deja el rival. Cuando no se golpea en el punto adecuado, los espacios y los tiempos se logran, pero no se aprovechan, ya que al dejar caer la pelota, “pierdo tiempo” y el rival puede utilizar esa oportunidad para recuperarse. Dejar caer una pelota y no golpearla en su altura ideal demuestra la no comprensión del juego por parte del jugador. Debemos inculcar que jugar con profundidad tiene el objetivo principal de lograr que nuestro rival lo haga corto, para poder ganar espacio y tomar la ofensiva al golpear la pelota en su punto de altura ideal. En un tenis de alto nivel, el que juega corto pierde, entendiendo por perder a ceder espacio y tiempo; permitiendo así al rival comenzar a ganar la batalla de espacios y tiempos. Hemos explicado dos maneras de provocar espacios, hacia los costados y atrás y adelante, y de aprovecharlos, tomando la pelota en la altura óptima, cortando la trayectoria de la misma. Es nuestra tarea formar jugadores completos técnicamente, capaces de generar estas situaciones a través de distintos golpes. Que muestren recursos diferentes para resolver, de la forma más conveniente, en las distintas zonas de la cancha.