El Minotauro Episodios de la verde rufianería

estas fechas, este comentario no busca zaherir a persona alguna, ni mucho menos burlarse de ella o, en este caso, de ellas. Se trata sólo de solicitarles a Laura Fernández, la exalcaldesa de Puerto Morelos, y a Juan Carrillo, exedil de Isla Mujeres, que se hagan cargo de la ruina en que dejaron ambos Municipios. No es cándida la petición pues, muy en el fondo, en las honduras de ambos, creo que saben que hicieron mal y que el dinero negro ensucia y ellos, de seguro, buscan tener una buena imagen. Un gesto de honradez suya le quitaría base a los rumores que dicen que mercaron las diputaciones federales de que hoy gozan sólo para cubrirse con el relativo fuero que estas les dan. Creo que a la Laura Fernández le duele la situación que sufre Blanca Merari, la nueva edil porteña quien, con las arcas municipales vacías, debe enfrentar pasivos inmediatos por 160 millones de pesos, sin contar con dos créditos a 20 años que suman mil 200 millones de pesos, con cuotas de 60 millones al mes, y sin incluir deudas menores con proveedores; sólo lo grueso. Por estas congojas es que a la señora Merari, pupila de Laura Fernández, se le ocurrió -se anota en la minuta de la quinta sesión del cabildo- incluir una propuesta para endeudar más a la alcaldía ahora por 24 millones de pesos. La propuesta no prosperó porque no supo explicar a los regidores en qué se usaría el crédito. Es que, sabe usted, es el primer cargo público que tiene. Juan Carrillo, a su vez, es el más proclive a aceptar sus yerros y no por las órdenes de arresto en su contra, no, sino por su honradez, y el que Atenea Gómez, la nueva edil de Isla Mujeres, prepare más denuncias en su contra por robo, no debe inquietarle, que su virtud lo defiende. Arriaron hasta con el papel sanitario, dicen los isleños, pero eso ha de ser una mera falsedad… Así, con el aroma decembrino por doquier, creo que los exediles recapacitarán y se harán cargo de la quiebra en que se hallan las alcaldías por las que pasaron. Como no dijo Scrooge, el célebre personaje de “Cuento de Navidad” de Dickens: el “Niño Verde”, su patrón, no es para siempre. Confío en que les duela la pobreza a la que condenaron a esos dos municipios. Viene Navidad.

sentó en Chetumal la película Benedetta, antes de su estreno comercial en 2022. Esta primicia internacional la disfrutó una centena de cinéfilos, en la sala 7 de Cinépolis, gracias al impresionante trabajo de Árbol Rojo, asociación que encabeza el chetumaleño Alejandro Silveira. La cinta es de Paul Verhoeven, director de grandes éxitos como RoboCop, Bajos instintos y

Elle, entre otros. En 2021, su estreno mundial fue en los emblemáticos festivales de Cannes, Nueva

York y San Sebastián, en donde ha recibido buena crítica, que la convertirán en uno de los principales estrenos de 2022. Es una de las 16 películas que Árbol Rojo presentó en 2021 en diversas ciudades del país, en especial en el sureste y Quintana Roo.

La historia sucede en el siglo XVI-XVII, en Italia, justo en la etapa del Renacimiento, ese eslabón de cien años, entre la edad media y la edad moderna. Justamente habla de la decadencia moral de la iglesia y de su estructura de Estado. La cinta puede ubicarse en el género lésbico gay, con pátina de drama, fábula, surrealismo, humor sardónico, rabia, comedia negra, en donde se desnudan las miserias de un clero corrupto y una sociedad con profundos prejuicios religiosos, con temor a dios y a la autoridad clerical.

Se basa en la novela histórica “Actos inmorales. La vida de una lesbiana en el Renacimiento italiano. (Estudios en la historia de la sexualidad), de la autora Judith C. Brown. Benedetta fue un personaje real y el gran director holandés nos la dibuja en sus contrastes y contradicciones; de mente manipuladora, usando las mismas técnicas de la iglesia.

El ambiente de la cinta es de contenido sexual explícito y sátira social. Excesos, escatología, subversión e irreverencia, todo ello manejado de manera magistral por la visión artística del experimentado cineasta que acaba de cumplir 83 años de edad y ha recibido nueve nominaciones al Óscar. Con la actuación de Virginie Efira, Benedetta, desde muy joven comenzó a tener visiones religiosas-eróticas, tuvo una vida perturbada y perturbadora para su entorno familiar y social, que transcurrió en su casi totalidad dentro del Convento de Pescia, en la Toscana italiana, donde falleció a los 77 años de edad. Es una película imperdible, que valdrá la pena disfrutar cuando se empiece a programar en el cine comercial, a partir de febrero de 2022. El espectador se enfrenta a emociones encontradas, sin dejar espacio a la insensibilidad; es una película que mueve y conmueve; que será recordada como una de las mejores del año.Muchas gracias a Árbol Rojo, por tan espléndido regalo de fin de año, que refrenda el alto nivel de trabajo del pequeño gran equipo, conformado por 52 profesionistas, jóvenes en su mayoría, ubicados en diversas ciudades del país, quienes hacen posible que en Chetumal tengamos primicias de este calibre.

Un reconocimiento especial a su líder, Alejandro Silveira, que en los casi cinco años de Árbol Rojo, nos refrenda su talento, liderazgo y capacidad para generar alianzas y patrocinios, que le permiten jugar en las grandes ligas de las alfombras rojas del mundo. Vea la película, para que usted tenga la última palabra.