la palenteologia

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La paleontología


La paleontología es la ciencia natural que estudia e interpreta el pasado de la vida sobre la Tierra a través de los fósiles. Se encuadra dentro de las ciencias naturales, posee un cuerpo de doctrina propio y comparte fundamentos y métodos con la geología y la biología con las que se integra estrechamente. .

Las ramas de la paleontología La Paleogeografía, paleobotánica, paleozoología, paleoclimatología Y la Paleoecología son algunas de las ramas básicas de la paleontología y tratan de: Pale

rama

ogeografía: esta estudia la geografía y la topografía del pasado.


Paleobotánica: se encarga esta rama de los seres vegetales y su taxonomía

Paleozoología: se puede decir paleontología y se dedica al estudio de los animales extintos.

Paleoclimatología: está vinculada a la meteorología.



Paleoecología: se encarga de llevar a cabo el citado estudio y análisis de los fósiles encontrados para, a partir de los mismos, poder determinar los ecosistemas que existían en aquel momento, es decir, durante las distintas etapas geológicas.

Paleontólogos Vale la pena mostrar los nombres de los paleontólogos más famosos de la historia que encontraron auténticas joyas prehistóricas el inglés Charles Darwin quien escribió la obra titulada “El origen de las especies por medio de la selección natural o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida”. El francés Georges Cuvier o el norteamericano Joseph Leidy, que descubrió especies desconocidas hasta el momento, han sido otros de los paleontólogos más relevantes hasta el momento. Para reconstruir los fósiles, incluso las partes desaparecidas, y lograr conocer el aspecto que los seres extintos (como los dinosaurios)


tuvieron en vida, la paleontología se vale de varios principios. El actualismo biológico le permite interpretar los fósiles con la aceptación de ciertas leyes físicas y biológicas. La anatomía comparada, por su parte, permite ubicar los fósiles dentro de un cuadro general de los seres vivos. Los paleontólogos también apelan a la morfología funcional para analizar las relaciones entre la forma y la función, y al principio de correlación orgánica, que postula que las partes de los seres orgánicos se complementan y determinan a las demás. Cabe destacar que los paleontólogos cuentan con métodos mecánicos (como técnicas de percusión y de abrasión) y métodos químicos para la extracción y la limpieza de los fósiles.

Los fósiles son los restos o señales de la actividad de organismos pretéritos. Dichos restos, conservados en las rocas sedimentarias, pueden haber sufrido transformaciones en su composición o deformaciones más o menos intensas


Tipos de fósiles Los tipos de fósiles que hay son: Icnofósiles: Los icnofósiles son restos de deposiciones, huellas, huevos, nidos, bioerosión o cualquier otro tipo de impresión. Son el objeto de estudio de la Paleoicnología.

Microfósiles: "Microfósil" es un término descriptivo que se aplica al hablar de aquellos fósiles de plantas o animales cuyo tamaño es menor de aquel que puede llegar a ser analizado por el ojo humano. Normalmente se utilizan dos rasgos diagnósticos para diferenciar microfósiles de eucariotas y procariotas. Resina fósil: El ámbar (resina fósil) es un polímero natural encontrado en muchos tipos de estratos por todo el mundo, incluso en el Ártico. Se trata de la resina fosilizada de árboles


hace millones de años. Se presenta en forma de piedras amarillentas. En el ámbar pueden encontrarse fósiles de insectos y otros pequeños animales que, en su momento, quedaron atrapados por la resina. Pseudofósiles: son patrones visuales en rocas, producidos por procesos geológicos, que se asemejan a formas propias de los seres vivos o sus fósiles; un ejemplo clásico son las dendritas de pirolusita (óxido de manganeso, MnO2), que parecen restos vegetales. La interpretación errónea de los pseudofósiles ha generado ciertas controversias a lo largo de la historia de la Paleontología. En el año 2003, un grupo de geólogos españoles puso en entredicho el origen orgánico de los fósiles de Warrawoona que, según William Schopf, correspondían a cianobacterias que constituían el primer rasgo de vida sobre la Tierra hace 3500 millones de años. La base de tal replanteamiento era que estructuras filamentosas, similares a estos supuestos microfósiles de Warrawoona, pueden ser producidos a temperatura y presión ambiente por la combinación, en un medio alcalino, de una sal de bario y un silicato. Un nuevo estudio publicado en 2015 por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences resolvió


finalmente la controversia. Los investigadores David Wacey y Martin Saunders utilizaron microscopía electrónica de transmisión para examinar rebanadas ultradelgadas de los candidatos a microfósiles y así construir mapas a escala nanométrica de su tamaño, forma, química y distribución de carbón mineral. Esto hizo evidente que la distribución de carbono era diferente a todo lo visto en microfósiles auténticos y revelando su origen mineral. Fósil viviente: Un fósil viviente es un término informal usado para referirnos a cualquier especie viviente que guarde un gran parecido con una especie conocida por fósiles (se podría decir que es como si el fósil hubiera "cobrado vida"). Los braquiópodos son un ejemplo perfecto de "fósiles vivientes". Lingula es un braquiópodo actual del que se encuentran fósiles a través de todo el Cenozoico. Otro ejemplo es el celacanto. Fue una gran sorpresa encontrar este pez en las costas de África en 1938, cuando se pensaba que llevaban 70 millones de años extintos.


Fosilización Para que un resto corporal o una señal de un organismo merezca la consideración de fósil es necesario que se haya producido un proceso físico-químico que le afecte, conocido como fosilización. En este proceso se pueden producir transformaciones más o menos profundas que pueden afectar a su composición y estructura. Este proceso va en función del tiempo, por lo que debe haber transcurrido un determinado intervalo a partir del momento de producción del resto para que llegue a la consideración de fósil. La fosilización es un fenómeno excepcionalmente raro, ya que la mayoría de los componentes de los seres vivos tienden a descomponerse rápidamente después de la muerte. La permineralización ocurre después del enterramiento, cuando los espacios vacíos en un organismo (espacios que en vida estaban llenos de líquido o gas) se llenan con agua subterránea, y los minerales que esta contiene precipitan, llenando dichos espacios. En muchos casos los restos originales del organismo han sido completamente disueltos o destruidos.


Procesos de descomposición Son los principales responsables en el mundo. Su efecto es la rareza con que se conservan partes orgánicas blandas (0.01 % de los individuos en una comunidad marina solo tienen partes blandas). Las presencias de partes blandas son indicativas de condiciones sedimentológicas y diagenéticas excepcionales. mineralizados y de partes blandas. La demanda de oxígeno para la descomposición en un medio aeróbico es muy alta (1 mol de Corg. requiere 106 moles de O2).


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