Cubile17

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El amor es poder abrir los ojos y sentir por dentro Orlando Araujo


Cubile-cubilis: Sustantivo neutro. Lecho, cama; dormitorio; morada; nido; guarida, madriguera.

Año 3, nº 17 Marzo - Abril 2010 Depósito legal: pp200702FA2591

- Cubile en expansión. Editorial 1 - Crónica.

El loco de la pancarta gana premio de literatura. Juan Manuel Parada

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© Ediciones Madriguera http://www.madriguera.ya.st edicionesmadriguera@yahoo.es edicionesmadriguera@gmail.com Barrio Chimpire, calle Purureche #87. Coro.

Editores: - Ennio Tucci. - Mariana Chirino. - Jenifeer Gugliotta.

- Ensayo. Hugo Fernández Oviol y su poesía particularmente bella Jesús Madríz

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Una memoria a punta de fragmentos. Ennio Tucci

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- Cine. Tarantino va a la guerra Alejandro García

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La camejo: nuestra heroína Alejandro García

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- Cuentos. Colaboradores: - Anthony Alvarado. - Emilis González. - Camilo Morón. - Jhon González. - Ana Cristina Chávez.

Ella siempre viene por tres

Portada: - Primer eco del musaraño de Mariana Chirino y Oswaldo Ruiz. ¡Felicidades!

- Poemas.

República Bolivariana de Venezuela HECHO EL DEPÓSITO DE LEY

Camilo Morón

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Oscuridad disfrazada Iván Gómez

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Divagaciones Antony Marte

Críspulo Chávez José Millet Mariel Rivero Dapena Edgar Sánchez Arcadia Santander Marbelia Martínez

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Editorial

Cubile en expansión

Desde inicios de año Cubile ha sido presentada, en sus diversas ediciones, en eventos a nivel nacional. La primera parada fue el IUTAG con la edición Nº16. La segunda parada fue en Maracaibo, allá compartimos con amigos de la Peña literaria de Corpozulia, la Casa de la Poesía de Maracaibo, la Fundación Andrés Mariño Palacio, PDVSA la estancia-Maracaibo y la Universidad del Zulia en diversos recitales poéticos, presentaciones de la revista Cubile y los libros antiofídicos y en conversatorios sobre las ediciones que se gestan desde Ediciones Madriguera y su proyecto. Luego estuvimos en Pueblo Nuevo de Paraguaná, festejando la IV Feria del libro Paraguaná organizada por los amigos de la Fundación León Bienvenido Weffer, donde el Grupo Musaraña no sólo presentó sus ediciones: la revista Cubile y los Libros Antiofídicos, sino que además dictó talleres de poesía y cuento, realizó tendederos de poesía y uno de cuento y conversaron entre amigos y público asistente sobre las ediciones artesanales. Desde nuestros inicios hemos

apostado por un lema: Crecer es un proceso natural. Hace apenas dos ediciones dimos muestra de ello al cambiar Cubile de imagen y ahora la distinción que recibe la misma al ser incluida en la Biblioteca digital del Caribe coordinada por la Universidad de Florida. Todo esto aunado a las actividades propias del Grupo Musaraña, la presentación mágica y espiritualmente poética del libro Hilos de Cocuiza de Norys Saavedra, enmarcado dentro de un Por puesto Madriguera y Por puesto Madriguera que llegó a Punto Fijo, en un primer acercamiento a este rincón de la tierra Falconiana. Para este año el Grupo Musaraña continuará llevando adelante la propuesta editorial-artesanal de Ediciones Madriguera, relacionándola con el resto del país con el fin de cultivar lectores y amigos Musaraños, todas nuestras actividades estarán enmarcadas en el 5to aniversario del Grupo Musaraña a celebrarse en el mes de noviembre, rumbo también al 3er aniversario de la Revista Cubile en la edición julio-agosto 2010.

