Relatos breves en cuarentena, por estudiantes del séptimo A y B del Colegio Francisco Varela

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RELATOS EN CUARENTENA POR ESTUDIANTES DE SÉPTIMOS A Y B


Diseño de Portada: Valentina Ramírez 7°A


Post pandemia, ¿cómo podemos aportar en la construcción de una mejor sociedad?

En tiempos de confinamiento a causa de la pandemia del Covid 19, en plena crisis sanitaria, económica y social, quisimos tomar como base a esta pregunta problematizadora, pues en su desarrollo, nos atisba una luz de esperanza, la co construcción de un mundo más amable y compasivo, desde lo colectivo. Así fue como se plantearon este desafío las y los estudiantes de séptimos A y B del Colegio Francisco Varela, en la asignatura de Lenguaje y Comunicación, crearon en conjunto los relatos breves, para ello se dotó a los grupos de conocimientos de los pasos de la escritura, voces narrativas, anacronías y disposiciones de los acontecimientos en la literatura. Los escritos, fueron ilustrados, en el área de Artes visuales, con materiales de reciclaje que tenían en sus hogares, aplicando técnicas mixtas. Al inicio del proyecto, contamos con la colaboración del profesor Pedro Aillapán, de Historia y Geografía, quien cooperó directamente en la adquisición de los insumos teóricos para las creaciones estudiantiles.

María Paz Álvarez, Lenguaje y Comunicación. Beatriz Ovando, Artes Visuales.

Santiago, 3 de julio del 2020


El lamento de don Manuel

Beatriz Ovando/María Paz Álvarez 7°A Colegio Francisco Varela


Llega el camión de basura a Vitacura, luego se baja don Manuel, el recolector de la basura y ve a la Señora Eloísa Velasco saliendo de su casa mientras tira unos envases de leche a la vereda de enfrente de su casa, don Manuel mira sorprendido la vereda con toda la basura que había tirado la señora Velasco. - Don Manuel: Hola, señora. - Señora Velasco: Hola don … - Don Manuel: “Don Manuel” señora Velasco, ¿qué le pasó a su vereda? no está contribuyendo al Medio ambiente, está dañando su alrededor. Yo cuando era más joven hacía lo mismo, pero después aprendí la lección. -Señora Velasco: Yo no fui, como piensa eso de mí, fueron mis sucios vecinos. - Don Manuel: Bueno lo siento señora seguiré haciendo mi trabajo. Mientras don Manuel seguía recogiendo la basura de la cuadra, pensaba cómo podían haber personas que sean tan sucias y que no lo reconozcan. Ahora llegamos al presente, don Manuel está viejo y todo el mundo está lleno de basura. -¿Cómo pudimos llegar a esto? – piensa don Manuel. En ese momento se acuerda de todas las personas como la señora Velasco y se lamenta de no haber luchado más por el medio ambiente.


Celeste Del Campo Renato Gonzรกlez Sebastiรกn Ossandรณn Micaela Bousquet



Historias de un conserje

Maria Paz Alvarez/Beatriz Ovando 7°A Colegio Francisco Varela


Me llamo Iván. Y se puede decir que la cuarentena me arruinó la vida. Me la pasé más de un año sin trabajo, sin un sueldo suficiente, sin apenas poder comer. Sobrevivía comiendo sobras de las ferias, e incluso llegué a pedir limosna de manera inútil. Caí en una desesperación horrible. Pensaba que moriría de hambre o terminaría como el típico vagabundo que nadie mira. No es como que antes haya sido un respetado empresario o algo por el estilo, sólo era el conserje de una escuela, y recuerdo que había gente que me decía que era un sucio vagabundo. Me pregunto qué dirían si me vieran ahora. Ni siquiera sé cómo logré sobrevivir todo esto. Pero lo hice, y me puedo considerar un héroe por eso. Apenas terminó todo esto volví a trabajar, trabajé el triple de lo normal, aceptando cualquier trabajo posible. Incluso pens é que esta vez terminaría muriendo de cansancio. Pero valió la pena. Recuperé casi toda mi vida. Logré volver a una vida en la que no temía no llegar al otro día. Logré sentirme como un ser humano que tiene una vida por delante, logré sentirme orgulloso y agradecido de ser un conserje. Pero algo no estaba bien, volví a mi vida, pero aún tenía recuerdos de la vida que tuve durante todo el otro año. S é lo que se siente, y aunque logré salir de eso, ¿y los que no? ¿Qué pasa con los que perdieron todo y no lo pueden recuperar? Ese pensamiento me carcomía por dentro, odiaba pensar que había gente con una vida tan miserable. Quería ayudar de alguna manera, ayudar lo más que un conserje podría. Así que empecé a dar un pequeña parte de mi sueldo a comprar pan y legumbres a las personas que viven de la comida de las ferias. Aunque no sea mucho, siempre que entrego esa comida veo una sonrisa que me hace pensar en que vale la pena, en que eso les da la esperanza de un día más. Aunque no sólo los ayudo a ellos, ellos me ayudan a mí a pensar que este conserje es importante en la vida de estas personas, a pensar que hago una mínima diferencia.


