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EL TIEMPO Domingo 13 de febrero de 2011
Sociedad
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SOCIEDAD > EN 1804, LA CAPITAL DE ANZOÁTEGUI ESTABA DIVIDIDA EN CUATRO BARRIOS (PARTE II Y ÚLTIMA)
En Barcelona hay un túnel del tiempo El Paseo La Cuadra es una vieja casona del siglo XIX que desde 2004, ha sido sometida a profundas restauraciones por iniciativa de Jesús Trías Valera, su hija la ingeniera civil María Trías y la arquitecta especialista Dinorah Díaz. A finales de este mes, será abierta al público como espacio para eventos culturales. Otras casas históricas aguardan por la misma suerte / GABRIELA DÍAZ
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[BARCELONA / ANZOÁTEGUI]
diferencia de la mayoría de las casas antiguas existentes en el casco histórico de Barcelona, el Paseo La Cuadra es un ejemplo de que sí es posible devolverle a la capital de Anzoátegui, la memoria y el brillo de siglos pasados. Esta vivienda, que parece un túnel del tiempo, está ubicada en la esquina de las calles Freites y La Marina, a un paso de la iglesia Ermita del Carmen y la plaza Nicolás Rolando. En su fachada, una placa de mármol en la entrada asegura que allí murió la heroína Eulalia Buroz, luego del ataque a la Casa Fuerte, dato que sigue siendo objeto de debate entre los historiadores regionales. No obstante, al parecer no hay duda de que la residencia, que data del siglo XIX, fue hogar de gente pudiente y albergó en su época dorada a obispos y otras personalidades durante los tiempos de la Independencia. El trabajo de restauración se inició en 2004 como un reto familiar y comunitario. La ingenieria civil María Trías cuenta que su padre Jesús Trías Valera compró la vivienda con la idea de rescatarla y junto a la arquitecta restauradora Dinorah Díaz decidieron llevar a cabo un complicado trabajo de restauración que respetó todos los parámetros técnicos para recuperar esta casa perdida en la urbe.
Bases escondidas Durante mucho tiempo, los cimientos originales de la casona permanecieron sepultados bajo gruesas capas de friso corriente, cemento, estragos de la humedad y pintura. El trabajo fue engorroso y largo. “Removimos capas y capas de pintura en aceite, hasta llegar a la pared desnuda, de piedra, la cual dejamos a la vista para que la gente sepa cómo eran las casas de nuestra Barcelona de antes”. Agregó Trías que la restauración se hizo siguiendo las pautas del libro de Graciano Gasparini y los trabajos de rescate del casco histórico de Ciudad Bolívar. En las paredes, de 50 centímetros de grueso, se aplicó friso sobado (con la mano envuelta en plástico) que contenía una mezcla de tierra roja traída de los Altos de Santa Fe, pego y cemento. “Ya estamos en la parte final de los acabados y para este
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Rescate memorable:
1 . Las paredes de piedra del Paseo La Cuadra tienen un espesor de 50 centímetros que estaban ocultos bajo gruesas capas de pintura. 2. La Ing. María Trías refiere que la remodelación de la casona demoró siete años. 3. Las tejas originales fueron conservadas y las rotas se reemplazaron con piezas recicladas de otras casas del casco. 4. Como en las casas antiguas, la residencia conservó el patio central. Tiene 5 habitaciones. Se colocaron baños y se dejó la chimenea. 5. El piso de mosaico se rescató de unas obras que se hicieron de la Catedral de Barcelona. (Fotos: Rafael Delgado)
CUATRO ZONAS
NUEVA CATALUÑA
Para el tiempo en que la actual casa del Paseo La Cuadra fue construida, Barcelona estaba dividida en cuatro barriadas. Para 1804, la ciudad estaba conformada por los barrios El Arroyo, Palotal, San Cristóbal y Barcelona (hoy sector Portugal), según datos aportados por el presidente de la Sociedad Bolivariana del estado Anzoátegui, el historiador Luis Simón Jiménez. Para 1807, 15 mil pobladores hacían vida en la urbe que fue fundada el 12 de febrero de 1638 (hace 373 años).
El cronista de Barcelona, Marco Delgado, refiere que a propósito de la celebración este 12 de febrero de la fundación de la capital de Anzoátegui, es importante rescatar el valor de esta fecha. Como dato extra, indica que la ciudad fue fundada como asiento de una gobernación o entidad política denominada Nueva Cataluña, la cual cubría un territorio amplísimo, que incluía Nueva Andalucía (actual Cumaná) y una parte del estado Miranda, Monagas y Delta Amacuro.
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mismo mes estaremos abriéndola al público. El Paseo La Cuadra, Salones y Actos, es el nombre que le dimos a la casa que ahora será un centro de exposiciones y de otras actividades que le darán vida a esta parte de la ciudad”. Como detalle técnico, la madera de las correas (techo) estaba en buen estado por lo que se le aplicó un tratamiento con gasoil, aceite quemado de motor y ajo para preservarlo. Las tejas rojas originales se limpiaron y las dañadas fueron reemplazadas por las existentes en casas contiguas. El saneamiento del patio central y un piso de mosaico rescatado de unos trabajos efectuados en la Catedral de Barcelona le dan una vida especial a esta vivienda. Historia sellada Un poco más allá de la calle La Marina, buscando la Juncal y detrás del Ateneo Miguel Otero Silva de Barcelona, una placa redime una vivienda histórica devastada que no ha corrido con suerte. Sin techo, invadida por la maleza y con la fachada impregnada de un terrible olor a orina, pues es el urinario público de los peatones desvelados, la otrora casona aguarda por mejores tiempos. “Construida en 1700 por la Compañía Guipuzcoana y luego adquirida por el general José Gregorio Monagas (1796-1868)”, reza el letrero tallado al lado de su entrada principal, actualmente sellada con una ordinaria reja azul. Sus cuatro ventanales están cubiertos con bloques grises, para alejar a los indigentes y maleantes que por años, la condenaron a la desolación. Pilar Solórzano es miembro de la directiva de la Sociedad Bolivariana del estado Anzoátegui. Como historiadora y educadora jubilada, lamenta el estado actual de viviendas como la Guipuzcoana. “En cada casa colonial de Barcelona se esconde todo un bagaje de historia que debe ser rescatado y preservado”. Para la ingeniera Trías este patrimonio debe ser defendido con uñas y dientes. “Barcelona tiene su gente que no está dispuesta a dejar morir su ciudad. En nuestro caso, nunca hemos perdido la esperanza de que algún día se le dará el valor que realmente tiene el casco. Para lograr esto hay que organizarse. Con el Paseo La Cuadra estamos demostrando que sí es viable”.
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