Los editores


Crónica

LOCO DE LA PANCARTA GANA PREMIO DE LITERATURA Juan Manuel Parada www.paradaliteraria.tk Hombre vertical y auténtico, aferrado a sus convicciones; no es académico ni adinerado y no le interesan las mieles sociales. Su voz, destilada y fluida, se apoderó de todos con la magia que ejerce un vendedor de milagros. Estábamos en la Librería del Sur en un centro comercial de Barquisimeto, el motivo: le entregarían un reconocimiento por haber ganado el concurso Historias de Barrio Adentro con su libro autobiográfico. Su aspecto físico es evidencia de una vida precaria; su discurso, como ajeno al hombre que lo articula, contrasta en su rostro, inmutable y cobrizo, cuando dice: “Estoy conciente de mi indigencia y de mis problemas mentales también… Pero yo acepto mi realidad, la asumo como una lucha por los débiles, los marginados…” Su nombre es Argenis Jiménez, nació en el año sesenta. Cuando le pregunté dónde vive “Barquisimeto

es mi casa” dijo recordando cómo, a los 17 años, sin darse cuenta había quedado sin techo y sin padres. “Yo he durado hasta un año sin bañarme y eso no significa que un doctor sea más culto… la gente lo ve a uno, sucio, en la calle y lo cataloga de peligroso, pero quién iba a pensar que más peligrosos eran Carlos Andrés y Orlando Castro…”. Había improvisado una silla con la escalera que la vendedora tenía para alcanzar los rincones más altos de la estantería y allí, rodeado de la biblioteca Ayacucho, era un desafío a la historia del conocimiento, a la academia, a la cordura. Pocos minutos habían pasado y detrás de mí una minúscula multitud fascinada con sus palabras lo miraba estupefacta. Desde Aristóteles hasta Luxemburgo, pasando por Carlos Marx, Argenis, con la pancarta sobre la cabeza, argumentaba su tesis con la


Crónica

sencillez de un buhonero, como si se tratara de un hombre sabio acostumbrado a profundos debates.

“Uno es echado al mundo como los dados al cubilete… donde caiga hay que echá palante, caí en la indigencia y a diferencia de otros que huyen de la realidad con el licor o las religiones, asumí mi destino enfrentado hasta la muerte… a mí me gustaría que mi epitafio fuera así: El que ha sabido vivir no le hace caso a la muerte ”.

lo de la indigencia “No tendrás que andar con esa pancarta sobre la cabeza, me dijo, pero él no entendía que hace rato yo acepté mi realidad y decidí hacer de mi vida una obra maestra ejemplar de la historia”. En mis manos estuvo cuidar la edición de su libro autobiográfico y en las largas jornadas de trabajo junto a él, logré conectarme con una sensibilidad superior, algo que rebasa lo genial y se incrusta en lo más profundo del género humano: su honestidad, su lucidez, su visión crítica y por sobretodo su valentía.

La injusticia en los psiquiátricos, de la cual ha sido víctima, es lo que le motoriza “El maltrato de los doctores, el abuso de los enfermeros, la complicidad de los mismos internos que se prestan para la injuria…” Recordó la vez que Chávez, aún siendo candidato, le prometió sacar-

“Sé que he logrado muy poco en comparación al esfuerzo que hago, pero seguiré movido por el amor a la humanidad, sobretodo a los débiles jurídicos, los débiles económicos… los marginados, aunque en su gran mayoría no entiendan mi lucha”.


Ensayo

HUGO FERNÁNDEZ OVIOL Y SU POESÍA PARTICULARMENTE BELLA Jesús Madríz

Mi contacto con la poesía de Hugo Fernández Oviol fue reciente, pero suficiente para darme cuenta lo hermosa que es. De esa forma lo percibo. Y es que al hacer un bosquejo panorámico de su poética, vemos ante todo a un ser humano agradecido con la vida, que nos invita a volar el papagayo, a ser solidarios, a querer lo nuestro, e incluso, a escuchar su guitarra. Todo ello expreso a partir de una evidente sensibilidad y particular hermosura, manifestada en sus formas escritas, en su color local y en su textura, que muy bien delinean al Hugo enamorado, amigo, conexo a sus raíces y sentir popular. A partir de tal premisa logra desmembrarse una poesía naturalmente bella, un caso único carente de materialismo, no así de humanismo y sencillez, de donde se impulsa para ha-