Beatriz Marín Valentina Ramírez Matías Sánchez Vicente Barañao



Mi amigo el gato

Beatriz Ovando/MarĂ­a Paz Ă lvarez 7B Colegio Francisco Varela


Hola, soy el perro Gustavo, mi vecino es mi fiel amigo Rex el gato, con él hablé toda la pandemia desde mi balcón. Hoy les vengo a contar los problemas que tuvimos en la cuarentena y lo que opinamos de que los humanos se queden todo el día en casa. Rex subió 5 kilos en la pandemia y en este momento está yendo al gimnasio gatuno todos los días de la semana una hora y hace la dietcat. Mi humano está en la misma situación que Rex, pero yo sigo en forma. Rex y yo opinamos que si los humanos se quedan en casa todo el día es una situación muy estresante para todos. porque no hay espacio suficiente en el apartamento, y no podemos salir a pasear. En conclusión, la pandemia es algo muy molesto y los humanos deberían ser más conscientes de sus actos y pensar 2 veces antes de comer una sopa de murciélago -hecho por el perro Gustavo- 12 de enero del 2021-

Vicente Tobar Gabriel Contreras Pablo Campos Sofía Ruiz María Berlazzo



El reciclaje casi imposible BEATRIZ OVANDO/MARÍA PAZ ÁLVAREZ Matilda, Pedro, María Jesús, Illari. Curso 7ª Fecha 01/07/2020


A un niño llamado Juan, de 12 años, se le ocurrió empezar a reciclar en medio de una pandemia, para ayudar al medio ambiente les comentó a sus papás si podía empezar a reciclar, la mamá no tuvo ni un problema, pero su papá no estaba muy de acuerdo porque Juan era muy chico para hacer cosas de grandes. Juan no se iba a dar por vencido, entonces al otro día decidió buscar la máxima información por Internet. Le contó sobre su idea del reciclaje a su mejor amigo, Tomás, y le gustó la idea, entonces le ofreció su ayuda. Una semana después, Juan estaba muy feliz porque lo del reciclaje estaba yendo muy bien, pero su papá se enteró que estaba reciclando escondido de él y se enfureció, rápidamente fue a hablar con Juan, quien le iba a dar una explicación y le dijo que esto lo hacía por el bien del planeta, su papá le dijo que iba a tomar medidas. Juan estaba muy preocupado por las medidas que iba a tomar su papá, entonces llamó de inmediato a su amigo Tomás para ver cómo iban a continuar con el plan de reciclaje. Pensando y pensando, se les ocurrió ocupar los bidones de agua que compraban sus padres para guardar los envases de plásticos y decorarlos con material reciclado para que su padre no se diera cuenta de lo que había dentro de los bidones. El padre de juan lo castigó sin jugar a los video juegos, pero Juan pudo seguir reciclando y salvando al planeta desde su casa.




La herencia del abuelo 7°A


Y abandonó este mundo sabiendo que les dejó la mejor herencia a sus hijos y nietos. Momentos antes de partir, se le amontonaron recuerdos de todos los buenos instantes que había vivido, todos los paseos con su familia al lago, a la playa, al campo, cuando fue con su familia a acampar al bosque y se dio cuenta que todos habían sido en torno a la naturaleza y lo poco que él había sido consciente de la importancia de cuidarla. Todo eso lo dejó pensando y reflexionando acerca de la enseñanza que podía dejarles a sus nietos e hijos al momento de despedirse.

Estas fueron sus últimas palabras:

“ Probablemente esta sea la última vez que me oigan hablar,y espero sea la más importante. No hay suficientes palabras para describir lo arrepentido que estoy por no haberles dejado un lugar mejor en el cual vivir. Intenten pasar por este mundo pensando y esforzándose en dejarles a los que vienen un mejor lugar que el que recibieron”.


