Pinatar Información

Page 3

Pinatar Información

A

veces me dan ganas de no volver a criticar nada y de dejar que las cosas sigan como están, pero al poco rato, se me pasa. Y no es que se me pase así, por las buenas, es que siempre hay alguien que me ve por la calle o me llama por teléfono para decirme que está agradecido porque he dado a conocer un problema que tenía o que está de acuerdo con lo que hemos dicho o, hay que fastidiarse, que se dice en fino, se alegra de que haya algún medio en el que se cuentan las verdades. Y para uno, que ya lleva un tiempo en esto y que ha vivido y sufrido censuras y amenazas, no hay mayor recompensa que el reconocimiento de amigos, vecinos y desconocidos. Pero aprovecho la introducción para aclarar que este periódico no está orientado exclusivamente a la crítica o a echar por tierra el trabajo de los gobernantes, ni mucho menos. Para eso se bastan y sobran ellos mismos. Nosotros simplemente informamos. Y tratamos de hacerlo desde un punto de vista crítico en algunos casos, pero honesto. Y el que quiera comprobarlo, no tiene más que apuntar en una hojita de papel el espacio que se dedica a las noticias que algunos llaman ‘negativas’ y el dedicado a las que tendríamos que llamar ‘positivas’, como inauguraciones, reuniones, celebraciones, premios y todo lo demás. Creo que no se puede hacer mejor comprobación, aunque a algunos les gustaría que la censura informativa funcionara como lo hace en los medios oficialistas. Recuerdo que había una época en la que en San Pedro no había problemas, no existían. De repente se publicaba que por fin se había asfaltado una calle que llevaba años en muy mal estado, pero nunca se podía publicar que había una calle que estaba en muy mal estado. Es decir, que las cosas se arreglaban ‘sin estar rotas’. Por cierto, aquí aprovecho para hacer mi perenne lamento, porque se ha construido el Recinto Ferial y se ha asfaltado la calle donde está el hogar del pensionista, porque desemboca

Julio 2018

Editorial

‘Mantenella y no enmendalla’ por Rafa Mellado en el recinto. Han asfaltado, reconstruido las aceras y la han dejado como los choros del oro, pero como he dicho varias veces, por mi calle no pasan las procesiones de Semana Santa, ni el carnaval, ni las carrozas, así que sigue con los mismos baches, desconchados y parches de los últimos años. Los vecinos estamos tan desesperados que estamos pensando en crear una asociación o una agrupación para inventarnos una procesión que salga o pase por allí, para ver si así nuestro ayuntamiento se digna arreglarla, pero estamos todavía indecisos sobre qué poner encima del trono. Bueno, perdonen por el inserto. Sigo a lo nuestro.

U

na vez metidos en fiestas, tengo que decir que mi opinión sobre la costumbre o tradición y obligación de disfrazarse de huertano para participar en la ofrenda, no ha servido de nada, por supuesto, ni yo lo esperaba. Los únicos que se libran, hasta ahora, del disfraz son los integrantes de la banda de música. Espero que el año que viene no les obliguen a ponerse el traje de baturro y me echen la culpa a mí, pero es así. Porque aquí, cuando interesa, se recurre a las tradiciones y cuando les da la gana, se pasan las tradiciones por el arco del triunfo. Y si no, miren el asunto de la ‘feria’ de San Pedro, tema que ya traté el año pasado, pero que cada vez es más evidente. En 1796, el rey Carlos IV dicta una Real Provisión en la que dice que San Pedro del Pinatar «el día 29 de junio y los tres días siguientes, se tendrá una feria todos los años». Se refería a la feria del ganado, origen de las fiestas patronales. Ahora, llega una comisión de festejos o un concejal o de quien haya sido la idea y dice que del 29 de junio, nada, que mejor el 30; y que cuatro días tampoco, que con dos va que se mata. Y se pasa la tradición por donde hemos

dicho antes. Otro aspecto que llama la atención es la devaluación que se viene haciendo del cargo de Reina de las Fiestas. No es que yo sea muy partidario de esa figura, pero ya que se mantiene, lo que se pide es que la doten de la más mínima dignidad. A saber: la Reina de las Fiestas es la ‘Reina de las Fiestas’, ni juvenil, ni de edad media ni nada de eso. Lo de ‘Reina Juvenil’, además de una forma de quitarle atributos a la figura, no es más que una adaptación palurda de otro pueblos. Luego están las otras figuras, la de la Reina Infantil y la de la Tercera Edad, que representan a sus respectivos colectivos y son un invento posterior, pero la Reina de las Fiestas es la que representa a todos. Ya sé que tampoco va a servir de nada y el año que viene volveremos a escuchar lo de la Reina Juvenil, pero por lo menos, que se sepa

