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Una vuelta al mundo por un viaflor... Esaú Márquez Espinosa
Una vuelta al mundo por un viaflor…
Durante años Oscar y yo sostuvimos una correspondencia tradicional, es decir, manuscrita, a través de cartas y postales. Las misivas por lo general las escribíamos utilizando el reverso de propagandas comerciales, lo que, además de la escritura, nos permitía enterarnos de eventos, novedades, ofertas y cosas mil, manteniendo casi siempre una estructura que las hacían singulares. En las postales los mensajes fueron escuetos, una oración, una frase, un saludo.
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Al cambiar la carta por el e-mail la comunicación dio un giro interesante. Durante varios años la correspondencia no fue guardada –a diferencia de lo que sucedía con las cartas– pues así como se recibían se borraban previa contestación. Fue en el año 2004 cuando tuve la idea de guardar la correspondencia, aunque de momento no hubo la intención de hacer algo esEsaú Márquez Espinosa pecífico con ella, fue más bien un deseo de preservar la información como memoria, hacer un archivo al cual se pudiera recurrir en un momento dado, como si fueran de puño y letra…
…el personaje de este libro nos narra los avatares de su vida a lo largo de cinco años, por lo que mi trabajo fue armar un diario de su ir y venir por el mundo. La correspondencia nunca tuvo una intención literaria por parte del personaje, fueron escritos, utilizando la expresión del susodicho, “al chilazo”, es decir, sin un afán determinado, de ahí su despreocupación en la escritura, con muchas equivocaciones por el apresuramiento, con errores de dedo, signos de acentuación, signos inexistentes debido al uso de teclados no siempre compatibles con el castellano, y un sinnúmero de palabras producto de su imaginario e ingenio…
Una vuelta al mundo...
El resultado fue un trabajo arduo. Hacer las correcciones sin modificar la esencia del contenido fue lo más complicado, el metalenguaje “coloneño” con un toque de vox populi de emigrantes enclavados en las calles parisinas, descifrar sus códigos y hacer las transcripciones a pie de página, no solamente por la terminología utilizada, como también la necesidad de aclaración sobre quiénes son los personajes a los que alude, tanto familiares como históricos, la ubicación geográfica, etcétera. En este tono la corrección de estilo tuvo como principio respetar el fondo, el doble sentido, la alusión, la metáfora, el sarcasmo, la burla, el contrasentido propiciado con plena conciencia, destrozando la lengua y el lenguaje, el reírse de todo y de todos, y de él mismo más que nadie; mejor ejemplo la manera como cierra el libro “hasta poeta jocoso resultó el doctor”. En el absurdo de este último asunto se burla de la poesía, no tanto por rebeldía como por decepción; para ello acude a chuscas vivencias y exageradas interpretaciones de idealizados niños del medio rural, refiriéndose específicamente a los del ejido Nuevo México de aquellas generaciones de las décadas del sesenta y setenta del siglo pasado.
Dos asuntos me parecen fundamentales, en mi caso, para la construcción de estos textos: Primero, la pertinencia de ser originario de la región, con conocimiento, si no pleno, por lo menos suficiente para interpretar ese mundo del hablar frailescano, lo que me permitió ubicarme con ventaja frente a la transcripción, tanto en la corrección de los escritos, como las aclaraciones y
Fernando Escárcega
Esaú Márquez Espinosa
comentarios al pie de página, y, no de menor cuantía, la utilización de fuentes autorizadas, como diccionarios, enciclopedias, mapas, libros de viajes, entre otros, para incorporar especificaciones puntuales respecto a lo histórico y lo geográfico.