Profesora: MarĂ­a Paz Integrantes del grupo: Alcor Julieta JosĂŠ Manuel Isidora



EL FIN DEL MUNDO, LA CATÁSTROFE MUNDIAL María Paz Álvarez Beatriz Ovando

Colegio Francisco Varela Séptimo B


EL FIN DEL MUNDO, LA CATÁSTROFE MUNDIAL Ese día había llegado ... Todo estaba oscuro no se veía mucho, se olían las cenizas, prendí mi celular y vi cómo la gente corría y tosían. Muchas personas andaban por ahí sin un destino definido, sin parar, pero a la vez un grupo importante se quedaba para protestar, el fin del mundo había llegado. De repente, se apagó mi celular, pero las llamas encendieron el lugar, los árboles estaban caídos en el piso, no se observaban plantas ni animales, todos habían desaparecido. Era extraño, porque recuerdo que estaba lleno de árboles frondosos y de animales hermosos, sabía que todo estaba en peligro, pero jamás creí que podríamos llegar a eso. A lo lejos, se veía un cartel que decía: este 2068 se retiran los Simpsons de la televisión. Sonó el timbre de la casa, desperté muy exaltado, venían llegado unos socios de mi papá, corrí a la cocina vi el calendario y decía 28 de noviembre del 2020, me di cuenta de que todo había sido un sueño, pero me puse a pensar y reflexioné que, así como estábamos, íbamos directo a ese desenlace.

Autores: Martina Alaff Emiliano Asenjo Ángelo Cornejo Samuel Alzola Santiago Doñas



Los árboles de Peto

María Paz Álvarez/Beatriz Ovando 7A Colegio Francisco Varela


Los árboles de Peto Durante la pandemia había un equipo de hombres malos que querían cortar los árboles del sendero. Mi hermano Peto, estaba muy preocupado, ya que no quería que talaran los árboles. Peto, no hizo caso de la cuarentena y partió a ver qué estaba pasando con los árboles y se enfermó de coronavirus, lamentablemente murió. Luego de que autorizaran a salir de las casas, yo y mis hermanos, fuimos a ver los árboles que tanto quería cuidar Peto. Una vez en el bosque, vimos que los taladores de árboles seguían trabajando, incluso sin su permiso municipal. Estábamos tan tristes y molestos por la partida de nuestro hermano, que les gritamos y los amenazamos con denunciarlos. Los taladores no nos hicieron caso y nos amenazaron con sus hachas. Ese día en la noche, todos soñamos con Peto, que nos iba a ayudar. Peto esa noche visitó en sueños a los taladores, les mostró un mundo seco y oscuro. Les dijo también que ese era el futuro de la Tierra si seguían talando los árboles. Los cazadores al despertar reflexionaron sobre el sueño que habían tenido… y decidieron luchar por un mundo lleno de verde y de naturaleza viva. De esta forma comenzaron la campaña “Un árbol por Peto”, en honor al niño que los había hecho tomar consciencia.

Maite Chapa/Magdalena Espinoza/Benjamín Malbrán/Diego Retamal



El regreso del Senior Suite

María Paz Álvarez Rodríguez Beatriz Ovando Colegio Francisco Varela 7°B


Yo y mi familia estábamos visitando a la abuelita Chola en el Senior Suite, donde sólo viven abuelitos y trabajan jóvenes cuidándolos, escuchábamos muy buena música en la Radio Disney y estábamos hablando de lo que hicimos en esta cuarentena. De regreso a casa, nos encontramos con un señor en situación de calle y le regalamos las cosas ricas que la abuelita nos obsequió, le dimos panqueques. Después de ello, con mi familia nos quedamos pensando en lo que podríamos hacer para solucionar esto, decidimos contactar a mis amigos para ayudar a las personas en esta situación, los llamamos y les dijimos que compraran panqueques y que fuéramos por todas las calles de Santiago repartiendo panqueques!!! Después de todo son muy ricos y nadie se resiste.

Integrantes: Lucas Maureira Naomi Serrano Rosario Canales Bruno Peirano Etián Northcote



Memoria Contaminada

María Paz Álvarez/Beatriz Ovando 7ºA Colegio Francisco Varela


Memoria Contaminada Ya me queda poco de vida, empiezo a recordar… Cuando era niño vivía en el campo, en una zona rupestre alejada de la ciudad, yo vivía con mi familia, no la recuerdo muy bien. Mi campo estaba libre de la contaminación, no como la zona urbana. Después no me acuerdo a qué edad, me fui a estudiar a la ciudad, al llegar no tuve la mejor impresión, ya que estaba bastante contaminada. A medida que iba creciendo la cosa empeoraba, cada vez había más contaminación. Yo quería ayudar, ya que, según recuerdo fui alguien importante, hice algo que ayudó a las personas, las motivé a ayudar para que se termine la contaminación. Creo que ya hice todo lo que debía hacer, ya puedo descansar en paz.


Por: Emilia Prado Vicente Tapia Danae Ehrenfeld Paloma EgaĂąa



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