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Diarrea en neonatos bovinos

Microorganismos que provocan diarrea en neonatos bovinos

Por MVZ Juan Carlos Díaz de la Garza

El éxito en el manejo de las becerras inicia con el suministro de calostro. Las becerras que reciben una adecuada cantidad de calostro presentan altas concentraciones de inmunoglobulinas circulantes en sangre, éstas se asocian con un descenso en la morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas, tales como septicemia, enteritis, diarreas y enfermedades respiratorias (Besser y Gay, 1994). Otros beneficios a largo plazo asociados a la transferencia pasiva de inmunidad incluyen la disminución de mortalidad en el periodo posterior al destete, mejoría en la ganancia de peso, reducción de la edad al primer parto, mejora en la producción de leche en la primera y segunda lactancia y reducción de desecho de vaquillas durante la primera lactancia (Faber et al., 2005).

Tasas altas de morbilidad y mortalidad en becerras recién nacidas son atribuidas a enfermedades infecciosas; las dos más frecuentes que afectan a las becerras son diarrea y enfermedades respiratorias. La tasa de mortalidad en becerras antes del destete es de 7.8%. La diarrea y otros problemas digestivos contribuyen al 56.5% de las muertes; las enfermedades respiratorias son la segunda causa de mortalidad con 22.5% (USDA, 2010).

Los trastornos digestivos en las becerras son enfermedades frecuentes que se manifiestan con diarreas caracterizadas por excretas líquidas y profusas, deshidratación, emaciación, postración y muerte (Delgado, 2000). Las enfermedades entéricas son comunes y le representa enormes pérdidas económicas a la industria de la ganadería, de carne y leche, como resultado de la mortalidad de recién nacidos y costos de tratamiento. Es común que la diarrea neonatal sea el resultado de una infección combinada de diferentes enteropatógenos (bacterias, virus y parásitos), que la infección con un solo agente.

Los agentes encontrados en las enteritis incluyen Escherichia coli, Salmonella spp, Clostridium perfringes, Rotavirus, Coronavirus, Eimeria spp, Cryptosporidium spp y Giardia spp. Estos agentes afectan a bovinos de todas las edades, siendo los recién nacidos y menores de 60 días los que presentan la enfermedad entérica en forma más manifiesta. Es importante resaltar que las infecciones mixtas son más comunes que las infecciones simples, en su asociación con la presentación clínica de la enfermedad. Es por lo que en la actualidad se describe a este cuadro clínico como Complejo Diarreico Bovino (CDB) y cuando afecta a los recién nacidos recibe el nombre de Diarrea Indiferenciada de los Becerros (Belloso, 2005; González et al. 2017).

La diarrea en los becerros desde el primer día de edad puede mostrar excretas acuosas, semilíquidas o pastosas y los colores pueden variar desde blancas, amarillas, café claro, café oscuro, y frecuentemente, con presencia de fibrina, moco, sangre fresca o sangre digerida (negra); por tal motivo, la consistencia y el color no son significativos para emitir un diagnóstico ya que las infecciones pueden presentarse en forma simple, con un sólo patógeno, pero también son más comunes las formas de infecciones mixtas, donde pueden participar al mismo tiempo virus, bacterias y parásitos (Langoni et al., 2004; Thompson et al., 2007; Younis et al., 2009). Algunos estudios realizados en becerras lactantes con diarrea en establos lecheros del norte de México reportan la presencia de Rotavirus en un 46 a 57%, Coronavirus en 14 a 28%, Escherichia coli en 9.5 a 15%, Salmonella spp. en 29 a 57% y Cryptosporidium spp. en 53 a 66.6%. Las infecciones mixtas se presentan con más frecuencia que las infecciones de un solo agente, siendo éstas desde 54 a 71.4%. Las infecciones únicas son más frecuentes para Cryptosporidium spp. de 14.3 a 15.6%, Rotavirus de 3.3 a 9.5%, Salmonella spp. de 4.7 a 9%, Coronavirus de 0 a 3.3% y Escherichia coli 0 a 2.2%. En un 12.2% de las muestras no se encontraron los agentes infecciosos estudiados (Langoni et al., 2004; Thompson et al., 2007; Younis et al., 2009).