Datos biográficos Oscar Márquez Ovando nació en el ejido Nuevo México, municipio de Villaflores, Chiapas, el 16 de febrero de 1956. Los primeros años los vivió en el ejido en casa de su abuela materna. Posteriormente sus padres se fueron a vivir al rancho La Realidad, propiedad de Francisco Espinosa López, abuelo de Francisco y tío de Magnolia. Oscar permanecería aquí hasta la edad de seis años. Volvieron de nueva cuenta al ejido cuando tuvo la edad para asistir a la escuela primaria Juan Aldama donde cursó el primer año en 1963. Luego estuvo un año en la Estación Bombaná, donde su madre trabajaba como enfermera dentro del programa Las Misiones. Al siguiente año, la abuela dejó Nuevo México para irse a vivir al pueblo de Berriozábal, y con ella sus hijas Magnolia y Matilde, por lo que cursó, en este lugar, el tercer año de primaria. Con el fallecimiento de la tía Adelita, la familia retornó a Nuevo México, y con esto, Oscar ingresó de nueva cuenta a la escuela Juan Aldama para estudiar el cuarto grado. Los dos últimos años de la educación básica, quinto y sexto, los cursó en la Escuela José María Morelos y Pavón (1968-69) en el ejido Cristóbal Obregón, del mismo municipio de Villaflores. Al año siguiente se trasladó a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez para estudiar la secundaria en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (1970-1972) donde las tropelías al lado de Ángel Hugo Solís Muñoz, alias el Zarado; Enrique Jabín González Camacho, alias el Camarón; Bernal Díaz, alias el Tamalón; Humberto Paniagua, alias la Carpocha; Ezequiel, alias el Chango, se hicieron famosas, y de aquí la amistad que perdura hasta la fecha con el camarada Hugo Solís y Jabín González. Su residencia en la ciudad sería la casa de tía Zobeida, quien daba alimentación para estudiantes (donde yo mismo estuve hospedado por dos años) y con la tía Olga Beatriz Espinosa en la Tercera Poniente Norte, haciéndose cunca con otro jovencito de nombre Gabino que también estudiaba la secundaria. Las correrías trajeron como consecuencia reprobara el tercer año de secundaria. Oscar se fue a vivir con su padre a Villaflores, que en esa época tenía una tintorería, cumpliendo el trabajo de repartidor oficial del establecimiento y, de su eficacia mínima, conflictos con su padre.
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Ese año concluyó su secundaria al lado de Miguel Ángel, alias Miguelón; José García, alias el Chepe; Carlos Escobar, alias el Bull; Arturo León Corzo; Humberto Zuart, alias el Zorro; Tavito Ruiz; Wilder Camacho y otros. Al año siguiente se inscribió a la preparatoria del cual sería miembro egresado de la generación 1974-1976, integrada, entre otros, por Jorge Luis Zuart; Roger Grajales; Donaciano Grajales, alias el Chano; Horacio Moreno; Nicolás Espinosa, alias el Nico; Arely Toledo; Estela León Corzo; Roselia León Corzo; Egláide Villatoro; Hilda Rubí Pereyra; Juan Andrew Espinosa; Miguel Ángel Zuart; Neftalí Macías alias el Chulo; Humberto Paniagua, alias la Chumpa; Octavio Vega, alias el Capi; quienes entraron y salieron literalmente de todas las casas de la ciudad, ya como amigos, ya como “primos” o el típico chismorreo al estilo villaflorense. Concluida la preparatoria regresó a la capital del estado para realizar estudios de medicina en la Universidad Autónoma de Chiapas. La carrera la concluiría en 1981, al lado de Manolo Gálvez; Marcos Islas, alias la Claudia; Juan Carlos Chau Chan; Jacobo Gálvez; Agustín Arguello y otros. El internado lo realizó en la ciudad de Torreón (Coahuila) en 1982, y su servicio social en Tumbalá (Chiapas) en 1983. En sus años como estudiante universitario Oscar y yo nos distanciamos, contrastando profundamente con la relación estrecha que habíamos sostenido durante años. Cuando venía a Tuxtla, que para esas fechas yo vivía en la Ciudad de México, solía buscarlo en la Casa del Estudiante, que si no recuerdo mal estaba ubicada en la Primera Poniente Sur (domicilio que a final de los años sesenta y principio de los setenta funcionara el cabaret “Las Vegas” donde su padre fue animador de espectáculo por un buen tiempo) pero el individuo se me escondía.