blarnos y decirnos lo grandioso que resulta la aparente simpleza de una tertulia entre amigos: “Vino a visitarme un grupo de amigos y, yo que los conozco, me atrincheré; el tiempo pasó volando, la conversa nutritiva y, según ellos, los platos resultaron exquisitos” Estados de Ánimo. Allí radica esa delicada hermosura que propagan sus escritos, no trivial, ni hueca, sino más bien pura, sentida, suspendida en el ámbito de lo cotidiano, para hacernos entender que nada, por muy efímero que sea, está exento de belleza. “me baño, desayuno y me lanzo a la calle: “Buenos días”, me dice una mujer que pasa: un niño juega su pelota a la orilla de los carros; alguien que me conoce, se empeña en llevarme a mi destino; la mañana está fresca, seguiré caminando” Así pues, vemos que lo maravilloso en Hugo Fernández se posa


Ensayo

en lo corriente para el común de las personas. De allí, que la belleza en su poesía, no es la de grandes musas, ni paisajes exuberantes, es su belleza, que se presenta tenue ante los ojos de personas que leen su poesía sin sentirla, sin sentirlo. Para finalizar, tomo ideas de Calzadilla y su poema “Consejero de la juventud”, quien dice: “Utiliza todo: la tapa de la alcantarilla, la luna en el agua del retrete mirándose a so-

las, la flor marchita en el pico de la manguera del extinguidor de incendio. No dejes nada afuera” Muestra de ello, la poesía de Hugo, quien pese a no estar físicamente, su espíritu no perece, vive para enseñarnos lo hermoso de la cotidianidad, aunque muchas veces no lo parezca.


Una memoria a punta de fragmentos Ennio Tucci enniotucci@gmail.com

Algunos le dicen el ejercicio de los viejos, aquello que nunca está de moda pero de lo que todos, tarde o temprano, estaremos hechos: de memoria. José Javier Sánchez logra construir a partir de su poesía, una serie de fragmentos de vida en los que el lector se ve reflejado en los recuerdos, una palabra que se hace vida en la memoria de quien la lee, vida en los espacios que transita el ser humano, las cosas que vive y los

objetos que utiliza. “Fragmentos para una memoria” del poeta José Javier Sánchez, llega a los lectores en el año 2007 de manos de la Editorial el perro y la rana. Un libro que expone no sólo el sentir del autor y el medio en el que se mueve, sino además expone cuadros tomados de la cotidianidad de un citadino cualquiera, con la picardía propia del acontecer diario de los sectores populares para hacernos recordar épocas pasadas con sus matices y contrastes particulares de cada región, pero que igualmente forman parte de nuestra historia de vida. “Las nenas de mi barrio se morían por darse una vuelta en una moto y más de una entregó su inocencia por sentir el placer de la brisa soplándole el cabello.” Barrios, calles y plazas, así como el espacio doméstico, son los ambientes en los que el poeta levanta los fragmentos propios de una memoria que se involucra con la sociedad de la que proviene y a la que le pertenece, por lo cual no es una realidad la que se ve expresa en estos poemas, sino muchas realidades.


“Esta calle se deprimió hace bastantes años cuando niños sin padres jugaban a la guerra y pensaban que el universo terminaba en la avenida principal, al lado del kiosco de periódicos.” En estos fragmentos es especial el juego entre la subjetividad del poeta ante la realidad y la realidad misma, una ironía construida entre el choque de la realidad sugerida y la realidad expresa. Con sólo nombrar o referir algo, el poeta construye una imagen dotada de significado. O como lo diría Sabines: “No enumerar, ni descifrar. Alcanzar a la vida en esa recóndita sencillez de lo simultaneo.” Puesto que es en las realidades que se suceden de forma simultánea donde estos fragmentos adquieren mayor significado dentro y fuera del poema, en la arbitrariedad existente entre el signo y el mensaje, y la necesaria intervención

del lector como constructor de significados. “Yo también tuve una casa como las que obsequia el poeta Luis Alberto pero jamás un padre como el Inmigrante de Gerbasi. […] Mi casa era un jardín encerrado en ruinas marginales de techos de zinc repletos de goteras.” Estos “Fragmentos para una memoria” son posiblemente los trozos de la memoria de muchos, de quienes fueron despojados de su biblioteca pública, su cancha, sus zapatos; de quienes se han enamorado solos, de los que van de fiesta en fiesta o rezan novenarios, o simplemente de quienes caminan por cualquier calle, construyendo o siendo parte de una memoria que nos involucra a todos, la memoria de los que pasaron y de los que venimos.