Trastornos digestivos

Diarrea indiferenciada de los becerros

Criptosporidiosis

Enfermedad causada por Cryptosporidium spp. parásito protozoario intracelular obligado, considerado como el principal agente que causa diarrea en becerras cuya vía de contagio es oral, siendo el agua un importante agente para su diseminación. Otros factores de riesgo son el estado inmunológico, la edad y estado nutricional del individuo, así como el número de parásitos causantes de la infección y de las condiciones del medio ambiente, ya que los ooquistes mantienen su infectividad durante un tiempo relativamente largo y son muy resistentes a los desinfectantes. Las principales especies responsables de Criptosporidiosis bovina incluyen C. parvum, C. bovis, C. andersoni. Estas especies colonizan el intestino delgado y constituye un importante agente del síndrome diarreico de los neonatos, en ocasiones acompañado por depresión, inapetencia, fiebre, deshidratación y pobre condición corporal. En bovinos adultos cursa en forma subclínica y presenta bajos niveles de infestación (Ronald, 2005).

Las lesiones ocurren en intestino delgado, ciego y colon; y muestran atrofia, fusión de vellosidades, dilatación de criptas con detritos celulares, e infiltración de la lámina propia con neutrófilos y presencia de ooquistes de Criptosporidium en la superficie epitelial (Ronald, 2005).

Las infestaciones producidas por las diferentes especies de coccidiosis, constituyen una de las parasitosis más frecuentes en los sistemas de producción bovina. Los animales jóvenes son los más susceptibles de padecer la enfermedad, especialmente entre las 2 semanas y los 4 meses de vida, colonizan el intestino cuyo cuadro clínico se caracteriza por diarrea.

La fuente de contaminación es a través de la materia fecal de animales enfermos o portadores, que contaminan el agua de bebida y alimento.

Coccidiosis

Forma aguda

Es la presentación más común en bovinos, con mayor frecuencia en los animales jóvenes. Actúan como factores predisponentes: el sistema de explotación (hacinamiento) y situaciones de estrés. Es de rápida propagación, caracterizada por producir diarrea de color oscuro que más tarde contiene estrías de sangre y moco tornándose más severa y sanguinolenta. Además, esta enfermedad presenta decaimiento, tenesmo, fiebre, anorexia, deshidratación y debilidad progresiva hasta la muerte.

Forma subclínica

Afectan a los animales de cualquier edad, los signos son de una enteritis diarreica, intermitente, sin hemorragia, tenesmo ligero, excretas de olor fétido y pérdida de peso, postración y muerte (Radostits, 2002).

Rotavirus

El Rotavirus A (RVA) es miembro del género Rotavirus, dentro de la familia Reoviridae. El RVA es un enteropatógeno detectado en enteritis agudas en becerros, este Rotavirus bovino (BRV) causa grandes pérdidas económicas en la industria ganadera, debido a altas tasas de morbilidad y mortalidad, pobre ganancia de peso y costos de tratamientos. Las diarreas por BRV son comunes en becerros jóvenes que pueden morir como resultado de una severa deshidratación o infección bacteriana secundaria y afecta tanto a ganado lechero como productores de carne. Los becerros son susceptibles a la diarrea por BRV desde el nacimiento hasta las 8 semanas de edad, la susceptibilidad disminuye a partir de la tercera semana. El BRV infecta preferentemente los enterocitos maduros del intestino delgado anterior, cerca de la punta de las vellosidades. La gravedad y la localización de la infección intestinal varían entre especies de animales y entre los estudios; sin embargo, los cambios patológicos se limitan principalmente al intestino delgado proximal. La replicación viral conduce al aumento de Calcio a nivel intracelular (efectuada por la enterotoxina NSP4), aumento de la secreción de Cloro y el cierre de la síntesis de proteína de la célula huésped (efectuada por NSP3), lo que resulta en diarrea osmótica y secretora aguda (Jubb et al., 2016).

