EXPOSICIÓN SIETE MARAVILLAS A LO FLAMENCO EN 2007

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MÁLAGA EN FLAMENCO ´07

Siete Maravillas a lo flamenco en 2007 SIETE FOTÓGRAFOS ANDALUCES NOS MUESTRAN LO OCURRIDO EN SUS ESCENARIOS NATURALES, POR LOS SIETE CONCIERTOS DE LA BIENAL. del 6 al 30 de noviembre centro cultural provincial de la diputación de málaga



Siete Maravillas a lo flamenco en 2007

del 6 al 30 de noviembre centro cultural provincial de la diputación de málaga. calle ollerías. málaga horario: de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas



El gesto, la palabra y el monumento


Para jamás olvidarlos en sus inverosímiles requiebros, algarabías y lamentos de voz, durante y antes de afrontar al respetable, en la intimidad del momento previo, en la celebración del autógrafo postrero; para perpetuarlos en los momentos exacerbados de sus cuerpos, en escorzos de arte y sus ecos fundiéndose con la roca, el agua o los arbóles, o al abrigo del ladrillo milenario, pendidos del aire sus ayes y los vuelos de sus manos, aunque se escaparan para no ser nunca jamás, aquí se pueden ver, ahora en una secuencia reducida de la magia que provocaron en una selección de fotografías magistrales y de textos evocadores de aquellos momentos, siete encuentros del silencio monumental con la palabra y el gesto del hombre. Con el repiqueteo armónico y trepidante de sus guitarras, la creación del artesano del aire, apoderándose de los espacios mayúsculos donde sonó el flamenco en funciones únicas, irrepetibles en su propuesta, inabordables en su emoción. Violando la paz monástica de La Colegiata, con el fluir poético de Muñoz Rojas en la almibarada garganta de Miguel Poveda, susurrando su cante para reblandecer el ánimo de sus columnas imponentes casi dispuestas ya al final para arrancarse en baile. Aquí están las imágenes que han atrapado el virtuoso sentir del movimiento trascendentalmente evocador de esencias, insurrecto, libérrimo, vibrante, veloz, de la bailaora Rocío Molina sugiriendo más figuras posibles a un bosque de mil formas, petreo como el Torcal al compás primitivo, del romance antiguo, al pelo y a pelo. Cayendo las saetas como una lluvia de clavos de dolor en las voces de la Semana Santa andaluza, por sus músicas, Por los Siete Dolores del que se presiente, ausente. Sintiendo la emoción de la imaginiería y el imaginario de la Pasión naturalmente en su torrente de arte, plástico y sonoro en un octaedro teatral, en la Plaza Ochavada de Archidona, un enorme patio andaluz afrancesado único, ejercicio de arquitectura sublime de maestros alarifes. Del duende escondido de la Cueva que resurge y se manifiesta en el agua, el tiempo, el espacio y la piedra en las manos que frotan la lámpara mágica en forma de guitarra de Gerardo Núñez, para dejarla encantada eternamente, con sus ecos todavía reverberando por los rincones más desconocidos del vientre de la tierra. Allá donde el viento se arremolina para jugar con los eucaliptos y los pinos a la misma orilla del pantano del Guadalhorce junto a la Casa del Ingeniero, palacete en mitad del Párnaso interior de Málaga,


colgada del aire junto a la presa, y donde brotaron fértiles y melodiosos los versos del poeta Manuel Alcántara en la voz de Mayte Martín. Aquí también están atrapadas las imágenes de todo aquello que ya ha pasado, y ya es eterno. Ronda, en su plató más impresionante, La Maestranza Rondeña, testigo de tantas tardes de gloria, como protagonista de otra tarde de arte para la posteridad. Una pléyade de maravillosos artistas, una antología de pasado y futuro perfecta, reunidos en su circular ruedo, y en sus tendidos, para dejar sus cantes caer sobre El Tajo y honrar la memoria de Antonio el bailaor. Y la memoria flamenca de Málaga en la presencia de una treintena de artistas en el gran teatro de la ciudad, El Teatro Cervantes, un espectáculo que clausuró la bienal y nos refrescó en un río caudaloso de recuerdos, de esencias que todavía quedan, de conmemoración de lo que hace sólo unas décadas era este arte, de anécdotas mil, en Memoriales. Y aquí y ahora estas instantáneas quedan para que nunca jamás los olvidemos y se queden aunque sea silenciosamente entre nosotros.


Siete Maravillas MÁLAGA EN FLAMENCO ´07

* (1)

el torcal y la colegiata de santa maría, en antequera; la plaza ochavada de archidona, la cueva de nerja, el pantano del guadalhorce en ardales, la plaza de toros de ronda y el teatro cervantes han sido escenario de programas adecuados a los espacios, a su imagen y a su historia. así, de esta manera:

1. por los caminos que van la voz del cante dice a muñoz rojas miguel poveda - juan carlos romero - fernando garcía rimada colegiata de santa maría. antequera. 7 de septiembre. 23.00 horas fotografía: josé luis roca textos: txema martín 2. por los siete dolores ritual de saetas y otras músicas de la semana santa en andalucía antonio de canillas - gloria de málaga - embajá del ángel de archidona - escuela de saetas de marchena - incensarios de loja plaza ochavada. archidona. 8 de septiembre. 20.30 horas fotografía: javier barbancho textos: david leo garcía 3. agua espacio tiempo y piedra de cómo una guitarra suena y crea en el embrujo del agua el tiempo el espacio y la piedra gerardo núñez, trío cueva de nerja. nerja. 9 de septiembre. 13.00 horas fotografía: cristina quicler textos: camilo de ory


