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ACTUALIDADES SEGMENTO INTERROGANTES
¿Por qué razón son “felices los que lloran”? Quiero comenzar este breve artículo aclarando lo siguiente: Aquí no hablamos de masoquismo —alteración síquica que se solaza con una situación desagradable—, sino de otra cosa, que en el lenguaje teológico tiene una singular significación, porque aunque parezca un contrasentido llamar dichosos a quienes lloran, en la lógica de Dios es así, y tiene una clarísima explicación. ¿Cuándo el llorar se torna en una bienaventuranza ante los ojos de Dios que, además, está presto a consolar a quienes están en esta situación? La respuesta va por aquí: Cuando el llanto brota del arrepentimiento sincero de un hombre o de una mujer que reconoce su pecado y resignado y humilde se abraza a Dios para recibir su misericordia y su perdón. En otras palabras, son “bienaventurados los que lloran” aquellos que, sensibles a los pecados propios y de los demás y sensibles también a la misericordiosa de Dios, se abandonan a su bondad. Una persona que haya alcanzado este grado de rendimiento, es también feliz ante las adversidades de la vida que se manifiesta con distintas modalidades. En un ambiente hedonista como el nuestro, los hombres comúnmente nos entristecemos: o porque no comprendemos, o porque no aceptamos los retos, o porque permanecemos desafiantes en el orgullo. Pero el cristiano que sabe que “Dios se hizo hombre para que el hombre llegase a ser Dios” —según la maravillosa expresión de San Agustín—, encuentra aquí el “gigantesco secreto” de la alegría cristiana. Y esto es así, lo podemos advertir. Cuando nos liberamos del pecado experimentamos una sensación de gozo, es quitarse un peso moral de encima, y como gratificación se recibe y se siente la consolación, que es la bendición de Dios. (Inquietudes a: boji@etapanet.net). -(F) Padre Bolívar Jiménez Álvarez
Cuenca, domingo 19 de agosto de 2018 www.elmercurio.com.ec
PENSAMIENTO DEL PASTOR
Los jóvenes de hoy
Los jóvenes no necesitan solamente de la presencia de los adultos en su vida; también necesitan ser escuchados, de forma abierta y sereno.
COMUNIDAD EN MARCHA Hay padres que, ante la dificultad de poder orientarlos, renuncian a hacerse escuchar o terminan imponiéndolo todo, creyendo que así son buenos educadores.
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Cuáles son las necesidades de los jóvenes de hoy? ¿Qué buscan? ¿Qué esperan de nosotros? Varias investigaciones muestran que los jóvenes sienten la necesidad de figuras de referencia cercanas, creíbles, coherentes y honestas, así como de lugares y ocasiones en los que poner a prueba la capacidad de relación con los demás (tanto adultos como coetáneos) y afrontar las dinámicas afectivas. Buscan figuras capaces de expresar sintonía y ofrecer apoyo, estímulo y ayuda. Si estas son sus necesida-
des, quiere decir que el papel de la familia es fundamental. Los adultos: padres, familiares y educadores, a menudo no valoramos sus potencialidades, enfatizamos las fragilidades y no entendemos las necesidades de los más jóvenes. Hacemos hincapié en sus errores y solo les recordamos lo que nos gustaría que ellos hicieran, pero no somos capaces de ayudarles a orientar su mirada hacia el futuro. Hay padres que, ante la dificultad de poder orientarlos, renuncian a hacerse escuchar o terminan imponiéndolo
