El chico que se escabulle en la ventana korsty moseley

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la mañana. Oh, y por cierto, no voy a limpiar, así que necesitas hacerlo todo — bromeé, sonriendo ante la idea de que él limpiara toda la casa solo. —Lo que sea, Ambs, ambos sabemos que me ayudarás de todos modos — dijo Jake, riendo. Miré hacia Liam, que sonreía con su hermosa sonrisa y presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el cosquilleo volviera al instante. Su mano se deslizó lentamente por mi lado mientras su lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis papilas gustativas. Él llegó a la parte inferior de la camisa que usaba y deslizó su mano por debajo, recorriendo mi muslo con su mano y tocando mi cadera. Sus dedos trazaron lo largo del material de la tanga, de modo que su mano estaba en mi trasero. Mi piel parecía arder dónde me tocaba. Fue en ese momento que regresé en mí misma. Esto era demasiado rápido. Moví mi cabeza hacia atrás y saqué su mano para que dejara de moverse por mi top. —Oh, lo siento. Demasiado rápido, ¿cierto? —preguntó, un poco culpable. Asentí con la cabeza, tratando de recuperar el aliento y calmar a mi cuerpo —. Está bien, Ángel. Vamos a dormir, entonces —sugirió, con una gran sonrisa. Se alejó un poco de mí y se recostó, halándome a su lado. Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi pierna sobre él y mis brazos en su cintura. Él se agachó y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos. Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza y cerré los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho tiempo. Justo antes de dormir tuve una horrible sensación de que esto era un error que terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con el mejor amigo de mi hermano, que era un total mujeriego, y que sólo se


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