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Lucas:escritor, evangelista, historiador, médico y santo Carlos Camilo Castrillón
LUCAS: ESCRITOR, EVANGELISTA, HISTORIADOR, MÉDICO Y SANTO
Carlos Camilo Castrillón*
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San Lucas (Óleo de El Greco, Catedral de Toledo)
Introducción
Lucas nació en Antioquía de Siria (la vieja capital residencial de los Seléucidas que, en tiempos del imperio romano fue la residencia del procónsul romano de Siria y actualmente se llama Antakya, y pertenece a Turquía), sobre el río Orontes y cerca del Mediterráneo, ciudad habitada entonces por griegos, judíos, macedonios y sirios. No se sabe la fecha exacta de su nacimiento, pero sí que nació en el seno de una familia de origen griego, gentilo pagana y pudiente (Col 4, 14). Su nombre es una contracción de Lucano (Lucanus) o de Lucio (Lucius), que a su vez proviene del griego Loukás. El nombre Lucas viene del latín luce: luz; y significa ‘luminoso’, ‘iluminado’, ‘portador de luz’. Lucas es el nombre que perduró
hasta nosotros ya que donde nació pertenecía en ese momento al imperio romano.
Fue educado en Literatura, Retórica y Medicina, y fue médico de profesión. Era uno de los pocos que tuvo una educación global, filosófica y científica. En efecto, la medicina griega de esa época era más de lo que es hoy, porque se ha reducido a una simple profesión. En ese entonces era una concepción global de la vida humana, de carácter a la vez filosófico y científico, con una visión global y unitaria del conocimiento y de la verdad y que apuntaba a la excelencia humana en todos los aspectos.
Tuvo su primer y decisivo contacto con el cristianismo y abrazó la fe cristiana alrededor del año 40, ya que se sabe que pertenecía a la comunidad
* Subsecretario de Asuntos Académicos, Facultad de Medicina, UBA, a cargo de la Carrera Docente.
cristiana de Antioquía (donde los discípulos de Cristo comenzaron por primera vez a llamarse “cristianos) cuando Ágabo (Antioquía, Siria, ¿?-Antioquía, +58), uno de los 70 discípulos del cristianismo primitivo, fue allí en el año 42 a profetizar (Hch 11, 27). A partir de entonces, dedicó su vida a la enseñanza y a la predicación, haciendo conocer y amar a Jesús. Fue discípulo de los apóstoles. Más tarde fue discípulo de San Pablo (Tarso, Cilicia, 5-10-Roma, 58-67), quien se refirió a Lucas como su ayudante, colaborador en la obra evangélica e iluminador, y lo siguió hasta su martirio (fuente tradicional, 67; según la historiografía moderna, 58-64) (2 Tim 4, 11).
No tuvo mujer ni engendró hijos. Murió célibe y mártir, colgado y crucificado de un árbol de olivo en Beocia (Grecia), a la edad de 84 años.
Lucas escritor
La referencia cierta de los autores de los libros de la Biblia siempre fue un tema de discusión. La mayoría de los historiadores acepta la certeza científica de alguno de los libros escritos por Pablo. La tradición posterior ha ido atribuyendo la autoría concreta de una persona a cada uno de ellos. Precisamente, la certeza de Pablo es la que actúa como fuente indirecta de la autoría de Lucas, siendo éste un dato real y verosímil (Col 4,14; 2 Tim 4, 11; Fil 1, 23.24; Hch, “secciones nos”, cap 20).
Lucas escribió su obra en dos partes, que hoy bien se podría llamar “Historia de los Orígenes del Cristianismo”. El cristianismo primitivo y la tradición cristiana los transformaron en dos libros muy famosos: el Evangelio según San Lucas y los Hechos de los Apóstoles. El nombre de “Evangelio según San Lucas” fue por la necesidad de los cristianos de disponer de los cuatro evangelios en un mismo códice. El nombre de “Hechos de los Apóstoles” fue debido a la costumbre helenística de presentar los libros como “Hechos de …” y a continuación, distintos personajes de la historia.