4. cuando llega la noche la voz del cante dice a manuel alcántara mayte martín casa del ingeniero del pantano del guadalhorce. ardales. 10 de septiembre. 20.30 horas fotografía: francisco bonilla textos: maría eloy garcía 5. a las seis y siete en punto de la tarde el recuerdo de antonio aglutina la magia de un atardecer hondo y redondo, circular manolete - javier barón - isabel bayón - rafael campallo - rocío molina - chano lobato - carmen linares - calixto sánchez - el pele - bonela hijo - manolo franco - jorge pardo - gaspar rodríguez - nicasio moreno - kiti mánver - juanma lara - juan josé amador - miguel ortega - felipe maya - manuel silveria - juan diego - javier patino - juan campallo - basilio garcía plaza de toros. ronda. 15 de septiembre. 18.07 horas fotografía: rafael marchante textos: josé antonio padilla 6. por el decir de la gente ejercicio de baile con cantes sin guitarra entre las rocas rocío molina - david lago - el falo - la tremendita el torcal. antequera. 24 de septiembre. 17.00 horas* (2) fotografía: marcelo del pozo textos: nicolás ramos 7. memoriales evocación de memoria en vida por sus protagonistas, los mayores Antonio de Canillas - Gonzalo Rojo - Alfredo Arrebola - Curro Román - Antonio de Tolox - Martín Perea - Antonio Fuentes Barquerito de Fuengirola - Antonio de Tolox - Quequé de Málaga - Carmen la Terremoto - Loli París - Pepito Vargas - Manolo Santos - La Cañeta - Niño Bonela - Paco Maroto - El Niño de la Alegría - Antonio el Malagueño - Paco Jurado - Paco de Teba Enrique Castillo - Pepe de Campillos - La Tembleca - La Gallina - Carnicerito - Carrete - El Tiriri - cándido de Málaga - Morenito de Córdoba - Juaneque - Pepe Sánchez - Chiquilín - Gloria Vargas - Panda Raíces de Almogía teatro cervantes. málaga. 30 de septiembre. 20.00 horas fotografía: garcía vivas textos: francis marmol

(1) *El espectáculo Entre dos luces, incluído en el ciclo Siete Maravillas de la bienal Málaga en Flamenco no pudo realizarse en el Castillo de Sohail por cuestiones metereológicas -se realizó en el Teatro Municipal de Mijas- por lo que se incluye en esta exposición el espectáculo Memoriales, del ciclo Son de Málaga que clausuró el festival en el Teatro Cervantes de Málaga con un homenaje a la generación de veteranos artistas malagueños. (2) *Grabación para televisión


Los Fot贸grafos


josé luis roca en la actualidad trabaja para la agencia france press en cádiz, málaga y granada javier barbancho en la actualidad trabaja para la agencia Reuters en Córdoba, Jaén y Sevilla cristina quicler en la actualidad trabaja para la agencia France Press en Andalucía occidental francisco bonilla en la actualida trabaja para la agencia Reuters en Almería rafael marchante en la actualidad trabaja para la agencia reuters en marruecos marcelo del pozo en la actualidad trabaja para la agencia reuters en andalucía garcía vivas en la actualidad trabaja para la agencia reuters en andalucía oriental


Los Escritores


txema martín Comenzó su andadura creativa en el campo del videoarte y la imagen, con obras expuestas en festivales, galerías y ferias de Arte. Posteriormente, movido por su interés por la gestión cultural fue cofundador del grupo Neoateneo, programando actividades en torno al cine, la literatura o la música, principalmente. Aunque inédito como poeta, es colaborador habitual en diversos medios escritos y ha sido invitado como participante en recitales y seminarios sobre literatura, realizando lecturas sobre autores apócrifos. david leo garcía Actualmente estudia Segundo de Filología Hispánica en la Universidad de Málaga, y goza de una beca en la Fundación Antonio Gala de Córdoba. Ha publicado el libro Urbi et orbi (2006, Premio Hiperión) y el cuaderno Demanda de sol (2007). Asimismo ha obtenido los premios Noctiluca (2005) y Málaga-Crea (2006) y colaborado en diversas publicaciones. maría eloy garcía Licenciada en Geografía e Historia. Ha publicado poemas en algunas plaquettes (cuadernillo número 13 de la serie Hojas de Poe, Málaga,1996 y Diseños experimentales, número 2 de la colección Monosabio, Málaga, 1997) y en las revistas La Corná, Sonus 13 y Litoral. Ha sido incluida en las antologías Feroces, DVD, Barcelona 1998 y Frasco de anfetas, Córdoba, 1998. Obtuvo el primer premio de poesía Ateneo-Universidad de Málaga en 1998 y el Premio Carmen Conde 2001. Ha publicado los poemarios Metafísica del trapo y Cuánto dura cuanto. josé antonio padilla Licenciado en Filología Hispánica. Premio Ateneo de Periodismo; Premio Salamanca, Universidad de Málaga, y Ayuntamiento de Málaga de Poesía. Miembro del Consejo de Redacción de las revistas ‘Robador de Europa’ y ‘El Maquinista de la Generación’. Muchos de sus poemas están recogidos en diversas antologías. Ha publicado el libro de aforismos Colección de olas (Puerta del Mar. Diputación de Málaga) y el poemario Noches Áticas (EDA Libros).


nicolás ramos Ha publicado los siguientes libros de poesía: Azulada sal (1995), Transparente celosía (1999), Mare (2000), Ahora que nadie nos ve (2004), y la antología poética que reúne los poemas inéditos de La Luna en el tejado. Brevedad, forma que suena a tradición renovada, versificación dúctil, palabra común repristinada, metáforas nunca excesivas, claridad sobre todo, pulcritud, son rasgos principales de su escritura. francis marmol Es actualmente responsable de prensa de la bienal Málaga en Flamenco. Ha trabajado como redactor para los diarios el Correo de Málaga, Marca, Diario Jaén, La Opinión de Málaga, Diario de Andalucía, Europa Press y Fuengirola Información. También ha realizado colaboraciones con la cadena SER y el periódico El Mundo, con una serie de reportajes sobre flamenco incluidos en el suplemento cultural de Málaga, Paraíso.


