GACETA POLÍTICAS 265 "LOS OTROS"

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ISSNen trámite

los otros

Racismo y discriminación Olivia Gall Raquel Sosa Natividad Gutiérrez

N° 265 Ι noviembre 2017


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DIRECTORIO UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Rector Enrique luis Graue Wiechers Secretario General Leonardo Lomelí Vanegas Director General de Comunicación Social Néstor Martínez Cristo

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES Directora M aría Angélica C uéllar Vázquez Secretario General Arturo Chávez López

GACETA POLÍTICAS Director Luciano Mendoza Cruz Subdirector César Emanuel Reséndiz Silva CORRECCIÓN DE ESTILO Leticia Martínez Eslava Diseño e ilustración Ángela Alemán León Nancy García Arias Unidad de Información osvaldo aburto téllez abigail bonilla méndez Myriam Corte Cortes daniela jocelyn chávez enríquez aline citlalli espinosa gutiérrez jose luis feria enríquez david iván fernández cano león alicia odette mendoza álvarez maría martina rangel gómez David romero moya evelin thom as romero

PRESENTACIÓN

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l semestre 2018-1, de cuya mayor parte da cuenta este número de Gaceta Políticas, estuvo marcado por los sismos de septiembre que alteraron hondamente la vida en México. Al respecto hacemos una reflexión sobre las consecuencias políticas y sociales que tuvo el terremoto de 1985 y nos cuestionamos cuáles serán las de los temblores de este año. Se realizó además una mesa de análisis sobre el tema con académicos de la Facultad y recordamos la organización del estudiantado para acopiar y distribuir diversos artículos a zonas afectadas en la cdmx y otros estados. En esta ocasión tres académicas destacadas analizan el tema de la discriminación y el racismo como manifestaciones de la exclusión y la intolerancia. Olivia Gall, Raquel Sosa y Natividad Gutiérrez nos explican cuáles son las causas de estos fenómenos sociales, cómo se manifiestan, cómo pueden evitarse o sancionarse, y cuáles son los mecanismos por los que surgen y se reproducen. En el ámbito institucional, destacó que nuestras maestrías en Comunicación y en Estudios en Relaciones Internacionales fueron incluidas en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad con el nivel de competencia internacional. También hay que mencionar que se le otorgó el Premio Universidad Nacional a nuestros profesores José María Calderón Rodríguez y Pablo A. González Ulloa (joven académico). Fuimos sede del Congreso PreAlas, que antecede al congreso de Montevideo en diciembre próximo, en el que tuvimos la presencia del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera y en el que se trataron temas como la corrupción, la pobreza, la educación y los pueblos originarios. También albergamos al Primer Congreso Mexicano sobre Asesoría Científica para las Politicas Públicas, en donde se estrecharon lazos colaborativos entre las ciencias sociales y las llamadas “ciencias duras”. Este trimestre contamos con la presencia del embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera, para analizar las relaciones entre nuestros países; y también con la visita de Eduard R. Malayán, embajador de Rusia en el marco de la conmemoración del centenario de la Revolución Rusa. El año pasado la unam se adhirió al programa de la onu He for she, con el objetivo de construir y promover la igualdad entre mujeres y hombres. En estos meses se desarrollaron dos eventos con este tema: la mesa de análisis sobre el significado de la masculinidad, con Juan G. Figueroa de el colmex y Luis Bello de la UAM, así como el 3er Seminario de cine y género, con Mauro Vargas (gendes) y Emanuel Maceda (colmex), quienes hablaron sobre el reflejo de los estereotipos masculinos en el cine. No hay formación completa del universitario sin cultura. En estos meses destacaron el espectáculo del Festival Internacional Cervantino, el Natya Ballet Centre, de la India; la presentación de la compañía Interflamenco; la obra de teatro El caballo con alas, el espectáculo de danza contemporánea El buen salvaje y los conciertos que ofrecieron los ensambles de cámara de la ofunam.

Gaceta Políticas, No.265, “Los otros. Racismo y discriminación”, Noviembre 2017, es una publicación trimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Coordinación de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Edificio “G”, Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, cdmx. Tel.: (0052) 55.56.22.94.70 (ext. 84352). Correo electrónico: informacion.ceu@politicas.unam.mx. Editor responsable: César Emanuel Reséndiz Silva. Reserva de Derechos al uso Exclusivo No. 04-2016-060316453200-102, issn: En trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Certificado de Licitud de Título y Contenido No. en trámite, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaria de Gobernación. Impresa por amatl digital, calle 5 Mz. 23, Lt.149, Col. Santa Cecilia, Tlahuac, c.p. 10310, cdmx, Tel. 58422441, mail: digital.amatl@gmail.com. Este número se terminó de imprimir el día 20 de noviembre de 2017, con un tiraje de 3000 ejemplares, impresión tipo offset, con papel bond de 90 grs. para interiores y papel couché de 250 grs. para forros. Las opiniones expresadas por los autores no reflejan necesariamente la postura del editor de la publicación ni de la unam. Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos aquí publicados, siempre y cuando se cite la fuente completa y la dirección electrónica de la revista.

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ÍNDICE

Actualidad 2 6 8 11

El racismo, historicidad y relevancia. Olivia Gall Consideraciones sobre discriminación, intolerancia y exclusión. Raquel Sosa Interseccionalidad: herramienta para estudiar el racismo. Natividad Gutiérrez Sismo político y social. Angélica Cuéllar

Entrevista 13 13

Premios Universidad Nacional Pablo González Ulloa, llevar el conocimiento de la academia a la polis Mis estudiantes y colegas me renuevan siempre: Jose María Calderón

academia 14 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28.

PreAlas 2017. Desafíos latinoamericanos Interdisciplina para un mejor futuro En marcha el observatorio social universitario Cultura, principal arma de Cuba Revolución Rusa, gran acontecimiento del siglo XX Homenaje a Juan Carlos León / 1968, la revolución del pensamiento #19S, catástrofe natural y construcción social Adolescencia vulnerada La biopolítica del siglo XXI / Evoluciona el paradigma de discapacidad FCPyS, maestrías de excelencia / Nuevo titular de la Cátedra Fernando Solana en Aragón ¿Qué nos hace hombres? Auge del fotoperiodismo latinoamericano / Democracia sometida al mercado Cabezas de jaguar 11a Bienal Internacional de radio

Estudiantil 29

Alumnos organizadxs

cultura 30 31

El Cervantino en la Facultad Reseñas de eventos culturales

libros 32

Novedades editoriales


El racismo. Historicidad y relevancia Olivia Gall

Investigadora titular “C” del CEIICH, UNAM y coordinadora de INTEGRA, la Red de Investigación Interdisciplinaria sobre Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina. (gall.olivia@yahoo.com)

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n su libro Modernidad y Holocausto, Zygmunt Bauman escribe: “La lógica intrínseca [la “esencia filosófica”] del racismo es aquella en la que el ser humano es antes de que actúe; nada de lo que haga puede cambiar lo que es” (2010: 650). Partamos de esta definición amplia, meta histórica, de racismo. En ella Bauman plantea que, el racista percibe y trata al Otro, convencido de que su esencia está dada de una vez y para siempre. Bauman piensa que el racista está convencido de que la esencia del Otro, a la que él considera irreductiblemente inferior, no puede ser jamás modificada, se piense lo que se piense, se diga lo que se diga y se haga lo que se haga. Nadie ni nada puede modificar a quien está así esencialmente determinado. Para entender a Bauman remitámonos a la etimología latina y griega de la palabra ‘esencia’, que viene del latín essentia (ser), que a su vez proviene del griego ousia (ser y sustancia). Así, ‘esencia’ es “aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente e invariable de ellas (Diccio-

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nario RAE, 2017), y ‘sustancia’ es “la parte esencial o más importante de algo” o como “el conjunto de características permanentes e invariables que constituyen la naturaleza de algo (Ibidem). Las mencionadas definiciones incluyen, entre las palabras que las componen, aquella de naturaleza, del latín nätüra (por nacimiento), que proviene de nascor (nacer) y está ligada a naturalis (natural) y a naturalitas (naturaleza o de carácter natural), compuesta por nätüra y dos sufijos latinos: itia (cualidad) y al (relación o pertenencia): la naturaleza es lo que pertenece a aquello cuya cualidad es ser innato (Gaffiot, F., 1990) Aníbal Quijano, padre de la escuela de la decolonialidad, define “raza” de una manera muy distinta a Bauman: como un fenómeno nacido en 1492, que marcó un radicalmente nuevo tipo de “diferenciación y jerarquización” en la historia del mundo humano; que estuvo basado en una “idea” totalmente inédita hasta entonces, “que quizás se originó como referencia a las diferencias fenotípicas entre conquistadores y conquistados”;

que “muy pronto fue construida como referencia a supuestas estructuras biológicas diferenciales entre [---] “conquistadores y conquistados”; que acompañó, desde sus inicios, el desarrollo del “sistema mundo capitalista”, y que instauró un marcaje de la dominación totalmente desconocido hasta entonces, imprimiendo un nuevo sello a las relaciones sociales y de poder en las colonias y en el planeta” (Quijano, 1992). Al definir ‘raza’ de esta forma, Quijano nos da cuenta de los estudios que asientan con claridad algunos de los fenómenos pre-modernos, incluso medievales, que, escritos en clave étnico-religiosa, marcaron tan fuertemente las relaciones de poder entre grupos de procedencias geográfico-culturales distintas, que varios de ellos se vieron reducidos a realidades muy similares a las que provocaría más adelante el racismo propiamente dicho: brutales procesos de inferiorización segregacionista; prohibiciones varias en términos de las actividades productivas que se les permitía ejercer; persecuciones represivas negadoras de


sus identidades; represión ante aquellos intentos de asimilación a los que estos grupos procedían, a pesar de que a ello eran inducidos por los grupos dominantes, pero siempre bajo cohecho y amenaza de exilio o de muerte en la hoguera, y finalmente expulsiones y exilios forzados a través de la represión, la violencia o la guerra (Fanjul, 2002). Eduardo Restrepo y Julio Arias no comulgan con esta interpretación: para ellos, la “raza”, como concepto, tiene una historia mucho más reciente, que data solamente de fines del Siglo xviii y principios del Siglo xix. Coincido con ellos. Para que este concepto naciera y tomara forma tuvieron que haberse producido varios paralelos: la revolución industrial tras más de dos siglos de colonización del Nuevo Mundo americano; la abolición del antiguo régimen monárquico en el que el poder absoluto del soberano era visto de origen divino; el surgimiento de los estados nación post-ilustración, basados en el principio filosófico, jurídico y político de la ‘igualdad’ civil y política como valor central del nuevo orden liberal; la abolición de la esclavitud (incompatible con este principio); el desarrollo de las ciencias naturales o de la vida — sobre todo la teoría darwinista de la evolución de las especies—, su deformación por el intento de adaptar artificialmente sus importantes hallazgos a las relaciones dentro de las fronteras nacionales y entre

naciones, y la adaptación de dicha deformación como principio básico y objetivo de la nueva disciplina de la antropología física decimonónica, cuyo objetivo central era demostrar que las diferencias esenciales entre grupos humanos distintos eran biológicas o, lo que era visto como sinónimo de esto, raciales (Massin, 1996). De hecho, cuando los estados-nación son creados surge y se desarrolla un fenómeno nuevo en la historia: la certeza de que todos sus ciudadanos poseen algo muy valioso: la esperanza social, que les permite creer que ahora sí van a tener acceso a un futuro mejor, aún si están situados en franjas socioeconómicamente desfavorecidas de la sociedad. (Zizek, 2000: 155). El estado-nación empieza a operar, por primera vez, sobre la base de que es “un aparato distribuidor de esperanza” o, como diría Foucault, un aparato dedicado a “fomentar vida” (Foucault, 1989; Hage, 1999: 239), de manera tal que nadie que haya nacido en su territorio, se quede fuera de la distribución equitativa de esperanza. En otras palabras, la promesa es que en cuanto alguien nace con un status de “francés”, “inglés”, “argentino” o “mexicano” “es inmediatamente reconocido y tomado en cuenta como una persona [poseedora] de un valor moral y [de] la dignidad propia de un ser humano”. Pero no sólo eso: a ese sujeto nacional se le convence de que tiene “control sobre el territorio nacional”, de que, por

el sólo hecho de nacer en ese suelo, está “en posesión … de su tierra natal”. Y, de manera aún más importante, todo eso se suma para dar como resultado lo que es, de hecho, la finalidad de ese proceso: la capacidad de la nación de lograr que cada uno de sus ciudadanos “se haga acreedor de ‘su parte de esperanza’” (Hage, 1999: 239, citando a Jules Michelet, 1965) Si la raza como concepto —y por tanto el racismo— empieza a surgir precisamente ahí, es porque, en los hechos, ese proceso no ha sido nunca tan ideal ni tan parejo como la nación lo prometía y exaltaba. No ha sido ideal porque el camino más eficaz para no respetar en forma absoluta, dentro de cada estado-nación, la traducción en los hechos de esa profunda base filosófica de igualdad, fue el despreciar a quienes pertenecían a las clases más bajas y a las mujeres, con el argumento de que eran, en forma innata, seres inferiores y mal equipados para acceder a las formas propias de la ‘cultura’ o la ‘civilización’ burguesa (Elias, 1978; Todorov, 1989: 161). Es así como las fronteras del territorio del estado-nación dejaron de coincidir con las fronteras de la sociedad que en él habita. Este nuevo argumento de las causas primeras de la inevitable desigualdad se erige como precursor de las formas racializadas de pensar, sentir y actuar hacia adentro de los estados nación liberales. Hacia afuera de ellos, dicho argumento se transforma en nacionalismo excluyente de las

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otredades nacionales, sobre todo de aquellas en situación de colonialización y, más tarde, de imperialismo. En ese contexto en el que Occidente va adquiriendo el cada vez más grande poder de dominar a nivel planetario, la blanquitud se va erigiendo paulatina pero firmemente en la base central del acceso o del no acceso de muchos pueblos a la dignidad y a la esperanza. Arias y Restrepo apuntan que, a lo largo de los cien y tantos años que han transcurrido desde el surgimiento y consolidación de dicho concepto de ‘raza’, la ‘biología’ y el ‘fenotipo’ (la pertenencia de cada quien a un supuesto tipo fisonómico fijo) han sido tan producidos como la misma cultura y no han sido “prediscursivos” (Arias y Restrepo, 2010: 53). Por ello, agregan, “la inferiorización de los otros, considerándolos incluso no humanos, no es articulada de forma inevitable [alrededor de] […] una taxonomía racial” (Ibidem). Sin embargo, añaden, cuando definimos un fenómeno como “racista” no estamos obligados a definirlo como lo hacía el determinismo biológico de la ciencia de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Regresar a ese lugar es “dejar por fuera una serie de conceptualizaciones raciales que no necesariamente han operado a través de este determinismo […] [sino a través de] clasificaciones raciales [constituidas por] […] criterios de orden cultural” (Ibid.: 54, citando a Wade, 2002). “Argumentar lo contrario sería definir como no raciales la mayoría de las identificaciones raciales que toman lugar en América Latina, las cuales raramente dependen sólo de criterios biológicos” (Wade, 2003: 271). Además, cuando se habla de “biología” o de “naturaleza” se piensa muchas veces en “referentes menos estables y variados de lo que a primera vista suele aparecer” (Arias y Restrepo, Op.Cit.: 54, citando a Wade, 2002). Y, por otra parte, hablar de ‘cultura’ “a veces se entrama de sutiles maneras con discursos sobre la sangre, herencia, cuerpos, ambiente y parentesco.” (Ibidem) Finalmente, Peter Wade, antropólogo social, y George Fredrickson, historiador de la larga duración y experto en historia comparada, cierran un poco la amplitud de la definición de Bauman, y abren aquella de Arias y Restrepo, más estrecha