Cine

TARANTINO VA A LA GUERRA Alejandro García elseptimocielo74@gmail.com

BASTARDOS SIN GLORIA (Inglorius Bastars), EE.UU, 2009. Director: Quentin Tarantino. Guión: Quentin Tarantino. Fotografía: Robert Richardson. Elenco: Brad Pitt, Diane Kruger, Christoph Waltz, Daniel Bruhl, Melanie Laurent, Eli Roth, Til Schweiger,Michael Fassbender, otros.


Cine Calificar al director de cine norteamericano Quentin Tarantino de irreverente, provocador, cineasta maldito, demente o vulgar plagiario no es suficiente, es llover sobre mojado; Tarantino sencillamente es un director inclasificable. Dotado de un profundo conocimiento, casi enciclopédico, del lenguaje cinematográfico, Tarantino sabe explotar hasta límites insospechados los artificios básicos del séptimo arte. Guión, puesta en escena, desmesurados diálogos, oscuros personajes, insólitas situaciones, variopinto repertorio musical, son herramientas utilísimas en manos de este genio rebelde del cine que con apenas siete películas como director se ha ganado el respeto y reverencia de crítica y público con un cine que dista mucho de ser reflexivo y aleccionador. En su nueva obra “Bastardos sin gloria” básicamente no cuenta nada nuevo, es un Remake del explotado filme “Los Doce del Patíbulo”, donde un comando especial de mercenarios del ejército norteamericano atraviesan las líneas enemigas alemanas disfrazados de soldados nazis para causar estragos en el alto mando militar del Tercer Reich. Pero es aquí donde la prodigiosa mente de Tarantino comienza a elaborar un singular collage de géneros cinematográficos dividida como de costumbre por capítulos, donde el primero comienza con una escena propia de un Western con un fondo musical que recuerda al

maestro Ennio Morricone, haciendo aparición el actor alemán Christoph Waltz elaborando un memorable personaje; el cazador de judíos de la SS, Coronel Hans Landa. El segundo capitulo es bélico, Brad Pitt como el sargento Aldo Rai líder de los sanguinarios Bastardos sin Gloria da lo mejor de sí mostrando la otra cara del glorioso ejército gringo poco visto en películas sobre la II Guerra Mundial, asesinos sedientos de sangre sin ninguna moral u honor. El tercer capítulo, el más rico visualmente, referencia a los directores de la U.F.A Arnold Fanck y Leni Riefenstahl, donde Shoshana, interpretada por Melanie Laurent, joven judía dueña de una sala de cine y única sobreviviente de una masacre, elabora su temible venganza junto a una doble agente británica exquisitamente interpretada por Diane Kruger. Por último como era de esperarse todo desemboca en una brutal matanza digna de Sam Peckinpack director por el cual Tarantino ha confesado sentirse influenciado. A todas luces “Bastardos sin gloria” no es el mejor filme de Tarantino, interminables diálogos prolongan la esperada acción, donde todo resulta ser un juego de libertades históricas, una charada belicista donde todos pagan con sus vidas los excesos nacionalistas, desde Adolf Hitler, Joseph Goebbles, Hermann Goering hasta el injustamente olvidado actor alemán Emil Jannings.


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Cine

Nuestra heroína Alejandro García elseptimocielo74@gmail.com

LA CAMEJO; Venezuela, Estado Falcón, 2009 Dirección y Guión: Críspulo Chávez Producción General: Tito Tadeo Guerra, Secundino Urbina Fotografía: Joan Espina Elenco: Nolis Martín, Andrea Delgado, Anna Arantxa Wagner, Cynthia Urbina, Pavel Roschupkin, Glenis García, Miguel Ángel Pérez, otros.