La autoría de Lucas en los dos casos se fundamenta en sus respectivos Prólogos, ambos dirigidos a Teófilo, personaje desconocido y simbólico, pero más probablemente alguna autoridad u oficial romano, por el adjetivo ilustre (Lc 1,3), que un nombre de persona cualquiera o de un sacerdote judío; en que en los Hechos de los Apóstoles hace referencia a su Evangelio como “El primer libro lo escribí …”; donde hace un resumen del contenido de su primer obra y retoma el hilo de los últimos sucesos del Evangelio para empalmar la continuación del relato en los Hechos. A esto podemos agregar el lenguaje, sus características de estilo, gramática y vocabulario, conformando una unidad literaria. Finalmente,
confirmado por la tradición desde el año 175 por el Canon o Fragmento romano de Muratori, el Prólogo antimarcionita (contra la secta de Marción: Sínope, Ponto, 85-Roma, 160), los Alejandrinos (Esteban, Felipe, Nicanor, Nicolás, Parmenas, Prócoro y Timón; Clemente, Orígenes y Panteno), San Ireneo de Lyon (Esmirna, 130-Lugdunum, 202) y Quinto Septimio Florente Tertuliano (Cartago, 170-Cartago, 220).
Ambos pertenecen al estilo, el plan narrativo, la manera de contar, la sensibilidad de un escritor culto y refinado como Lucas, pudiendo deducir algo de su personalidad a través de sus escritos (aunque no sea ésa su intención, un escritor casi siempre se retrata y transparenta al escribir).
Lucas es el autor del tercer Evangelio, uno de los cuatro presentes en la Biblia cristiana y el tercer Evangelio sinóptico. El Evangelio es la “buena nueva” del Nuevo Testamento. Los Evangelios son los cuatro libros canónicos e históricos con los que comienza la segunda parte de la Biblia cristiana. Los tres primeros evangelios se llaman sinópticos debido a los llamativos y numerosos paralelismos y semejanzas que tienen entre sí y con los que están escritos, por el detalle de los textos y el orden de los fragmentos o pasajes notorios usados posteriormente por la liturgia (perícopas); aunque en realidad fueron escritos en forma independiente debido a sus divergencias. Cada uno de los evangelistas presentó un mensaje común de un modo personal y propio.
Dice Lucas en su Prólogo: “Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.” (Lc 1, 1-4).
Lucas es el único escritor del Nuevo Testamento que no es hebreo y que escribió en griego, aunque con algunos detalles de expresión semítica o de ambiente palestinense.
El Evangelio de Lucas es un escrito elegante desde el punto de vista del idioma, que no está lleno de semitismos como los demás, así que su autor sería genuinamente griego que, además, trasluce una personalidad de cierta formación humanística.
La prosa de Lucas es muy rica y denota una alta formación académica siendo, sin duda alguna, la más literaria de los autores del Nuevo Testamento. Su Evangelio relata la predicación y los hechos de Jesús, aunque afirma que no fue testigo de sus obras; por ello, y también por el estilo y vocabulario utilizado. (Atractiva personalidad. Escritor de gran talento y alma delicada. Obra original, información y
orden, no es más histórico. Respeto a las fuentes método de yuxtaposición línea de marcos con transposiciones y omisiones episodios desplazados por claridad y lógica influencia de otras tradiciones omisión por menos interesantes para paganos o porque ya están representados en otro. Actividad con pequeños retoques omisiones o adiciones presenta las cosas de manera propia evitando o atenuando lo que puede herir su sensibilidad o la del lector o ser menos comprensible interpretando términos oscuros precisando la geografía numerosas y finas pinceladas rica aportación de la investigación personal reacciones y tendencias de su alma sicología religiosa inclinación propia del temperamento de lucas gratitud por beneficios divinos y de alegría espiritual fervor que emociona y enfervoriza el corazón
Estilo de lucas complejo calidad excelente si depende de sí menos bueno por respeto a sus fuentes de las que conserva algunas imperfecciones aunque trata de corregirlas
Su evangelio es el más fácil de leer.
Son 1.200 renglones escritos en excelente estilo literario.
En los Hechos de los Apóstoles habla en primera persona del plural (Hch 16, 10).
Escritor muy agradable.
Es el que tiene el estilo más hermoso en el Nuevo Testamento.
Sus libros se leen con verdadero agrado.)
