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Local – DEL 27 DE ABRIL AL 03 DE MAYO DEL 2014
Otra puerta abierta a los necesitados
S
on muchas las clases de sufrimientos que acontecen en la vida de las personas, las cuales en su mayoría
Pastor Joel bendiciendo la Cruz a través de la fe.
alcanzan a destruir hogares enteros, tal vez es usted una de las tantas personas en este mundo que se encuentra atravesando por problemas tales como enfermedades, vicios, miseria, problemas familiares, laborales, depresión, insomnio. Seguramente usted ya intento buscar de diferentes maneras y por diferentes medios solucionar las dificultades que atraviesa y hasta ahora no ha conseguido; usted debe saber que existen males que quieren destruir la vida de las perso-
Av. Iquitos 737 – La Victoria.
nas en especial de aquellos que no tienen a Dios en su vida. Participe de las reuniones de fe que se realiza en la iglesia de La Victoria donde su vida cambiara por completo. Viernes 7:30 y 10:00 am 4:00 pm. Especialmente 8:00 pm.
Persona tocando la Santa Cruz.
“No podía dejar los vicios” Antonia Silva: “Desde los 9 años de edad me involucre en el vicio del alcohol viendo que mi padre tomaba mucho y se “divertía” mucho también hice lo mismo empecé a tomar con mis amigos casi todos los días y sin darme cuenta este vicio me estaba encarcelando en su círculo vicioso, a los 14 años de edad empecé a curiosear con la drogas la marihuana con los amigos que me invitaban, me fumaba más de tres cajetillas de cigarros, motivos de esas cosas tuve más de 2 ocasiones para matar a mi propio hermano por causa de mi mal carácter. No aguantando esta situación varias veces intente suicidarme. Cuando conocí la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo comprendí que tenía que tomar una decisión para mi bien, deje la droga, deje la mala vida, deje todo lo errado. Ahora me encuentro con 21 años de edad y un siervo de Dios dispuesto a todo a sacrificar mi propia vida por las almas perdidas así como yo estuve, lo que me ayudo fue que me aferre siempre en el señor Jesús aunque los problemas y las dificultades aumentaban más yo vencí”.
La iglesia no induce a las personas contra los medicamentos, mas bien, orienta a los congregantes a que sigan sus respectivos tratamientos. No deje de consultar a su médico.