Que oficio tan cómodo el del crítico de cine, sentado frente al ordenador en la tranquilidad del hogar, diccionario en mano, piensa, ordena ideas, recuerda películas, momentos, frases, noticias, para luego elaborar un juicio subjetivo (a veces injusto)de no más de dos cuartillas sobre el colosal trabajo de hacer una película.

Sí, colosal trabajo, es edificar una obra donde director, guionista, productor, personal de vestuario, maquillaje, decoración, editor, sonidista, fotógrafo, actores y extras, trabajan en conjunto con la visión en común de darle vida a un sueño, de extraer de la nada o de la historia misma un pedazo de ella, de contarle a nuestros semejantes un cuento y


Cine

hacerlos partes del mismo, de hacer reír y llorar a todo aquel que dentro de su corazón guarde como un tesoro ese momento en que por vez primera entró a una sala de cine. Hace apenas unos años atrás resultaba temerario afirmar que una empresa de esa magnitud fuera llevada a cabo en nuestro estado, hacer una película en el estado Falcón era sencillamente imposible. Pues ya no, un pequeño grupo de personas con la férrea convicción de que cualquier cosa es posible en este maravilloso país, desbordados en esperanzas, sueños y sacrificios dieron vida al primer proyecto cinematográfico creado en nuestro estado; la vida y obra de nuestra heroína doña Josefa Camejo. Con todas las limitaciones que el noviciado impone y la difícil tarea de crear una película épica con un minúsculo cúmulo de recursos, no podíamos esperar más de lo que La

11 Camejo puede ofrecernos, sus limitaciones son las mismas de quien intenta abarcar el cielo con los brazos abiertos, es decir, el sueño se logró hasta donde alcanzaron los recursos económicos, aunque el recurso humano estuvo de sobra para llevarlo a cabo. También es menester agregar que las condiciones climáticas de la región no son las más idóneas para un filme de época, ni tampoco la comodidad acompañó a nuestros aventureros cineastas, pero ya antes Truman Capote lo dijo con sobrada sabiduría: “Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota.” La Camejo, nos guste o no, es nuestra génesis cinematográfica, nuestros primeros pasos en el difícil arte de hacer cine, y debemos sentirnos orgullosos por ello, no sólo por el sentimiento patriótico regionalista, que es evidente, sino también porque nos dignifica como un pueblo culto preocupado por mostrarle al mundo su raigambre, por sentir la necesidad de pertenecer al momento histórico que nos toca vivir, más allá de las limitaciones que nos han impuesto de manera generacional factores de toda índole, y por los tantos deseos de ver esta árida tierra florecer, sólo resta decir: ¡Gracias por La Camejo! ¡Gracias por el cine!


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Cuento

e r p m e Ella si

s e r t r o p v ie ne

Camilo Morón

La Amistad entre los vivos y los muertos es una experiencia sagrada. Y preguntas: “¿Quién es ella?” Ella es la gran demócrata, ella no distingue entre el sabio y el tonto, ella no ve tiempo entre el viejo y el niño, ella no encuentra diferencias entre pobres y ricos; ella, simplemente, no olvida. Hay quienes dicen que ella tiene piedad de quienes están a punto de morir, y es cierto. Es cierto que ella es una niña anciana descuidadamente precisa. Ella es la Muerte, así, con mayúscula. Carlos Martínez Bueno, Domingo Quezada, Lucas Mieses: Hermanos en vida y ahora hermanados en la muerte. Temprano vimos andar la amistad de la mano con la Muerte: suicidios, homicidios y accidentes rasgaron aquí y más allá un texto del alma llamado amigo. Y a todas estas ¿qué es un amigo? Un amigo es un cruce de caminos, sombras

andariegas que por un momento se reconocen; y, en mi caso, los amigos son cactus polinizados por la misma Luna de locura. La amistad es una vaina tan sencilla que renuncia a todo argumento. Luis, Domingo y Lucas: murciélagos luminosos en y bajo la Luna de Coro, aquella Luna de la que Alí dijese que es tan blanca y es tan bella, que los gallos se levantan para cantarle a ella. Carlos Martínez Bueno fue amigo de mis padres y, para mí, un ejemplo calurosamente distante, amigo de mis amigos afectuosamente viejos, una luz que alumbra en voz alta desde lejos. Domingo Quezada fue hombre de palabra en sus manos orgullosas de África, el combatiente de batallas anunciadas a las puertas del conocimiento, del compromiso con el pueblo desde siempre y desde adentro, caballero andante de


