12 EL OBSERVA DOR • LOS SORCHANT E S v i e r n e s 17 d e m a y o DE 2 0 1 3 .........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
En el túnel del tiempo
“No tengo reparos en reconocer mi apego a la marca y a los Doldán” Analía Álvarez ingresó en 1996 a Los Sorchantes y si bien se adaptó al vertiginoso cambio que impuso el paso de la marca a Grupo Bimbo Uruguay, reconoce que aquella empresa familiar le sigue generando nostalgia
A
nalía Álvarez ingresó a Los Sorchantes el 12 de setiembre de 1996 y actualmente sigue vinculada a la marca a través de su labor cotidiana con la firma Bimbo Uruguay. En cada palabra, en cada frase, en cada pensamiento deja trasuntar sin ningún tipo de reparo su especial cariño por la empresa familiar de los Doldán. Cuando Los Sorchantes pasó a Grupo Bimbo, Analía estaba a punto de encargarse de la tarea cotidiana de trámites en los Bancos. Hoy día, esa es la tarea que desarrolla dentro del departamento administrativo de Bimbo Uruguay, específicamente en el área de tesorería. Recuerda con absoluta claridad sus comienzos en Los Sorchantes. “Un año antes de mi ingreso y a través de un amigo en común, Marcelo Doldán me ofreció in-
Ingresó a la empresa un año después del primer ofrecimiento tegrarme a la empresa familiar. No fue ese el momento. Yo estaba trabajando bien en un club deportivo y no veía razones para dejar ese trabajo”, argumentó. Pero las vueltas de la vida la llevaron a retomar aquel ofrecimiento de un año antes cuando la institución para la que trabajaba comenzó a vivir una dura crisis económica. “Nuevamente contacté a través del amigo en común a Marcelo Doldán y de inmediato gestionó mi ingreso a Los Sorchantes”, recordó Analía Álvarez. En setiembre de 1996 entró a la panificadora como telefonista y fue haciendo camino al andar. Como recién explicamos, al momento de la compra de Grupo Bimbo Uruguay, Analía Álvarez ocupaba en Los Sorchantes un cargo de extrema confianza ya que gestionaba los pagos a los proveedores. “Recuerdo perfectamente que una semanas antes de la venta de Los Sorchantes, el propio Marcelo Doldán me había anticipado que tenía en mente darme la tarea de los Bancos y al final, ese objetivo se cumplió ya que a grandes rasgos es la tarea que hoy llevo adelante dentro de Grupo Bimbo aunque
Los prolijos carritos de reparto dominaban Montevideo
Aquel pan de viena Analía Álvarez recuerda su primer día de trabajo en Los Sorchantes con una situación que creyó, le costaría el puesto de telefonista. “Con todos los nervios del primer día de trabajo, olvidé llevarme algo para el almuerzo. Así que al mediodía fui hasta 8 de Octubre y Garibaldi y me compré unos panchos. Luego pasé por una panadería cercana y compré los
panes de Viena para ponerle a los panchos. Llegué a Los Sorchantes y guardé todo en la heladera del comedor. Un rato después Marcelo Doldán abrió la heladera y se encontró con la sorpresa: ¿Quién compró estos panes de Viena?, dijo con voz fuerte y acto respondí yo al tiempo que pensé “trágame tierra”. Muy nerviosa escuché sus comentarios al respecto entre los que tomé una clase rápida
de lo que era ese pan de Viena y el pan de Viena de Los Sorchantes. Realmente fue un momento tenso para mí pero todo se saldó con una buena dosis de humor y… mantuve mi flamante empleo. Más allá de la situación que generé sin querer, fue una muestra fiel de la calidad de persona que son los Doldán y eso se reflejó siempre en el producto”, concluyó.
lógicamente con un superior al mando de lo que es la Tesorería de la empresa”, reseñó, en un emotivo diálogo en la planta de la empresa de Camino Edison. No esconde en absoluto su recuerdo especial para la familia Doldán y aquella empresa que se metió en los corazones de las familias uruguayas y sigue de la misma forma 115 años después. “No lo oculto porque no es
secreto. Para mí el paso de Los Sorchantes–de una empresa de neto corte familiar a Grupo Bimbo–, fue difícil. Tal vez hasta hoy a tantos años de aquel momento, me sigo adaptando”, reconoció. Señaló que el traspaso significó para ella todo un “shock” porque entre otras cosas, nadie sabía si se mantendrían las fuentes de trabajo. Quiere aprovechar esta instancia para agradecer a una persona
que en ese momento le brindó todo su apoyo y colaboró de manera clave para que el proceso de adaptación fuese lo menos complejo posible. “No me olvido más de aquel señor chileno. Fue una persona decisiva y le agradezco mucho”, destacó. “Después fue todo muy vertiginoso, como lo es hoy día la empresa Bimbo Uruguay. Es decir, felizmente todos mantuvimos
nuestros trabajos y el crecimiento desde ese momento es constante. No se detiene, es impresionante”, enfatizó. Se reconoce como una persona a la que le cuestan los cambios y éste proceso lo sufrió. “Los Sorchantes no solo era una empresa netamente familiar sino que además la familia Doldán eran excelentes personas. Tan es así que hasta estos días y seguro seguirá así por siempre, mantengo el contacto con ellos. Siempre programamos un encuentro entre los compañeros de Los Sorchantes, entre los que seguimos ahora en Grupo Bimbo y los que optaron por otro camino. Pero nos ha sido difícil congeniar para poder formalizar ese encuentro y recordar aquella linda época. Ojalá lo podamos hacer en un momento cercano. Para mí sería muy lindo reencontrarnos porque
Para quienes quieren progresar, la empresa le da posibilidades fue una etapa de mi vida laboral inolvidable”, señaló con mucha nostalgia. No duda un instante al reflexionar sobre el éxito de la marca Los Sorchantes en el sentido de que todo eso se cimentó sobre la calidad del producto, la atención y la calidez de sus dueños. Destaca que desde el momento que Bimbo Uruguay absorbió a Los Sorchantes, la nueva empresa ha protegido en todo sentido a la marca y eso le llena de orgullo. También reconoce que para los técnicos y gente joven que buscan progresar a través de la marca Los Sorchantes, la empresa brinda un sinfín de posibilidades de capacitación. “Eso es muy bueno porque ayuda sustancialmente a mantener firme el prestigio del producto que se basó en sus orígenes en el esfuerzo de una familia”, reflexiona Analía Álvarez. Consultada respecto a qué producto consume cuando requiere la compra de pan de molde, asegura que Los Sorchantes le tira, “es inevitable”. Pero con el paso del tiempo ha ido cambiando y asegura que en ese rubro, sus compras se dividen en 50% Los Sorchantes y 50% Bimbo.