Los Espacios


1 real colegiata de santa maría la mayor de antequera Paradigmática construcción del primer estilo renacentista y de reminiscencias góticas tardías. Su construcción corresponde a la primera mitad del siglo XIV, la grandiosidad de su fachada se suma a la gran riqueza monumental de la Ciudad de El Torcal. El interior está salpicado de columnas jónicas que lo dividen en tres naves, pese a lo que pudiera pensarse, no alberga elementos ornamentales ni retablos, pues no se dedica al culto, si no a acoger conciertos y actividades culturales. Enclavada en el casco urbano de la ciudad está muy cerca de otros de los muchos monumentos que adornan la ciudad milenaria de Antequera. 2 plaza ochavada de archidona La historia se arremolina en las ocho esquinas de esta singularísima plaza de Archidona, de la comarca nororiental de Málaga, para exhibirse como un paradigmático ejemplo de arquitectura afrancesada, culta y cortesana, del siglo XVIII ofreciendo igualmente reminiscencias de lo andaluz, en lo decorativo. La misma plaza alberga una iglesia rupestre del siglo X, mozárabe, y que está totalmente excavada en la roca. Su buen estado de conservación permite admirar su cabecera tripartita, el crucero y las naves, características de este tipo de construcciones. En el siglo XVII a principios del XX sería Posada Real. Con su gracioso reloj presidiéndola, hoy día, merece un paseo soleado en cualquier época del año, abastece de tranquilidad y sosiego al lugareño y se impregna de colores, olores, bullicio, campanilleros y saetas cuando llega Semana Santa. 3 cueva de nerja La Cueva de Nerja responde al nombre del secreto mejor guardado de la orografía de la Costa del Sol Oriental. Descubierta por cinco jóvenes de Maro en 1959, aunque habitada en la Prehistoria, las fabulosas entrañas de este Monumento Nacional tienen una edad aproximada de 250.000 años. Entre sus muchos atractivos cuenta con la Sala del Cataclismo donde puede verse la columna natural más grande del mundo de 50 metros de altura. Entre este bosque de piedra y agua también se encuentran muestras de arte rupestre y desde hace muchos años la Sala de la Cascada se adecua como auditorio para conciertos de música y baile.


4 casa del ingeniero del embalse conde del guadalhorce Enclavado en el término municipal de Ardales, La Casa del Ingeniero o Casa del Conde de Guadalhorce se encuentra junto al embalse del mismo nombre. Esta obra de ingeniería civil fue llevada a cabo por Rafael Benjumea, al cual fue otorgado el título de Conde de Guadalhorce de mano del Rey Alfonso XIII. Con un embarcadero propio, rodeado por la vegetación del Parque Natural que se extiende por la comarca, este palacete resulta un lugar envidiable para disfrutar de la tranquilidad en plena naturaleza. No muy lejos se puede disfrutar de las impresionantes gargantas que ofrece el Desfiladero de los Gaitanes, donde también se encuentra el Caminito del Rey, pasarela colgada sobre los mismos. Su propia ubicación y el gusto aburguesado-señorial de esta construcción es ya un maravilloso atractivo para su visita. 5 plaza de toros de ronda Rotundo y hermoso ruedo de piedra asomado al Tajo de la historia romántica de Ronda. Testigo de grandes episodios taurinos e históricos de la montaraz y flamenca capital de la Serranía. Es una de las plazas de toros más antiguas del mundo, data de 1785. Su fisonomía interna la conforman 136 columnas de piedra que sostienen 68 arcos, cuenta además con un bello artesonado en madera bajo techumbre a dos aguas, de corte arabesco. Su primitivo diseño neoclásico corresponde al arquitecto José Martín Aldehuela, el mismo que le puso puente al Tajo. Entre sus peculiaridades se encuentra que posee el ruedo más grande de cuantos existen en España, el Palco Presidencial sobre la salida de Toriles además de una bella portada de cantería. 6 el torcal de antequera El bosque de rocas de El Torcal está catalogado como uno de los paisajes geológicos más singulares de Europa y fue declarado Paraje Natural en 1978, siendo uno de los ecosistemas del Sur de Europa menos alterado, formado ya en el periodo Jurásico. Con 20 kilómetros cuadrados de extensión, entre sus inverosímiles formas rocosas, también alberga una rica vegetación autóctona así como entre la fauna es posible encontrarse con buitres leonados, cabras montesas, tejones, lirones o comadrejas.


7. teatro miguel de cervantes de málaga Antiguamente llamado el Teatro de la Libertad, es el gran teatro de Málaga. Su reconstrucción se llevó a cabo en 1870 por Gerardo Cuervo y los pintores Muñoz Degrain y Bernardo Ferrándiz, autor del maravilloso lienzo alegórico de la ciudad que puede contemplarse en su techo. Se suma como Monumento Histórico Artístico al centro histórico de la ciudad. Posee un aforo de 900 localidades dispuestas en un patio de butacas y palcos. Tiene una acústica notable y un escenario polivalente y amplio para dar cabida a espectáculos de gran formato.