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en cuanto a la dimensión que abarca en el tiempo. Wade, quien ha historizado cuidadosamente el concepto “raza” y sus distintos significados, escribe: “¿Qué es la raza? ¿Qué entendemos por ese término? ¿Se trata de un concepto que se refiere al color de la piel u otras características físicas como los rasgos faciales o el tipo de cabello? ¿Se trata de un discurso sobre “la sangre”, es decir la ascendencia, la genealogía y los orígenes ancestrales? ¿Se trata tal vez de la cultura, como, por ejemplo, el modo de hablar, la música que se escucha, la ropa que se viste? ¿O se trata más bien de la referencia a ciertas categorías históricas de gente, como son “los blancos”, “los negros”, “los indios” y quizás “los asiáticos” o “los africanos”? (Wade, 2016: 36) Así, concluye: “el concepto raza está vinculado a todos estos criterios y no hay una definición sencilla del concepto. La palabra y el concepto han existido durante mucho tiempo y en muchos lugares del mundo; a veces la misma palabra no aparece, pero las ideas asociadas con ella sí parecen estar presentes” (Ibidem). Por su parte, Fredrickson apunta: El racismo tiene dos componentes. Diferencia y poder. Se origina a partir de una mentalidad que los ve a “ellos” como diferentes a “nosotros” de maneras que son permanentes e infranqueables. Este sentido de la diferencia provee un motivo o una justificación para usar nuestra ventaja en cuanto al poder en formas que consideraríamos como crueles o injustas si fuesen aplicadas a miembros de nuestro propio grupo. Las posibles consecuencias de esta relación entre actitudes y acción oscilan entre, en un polo, la discriminación social no oficial pero penetrante y, en el otro, el genocidio; con, en el medio, otras variaciones del mismo tema:

segregación avalada por el gobierno, subyugación colonial, exclusión, deportación forzada (o limpieza “étnica”)(Fredrickson, 2002: 9) En otras palabras, El racismo, […] no es meramente una serie de actitudes o de creencias. Es un sistema [específico] de ideas y sentimientos y prácticas” [sociales, ideológicas y de poder, que nos permite] “distinguir[lo] del clasismo, el etnocentrismo, el sexismo, la discriminación por edad o cualquier otra forma de asignar ventajas diferenciales o prestigio a categorías de gente que varían, o aparece varias, en algún sentido importante” (Ibidem) Para él, la especificidad de los sistemas racistas puede estar alojada en los intentos de tratar de implantar una “jerarquía permanente de grupo” sobre la base de la creencia de que ésta refleja ya sea “las que se consideran ser leyes inmutables del orden de la naturaleza” o bien otras leyes de tipo cultural pero que son consideradas como igualmente inmutables. Por ejemplo, las llamadas “leyes y decretos de Dios”. “El racismo es el gemelo malvado del etnocentrismo”, agrega Fredrickson: Si pensamos en la cultura como históricamente construida, fluida, variable en el tiempo y el espacio, y adaptable a circunstancias cambiantes, cultura es un concepto antitético al de raza. Pero la cultura puede ser reificada y especializada hasta el grado en el que se convierte el equivalente funcional de la raza. Los pueblos o los grupos étnicos pueden ser dotados con almas nacionales o con Volksgeister o “espíritu de pueblo”. El particularismo cultural determinista puede hacer con eficacia el trabajo que le corresponde al racismo biológico (Ibid.: 6-7) Y agrega: en “algunos casos […] la identidad étnica es creada por la racialización de la gente, que, de otra forma, no habría compartido una identidad”(Ver


Campos, 2012). Desde esta perspectiva, concluye Fredrickson, vemos como sí existen “algunos tipos de ideas y de creencias comunes […], en algún nivel de conciencia, en las mentes y las prácticas” tanto que aquellos calificados claramente de ‘racistas’ en términos de la modernidad post-Ilustración como de aquellos no necesariamente calificados como tales, pero que, si uno analiza con mucho cuidado sus similitudes con los primeros, sí lo son. De estas cinco concepciones, y a pesar de las diferencias entre ellas, podemos derivar la siguiente pregunta, esencial para nuestro tema: ¿A lo largo de la historia humana, cuáles han sido aquellos elementos —vistos ya sea como biológicamente deterministas y/o como cualitativamente esenciales— con los que se ha

mirado, percibido, construido culturalmente y tratado al Otro de una forma a tal grado cosificada, que ésta haya llevado a tratarlo como inferior, a deshumanizarlo e incluso a intentar exterminarlo? El historizar la ‘raza’ y el ‘racismo’ no es únicamente un necio afán de los historiadores por entender la forma en la que el tiempo permeó y ha permeado este fenómeno. Es sobre todo un camino afortunado para entender y analizar mejor las diversas manifestaciones del racismo, sus similitudes y diferencias, sus permanencias y transformaciones, sus consecuencias y efectos en el sufrimiento de personas y grupos humanos. Este lente de observación dialoga con el de otras disciplinas como la sociología, la antropología, la bio-antropología o la filosofía de la cien-

cia, y también con las experiencias concretas de víctimas y testigos. Al combinar estos distintos miradores de observación, podemos afirmar que el racismo es una forma “carroñera” de ejercicio de poder (Fredrickson, Op.Cit.: 68), que es ideo­ló­ gi­ca, social, política, cultural y, las más de las veces, también económica. Carroñera porque su estrategia evolutiva es ali­men­ tar­se de los cadáveres del pasado para no morir de inanición y poder renacer de las ce­ni­zas de lo que creíamos para siempre muerto y enterrado. Así, ejerciendo siempre violencia y provocando siempre sufrimiento, viejos racismos reviven es­ con­di­dos tras máscaras desconocidas, y nuevos visajes del racismo aparecen, algunos sutiles y engañosos y otros abiertos y descarados.

Bibliografía Arias, Julio y Restrepo, Eduardo, “Historizando la raza: propuestas conceptuales y metodológicas. Crítica y Emancipación (3), 2010: 45-64 Bauman, Zygmunt, Modernidad y Holocausto, Sequitur, Madrid, Buenos Aires, Ciudad de México, 2010. Campos, Alejandro, “Raza, racialización y racismo”, un discernimiento necesario”, en Dialnet Nº. 273, Universidad de La Habana, 2012: 184-199 Diccionario RAE, Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 2017. Elias, Norbert, The Civilising Process: The History of Manners, Basil Blackwell, Oxford, 1978. Fanjul, Serafín, Al-Ándalus contra España. La forja del mito, Siglo XXI, Madrid, 2000/2002 Foucault, Michel, “Résumé des Cours 1970–1982”, Conférences, Essais et Leçons du Collège de France, Juliard, Paris, 1989. Fredrickson, George, Racism, a Short Story, Princeton University Press, Princeton, N. J., 2002. Gaffiot, F., Dictionnaire Illustré Latin-Francais, Hachette, Paris, 1990 (Edición 44) Hage, Ghassan, _______________ White Nation, Fantasies of White Supremacy in a Multicultural Society, Syndey: Pluto Press & Londres: Commerford and Miller, 1999 ________________Is racism an Environmental Threat?, Polity, 2017, London Massin, Benoit, “From Virchow to Fischer: Physical Anthropology and Modern Race Theories”, in Wilhelmine Germany”, en George W. Stocking, Jr. (Editor), Volksgeist as Method and Ethic. Essays on Boasian Ethnography and the German Anthropological Tradition, History of Anthropology, Volume 8, the University of Wisconsin Press, Madison, Wisconsin, 1996: 79- 154 Michelet, Jules, “Birth of a frenchman”, in Hans Kohn, Nationalism, its Meaning and History, Nova Jersey: Van Nostrand, 1965 Prunier, G., The Rwanda crisis: History of a genocide. New York: Columbia University Press, 1995 Quijano, Aníbal, “‘Raza’, ‘etnia’ y ‘nación’ en Mariátegui: cuestiones abiertas”, en Roland Forgues (editor) José Carlos Mariátegui y Europa. La otra cara del descubrimiento, Editorial Amauta, Lima, 1992. Rogers, Benedict, Burma, a nation at the crossroads, Rider, Random House, London, 2012. Rosenfeld, Steven, “If We Don’t Act Now, Fascism Will Be on Our Doorstep, Says Yale Historian”, Alternet, 13-03-2017. Rozat Dupeyron, Guy, “El occidente frente a la representación del Otro. El otro como inversión, diabolización y animalización”, en Olivia Gall (coord..), Racismo, mestizaje y modernidad, preguntas y planteamientos, CEIICH-UNAM y CRIM-UNAM, 2007: 91 – 122. Salmon, J., “Education and its Contribution to Structural Violence in Rwanda”. Master of International Affairs Student. School of International and Public Affairs. Columbia University, 2004. Todorov, Tzvetan, Nous et les Autres: La reflexion française sur la diversité humaine, Éditions du Seuil, Paris, 1989. Wade, Peter, ____________ Race, Nature and Culture: An Anthropological Perspective, Pluto Press, Londres, 2002. ____________ “Race and Nation in Latin America: An Anthropological View”, en Wade, P., Applebaum, N. M. (ed.) & A. Rosemblatt, K. (ed.), Race and nation in modern Latin America, University of North Carolina Pres, 2003. ____________ “Raza, ciencia, sociedad”, en Olivia Gall (Ed. invitada), Racismos, INTERdisciplina, Vol. 4, No. 9, mayo-agosto 2016: 35 – 62. Zizek, Slavoy, “Toward and Ethic of Fantasy”, en Looking Awry, an Introduction to Jacques Lacan through Popular Culture, MIT Press, Boston, 2000.

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Consideraciones sobre discriminación, intolerancia y exclusión Raquel Sosa Elízaga

Investigadora titular del Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS, UNAM.

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ace ya muchos años que la Sociología ha buscado comprender las causas y consecuencias de las distintas formas de exclusión social: desde la pobreza y la desigualdad, hasta las formas más extremas de intolerancia, racismo, discriminación y exclusión. En particular, durante los últimos años se han hecho esfuerzos significativos para identificar con claridad las dimensiones, procesos y formas de articulación que adquieren estos fenómenos sociales, así como las diversas concepciones y prácticas de la justicia y la injusticia que los alimentan o con los cuales se pretende erradicarlos. Enfrentar toda

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forma de discriminación, intolerancia o exclusión se ha convertido en el mayor reto económico, social, político y cultural de nuestra era. Entendemos, así, que la exclusión tiene muchas caras, pero fundamentalmente dos extremos: la pobreza, la violencia, la discriminación, la intolerancia, el desprecio de unos seres humanos por otros; mas también, la ambición, abuso, despojo, concentración de riquezas y recursos en unas cuantas manos, la asociación entre gobiernos y corporaciones que benefician sus propios intereses, así como los riesgos y desastres provocados por la indiferencia de los poderosos hacia la sustentabilidad de la vida en el planeta.


En la academia, como en muchos otros es­ pa­ cios públicos y privados, el afán de com­pe­ten­cia y las exigencias del mer­ca­do han ido convirtiendo a parte significativa de sus integrantes en personas para quienes el cumplimiento de controles, metas, es­tán­ da­res de productividad y parámetros de excelencia son un camino legítimo y ne­ce­sa­rio para obtener reconocimientos y triunfos individuales. Lamentablemente, en cam­bio, suele perderse de vista el papel que de­be tener el conocimiento como ser­vi­cio a la so­ cie­dad y como medio de in­ci­den­cia en los problemas más agudos que en ella se plan­ tean. Poco espacio ha quedado, pues, pa­ra la solidaridad, la comunicación y el en­cuen­tro con quienes padecen si­tua­cio­nes ex­tre­mas de discriminación, intolerancia y ex­clu­sión. Esta es, paradójicamente, la razón por la cual la Sociología se encuentra en un pues­to de observación e intervención de la mayor sig­ni­fi­ca­ción: el que nos permita com­pren­ der y valorar en cada contexto, la presencia or­ga­ni­za­da de sujetos, re­la­cio­nes, ne­ce­si­ da­des y demandas de las comunidades, así co­mo su respuesta ante los desafíos que se pre­sen­tan a su supervivencia, sobre todo an­te desastres, violencia, guerras, mi­gra­ cio­nes, des­pla­za­mien­to forzosos y carencias ex­tre­mas. Es desde esta perspectiva que pueden analizarse en la actualidad los fenómenos de exclusión que se han agudizado en diversas situaciones del mundo y, desde luego, en nuestro país, en las últimas décadas. Y el primer aprendizaje que debemos recoger es, precisamente, la insuficiencia de la información estadística y las limitaciones de un abordaje exclusivamente conceptual. En todos los casos, el conocimiento se refiere y trata con seres humanos complejos, multidimensionales, en movimiento, dueños de su voluntad y capaces de tomar decisiones sobre su vida, aún en las condiciones más difíciles. La tarea de la Sociología y de las ciencias sociales y las humanidades radica en

escudriñar, en el fondo de todo comportamiento individual y colectivo, los motivos, las estrategias, las dificultades que enfrentan y la relación con otros sujetos. La empatía y la ética deben presidir los estudios de cada entramado social, cuyo desentrañamiento es fundamental para contribuir a resolver desde su raíz las formas y el fondo de la opresión e injusticia a la que se ha sometido a millones de seres humanos, en beneficio de otros. Es desde ese horizonte de visibilidad que nos será posible, también, reconocer que no toda diferencia es irreconciliable, y que no toda desigualdad es producto de la derrota de los débiles sobre los poderosos. Un tramo significativo de la intolerancia es debido a la ignorancia respecto de la historia, de la identidad cultural, de la profundidad de las expresiones de prejuicios individuales y colectivos, preferencias, necesidades, aspiraciones, temores de unos sobre otros u otras. Indudablemente, un tramo más abarcador se compone de despojos, de abusos, de ocupación ilegal e ilegítima de territorios, de actos de rapiña y conquista y, en fin, de sumisión de unos seres humanos a las condiciones y poder que otros imponen. Un punto de partida indispensable es, pues, la consideración de que las diferencias sólo se convierten en amenazantes cuando implican esto último: abuso, despojo, expolio, atropello contra cualquier ser humano, así como sobre el territorio en que conviven, habitan y donde se realizan durante su existencia, y que es indispensable para garantizar la supervivencia y el bienestar general. No confundir unos con otros es absolutamente indispensable sobre todo en circunstancias como las heredadas, en que presuntos universalismos se han impuesto durante siglos para obviar, menospreciar e incluso intentar exterminar cualquier expresión de identidad y de derecho humano, sea individual o colectiva. La ho-