Prácticamente volví a encontrarlo en 1984 durante la visita que hice en su centro de trabajo en el poblado Pujiltic, municipio de Venustiano Carranza. Según cuenta, su primera experiencia profesional la realizó con el IMSS-COPLAMAR en el municipio de Tzimol, que concluyó abruptamente tres meses después con insultos y demás cosas proferidas al inspector de zona. Intentó ejercer la medicina privada instalando su consultorio en la ciudad de Villaflores, su entusiasmo se vio coronado con el fracaso. En 1984 logró colocarse en el Hospital General de Comitán haciendo trabajo comunitario en Pujiltic donde atendía a un grupo de refugiados guatemaltecos, coordinándose con dos enfermeras francesas (Anne y Dominique) integradas al grupo de Médicos sin Fronteras.
Esaú Márquez Espinosa
La relación sentimental con ambas y los fracasos en lo profesional fueron los motivantes que lo llevaron a viajar por primera y en definitiva a París a final del mismo año. Por estas fechas yo acababa de regresar de Israel y con perspectivas de volver al año siguiente. Le comenté que aguantara dos meses para irnos juntos a París, Oscar no quiso esperar. Se fue siguiendo a Anne, y no tardó en comunicarme por carta que se casaba con ella, y con esta idea estaba a principio de 1985, cuando una nueva carta me confirmó el casamiento, pero no con Anne, sino, con Dominique. Y así empezó esta historia de exilio que dura hasta este año de 2014.
En una de sus cartas iniciando el año 2009, escribió algo que me llenó de zozobra: […] y hasta no verte Jesús mío, chivi de mis amores, donde llegué a fines del 84, y aquí me quiero morir, corriendo por el canal, infarto masivo al miocardio, putazo en el cemento y arrinquín pa’cae adentro del agua, y ni visto ni conocido. Ocho años después van a sacar un esqueleto sin papeles de identidad, ni ADN ¡qué chingón, y colorín colorado! El texto trajo a mi mente un ballenato colombiano que en uno de sus versos reza así: “él se quedó sin mí, y yo me quede sin él”. ¿Quién más, no lo sé?, sólo que ambos, cada quien por su lado y en la distancia nos hemos ido coronando de cabellos blancos.
Abracadabra
Querido chunquito, chincoscosito
Primeramente, antes de segundamente, seguramente y así sucesivamente hasta el infinito. Te mandé un nuevo paquete del último pedido por los mismos medios, es decir, correo normal certificado, conservo los tickets si alguna aclaración se impone. Noticia fresquecita, me voy a Haití mañana por la mañana, ya preparé la alfombra voladora de Marruecos, el gallo pinto y la gallina negra, las patas de alacrán las pasaré recogiendo por la isla de Guadalupe. Quince días y luego pa’tras.
Aquí todo bien, Manuela, Marisol, el Julián, Nicolás y la Inés que viene en camino, es decir, que ya está aquí, porque viene de París. Mientras tanto pariendo de frío y todo lo demás, ¡Qué tu dolce vita!
Festejamos el cumpleaños de la mamá de Dominique, donde don mole, mariachi y zapateado estuvieron a cargo de la compañera Catalina (Nananina).
Besos y abrazos a toda laindiada desde el chiviriscal del llano.
Reportero en acción te saluda Febrero 24 / 2001
Una vuelta al mundo...
Arráncame tu amor de cuajo, cual nigua del gancho de la pata.
2004 (Febrero-Diciembre). 01. Soy virgencito riego las flores Soy el hombre más feliz de mi vida ... ¡el día de raya! (Empédocles, siglo 1V a.C). Aquí no ha pasado nada, todos cagan, orinan y se pedorrean como cualquier vulgar, ordinario y atorrante mortal, con la única diferencia que como chingan.
