Un gran contingente de autos clásicos de competencia, junto con los modernos MINIS recorren a velocidades promedio superiores a los 180 kmh, una ruta de más de 3,500 kilómetros de carreteras federales mexicanas, como cada año, a través de maravillosos escenarios y paisajes naturales. La etapa de calificación es en las cercanías de Peña de Bernal y una gran comida de bienvenida se lleva a cabo posteriormente en la Hacienda Viborillas.
La Carrera Panamericana, The Ultimate Road Race es una de las competencias de autos más difíciles, sólo después del Dakar. Cada año es un reto de logística para organizadores y competidores; este año es especial por dos razones: la primera es porque, a diferencia de las ediciones anteriores, empieza en el centro del
país. La segunda, un atractivo extra, es la categoría MINI Panam Challenge, que debuta en esta edición, con un contingente de doce MINI Cooper en la que compiten reconocidos pilotos como Benito Guerra Latapí y su copiloto Jaime Zapata. Además de Eduardo Henkel y Sergio Puente entre otros.
Las primeras etapas son hacia el sur, como las dos primeras ediciones en los años cincuenta que se corrieron en su totalidad a partir del norte. La edición número XXIX de La Carrera Panamericana sale de la capital del Estado de Querétaro el 13 de octubre y termina el 20 del mismo mes en la capital de Durango.
El primer día, el 14 de octubre, la gran caravana Panamericana llega a la Ciudad de Puebla, previas etapas de velocidad y sus tránsitos respectivos; al siguiente día, los participantes arriban a la Ciudad de los Palacios, en donde una recepción multitudinaria admira los au-