mogeneización forzosa, su historia y las consecuencias de su práctica, forman parte señalada de las experiencias de oprobio que ha vivido la humanidad a lo largo de su existencia. Y ninguna imposición se re­suel­ ve sobre la premisa de su ocultamiento o la negación de las bases en que se ha fin­ca­do. Ninguna imposición se resuelve, tampoco, sobre la idea de la venganza, el ejercicio de una pretendida justicia que abra espacio a nuevos atropellos, o la ex­ clu­sión definitiva, desplazamiento obli­ga­do o exterminio de aquéllos cuyas diferencias no sea posible obviar. La justicia no sólo no puede ser ciega ni sorda, sino que no debe tampoco pretender ser unívoca ni universal. La verdadera justicia comienza a partir de que los seres humanos todos tienen, por el solo hecho de existir, garantía de ejercicio de sus derechos a la alimentación, la vivienda, la educación, la salud, el trabajo, la memoria, la creatividad, el ejercicio de sus preferencias y la autonomía de sus decisiones, de manera individual y colectiva, sin amenazar semejantes derechos a otros. Será a partir de estos principios que podrá vislumbrarse como alcanzable la tolerancia, es decir, el establecimiento de acuerdos que fa­vo­rez­can el reconocimiento de las prerrogativas de todos los seres humanos, una convivencia respetuosa, y una colaboración efectiva en­ tre quienes ocupen cada territorio del pla­ne­ta y se comprometan a preservar la dignidad y paz en la vida de sus se­me­jan­ tes. Estas han sido las bases sobre las que se han escrito las constituciones y el derecho a lo largo de la historia, pero cuya limitación ostensible ha sido la búsqueda de acuerdos a partir de los resultados de la violencia, la imposición y la conquista. Una imaginación, un sendero y prácticas efectivamente liberadoras, aguardan todavía a la humanidad para que pueda emprender las tareas que requiere la con­ti­ nui­dad de la vida de la especie humana en nuestro planeta.

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Interseccionalidad: herramienta para estudiar el racismo Natividad Gutiérrez Chong

Socióloga. Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM.

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l siglo veintiuno inició con promesas de reconocimiento para aquellos que no han tenido voz y, que han vivido al margen de las decisiones, los beneficios, las oportunidades y los privilegios. Para concretizar estas promesas, me parece que el estudio académico del racismo ha contribuido a visibilizar este sufrimiento que afecta a millones de mujeres y hombres. Las mujeres además, sufren más, pues el racismo se hace presente en contextos específicos, como la violencia obstétrica en las madres indígenas y la trata de jóvenes y niñas indígenas. Por supuesto que cuando hablamos de abundar en su estudio, no estamos pensando en argumentos pseudo científicos de las ciencias naturales para justificar la inferiorización del otro. Un abordaje académico y multidisciplinario abarca los estudios subalternos, el posmodernismo, las políticas multiculturales, los feminismos críticos y la interseccionalidad. Sobre este último enfoque y herramienta de análisis es que dedicaré estas reflexiones que están vinculadas a un proyecto de investigación en curso y que dirijo en el Instituto de Investigaciones Sociales: “Jóvenes con identidades múltiples en dinámicas metropolitanas” (conacyt Fronteras de la Ciencia).

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En este siglo, entonces, estamos avan­ zan­do en aprender a conocernos más, de manera que se abren otras posibilidades para interrogar con mayor riqueza y profundidad, los fenómenos sociales, los sujetos, la complejidad de las relaciones sociales. El postmodernismo, y de éste los estudios subalternos y el feminismo, han sido referentes fundacionales para demoler las meta narrativas, las historias oficiales, las verdades universales, los fundamentalismos con sus doctrinas e ideologías; por ello, ha venido cayendo lentamente el pesado ropaje ideológico que encubría al hombre, pero no a cualquiera, sino al blanco, al educado, al cristiano, al de clase alta, como la única fuente de conocimiento y autoridad en todas las ciencias, la jurisprudencia, el arte, la religión, por mencionar algunos ámbitos de su larga influencia. Un ambiente académico e intelectual propicio ha sido favorable para hablar con más soltura del racismo y para perfilar investigaciones con más calado e impacto. Los resultados han sido muy beneficiosos, pues ahora hay encuestas que miden cuantitativamente el tamaño del racismo en nuestra sociedad (Consejo Nacional para la prevención de la discriminación conapred), hay redes de investigación (Red integra, Project on Ethnicity and


Race in Latin America perla), hay especialistas mexicanos (Carlos Beltrán, Olivia Gall, Eugenia Iturriaga, Federico Navarrete, Citlalli Quecha) y una bibliografía que va en aumento. En todas esas encuestas y estudios, es predominante encontrar que el racismo es particularmente ejercido hacia los pueblos indígenas. Una encuesta reciente sobre las percepciones de los mexicanos hacia los indígenas revelo que 7 de cada 10 mexicanos no sabe, o casi no sabe algo, sobre los indígenas (Gutiérrez Chong, 2014). Es decir, el mexicano promedio es poseedor de una gran ignorancia sobre los indígenas. Y, precisamente, la ignorancia, es un buen caldo para cultivar expresiones de discriminación, de menosprecio, de hostilidad o de temor y, que resultan en actitudes estereotípicas como burlas, ridiculizaciones, agresiones físicas, insultos y más abusos e injusticias. Pero el racismo es el cemento para reproducir una estructura económica que impide o retarda la movilidad social y, con ello, las oportunidades para superar la pobreza y la marginación. ¿Por qué será que la gran mayoría de los indígenas son pobres? Y ¿será que la piel blanca ayuda a un ser humano a tener más éxito laboral y emocional? En tanto que me interesa contribuir al estudio del racismo, considero que hay

que perfilar esfuerzos para hacer propuestas metodológicas que contribuyan a conocer mejor el problema. Por ello, para conocer la discriminación hay que estudiar al que discrimina, o, dicho de otra forma, para desmantelar el racismo, hay que conocer las oportunidades y privilegios de los que ha gozado el racista y que no está dispuesto a ceder o a compartir. Ahora bien, para discriminar y excluir, hace falta que algo sea diferente o desvalorado, de ahí que la identidad entre a jugar en el análisis. Simplemente: soy excluida porque soy diferente. Entonces las diferencias importan y mucho. Y no olvidemos que las diferencias son construcciones sociales para incluir o excluir La interseccionalidad es un concepto y herramienta de análisis conocido desde 1987. Es la herramienta principal, insistimos, para encontrar las diferencias y, como estas diferencias están construidas por divisiones sociales. Esto nos lleva a conocer cuáles son las divisiones sociales, que son necesarias para otorgar o no, privilegios y oportunidades, que son solo para unos y para otros no. Así, la interseccionalidad se refiere a las múltiples divisiones sociales, o vectores, los más sobresalientes son: el género, la clase, la raza, la etnicidad, la sexualidad.

El análisis interseccional debe tomar en cuenta la especificidad de cada división. Ejemplo: no se puede abordar el caso de las mujeres indígenas pobres con el análisis de las mujeres negras de clase trabajadora. El análisis interseccional contribuye al estudio de las divisiones sociales, pero atendiendo a las formas específicas de discriminación y a las formas específicas de dominación. Hago énfasis en el adjetivo específico, porque la socióloga británica feminista, Nira Yuval Davis (2006), pionera en el estudio teórico y empírico del concepto, recuerda con frecuencia que hay que investigar cada división social. Si bien estamos familiarizados con las triadas: mujer indígena pobre, o mujer blanca rica, debemos mantener en alto el principio, que la triada no es una cadena adherente, sino es revisar cuidadosamente cada división, cuáles son sus causas – efectos, porque cada división es autónoma pero relacional. La clase es autónoma de la raza y la etnicidad, pero están relacionadas y hasta son causa y efecto. Las divisiones sociales no están en aislamiento, su interacción provoca diferentes desigualdades, múltiples opresiones. Los vectores, raza, etnia, clase, género, sexualidad, edad, salud, deben ser observados y detectar como afectan o in-

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fluyen en conductas sociales, distribución de recursos, en el acceso al poder, en el prestigio, en la movilidad social. Hacer visible las múltiples opresiones creadas por divisiones sociales que han arrojado al fondo a grupos específicos, por género, sexo, raza, etnicidad, con esta lente múltiple se pueden construir los pisos necesarios que aseguren retribución, distribución y reconocimiento a la manera de Nancy Fraser (1995), ello para forjar sociedades más equitativas, igualitarias y en respeto a la pluralidad y diversidad de maneras de ser. La originalidad y relevancia científica del proyecto que enunciamos al principio, radica en hacer una aplicación precisa del enfoque de interseccionalidad en un grupo poblacional con características específicas como son los jóvenes. Se trata de estudiar a fondo la conformación de sus identidades actuales en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana. Se realizarán diagnósticos socio territoriales comparables, la población objetivo que será analizada se obtendrá por medio de muestreo censal y se aplicarán técnicas de investigación para levantar datos cualitativos y cuantitativos. Hay una vasta literatura sobre des­i­gual­ dad e identidad, así también sobre jó­ve­nes y urbanización. Por lo tanto, nuestra propuesta busca aplicar de forma innovadora el enfoque interseccional para abundar en los contextos que generan de­si­gual­dad entre jóvenes, poniendo énfasis en la articulación de identidades diversas. Esto permitirá incluir en el análisis a un segmento

de jóvenes de posiciones socioeconómicas medias y altas para comprobar que las diferencias culturales y raciales, desde este ángulo, también son determinantes. Con ello daremos un giro a las teorizaciones que ubican los vectores étnicos y raciales en minorías, ya que también las mayorías tienen etnicidad y no son ajenas a las diferencias raciales que operan en la desigualdad; de ahí que el racismo siga teniendo tanta vigencia. También se abrirá un nuevo debate en torno a la flexibilidad de las identidades genéricas al preguntarnos, por ejemplo, ¿los indígenas tienen identidad nacional y los estudiantes de clase media poseen identidad étnica? Estudiar el comportamiento del segmento de jóvenes que es privilegiado y que hace contraste con quienes no lo son, será un aporte al conocimiento. La pro­pues­ta identifica a una sección de jóvenes que no ha recibido atención desde la investigación académica: aquéllos que se encuentran en un “limbo social”, como lo han definido algunos jóvenes que participan en la formulación de este proyecto, pues se trata de un sector que debido a su continuo tránsito a la ciudad de México presenta características y situaciones específicas. Nos interesa ubicar una muestra de la juventud con identidades diversas en tor­no a factores decisivos de la zona metropolitana y que están provocando alteraciones e impactos de distinta intensidad, por ejemplo, la construcción del megaproyecto del nuevo aeropuerto, la reproducción de la fuerza laboral de jóvenes migrantes indígenas en las zonas de abastecimiento de

alimentos, o bien, las expectativas laborales y educativas de jóvenes con posiciones socioeconómicas altas. Los jóvenes con pertenencia étnica son de nuestro mayor interés, toda vez que hay conocimiento insuficiente sobre sus trayectorias en la Ciudad de México. Pero también queremos hacer completa una muestra de las juventudes diversas, incorporando a los jóvenes de clase media y media alta y sus marcadores sociales, esto es, si una mujer indígena joven, por su posición económica baja, su pertenencia indígena y su fenotipo (clase, etnia, género, raza y edad) es colocada en una condición de vulnerabilidad, qué ocurre con una mujer joven de origen caucásico. De ahí que busquemos entender las lógicas excluyentes e incluyentes desde la interseccionalidad. El proyecto enfrenta una revisión metodológica que someterá a la interseccionalidad a más interrogantes, ya que el sismo del 19 de septiembre de 2017, fue la coyuntura que impulsó el surgimiento de un liderazgo de jóvenes y la oportunidad para observar y estudiar, el acercamiento de jóvenes con identidades múltiples en contextos de emergencia. El proyecto, buscará demostrar que la raza y la etnicidad no reconocidas en las mayorías, permite que el racismo siga operando, estará respaldado en la tecnología digital. Toda la información recabada será debidamente programada en un archivo digital interactivo en línea, lo cual nos permitirá realizar investigaciones com­ pa­ra­ti­vas y tener un mejor acceso y manejo de la información.

Referencias Fraser, Nancy “From Redistribution to Recognition? Dilemmas of Justice in a ‘Post-Socialist’ Age” New Left Review I/212, July-August 1995 Gutiérrez Chong, Natividad “¿Es una ventaja ser indígena en México en el siglo XXI?” Ser Indígena en México. Raíces y Derechos, Gutiérrez N y Valdés L., Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, Yuval Davis, Nira “Intersectionality and Feminist Politics” European Journal of Women’s Studies Volume: 13 issue: 3, page(s): 193-209, 2006

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Sismo político y social Angélica Cuéllar Vázquez

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a mañana del 19 de sep­tiem­bre de 1985, un sis­mo de 8.1 en la es­ca­la de Rich­ter sa­cu­dió a la Ciu­dad de Mé­xi­co. Los daños materiales fueron enormes y se concentraron en las delegaciones Venustiano Carranza (83 derrumbes y aproximadamente 1900 construcciones dañadas), Cuauhtémoc (258 derrumbes totales, 143 parciales y 181 edificaciones muy afectadas), Benito Juárez (50 inmuebles averiados) y Gustavo A. Madero (25 derrumbes totales y 35 parciales). Para la Comisión Económica para América Latina de la onu, en la ciudad de México tenían que demolerse 30,000 viviendas y 60,000 demandaban reparaciones profundas.El sismo dejó a 250,000 personas sin hogar. En este escenario el gobierno de Mi­ guel De la Madrid creó la Comisión Na­ cio­ nal de Emergencia y la Comisión

Metropolitana de Emergencia. En ambas estuvieron presentes los titulares de la Defensa Nacional, la Marina, Programación y Presupuesto y Salubridad. A la primera se sumaron los titulares de Comunicaciones y Transportes, Desarrollo Urbano y Ecología, y en la segunda, los de Agricultura y Educación. La población civil, como ahora, se volcó a las calles donde estaban los edificios afectados para ayudar a remover escombros buscando vidas. De inmediato aparecieron organizaciones de vecinos, de inquilinos, de cuartos de azotea, invisibilizados por el continuum de la vida cotidiana. En Tlatelolco se hicieron presentes tres organizaciones: el Frente de residentes, la Asociación de residentes, la Coordinadora de cuartos de azotea y el Consejo de edificios en autoadministración. De los 102 edificios de esa unidad, 23 re-

sultaron seriamente dañados. Las or­ga­ni­ za­cio­nes de Tlatelolco quisieron im­putar responsabilidades a instituciones como el Fondo Nacional de Habitaciones Populares y banobras. En las colonias Morelos y Guerrero también existían organizaciones previas al terremoto. Había colectivos de inquilinos que instrumentaban estrategias de resistencia frente a los distintos planes de remodelación del centro que pretendían dar otro rostro a esa parte de la ciudad. En esta zona también se hizo visible con el sismo el terrible deterioro en el cual se encontraban muchas viviendas alquiladas en renta congelada. En la colonia Roma, el 5 de octubre de 1985 surgió la Unión de Vecinos y Damnificados con representantes de 289 edificios. Esta organización se constituyó frente a los abusos de los caseros que pretendían subir las rentas hasta en un 300%.

