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•INMIGRACIÓN AL DÍA

por: Richard Kessler

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La semana pasada varios congresistas de la cámara de representantes, entre ellos la congresista demócrata Hillary Scholten de Grand Rapids, presentaron un nuevo proyecto de reforma comprensiva denominado

Acta de Dignidad 2023.

Debemos tener presente que es solo una propuesta, que no es ley todavía, es más, será muy difícil que la aprueben con tanta división política que existe entre los partidos en este momento.

Lo interesante e importante de este proyecto es que incluye a republicanos como la congresista Maria Elvia Salazar de Florida y la congresista demócrata de Grand Rapids Scholten antes abogada de inmigración.

El proyecto es interesante porque ofrece algo para las dos partes, primero ofrece una clase de legalización para personas que han permanecido en Estados Unidos por lo menos 5 años pero tendrían que esperar 12 años más por la residencia permanente, lo que significa que sería un proceso muy largo y costaría mucho dinero, pero también da oportunidad de legalizar a los del DACA y TPS entre otros.

Y por otra parte también ofrece algo bueno para los republicanos conservadores, como establecer formalmente el programa de verificación electrónica para Empleos, lo que puede hacer la vida muy difícil para personas indocumentadas al momento de intentar conseguir un trabajo, hasta ahora el programa de verificación electrónica ha sido utilizado para algunos empleos donde las personas trabajan con el gobierno o con proyectos cuyos fondos provienen del gobierno. El proyecto también habla de asignar más fondos y más oficiales en la frontera Sur y que además la parte de la legalización que de la residencia permanente no tome efecto hasta que esté comprobado, en por lo menos 12 años, que no hay muchas entradas ilegales en la frontera del Sur, o sea que logren arrestar a la mayoría de las personas entrando de forma ilegal en la frontera Sur.

Otra cosa importante es que también cambiará el sistema de detención en la frontera, en lugar de detener a las personas, que están llegando recientemente a solicitar asilo, en cárceles, comenzarán a preparar espacios, que no sean como centros de detención policiales, sino más bien como campos universitarios donde las personas no estén tras las rejas y aunque no puedan salir a lugares públicos, pueden caminar y pasear sin problemas, donde puedan recibir clases y tengan lugares para practicar deportes, etc., como hacen en muchos países de Europa.

Aunque por ahora con tanta división política es poco probable que este proyecto vaya a hacerse realidad, pero por lo menos es una muestra de que algunos congresistas están intentando presentar algo que le interese a las dos partes. Seguramente este proyecto tendrá mucha oposición tanto de algunos republicanos conservadores que no creen en ningún tipo de legalización, como de algunos demócratas y de personas Pro justicia, incluyéndome, que nos oponemos al programa de Verificación Electrónica de Empleos y tampoco nos gusta lo largo y costoso que sería el proceso. Pero por lo menos estamos empezando a hablar de un proyecto que puede ofrecer algo a las dos partes y ser considerado seriamente. Esperamos que los políticos de los dos partidos comiencen a reconocer que hasta que no haya una reforma comprensiva que incluya una legalización y se rehaga el proceso de detenciones no podremos arreglar el sistema actual.

Richard Kessler, es un Abogado con 44 años de experiencia, especialmente en el área de Inmigración. Si necesita una consulta por favor llame al (616) 235-4577 local

1(800) 235-4522 larga distancia o visite nuestra página en Internet www.lawkessler. com

“Lo hicimos bastante bien”, dijo McCarthy después. A los republicanos disgustados porque el recorte del gasto era insuficiente, McCarthy dijo que era apenas un “primer paso”.

Biden siguió la vota - ción desde Colorado Springs, donde pronunciará en las próximas horas el discurso de graduación de la Academia de la Fuerza Aérea. Posteriormente, llamó por teléfono a McCarthy y otros legisladores, y dijo en un comunicado que era “una buena noticia para el pueblo estadounidense y la economía estadounidense”.

Tras un largo debate, Washington se apresura a ultimar los detalles del paquete para garantizar que el gobierno pueda seguir pagando sus deudas e impedir un trastorno financiero en el país y el mundo. Según el Tesoro, el lunes próximo Estados Unidos se quedaría sin fondos suficientes y provocaría un peligroso default. Biden había llamado directamente a los legisladores para fortalecer su respaldo. McCarthy tuvo que esforzarse para convencer a sus correligionarios escépticos y defenderse de los ataques a su liderazgo.

Se requerirá un esfuerzo bipartidista similar en el Senado para superar las objeciones. El proyecto de 99 páginas reducirá parcialmente el déficit de la nación, como reclamaban los republicanos, sin anular las exenciones impositivas de la presidencia de Donald Trump como quería Biden. Tanto el presidente como McCarthy apostaron al apoyo del centro político, una rareza en un Washington profundamente dividido.

El paquete limita el gasto durante los próximos dos años, suspende el tope de deuda hasta enero de 2025 y modifica algunas normas. Impone nuevos requisitos de trabajo a las personas mayores que reciben ayuda alimentaria y da luz verde a un gasoducto en los Apalaches al que se oponen muchos demócratas.

Eleva los fondos para la defensa y los veteranos de guerra y los reduce para los agentes del servicio de rentas internas.

Al elevar el tope de endeudamiento, que actu almente es de 31 billones de dólares, el Tesoro puede tomar dinero en préstamo para pagar las deudas.

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