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Por los caminos que van fotografía: JOSÉ LUIS ROCA textos: TXEMA MARTÍN



Copla para la batalla El coraz贸n es una guerra que no empieza nunca o que termina con un disparo que muerde la garganta. No eres de este mundo y sin embargo todo es tan dif铆cil como querer amarte. Y es mucho peor tenerte que desearte.


Hoy has chillado:

Quiero (de)tener(te). Ha sido un quiebro, un quejido.

En este camino has encontrado un velo que difumina tus columnas. Toda la noche tejiendo -los demás- para taparte. La piedra estaba tan velada como una identidad. Un secreto: hay un grito, por la noche, que puede traer un poco de verdad a este mundo en calma: el himno aparece de tu b o c a el camino es una espiral donde se enredan las b o m b a s la montaña es el blanco de un disparo p e r d i d o la palabra es un juego y no le debemos n a d a

Ahora

Mira la palabra. Toca el ruido de estar solo. La guerra es un corazón que no termina nunca, o que empieza en una garganta que se ha tragado la bala. Nada es sin embargo tan fácil como amarte. Tenerte es mucho mejor que desearte.



Fandango del instante

Antes de lo Que Era el Pasado pesa en mi memoria y todas las imágenes son un relámpago de lugares. El fluido ha nacido en un ojo la mujer entre sus piernas estás sentado sin mirarme y no tienes más descanso que el despertar. La voz aparece roja y fuerte chocando contra el oído la luz entra en la cámara el crujido rompe la palabra cuando no cabía la interrupción. Un pañuelo huele a cajón de madre en un pueblo. Hacia arriba hay que correr muy deprisa mucho más porque llegamos tarde y no hay tiempo que pueda perdernos en este camino. Has sentido que estabas dentro de ti te has mirado incluso te ha gustado lo que has visto y has querido quedarte dentro Otra Vez valiente. Por la mañana vimos que el sol se acercaba nuestra sombra era cada vez más pequeña a mediodía nos había devorado para siempre y nos convertimos en humo caliente.


Verdiales

No hay tiempo de morir si no he encontrado un camino no hay tiempo de morir maldito sea este destino cuando no te vaya a impedir que te acerques al olvido. No me preguntes la hora eso serĂ­a lo mejor no me preguntes la hora que esta vez te digo yo que no tenemos demora ni tampoco tengo reloj. Por culpa de la humedad me has dejado tirado Por culpa de la humedad.


Como un pez me he ahogado en un mar de vulgaridad y en espejismo salado. Si vuelvo a verte esta noche no sé cómo voy a actuar si vuelvo a verte esta noche. Me vas a volver a negar lo que le das con derroche a quien no te quiere amar. Pronto estarás tan solo que ni siquiera te tendrás; pronto estarás muy solo. No me vayas a llamar porque puede que mi respuesta te sirva para odiarme más.


Alegría del empate

Si perdermos no pasa nada si perdemos. Sólo va a pasar el tiempo si perdemos algo parecido a un acontecimiento es mucho más valioso que cualquier derrota.

Puede ser que ganemos que todo sea posible porque lo hemos ganado nos pertenece lo demás y por fin una victoria manchará durante un tiempo nuestros ojos.

Hemos empatado: (tu) poesía contra (mi) flamenco





fotografía: javier barbancho textos: david leo garcía

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El cielo invertebrado nos protege sin saber, sin haberlo decidido. Entre el sueño de ayer y el de mañana logramos equilibrio: están cantando. Canta la niña su inocencia doble de creer y de ver eso que canta, las coplas de la noche horizontal copiando turbia a ras de muerte al único

Por los siete dolores rey de los cielos, suyo dios, señor de majestad, auxilio solitario, campana que despierta a su vacío sonándose, sonando, siendo ella. Espectador, actúa, que esa niña viene a cantarte donde todo existe, reverso de un reverso evaporándose.



Renquea el ordenador portátil donde recuerdo, donde investigo ciego una pantalla apagada, junto las letras hasta que nada significan. Estuve en archidona, viví una tarde, unos cantaban por los siete dolores de la virgen. Escribí en el incienso un sermón sin vocales. Huía el humo como halcón que palpita en el cielo tras habernos devorado los ojos.


Junto a nosotros, unos alzan lo único de la tierra que aún no tiene imagen, tan sólo el trono al que despojan de ella. El frío nos registra en la memoria una ambición caliente que nosotros no pensamos: acaba de inventársela. Nadie nos ha incitado a pensar nada. Nadie nos ha obligado a creer nada. Nadie nos ha forzado a vivir nada. Miramos porque sí. Allí en el cielo sobre el cielo una imagen sin su trono.



Recinto del fracaso, la plaza nos atrapa, vibra por nosotros, inventa unas escrituras que fluyen, que prometen que larga y trabajosa es la existencia, y no hay remedio cuando llega el fin. Que ya gocemos, ya no gocemos, pasamos como el río. Que no querrás confiar en mí, tras un olor a energía nuclear. Que es amargo naufragar en mar dulce. Todos los envoltorios de algún discurso vuelan, planean como aves que nos miran, buscando en nosotros a su víctima próxima. Tienen que ser crueles para sobrevivir. Recibe el cáliz blando en alianza, este vaso de plástico es mi vida. Sólo aquarius me fluye por las venas. La imagen en que creo es esa niña que en nada cree, sólo en el espanto, que confunde la flecha con el canto, y al verano en descenso le anuda un viernesanto, liturgia diluida en el incienso.


Depredador continúo. Dentro de mí, donde siempre es de noche. Gusta la música del pájaro, que tampoco coincidía con la que él imaginaba, en su mente de pluma, en su hábito de vuelo.



