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FAST Fashion:

Por: Emiliano Genovéz @emilianogenovez

El lado oscuro de la moda

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Definitivamente soy un comprador rehabilitado, y tal vez también lo seas. No hace mucho me la pasaba comprando en Zara o H&M, buscando las tendencias de la temporada y así llenar un poco más mi closet. Y es que de alguna forma u otra el fast fashión aparenta ser la solución para seguir el ritmo de la moda. En las últimas décadas, la característica de la industria de la moda ha sido promover el consumo de lo que ahora llamamos moda rápida, es decir, la producción en masa continua de ropa a bajo costo, llegando a punto en donde cada año se producen 62 millones de toneladas de ropa. Para implementar este modelo rápido, las empresas han adoptado (y continúa haciéndolo) el desarrollo de diferentes agentes que participan en la cadena productiva. En países como China, Camboya y Bangladesh, las condiciones laborales son terribles, los salarios son insignificantes y las horas de trabajo no están restringidas, y además de ignorar los aspectos sociales y laborales de los trabajadores, el impacto medioambiental de la ropa low cost, la convierte en uno de los peores enemigos del planeta. Esta industria es una de las más contaminantes del mundo, por ejemplo, es responsable del 20% de los residuos tóxicos vertidos al agua. De los 62 millones de toneladas de prendas que se producen cada año, 3/5 del 50% finalmente se depositan en vertederos o se incineran. Y la mayoría de estos desechos no son biodegradables, porque más del 60% de las prendas producidas están hechas de materiales sintéticos, que pueden tardar siglos en descomponerse. ¿Cómo remodelas una industria cuya naturaleza es cuestionable? En tales circunstancias, se han generado nuevas alternativas para un consumo más responsable y respetuoso con el medio ambiente, y las compras de segunda mano se han vuelto verdaderamente revolucionarias. Dejar de comprar no es una solución completa, pero comprar cada vez menos sí. Al dar una segunda oportunidad a una prenda evitas que ésta termine en la basura y, por ende, en nuestros campos. Es una forma de alargar su ciclo de uso, reutilizar y reciclar, disminuyendo los altos índices de contaminación que enfrentamos y las consecuencias negativas que esto trae para el medio ambiente. Dado que la industria del retail sigue siendo una parte importante del mercado y no han tomado muchas medidas, hasta ahora no ha habido muchos cambios. Sin embargo, las marcas de moda especialmente pequeñas y medianas quieren anteponer la producción ética y el uso de materiales naturales, lo cual es esperanzador. Frente a la moda rápida, el slow fashion es una buena opción. La principal característica de la confección lenta es producir ropa de alta calidad, apoyando la fabricación manual y sostenible.

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