April 5th, 2013 | El Imparcial

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El Evangelio en Marcha

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El Imparcial | 5 de abril 2013

Y si Cristo no resucitó…

(1 CORINTIOS 15:12-22)

Por: Rev. Julio Ruiz, Pastor de Iglesia Bautista Hispana Columbia, Falls Church, Virginia

INTRORUCCIÓN: Hay una hermosa historia de un niño llamado Felipe que ocurrió durante la época de Easter (Semana Santa). Felipe nació con Síndrome de Down, y aunque era un niño feliz a pesar de su enfermedad, había una gran diferencia entre él y otros niños de su edad. Felipe iba a la Escuela Dominical fielmente cada semana, formando parte de la clase de tercer grado con otros nueve niños de su misma clase. Usted tiene que imaginarse cómo son los niños de ocho años, así que Felipe no fue aceptado fácilmente, sintiéndose excluido como parte del grupo. Su maestro tuvo una brillante idea considerando la época que estaban celebrando. Se consiguió diez huevos grandes de plástico, y como era un hermoso día de primavera le entregó un huevo a cada niño de manera que salieran y lo llenaran con algo que representara la resurrección. Todos los niños fueron por los alrededores de la iglesia buscando algo según su imaginación de modo de representar este acontecimiento. Al final todos llegaron y pusieron los huevos en una mesa, y luego el maestro comenzó a abrirlos mientras los niños miraban ansiosamente. El maestro presentó cuatro de ellos. El primero que abrió tenía una flor. El segundo tenía una pequeña mariposa. El tercero una hoja tierna. Pero el cuarto que abrió no tenía nada en su interior. Algunos niños reaccionaron, diciendo: “¡Eso es estúpido! Alguien no lo hizo bien”. De repente el maestro sintió un tirón en su camisa, y miró hacia abajo. Felipe, el niño con síndrome de Down, dijo: “Es mío”. El resto de los niños respondieron: “¡No se te ocurre hacer nada bien, Felipe. No hay nada allí!”. Felipe dijo: “¡Lo hice bien! ¡Hice lo correcto! ¡Está vacío! ¡La tumba está vacía!”. Felipe murió pronto después de eso. Cuando se hizo su funeral, nueve niños de ocho años de edad marcharon hacia el frente, no con flores, pero con huevos de plásticos vacíos. Felipe tenía razón. No hay mayor símbolo de la resurrección que una tumba vacía. Esta es la verdad que estremeció al mundo y cambió la historia. Nuestra fe descansa en este hecho. La promesa de la resurrección

de nuestros cuerpos para la vida eterna descansa en este hecho. Porque si Cristo no resucitó, ¿para qué creer en un salvador muerto? Pero si él resucitó, la muerte perdió su aguijón - ya no hay que temer. ¡Jesucristo vive! Esta es la noticia. Consideremos cuáles serían las consecuencias si Jesús no resucitó y el hecho de su resurrección. I. ¿CUÁLES SERÍAN LAS CONSECUENCIAS SI CRISTO NO HUBIERA RESUCITADO? En los versículos 14-19, Pablo demuestra que la resurrección de Cristo es esencial para nuestra fe. A través de ella tenemos ahora la garantía que también nosotros resucitaremos. A este respecto, Pablo va a darnos seis desastrosas consecuencias que se producirían si Cristo no resucitó de entre los muertos. 1. La predicación del Evangelio no tendría sentido. (I Cor. 15:14 a). Como la predicación es el corazón del evangelio, si Cristo no resucitó qué sentido tendrían las iglesias y sus pastores, los misioneros y los evangelistas. Seríamos como las demás religiones que al tocar el tema de una vida después de esta, llegan a la fría conclusión que el cuerpo al morirse se desintegra y allí, o se acaba todo para algunos, o se da la reencarnación en otros. Para muchas de ellas, la muerte le pone fin a toda esperanza, conocido también como la aniquilación del alma. Este, pues, sería un resultado si Cristo no hubiera resucitado. Pero como Pablo había dicho antes, el corazón del evangelio es la muerte y resurrección de Cristo en nuestro favor (1 Cor. 15:14). Sin la resurrección, Jesús no pudo haber vencido a la muerte, y la muerte siempre sería el conquistador del hombre. Sin la resurrección, la buena noticia sería una mala noticia, y no habría nada digno de predicación. Sin la resurrección, el evangelio sería un mensaje vacío sin esperanza, de tonterías sin sentido o de meras “filosofías y huecas sutilezas”. Ahora el evangelio que predicamos es el mismo de Pedro, quien al citar lo que David había profetizado, habló que