Velocidad a oscuras, lo que pienso me estrella contra aquello que sucede, el perfil del oboe, el entusiasmo, el cielo amargo y cóncavo cual cáliz, la música que salva mientras suena. También mueren los pájaros, en el segundo eterno de no saber morir. Como un dios que se mira en la corriente, como un dios que se humilla y a dios reza, el hombre a sí se busca, o a una parte de sí, se ve, camina a un pedestal para morir en él, para cumplirse, lógica fiel que avanza y que no entiende más lógica que aquella a quien da nombre, hijo de dios, el hombre es dios, su dios es órgano del hombre, miembro exacto, descorazonador bombear la sangre. Aunque sea la sombra de un contorno,


oscuro tribunal, mírame de otra forma, protesto por hablar, que fui feliz, tan amable la carne visitada, no toqué el sol y sí su cercanía. Acabo en la mitad. Una existencia pide que no le roben su intemperie, su soporte, su océano de esfuerzo. El vértigo que baila en los oídos comienza en acabarse. Lo imagina, lo sabe el pez que vuelve muerto al mar. Lo que impulsa a un ser aún no nacido a bautizar un poema que nunca existirá con el título “Réquiem por el vacío”, pensando que morirá después que él, mientras el texto se apaga en una pantalla sonámbula de ordenador bloqueándose.




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Agua Espacio Tiempo y Piedra fotografĂ­a: cristina quicler textos: camilo de ory



Bajamos las escaleras de la Cueva de Nerja como el que baja las de una de los miles de cuevas flamencas que antes abundaban más que ahora a lo largo y ancho de nuestra folclórica geografía. La única diferencia es que en los tugurios flamencos de siempre el humo del tabaco negro se podía cortar con uno cualquiera de los cuchillos que esperaban su turno de pelea en los bolsillos de la concurrencia y el vino corría como la sangre por el lomo de un toro que acaba de recibir su tercer par de banderillas y aquí no te dejan fumar ni entrar con botellas. El escenario está dispuesto y el público aguarda el inicio del concierto quieto y callado como un niño bueno en las gradas. Es fácil sumar dos y dos y sacar conclusiones acerca de la mestiza naturaleza del recital que nos espera: incluso un profano como yo se da cuenta de que la silla de esparto en que se va a sentar Gerardo Núñez simboliza la tradición, el sonoro amplificador de bajo que preside la tarima es el orgulloso representante de la modernidad y los ancianos guiris con chanclas y bermudas que hay entre el público encarnan el espíritu cosmopolita del Festival y de la provincia. Estos plácidos extranjeros, por cierto, tenían todas las papeletas para terminar en un sospechoso tablado para turistas pagando un dineral por degustar un plato de paletilla reseca mientras asisten a la protocolaria actuación de algún tercerón de la escena local, pero el Hado se ha cruzado en sus caminos y los ha traído hasta aquí, lugar en el que si el añoso corazón no les falla y Morfeo no les ordena descabezar una reparadora e inoportuna siesta gozarán de una o dos horas del mejor flamenco y disfrutarán del raro cosquilleo del duende en sus estómagos acostumbrados a desayunos ingleses y plum-cake. (El duende. El duende se podría esconder sin ningún problema entre los múltiples y prehistóricos recovecos de la cueva y esperar ahí su oportunidad para robarle la cartera a los guiris al descuido. Cuando me hablan del duende tiendo a pensar en un enano vestido de verde que trama maldades dentro de su casita de champi-

ñón gigante, una estampa que podrá ser todo lo evocadora que ustedes quieran pero que a mí no me parece demasiado flamenca, por más que me esfuerce en imaginar al duende equipado con patillas de bandolero y una cadena de oro con la efigie del Camarón colgada del breve cuello.) Una voz megafónica —tal vez la del duende— avisa de que va a dar comienzo el espectáculo y recuerda a los presentes en un tono que a mí se me hace amenazador que han de apagar sus teléfonos móviles y abstenerse de retratar a los artistas. Gerardo Núñez pisa las tablas entre aplausos y nos regala una magnífica pieza de apertura en solitario que es correspondida con la cerrada ovación de rigor. Tras la introducción saltan a la arena los otros dos integrantes de su trío, Ángel Cepillo, un extraordinario percusionista con todas las dotes de comediante que anticipa su apellido y Pablo Martín, un joven as del contrabajo que exhibe una luenga cabellera azabache y luce una evidente y complementaria planta de estrella de rock. Gerardo saluda cordial a los numerosos amigos y conocidos presentes y se queja con educación de la humedad, que afecta a los huesos de la guitarra como a los de un artrítico y provoca que ésta se desafine. Desafinadas o no, a partir de ese momento las notas se suceden de manera inexplicable y llenan el aire de música y de magia y lo que se oye es un milagro fugaz e irrepetible pero tan asombroso como el que ha esculpido con el lento devenir de los siglos el millón de verticales estalactitas de la cueva. O eso le perece a uno, que sobre flamenco ha leído lo justo como para saber que los buenos cantaores hablan con faltas de ortografía y que no distinguiría una bulería de un tanguillo aunque le pusieran a la primera un lazo rosa y al segundo un gorro azul con orejeras. Pero la parte autóctona del público, que no sé si entenderá mucho o poco de esto pero controla más que yo fijo, aplaude agradecida cada uno de los temas y jalea entusiasmada los varios solos e improvisaciones con que los miembros del grupo nos aca-