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Una de sus estrategias fue declarar una huelga general de pago de rentas. Antes del temblor, en Tepito y la colonia Morelos había organizaciones barriales que se opusieron a la expulsión que suponían los planes de reordenamiento urbano. Un núcleo importante lo constituyeron las organizaciones de Tepito, y las colonias Morelos y Guerrero; en esta última los residentes se habían agrupado en la Unión de Vecinos de la colonia Guerrero que demandaban reparación de viviendas y la expropiación de lotes baldíos para edificar sus propias propuestas para sus barrios. Este grupo influyó significativamente en el rumbo social y político que tomó el proceso de reconstrucción después del sismo. Líderes de la Unión Popular de Inquilinos de la Colonia Morelos-Peña Morelos, de Tepito Indómito y Centro Morelos, lograron entrevistarse el 2 de octubre con el presidente, Miguel De la Madrid, presentando las siguientes demandas: 1.Expropiar todos los predios dañados 2.Un proyecto de reconstrucción popular 3.Regularizar los servicios en las zonas devastadas El plan se entregó como folleto bajo el nombre de Proyecto de reconstrucción de vivienda en las colonias Guerrero y Morelos. Días después, el 11 de octubre, el mandatario decretó la expropiación de 5,500 predios ubicados en las delegaciones más afectadas por el sismo; 250 hectáreas en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza; también reconoció que estaba obligado a respetar la forma de vida de los afectados, su arraigo a los barrios y a las organizaciones populares. Fue así que el gobierno tomó una posición propositiva que sobre bases reales buscó ejercer el control del proceso. El 14 de octubre

también por decreto presidencial se creó el Programa de Renovación Habitacional Popular que sirvió de espacio de conflicto, definición, presión y negociación de los damnificados y el gobierno.[1] La primera movilización de damnificados tuvo lugar el 27 de septiembre de 1985; entre el 19 y 24 de octubre cerca de 40 entidades previas y posteriores al sismo confluyeron en una organización para enfrentar las consecuencias sociales: la Coordinadora Única de Damnificados, la cud. En la cud se reunieron entre otras: la Unión de Vecinos de la Colonia Guerrero, Unión Popular de Inquilinos de la Colonia Morelos-Peña Morelos, Unión de Vecinos y Damnificados del Centro, Unión Popular Centro Morelos, Unión de Vecinos de la Colonia Doctores, Unión Emilio Carranza, Unión de Vecinos del Centro, Comité de Lucha Inquilinaria del Centro, unión Popular Valle Gómez, colonia Peralvillo, colonia Faja de Oro, colonia Asturias, colonia Nicolás Bravo, colonia Obrera, Arcos de Belén Centro, Asociación de Residentes de Tlatelolco, Unión de Inquilinos de la colonia Pensil, Sindicato Nacional de Costureras 19 de Septiembre. A estos grupos de vecinos los identificaba y los unía su condición de damnificados por el desastre. Como cud y de manera organizada cuestionaban y negociaban los planes y las políticas de rehabilitación y reconstrucción de viviendas. La cud, como fruto del orden de las relaciones entre diferentes organizaciones barriales, fue capaz de replantear problemas urbanos y logró hacer escuchar y reconocer buena parte de sus demandas. En la politización que hizo el gobierno del proceso de reconstrucción, las organizaciones de los damnificados crecieron y se autoafirmaron en dos planos: desde sus barrios y colonias, donde enfrentaron el clientelismo corporativo, y derivado de

ello, como gestores y protagonistas de la reconstrucción.[2] El sismo del 1985 dejó al descubierto problemas urbanos muy serios: la corrupción de instituciones públicas y privadas encargadas de edificar viviendas, la falta de programas efectivos para ello, así como de formas de financiamiento que incluyeran a sectores de bajos recursos. La política de vivienda que siguió tuvo la huella del sismo. A raíz de éste surgieron or­ga­ni­za­cio­nes urbanas que durante varios años fueron muy eficientes para administrar el acce­so a viviendas y a créditos blandos de sectores que no eran los damnificados del sismo y que se asumieron como los damnificados históricos. Aquéllos que si bien no se les había cuarteado la casa, tenían cuarteada la vida: empleo informal, no acce­so a se­gu­ ri­dad social o a créditos para adquirir una casa. Así nació la Asamblea de Ba­rrios, liderada por dirigentes que tomaron parte en el proceso de reconstrucción del sismo de 1985 y desarrollaron en los años si­guien­tes programas amplios de vivienda popular, con lo cual permanecieron du­ran­te varios años como un conjunto exitoso de gestores. El sismo de 2017 seguirá seguramente otro proceso social y político. La ciudad de hoy es distinta. Ahora hay un jefe de go­bier­no electo, una asamblea de re­pre­ sen­tan­tes propia, delegados votados que pertenecen a diversos partidos políticos. Si bien la politización inmediata después de una tragedia semejante es algo esperado, ahora estamos además a unos meses de las elecciones federales de 2018. En este proceso de reconstrucción se juega el futuro de muchos políticos. Ojalá que las lecciones del sismo de 2017 nos fortalezcan como ciudadanos y sepamos incorporar a nuestra cultura política la práctica de pedir cuentas a fun­cio­ na­rios y gobernantes.

[1] Angélica Cuéllar, La noche es de ustedes, el amanecer es nuestro, (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1993) 38. [2] Ibid. 48

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Mis estudiantes y colegas me renuevan siempre: José María Calderón Leticia Martínez Eslava

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ener un reconocimiento de mi propia universidad me produce una enor­me satisfacción; aún más, el Premio Universidad Nacional en Docencia en Ciencias So­ cia­les es el galardón más importante que jamás haya podido obtener, señaló el doc­tor José María Calderón Rodríguez, quien lo recibió de manos del rector En­ri­que Graue. El profesor, quien tiene 44 años impartiendo cátedra en la Facultad, ase­gu­ ró que dar clases es una gran diversión y un verdadero estímulo. “La docencia y los

alumnos me motivan a seguir estudiando y trabajando, a leer cosas nuevas, a pre­pa­rar­ me siempre; sus preguntas me apasionan y me fascina ver cómo se transforman con su aprendizaje”. “Esto nos anima a establecer un vín­cu­ lo entre la docencia y la investigación; a lograr que los estudiantes no sólo sean un receptáculo de conocimiento ya ela­bo­ra­ do, sino seres activos con la posibilidad de transformarlo; enseñarles que no hay autores grandes o menores, que todos son estimulantes, y que la relación con ellos es laica, abierta y una puerta a la interpretación; que no hay veneración hacia un saber estático, construido de una vez y para siempre”.

Con un doctorado en Economía por la unam y un posdoctorado en Economía Pública por la Complutense, el profesor, miembro del sni, afirma que a más de cuatro décadas de trabajo, “la mejor experiencia es el sentirme permanentemente renovado por el contacto con los estudiantes, pero también por la relación con mis colegas; soy partícipe de una comunidad con profesores de elevado nivel, altísimo sentido de la responsabilidad y una gran pasión por el conocimiento”. “Por eso me da gran placer trabajar en la unam, mi alma mater en todos los sen­ti­dos, y por supuesto en esta Facultad, institución con la cual me siento pro­fun­ da­men­te agradecido y comprometido.

Pablo gonzález, LLEVAR EL CONOCIMIENTO De la ACADEMIA a la POLIS Abigail Bonilla Méndez

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l doctor Pablo Armando Gon­ zá­ lez Ulloa ha sido acreedor a la Distinción Uni­ver­si­dad Nacional para Jóvenes Académicos, reconocimiento que valida el tra­ba­jo rea­li­zado a lo largo de su trayectoria. “Si a mí me preguntas cuál es una de las cosas más importantes de mi vida, sin du­dar­lo, te diría que es la Universidad. No hay nada que me haga más feliz en el mundo”, afir­ma. “Una vez que recibí la noticia mi reac­ ción instantánea fue dar las gracias. Es toda una sorpresa y orgullo haber recibido tal

pre­mio. Es un cie­rre e inicio de ciclo, se trata de una experiencia muy importante para mí porque el amor e identidad que tengo por la uni­ver­si­dad es difícil de traducir en palabras. Al final de cuen­tas trabajo por ella y por el bien del país”. El profesor tiene un compromiso con la sociedad y la casa de estudios que lo ha visto crecer. “Cada que despierto pienso en que el trabajo que realizo, y disfruto, es para el bien de la nación. Al formar es­ tu­dian­tes y participar en las instituciones gubernamentales brindamos he­rra­mien­tas para el cambio”. “Recibir este premio es un orgullo ma­yús­cu­lo, una de las me­jo­res cosas que te pue­den pasar en la vida como docente. Sentir el reconocimiento de la institución

en la que has trabajado tanto tiempo es gratificante”. Con dos licenciaturas; una maestría en Estudios Políticos y Sociales, y el doc­to­ra­do en Ciencias Políticas y Sociales, Pa­blo Gon­zá­lez afirma que siempre le gustó la docencia. Asegura que la orientación y res­pon­sa­bi­ li­dad de los profesores recae en “el compromiso de la formación de futuros profesionistas; aunque también es necesario que los alumnos se reúnan, tra­ba­jen de manera conjunta, se apoyen y creen redes de solidaridad; todo a partir de la disciplina, constancia, compromiso, compañerismo y esfuerzo. Al final, como decía Aristóteles, somos zoon politikon, nos desarrollamos dentro de la polis, junto a la sociedad, en el espacio público. Lo esencial es compartir”

entrevista

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PreAlas 2017. Desafíos en América Latina Myriam Corte, Leticia Martínez

Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, y Angélica Cuéllar Vázquez, directora de la Facultad. Foto:Emanuel Reséndiz

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romover desde las universidades pú­ bli­cas, como la unam, el pensamiento crí­tico sobre la región latinoamericana, fue uno de los objetivos primordiales del II Con­gre­so In­ter­na­cio­nal de Sociología y Cien­cias Sociales. Pensamiento crítico, co­lec­ti­vo y al­ter­nativo en América Latina (PreAlas 2017), realizado en la Facultad del 17 al 20 de octubre. Luego de ser inaugurado por los doc­to­res An­gé­li­ca Cué­llar, directora del plan­tel; Na­yar Ló­pez y Ser­gio Va­re­la, coor­di­na­do­res de los centros de es­tu­dios La­ti­noa­me­ri­ca­nos y Sociológicos; así como por los investigadores Herminia Foo Kong, de la Asociación Latinoamericana de So­cio­lo­gía, y Julio Moguel, de la Universidad de Guerrero, el foro inició con la conferencia magistral: Los retos y perspectivas de la so­cio­lo­gía actual, impartida por el doc­tor Fernando Castañeda, ex director de esta institución.

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El expositor señaló que la teoría so­cial contemporánea no ha tenido gran­des cambios, como ocurrió entre la década de los 60 y los 80 del siglo pasado, años que re­gis­ tra­ron transformaciones inéditas. Con Ha­ ber­mas, en los 60, dijo, hay un nuevo pro­ yec­to de teoría crítica con intencionalidad

práctica; teóricos como Max Weber se ale­ jan de la filosofía y dan mayor prio­ri­dad a la ciencia; en tanto, Lukács re­cu­pe­ra el estudio de la filosofía; Michel Foucault hace una crítica al marxismo, además de ser un crítico del pensamiento social de su época; en total, todos son pensadores im­por­tan­ tes que permiten entender la teo­ría social. Castañeda agregó que las ciencias sociales han cambiado al mundo y al Estado moderno, razón por la cual en el siglo xxi nos enfrentamos a nuevos retos. En la charla: Desafíos de los pro­ce­sos de transformación en América La­ti­na y el Caribe: Una mirada desde las Cien­cias Sociales, Álvaro García Linera, vi­ce­pre­si­den­te de Bolivia, subrayó que el cic­lo pro­gre­sis­ta en la región significó el primer quiebre en la lógica neoliberal del mundo, pues se comenzaron a plantear políticas de regulación salarial y distribución de la ri­que­za, pero hoy, cuando los go­bier­nos con­ser­va­ do­res han retomado el poder en algunos países, vuelve a hablarse de un retroceso. Resaltó que cuando se habla del final progresista en el área es adelantarse a la his­ to­ria y olvidarse del sujeto que la es­cri­be, pues “el destino de América Latina no está definido”. Añadió que siempre habrá conspiración contra los procesos re­vo­lu­ cio­na­rios para quebrarlos, razón por la cual se deben construir movimientos sociales que no sean tan vulnerables sino fuertes. Por otro lado, al participar en la mesa: La sociología jurídica en América La­ ti­ na, Alberto Abad, especialista de la unam,

María Elena Galeana, Carlos Figueroa, Herminia Foo Kong, Carlos Fazio y Arturo Chávez. Foto: Alicia Mendoza.


explicó la relación entre el De­re­cho y la Sociología, e indicó que el De­re­cho originalmente era concebido só­lo como una forma para resolver conflictos; no obs­tan­ te, a finales del siglo xviii y principios del xix, éste empezó a tener otras formas y funciones, ya no sólo las tradicionales, pues se llamó a la disciplina a dejar su pureza y nutrirse de la realidad, a fin de conservar su validez y racionalidad y establecer su vínculo con la sociedad. Asimismo, precisó el interlocutor, en los años 30, 40 y 50 del siglo xx se presentó una fuerte reacción a que el Derecho dialogara con las ciencias sociales y no fuera una piedra filosofal autónoma. Al tomar la palabra, la doctora An­ gé­li­ca Cuéllar, directora de la Facultad, apun­tó que en los últimos 20 años hemos asistido en América Latina a un pro­c­eso de reforma de la justicia, encaminado a una mayor eficacia y accesibilidad a la misma. No obstante, reconoció lo ne­ga­ ti­vo que han resultado las morosas esperas, los jui­cios largos y la corrupción dentro del sistema judicial. Sobre el papel de los jueces, sostuvo que éstos son una figura central en la im­ par­ti­ción de justicia, razón por la cual de­ben hacerse presentes en el proceso y no mantenerse ausentes. Es un hecho, si­ guió la ti­tu­lar del plantel, que las de­ci­ sio­nes de estos personajes siempre están atra­ve­sa­das por cuestiones ideológicas; empero, és­tas deben legitimarse ante la sociedad. “La actuación de los jueces res­ pon­de a la manera en que los enseñaron a pensar, no obstante, espero que éstos y el Derecho mis­mo se empiecen a abrir a otras áreas del conocimiento, como la so­ cio­lo­gía y la an­tro­po­lo­gía”, finalizó. Luego de un fructífero debate entre académicos de distintas universidades, el PreAlas 2017 fue clausurado dejando un escenario positivo para el arranque del xxxi Congreso alas Uruguay 2017, el cual surgió por la necesidad de los so­ ció­lo­gos latinoamericanos de abordar y ana­li­zar temas del subcontinente desde una pers­pec­ti­va latinoamericana.

