III septiembre 2012
24 III El panamericano III su periodico agil y dinamico III
deportes
asdfghjk lzxcvbnm
1peleador miguel sarria derrotó en lima al mexicano paul curiel en kickboxing
Perú tiene otro campeón mundial Porque no todos los días tenemos un título mundial de kickboxing en la categoría superwelter, el peleador peruano Miguel Sarria, campeón mundial súper welter de kickboxing, afirmó que el título que logró ante el mexicano Paul Curiel, no es de él, sino de todo el Perú. ‘Que la pelea se realice acá en el Perú fue un sueño, me he dormido acostado con mi cinturón porque son muchos años de esfuerzos para lograr un título mundial. (...) Este título no es mío, yo no he ganado nada, este título es del Perú’, indicó el luchador nacional. Durante un homenaje realizado en la Municipalidad de Breña, el deportista precisó que aún sigue emocionado por su campeonato y dijo que tenía "toda la fe y las ansias para lograr el título mundial". "Nuestro Perú necesita cam-
TENGA EN CUENTA 1Miguel Sarria podría pelear en noviembre en Argentina, donde defendería su título. La pelea sería transmitida por la cadena FoxSports. 1El campeón fue condecorado en la plaza de armas de Breña.
peones, peleadores. Necesita demostrar que somos una raza guerrera y he venido acá a mostrar mi cinturón y estoy orgulloso de ser peruano", aseguró. Miguel lo consiguió a los 33 años y, como en la escena final de ‘Rocky’, se abrazó a su bandera, cargó a su pequeño hijo Marco Fabrizio y enmudeció al país.
“Ha sido un honor defender a mi patria. Me emocionó el apoyo, las vivas de la gente que fue. Gracias a mi familia y al alcalde de Breña, José Gordillo, por acompañarme y respaldarme. Este es un momento inolvidable”, dijo a Perú21 el ahora campeón, el compañero que desde marzo del año pasado estaba buscando ese
título y que, ahora, se luce con una sonrisa mundial. “Tuve que dejar mi carrera, concentrarme solo en el deporte. Curiel me ganó en México en abril de este año, pero sabía que podía vencerlo. Mi entrenador, Moisés Maldonado, corrigió mis errores en los últimos 70 días. Y lo hice, gané por el Perú”, apuntó el peleador. El deportista cuyo padre le enseñó karate. Miguel, el mayor de cuatro hermanos, tres de ellas mujeres. El juguetón, tranquilo y hogareño. El que ve Bob Esponja con su hijo. Un hijo al que muchas veces no pudo cargar por los golpes recibidos. “Llegaba a casa de noche, miraba a mi hijo. Él me extendía los brazos sin saber que su padre tenía moretones”, cuenta Sarria. Un deportista que también vivió la oscuridad. En 2005, una hora antes de pelear por el título sudamericano de muay thai, le avisaron que su familia había tenido un accidente. Nunca subió al ring. “La vida me dio una revancha”, sostiene. “En mis inicios estudiaba, trabajaba y entrenaba. Dormía cinco horas diarias. Hoy sé que todo valió la pena”, afirma. Pero el final de esta historia mundial lo tenía que poner Miguel. “La noticia hoy eres tú. Como periodista, pon un titular”, le dije. “Cumplió sus sueños”, me respondió directo.