rician los oídos y se empeña en inmortalizar el momento con sus cámaras digitales como el que trata de fotografiar la emoción pese a los denodados esfuerzos de las azafatas de la organización por impedirlo, y eso me reafirma en mi opinión de que lo que estamos viendo y oyendo es bueno de verdad y de que los pelos no se me están poniendo de punta por el milenario frío sino por otra razón. Cuando todo acaba y las luces se encienden para que podamos ver la puerta de salida descubro asombrado que la función se me ha hecho corta, no sé si por lo sublime del repertorio o porque los músicos se han saltado alguno de los números del programa, y eso que yo suelo abandonar con una excusa estos eventos apenas transcurrida media hora desde su inicio para galopar libre en busca de nuevos horizontes y además la humedad de las cuevas afecta a mis huesos como a los de una guitarra, aunque probablemente haga que los guiris de las chanclas se sientan como si un ángel los hubiera tomado en brazos y transportado de vuelta a su lluviosa Escocia. Ellos abandonan en perfecto y europeo orden la grandiosa sala con una satisfecha sonrisa en el rostro y la cartera milagrosamente intacta en el bolsillo y a salvo de los traviesos dedos del duende, lo cual quizá les esté privando de llevarse en la maleta la experiencia auténtica y completa de haberse metido en una cueva flamenca y haber sufrido como unos héroes las dolorosas consecuencias, pero el mundo está mal hecho y no se puede tener todo y no va a pescar uno ficticios peces si no se moja en mayor o menor medida el culo ni va a poder contar que ha conocido España sin saber en su fuero interno que miente como un bellaco si no se ha escapado del autobús turístico y se ha dado un paseo por los barrios para que los niños se rían de él y los jóvenes adultos se le acerquen con el nada hospitalario propósito de estafarle o mangarle la cámara de fotos.








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Cuando llega la noche fotografía: francisco bonilla textos: maría eloy garcía


Poemas de amor a Mayte Martín Tengo a veces la impresión de que pasas dejándome como el movimiento errático del polen en el agua como las fluctuaciones bursátiles del mercado de futuros

oscilando

entre todas las formas de comprender a einstein tú eres el tomo que entendí primero espacio y tiempo relativos después el universo infinito




Se me rizan las ganas de mirarte como en este sueño hipermétrope de mirarte como en el espejo en que se dio la ovación última de sentirse uno ancho se me enredan las ganas en una maraña de viento que fluyera de ti hacia ninguna parte y me llevara en globo aerostático muy lejos del fragor de la tierra llevarte como una mota huésped que se adhirió a la licra de las medias y en la intersección de su costura se acomodó y tomó su color y su alimento eres la molécula que impartió su dogma y todas la copiaron para acrecentarse en ser de cobre puro muy por debajo de la tierra


llevarte como un cianuro para elegirte con la muerte en la última muela del último juicio un sorbo para abrirme de repente sin una sola dioptría a mirarte por fin sin los cristales que tú sabes




te asomaste a la escena y en algo parecĂ­a el mundo reciĂŠn mutilado



Quiso ser amor

y se qued贸 en arritmia


el corazón en que se aparece la sutil arritmia el alma como el colon irritables el pulmón escrito con caracteres en negrita el cerebro que apunta la pequeña apoplejía los lunares luminosos de lo letal tiembla el nervio óptico frente a lo mirado a los treinta y pocos la risa se quedó en su muñón tristísimo hice de lo histérico optimismo pero cuando la fragilidad se hizo estilo la religión cambiaba mi memoria paroxetina dios liviano que mata matices y resucita olvidos desde entonces me gustas sin extremos y el cuerpo me abandona cuando quiere soy feliz sin equilibrio y sin aristas aprendo con los años como ahora a contar de memoria lo perdido


fotografía: rafael marchante textos: josé antonio padilla

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A las seis y siete en punto de la tarde

a las seis...

I. En el flamenco, lo que tiembla es raíz II. En el baile de Rocío Molina gira el universo. Su hipnótico mensaje de estrellas y constelaciones asombra como un poema en movimiento. Rocío, con su lenguaje de perla y manos desplegadas en la luz, nos hace visible la tarde.


III. El quejío es anterior a la fiebre, y bien que lo sabe Calixto Sánchez. Su voz, como un diamante líquido extendiéndose por el Tajo, nos lleva alo más remoto de nosotros mismos. IV. Aquí nace el flamenco circular. El 15 de septiembre de 2007, con una mitad de sol y otra de fugacidad en el cielo, en la crepuscular Plaza de Toros de Ronda, mientras Bonela Hijo acumula su genio en la garganta, descubrimos que la piedra es capaz de oír.




V. Espejos que repiten un árbol genealógico: Juanma Lara y Kiti Manver, con palabras de Rodríguez Spiteri, entre la piedra ajustada de piedra, entre los ojos encendidos de verano y escritura sumida en fragilidad.

VI. Se derrama el sol en los círculos de arena, con lentitud y sabiduría. Carmen Linares, con la historia del cante fluyendo en los glóbulos de su sangre, eleva con su voz un magisterio único.





...y siete... I. Suenan las palmas con su alfabeto de alegrĂ­a y compĂĄs, con su sonido de cueva profunda, como un rumor que viene desde el primer eco de la serranĂ­a. Suena el futuro en los relojes, y comienza el pasado.


II. Se hace el silencio en la arena y en la piedra, tambi茅n en las gargantas, adivinadoras de lo que se presenta. Jorge Pardo, a escasos metros de la barrera, nos envuelve con la armon铆a de su respiraci贸n, aboliendo el espacio y el tiempo. La emoci贸n es un ritmo: vemos con los ojos del sonido.


III. El flamenco es un artefacto del espĂ­ritu y del desgarro, desgarradoramente espiritual y espiritualmente desgarrador.


