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Nuevo curso escolar, mismos cuidados Tras el ansiado y necesario descanso veraniego hemos comenzado un curso escolar, distinto sí, pero un poco más parecido a aquellos de la “antigua normalidad”. Con mayor presencialidad y protocolos más definidos que en el anterior, Escuelas Católicas y sus centros han estrenado un nuevo curso partiendo de la experiencia “de cuidados” vivida en el pasado, con ilusión renovada, pilas cargadas y el objetivo de mantener ese cuidado, de cuidarnos para cuidar de los demás.
E
l verano no ha supuesto un parón en la misión de la institución y la defensa de la libertad de enseñanza. Así, a finales del mes de julio la asociación Schola Libera, de la que forma parte Escuelas Católicas de Baleares junto a CECE, PIMEM-Educación, USO, FSIE, CONFAECIB y CONCAPA, denunció en rueda de prensa la falta de consenso con la que la Consejería había iniciado el trámite parlamentario de la Ley de Educación. En el encuentro Llúcia Salleras, presidenta de Escuelas Católicas de Baleares, expresó el malestar de la asociación por la política de la Consejería de informar a las organizaciones de decisiones ya tomadas y hechos consumados, ignorando el peso de la concertada en el archipiélago, que supone el 40% del alumnado. Además, se denunciaron otras actuaciones de la Consejería: menores recursos para los alumnos con Necesidades Educativas Especiales en la concertada y desdobles a partir de mayor ratio que en la pública; una sola convocatoria de la Mesa de la Concertada desde febrero; o la desinformación sobre la dotación y el profesorado contratado específicamente por la alerta sanitaria. La misma defensa de la libertad de enseñanza reclamó Escuelas Católicas de Madrid en la primera Asamblea de directores del curso, desarrollada por medios telemáticos a mediados de septiembre. En ella, Manuel de Castro, presidente de ECM, celebró que la libertad de enseñanza sea uno de los pilares básicos del gobierno madrileño, al tiempo que exigió hechos concretos, como la actualización del módulo
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económico, la ampliación de dotaciones de profesorado, la financiación de las enseñanzas no obligatorias y la devolución de los conciertos a los centros de FP de Grado Superior retirados en 2013. Además, como institución de Iglesia, y sensible ante la necesidad, Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana se sumó a comienzo de curso a la campaña “Un manto de solidaridad”, impulsada por el diario Las Provincias con el objetivo de recaudar fondos para la Fundación
Pauperibus creada por el Arzobispado de Valencia para paliar las consecuencias de la crisis económica originada por la pandemia sanitaria. La Fundación recogerá estas colaboraciones y las repartirá entre distintas ONG y entidades que realizan su labor con los más necesitados.
Colegios EC
En los últimos meses nuestros centros han mantenido su presencia en los medios de comunicación por sus iniciativas y sus octubre 2021