Lucas evangelista
Lucas evangelizó de dos maneras diferentes: la evangelización oral y la evangelización escrita.
La evangelización oral la llevó a cabo en un primer momento junto con los discípulos de Jesús y posteriormente casi siempre acompañando a Pablo y en una ocasión a Tito (2 Cor 1,18). Su predicación oral se hizo en torno al kerygma (anuncio de la muerte redentora y de la resurrección de Jesús) junto a relatos sobre la pasión, anécdotas de su vida que mostraban su enseñanza, su misión, su persona, su poder, con episodios memorables, milagros, palabras, parábolas, sentencias.
La evangelización escrita la hizo a través del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Fueron escritos en la región de Acaya, y la crítica suele fechar sus escritos probablemente desde antes del año 70 y hasta el 80 (probablemente en los dos años en que Pablo estuvo preso en Cesarea), después del Evangelio de Mateo (escrito en Judea alrededor del 40-50 en lengua hebrea, o sea arameo, para los cristianos convertidos del judaísmo) y del Evangelio de Marcos (escrito en Italia alrededor del 64-70, también en arameo).
Al no ser israelita y escribir en griego, su mensaje evangelizador está dirigido a los cristianos gentiles. Lucas tuvo una interdependencia con Mateo y Marcos. El Evangelio de Lucas tiene al menos dos fuentes: La fuente llamada F (Fuente) de los “Logia”, en los discursos, las palabras y los relatos de Marcos; y la fuente llamada Q (del alemán Quelle), desconocida pero exigida al narrar en forma diferente. Lucas presenta más concordancias con Mateo. que con Marcos. Esas concordancias se dan al principio y al final, pero en su parte media (Lc 9, 51-19, 27) se parece mucho a otros evangelizadores, entre los que sobresalen las influencias de Pedro (sección doctrinal o “pereana”). Por eso se puede hablar de cuatro bloques en su evangelio: la sección del evangelio de la infancia de Jesús, la sección galilea, la sección doctrinal o pereana, y la sección del relato de los acontecimientos en Jerusalén.
Cronológicamente se puede hablar de un ProtoLucas, primer evangelio escrito por Lucas conforme al evangelio matiano y a otras fuentes, antes de conocer el evangelio marciano; el Lucas intermedio donde se encuentran al menos tres secciones marcianas; y el Lucas definitivo, alejándose de Marcos en una forma literaria distinta y con fuentes particulares de su investigación eficaz y esmerada que lo hacen diferente e indispensable.
El Evangelio de San Lucas es el más extenso de los Evangelios y también es el de expresión y composición literaria más culta y elegante, debido a la preparación cultural de su autor, aunque éste huye del lenguaje clásico para hacerlo más comprensible al pueblo, acomodándose al lenguaje común. Aunque no fue testigo de todos los acontecimientos, su relato es exacto y está lleno de afecto y sentimiento. Después de una breve introducción, Lucas inicia su relato con el nacimiento y los primeros años de la vida de Jesucristo. Los hechos de la infancia de Jesús están narrados en amables escenas. Y lo finaliza con la ascensión de Cristo a los cielos, enlazándolo de esta forma con el versículo inicial de los Hechos de los Apóstoles, obra imprescindible para el conocimiento delcristianismoprimitivo.
El Evangelio de Lucas es el evangelio de la misericordia, porque así, misericordioso, presenta Lucas a Dios (Lc 13, 6-9; Lc 15, 1s; Lc 15, 7; Lc 15, 10). El consuelo, la compañía, la compasión, la conmiseración, la misericordia, son también el compromiso del médico para con el paciente a través de la simpatía, de la empatía.
El Evangelio de Lucas es el evangelio de la mujer, porque demuestra gran estimación por la mujer. Todas las mujeres que en él aparecen son amables y Jesús siempre les demuestra gran afecto y comprensión.
El Evangelio de Lucas es el evangelio de la oración, porque presenta a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida (Lc 3, 21; Lc 5, 16; Lc 6, 12; Lc
9, 28) e insistiendo continuamente en la necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar (Lc 11, 5-8; Lc 18, 1-8). Es el único que escribe el saludo de Isabel a María durante la visitación (Lc 1, 39-45) que forma parte de la oración del Ave María. Y la oración de María a Dios: El Magníficat (Lc 1, 46-56).