Fernando Castañeda Sabido, exdirector de la FCPyS. Foto: Iván Fernández.

Presentación del grupo de música popular Cantares. Foto: Alicia Mendoza.

Nayar López Castellanos, coordinador del CELA. Foto: Emanuel Resendiz.

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Interdisciplina para un mejor futuro Emanuel Reséndiz

Silvia Torres Castilleja, William Henry Lee, Arturo Menchaca Rocha, Angélica Cuéllar Vázquez, y Alejandro Chanona. Foto: Aline Espinosa.

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ras las palabras inaugurales de Angélica Cuéllar Vázquez, titular de esta Facultad, en las que destacó la importancia de la inter, multi y la trans­di­sci­pli­na, dio inicio el segundo día de ac­ti­vi­da­des del 1st Congress on Science-Informed Policy: Enhancing the Science-Policy Interface. El objetivo de este congreso fue el de unir esfuerzos y perspectivas de las ciencias “duras” con los de las ciencias sociales para un óptimo desarrollo de políticas pú­ bli­cas y la propuesta de soluciones de mayor impacto a los problemas que aquejan a la sociedad en varios ámbitos. En palabras de la directora, “alrededor del mundo se están debatiendo los referentes del desarrollo y del bienestar de las personas. Los objetivos del desarrollo sostenible, los Acuerdos de París contra el cambio cli­má­ ti­co y la atención y gestión de los desastres naturales son temas prioritarios de las agendas de los gobiernos, que requieren de políticas públicas que se desarrollen

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a partir de las especificidades locales, de diagnósticos y de una coordinación de esfuerzos entre científicos “duros” y so­cia­les.” De esta manera, la relevancia de este evento se ubicó en la necesidad de que los universitarios de la máxima casa de es­tu­dios se sumen a esta tendencia, y con­tri­bu­yan al desarrollo de propuestas be­né­fi­cas para las sociedades, no sólo a ciertos sectores de las mismas. Las dificultades complejas que atravesamos requieren de un diálogo co­la­bo­ra­ti­vo entre las ciencias otrora se­pa­ra­ das. Los desafíos actuales precisan de uni­ dad, no de escisión. El congreso mismo fue una muestra de este ánimo de cooperación, así lo sostuvo Rush D. Holt, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (aaas por sus siglas en inglés), cuyas palabras inaugurales invitaron a integrar la ciencia a las políticas públicas y a la diplomacia para mostrar cómo se com­ple­men­tan entre sí y lo bené-

fica que resulta esta complementariedad. Dado que en nuestro país los cien­tí­ fi­cos, los políticos y los diplomáticos no tienen un diálogo directo, es menester in­cen­ti­var la participación de los es­ tu­ dian­tes en este proceso para que en un futuro funjan como gestores entre estos tres grupos, tal fue la reflexión sobre la pertinencia de esta actividad que ofreció Arturo Menchaca, coordinador del Con­ se­jo Consultivo de Ciencias (ccc) de la presidencia de nuestro país. El resto del día trajo consigo reflexiones cuyos principales basamentos fueron: la mejor comunicación y colaboración entre los países, la importancia de la previsión en la propuesta de solución de problemas, la unión global de las academias productoras de conocimiento, la instauración de una diplomacia científica en el mundo, la necesidad de pensar en el futuro y en la sustentabilidad; en resumen: la oportunidad que se nos presenta para transformar, con los elementos con los que ya contamos y en beneficio de nuestras so­ cie­da­des, una realidad compleja y no siem­ pre provechosa. Es necesario destacar que el congreso reu­nió a una buena cantidad de es­pe­cia­lis­ tas, científicos e investigadores, to­dos ellos alentados por el ánimo de lograr esta si­ner­ gia disciplinaria en las futuras reflexiones y propuestas para hacer de éste un mundo mejor. En la primera mesa acompañaron a los ya mencionados, William Henry Lee, Coordinador de la Investigación Científica en la unam; Silvia Torres Castilleja, miembro del ccc, y Alejandro Chanona, académico de nuestra Facultad. Este congreso, apuesta, como muchos otros espacios académicos en la actualidad, a una visión holística de las dis­ci­pli­nas pero también de las sociedades, los gobiernos y los países en la pre­se­rva­ción del bienestar humano y natural; sin la par­ti­ci­pa­ción de todos los actores y la consideración de todas las posibilidades, las barreras seguirán alzándose y la superación de nuestros obstáculos será solo temporal.


En marcha el Observatorio Social Universitario de la FCPyS Myriam Corte

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a doctora Angélica Cuéllar pre­sen­tó el Observatorio Social Uni­ver­si­ta­rio (osu), proyecto de la Facultad de Cien­cias Políticas y Sociales formado por un grupo in­ter­dis­ci­pli­na­rio de in­ves­ti­ga­do­res y aca­ dé­mi­cos cuya misión es crear, fo­men­tar y man­te­ner una vinculación cons­tan­te con los dis­tin­tos actores que con­for­man la so­cie­ dad me­xi­ca­na, par­ti­cu­lar­men­te con los que se en­cuen­tran en su entorno más pró­xi­mo. El primer ejercicio de vinculación del osu se ha establecido con la colonia Pe­dre­ gal de Santo Domingo, dada su re­la­ción y cercanía con Ciudad Universitaria, co­men­tó la Directora del plantel. “En lu­gar de cons­ truir muros, podemos cons­truir vín­cu­los, puentes, y podemos tener una relación de reciprocidad y en­ri­que­ci­mien­to mutuo”. Destacó que el equipo de trabajo lleva a cabo acciones encaminadas a la producción de conocimiento, así como a la identificación, diseño e implementación de alternativas orientadas a la mejoría de la calidad de vida de los habitantes de esa colonia. A través de este proyecto, agregó,

también se busca diseñar un modelo de vinculación y acompañamiento que per­mita su re-aplicación en otros lugares de esta com­ple­ja y desigual ciudad. Los pro­fe­so­res que integran este observatorio son prin­ci­ pal­men­te so­ció­lo­gos y an­tro­pó­lo­gos, lo que permitirá crear nexos académicos sólidos. Como parte de las actividades de arran­que se realizó la conferencia magistral: “Derecho a la Ciudad”, impartida por la doctora Patricia Ramírez Kuri, del Instituto de Investigaciones Sociales de la unam, quien señaló que para hablar de este tema es fundamental entender qué es el espacio público y su relación con la sociedad. “El espacio es un producto social inacabado que siempre está en proceso de construcción, por ello, es importante cuestionarse cómo se piensa la ciudad y cómo se actúa en ella, así como quién define lo que es y deber ser el espacio y qué espacio es ciudad. Históricamente, las ciudades se han desarrollado en forma relacional”. “La ciudad es un espacio percibido, concebido, vivido, apropiado, que no ha

tenido un sentido único ni antes ni ahora. Un lugar de ciudadanía, política, par­ti­ci­pa­ ción, relaciones de poder, urbano, con funciones y estructuras. La ciudad como es­ pa­cio público es una dimensión de la vi­da social y de la construcción de ciu­da­da­nía”, precisó la ponente y recalcó que el espacio público es un bien común, un lugar para todos, donde la comunicación, diferencia, democracia, encuentro, con­flic­tos, violencia e inseguridad están presentes. En el osu se trabajan líneas de investigación como: Coeducación; Vulnerabilidades, violencia y adicciones; Configuración simbólica del espacio público, consumos culturales y dinámicas urbanas; Territorio y recursos naturales; Medición en redes sociales, y Campañas de salud y actividades culturales. Se prevé que contará con un sitio web informativo, repositorio de información, reportes periódicos, encuentros con actores de la comunidad, estudios e investigaciones, elaboración de propuestas de políticas públicas, así como un informe anual.

Mauricio Márquez y Patricia Ramírez Kuri. Foto: Iván Fernández.

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Pedro Núñez Mosquera, em­ba­ja­dor de la República de Cuba en México y Arturo Chávez, secretario general de la Facultad. Foto: Osvaldo Aburto.

Cultura, principal arma de Cuba Abigail Bonilla Méndez

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as relaciones diplomáticas entre Cuba y América Latina pasan por tiempos favorables, especialmente el trato con Mé­xi­co, declaró Pedro Núñez Mosquera, em­ba­ja­dor de la República de Cuba en nuestro país. Acompañado por el consejero de Cul­ tu­ra y poeta cubano Waldo Leyva y el se­cre­ ta­rio general de nuestro plantel, Arturo Chávez, el diplomático dio un breve panorama de la construcción de una Cuba libre, una isla autónoma, capaz de edificar su propio futuro sin importar el precio. Co­mo menciona Waldo Leyva en uno de sus poemas: «A ustedes, los que vienen, los que vendrán después / cuando mi voz se apague, quisiera preguntarles / si se mantiene vivo el flamboyán […]» , el pasado es una correa de transmisión para el pre­ sen­te, los pobladores crearon una visión so­ bre el patriotismo, lo convirtieron en una forma de vivir en decoro y libertad, pre­ci­ só el visitante.

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En la mesa el tema predominante fue el conflicto diplomático-histórico de Es­ ta­dos Unidos con la isla y la situación de Cu­ba con el resto del continente ame­ri­ ca­no. “El bloqueo económico, comercial y fi­nan­cie­ro es un genocidio de acuerdo con el De­ re­ cho Internacional, porque su objetivo es asfixiar al pueblo cubano”, aseveró el ex­po­si­tor. Consideró que la relación de ambos paí­ses no es una política bilateral, sino un em­bar­go económico que cada vez en­du­re­ce más el plano financiero. La balanza comercial actual es de 400 millones de pe­sos, agregó el funcionario, por lo que se trabaja día a día para incrementar los insumos en la industria alimenticia, la ca­li­dad de exportaciones y la industria médica, factores importantes para el beneficio del comercio que la Isla mantiene desde hace tiempo con la nación me­xi­ca­na.

Subrayó que entre ambos gobiernos existe voluntad de acrecentar sus balanzas comerciales, así como la industria tu­rís­ti­ca para reforzar “una verdadera política bi­la­te­ral, pues México siempre ha brindado ayuda a Cuba en situaciones complicadas”. Por lo anterior, explicó que el go­bier­ no del presidente estadounidense Do­na­ld Tru­mp no es una amenaza para su país. La cul­tu­ra es su principal arma. Posee el dé­ci­mo octavo lugar en el medallero olímpi­co, sus libros son libres de impuestos y es­tán subvencionados por el Estado, la edu­ca­ción es gratuita y tiene una tasa de alfabetización del 99.8%. “Cuba ha resistido casi 60 años de blo­queo, ha presenciado el gobierno de 11 presidentes estadounidenses y éste no se­rá la excepción, un pueblo culto no es fácil de vencer”, afirmó el Embajador entre aplau­sos de la audiencia.


Revolución Rusa, gran acontecimiento del siglo XIX Myriam Corte

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a Revolución Rusa de 1917 se percibe en el imaginario colectivo ruso como ambigua, pues hay opiniones encontradas; algunos califican este hecho histórico como un logro muy avanzado y otros como un evento que interrumpió el proceso de desarrollo, y cuyos resultados fueron poco favorables. Así lo señaló el embajador de Rusia en México, Eduard R. Malayán, en la con­fe­ren­cia magistral: Conmemoración del centenario de la Revolución Rusa, en el au­ di­to­rio Pablo González Casanova, en la cual estuvo acompañado por Angélica Cuéllar, directora de la Fa­cul­tad; Alberto Vital, coordinador de Hu­ma­ni­da­des, y Ma­ ría del Carmen Con­ti­jo­ch, di­rec­to­ra de la Escuela Nacional de Lenguas, Lin­güís­ti­ ca y Traducción.

“Hoy en día en Rusia no existe una idea clara de lo que fue la revolución, y se es­ pe­ra que esto cambie”, expresó Malayán. Ag­re­gó que en un discurso reciente el pre­ si­den­te Vladimir Putin recordó que la celebración de los cien años de este hecho significa una oportunidad para hablar del tema, pues la sociedad necesita un análisis imparcial de lo sucedido en la revuelta. Sin embargo, a pesar de todo, la con­fla­ gra­ción Rusa es uno de los acon­te­ci­mien­ tos más importantes del siglo xx, sos­tu­vo el diplomático. “No se puede negar que la re­vo­lu­ción intentó cambiar el desarrollo de todo el mundo”; por ello, cuestionarse cuál es su carácter es vital, ya que otras naciones como Francia o Inglaterra sólo mo­di­fi­ca­ron con sus movimientos so­cia­ les un sistema de explotación por otro.

En cambio, con su revolución, Rusia eliminó la explotación, resaltó. “La revolución de octubre mostró que son posibles los cambios; creó un Estado socialista; el primer sistema mundial de so­ cia­lis­mo, y nos guste o no es un hecho his­tó­ ri­co”. También inició la transformación del proceso capitalista, ya que los obreros con­ ta­ron con pensiones, seguro social y se re­ gla­men­ta­ron las horas de trabajo, ex­pli­có el ponente y precisó: “sólo una persona ig­no­ ran­te puede negar los logros del so­cia­lis­mo”. Recordó que la sociedad rusa se dividió en dos: los blancos que apoyaban al zarismo y los rojos, inclinados por la revolución; además, fueron años difíciles para los rusos por la escasez de alimentos y otros bienes. En ese sentido, la historia es importante para la reconciliación entre la sociedad y la política. Sobre la caída de la Ex Unión Soviética comentó que entre los factores que llevaron a esta situación fueron el monocentrismo para la toma de decisiones; el desbalance económico, ya que se destinó mucho dinero para alimentar la carrera armamentista; y en los años 30, con el régimen totalitario, hubo muchas muertes, censura, restricciones para los viajes al extranjero y falta de alimentos. Mencionó que es interesante que el 60 por ciento de la población rusa, después de 25 años, recuerda con nostalgia la Unión Soviética; sin embargo, se estableció un nuevo sistema político que puede gustar o no, pero “Rusia está firme”. Es un hecho que el bienestar popular ha crecido, el presidente tiene la aprobación de la población porque preserva la dignidad, la estabilidad y el crecimiento social. Para finalizar, la doctora María Cristina Rosas, académica de la Facultad, rei­ teró que la Rusia de hoy es el resultado de su historia y ha inspirado a otros movimientos. Rusia tiene logros y desafíos, como problemas demográficos, la modernización de su sector industrial (ya que depende en su totalidad de los hidrocarburos), así como delincuencia organizada.

