Cormorán no volador

Varias especies endémicas de Galápagos se han adaptado de manera extraordinaria a su hábitat en las islas, principalmente debido a la relativa falta de depredadores. El cormorán no volador no es la excepción, puesto que es el único cormorán en el mundo que no puede volar. Debido a que no necesita viajar grandes distancias en busca de comida, ha escogido convertirse en una especie bastante sedentaria, permaneciendo durante toda su vida dentro de un área de 200 m2. Sin embargo, al igual que sus parientes, este cormorán también posee patas palmeadas que utiliza para impulsarse por el agua en busca de comida como pescados, calamares y pulpos. Puede encontrar el cormorán no volador solo en dos islas en las Galápagos en Fernandina, así como en la costa norte y oeste de Isabela. Estas aves machos y hembras con muy parecidas sin embargo se distinguen porque los machos son más grandes que las hembras.

Esta especie bota el exceso de sal que queda por encima de sus ojos y este exceso cae por el pico para que así no le afecte al ave. Como se mencionó anteriormente esta ave no es voladora por su adaptación a las Islas Ga lápagos pues en un princio sabía volar pero al verse en la situación de no necesitar volar para conseguir alimento, dejó de usar las mismas y se convirtió en un experto nadador y sus alas se volvieron inútiles.