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Edición No. 0 / Popayán, del 22 de febrero al 1 de marzode 2013

LIBERAL 75 AÑOS editorial Popayán

Por: Edinson Bolaños/ Andrés Córdoba

Popayán, Domingo 24 24 dede noviembre Popayán, domingo noviembrede de 2013 2013

POLÍTICA

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Aurelio Iragorri:

Especial El Nuevo Liberal

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urante muchos años y cada que llegan las campañas electorales, siempre hay una pregunta latente en el ambiente político por parte de líderes de opinión o grupos sociales, ¿por qué a pesar de que los congresistas caucanos llevan varios años en esa corporación, el departamento del Cauca sigue igual de pobre y con altos índices de desigualdad, y aun así quieren ser reelegidos? La respuesta quizá no es fácil encontrarla, pero cuando surgen coyunturas como la actual, donde un cacique como Aurelio Iragorri Hormaza, da por terminado su paso por corporaciones como el Senado, empiezan a relucir opiniones de sus mismos círculos políticos y de la academia que intentan dar cuenta de cómo las pretensiones personales priman por encima de un sentimiento colectivo, que ha querido siempre cambiar el rumbo del departamento. Esta pequeña introducción nos remite a algunos hallazgos que la estudiante de Ciencias Políticas, Martha Giraldo, encontró en su investigación denominada “El modelo de democracia en Colombia y las terceras opciones políticas, el caso del Cauca (1991-2011)”, en donde llega a la figura de Aurelio Iragorri como el cacique más importante de los últimos 20 años en este departamento, indicando que parte de su poder político provino del partido Liberal, del que se nutrió antes de dejar sus toldas, y que luego se consolidó aún más, cuando empuñó las banderas del partido de la U. “Su tránsito hacia la colectividad uribista deja por sentado el interés por estar donde se encuentran los votos, y claramente para ese momento, la figura del expresidente Álvaro Uribe Vélez, estaba determinando las movidas de los partidos y de los mismos políticos”, explica la joven analista en su investigación. Pero en sí, desde sus inicios en la política, el caso de Iragorri es interesante, porque inicia de la mano de Víctor Mosquera Chaux y como cuota del partido Liberal en 1974 se le asigna la Gobernación del Cauca, en los tiempos en los que esos cargos eran asignados a dedo, según conveniencias burocráticas. No obstante, se distancia de Víctor Mosquera Chaux y forma tolda aparte en 1986, año en el que logra entrar al Senado, y desde entonces mantiene su escaño. Según la investigación, esta situación no se presenta de for-

la historia de un cacique en el ocaso Tras el anuncio de no volver a aspirar al Senado de la República, Aurelio Iragorri Hormaza, pasa a la historia como uno de los caciques políticos del Cauca más importantes en las últimas dos décadas. Una investigación de una estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad del Cauca, revela entre otras cosas, que su retiro del partido Liberal no sólo generó la fragmentación del mismo, sino también la división política de todo el departamento. ma aislada ya que resulta de un proceso que tiene que ver con la desestructuración jerárquica de los dos partidos tradicionales como consecuencia del periodo del Frente Nacional. En razón de ello, no sólo Iragorri formó tolda aparte, pues Edgar Papamija, Humberto Peláez y Guillermo Alberto González hicieron lo mismo, de modo que el departamento experimentó una composición fraccional de sus partidos tradicionales. En este punto de la historia, según relata Martha Giraldo, esto llevó a que el liberalis-

mo configurara cuatro directorios Liberales en cabeza de los cuatro ahijados políticos del entonces Jefe Regional del liberalismo en el Cauca, Víctor Mosquera Chaux: Aurelio Iragorri, Edgar Papamija, Humberto Peláez y Guillermo Alberto González. Entre tanto, por la línea de Omar Henry Velasco, lo sucede su hijo Luis Fernando Velasco. “Es decir, la política en el Cauca durante la década del 90 estuvo en manos de figuras personalistas. El partido Liberal perdió entonces su capacidad de cohesionar a sus líderes

más visibles”, manifiesta Martha Giraldo. Esto conllevó, según una entrevista que Giraldo le hizo al Senador Jesús Ignacio García, a que Mosquera Chaux decidiera retirarse con el argumento de que él había sido jefe único de todo el liberalismo y que no podía ser jefe de fracción. Así, cuando Mosquera se retira, sus seguidores que eran Humberto Peláez, Edgar Papamija y Guillermo Alberto González Mosquera, se quedan en el antiguo directorio liberal departamental, pero pronto, por obvios intereses electorales, cada

uno crea su movimiento. “De esta manera vino toda la dispersión del partido liberal y luego eso se afianza con la reforma constitucional del 91, porque esa reforma permitió que se crearan partidos y movimientos políticos muy fácilmente, hasta el punto en que algunos sacaron personería jurídica, entonces, esa fue la historia de la ruptura del partido Liberal aquí en el Departamento del Cauca”, explicó Jesús Ignacio en la investigación. Como resultado de ese proceso que lo desligó de su jefe político, Aurelio Iragorri Hor-


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