También en nuestra isla tenemos una muestra de arquitectura circular con uno de los pocos castillos medievales de planta circular, el castillo de Bellver, siendo el más antiguo de estos es de estilo gótico mallorquín. Está situado a unos tres kilómetros de la ciudad de Palma y fue construido a principios del siglo XIV por orden del rey Jaime II de Mallorca para albergar la corte real, por lo que su estructura combina las necesidades palaciegas con elementos defensivos. Se encuentra sobre un monte de 112 metros sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque, desde donde se puede contemplar la ciudad, el puerto, la sierra de Tramontana y el Pla de Mallorca; de hecho, su nombre viene del catalán antiguo bell veer, que significa «bella vista». El diseño de planta circular con torres también circulares adosadas parece provenir del conjunto superior del castillo Herodión en Cisjordania, también circular y con una gran torre maestra y tres torres menores. A su vez, el castillo de Bellver inspiró el de Michelstetten que, aunque no tiene torres, sí cuenta con una galería superpuesta en el patio con arcos muy rebajados y columnas de planta circular.
Lo más destacado de su estructura es precisamente su forma circular, única en España. Es circular tanto su muralla como su patio interior. Las tres torres adosadas a la muralla son también circulares, así como la torre del homenaje, y rodeando el castillo y la torre del homenaje hay un foso defensivo. Cabe destacar el patio circular. En el centro del mismo hay un brocal de cisterna que indica que en el subsuelo hay un gran aljibe para almacenar agua. El palacio está estructurado en dos plantas alrededor del patio central y todas las dependencias dan al patio central mediante una galería de arcos góticos.