Los Márquez y los Gómez todos vivos por el momento. El clima de lo más sabroso, templado como el machete de cacamo. La chamba, peliandito, pero al parecer ya entendieron… ¡espero! Sin más, se despide su seguro servidor. El chévere chingüengüenchón del chivi Febrero 3 / 2004 02. Tres sin sacate Insigne maistro, venerable professore, la cosa no es tan desesperada, el todo consiste en jugarles la bolita: “mañana si te pago”, “mañana te lo doy”. Si bien entendí, te están pidiendo maestría pa’tener el honor de colaborar en su sacrosanto establecimiento. ¡Como pa’lo que hay que ver no bastara con un ojo! Hay pájaros que cruzan el pantano… ¡Pedir no cuesta nada y prometer menos! Bueno nis, nos seguimos cotorreando. El chingón chido de la chirca y el chivi
Febrero 4 / 2004 03. Como el tigre de Santa Julia
Querido diario
Cuando digo, mi amor qué bonitos ojos tienes lástima que no pueda verlos porque están tapados por tus orejas, lo que realmente quiero decir, es, dame el culo pero en términos literarios y utilizando términos eufemísticos, acúfenos, fosfenos, parábolas, retrueques truculentos, prosódicos y semánticos, y mefistofélicos…, mejor valdría decir, te güa cojé, pero mi educación judeo-cristiana me lo impide por cuestiones de principios, al fin que “in anus anofeles is.”
P.D. Agarrá la sosa cáustica y te lo chochonias
El sífilis cubis du Febrero 5 / 2004
04. La quieres de pistache
Doctor, doctórece en ciencias ocultas, vudú y chamanismo del inframundo, mientras tanto vea usté que el fin de
semana estuvo de peluche, te manda saludos el compa Chente van Gogh , ansina mesmo Gauguin, Renoir y otros más cuyos nombres no quiero acordarme, pero lo más rico de todo es fumarse un leño en un cofee shop de la verde limón sin sema y con chical, un buen café colombiano y ver el teje y maneje de las putas envitrinadas, el canal, los barcos que pasan con la manada de turistas, y putas de otra categoría, lo más chido es que no hay güeveo en la frontera, y papá euro mismito, ¿cómo lo ves desde ahí?
Bueno nis, ahí te lo peinas con olote. El padrote de Saint Denis Febrero 11 / 2004 05. Mayatex and padrotex Hablando de culos, aquí hay un chingo pero no dan nada, ¡si da ganas de pegarles! ¡Lástima! Y como dirían los franchutes, no únicamente el culo es lo que cuenta, también el bálano, las bubis, chichis quise decir, etcétera. Bueno, y pa’festejar mi cumpleaños organizóse una fiestilla aquí en el palacio de Leon Giraud 19. Menú, la especialidad del chante, frijol con cochi y pollo con mole verde, champañasos y vinetes. ¡Salú! El chumpón jarioso Febrero 16 / 2004
Esaú Márquez Espinosa
06. ¡Los pelos del pito Pérez!
Aquí nomás sangarriando el cara de papa, o dicho de otro modo, sarandiando el tiranosaurio. Volvió este pinche frío de mierda, tan bonito que estaba. Mi dilema es si al final arranco pa’Praga o me voy a la verga, es decir, otra destinación menos exótica, o por qué no, pasármela durmiendo toda la semana cual turipachi en cuaresma. Bueno, eso ya lo veremos con tiempo, por el momento, aquí en el tramo es la pura chinga (ni tanto), mi ración varios litros de sangre por día,
¡será por eso que me dicen el vampyr! ¿Y vos pa’cuando pensas vení, nitu? El ratón Miguelito Febrero 20 / 2004
07. ¡No te rajes leño!
Incróspito poeta del papayal
Aquí nomacito haciéndote cuenta que dos más dos son cuatro. Bueno, esta vez pienso viajar de a jefe, así que ya compré mi boleto pa’Praga y reservé el hotel pa’que no me vayan a salir con que a chuchita la bolsearon. Ya le daré los buenos días a Panchito Kafka de tu parte. A Anna se le ocurrió que pa’l mes de junio nos jalemos a Croacia, mirálo en
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el mapa, porque cuando pasaste por la primaria a lo mejor no existía.