IV. Se baila como se ama. Se baila como si nunca hubiĂŠramos aprendido a amar. Isabel BayĂłn, con la memoria del baile en la cintura y en los ojos, innovadora de la tarde. El baile de Isabel: arte vivo en movimiento, movimiento artĂ­stico.


V. Enigmas. La guitarra, con su voz gemela, con su perspectiva de cuerdas. La soledad de una guitarra en manos de un amor abandonado es superior a toda soledad. VI. Derramando canela en su voz quebrada por los aĂąos y la historia, Chano Lobato apuesta por el flamenco como faro en mitad de la incertidumbre. Su luz es una luz que viene desde el neolĂ­tico y nos conduce al futuro. Retumba el misterio y la felicidad: un telescopio apunta al corazĂłn desde una garganta.


I

gual que una reuni贸n de planetas en una galaxia, se forma la fiesta como eleg铆a de la vida. La voz juega con la memoria, y las guitarras con los latidos. La fiesta es un juego del destino. Y el flamenco es un sabor en las huellas de la noche.


fotografía: marcelo del pozo textos: nicolás ramos

6

Por el decir de la gente Alegres colorines me cantaron una pequeña canción que decía: “En el glorioso Torcal de Antequera siete veces sonará la caracola y un idílico escenario aparecerá para Rocío Molina la bailaora”


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Me ayudó a descubrir el preciso lugar una enigmática ave solitaria. Pasaba desvalido el tiempo hasta que Rocío a bailar comenzara. Alcanzaría tan elevadas cimas que profundas oquedades colmara




Su figura en movimiento me aloja en el misterio que se aproxima, como el beso que da la mariposa y estampa en el temblor de la mejilla.




La emoci贸n sigilosa me embarga, Agua, Aire, Tierra, Fuego, cuando Roc铆o Molina baila, y el poema que canta estalla al ver c贸mo esculpe el cielo.



¡Oh Rocío, no es la orquídea que tu cuerpo más hermosa; las palomas de tus manos, los senos de blancas rosas, tus pies de musgo y furia, sonoros y gráciles como olas.



Eres azulada mar y gris roca, eres ira, sosiego, inmensidad. Cintura que danza y navega con rĂ­tmicos pasos definidos; majestuosos invitan a bailar a encinas, arces y quejigos.




E

l aire se transformó en rocío, el fresco rocío en agua viva, el agua viva en mujer que baila a míticas piedras encendidas. Al arte grande de Rocío Molina, el Torcal de Antequera con embeleso el pecho inclina.


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Memoriales

fotografĂ­a: garcĂ­a vivas textos: francis marmol



EME Memoria: Facultad espiritual del hombre para recordar algo pasado. Con el tiempo aprenderás a saber lo que es el tiempo: lo malo es que algunas veces viene muy tarde el remedio. Aquella vez cuando cantamos subidos en el carro del arriero en la plaza del pueblo porque no había escenario. El día que me subí por primera vez a un escenario, en la peña, que fue Camarón el que dijo “ese niño tiene un hilillo de voz muy gracioso, que venga y que cante”. Las dos tortas que me dio el Guardia Civil, cuando le dije que yo era artista y no cantaba por la fuerza a naide. Cuando me compraron mis primeras botas de bailar, que las bauticé como las Maquinas, por aquella costumbre mía de ponerle nombre a los zapatos y yo me creía que volaba subido en ellas, porque por entonces andaba yo siempre descalzo por las calles. Pasó que me llamó Lola Flores para cantarle en una fiesta y a otros cuantos pero yo formé lo más grande, que me regaló veinte mil duros de la época, y con eso pagué yo la primera letra de la casa de mi niña. La vez que vino Picasso a vernos en París, ¿O era Dalí?, y me hizo un dibujo en el lomo de la guitarra y yo lo borré del mosqueo que pillé porque me manchó la camisa al arrimármela. Pasó que íbamos a cantar en la feria y nos quedamos con el coche averiaos, en mitad de la sierra, y cuando llegamos ya había terminao la fiesta y nos querían pegar los del pueblo. La noche que cantamos y no cobramos, ¿Te acuerdas? El señorito aquel que nos llevó a cantar a la boda de su hija y la hija se puso a bailar con un servidor y me dijo bajito al oído: “Detrás de la tapia del patio te espero”. Cuando poco después de la guerra fuimos a escuchar a La Niña de los Peines, y en la venta aquella, nos pusieron de comer liebre y era gato. Estando en la boda de un primo, que te cogió bien y no parabas de bailar y nos quedamos tos dormíos en las sillas, extasiados de tocar, cantar y beber y tu seguiste zapateando solo. Los cantaores siempre preguntando que cuando íbamos a cobrar y yo el dinero del resto ya me lo había gastao, le había comprao a mi señora un abrigo de bisonte. Que tocando la guitarra, la rondeña de Montoya, me doy cuenta que en la primera fila las dos gachís iban sin bragas y desde ahí en adelante no dí una nota en su sitio y el cantaor me miraba con mu mala cara y yo me reía. La letra esa de Menese que me dio por hacer para cerrar la actuación y que cuando agarro a terminar se hace un


