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Página 06 Artículo Programas Antiinflación, Cartuchos de Salva
Los programas contra la inflación del gobierno y un grupo de empresarios fallaron en su meta de contener la carestía alimentaria y proteger el bolsillo de los grupos más vulnerables del país, coincidieron expertos consultados por EL UNIVERSAL. La peor inflación en 22 años hizo trizas el poder de compra de los más pobres, debido a que los mayores aumentos de precios se han dado en los alimentos.
En mayo del año pasado, cuando la inflación fue de 7.6%, se presentó el Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic), mientras que en octubre llegó el Acuerdo de apertura contra la inflación y la carestía (Apecic), con una tasa inflacionaria de 8.5%. Este mes, el gobierno lanzó una tercera fase del programa, pero la inflación fue de 7.9% durante la primera quincena de enero. Es decir, la carestía actualmente es más severa que antes de lanzar las medidas.
La información más reciente del Coneval muestra que la pobreza laboral se incrementó de 38% de abril a junio de 2022 a 40% entre julio y septiembre; es decir, cuatro de cada 10 hogares no pueden comprar la canasta básica alimentaria con su salario, destacó la analista de México, ¿cómo vamos?, Brenda Flores. Desde su punto de vista, “no hay efecto significativo en la inflación”, ni por el Pacic, el Apecic o por sus subsecuentes ajustes.

No se contuvo el alza de precios de los alimentos, ni tampoco se protegió el poder adquisitivo de los más pobres, señaló. En su opinión, los programas contra la inflación no tomaron en cuenta que los supermercados no se encuentran en todo el territorio nacional, ni tampoco que hay afectaciones a las pequeñas y medianas empresas si se pretende mantener los precios bajos.
Mientras las grandes compañías pueden compensar los menores precios de algunos productos incrementando otros, los establecimientos pequeños están imposibilitados de hacerlo.
No fue conveniente darles facilidades a las empresas para evitar las inspecciones sanitarias, ya que puede tener efectos significativos en la salud, indicó.
“Al evaluar el efecto del Pacic debiéramos ver la tortilla, pero es el tercer genérico que más aporta a la inflación general y el kilo presentó una variación de 16.3% anual y en un solo mes de 0.4%”, en tanto que el pan de caja, que está dentro de la canasta de Profeco, subió más de 19% y 2.6% en un mes, hizo ver. Estímulo a Combustibles.
El subsidio a las gasolinas y el diesel pudo tener un impacto positivo, pero ahora que hay una baja en las cotizaciones internacionales, México no recibe el beneficio, resaltó Flores. Para la experta, los recursos a los combustibles pudieron haber sido más valiosos si se hubiesen destinado a la alimentación de las familias más pobres, debido a que los subsidios tienen mayor efecto en los hogares con ingresos más altos.
El economista y coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, Ignacio Martínez Cortés, coincidió en que el Pacic “no ha dado resultados” en la lucha contra la inflación, también llamada el impuesto de los pobres.
Con la exención de aranceles y la suspensión de requisitos sanitarios, que incluyen los programas antiinflación, sólo se beneficia a las empresas relacionadas con los precios del pollo, carne de res, maíz y productos de higiene corporal, explicó. Se deja de lado que la carestía es resultado de intermediarios de productos agropecuarios y otros alimentos, principalmente de cadenas minoristas, las cuales aumentaron “indiscriminadamente” sus precios. Resaltó también “la presencia del crimen organizado en la producción, distribución y venta de productos, principalmente agrícolas, cuyo impacto es de 2% en la inflación”. El profesor emérito del Tecnológico de Monterrey, Raymundo Tenorio, descartó que los programas, incluyendo la aplicación de aranceles de 50% a las exportaciones de maíz, tengan efecto en los precios. Se eliminaron los impuestos a la importación en alimentos que llegan de países con los que México no tiene tratado comercial, pero el problema también es que hay desventajas competitivas en esas naciones, debido a
FueRA De TONO
los altos gastos de logística para internar el producto y desaduanar, lo que “hace poco rentable traer productos de esas fracciones arancelarias con los que no tenemos acuerdo”, expuso.
En mayo pasado se prometió seguridad para las empresas en las carreteras, pero “no se ha mostrado ningún informe de cuál ha sido la disminución en denuncias de delincuencia y no hemos sabido si ha impactado en precios”, indicó el economista. “Las mercancías alimentarias no han bajado de precio, pero esperemos que la caída del gas natural ayude a que los costos directos en los precios bajen”, sobre todo, aquellos comestibles que pasan por el horno como las pastas, azúcar y pan.