El Evangelio de Lucas es el evangelio de las parábolas, porque menciona algunas parábolas que los otros no mencionan. La parábola del acreedor que tenía dos deudores durante el episodio de la pecadora perdonada (Lc 7, 36-50), la parábola del buen samaritano (Lc 10, 29-37), la parábola del amigo importuno (Lc 11, 5-8), la parábola de la higuera estéril (Lc 13, 6-9), la parábola de la dracma perdida (Lc 15, 8-10), la parábola del hijo perdido y el hijo fiel: “El hijo pródigo” (Lc 15, 11-32), la parábola del administrador infiel (Lc 16, 1-8), la parábola del rico malo y Lázaro el pobre (Lc 16, 19-31), la parábola de servir con humildad (Lc 17, 7-10), la parábola del juez inicuo y la viuda importuna (Lc 18, 1-8) y la parábola del fariseo y el publicano (Lc 18, 9-14).
El Evangelio de Lucas es el evangelio del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es puesto en un primer plano, igual que en los Hechos de los Apóstoles y como lo hizo Pablo (Lc 1, 15: Lc 1, 35; Lc 1, 41; Lc 1, 67; Lc 2, 25-27; Lc 4, 1; Lc 4,14; Lc 4, 18; Lc 10, 21; Lc 11, 13; Lc 24, 49).
El Evangelio de Lucas es el evangelio de los milagros, porque describe milagros que no están presentes en los otros evangelios. La resurrección del hijo de la viuda de Naím (Lc 7, 11-17), la curación en sábado de la mujer encorvada (Lc 13, 10-17), la curación de un hidrópico en sábado (Lc 14, 1-6), la limpieza y curación de los diez leprosos (Lc 17, 11- 19) y la curación de la oreja derecha del siervo del sumo sacerdote durante el prendimiento de Jesús (Lc 22, 47-53).
El Evangelio de Lucas es el evangelio de los pecadores arrepentidos, porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de sus pasiones humanas (Lc 7, 36-50; Lc 15, 11-32; Lc 19, 1-10; Lc 23, 34; Lc 23, 39-43). Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida. Por eso los pecadores leen con tanto agrado y consuelo su Evangelio. Evidentemente fue escrito pensando en ellos.
El Evangelio de Lucas es el evangelio de los pobres, porque allí aparece Jesús prefiriendo siempre y tratando con ternura a los pequeños, enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos (Lc 1, 51- 53; Lc 6, 20-26; Lc 12, 13-21; Lc 14, 7-11; Lc 16, 15; Lc 16, 19-31; Lc 18, 9-14). Es un Jesús que corre al encuentro de aquéllos para quienes la vida es más angustiosa y dura.
El Evangelio de Lucas es el evangelio de María, porque es el evangelio que más trata sobre la Virgen María. Lucas es el gran poeta de María junto con Juan. Juan que vivió mucho más tiempo junto a María, nos la presenta con toda su hondura mística. Pero Lucas nos presenta a María como mujer, como madre, en lo concreto, en lo humano, en lo particular, como alguien que se alegra y que sufre como cualquier persona humana.
Lucas historiador
Lucas fue un gran historiador.
Interesado por la verdad histórica, Lucas reprodujo en su Evangelio todo aquello que había oído directamente de los apóstoles y discípulos de Jesús. En el Prólogo del Evangelio según San Lucas el autor escoge un vocabulario y un estilo periódico muy parecido a los de los historiadores de la época helenística.
El Evangelio según San lucas es una biografía de la vida de Jesús. Como historiador, Lucas demuestra ser un gran biógrafo. Y es excelente como biógrafo de Jesús, ya que su Evangelio es el más completo. No conoció a Jesús, pero sí a Pablo, de quien fue su discípulo. Y también conoció personalmente a María y Juan.
Su Evangelio es el que narra los hechos de la infancia de Jesús. La anunciación (Lc 1, 26-38), la visitación (Lc 1, 39-45), el nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1, 57-58), el Magníficat (Lc 1, 46-56), el nacimiento de Jesús y la visita de los pastores (Lc 2, 1-20).
