20 - MARZO-ABRIL 2011 ENTREVISTA
PEDRO CALVO Concejal de Seguridad y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Madrid
“Queremos una ciudad amiga de la moto” Chema Bermejo
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FOTOS: JADO
esde que en 2003 el actual equipo de gobierno llegase al Ayuntamiento de Madrid, la ciudad está recibiendo importantes modificaciones para facilitar el uso de la motocicleta. Uno de los principales responsables es Pedro Calvo, al que volvemos a entrevistar un año después (ver En Moto nº 33), para conocer los avances en este sentido.
¿Sigue creciendo el interés del Ayuntamiento por la moto? -Sin duda. Queremos que Madrid sea una ciudad amiga de la moto, y somos conscientes de que una moto por la ciudad es un coche menos, lo que ayuda a mejorar la circulación y a descongestionar las calles. Había que hacer ver la importancia de la moto y que no exista la sensación de que se persigue al motero. Para ello seguimos creando plazas de aparcamiento específicas -hemos pasado de unas 700 que había cuando llegamos a mas de 4.000 actualmente-, además de otras acciones destinadas a mejorar su utilización. Hablando de esto... ¿Qué cosas importantes quedan aún por hacer? -Es mucho lo que se puede seguir haciendo, pero la crisis nos está mermando posibilidades. Ahora estamos desarrollando unas normas que permitan mejorar la circulación de la moto, como adelantar en el mismo carril “de forma legal” o la posibilidad de utilizar el arcén en los atascos. También queremos seguir construyendo plazas de aparcamiento y espacios “avanzamoto” en los semáforos, que el usuario nos puede pedir a través de la página web www.madridmovilidad.es. Seguimos mejorando la pintura de los pasos de peatones… En definitiva, queremos que la moto sea el único elemento motorizado para moverse libremente por Madrid.
¿Qué problemas principales le provoca la moto al Ayuntamiento? -Sin duda los accidentes. Tenemos que tratar de mejorar la seguridad con acciones como una mejor sincronización de los semáforos en intersecciones y seguir insistiendo en el uso del casco, aunque reconozco que en Madrid su uso está muy generalizado, y el que no se lo pone es porque no tiene cabeza. Barcelona es la ciudad española de la moto por excelencia. ¿Cree que Madrid podría llegar a equipararse? -Cuantitativamente no, cualitativamente estoy seguro de que sí, aunque tenemos experiencias contradictorias, porque por ejemplo mientras que en Madrid se permite la circulación de las motos por el carril-bus, en Barcelona no, en cambio y a pesar de su mayor número de motos, aparcan mejor. ¿Cómo marcha el Plan Estratégico creado por el Ayuntamiento para la moto? -Bien, en plena ejecución. Se van cumpliendo objetivos, aunque no con el ritmo que nos gustaría debido al problema económico que tenemos.
Nos habla de mejorar la seguridad para la moto. ¿Se han planteado apoyar la realización de cursos para los que se inician en la moto? -La convalidación del carné de coche para llevar motos hasta 125 cc ha venido muy bien para reactivar el mercado y conseguir más motos por la ciudad, pero está claro que una adecuada formación para aquellos que se deciden a pasar del coche a la moto aumentaría su seguridad y reduciría el número de acciden-
tes. En Madrid tenemos la única escuela permanente municipal del país, situada en el Distrito de Vicálvaro, encargada de formar a motoristas para que vayan mas seguros en su moto, y es algo que tenemos que aprovechar, ya que contamos también con profesionales que acreditan muchos años de experiencia. En Madrid, el parque de coches disminuyó en 2009, pero las motos siguieron creciendo, y tenemos que tenerlo muy en cuenta.
Usted es un reconocido motero. ¿Cree que esto influye a la hora de tomar decisiones que competen a la moto? -Supongo que sí, ya que al tener el conocimiento de los problemas a la hora de circular en moto por la ciudad es mas fácil tratar de resolverlos. Por último, ¿nos puede confirmar que el alcalde recorre las calles de Madrid en su moto? -Absolutamente cierto. Muchos fines de semana recorre Madrid en moto para ver como avanzan las medidas para mejorar la circulación y, de paso, seguir la ejecución de las obras que se realizan.