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MUJER DE PODER PATRICIA ÁLVAREZ DE LOS COBOS

Graba su nombre en la historia de San Diego

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ConsejodeDesarrolloEconómicodelSur

darios”, dijo reafirmando su convicción en favor de la unidad y al margen de intereses partidistas, de grupo o personales.

PROFUNDA HUELLA EN LA COMUNICACIÓN

Nacida en Quincy, Illinois, su madre tuvo la visión de registrar a sus hijos como ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero. Esta decisión resultaría ser una semilla del futuro de Patricia en este país. De niña asistió al Colegio Francés del Pedregal, una escuela religiosa en la Ciudad de México con altas expectativas académicas y bases multiculturales.

Patricia nos cuenta que sigue conectando con los amigos de la infancia que hizo allí. Al graduarse de la escuela secundaria, México se encontraba en una situación social complicada para los estudiantes; las protestas del 68 y las dificultades que enfrentaron las instituciones académicas no fueron óptimas. Por eso, Patricia decidió trabajar como secretaria en una fábrica de hilos. Ella pudo hacer esto porque en la escuela secundaria tomó el curso de taquígrafa. Siente que aunque fue muy bonito empezar una vida profesional, fue un error porque uno tiende a enamorarse del dinero y deja de lado la educación.

A partir de ahí, decidió irse a Europa por un año y, cuando regresó, pudo retomar su puesto en la misma empresa. Después de un tiempo, comenzó a trabajar para Interdata, una empresa alemana donde descubrió su pasión por el marketing.

Interdata es una empresa de investigación de mercados farmacéuticos donde aprendió a realizar presentaciones comerciales y promocionales a importantes laboratorios. Su esfuerzo llamó la atención de uno de los laboratorios donde continuó su carrera.

Aunque su carrera profesional estaba en el campo farmacéutico, la vida tenía otros planes para ella.

Una de sus mejores amigas se había casado con el Sr. José Luis

Guasch, quien la invitó a venir a San Diego a trabajar con él en 1989. Patricia llegó a San Diego sin conocer a nadie, con su familia lejos pero con espíritu aventurero y abierta a nuevas experiencias. Junto con su amigo Pascal y el Sr. Guasch, Patricia comenzó de la nada, alquiló un apartamento y se arremangó para el nuevo proyecto al que se enfrentaba. “Empezamos de cero, fuimos los pioneros, una experiencia hermosa”.

Un excelente trabajo hizo Patricia Álvarez de los Cobos en su calidad de presidenta de SCEDC. Foto: Horacio Rentería/El Latino San Diego.