GUANAJUATO, LEGADOS Y TESOROS PATRIMONIALES -Abril 2018

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En días pasados, el 10 de marzo para ser exactos, se conmemoraron los 90 años del martirio que el sacerdote Elías del Socorro Nieves, en el municipio de Cortazar, Guanajuato, vivió en la Guerra Cristera (1926-1929). El padre Nieves, como se le conoce en tal municipio, no tuvo participación bélica alguna en dicha contienda. Fue más bien de los múltiples clérigos del país que para su protección, se ocultaron en el campo, desde donde, a escondidas, ejercía su labor clerical. Sin embargo, por azares del destino, tropas gubernamentales lo encontraron y le dieron muerte sin más juicio que el de las armas. ¿Pero quién fue el padre Nieves? Él nació en Yuriria, Guanajuato, en 1882; estudió para sacerdote en el convento de Yuriria; oficiaba misa en diversas partes del estado y en el de Aguascalientes, para sorprenderlo, finalmente, la Guerra Cristera en la Cañada de Caracheo, municipio de Cortazar, en cuya cercanía fue detenido y acribillado kilómetros antes de llegar a la cabecera municipal. Si bien se le dio muerte de manera injustificada, también es cierto que se le privó de la vida por circunstancias de la época. La Iglesia Católica y el Estado mexicano se encontraban en abiertas hostilidades políticas que desembocaron en el mencionado conflicto armado. Mientras que el gobierno buscaba regular el desempeño social de la Iglesia, a la vez que pretendía que la sociedad fuera laica, la Iglesia mexicana defendía su tradición histórica y su posición social en el país. Ambas partes cometieron actos que lastimaron la estabilidad social de México. Por ejemplo, además del padre Nieves, el gobierno fusiló o mató, en el estado de Guanajuato y en el año de 1928, a los siguientes religiosos: Jesús Méndez, vicario cooperador de Valtierilla, municipio de Salamanca; Daniel Pérez, en Pueblo Nuevo; Ángel Martínez, cerca de Pueblo Nuevo; Enrique Contreras, vicario de Pozos, municipio de San Luis de la Paz, junto con su hermano Agustín; Bibiano Martínez, en León; José Pérez, en la cercanía a la Hacienda de Cacalote, Tarímoro; José López, en Acámbaro; y a Pedro Razo, cerca de Dolores Hidalgo, junto con su sacristán Jerónimo. Por su parte, los cristeros asesinaron al comandante de policía de Victoria, en el estado de Guanajuato, quién fue muerto en manos de un grupo de mujeres comandadas por la “generala” Guadalupe Chaire, cuyo cuerpo, el del jefe de policía, fue “arrastrado” por el poblado, “entre los gritos del populacho que colaboraba con los alzados”, según recuerda el agraristas guanajuatense Alfredo Guerrero Tarquín, que combatía a los --

cristeros. De igual manera, la Liga Defensora de la Libertad Religiosa de Comonfort, del mismo estado, dinamitó el Tren Olivo el 10 de febrero de 1929, en el que viajaba el presidente de la República en turno, Lic. Emilio Portes Gil, y su familia, quienes salieron ilesos. Bajo estas circunstancias, pues, se dio la muerte del sacerdote Elías del Socorro Nieves, quien, ahora, por este martirio, es considerado beato por la Iglesia Católica Romana, ello desde el 12 de octubre de 1997. Algo que se debe anotar, según la fe de los creyentes, son los milagros que el padre Nieves manifestó desde antes de su muerte. Uno de tales milagros es cuando llegaron los dueños de la hacienda de Caracheo ante el cuerpo inerte del clérigo. Uno de los dueños comió unas galletas que todavía llevaba consigo el padre Nieves. Al tiempo en que invocaba el nombre del sacerdote, según se comenta, el dueño de la hacienda sanó al instante de los dolores de esterocolitis que padecía desde hace tiempo. También se menciona que días después de su muerte y en el lugar en el que se le privó de la vida, aún se encontraba fresca la sangre de Elías del Socorro. Asimismo, muchos feligreses consideran que han sido sanados de alguna enfermedad por dicho clérigo, aunque algunos otros sólo reconocen que se han encomendado a él o se han visto beneficiados por algún favor, como ser cuidados cuando van al trabajo o a la escuela. Por último, cada 10 de marzo y 11 de octubre, que son las fechas de su muerte y del festejo de su beatificación, se pueden contemplar los restos óseos de Elías del Socorro Nieves, esto en las misas respectivas que se le celebran en la Cañada de Caracheo, en donde ya se le tiene dedicado un templo, el cual se encuentra a lado de la parroquia del lugar, templo, dirían los creyentes, para gloria de Dios y del padre Nieves.


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GUANAJUATO, LEGADOS Y TESOROS PATRIMONIALES -Abril 2018 by EMILIO ROMERO - Issuu