Embajador de Rusia en México, Eduard R. Malayán. Foto: Iván Fernández.

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Homenaje a Juan Carlos León Martina Rangel

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nte profesores, investigadores, alumnos, esposa e hija del profesor Juan Carlos León, el doctor Maximiliano García, coordinador del Centro de Estudios en Administración Pública (ceap), agradeció a todos los presentes su asistencia a este homenaje, organizado por dicha instancia y pidió un minuto de silencio. En la mesa, junto al titular del ceap estaban Julio César Olvera, de la Universidad Autónoma del Estado de México; Ricardo Uvalle y Fernando Pérez Correa, académicos de nuestro plantel; Arturo Chávez, secretario general de la Facultad, y Pablo Ulises Sánchez, alumno, asistente y amigo del homenajeado.

Chávez recordó: “A lo largo del tiempo nos hicimos amigos y si algo caracterizó siempre a Juan Carlos es que se preocupó por esta Facultad; tuvo una preocupación social, hacía propuestas para la institución; pero hoy yo quiero referirme al amigo que me enseñó mucho, por ello vengo como una persona que admiré su paso por este plantel”. Pérez Correa comentó: “siempre en­con­ tré en él un comunicador social; el profesor León tuvo para mí un importante papel en este trayecto. Andar en la Facultad me produce una emoción muy encontrada, hay una ausencia en la cafetería, en los pasillos, porque el doctor socializaba ahí”. Dirigiéndose a esposa e hija del fallecido, Ricardo Uvalle mencionó: “ellas eran lo más importante y el primer tema de conversación. En la materia de Administración Pública no es fácil encontrar un crítico propositivo, plural, particular-

mente irónico, con sentido de autoridad, que cultivaba la amistad con personas con quienes compartía sus inquietudes, que sabía invitar a la reflexión y siempre llegaba al aula con una noticia nueva. ¿Qué decir de un amigo? Está presente aunque está ausente”. Julio César Olvera dijo: “conocí a Juan Carlos en el 2000, tuve la opor­tu­ni­dad de publicar y construir trabajos con él que rindieron buenos frutos; él era generador de una posición y sus alumnos le re­co­no­cen; siempre estuvo al pie; era un ser especial, leal y honesto que nos brindó amis­tad sincera. Algunos de los asistentes tuvieron oportunidad de participar en una ronda muy emotiva pues reconocieron la solidaridad académica, el desprendimiento y el amor por la Administración Pública que demostró el doctor Juan Carlos León y Ramírez. El acto cerró con un brote de aplausos y el Goya como despedida.

1968, la revolución del pensamiento David Romero Moya

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on motivo de la con­me­mo­ra­ción del 49 aniversario de la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Cul­tu­ras, en la que centenares de jóvenes perdieron la vida, mientras otros fueron secuestrados por las fuerzas federales, se llevó a cabo en la Facultad la mesa: 1968: la revolución del pensamiento. Romeo González Medrano, preso po­ lí­ti­co, sentenciado a 17 años de prisión y am­nis­tia­do por el expresidente Luis Eche­ ve­rría; Mario Núñez Mariel, en­ton­ces representante de la fcpys ante el Consejo Nacional de Huelga; Raúl Rojas Soriano, doctor en Sociología, y la moderadora, Adria­na Corona Vargas, quien encabezó a la Preparatoria 6 en el movimiento, afirmaron que la sociedad mexicana de los años sesenta era conservadora, represiva y no estaba abierta a la reflexión de una lucha democrática popular para cambiar el

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modelo estabilizador ni sus consecuentes transformaciones políticas. El doctor González Medrano destacó que no cambió el sistema, al tiempo que cuestionó: ¿Qué nos dejó el 68? No se logró arraigar el movimiento y hoy se debe retomar la agenda, iniciar nuevos de­ba­tes que permitan aprender de las de­man­das que no se cumplieron y reanudar las estrategias funcionales, tales como las manifestaciones, mítines, campañas y brigadas. Al respecto, los participantes coincidieron en que las brigadas observadas tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 son equiparables a las del 2 de octubre del 68, pues se observó una enorme participación de la sociedad civil que ha rebasado al Estado, y la continuidad del proceso apunta a una reforma política. Explicaron que los retos que enfrentamos actualmente son aún mayores, por tanto, de­ be­ mos asu­ mir

nuestra responsabilidad uni­ver­si­ta­ria ante la impunidad total de un régimen des­qui­ cia­do y de alta cri­mi­na­li­dad, además de luchar por la pacificación del país, el com­ba­te a la pobreza y la reconstrucción del Es­tado. Núñez Mariel sostuvo que “se re­quie­re de una democracia participativa y directa, capaz de transformar a la sociedad para no seguir matándonos en un país donde no hay ley, en el que existe un océano de pobres, con un “modelo económico de locos”. En su momento, y luego de señalar que la trama de hoy ha superado a la del 2 de octubre del 68, Rojas Soriano preguntó: “¿Dónde está la comunidad universitaria de 2017? No está. Estamos en el fondo del abismo, en una universidad aislada que sólo fabrica ingenieros electorales, cuando, antaño, era la vanguardia histórica dentro de la revolución del pensamiento intelectual en México”.


#19S desastre natural y construcción social Myriam Corte

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n sismo de magnitud 7.1 grados azo­ tó la Ciudad de México, que como una ironía de la vida, ocurrió el mismo día que hace 32 años, un 19 de septiembre; un desastre que nuevamente evidenció la falta de acción oportuna por parte del gobierno, corrupción en el ámbito inmobiliario y la respuesta inmediata de la ciudadanía. Estos aspectos fueron comentados en la mesa: Desastre natural o construcción social. Acciones y respuestas desde el gobierno y la sociedad civil ante los sismos del 7 y 19 de septiembre, en la que participaron los profesores Iván Islas, coordinador del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (cecc); Patricia Martínez Torreblanca, adscrita al cecc y Christian Ascensio, del Centro de Estudios Sociológicos. A diferencia del temblor de 1985, Islas mencionó que la disponibilidad del nue­ vo ecosistema mediático permitió que la información de lo que ocurría, así como dónde se necesitaba ayuda, fluyera con mayor velocidad, a pesar de las fallas téc­ ni­cas y la saturación de información de los posteriores días al hecho. La ayuda, continuó principalmente por parte de ciudadanos que organizaron brigadas para retirar escombros, centros de acopio o plataformas de información sobre zonas de riesgo, lo cual es una mues­tra de que una vez más la ciudadanía rebasó a la autoridad, aunque ésta cuente con protocolos ante emergencias. Sin embargo, recalcó que los viejos medios de comunicación tuvieron un com­por­ ta­mien­to tradicional dando prioridad a su lógica mercantil, es decir, vieron a sus re­ce­ pto­res sólo como consumidores para venderles el caso de la niña Frida Sofía; asunto que mostró “una actuación irres­pon­sa­ble para las audiencias, pues éstas no fueron informadas sobre lo que acontecía, pero sí difundieron una historia irreal”. Respecto al mecanismo de ayuda pos­ te­rior al sismo, es oportuno analizar cuáles son los procesos de reconstrucción, ya que el regreso a la “normalidad” es largo y complicado. La vida cotidiana se com­po­ne de diversos quehaceres que a raíz de un de-

Christian Ascensio, académico del CES. Foto: Daniela Chávez.

sastre como lo es un temblor deja tam­bién al descubierto las desigualdades sociales que ya existían antes de este f­enó­me­no natural. Ante una situación como la que se vivió el 7 y 19 de septiembre en la ciudad y en algunos estados del país, se rees­truc­tu­ra­ ron cadenas de confianza entre los ciudadanos. La gente que llegaba a los centros de acopio preguntaba: ¿qué puedo hacer?, todo esto con tintes de de­sor­ga­ni­za­ción, pues es difícil encontrar un espacio de auto organización, expresó. En su momento, Patricia Martínez To­ rre­blan­ca apuntó que estos hechos ponen a la luz a los damnificados del sismo y a los del sistema, es decir, las pérdidas humanas, los daños estructurales, la ayuda

inmediata para unos y la ausencia de apoyo para otros. En este marco, puntualizó que un sismo como el acontecido sólo construye cadenas de ayuda emer­gen­tes y no así aquellas que ayudarían a la cons­truc­ ción social real para solucionar realidades. La participación ciudadana apareció con el sismo y al regresar a la normalidad desapareció; esto nos habla de los avances y retrocesos en la ciudadanía y en las instituciones; una ciudadanía participativa, emergente, que ante la desgracia recupera el valor de la vida, en un país donde diariamente matan a personas, y una autoridad sin mando ni rumbo frente a un desastre, y que además poco promueve la cultura de la protección civil y sí la corrupción.

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Adolescencia vulnerada Myriam Corte

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n la apertura del Seminario: Trata de personas, migración y violencias, del semestre 2018-1, presidida por el maestro Mario Luis Fuentes, titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas, así como por la doctora Angélica Cuéllar, directora de la Facultad, la profesora Elena Azaola Garrido, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas), presentó el informe especial: “Adolescentes: vulnerabilidad y violencia”, el cual muestra que en México existen 11 millones de adolescentes entre 14 y 18 años, es decir, el 10 por ciento de la población; de los cuales 13 mil llevan un proceso legal en curso por haber cometido algún delito y de ellos 3 mil se encuentran privados de su libertad. Luego de apuntar que esta indagación sobre el sistema de justicia de adolescentes la llevó a cabo la Comisión Nacional de Derechos Humanos en colaboración con el ciesas, con el objetivo de conocer las condiciones de vulnerabilidad de esta población, la correlación de ésta con la violencia, sus voces y sus historias, Azaola explicó que de acuerdo con la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes, aprobada en 2016, sólo se debe privar de su libertad a un adolescente por un máximo de cinco años, pues debe considerarse que el internamiento para él es más fuerte que para un adulto. La expositora añadió que los adolescentes que han cometido delitos como secuestro, homicidio, robo con violencia y violación han quedado privados de su libertad; es una juventud que ha crecido en contextos de violencia naturalizada que en el día a día normalizan esta situación. Aún más, precisó, de esta población recluida, sólo el 16 por ciento dijo ser inocente del delito por el que se le acusa. La académica dio a conocer otros datos: los adolescentes son jóvenes que crecieron con padres separados (62 por ciento), en otros casos algún miembro de la familia se encuentra en la cárcel (60 por ciento), otros abandonaron a temprana edad su hogar por problemas familiares

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(31 por ciento), y otros más porque “querían hacer su propia vida” (27 por ciento). “El abuso sexual, los malos tratos o descuido de los padres son otros factores que están presentes en esta población en diversos porcentajes; a 53 por ciento de los entrevistados no le gustaba la escuela y desertó; su situación económica la catalogaron como regular pero, el 89 por ciento había trabajado antes de ser privado de su libertad, es decir, 37 por ciento había laborado antes de cumplir 12 años”, detalló la expositora y agregó: estas condiciones de afectación indican que esta población nunca tuvo una posición de niño (estudiar y jugar), además de que ganan los mismos pocos salarios que sus papás, quienes tienen empleos poco remunerados.

Sobre los adolescentes que forman parte de algún grupo de delincuencia organizada, la investigación arrojó que los jóvenes fueron entrenados por policías, marinos, militares, y no sólo ingresaron a este ámbito por dinero sino por una sensación de pertenencia, por haber crecido y convivido con secuestradores o por una atractiva condición de poder. “Formar parte del grupo les produce una sensación de dominio, de control o po­ der paralelo que disputa o pretende sustituir al poder del Estado”, comentó Azaola y cuestionó: “¿acaso estos jóvenes no tienen razones para sentirse vulnerados si se analiza toda su situación familiar, social y económica? Han vivido una situación de vulnerabilidad primaria y secundaria que los lleva a una vida delictiva, alertó.

Elena Azaola Garrido, investigadora del CIESAS. Foto: Alicia Mendoza.


La biopolítica del siglo XXI Myriam Corte

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l inaugurar el VI Coloquio Latinoamericano de Biopolítica, el IV Coloquio Internacional de Biopolítica y Educación y el II Coloquio Internacional Michel Foucault, académicos y funcionarios de diversas facultades de la unam resaltaron la importancia de llevar a cabo estos eventos que permiten además del análisis, entablar y reforzar el contacto con especialistas de otras instituciones tanto nacionales como extranjeras. Discutir los temas y preocupaciones centrales de Michel Foucault es oportuno para la coyuntura actual, se apuntó en la mesa de apertura, en la que participaron Jorge Linares, director de la Facultad de Filosofía y Letras; Rosa María Mirón, del Posgrado en Ciencia Política; Laura Páez, del Posgrado e Investigación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán,

y los organizadores Ana María Valle y Luis Gómez. Posteriormente se realizó la conferencia magistral: La biopolítica del siglo XXI: la cuestión del capital humano, en la que el doctor Luca Paltrinieri, de la Universidad de Rennes, en Francia, hizo re­fe­re­ncia al postulado de Aristóteles respecto a que “somos animales políticos”. Vivir en una comunidad política significa, en primer lugar, dijo el ponente, que todos los aspectos de la vida productiva son movidos a nivel comunitario. Por tanto, continuó, en la mo­der­ni­dad, al menos después de Locke, la cuestión de la vida como asunto biológico ha sido puesta principalmente bajo la forma del derecho a la vida, la propiedad y el ma­ne­ jo del propio cuerpo, a partir de la figura política del individuo autosuficiente.

La modernidad, añadió, se encuentra empujada a resolver un problema, que es el de la articulación del derecho in­di­vi­dual a la vida y a la socialización y po­li­ti­za­ción de todo lo que concierne a la exis­ten­cia. Así, “somos dirigidos a conducir nuestras existencias individualmente y de manera autosuficiente y esos son solamente los acon­te­ci­mien­tos excepcionales que nos muestran la fuerza y la necesidad social en la gestión biológica en sí misma en las existencias colectivas”. El investigador añadió que los aspectos ideológicos de esa vuelta individualista de las sociedades modernas han sido largamente estudiados por Norbert Elías; en tanto, Michel Foucault pensó la articulación entre gestión individual y colectiva de la vida como una cuestión de tecnología política.