su cuerpo no fue dejado en la tumba (Hch. 2:31-32). También fue este el mensaje de Juan, otro gran testigo (Apc. 1:17-18). La predicación que seguimos proclamando hoy es porque Cristo vive. 2. La fe en Cristo no tendría ningún valor (15:14b). Si Cristo no resucitó, así como la predicación es vana, también lo sería la fe. Todo lo que sostiene el andamiaje de lo que creemos tiene su fundamento en la “fe una vez dada a los santos”. Si Cristo no resucitó, ¿para qué hablar de un Mesías crucificado? ¿A quién puede salvar un salvador muerto? Si Cristo no resucitó, ¿cómo darle esperanza a los hermanos que pierden a sus seres amados? ¿Cómo alentarles acerca de volver a verles otra vez si Cristo no resucitó? Si esto fuera así, tendrían que decir como el salmista: “Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia…” (Sal. 73:13). Si Cristo no resucitó, la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11, llegaría a ser un sitio para los insensatos. 3. Los que fueron testigos de la resurrección serían unos mentirosos v. 15. Si Cristo no resucitó, las mujeres como María Magdalena, los apóstoles, los más de 500 que le vieron después, y por último, el mismo Pablo, serían todos unos mentirosos (6-8). Negar que Cristo no resucitó, no sería elegante decir que los apósteles se equivocaron, sino que fueron todos unos mentirosos. El asunto es que no hay ninguna posibilidad, como algunos afirman, que ese error podría haber sido inocente o ingenuo. La resurrección de Jesús fue un hecho notorio, no solo por la aparición inmediata a los discípulos, sino que durante cuarenta días Jesús se apareció “con pruebas indubitables”. Por otro lado, el mismo Jesús resultaría mentiroso, porque si alguien habló que resucitaría fue él mismo (Jn. 2:19-21; 10:17; 16:16-23; Mt. 12:40). En este caso, o la verdad del Nuevo Testamento se mantiene o se cae sobre la resurrección.

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Rev. Julio Ruiz

si la resurrección de Cristo fuera un mito, de acuerdo a lo que sus enemigos han dicho desde el principio. Si Cristo no resucitó de entre los muertos, entonces los cristianos no serían mejor espiritualmente que los no cristianos. El testimonio del perdón de pecados y salvación también sería una mentira. Esta es razón central de la muerte de Jesús en la cruz. Por lo tanto, si Jesús no resucitó de entre los muertos, entonces el pecado ganó la victoria sobre él, y seguirá siendo victorioso sobre toda la humanidad. Si Jesús permanece muerto, entonces, cuando morimos, nosotros también permaneceremos muertos y condenados. Si Jesús no resucitó de los muertos, la verdad de Romanos 6:23, que habla que “la paga del pecado es muerte”, se cumplirá sin la otra parte “más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús”, que nos trae otra esperanza. Si esto es así, la muerte y el castigo eterno serían la única posibilidad para creyentes y no creyentes por igual. Si Cristo no resucitó, entonces él no trajo el perdón de los pecados o la salvación o la reconciliación o la vida espiritual, ya sea para ahora o para siempre. Si aún habiéndole conocido luchamos con esta naturaleza, ¿cómo sería la vida sin el perdón de pecado? Si esto es así, Cristo fracasó en la cruz (Ro. 5:10). Los hombres seguirían en sus pecados.