Cuento la promesa en llamas. Lucas Mieses fue el hombre que desde su corazón sentó al Tiempo en su rincón, árbol siempreverde, nocherniego juego que bebía y brindaba a dos manos juventud. Desde mis experiencias de granuja, sé que la Muerte siempre viene por tres. Históricamente: Janis Joplin, Jim Morrison y Jimi Hendrix. Recientemente: Farra Facet, Michael Jackson y David Carradine. Eruditamente: Jacques Yves Cousteau, Carl Sagan, Stephen Jay Gould, eran antorchas alzadas en lo alto de una ciencia para todos. También se fueron casi juntos Uslar Pietri, Juan Lis-

13 cano y un carajo que nunca leí y que de cuando en cuando –ahora no– recuerdo. Con la muerte de Lucas, árbol siempreverde, se completa la triada de hombres buenos. Ahora que esperen su turno los demás hombres buenos, los verdaderamente buenos, los imprescindibles como Lucas, Domingo y Carlos. Hombres de lucha y de vida, los que siempre hacen falta. Cierro de un golpe estas líneas y digo de cara a la resolana: ¡Hasta siempre, camaradas! ¡Hasta lo necesariamente pronto! La Amistad entre los vivos y los muertos es una experiencia sagrada.


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Cuento

d a d ri a u c d s O za

a r f dis

Iván Gómez skinger_08@hotmail.com

No ensucies la ropa cuando juegues, -la voz de mamá- . Llegó la noche y después de comer en la mesa, todos hablábamos; mamá, de algo que le sucedió a la vecina, papá comentaba sobre su día de trabajo, mis hermanos y yo de cualquier cosa. Era inevitable que el lineamiento habitual o natural que se regía en ese momento, en esta parte del continente y en esta ciudad no nos correspondiera, la noche es para dormir, no sé si sea cierto, pero al ahogarse el sol la costumbre es soñar. La emisión sombría ha sumergido a todos en el sueño, yo no escapo de ello, sofocante calor espeso sobre los cuerpos en la humilde morada del barrio, tres cuartos y un baño; el primero para mi hermana, por aquello de que debía tener su propio espacio siendo la única mujer entre hermanos, el segundo para mis hermanos y yo, un sumario de malas palabras y un cuarteto de malcriados, y el tercer cuarto de mis padres. La luna estaba clara, me di cuenta cuando salí a orinar en el patio, era un poco más de la 1:00AM y no sentía miedo de salir solo. Detrás de esa casa, en la parte superior vivía Jadra, una niña árabe que me custodiaba todos los días a la escuela, su ventana sin persianas delataba toda intimidad en su hogar. Podía ver desde mi patio qué estaban cocinando y hasta qué página del periódico leía su papá. Sin camisa y descalzo entré nuevamente y en ese mismo instante la electricidad falló, se declaró ausente ¡se fue la


