la mecanica del corazon

Page 43

Transcrito por Los Ángeles de Charlie

43

-¿? -Ah, muy bien, no he visto nada de nada, pero parecía divertido de veras, ¡felicidades! No sabía que eras tú, pero ¡bravo! -Gracias. . . Y las gafas, ¿te las has probado? -Sí, pero están todas o torcidas o rotas. . . -¡Claro, las elegí así para que te las pusieras sin miedo a estropearlas! -¿Crees que no llevo gafas por miedo a estropearlas? -No. . . Ella tiene una risa diminuta, ligera y hermosa que ilumina su rostro. -¡Final de trayecto, todo el mundo abajo! -grita mi siniestra jefa. La pequeña cantante se levanta y me hace una leve seña con la mano. Sobre su sombra perfilada se alza una ondulada cabellera. Aunque me hubiera encantado hacerle ni que fuera un poquito de miedo, no me disgusto en absoluto que no haya visto a qué se parece mi corazón. Por mucho que haya soñado ser el sol de la noche, la vieja Brigitte despierta mis viejos demonios. El caparazón más firme del mundo se reblandece a veces en pleno insomnioDurante todo ese tiempo, Brigitte Heim se enzarza en un informe-valoración de mi número que me pasa a años luz por encima de la cabeza, pero creo que en cierto momento, ha pronunciado la palabra “pagar”. Me apresuro a reencontrarme con Méliès para contárselo todo. Por el camino, al hundir las manos en mis bolsillos, encuentro un pedazo de papel hecho una bola. No necesito gafas para ver que tu número funciona a la perfección. Supongo que tu agenda de citas debe de ser un mamotreto de doce volúmenes. ¿Encontrarás la página en la que escribiste mi nombre? Le hago leer el mensaje a mi relojero-prestidigitador, mientras él practica dos números de cartomancia. -Mmm. . . Ya veo. . . Tu Miss Acacia no funciona como las cantantes a las que yo he conocido, no es orgullosa. No se da del todo cuenta de su poder de seducción, cosa que forma parte, evidentemente, de su encanto. Por el contrario, se ha fijado en tu numero. Ahora no tienes más que jugarte el todo por el todo. Y no olvides que no se cree tan deseable como en realidad es. ¡Sírvete de eso! Vuelo hasta su camerino y le deslizo una nota por debajo de la puerta: A medianoche, detrás del tren fantasma, póngase gafas para no tropezarse con la luna y espéreme. Le prometo que le daré tiempo de que se las quite antes de mirarla. -¡Anda, hombre! ¡Anda! -repite Méliès en español-. Es hora de mostrarle tu corazón. -Tengo miedo de impresionarla con las agujas y todo eso. La idea de que me rechace me aterroriza. . . Hace mucho que empecé a soñar con este momento, ¿entiendes lo que me juego? -Muéstrale tu verdadero corazón, acuérdate de lo que te he dicho, es el único truco de magia posible. Si ella ve tu verdadero corazón, tu reloj no la va a asustar, ¡créeme!


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.