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NTERCULTURAL
Cuenca, sábado 16 de marzo de 2019
“Espíndola”, la leyenda de la laguna de Culebrillas en Cañar En el gran diluvio universal, que incluso describe la Biblia, dos hermanos subieron al cerro más alto para refugiarse de las aguas, son los ancestros cañaris.
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icen que en la Laguna de Culebrillas habitaba una serpiente. Ubicada entre los cerros Tole y Ya n a u r c o a l N o r t e , Cruzpungo y Paredones al Sur, Quilloloma(4.301 msnm) al este y al oeste por la planicie de Labrashcarumi y el abra del río San Antonio, esta laguna es un lugar mítico y origen de las etnias más vigorosas del país; el Pueblo Cañari. Culebrillas es la única laguna de esta geografía austral, que posee lechos fluviales curvilineados a manera de culebras. Tiene 1.350 metros de largo por 445 metros de ancho, la profundidad en la parte central es de 19.20 metros, y el espejo de agua está a 3.885 m.s.n.m. Las leyendas son muchas, unos dicen que fue cavada por los inkas, cuando transportando el oro del rescate de Atahualpa por este paraje andino, conociendo la muerte del Hijo del Sol, resolvieron esconder el tesoro en las profundidades de la tierra, “... cuando los inkas llevaron el rescate a Atahualpa, supieron de la muerte trágica de este príncipe, cavaron en seguida esta laguna, cuyo fondo sería tallado en gradería para esconder su tesoro”. (Angel Bedoya M.-1965, 210). No falta esa historia que habla de una laguna hecha por los arquitectos cañaris, quienes construyeron grandes túneles para traer el agua y llenarlo, hasta lograr esa gran laguna de aguas agitadas levemente por el constante viento andino y cuya temperatura apenas llegan a los seis grados. Otra leyenda y que es la que se escucha en el pueblo, es la de Espíndola. El hijo de una serpiente macho en una mujer cañari. Según los nativos cañaris, la historia dice que: un buen día una mujer se fue a lavar la ropa en la laguna, mientras cumplía con su trabajo, de pronto apareció una culebra y le fue llevando. Era una culebra inmensa. De ese rapto, surgió la unión entre la serpiente macho y la mujer y de esa unión nació un hijo, fue varón y decidieron llamarlo “Espíndola”. Mientras la mujer permanecía raptada por la serpiente, el esposo y sus familiares no cesaron de buscarla. No faltó quienes le dijeron que al medio día, se puede encontrar a su mujer y a la culebra; desespe-
Culebrillas es la única laguna de esta geografía austral, que posee lechos fluviales curvilineados a manera de culebras.
rados los hombres fueron, cuando llegó las 12:00, vieron a la mujer y a la serpiente durmiendo, aprovechando el sueño profundo del reptil, rescataron a la mujer, pero el hijo Espíndola se quedó con la serpiente. La mujer volvió a su marido y continuaron viviendo juntos. Él, Espíndola creció y habitaba en esas hoyas y a todos los viajeros que pasaban por esos lugares les asesinaba, hacía todo lo que venga a su antojo. La gente decía que Espíndola era un hombre, así de grande como los personajes de la mitología griega, tan grande que nadie podía con él, porque no contento con matar a esos hombres, a muchos hasta se los comía. La culebra no era muy rabiosa, era tranquila, pero tenía en su espíritu el dolor de que le quitaron a la mujer, con la que tuvo un hijo. Pero la gente también quiso vengarse de la muerte de muchos hombres, que inocentemente pagaron con su vida y por eso decidieron darle caza, hasta que lograron desterrarla de las alturas hacia la tierra caliente. Cazarle a Espíndola fue una odisea. La gente decía que la serpiente siempre salía de la laguna al medio día y se dormía. Un día de esos, la gente que había perdido a sus familiares se fue a la laguna, cuando la serpiente salió, la golpearon en la cabeza y se arrastró. Herido el reptil, se arrastró de tal forma que avanzó a la Costa, por eso dicen que la culebra de la laguna de Culebrillas se fue para la Costa y allí habita, pero en la Sierra ya no está. Dicen que Espíndola se comió muchos hombres. Para cazarlo a él y a la serpiente, se dice que desde la Presidencia mandaron militares y policías, un gran escuadrón, y todo eso
porque las noticias relataban que Espíndola había asesinado a muchos. Así es la historia, a tal punto que muchos afirman que vino un esclavo de una hacienda de la casa presidencial, quien le golpeó la cabeza mientras dormía y así la serpiente se fue para la Costa, para los yungas, como se diría en quichua. Desde entonces se dice que la laguna es brava, y se le da esa cualidad, porque los antepasados cañaris consideraban que todo lo que está en el mundo es un ser viviente. Por eso dicen, que cuando alguien llega a agredir o a maltratar a la laguna, ella se pone brava. Hasta ahora mismo la gente sabe que cuando hay actitudes así cae el páramo, hace frío y la gente no puede estar en calma ahí, esa es la presencia, de la energía y se considera que esta laguna es una divinidad más. Por eso, cuando se quiere viajar a la Laguna de Culebrillas, la gente del Cañar explica que es importante primero dialogar con cada componente natural, que es indispensable pedir permiso, replicar una y otra vez “permítame estar aquí, saludarla y preguntarle cómo está, hay que pre-sentar el respeto y los honores. Si algo tienen claro los nativos del Cañar, es que no se puede invadir el espacio, hay que pedir permiso y todo eso porque allí en la laguna también se quedaron los espíritus de los guerreros, quienes ahora no permiten que alguien que no esté de acuerdo con la forma de vida de ellos, ingrese allí. Los visitantes tienen que estar acorde al principio del buen vivir; es decir cuando llega alguien con el afán de destruir la naturaleza, los cerros reaccionan. (BSG)-(I) Reedición.
La imagen de la serpiente es uno de los íconos de la cultura cañari y está presente en la simbología de este pueblo.
Uno de los componentes primarios del monumento cañari es la serpiente. Este está ubicado al ingreso a la ciudad de Cañar.
El Cuento de la Serpiente protectora de la ciudad, oculta de la laguna de Culebrillas es una tradición oral de este pueblo.
CÓMO LLEGAR A CULEBRILLAS Esta hermosa laguna esta asentada en una hoya al pie del cerro Yanahurco o “ Cerro Negro “. Estudios recientes a 20 metros del desaguadero, descubrieron un andén de 4 metros de largo por 80 centímetros de ancho, vestigios arqueológicos incuestionables que hablan de la presencia cañari en estas alturas. La laguna se alimenta por la parte oriental del riachuelo Culebrillas, conocida con este nombre por los simétricos meandros, que recorren unos 800 metros desde su nacimiento en las lagunas Sonsahuín y Cojitambo. El acceso hasta la laguna de Culebrillas, se realiza en vehículo de
preferencia de doble tracción, ya que una parte de la vía está lastrada desde los sectores de Pilcopata y Altarurco, a una distancia de 16 y 24 Km. respectivamente, durante una hora de recorrido. Hay otras maneras de llegar a Culebrillas. Por Achupallas, al norte (cerca de Alausí) que en dos días de caminata (a paso calmo, con el peso de las mochilas y el tiempo para disfrutar del paseo) conduce a este milenario espejo cósmico. Pero también está una manera más sencilla para llegar con vehículo, hasta cerca de la laguna, a quizá 300 metros de ella, por lo que se puede ir y regresar en un mismo día.