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ARQUITECTURA: MENTE, CUERPO, ALMA

Firmitas, utilitas y venustas—la gran triada de cómo se ve, cómo funciona, y cómo se sostiene. Es interesante observarlo desde el punto de vista general como la "forma, función y estructura" que se cuestiona Ordoñez, o como el análisis del espacio arquitectónico primero como geometría, luego como relación forma/masa, y por último como expresión del espacio existencial, como nos habla Calduch. Pero, basados en las lecturas de Ordoñez, Vila y Calduch, podemos ver que a todas las maneras de análisis les encontramos siempre hoyos o faltas, entonces intentaremos completarlas y ajustarlas a unos nuevos conceptos más acordes con nuestra visión personal sobre la arquitectura.

Cuerpo

La arquitectura es un arte vivo—es el arte del espacio habitable, y no se puede habitar si no se vive el espacio. Se podría decir que la arquitectura tiene vida, de cierta manera... Y como todo ser vivo, está compuesto por cuerpo, mente y alma.

"La forma es una estructura, y toda estructura tiene una forma" nos dice Ordoñez. Ambos conceptos están íntimamente relacionados—el firmitas de Virtuvio. Entonces, la forma sería como la piel (geometría de su carcasa o sus espacios vacíos) del objeto, y la estructura sería las células que la componen, junto con sus órganos, músculos y huesos. Ambos son parte del cuerpo del proyecto.

El cuerpo, entonces, es la manera en la cual los sistemas internos y externos, trabajan junto con objetos y elementos, para darle una forma final y completa al proyecto. Es el espacio arquitectónico como geometría puramente física, medible y racional, ya sea de los elementos o los espacios vacíos como masas La forma, el objeto, lo tangible (visible a simple vista o no) que terminan de condicionar su cuerpo como un todo el contorno y el ordenamiento de la materia dentro de él, su diseño y su composición, junto con la manera en que están ordenadas dichas organizaciones internas.

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La utilitas nos indica para qué sirve, cómo reacciona, cómo funciona, etc. Pero no solamente el cómo funciona, sino el hecho de que funcione hace gran parte de esta definición. Podría decirse que es la mente del proyecto: la manera en la que un edificio acciona y reacciona, sirve, piensa, funciona, y es, todo englobado en un solo término. Un cuerpo no funciona sin un panel de control que le dicte ser, servir sus propósitos generales y específicos, y el cómo hacer para que todo esto pueda ocurrir de la mejor manera posible.

Mente Alma

Su propósito de existir y el modo en que lo hace; básicamente, satisfacer la necesidad humana para la cual fue creada. No solamente es "dar cobijo a una familia; transportar automóviles largas distancias; sitiar oficinas en una ciudad; etc." sino que también sería "todos los cuartos conectan a un espacio intermedio que luego conecta a una sala; movilidad eficiente de carriles, rotondas y salidas,yposibilidadde expansión en el futuro; colocar los diferentes módulos y áreas de trabajo para una comunicación eficiente dentro de la compañía; etc."

Eslasrelacionesinternas(yexternas),lamovilidadhumana(o natural),lasopcionesdemejora,losmodosdeajuste,losusos oficiales y extraoficiales de cada espacio, y cada función y conexiónintermediaentretodosellos.

Por último, nos queda espacio para darle el mismo protagonismo a un concepto que la mayoría de arquitectos dejan de lado por completo, o lo insinúan levemente dentro de algún otro término. La arquitectura es un arte, y el arte está para provocarle algo al observador. ¿Qué siente, qué significa, qué me transmite subjetivamente? Eso sería el alma: la manera en la que se percibe el proyecto de manera sensorial y emocional.

Es completamente subjetivo, y no puede ser medido ni incorporado a los conceptos de cuerpo ni de mente. Aquí cabe decir que un espacio se siente "pesado", o que un objeto me pone "alegre." Viene del lado romántico del ser humano porque ser humano implica sentir.

Es la jerarquía que siente un jefe al estar en el piso superior del rascacielos de su compañía, o la comodidad que siente un adolescente viendo por el balcón de su ventana hacia un parque en una tarde lluviosa. Es, a mi parecer, el concepto más subjetivo de los tres, ya que puede variar dependiendo de quién sea el que lo analiza.