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EL TIEMPO Domingo 23 de enero de 2011
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< O P O RT U N O >
Nos están matando
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BETTY MOTA DESDE PUERTO LA CRUZ
engo dos preocupaciones. La primera está referida al problema de la delincuencia. La segunda a la Ley de Universidades que debemos discutir. De la última preocupación nos ocupamos la próxima vez. Hoy hablaré de la delincuencia. El año pasado fueron asesinados por lo menos 17.600 ciudadanos, la mayoría jóvenes varones que perdieron su futuro. El señor Chávez, de manera cobarde, dijo que él no era responsable de esas muertes. Yo, por el contrario, sostengo que él tiene, por lo menos, tres responsabilidades: como ciudadano, como el líder y como presidente. Como ciudadano comparte con nosotros la responsabilidad de involucrarse en el problema de nuestros hijos. No podemos seguir indiferentes. Me aterra pensar que nos estamos haciendo indolentes ante la mortandad que estamos presenciando, o peor aún que nuestros valores se están invirtiendo producto de la desesperación. Leer, por ejemplo, que en el barrio La Ponderosa de Barcelona extrañan al “javielito”, porque era el único que ponía coto a la delincuencia, es una trasgresión al concepto de la vida. Como líder, Hugo Chávez, al igual que los otros líderes, es responsable directo del problema de la delincuencia. Él modela conductas. Lo que haga se refleja en los demás, por lo tanto cuando utiliza su discurso para insultar, denigrar, ofender a sus conciudadanos, está enviando el mensaje de que cualquiera puede hacerlo. Si él, que es el Presidente de la República, es un trasgresor al que todo se le permite, no pudieran decir los delincuentes: ¿Por qué yo no puedo hacer lo que quiera? ¿No se hace apología del delito en programas como La Hojilla y Los Papeles de Mandinga? ¿No nos insultan esos “señores” de manera impune? Si el gobierno promueve el insulto y la majadería a través de esos programas, ¿no será cómplice silente de la delincuencia? ¿Por qué el gobierno no los saca del aire? ¿Es que los infractores del gobierno tienen patente de corso? Como Presidente, la responsabilidad del señor Chávez es absoluta. ¿Quién importa de manera alegre las sofisticadas armas que utilizan los delincuentes? ¿Por qué en lugar de invertir en muerte, no lo hace en educación, deporte, cultura? ¿Por qué no hay una verdadera política de desarme, de formación para el joven desertor de la escuela? ¿Por qué no hay una verdadera política judicial que elimine la impunidad? ¿Por qué no se transforman las cárceles en instituciones para la reinserción del reo, una vez que pague las deudas que tiene con la sociedad? ¿Es difícil hacer cárceles humanas, donde el que no tuvo oportunidad de estudiar, por fin lo haga mientras paga su condena? ¿Por qué no se estimula a que haya más Humberto Prado, ese gran hombre que después de haber pisado las puertas del infierno, utilizó la experiencia para ser mejor persona? ¿Por qué no hay una verdadera política de profesionalización de nuestros policías? Las respuestas a estas preguntas sólo le competen a los órganos del Estado. Son muchas las responsabilidades del señor Chávez, porque aunque la delincuencia es un problema social, es más un problema de gobierno, y así debe asumirlo.
< TIEMPOS MODERNOS >
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Crisis y “microgerentes”
ientras el mundo avanza en la superación de la enorme crisis económica mundial, Venezuela siente la profundización de la misma. Los trastornos económicos que nos envuelven, son parte de una seria desviación en nuestras metas individuales, empresariales, sociales, políticas, culturales, etc. En cada venezolano, el agobio es permanente, profundo y depende de su posicionamiento en la empresa en la cual labora. Dependiendo de la fortaleza, capacidad de adaptación y entendimiento de la situación, las empresas podrán o no, superar esta crisis en escalada. Para cada empresa, es difícil la particularidad que tenga en el mercado o ambiente corporativo en el que compite. Tanto a nivel externo como interno, cuenta con sendas amenazas y/o debilidades que lo arrastrarán a tomar decisiones que definirán su futuro. Clima ambiental, competencia, leyes gubernamentales, crisis eco-
NOEL VALDERRAMA DESDE LECHERÍA
nómica, trabajadores, clima organizacional, etc. Las empresas, grandes o chicas, deben entender o analizar la situación compleja que tienen frente a sí. Los dueños, directivos o quienes regentan las organizaciones, deben tener más cuidado con sus decisiones, desde la elección de sus trabajadores, pasando por sus políticas de financiamiento, gastos y ahorros, hasta la segura designación de quienes dirigirán sus empresas. Son estos últimos, los que asegurarán el éxito de una empresa. Los gerentes dirigen las organizaciones de acuerdo con su propia personalidad. Estamos hablando de sus aciertos y desaciertos y de sus capacidades depende cómo entienden la gestión gerencial. Hay gerentes que enfrentan y subsanan los reveses como verdaderos líderes, pero hay otros a quienes las adversidades los superan. En las crisis, algunos represen-