Reina, que lo conservaba como recuerdo de su reinado. Pero claro, ahora, como no hay Reina, pues el pregonero, si cumple con su obligación, no puede más que tirar los piropos al aire y a la que le caiga, le ha caído. Aunque en sustitución de la Reina, están la alcaldesa y el concejal de Festejos, dispuestos a llevarse todas las alabanzas, piropos y aplausos que haga falta. ¿Que exagero? Pues miren ustedes, hay veces en las que es difícil distinguir quién tiene el protagonismo, y miren si no algunas fotos, como por ejemplo, la de la coronación infantil, en la que los que están delante son la alcaldesa y el concejal de Festejos y en segundo plano, las supuestas protagonistas infantiles y sus acompañantes. Yo entiendo que si los políticos suben al escenario en un acto donde ellos no son los protagonistas, deben ponerse detrás o al lado, pero aquí pasa como

crear un carril bici de la ‘señorita Pepis’ unos aparcamientos mal colocados y cuyo uso entorpece más que ayuda y un trazado de calles que no hay ‘tom-tom’ que lo resista. No hace mucho, paró un señor su coche para a preguntar a una pareja que estaba delante de mí, cómo se llegaba a no sé qué sitio. El caso es que se había pasado y tenía que volver hacia el molino. Bueno, pues la pareja se desesperaba intentando dar indicaciones y cada cosa que decía él ella le contradecía «No, esa es prohibida, tiene que ser por la otra». Los coches que venían detrás, empezaron a pitarle y el señor decidió aparcar para seguir las explicaciones. Le llevó lo suyo, pero al final lo consiguió. No oí el resto de las explicaciones, pero vi que el señor cerraba el coche y se iba andando, y yo pensé: Este va a poner un anuncio en el periódico de “Se vende coche bien aparcado en Villananitos”, porque eso es un valor añadido. El caso es que todos los augurios que se hicieron con respecto a los problemas que se iban a producir, se están cumpliendo,

Aunque se demuestre que la playa está mejor sin el Floridablanca, verán como se empeñan en reconstruir el balneario otra vez que hay quienes entienden el funcionamiento y el protocolo de las verdaderas costumbres y tradiciones.

P

or cierto, que aquí viene otra. Ahora les ha dado por poner el carro por delante de los caballos y en lugar de esperar a la elección de la Reina de las Fiestas para programar el pregón, no, primero el pregón y ya elegiremos a la Reina cuando venga bien. Parece una tontería, pero precisamente el título de este acto era ‘Pregón y Exaltación de la Reina de las Fiestas’, donde el pregonero se dirigía a la Reina, como máxima figura de las Fiestas. Y al final del acto, el pregonero, después de proclamar las fiestas y exaltar la figura de la Reina como representante de la mujer pinatarense, enrollaba el pregón y se lo entregaba a la

aquel que en el bautizo quiere ser el niño, en la boda quiere ser el novio y en el entierro quiere ser el muerto. Y repito que de poco va a servir el decir esto.

I

ncluso creo que contar estas cosas es contraproducente y lo único que ocurre es que ellos se reunen en corro y se dan la razón de unos a otros, con lo que volvemos al caso omiso que se hace de algunas sugerencias que se hacen. Es lo que se denomina ‘terquedad’ y en Las Mocedades del Mío Cid, Guillen de Castro lo definía con la expresión ‘mantenella y no enmendalla’, es decir mantener y no corregir, aunque se dé cuenta de su error. Es lo que sucede en muchos casos, como el del nuevo diseño de los viales de la zona de Villananitos, donde se ha hecho un ‘quiero y no puedo’ a base de

incluso ya ha habido un accidente con un herido de considerable gravedad, pero como ellos lo pensaron y decidieron hacerlo así, pues así se quedará. Es como lo del balneario Floridablanca, que aunque se vea, se aprecie y se compruebe que la playa está mejor así, sin esa construcción (bastante fea, por cierto), al final harán todo lo posible para que se construya otro mamotreto y se le conceda la explotación del restaurante a algún amiguete. Y buscarán informes, estudios y documentos que justifiquen el hecho de querer sacar la cabeza por donde la han metido. Y no les quepa la menor duda de que entonces se acordarán de las tradiciones, los edificios singulares y la imagen turística, porque para eso sí que estarán dispuestos a aferrarse a la historia y las costumbres.

3


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.