todo, creyendo que así son buenos educadores. Otros, son padres ausentes o hiperprotectores, que hacen a los hijos más frágiles e inseguros, obsesionándolos con el miedo a equivocarse. Los jóvenes no necesitan solamente de la presencia de los adultos en su vida, tienen una fuerte necesidad de ser escuchados, desean un diálogo abierto y sereno. Esperan ver en sus padres expresiones de afecto y confianza. Más aún, necesitan ver que papá y mamá se amen y respeten, que ambos busquen hacer cada día la voluntad de Dios y vivan el mandamiento del amor. Ante la vida social y política, los jóvenes expresan desconfianza, indiferencia o indignación. Esta actitud se refiere no sólo a la política, sino que afecta cada vez más a las instituciones formativas y a la Iglesia. La quieren más cercana a la gente, más atenta a los problemas sociales. Esta es la razón por la que a muchos
jóvenes les atrae la personalidad y el discurso del papa Francisco, siempre comprometido con los pobres y dispuesto a decir la verdad, aunque algunos se escandalicen. Cuando ven en los adultos una fe sin obras, o se ponen en contra o terminan viviendo de espaldas a Dios, con total indiferencia. Viven sin la Iglesia, buscando a veces formas de espiritualidad alternativas y espontaneas. No se sienten parte de una Iglesia alejada y anquilosada. Buscan una comunidad en salida, donde se viva la radicalidad del Evangelio, con alegría y generosidad. Hoy los adultos debemos hacerles frente a estos retos, sin miedo y confiando plenamente en Dios, que nos dará la sabiduría para poder formar y orientar bien a nuestros jóvenes. -(F) Monseñor Marcos Pérez C. Arzobispo de Cuenca
Noticias Caminata penitencial El Padre Víctor Cabrera y el Consejo Pastoral, junto a los devotos de la Virgen de La Natividad del Cantón Girón, invitan a la Caminata Penitencial, para el domingo 26 de agosto de 2018, desde la comunidad de Cabumgata hasta el templo de Girón. El programa iniciará el viernes 24 con la llegada de la Virgen desde Chumblín hasta Girón. Este mismo día, a las 19h00, se celebrará la Eucaristía y luego el programa cultural. Seguidamente, la imagen, será llevada hasta el barrio La Cruz, para su velación. El sábado 25, se trasladará hasta la comunidad Cabungata, allí se desarrollará un programa cultural, con las comunidades que la visitan y la misa, a las 18h00. El domingo 26, la Caminata Penitencial, iniciará a las 05h00, desde Cabungata hasta el templo de Girón, de aproximadamente 31 kilómetros de recorrido. En el templo está previsto la misa a las 11h00 y luego el retorno de la imagen hasta el Santuario de Chumblin. (EV) -(I)
Festividades de la Asunción El 16 de agosto 2018, la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, perteneciente al cantón Santa Isabel, celebró su festividad religiosa, con alegría y regocijo, en homenaje a la Virgen de la Asunción. En esta gran fiesta participaron toda la comunidad parroquial y los residentes “azhucos”, en diferentes ciudades del país. La Eucaristía de fiesta fue presidida por nuestro Arzobispo Monseñor Marcos Pérez Caicedo, y concelebrada con los presbíteros de la Viciaría Sur. Además, en la misa, 50 jóvenes de esta parroquia, re cibieron el Sacramento de la Confirmación. (WC) -(I)
NUESTRA SOLIDARIDAD
La Beata sor María Catalina Irigoyen Sor María Catalina Irigoyen Echegaray nació en Pamplona (Navarra), el día 25 de Noviembre de 1848. Era la séptima de una familia profundamente cristiana, que oyó el llamado del Señor, durante su infancia y su juventud. En 1878, solicitó la admisión en el Instituto de las Siervas de María; mas, al enterarse la Madre Superiora, que María Catalina, tenía familiares enfermos, le aconsejó que primero cuide de los suyos. María Catalina supo obedecer y esperar con paciencia, pues estaba pronta a cum-
plir la voluntad del Señor. Solucionado la situación familiar, María Catalina, ingresó al Noviciado de las Siervas de María, en Madrid, en 1881, a la edad de 33 años. Luego Madrid sería el escenario de su vida como Sierva de María, hasta su muerte el 10 de octubre de 1918. Cristo era el centro de su ser, deseaba tener sus mismos sentimientos, obrar según su querer. Dedicó su vida al servicio a los enfermos en sus domicilios, derrochando caridad exquisita, pronta y alegre, con paciencia, esmero y abnegación. Con