Evoluciona el paradigma de discapacidad Myriam Corte

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omo parte del convenio de nuestra Facultad y la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, se efectuó la conferencia: Proyectos de intervención hacia personas con diversidad funcional en España, en la cual participaron las doctoras Rosa María Díaz Jiménez, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la institución española y Márgara Millán, del Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) del plantel. Previo a sus ponencias y al presentar el proyecto, la doctora Angélica Cuéllar Vázquez, directora de la fcpys, destacó que el resultado de estos foros académicos —que se gestaron desde 2014— han fortalecido el campo de investigación en diversos rubros, lo cual favorece a ambos centros de estudios. Al explicar la relación entre el concepto de discapacidad y práctica social en nuestros días, la doctora Díaz señaló que el trabajo constante ha permitido la

evolución de un paternalismo caritativo a un compromiso de igualdad de oportunidades. Hablar de discapacidad es reconocer la diversidad humana, así como la exigencia de estructuras políticas para satisfacer las necesidades de las personas, donde la inclusión social es fundamental, toda vez que este concepto supera a los de integración y normalización. La inclusión social, dijo la ponente, garantiza la accesibilidad a los entornos social, legal y personal que permiten el empoderamiento, autonomía, control de objetivos y de circunstancias por parte de las personas con diversas discapacidades. Sobre los proyectos y tendencias que se realizan en España, comentó que hay nuevos caminos hacia la inclusión para individuos con discapacidad intelectual, mediante enfoques centrados en las personas, así como de las mujeres universitarias con discapacidad cuyos estudios son de excelencia.

En su momento, Márgara Millán subrayó que el cambio del paradigma tradicional que segrega y no incluye, por uno que reconoce la diversidad funcional implica una reconversión de todo el vínculo social. Por ello, precisó, trabajar y fortalecer los casos de éxito es fundamental.

Rosa María Díaz Jiménez, decana de la Universidad Pablo de Olavide. Foto: Iván Fernández.

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Obtiene la FCPyS nivel de competencia internacional Aline Espinosa Gutiérrez

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as maestrías en Comunicación y Estudios en Relaciones Internacionales, de nuestra Facultad obtuvieron el reconocimiento: Nivel de Competencia Internacional en la evaluación de Renovación 2017 del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (pnpc), que es otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt). Desde la fundación del posgrado en la institución y por primera vez, de las seis maestrías impartidas, dos cuentan con este reconocimiento de Consolidación a partir de 2016 y dos ascendieron a la clasificación más alta, la cual será reevaluada en cinco años por el organismo público, con el fin de garantizar la calidad y pertinencia del programa en el estudiantado. Este logro es resultado del trabajo conjunto de tu­ to­res y alumnos, así como del apoyo de las cinco entidades universitarias parti-

cipantes en el Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Instituto de Investigaciones Sociales, Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, Centro de Investigaciones sobre América del Norte y Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias. La coordinadora del Programa, Rosa María Mirón Lince, consideró como fac­ to­res determinantes de este resultado, el porcentaje de eficiencia terminal del alum­ nado en el tiempo estipulado, que son dos años y medio; la movilidad; la proporción de estudiantes extranjeros; el número de investigadores del Sistema Nacional que conforman la planta académica, y los premios ganados por los tesistas. Ante ello, resaltó que las maestrías brin­ dan un mecanismo abierto con el ob­je­ti­vo de proporcionar al alumno una formación

amplia y sólida en un campo de conocimiento, iniciarlo en la investigación, formarlo para la docencia y desarrollar en él la capacidad para el ejercicio profesional. Debido a la alta demanda del programa, el proceso de selección ha sido modificado desde 2013 a la fecha con el propósito de garantizar un mejor alumnado a partir del sistema de selección y admisión de as­pi­ran­ tes: convocatoria, examen de se­lec­ción, formatos de evaluación. Por lo cual, explicó la doctora, de los 1200 registros del año pasado sólo 149 pudo terminar las fases. Por último, destacó que el camino a seguir después de recibir el reconocimiento será desarrollar nuevas oportunidades en la oferta académica, cuidar el avance de graduación y profesional de los es­tu­dian­ tes, la integración de nuevos in­ves­ti­ga­do­res y el crecimiento en el número de solicitudes de admisión.

Nuevo titular de la Cátedra “Fernando Solana” en aragón

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partir de octubre pasado, el Embajador Benito Andión Sancho es el nuevo titular de la Cátedra Extraordinaria Fernando Solana Morales en la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Funcionarios de ambas Facultades dieron la bienvenida al diplomático a este cargo. Dicha Cátedra, establecida en 2014 en el marco de un convenio de colaboración entre la UNAM y la Secretaría de Relaciones exyeriores (SRE), busca contribuir a la formación de universitarios aprovechando el conocimiento y experiencia de diplomáticos mexicanos con trayectoria destacada; impulsar la investigación y el análisis sobre temas internacionales, además de difundir el conocimiento de las relaciones internacionales de México y su política exterior. Nuestra Facultad es la sede principal de la Cátedra pero integra a este proyecto a otros institutos, facultades, y centros culturales.

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Fernando Chagolla, Benito Andión, Angélica Cuéllar, Natalia Saltalamacchia, Martha Singer y Alfonso Sánchez. Foto: Cortesía de la Cátedra Fernando Solana.

El embajador Andión Sancho ingresó al Servicio Exterior Mexicano en 1976 y concluyó su carrera diplomática en marzo de 2017. En la SRE estuvo adscrito a las direcciones generales del Servicio Diplomático; fue funcionario en las embajadas de México en Japón, India, Kenia, El Salvador y Suecia.

De enero a julio de 2017 se desempeñó como Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para El Salvador, con nivel de Subsecretario General de la onu. El Embajador ha sido condecorado por los gobiernos de España, Francia, Suecia, El Salvador, Honduras y Portugal.


¿Qué nos hace hombres? Myriam Corte

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reguntarse, discutir o analizar cómo se interpreta la palabra mas­cu­li­ni­dad, qué se piensa cuándo se habla de este tema o cuándo un hombre se con­vier­te en hom­ bre, es poco común en contextos fa­mi­lia­ res, académicos o sociales. Pero, una de las respuestas más tradicionales a estas interrogantes es que la palabra mas­cu­li­ni­dad se refiere a aquello que hacen los hom­bres. En tanto, otros autores indican que hay que darle un sen­ti­do más político a las acciones que se identifican con un hom­bre. Con estas precisiones dio inicio en la Facultad, el foro: ¿De qué hablamos cuando hablamos de mas­cu­li­ni­dades?, en el que participaron los académicos y especialistas Juan Gui­ller­mo Fi­gue­roa, de El Colegio de México, y Luis Bello, de la Universidad Autónoma Metropolitana. Definir la palabra masculinidad re­ quie­re observar su contexto, señaló Figueroa, pues limitarla sólo a las tareas que hacen los hombres es complejo. En ese sen­ ti­do, cuestionarse cuándo me doy cuenta que soy hombre y actúo como tal, requiere de un desglose más amplio. Las prácticas que se aprenden, la orien­ ta­ción sexual, los discursos con los que se describe la cotidianidad, el len­gua­je, los temas de salud y de violencia, son ele­men­ tos que ayudan a responder esta pregunta: “son formas muy particulares de hacer masculinidades dominantes, don­de se aprende a ser hombre restando emo­cio­nes”, señaló. Respecto a la violencia, indicó que de acuerdo con cifras del inegi de 2016, del total de muertes, 80 por ciento fueron de hombres y el resto de mujeres, lo cual es un hecho alarmante. Aclaró que las muertes de ellas no son menos re­le­van­tes y que éstas tienen características di­fe­ren­tes, como lo indican los discursos feministas: “se asesina a mujeres por el hecho de ser mujeres”. Con los hom­bres es otro ti­po de violencia, refleja que “jugar a ser hombre a veces duele”, una situación que parece no preocuparle a ellos. En la misma línea, Botello apuntó que no hay consenso sobre cómo usar el término. Explicó que hay diferentes formas

Juan Guillermo Figueroa, académico de El Colegio de México. Foto: Iván Fernández.

de ser hombre y algunos de los ejes de la masculinidad dominante, por ejemplo: no ser femenino; el lenguaje androcéntrico; la necesidad de pruebas públicas donde la sexualidad es validada por los demás; dicha sexualidad es reducida al coito; la erección es pilar de identidad y la heterosexualidad estricta. En la ronda de preguntas, los especialistas afirmaron que a los hombres se les ha enseñado a ver sus cuerpos como una armadura. “¿Qué hacemos los hombres con nuestros cuerpos, cómo lo significamos? Si lo conocieran se respetaría el cuerpo de otros y otras”.

Masculinidades alternativas

También, en este trimestre, y con el objetivo de analizar el llamado séptimo arte desde otra perspectiva, el Seminario permanente de Cine y género arrancó su tercer módulo con el tema: “Masculinidades en el cine mexicano”. En la inauguración, Mauro Vargas Urías, director general de

Género y Desarrollo A.C. (gendes) y Emanuel Maceda, maestrante de El Colegio de México, resaltaron que difícilmente en las salas se proyectan alternativas de masculinidades que no sea la machista. Precisaron que el conjunto de elementos, estereotipos y roles que configuran lo que se espera “ser” de un hombre y una mujer, el cine lo refuerza. Por ejemplo, en el caso del primero se coloca como referente principal al hombre blanco, poderoso y fuerte, lo cual es un asunto cultural. Vargas Urías abundó que la masculinidad en el cine es un reflejo de honor, valentía y virilidad; en este marco, los actos violentos se justifican porque refuerzan lo viril, y al final, “en la pantalla se representan lógicas de poder”. Ante esta situación, los expositores coincidieron en que romper con los mandatos de género con películas con temáticas diferentes a las heteropatriarcales, heteronormales y heteronormativas, debe ser una alternativa.

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El auge del fotoperiodismo latinoamericano Aline Espinosa

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urante la conferencia Fotógrafos Fran­ ce Press, el sociólogo Manuel Ortiz habló acerca de la necesidad de las ciencias sociales por investigar a través de las imágenes, pues éstas representan el rastro de un momento histórico que puede ser estudiado a partir de los elementos capturados en la fotografía. Resaltó que el proyecto afp Border Project 2017 es importante pues implica una línea crítica al trabajo fotoperiodístico de esta agencia de noticias, lo cual sirve como contra información y rompe con el concepto hollywoodense de la frontera. “Poco se conoce de la frontera de este lado, pero mucho menos del lado de Estados Unidos”, añadió el fotógrafo. Acorde con Manuel Ortiz, el director de afp, Sylvan Estibal, mencionó que el proyecto busca mostrar la frontera de una manera más fidedigna tanto de la parte norte como sur, con el fin de acercar la realidad a las personas. Por ello, recalcó que los fotógrafos estadounidense, mexicano y salvadoreño

realizaron la misma ruta fotográfica para así exponer un panorama más completo, a partir de su contexto y de la relación de su país con la frontera. “A través de este trabajo fotoperiodístico tratan de explicar la naturaleza de esa región que no es México ni Estados Unidos, sino una franja de algunos kilómetros”, agregó el curador de la muestra, Pedro Pardo. Asimismo, el titular de afp afirmó que la obligación de un periodista no sólo consiste en mostrar el mundo, sino en revelar lo acontecido en éste. Por su parte, el fotoperiodista y autor de la muestra referida, Yuri Cortez, habló sobre cómo el estilo de un periodista es el punto de referencia que determina el ángulo de la imagen, el cual siempre va a ser diferente aunque el mismo hecho se cubra por un conjunto de personas. Añadió que las tres visiones: de Jim Watson, Guillermo Arias y de él mismo, brindan al público una mirada más objetiva. “En algún momento los tres estuvimos horas o minutos en pun-

Pedro Pardo, fotoperiodista ganador de la World Press Photo y Sylvain Estibal, director de Agence France-Press. Foto: Iván Fernández.

tos fronterizos comunes, pero cada uno retrató su historia”, indicó el fotoperiodista. También retomó el tema sobre la violencia y dificultades a las que se enfrentó durante su recorrido de Tijuana a Laredo. Uno de sus mayores problemas, comentó, fue la presencia del narcotráfico, tanto en los puntos fronterizos como en la vida de las personas.

La democracia sometida al mercado David Romero Moya

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eoliberalismo y democracia, hacia un análisis comparado de América Latina y Sur de Europa, fue el foro en el cual el doctor Theodoros Papadopoulos, de la Universidad de Bath, de Reino Unido, subrayó que la transición democrática ha sido socavada por el neoliberalismo y utilizada para reafirmar su condición hegemónica frente a alternativas que lograron llegar al poder y fallaron en países como Grecia, Brasil, Portugal, Argentina, Italia. El especialista hizo un puntual recorrido histórico lleno de similitudes entre regiones: regímenes autoritarios y Estados de bienestar, poca industrialización,

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crecimiento de la deuda externa, ajustes estructurales y constitucionalización del neoliberalismo, luego de lo cual afirmó que “el ordoliberalismo es la democracia sometida al mercado, se desprende de un pensamiento político y es parte fundamental del liberalismo económico; es un marco regulatorio o camisa de fuerza para el Estado”. Al tomar la palabra, Juan Pablo Fe­ rre­ro, de la Universidad de Buenos Ai­res, Argentina, aseveró que “el neoliberalismo atenta contra el ideal de la democracia (pluralismo), y crea sistemas aris­to­crá­ti­cos con nuevas élites corporativas en América Latina y el sur de Europa. El giro a

la izquierda preocupa a los con­tin­gen­tes del poder neoliberal y lo llaman populismo para desestabilizar una transición a los nuevos modelos alternativos en las regiones estudiadas”. Finalmente, los ponentes coinci­die­ ron en que es necesario cuestionar el or­den dominante e implementar rutas de salida frente a la crisis del modelo neoliberal, y aprender del legado de las experiencias so­cio­po­lí­ti­cas con giro a la izquierda, re­ fi­rién­do­se a la posibilidad griega y ar­gen­ ti­na donde surgieron alternativas rea­les, a diferencia de lo que ocurre en Mé­xi­co, don­de no se puede hablar de transición sino de una vuelta al neoliberalismo clásico.


