30 st. mary axe, londres-reino unido
51º30’52’’N 00º04’49’’W
Este es el primer rascacielos con un diseño altamente ecólogico que se construye en Londres, además de ser un nuevo ícono inmediatamente reconocible en el horizonte de la ciudad. La torre se levanta 41 pisos y proporciona 76.400 metros cuadrados de comodidad, incluyendo oficinas y un espacio comercial al que se llega mediante una plaza pública. Ambientalmente, su perfil reduce la incidencia del viento comparada con una torre rectilínea del tamaño similar, creando así los diferenciales de presión externos necesarios para lograr un sistema único de ventilación natural. Su exterior está formado por una piel triangulada continua. La envolvente con apoyos en diagonal permite un espacio libre y una fachada completamente esmaltada, que abren el edificio hacia las vistas de la ciudad. Los atrios creados entre los acoplamientos de cada piso forman una serie de espacios informales que tuercen en espiral subiendo por todo lo alto del edificio. Este sistema reduce la dependencia de la torre a ser climatizada con aire acondicionado y esto, junto con otras medidas de sostenibilidad, significa que se espera que el edificio utilice hasta mitad de la energía consumida por otras torres de oficinas de características similares. construcción 2001 finalización de la obra 2004 arquitectura foster and partners ubicación londres área 76,400 m2 altura 179.8 m cliente swiss re insurance company consultores gardiner & theobald - hilson moran partnership Ltd BDSP - ove arup and partners premios RIBA award 2004 - emporis skycraper award 2004 fotos niel young / foster and partners - ethel baraona
London’s first ecological tall building and an instantly recognisable addition to the city’s skyline, 30 St Mary Axe is rooted in a radical approach - technically, architecturally, socially and spatially. It rises forty-one storeys and provides 76,400 square metres of accommodation, including shopping arcade accessed from a newly created public plaza. Environmentally, its profile reduces the amount of wind deflected to the ground compared with a rectilinear tower of similar size and creates external pressure differentials that are exploited to drive a unique system of natural ventilation. Resolving walls and roof into a continuous triangulated skin, the tower’s diagonally braced structural envelope allows column-free floor space and a fully glazed facade, which opens up the building to light and views. Atria between the radiating fingers of each floor link together vertically to form a series of informal break-out spaces that spiral up the building. This system reduces the tower’s reliance on air conditioning and together with other sustainable measures, means that the building is expected to use up to half the energy consumed by air-conditioned office towers.
63