presteza y amabilidad acudía a las peticiones y necesidades de los enfermos, que muchos de ellos la consideraban como madre amorosa y numerosas familias la reclamaban como a su enfermera ideal. Entre sus virtudes, destaca el amor al Instituto, la fidelidad a la observancia de las Constituciones, el celo por la salvación de las almas, pero sobre todo, una gran humildad y espíritu de penitencia, que brotaban de sus largas horas de oración al pie del Sagrario, de su amor a Cristo Crucificado y a María
Santísima. Después de 23 años dedicados al servicio de los enfermos, pasó a ocuparse de la postulación durante siete años. El final de su vida se vio reducida a la más absoluta inactividad y, entonces también como durante toda su vida, aceptó la voluntad del Padre, que la sujetó a la cruz de la enfermedad, para asemejarla a su Hijo Crucificado. Mientras pudo, pasó largos ratos en la capilla orando. Más tarde, lo haría desde su celda, ansiando el momento de recibir la Sagrada Comunión. Falleció el 10 de
Afiche promocional del centenario de la muerte de la Beata María Catalina. Octubre de 1918. Su vida, a imitación de la Virgen, Sierva del Señor, fue de servicio. No acertaba a estar sin servir a los demás y es que, así como el “Hijo del Hombre” no vino
a ser servido sino a servir, Sor María Catalina repetía: “solo sirvo para servir”. -(F)
Lcdo. Enrique Vacacela
IGLESIA EVANGELICA
La batalla por la pureza sexual Eric entró como un torbellino en mi oficina y se desplomó sobre una silla, y dijo: -Estoy verdaderamente enojado con Dios. Eric se había criado en una leal familia de la iglesia, había conocido a una joven cristiana y se había casado con ella. Sin embargo, ahora era la imagen misma de la desdicha. -Vamos a ver le dije… ¿Por qué estás tan enojado con Dios? -Porque la semana pasada cometí adulterio –fue su respuesta. Luego vino un largo silencio. Por fin le dije: -Lo que veo es que Dios tiene razones para estar enojado contigo. Pero ¿Por qué estás enojado tú con Él? Eric me explicó que durante varios meses había sentido una fuerte atracción por una mujer de su oficina, y ella también la había sentido. Había orado con fervor para que Dios la apartara de la inmoralidad. -¿Le pediste a tu esposa que orara
por ti? –le dije-. ¿Te mantuviste alejado de esa mujer? -Bueno… no. Salíamos a almorzar juntos casi todos los días. En ese momento yo, lentamente, comencé a empujar un gran libro a lo largo de mi escritorio. Eric me observaba sin entender, mientras el libro se iba acercando cada vez más al borde. Yo oré en voz alta: -¡Señor, no permitas que este libro se caiga! Seguí empujando y orando, pero Dios no suspendió la ley de la gravedad. Al llegar al borde, el libro se cayó y dio un golpe contra el suelo. -Estoy enojado con Dios –le dije a Eric-. Le pedí que no dejara que se cayera mi libro… ¡pero Él me falló! Este ejemplo revelaba la vida de Eric, un joven, bien dotado y bendecido con una esposa y una hija pequeña, Eric rebosaba de potencial. Sin embargo, su historia no terminó aquel día, Eric terminó
convirtiéndose en un depredador sexual, y llegó a violar a su propia hija. Lleva varios años en prisión, arrepentido, pero sufriendo las consecuencias de haber ido empujando poco a poco su vida hacia el borde, hasta que la gravedad se hizo cargo de la situación. Somos muchos los cristianos que tenemos la esperanza de que Dios nos va a guardar de la calamidad y de la desdicha, y al mismo tiempo cada día tomamos unas decisiones inmorales pequeñas, al parecer carentes de consecuencias, que nos van llevando lentamente hacia inmoralidades mayores. (Parafraseado del libro de Randy Alcorn) – (F)
Por: Pst. Santiago Gomezcoello