Cuento luz! -dije-, caminé por el pasillo hasta llegar a la ventana que daba a la calle, la abrí y la luna clara reflejó el pavimento vacío, sólo hojas que pidieron exilio a los árboles adornaban los canales por donde pasa el agua cuando llueve. El calor cada vez más vivo. Llegué a mí cama, intenté no hacer ruido al apoyarme, era casi imposible, el compás de la respiración, los tendones de mis tobillos y las rodillas resecas, más la vejez de la cama corearon un ruido descomunal, cualquier paso se lograba escuchar. Después de treinta minutos de dar vuelcos en la cama me sorprendió una sombra en la moldura de la puerta de la habitación, un niño, no supe ver sus ojos, parecía la silueta de mi hermanito, la estatura y la forma del cabello me afirmaron que era él, no me alarmé, pensé que buscaba dormir más cómodo a causa del calor, entonces lo llamé y en ese instante salió corriendo, no se escucharon sus pasos, tampoco ninguna puerta al abrir o cerrarse, se esfumó y escuché una risa infantil, deduje que todo era fantasía producto del agotamiento o una ilusión óptica. Regresé a la cama, me senté y lo vi caminar otra vez, el miedo me atacó, fui buscando respuestas y revisé las camas, todas estaban ocupadas, mis hermanos estaban dormidos pero al entrar al cuarto de mis padres el niño estaba inmóvil en una de las esquinas de la cama, una risa diabólica y tenebrosa paseaba en el aire, comencé a gritar para levantar a mi familia, sacudiéndolos con

15 empujones, no respondían, estaban muertos, sin respiración, desesperado salí al patio y mi vista en ángulo perfecto visualizó en una soga el cuerpo del padre de Jadra, con los ojos blancos, moscas que correteaban en su nariz y chillidos con alto dolor que salían de aquella pieza, de pronto el espacio físico se detuvo, el terror que me equipaba me sacudía interiormente, luego todo se iluminó en blanco, todo blanco, mucho frío mientras la voz del padre de Jadra en irrebatible muerte recitaba una oración. Rupestre es la calma perturbadora de cabillas que traspasan los parpados de la muerte; voy a morir lentamente, voy a evocar tu figura miserable, esa que brota de esta falsa poesía. ¡La muerte muere si estando viva tú la asesinas! ¿Entonces, qué esperas? Yo soy vida, Mátame dos veces y haz nacer a luces y miedos un nuevo yo. Ciega Luna que buscas almas inocentes, solicita la fragancia hecha cenizas de mis ancestros y purifica el desdeño de rencor en esta cuerda, que mi peso y mis pies en el aire arañen el intento nulo de retroceder, que mis dedos en nato desespero desmayen y mis ojos blancos dejen de buscar luz, y que mañana todo sea culpa de la botella vacía sobre el colchón. Mi madre me despertó con la noticia… ¡se suicidó el padre de Jadra!


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Cuento

Divagaciones Antony Marte Descabelladas vagabundearías me condujeron a la puerta de la casa, “qué raro” pensé mientras me exorbitaba de furor por el incumplimiento. Mientras tanto Spiderman y Thalía jugaban a ser trapecistas y Superman con Jane en el Salón de la Justicia comentaban el por qué del aspecto de Tarzán. Cuando menos lo pensé llegaron los hombres X y me dijeron “¿aceptas el reto ACE?” y yo les contesté “no lo voy a aceptar si no pongo ni medio”. La tragedia no se hizo esperar y envió a Britney Spears en su representación, más atrás llegó su comitiva, integrada por Michael Jackson como encargado de la LOPNA, Ricardo Arjona en representación del frente feminista, Guido Antonini Wilson en la tesorería, y Manuel Rosales como maestro de oratoria. Cuando conté la oveja 100, salió mi novia con un babidool y me dijo “¡pasa ya estoy lista!”


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Poesía

CRÍSPULO CHÁVEZ Era un poeta por eso los limones no le dieron jugo en la calle dos direcciones sin su apellido y una novia lejana que guardó uno de sus versos el primero de los últimos y de los últimos el primero tarde de café y sol bajo cobija fiebre de miércoles y espantos a mediodía óxido en la garganta y resaca ajena pies fríos sobre la almohada manos calientes en la muchacha un sentido extraño de hacer justicia y un equívoco modo de usar monedas de su abuela la nostalgia de su madre el ímpetu de su padre los limones.

El vacío no existe en la palabra la palabra cero tiene cuatro letras la palabra soledad siete la palabra nunca cinco la palabra de sólo pronunciarla ya ha existido el verbo aún siendo irregular es una constante y los ríos, ya se ha dicho no bañan dos veces al mismo nadie la tierra gira la piel se curte y llena de lunares me convenzo el vacío no es dialéctico.


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Poesía

¡Feliz cumpleaños!

