Sigfrido Steidel Figueroa
que atañen a la determinación del objeto de la ética en general, y a la ética judicial en particular. También me interesa esbozar algunas tendencias que se observan a nivel internacional en cuanto a aspectos metodológicos, con algunas referencias al esquema que existe en Puerto Rico. Inicio la discusión con algunas precisiones conceptuales. Ética, moral y derecho La palabra griega “ethos”, originaria del concepto “ética”, significó en sus orígenes “morada”. Evolucionó hasta llegar a significar “carácter”. Por su parte, la palabra “mos”, originaria del actual concepto “moral” y proveniente del latín, significaba originalmente “costumbre”. Al igual que el vocablo griego, la palabra “mos” evolucionó hasta adquirir el significado de “carácter” o “modo de ser” (Cortina y Martínez, 2001: 21). En algún punto de su evolución semántica ambos vocablos adquirieron el significado de “hábito” o “costumbre”. Esa coincidencia histórica, quizás tuvo algún peso en el uso indistinto que ordinariamente se da a ambos conceptos.7 Ambos, sin embargo, pueden distinguirse. La “moral” ha sido concebida por un sector de la filosofía como un fenómeno cultural constituido por el conjunto de valores, creencias y actitudes convencionalmente aceptadas por un grupo humano, y que sirven de orientación de la vida en casos concretos. La ética, por su parte, se ha concebido por algunos como la reflexión de carácter filosófico sobre la moral. Se trata de una relación en la que la moral es el objeto de estudio de la ética. Ya en otro lugar (Steidel Figueroa, 2008) hemos advertido la claridad con la que Cortina y Martínez (2001: 22) distinguen ambos conceptos al expresar: [L]lamamos «moral» a ese conjunto de principios, normas y valores que cada generación transmite a la siguiente en la confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de comportarse para llevar una vida buena y justa. Y llamamos «Ética» a esa disciplina filosófica que constituye una reflexión de segundo orden sobre los problemas morales. La pregunta básica de la moral sería entonces «¿qué debemos hacer?», mientras que la cuestión central de la Ética sería más bien «¿por qué debemos?», es decir, «¿qué argumentos avalan y sostienen el código moral que estamos aceptando como guía de conducta?».
220
2008-2009