Viernes 30 de Mayo de 2014
La “confiabilidad” ha puesto en tela de duda los resultados expuestos por el organismo.
A
un cuando se asegura que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es un organismo confiable que desarrolla su trabajo con base en datos duros, esa “confiabilidad” se ha puesto en tela de duda con los resultados expuestos, la metodología que emplea en sus investigaciones, las variaciones expuestas si algún dato “no cuadra”, y por el hecho de que mantiene como titular a Eduardo Sojo Garza-Aldape, quien fuera asesor económico en el gobierno de Vicente Fox y formara parte del equipo de transición del a la postre presidente Felipe Calderón Hinojosa. Los cuestionamientos se suceden conforme se exponen sus trabajos. Ejemplo de ello: el 30 de septiembre del 2013, INEGI informó que, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe), durante el 2012 ocurrieron en el país 105 mil 852 secuestros; es decir, 289 cada día, 12 por hora, uno cada cinco minutos. Con ello, uno de cada mil mexicanos fue víctima de secuestro el año pasado. Eso dijo el INEGI, mientras el Sistema Nacional de Seguridad Pública señaló otra cosa: en todo el 2012 hubo mil 317 denuncias presentadas ante ministerios públicos por privación de la libertad, es decir, secuestro. Si el INEGI tuviese razón, en el ejemplo antes citado, se vería que los secuestros no denunciados a la autoridad son el 98.75 por ciento; dicho de otra forma, en México suceden más secuestros que los que acumulan todos los países del mundo. Otro ejemplo se tuvo con el análisis de la Cuenta Pública del 2010, donde se apuntó la carencia de un diagnóstico al respecto, así como de las diferencias en informes acerca de un mismo tema con otras instituciones. Ítem, el INEGI relevó al Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI) en la realización de la Encuesta Nacional sobre Inseguridad, lo que para algunos académicos especializados en el tema, ya no vuelve confiable dicha información. Por si fuera poco, entre las fallas que se han detectado está la falta de homologación de criterios en las metodologías del INEGI. Un empleado temporal del INEGI, declaró que sus compañeros, sin excepción, manipulaban y falseaban las encuestas, los censos. “Les comentaba a mis compañeros que si así de fiables son los censos, las encuestas de nuestro estado (que nosotros “realizamos” y manipulamos) así mismo lo han de ser a nivel federal. No exagero al decir que a lo mucho el 30
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INEGI “MANIPULA” DATOS
por ciento de la información es verídico. Lo demás, es lo que los mismos encuestadores han escrito sin consultar a la población”. Hace días, el tema que generó mayor inquietud, fue el referente a la presunta recesión en México, lo cual detonó la irritación en los sectores productivos.
Ciertos o manipulados los datos del INEGI, hizo que el presidente Enrique Peña Nieto informara que la economía nacional va por buen camino y citó para ello un crecimiento en abril de 3.2 por ciento del empleo y de 6.8 por ciento en las manufacturas, y de esa forma cuestiona las cifras del INEGI que confirmó una “fase de recesión”.