Coronavirus

El Coronavirus bovino (BCoV) se asocia a síndromes clínicos diversos, ya que produce hepatitis, trastornos nerviosos, nefritis, y produce diarrea neonatal de las becerras, disentería de invierno y enfermedad respiratoria infecciosa bovina en jóvenes y adultos. El virus se multiplica en el tracto intestinal y respiratorio de terneros. Aislados de BCoV a partir de procesos respiratorios y entéricos en bovinos adultos con disentería de invierno pertenecen a grupos antigénicos diferentes. Sin embargo, cepas de BCoV obtenidas de terneros con diarrea neonatal pueden causar el cuadro entérico en bovinos adultos y viceversa.

En becerros los principales signos son la presentación de diarreas líquidas profusas amarillentas, con moco o sangre que dura de 2 a 6 días, causando deshidratación, además de anorexia y fiebre. Las lesiones macroscópicas muestran estómago distendido con leche coagulada en su interior. Dilatación del intestino, flacidez y líquido de color amarillo y hemorragias petequiales en ciego y colon. Al examen histológico del intestino las células epiteliales de las vellosidades se acortan, cambian por células cuboidales con presencia de vacuolas y las células vecinas se ven fusionadas, lo que termina con la destrucción del epitelio, mostrándose una marcada atrofia, con hemorragias, acortamiento de la superficie de la mucosa, degeneración y necrosis (Jubb et al., 2016).

Escherichia coli enterotoxigénica es una causa común de diarrea en becerros recién nacidos. La colonización del tracto intestinal es debido a la adherencia de los pilis de la bacteria al intestino delgado. El pili K99 está asociado con la producción de una toxina estable, la cual produce la diarrea hipersecretora (Piller, 2005). Los becerros se infectan con Escherichia coli durante la lactancia, por transmisión horizontal o vertical y no desarrollan signos clínicos de la infección, pero pueden arrojar las bacterias por varios meses y en grandes cantidades. La bacteria puede ser recuperada de excretas, intestinos y vesícula biliar en alrededor de 74% de becerros infectados experimentalmente. El colon y el ciego son los sitios donde las bacterias son más recuperadas (Piller, 2005). La disentería ha sido reportada en becerros neonatos natural o experimentalmente infectados con Escherichia coli. Aunque no se considera patógena en bovinos, estas cepas causan diarrea grave y mortal en los becerros recién nacidos inoculados experimentalmente. Tanto los becerros neonatos infectados con estas cepas privados de calostro y los becerros alimentados con calostro tienen un alto nivel intestinal y fecal de Escherichia coli y lesiones características de adhesión bacteriana en el intestinos delgado y grueso (Piller, 2005).

Escherichia coli

REFERENCIAS

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Belloso VT I. 2005. Cría y desarrollo de vaquillas lecheras. Memorias de DIGAL. Día Internacional del Ganadero Lechero. Delicias, Chihuahua, México.

Besser TE,Gay CC. 1994. The importance of colostrum to the health of the neonatal calf. Department of Veterinary Microbiology and Pathology, Washington State University College of Veterinary Medicine, Pullman. Vet Clin North Am Food Anim Pract. 10(1):107-117.

Delgado GR. 2000. Diarrea de las terneras en bovinos Holstein de la Comarca Lagunera. Memorias del IX Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Patólogos Veterinarios, A.C. Gómez Palacio, Dgo. Pag. 44-45.

Faber SN, Faber NE, McCauley TC, Ax RL. 2005. Case Study: Effects of colostrum ingestion on lactational performance. Prof. Anim. Scientist. 21:420-425.

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LANGONI, H.; LINHARES, C.; AVILA, F.A.; DA SILVA, A.V.; ACACIA, E. (2004). Contribution to the study of diarrhea etiology in neonate dairy calves in São Paulo state, Brazil. J. Vet. Anim. Scien. Brazilian 41:313-319.

PILLER, K.J.; CLEMENTE, T.E.; MUJUN, S.; PETT, C.C.; SATO, S.; PASCUAL, D.W.; BOST, K.L.; (2005). Expression and immunogenicity of and Escherichia coli K99 fimbriae subunit antigen in soybean. Rev. Vet. Molecular Biology. 222:6-18

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