JOSÉ MILLET

Ya me costaba demasiado trabajo convivir con los Gorgonoxos. Los dinosaurios invadían la sala de mi casa, ordenaban mi mesa de trabajo y se atrevieron a escribir en mis poemas. El anillo de partículas remolineaba alrededor mío y chocaban entre sí provocando la aparición de mi rostro en el espejo. Otro Millet, con su casa y familia, idénticos, comenzaban a crearse ante los asombrados ojos de mis vecinos de Pastorita Núñez. No lo podía creer mis amigos presentes en la escena el día de mi onomástico ni mucho menos aquellos otros recién desaparecidos. Pero lo cierto es que todo se había vuelto a componer como las piezas perdidas de un rompecabezas ordenado por un niño travieso. Los códigos volvieron a ser revelados y los calendarios se cumplían con la exactitud matemática de los hechos científicamente comprobables. Un túnel hacia otro mundo igual al mundo en que he vivido me conecta al agujero en que mi cuerpo flota y deberá ser sepultado. De modo que viajo en este tren por un atajo que me lleva seguro a su destino. Atravieso el difícil pasaje y morí, sí, acabo de morir y en efecto, queridos amigos y enemigos, se los estoy contando.


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Poesía

MARIEL RIVERO DAPENA DEBILIDAD Hombre de fuerza inmadura, de envidiable soltura...carente de razón... ¿Quién la tendría en momentos de exquisita censura, con la premura de lograr fusión?

EDGAR SÁNCHEZ

Hombre distinto, seguro de sus dominios...sin un ápice de temor... ¿Quién lo tendría en momentos de instinto? sólo así sería soportable el dolor... si...para ti...funesta quimera, deseo que mueras y en ti ahogarme yo.

Yo siempre he buscado el movimiento de los días, he caminado con o sin rumbo, me he cortado y he sanado, he bailado en los bares de la ciudad, fornicado en los baños ajenos, fumado de las más frescas y secas hierbas, derrochado varios placeres de la vida, sentido temor al dolor, pero gusto al bailar con él, he sembrado café, ganja, madera, piel, bebido de los labios de la noche, en el vaivén fracasado, a veces ganado, he caminado acompañado de las calles, la lluvia, de gente sin nombre, he educado a quien nunca lo fue, he visto la mirada y la sonrisa de una representación viviente de Rayuela, de una rayuela rota y repetida que quizás represente algo o no, he profanado un regalo de palabras y promesas, he danzado con un camaleón, bebido con los duendes femeninos de la noche y cortado tu alma sin querer, sólo para luchar por nuestra vida, una vida que ya no quieres, porque no te gusta como uso y corto con mi espada todo lo que fue, está y vendrá ¡sí! lo que está y vendrá, que siempre será tuyo estés o no, para entonces decirte carpe diem y hasta mañana, sólo por hoy.


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Poesía

ARCADIA SANTANDER Innombrables Voz que crece, crispada, solapando otras voces, murmullos henchidos como velos luctuosos, salpicando todo de brillante [escoria arropa con su oscura luminiscencia cuerpos ajenos con amables [reticencias Con pasos adormilados siguen la voz única, inconfundible, que los señala. El abismo llama al abismo.

En cada espacio vacío, palabras que no se pronuncian, manos que no palpan cuerpos que no se reconocen, sombras que no se proyectan, ideas que no nacen, caminos que no se recorren, cópulas en donde no existe fuego y sobra fastidio, un cuento inacabado.


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Poesía

MARBELIA MARTÍNEZ Quiero un zamuro Quiero en mi mano una golondrina un perro un gusano para arañar el hambre de la tierra Quiero un plato una mosca un zamuro y curar la herida de una mesa Quiero ante todo escuchar la caída de una hoja seca.

Rumiante

Vuelvo Vuelvo a los rincones a maletas abandonadas con tierra a piedras oscuras a sandalias quietas Me extiendo y descubro que no tengo regreso.

Cuelga la luz su último rostro aparecen las sombras tomando los espacios la espesura comienza la luz artificial a moverse como un toro.


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edicionesmadriguera@yahoo.es edicionesmadriguera@gmail.com


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