Así que Tuxtla ya se civilizó, no me extraña que el personal se haya emputecido, porque de ver dan ganas y pa’consumir hay que rifar el diamantito (según el filosofo yugui yugui).
La indiada normal. El chivi frío, y yo cortando vara. Decile al Eithan que de aquí pa’delante –según la Inés– va a recibir puras playerotas con una torrezota Eiffel en el pecho que diga PARIS.
Ahí te lo lavas, si todavía tenés.
El chile ni tan ancho del chivi Marzo 05 / 2004
08. Turulete coiteco
Tenés razón carnal, este cuento me parece chino, en tanto que nosotros los europeos somos muy buena gente y pobrecitos infradesarrollados paisitos del ex-este oeste (sós o no sós), como tal, la explotación feudal continúa al mismo ritmo, con su tienda de raya, derecho de pernada y toda la cosa. Después de África (los que más sufren del SIDA) son los países del ex-este, porque cuando eran del este no había tanto, puesto que no había nacido el consumo de colas y otras linduras. No queda más que dar el culo en el sentido propio del término. Conclusión, los países mugrosos dan el culo pero se les perdona porque es por dinero; los del primer mundo no cojen por rayadez metafísica del ojal, telarañas en el coliseo o intelectualización de la cucaracha, ¡olvidáronse de ser animales! Así hablaba mis corales Marzo 08 / 2004
09. ¡Heme aquí, heme allá!
¿Tonsqué sinistro professore?
¿Qué, qué hay en Praga? Una iglesiota, un parquezote y un puentezote. Seguramente el único lugar en el mundo donde vas a ver reunido (en 20 hectáreas) gótico, barroco, renacimiento, arte nuevo, clásico…, ¡hasta se parece a San Cristóbal! Me pasé una semana de pelos visitando palacios, castillos, siguiéndole la trilla a Kafka, Mozart, Jan Hus, Pérez, López y Hernández. A los castillos subí a mirar, a los puentes bajé a cagar..., ahora aguantando callado y soportando a los parisinos.
Te decía que pa’junio iremos a Croacia, lo más probable a Dubrovnik, ciudad considerada patrimonio de la humanidad, ¡chale!
Aquí la indiada anda jurgada con eso de los bombazos, plan viji-pirata, es decir verga-verga y, el ejército en el metro, las estaciones de trenes, etcéte-
ra. Pues claro que esa guerra los gringos la perdieron desde el principio, y si los franchutes y los animales no le entraron a la bronca es porque el pastel ya estaba repartido, y a estos les tocaba puro chile.
Bueno nis, ahí nos vidrios pronto. El chivisaurio bermejo Marzo 29 / 2004 10. Nigua en orgía Los franchutes se escamaron de nuevo con las chingaderas de la derecha, en cuanto que están borrando de las listas adquisiciones sociales, estilo: la seguridad social, las prestaciones sociales tipo recursos mínimos de inserción, derechos de los trabajadores en desempleo, etcétera. Como consecuencia la inconformidad del vox broza se dejó sentir en las elecciones pasadas. Resultado, toda Francia se vuelve a la izquierda con excepción de Alsacia (alemanes tenían que ser) y bien entendido el gobierno sigue siendo priísta.
Te mandé dos postales de Praga en una de las cuales hay dos billetíos, coronas checas (33 coronas = un euro), de lo contrario, todos is varnis y con un poco de chance y organización nos veamos allá pa’diciembre.
Esaú Márquez Espinosa
P.D. A la Nananina no la veo nunca y si de chingadera le hablo pa’darle tu encargo vamos a terminar en pleito, mejor hablále vos, ¡bonne chance! En cuanto a mí, ni cagando, en ese pinche chiviriscal de mierda matan de regalado.
El machete de chela
Abril 04 / 2004
*Este texto es un adelanto del libro de próxima aparición bajo el sello de Editorial Entre Tejas y formará parte de la colección Biblioteca Escritores de Chiapas.

