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Apatía Mundial Ante el Calentamiento Global; Nadie Hace Algo al Respecto L. Quinteros

A pesar de las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por los riesgos que corre la humanidad por el calentamiento global y sus efectos, los gobiernos de los distintos países del mundo y la población misma sigue apática, “nadie hace verdaderamente algo importante al respecto”.

Mientras tanto, en diferentes continentes del planeta se registran temperaturas muy altas, históricas, nunca antes registradas.

Según ambientalistas y científicos, las principales causas del calentamiento de nuestro plante son las emisiones de gases de efecto invernadero, que en grandes cantidades genera y emite la industria, además de los descontrolados incendios forestales que se han presentado durante este año, así como otras actividades nocivas para la Tierra.

En un informe de la ONU, publicado desde el año 2019, se da a conocer que un promedio de “4 mil millones” de personas vivirán en tierras desertificadas, sobre todo, en África y en el sur de Asia para el año 2050, así como confirma que la contaminación del aire ya mata a 7 millones de personas cada año.

¿Qué hacen los gobiernos del mundo para por lo menos mitigar el calentamiento global? peor aún, ¿qué hacemos como sociedad para salvar nuestro planeta?

Todos los días, en la prensa internacional y en las benditas redes sociales se publica información y noticias de las catástrofes que suceden en distintas partes del mundo.

Sequías, lluvias atípicas, tormentas eléctricas, huracanes, tifones, inundaciones, deslaves, incendios forestales, etcétera, es la información que circula a diario. Como una señal de alerta que nos envía nuestra madre naturaleza, pero que lamentablemente no hemos entendido, o que simplemente no hemos querido entender para reaccionar y actuar en consecuencia.

Es triste decirlo pero es una realidad que ya no se puede esconder. El calentamiento global ha sido provocado en gran medida por la humanidad, pero lamentablemente no se ha hecho conciencia al respecto.

Además de que tampoco se le ha dado la importancia a los programas y proyectos para contrarrestar las emisiones de gases de efecto invernadero que generan grandes industrias transnacionales en los países desarrollados, en donde obviamente, primero se cuida el intereses económico, pero no el nocivo impacto ambiental que se tiene para el planeta, y para la misma humanidad.

El tiempo apremia y urge que se prioricen políticas públicas, así como programas que nos permita transitar hacia las energías limpias.

Y si los organismos internacionales y la misma ONU siguen apáticos, o no han logrado hacer conciencia al respecto, tenemos que reaccionar como sociedad, desde nuestros espacios.

Apenas el pasado 15 de junio el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que los países que forman parte de este organismo internacional están muy lejos de cumplir sus compromisos con la agenda climática e insiste una vez más a poner fin a los combustibles fósiles y a reducir las emisiones en un 45%, de aquí al 2030.

Cuando veo esta información, me preguntó ¿qué tiene que pasar para que hagamos conciencia como humanidad?

Y se repite en mi mente aquellas imágenes de diferentes ciudades del mundo totalmente silenciosas, sin gente en las calles, sin transporte público, ni vehículos, con comercios cerrados. Eso lo generó la pandemia por contagios masivos de Coronavirus, por un simple factor… “miedo”. ¿Acaso tiene que suceder algo similar para que voluntariamente detengamos la maquinaria de la contaminación?

La mala noticia para todos es que los calores de los que nos quejamos parece que llegaron para quedarse. Esto debido a que no hemos parado de contaminar nuestro planeta, y las consecuencias de salud, seguridad alimentaria, etcétera ya se están asomando. ¡Cruda realidad!

Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.

¡Ánimo!

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