A lo largo y ancho del territorio nacional, el alimento que más se encareció fue el chile serrano, cuyo precio se disparó 114.8% durante la primera mitad de enero; seguido del jitomate, con un aumento de 43.4%; la naranja, 38.4%; el pepino, 35.3%, y las harinas de trigo, 30.3%. La inflación nacional fue de 7.9%, aunque los hogares de Yucatán y Campeche sufrieron una tasa galopante de 10.3%. En tercer lugar aparece Michoacán, con una carestía de 9.9%.
Las familias se volvieron cautelosas y dan prioridad a la compra de productos de primera necesidad, sacrificando la adquisición de computadoras, vehículos y otros artículos de consumo discrecional.
Mientras las ventas minoristas en total se redujeron 0.2% en noviembre frente a octubre pasado, los mexicanos consumieron 1% más abarrotes y alimentos, de acuerdo con los resultados de la más reciente Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC) del Inegi. Las ventas minoristas de alimentos no crecían tanto en 20 meses, concretamente desde marzo de 2021, cuando aumentaron 5.5% al restar la inflación.
Los mexicanos también prefirieron los artículos para el cuidado de la salud, cuyo comercio se incrementó 0.6%, en lugar de bienes discrecionales como mobiliario, equipo y accesorios de cómputo y teléfonos, pues las ventas de estos productos se redujeron 4.3% y fue su segundo mes consecutivo a la baja. Sun
Felipe, Perdón que te Salpique
Hernán Gómez
O Calderón era un incompetente, ajeno a todo lo que ocurría en el país que gobernaba, o formaba parte de las complicidades de la delincuencia organizada.
El juicio a Genaro García Luna reviste un carácter histórico. No solo llama la atención que un asunto como este no ocupe ocho columnas en los diarios. Peor aún es que algunos de estos lo frivolicen, mostrando cómo el procesado le manda besitos a su hija o le dice “te amo” a su esposa en pleno juicio.
Pretender humanizar o romantizar los actos de una persona que se enriqueció groseramente a costa de una guerra que sigue costando vidas es irresponsable y grosero.
Sabemos que la violencia en que se hundió el país a partir de 2006 tiene nombre, apellido y responsables concretos. Aun así, medios y comentócratas se han ocupado de edulcorar o relativizar las faltas del siniestro personaje que está siendo enjuiciado.
En el colmo del absurdo, hemos visto un nado sincronizado que busca subvalorar la versión de los testigos, con el argumento de que son narcos y no hay porqué creerles. Como si la figura de un testigo protegido careciera de valor alguno.
Olvidan, como bien apuntó Xavier Tello -voz sensata en nuestro debate público- que en los grandes juicios seguidos a representantes de la mafia en los Estados Unidos -muchos de ellos ampliamente celebrados- se han basado en fuentes internas que se deciden a hablar.
Ante un acontecimiento fuera de toda proporción como este, parece inverosímil tener que recordarle a comunicadores y comentócratas que se está juzgando, por narcotráfico -en un sistema de justicia mucho más creíble que el nuestro- a una figura que tuvo un papel preponderante en la seguridad pública durante los gobiernos de Vicente Fox, y especialmente de Felipe Calderón.
Que a Genaro García Luna se le imputa ahora haber recibido entre un millón y un millón y medio de dólares En sobornos del cartel de Sinaloa, cuando encabezó la Agencia Federal de Investigación, y hasta 3 millones cuando fue secretario de Seguridad Pública.
Aquí, en México, se sabe además, que este personaje se embolsó
750 millones de Dólares en 18 años en contratos públicos simulados. No podemos dejar pasar la gravedad de la información que se ha desprendido de este juicio, la inmoralidad de García Luna, y no menos importante, la forma en que esto mancha la ya cuestionable reputación de Felipe Calderón. Tan consciente es el Expresidente de cómo esto lo salpica política y mediáticamente, que optó por exiliarse en España. Quizás piense que así podremos olvidar que García Luna fue el gran hombre fuerte de su administración, a quien sistemáticamente defendió en su labor. Es ingenuo creer que el Expresidente no estaba enterado de las actividades de su mano derecha y hombre confianza. Una de dos: o Calderón era un incompetente, ajeno a todo lo que ocurría en el país que gobernaba -cosa que no se descarta por completo- o formaba parte de las complicidades de la delincuencia organizada. Estamos ante un juicio relevantísimo, donde el hecho de que el inculpado haya llegado hasta aquí sin un acuerdo de testigo protegido que reservaría la información obtenida, obliga a que todo el litigio sea público.
Y esto, lo que está mostrando en el fondo, son los móviles reales del conflicto armado interno que inició Calderón, y cómo él y los suyos llevaron al país a una guerra motivada en gran medida por una búsqueda insaciable de dinero y poder. Gente como esa no puede merecer otra cosa que un lugar en el infierno. Sun
*Promociona la Expo Feria Tapachula 2023.