Cabezas de Jaguar: revalorización de la cultura salvadoreña Aline Espinosa Gutiérrez

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a exposición: Cabezas de Jaguar, pasado y futuro busca aminorar el ocultamiento de la tradición, la exclusión social y la vulnerabilidad del patrimonio cultural que sufre la población de El Salvador, en particular los pueblos indígenas. Es por ello que esta exhibición es parte de un esfuerzo estratégico que busca reconocer y valorar la herencia cultural que legitima las formas de organización indígena. “Esta muestra itinerante recorrerá 36 comunidades en aras de fortalecer la comunicación, interacción y unidad de distintos pueblos y organizaciones in­dí­ge­ nas”, comentó Federico Alejandro Paredes Umaña, investigador del Centro de Estudios Antropológicos de la Facultad. Puntualizó que a partir de una investigación arqueológica se conoce la asociación de la tradición Cabeza de Jaguar con algunos de los retratos más antiguos de gobernantes de la Zona Maya Sur” (Costa del Pacífico), aunque el significado antiguo de estos monumentos sigue siendo una pregunta abierta. Arístides Valencia, ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial de El Salvador, mencionó que este proyecto se vinculó con el Programa de Gestión Participativa del Desarrollo Territorial, cuyas primeras experiencias de gestión se generaron en la región del Bajo Lempa. Dijo que los ejercicios, llevados a cabo en 10 municipios del país, dejaron como resultado un mapa de la riqueza cultural y permitieron el fortalecimiento de la organización en su territorio. Esta muestra es parte del Proyecto papime: Patrimonio Cultural y nuevas Tecnologías en la Educación, y cuenta con cinco secciones, donde el público puede apreciar mapas, fotografías, líneas del tiempo o interactuar con la galería virtual 3D, a través de la app Augment, para conocer los monumentos prehispánicos de la traición Cabeza de Jaguar,

ya que muchos de éstos permanecen en colecciones particulares de difícil acceso. Entre otros elementos, se exhiben los dibujos científicos de las tallas prehispánicas del artista, Daniel Salazar, quien aplicó la técnica de puntillismo o tinta china sobre papel transparente, y quien explicó haber seleccionado esta técnica por ser la mejor vía en el registro de volúmenes y detalles que permiten un posterior estudio iconográfico de las esculturas. “Tardé alrededor de 10 años —no continuos— para terminar los dibujos”, dijo Salazar. Esta exposición, que registra 10 años de investigaciones antropológicas, es una herramienta pedagógica para vincular la academia con las necesidades de las comunidades y evidenciar la llegada de la carrera de Antropología a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Con referencia a ello, el doctor, Luis Felipe Bate (enah) invitó a los estudiantes de antropología a realizarse como investigadores para compartir el trabajo académico en otras vertientes. Al igual, resaltó que la antropología permite conocer los errores del pasado para no volver a cometerlos. “La historia es la memoria de la experiencia de las sociedades”, finalizó.

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Antonio Tenorio, director de Radio Educación. Foto: Iván Fernández.

11ª Bienal Internacional de Radio en la Facultad David Romero, Evelin Thomas, Myriam Corte

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on gran asistencia se realizó la 11ª Bienal Internacional de Radio en la Fa­cul­tad, cuyo tema central fue Los de­ re­chos de las audiencias en México. Antonio Tenorio, director general de Radio Edu­ca­ción, dio la bienvenida a miembros de los medios de comunicación, profesores y es­tu­dian­tes e hizo hin­ca­pié en el even­to principal: el 3er Coloquio Miguel Ángel Granados Chapa. “Granados Chapa es un pilar de la ra­dio pública en México, un ejemplo de lucha, vocación y ética; su pertinencia social se sustenta en anteponer el interés general del público, por ello su misión social si­gue vigente frente a los nuevos retos de lo­grar que la radio se integre a las nuevas pla­ta­for­mas tecnológicas mediante la in­clu­sión, libertad de expresión y la no censura”, sostuvo el funcionario. En su momento, Martha Singer Sochet, jefa de la División de Estudios Profesionales de nuestro plantel, hizo la declaratoria inaugural. “La principal razón de este coloquio es abrir espacios de reflexión que coadyuven a generar cambios en los medios y su devenir en la convergencia tecnológica de multiplataformas, subrayó. Fernando Oliveira, profesor de la Uni­ver­si­dad de Brasilia, afirmó que la ex­ pe­rien­cia mexicana de Radio Educación, ejem­plo operacional de contexto públi-

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co, es un vínculo de diálogo entre México y Brasil, capaz de generar respuestas ante los desafíos contemporáneos”. En el segundo día de sesiones, el doctor Gerardo Halpern, de la Universidad de Buenos Aires, y director de Análisis, investigación y monitoreo de la Defensoría del Público, habló sobre el reconocimiento y los derechos de las audiencias. Explicó que la comunicación es un derecho, no una mercancía, y que no se puede ver un problema social sin su dimensión comunicacional. Como parte de la Bienal también se pre­sen­tó un conversatorio en el que par­ ti­ci­pa­ron Tanius Karam, coordinador del Co­le­gio de Humanidades y Ciencias Sociales de la uacm; Beatriz Solís, titular de la Defensoría de Audiencias en el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Me­xi­ca­no, y Felipe López Veneroni, defensor de la Audiencia para el Canal 11 del ipn y profesor de la Facultad. El asunto de esta charla fue la De­ fen­so­ría de las audiencias. Los ponentes realizaron un análisis y retomaron sus experiencias y aprendizajes. “Las audiencias tienen de­ re­ chos, deben estar bien informadas y ser respetadas; es necesario trabajar en pro­yec­tos de ley competentes, encargados de crear, generar y producir alfabetización me­diá­ti­ca para todos”, expuso la maes­tra Solís.

Asimismo, los tres coincidieron en que “se debe construir un diálogo entre los ti­tu­la­res de los medios y la voz de las au­dien­cias, donde las defensorías sean in­ dis­pen­sa­bles para edificar una cultura de intercomunicación”. Las nuevas tec­no­lo­ gías y la disputa por la multiplataforma di­gi­tal son cuestiones de suma re­le­van­ cia para el público, pues son parte de sus de­re­chos fundamentales de acceso a la in­for­ma­ción. En este contexto, “la formación en derechos de las audiencias es una propuesta que necesita de mayor difusión y campañas que cuestionen dicha intervención”, finalizó Veneroni. En el panel de discusión sobre In­ ter­cul­tu­ra­li­dad y alfabetización mediática, Ma­ri­lú Garay, docente de esta Facultad, señaló que analizar el fenómeno de la interculturalidad y el proceso de alfabetización mediática necesariamente debe resignificar a la educación comunitaria como un reto del desarrollo tecnológico mediático. “Fomentar nuevas habilidades de competencia para este ‘mundo digital’ requiere con­si­de­rar las características y contextos de los sujetos y darles mayor visibilidad me­dia­nte el uso de herramientas que les permitan superar la brecha digital actual”, puntualizó. En su momento, Sócrates Vázquez, di­rec­tor de la radio comunitaria mi­xe Jen­ pog, expuso su experiencia en esta estación ubi­ca­da en la comunidad Tlahuitoltepec– Ayuujk, Oaxaca. Aseguró que “la comunicación comunitaria a través de la radio indígena actúa en defensa de la participación activa de los pueblos originarios. La al­fa­be­ti­za­ción me­diá­ti­ca debe estar orien­ ta­da hacia un diálogo intercultural donde se desmitifiquen formas no académicas de interlocución y se dignifique el trabajo y cosmovivencias de la población”. Como corolario, se entregaron re­ co­no­cimien­tos a las labores en defensa y pro­mo­ción de los derechos de las audiencias en México. El primero fue para la Aso­cia­ción Mexicana de Derecho a la Información (amedi), representada por Jorge Ne­gre­te; el segundo para la maestra Beatriz Solís, titular de la Defensoría de las Audiencias del Sistema Público de Radiodifusión del Estado de México; el tercero para el doctor Raúl Trejo Delarbre, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la unam.


Estudiantes organizadxs A

penas transcurridos algunos instantes después del terremoto de este 19 de septiembre, alumnos entusiastas de esta Facultad, decididos a no dejar que el desconcierto diera paso a la inacción, se ofrecieron como voluntarios para apoyar a las personas afectadas por esta catástrofe. Al lado del comité de seguridad, docentes y autoridades de nuestra casa de estudios se unieron a las brigadas de ayuda y demostraron, en todo momento, fuerza y solidaridad para afrontar el momento tan difícil que atravesaba la sociedad mexicana. En los días siguientes, mientras la ne­ce­si­dad de auxilio a los afectados se incrementaba y el entusiasmo por ayudar disminuía en el grueso de la población, los estudiantes se reunieron y, tras una asamblea en la que gestionaron actividades de apoyo y establecieron estrategias de acción para ayudar a los damnificados, crearon cuatro comisiones que trabajan al interior y exterior del recinto universitario: brigadas, comunicación e información, acopio y do­cu­men­ta­ción. Los objetivos primordiales de estas comisiones fueron: recibir y dis­tri­buir acopio; organizar, enviar y mo­ni­to­rear las brigadas de apoyo; documentar la tragedia y la respuesta ante ésta, así como difundir información verificada y coor­di­nar­se con otras organizaciones de la sociedad civil. Es necesario reconocer no sólo los resultados alcanzados por este colectivo de estudiantes, sino el ánimo de iniciativa, cooperación, organización y solidaridad que los ha caracterizado desde el inicio de la tragedia. Este ejercicio de sana asociación es un incuestionable modelo a seguir y un claro ejemplo de diligencia, sensibilidad, conciencia del mundo y cuidado del entorno, cualidades nada despreciables en el desarrollo integral del científico social.

estudiantil

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Festival Internacional Cervantino en la FCPyS Gracias a una colaboración entre la Facultad y el célebre festival cultural, disfrutar de las tradiciones ancestrales de la India en un espéctaculo de danza a cargo de una de las compañias más antiguas y prestigiadas de dicha región, el Natya Ballet Centre. Foto: Alicia Mendoza.

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7 formas de sacarle sonido a la tierra La Facultad fue sede para la presentación del espectáculo musical y dancístico a cargo de la compañía INTERflamenca. Los artistas llevaron al espectador a navegar desde lo tradicional hacia lo experimental del flamenco con piezas e interpretaciones que mostraron un gran abanico de posibilidades escénicas. Foto: José Luis Feria

La ofunam de gira por la fcpys Con la guía de su director huésped Gaétan Kuchta, la Orquesta Filarmónica de la unam se presentó en el Auditorio Ricardo Flores Magón como parte de la Gala de Música en Territorio Puma. El recital incluyó Selecciones de Hândel, Hummel, Nepomuk, Barber y Mozart. Foto: David Iván Fernández

Teatro contra la violencia El caballo con alas y dos cucharas, obra abierta a la interpretación personal de su contenido, con música de John Lennon y Yoko Ono, musicalizada e iluminada por Lucía Geraldo y producida por Isaí Reveles, muestra situaciones y vivencias de mujeres que han sufrido violencia de pareja, familiar, secuestro o trata. Foto: Myriam Corte

El buen salvaje: hallazgo del paraíso Bailarines del Sistema Nacional de Creadores de Arte (snca) ofrecieron en el auditorio principal de la Facultad una interpretación dancística de la idea del “buen salvaje”. Al ritmo de Guitarras, maracas y tamborileos la narrativa coreográfica demostró que el cuerpo es un instrumento artístico elocuente y profundo. Foto: Daniela Chávez

Día de muertos La fcpys participó nuevamente con éxito en la Megaofrenda, dedicada en esta ocasión al célebre pintor mexicano Diego Rivera. El montaje propuesto por nuestra Facultad fue uno de los más gustados por los visitantes debido a su cráter interactivo. Foto: Claudia Loredo

Música contra el silencio En una conmemoración doble, por el Día Internacional de la Música y para no dejar en el olvido los hechos del 2 de octubre del 68, distintas bandas de rock, integradas por alumnos de esta Facultad, mostraron su talento y entusiasmo en un concierto al aire libre. Foto: José Luis Feria

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Observando el orden social en México. El sistema de la política y el sistema de derecho. Como un provocador intelectual, Raúl Zamorano Farías, doctor en sociología jurídica, adscrito al Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales, aventura a los lectores con esta obra a pensar en los problemas que aquejan a la sociedad. Un libro no implica dar respuestas, sino cubrir “puntos ciegos”, ver aquello que otros no ven y complementarlo con otro análisis; esto es lo que enriquece a las ciencias sociales y este trabajo es sobresaliente por cuestionarse la realidad de un país y homologar la teoría con la práctica.

Pensar Palestina desde el sur global Esta obra, coordinada por el doctor Moisés Garduño García, docente de Relaciones Internacionales, plantea a una Palestina distinta, viva, sobre la que no se romantiza y a la que no se victimiza. El tema del libro es uno de esos que asusta y compromete, debido a lo cual, cada uno de los autores trabaja en una relación de amor-odio, con pasión y dando su mejor esfuerzo.

La seguridad ambiental en el Ártico ante los efectos del cambio climático en el siglo XXI Este libro, de la autoría de Eduardo Rivera, es un recorrido, una descripción gráfica e histórica, pero sobre todo un estudio novedoso, con base teórica, sobre conceptos básicos para analizar la región del ártico desde la óptica geopolítica de seguridad ambiental y cambio climático, temas que se encuentran dentro de la agenda internacional de las naciones unidas. También muestra el lado humano frente al cambio climático, lo que no se ha dicho sobre el ártico y resalta los intereses de los nuevos actores en la zona. No debemos olvidar que las regiones polares son ricas en recursos naturales y son el termómetro de nuestro planeta.

Memoria (CEMOS) Memoria es una recapitulación contemporánea de los perímetros actuales del concepto de clase social: si el debate marxista habla de la muerte de las clases, este libro desafía su resignificación y utilidad en la formación sociológica moderna. Uno de los objetivos del trabajo es identificar cómo el libro nos permitirá abrir nuevas líneas de investigación y establecer relaciones entre definiciones propiamente marxista y no marxistas, así como li­diar con problemas de interpretación y renovación del aparato conceptual marxista ortodoxo.

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#SanGregorio19S es un trabajo multidisciplinario de investigación acción en San Gregorio, Xochimilco, Ciudad de México, sobre el impacto social generado por el sismo de magnitud 7.1 que el 19 de septiembre de 2017 afectó severamente ésta y otras partes de la capital del país. El proyecto está coordinado por el profesor Manuel Ortiz Escámez de la fcpys, a través del Laboratorio Multimedia para la Investigación Social, en el marco del proyecto papiit 304516. Los objetivos de este proyecto son: detectar y visibilizar los efectos sociales en la región causados por el sismo; geolocalizar a las familias afectadas, identificar sus necesidades y, con ello dar seguimiento a los procesos de reconstrucción de sus vidas y viviendas, creando canales y estrategias de acción entre individuos y organizaciones de la sociedad civil con habitantes afectados por el sismo en San Gregorio Atlapulco. Foto: Adrián Rocha.

CONVOCA A todos los estudiantes de la FCPyS para integrarse a su equipo de trabajo y desempeñarse como fotógrafos o reporteros. Sin importar la carrera o el semestre en que se encuentren, todos los interesados pueden realizar su servicio social o colaborar como voluntarios en la revista de la Facultad. Para mayor información presentarse en el Departamento de información, edificio G planta baja; comunicarse al 56224800 ext. 84351 y 84352, o enviar un correo a informacion.ceu@politicas.unam.mx

gacetapoliticas.unam.mx

@UNAM_FCPyS

FCPyS.UNAM

politicasunam


¡No hables!, N. Vatolina, N. Denisov Moscú, Leningrado 1941

La conmemoración del centenario de la Revolución Rusa trajo a la Facultad diversas actividades. La embajada de Rusia en México y el cri exhibieron, durante la visita del embajador ruso, una colección de carteles soviéticos con relevante valor histórico. Academia 19


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