silencio sepulcral, y yo asustaito, y de repente arranca una ovación increíble, que yo creía que se venía abajo aquello. Cuando te ligaste a la gitanita, que se unió a la compañía pa cantar pa’trás, tan guapa ella y tan zalamera, en una gira por Sudamérica y que al regreso te perseguía por donde ibas y llamaba a tu casa, y tu acojonao porque tu mujer se iba a dar cuenta, iba a coger el teléfono y se iba a enterar de lo vuestro. Cantando, que me noté que me ahogaba, y unos apretones muy malos en el vientre, una fatiga mu grande, y me acordé de la olla de garbanzos que me había comido al mediodía, y nada más terminar, salí corriendo para el váter, que casi me lo hago en la silla. Firmé mi primer contrato y que yo ni siquiera sabía escribir y no entendía nada de lo que ponía allí. La de veces que yo he escuchado a mi padre cantar en el bar del pueblo por Marchena y que un día me dio a mi por hacer una letra de aquellas que le escuchaba a él y echo mano a terminar y me doy cuenta que estoy llorando. Y me vestí con el traje de una bailaora que era más chica que yo y esa mujer cuando me vio a mi aparecer en el escenario, con mis hechuras y el traje que me llegaba por las rodillas, con mis piernas llenas de pelos, vestío de mujer, no pudo menos que echarse a reír y le alegré la noche. Después de ganar el concurso, me llamó el alcalde a mi casa y me dijo que me quería hacer una recepción oficial en el Ayuntamiento, que aquello era muy importante y allí que me fui yo con toda mi familia y el traje de chaqueta que me había comprado con el dinerito del premio. Yo nunca había oído hablar de aquel sitio y me dicen cuando llegamos a la vera de un río, que allí se termina el camino y que tenemos que subir en burra al pueblo donde nos esperaban. Y había uno que siempre me seguía allá por donde iba a actuar y a mediación de cada actuación, yo le escuchaba decir a grito pelao “canta gitano, ¿es que no vas a cantar algo gitano?” Y era así siempre, que incluso me contaron que había perdío una pierna y seguía yendo a mis conciertos y que incluso perdió la segunda y yo seguía escuchando en mitad del auditorio cada noche ¿Pero es que no vas cantar algo gitano? Me tenía que reir, de lo constante y lo pesao que era. Y entonces pasó que me enamoré de la novia del que era figura de la compañía, y que venía bailando también con nosotros, y desde entonces todos los compañeros pues me hicieron el vacío. Me llegó y me dijo un hombre muy enchaquetado; “el Señor don fulanito de tal quiere que le acompañé a un cuartito donde quiere que le cante un poquito para sus amigos. Y yo que por entonces ya no necesitaba aquello, y voy y le digo: “Pues dígale usted a Don...que hace mucho tiempo que yo ya no canto para los señoritos”. El día aquel que cantamos y no cobramos ¿Te acuerdas? Va y me dice el gitano “¿Qué te juegas que esta noche levanto al público, y me aplauden más que a tí? Y yo voy y le digo “Venga la apuesta, yo te juego veinte mil pesetas que yo lo voy a levantar bailando con el culo” y así fue que se me ocurrió arrastarme con el culo por el escenario bailando y la gente no daba abasto a aplaudirme y gané la apuesta. Resultó que el Concurso estaba amañao, yo había cantao muy bien, de verdad, no es porque yo lo diga porque luego me lo dijo mucha gente y el premio se lo dieron al otro porque había comprao a dos del jurado que eran los que decidían. Eché mano a cantar las alegrías, que me había preparado durante dos meses, y resulta que no me acordaba, y me tiré lo menos dos minutos con el tirititrantrantero, me acordé de la anécdota de Ezpeleta, y yo notaba


que tol mundo me miraba y el público esperando y al final pues tuve que cantar otra letrilla, vamos que lo pasé fatal. Lo que me pasó con aquel crítico, que a mi siempre me había puesto muy bien, un flamencólogo muy reconocido, así que miró el periódico al día siguiente de una actuación que tuvimos muy buena y me puso a caer de un burro, a mí y a toda la compañía, luego me dijeron que él era siempre el que presentaba aquel festival por dos gordas, y que como aquella noche el empresario no lo llamó a él y llamó a otro, pues nos puso a todos y a la organización como un trapo. No me llamaron nunca más, porque cuando terminé de actuar se me ocurrió decir por el micrófono que Viva la Virgen del Pilar, porque allí estaban en fiestas y yo me creía que era la patrona y resulta que era la del pueblo del al lado, con el que tenían mucha rivalidad y entonces dicen que estos se lo recordaban siempre. Nunca he fumado nada pero llegó la figura del cartel con unos cuantos amigos al camerino que venían de una fiesta y se pusieron a liar cigarritos y yo que no estaba acostumbrado a aquel humo moruno pues me pillé un bolillón muy grande, sólo de estar allí al lado, que vamos que, en la seguiriya, me salía a mi una sonrisilla que no metí la pata de milagro. Resulta que acordamos de hacerle una jugarreta buena, porque nos hacía unas bromas muy pesadas, y en el vaso del agua, pues nos meamos y viéndolo ya actuando, en el primer pase, lo vemos que le dá un trago y de repente se dio cuenta y salió corriendo pa’dentro en busca nuestra, con la sorpresa del cuadro que se quedó de piedra, menos mal que no nos cogió. El día aquel que cantamos y no cobramos ¿Te acuerdas?







excma. diputación de Málaga presidente Salvador Pendón Muñoz Diputado del área de cultura y educación Fernando Centeno López Jefe de gabinete Antonio Chaves Jiménez Dirección del Área de cultura y educación Javier Becerra Seco comisario de la exposición Rafael Marchante catálogo edita Diputación de Málaga diseño y maquetación Estefanía Lara fotomecánica e impresión Solprint exposición organiza Área de Cultura y Educación Diputación de Málaga Málaga en Flamenco


del 6 al 30 de noviembre centro cultural provincial de la diputación de málaga. calle ollerías. málaga horario: de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas

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Siete Maravillas a lo flamenco en 2007

Siete Maravillas a lo flamenco en 2007


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