tantes o dueños de empresas toman malas decisiones, como asumir la gerencia de manera improvisada, contratar gerentes mediocres, gerentes despóticos y/o gerentes sumisos. A estos gerentes, las crisis los dominan y se transforman en “microgerentes”, incapaces de gestionar el éxito, pero muy asertivos para convalidar lo improductivo. Las pequeñas cosas toman valor para el proceso evaluativo de los “microgerentes”. Su ignorancia a lo importante, atrasa el trabajo, el buen desempeño del equipo laboral y estimula la decadencia de la empresa. La preocupación en exceso por las cosas inútiles le impide al “microgerente” delegar funciones, porque no entiende que no es infalible. Y es que estos gerentes necesitan tener un control férreo sobre el personal para que éste no sea creativo y termine haciendo cosas que superen al gerente. Es ese temor por ser superados, lo que los hace ver ame-
nazas por todas partes y así tratar de evitar tener a los mejores. Por otro lado, al no saber delegar, el gerente se apodera de toda la carga y si a eso le sumamos la capacidad que tiene para verificar lo inútil de las cosas y no lo realmente importante, tenemos una carga altamente pesada sin oportunidad de aliviar. Llega un momento en que el gerente se siente triste consigo mismo por creer “sólo ser el único capaz de sostener a la empresa”, sin aportar soluciones ni enfrentar el problema, la empresa empieza a caer y la culpa hacia los miembros del equipo no se hace esperar. Un “microgerente” siempre sacrificará la innovación y creatividad ante cualquier cosa, prefiere ver lo que conoce y domina. El riesgo le es inaceptable. Por eso su empresa terminará fracasando al no adaptarse a los nuevos tiempos en los que la rigurosidad de las cosas tiende a caer. ¿Conoce algún “microgerente”? valderrama.noel@ gmail.com
< NUEVAS FIRMAS >
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Venezuela quiere hablar
l diálogo no puede quedarse en palabras. Tenemos a un Presidente que pasa 364 días del año dándole guamazos a los medios, iglesias, ONG, otros países, peleando con todo el mundo y en la presentación de su balance nos dice por un día que quiere diálogo. Sin embargo, le tomamos la palabra al Presidente y vamos a recordarle todos los días ese llamado al diálogo, que no se quede en habladera y que se convierta en una agenda completa para la discusión. En segundo lugar, resalta del mensaje presidencial el tema de la seguridad. Propongo que el primer tema del diálogo sea la seguridad, tenemos muchas cosas que aportar, llevamos tiempo hablando de la Ley Desarme, ya está lista, ¿por qué no darle la urgencia necesaria? . El diálogo significa también
Director Fundador: Jesús Alvarado + Director: Jesús Márquez + buzon@eltiempo.com.ve
JULIO ANDRÉS BORGES DESDE CARACAS
sentarse con los empresarios en lugar de expropiar al sector productivo del país, significa conversar con la Iglesia para trabajar juntos en lugar de insultar, también convocar a los gobernadores y alcaldes para trabajar juntos en cada región y cada localidad, diálogo es honrar las deudas con las regiones. Esperamos hechos y no palabras. Otro punto adicional: escuchamos al Presidente decir que no vamos por un camino radical, ni comunista, y eso tiene que demostrarse con hechos, en todas sus alocuciones hace referencia a un discursos de confrontación con quienes lo adversamos y pensamos distinto. Pero quiero recordar que hace un año en el mismo lugar y en el mismo discurso de rendición de cuentas, el Presidente se
Directora-Editora: Gioconda de Márquez Presidenta Ejecutiva: María Alejandra Márquez Gerente General: Carolina Araujo
declaró varias veces marxista ¿Quién habló el pasado sábado, es el mismo Presidente? Se tiene que demostrar con hechos que no nos están llevando por un camino radical y que no pretende convertirse al país en comunista. Para ello hay que impulsar la producción, respetar al sector privado, trabajar con los empresarios, que se genere empleo a través de la inversión y no que tengamos un país donde se cierran las empresas, en el que la gente tiene miedo de invertir y se subordine todo al gobierno. AN contralora Me parece muy importante tomarle la palabra al Presidente con el hecho de que los ministros vayan a la Asamblea Nacional a rendir cuentas, el Poder Legisla-
tivo debe cumplir su labor contralora del resto de los poderes y el país tiene derecho a conocer los pasos de sus ministros. Anunciamos que vamos a proponer al resto de las organizaciones que hagamos un cronograma de visitas para esa conversación, interpelación y debate con los ministros, para que les hagamos las preguntas que esperan los venezolanos, sobre salud, educación, seguridad, vialidad y vivienda, entre tantos otros aspectos. Hay un camino mejor por donde quieren transitar los venezolanos. Aceptamos el diálogo para que se resuelvan los problemas de todos por igual. El discurso del Presidente no puede quedarse sólo en palabras, que no sea una pose frente a las cámaras. Vamos a estar recordando, pidiendo y exigiendo que este diálogo se materialice. Borgesjulio2009@ gmail.com
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