5. Todos los primeros cristianos perecerían eternamente v.18. “Durmieron en Cristo” es un eufemismo común para referirse a la muerte. ¿Qué es lo que Pablo nos está diciendo con esto? Si no hay resurrección de los muertos, entonces todos los santos del Antiguo Testamento se habrían perdido para siempre. De igual manera, la misma consecuencia se aplicaría a todo cristiano que ha muerto desde que Pablo escribió esta carta. El mismo Pablo, los otros apóstoles, y todos los cristianos de todas las épocas pasarían la eterni4. Los hombres seguirían dad en el tormento sin Dios en sus pecados v. 16-17. y sin esperanza. Pablo presentó uno de los argumentos más contundentes 6. Ahora seriamos los

más dignos de lástima de toda la tierra v.19. Esto es como decir que somos unos pobres diablos. La palabra “conmiseración” significa: “Sentimiento de pena y dolor por la desgracia o sufrimiento que padece otra persona”. Si Cristo no resucitó se acabó todo. Todos habríamos confiado en una patraña. Sin la resurrección y la salvación y las bendiciones que trae, el cristianismo sería como las demás religiones.

riremos. Pero Cristo trajo la vida eterna, de manera que en el caso dell creyente “aunque esté muerto vivirá” v.22. Esta es la verdad y el El pasaje anterior nos pare- corazón de la resurrección. ce como muy deprimente. Alguien Nos deja por el suelo. Pero CONCLUSION: qué bueno que no termina ha escrito con mucha jusallí, pues tenemos el v. 20. ticia que el cristianismo es He aquí el grito de victoria. la religión de la resurrecA partir de ahora vamos a ción. Si no hay resurrecver como Pablo torna todos ción, no hay cristianismo. los argumentos negativos La semana santa no son en positivos. ¿A qué conclu- los conejitos y los huevos sión llega? Que el evangelio de chocolates como parte es de incomparable valor. La de la tradición americana fe del evangelio es eficaz. de Easter; ni tampoco es Los apóstoles del evangelio un tiempo para el disfrute proclamaron esta verdad y de la carne, en las playas, nadie les detuvo desde en- como suele suceder en mutonces. El pecado ha sido chos de nuestros países. derrotado, ha sido perdona- Nadie puede ser cristiano do. Los que han muerto en sin creer en la resurrección. Cristo hoy están en la gloria Si no hay resurrección de con él. Los cristianos no son cuerpos, entonces Cristo dignos de lástima. Son las no resucitó. Jesús demospersonas más bendecidas tró que era humano, pero y privilegiadas de toda la resucitó como un hombre. tierra. La resurrección signi- Eso fue la experiencia de fica que Cristo es el vence- comer pescado asado con dor de la muerte, el pecado los discípulos. La resurrecy Satanás. Jesucristo es la ción es la coronación de la primicia (v. 20). Donde él muerte. ¿Cuál es su resestá ahora, también noso- puesta frente al hecho de tros estaremos. Qué triste la resurrección? En Hechos sería la vida si esto es todo 17:32-34 encontramos tres lo que hay. ¿Qué pasaría respuestas a la predicasi aquí padecemos y sufri- ción sobre la resurrección. mos, o si nos mantenemos Una respuesta sería reírte en forma, pero al final no ir de Cristo y decir que el que a ninguna parte? Porque él cree esto es un loco. Ese es vive, nosotros también vivi- un grupo. Otros nos tildaremos. La buena noticia del rían de charlatanes como evangelio es que así como los atenienses con Pablo, a través de Adán todos los señalándonos de ignoranhombres ahora mueren, por tes e incultos. Pero hay un medio de Cristo, todos ten- tercer grupo que reconoce a drán vida (v. 21). Así como Jesús como el Hijo de Dios. en Adán se conoció el ori- Es el grupo que cree y se gen de la muerte, Cristo es une a nosotros. ¿Con cuál el camino de la vida a través de estos grupos se idende la resurrección. Adán tra- tifica usted? Nadie puede jo la muerte al mundo, por permanecer neutral frente a lo tanto todos ahora mo- este hecho. II. ¿CUÁLES SON LOS HECHOS DE LA RESURECCÓN?

Si desea consejería o hablar con el Pastor Julio Ruiz, puede llamarle a los Tels. (571) 271-6590 (cel) (703) 250-0118 (casa) y (703) 534-5700 ext. 240


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