En el libro de los Hechos de los Apóstoles narró los primeros pasos del cristianismo y los comienzos de la vida de la Iglesia a través de la predicación de los apóstoles hasta la primera venida de Pablo a la ciudad de Roma. Fue compañero carísimo de viajes de Pablo por lo que este libro es como un diario de viaje.
En el Nuevo Testamento hay diez kerygmas y todos están desarrollados en los Hechos de los Apóstoles aparte de que algunos están descriptos en otros textos y por otros autores.
En los Hechos de los Apóstoles, al narrar los grandes viajes de Pablo, habla en plural diciendo: “Fuimos a… Navegamos a…”, y va narrando con todo detalle los sucesos tan impresionantes que le sucedieron a Pablo en sus cuatro famosos viajes. Lucas acompañó a Pablo cuando éste estuvo prisionero, primero dos años en Cesarea y después otros dos en Roma.
Lucas médico
Lucas era médico. San Pablo lo llamó el médico querido: “Os saluda Lucas, el médico querido, y Demas” (Col 4,14).
Antioquia era una ciudad administrativa y
comercial; Tarso, a unos 200 km, era la capital universitaria de Cilicia. Su fama cultural rivalizaba en el mundo de la época con Alejandría. Sus escuelas eran consideradas incluso superiores a las de Atenas.
Lucas no tuvo que ir lejos a buscar suaprendizaje médico. Es probable que Lucas haya estudiado medicina en Tarso, sede de una prestigiosa escuela médica. Se ha afirmado que en ningún otro sitio del Asia Menor podía obtener una mejor educación, pues al decir de Estrabón (Amasya, Turquía, -63-Amasya, +23), allí se ofrecía y aprendía una formación intelectual y humana completa: “filosofían kai ten allen paideian egkuklíon hápasan”.Así Lucas obtuvo una excelente formación y educación. Y en sus dos libros se halla presente su vocabulario médico. La tradición lo hizo pintor. Pero nunca lo fue. Esta idea surge en el siglo VI con Theodoros Anagnostes, lector de la Iglesia de Santa Sofía de Constantinopla (520- 530), quien refiere que la emperatriz Licinia Eudoxia (Constantinopla, 422 - Constantinopla, 462) le regaló a Aelia Pulqueria (Constantinopla, 19/I/399 - Constantinopla, 18/II/453) un cuadro de la virgen pintado por Lucas en Jerusalén, y que se conserva en la Iglesia Santa María la Mayor de Roma, venerado bajo el título de “Salus populi romani”. La refutación surge de que el cuadro corresponde a la época bizantina y de que San Agustín afirmó que en su tiempo no se conocía la cara de María. Si bien Lucas no pintó el rostro exterior de la Madre de Jesús, en sus escritos sobre la infancia de Jesús nos dejó el mejor retrato del interior del alma de María. Su relación con la pintura nos habla de la transposición al campo pictórico del arte con que Lucas supo describir a los personajes bíblicos de su época en sus textos.
Dejó la medicina como profesión principal cuando se convirtió al cristianismo. Pero a partir de allí cuidó de la quebrantada salud del gran apóstol San Pablo a quien acompañó en sus viajes.
Como compañero de viajes de Pablo describió en los Hechos de los Apóstoles sus cuatro famosos viajes y lo acompañó cuando estuvo prisionero, primero dos años en Cesarea y luego dos años en Roma.
Como médico, comprobó personalmente la muerte de Eutico como testigo presencial, y luego dio el testimonio impresionante de un médico que ha visto con sus ojos la reanimación de un muerto (Hch 20, 7-9).
Como médico era muy comprensivo. El médico ve a cada uno tal cual es. Y Lucas veía a las personas tal cual eran (mitad debilidad y mitad buena voluntad) y las amaba y las comprendía.
Lucas, pagano y griego, llevó a la Iglesia con sus escritos una tradición humanística, de valoración de los rasgos humanos, que están incorporados al Evangelio. Era necesario un genuino griego para mirar
Lucas santo
Lucas es santo proclamado por la Iglesia Católica, como todos los evangelistas. Cuando fue martirizado, su cuerpo fue enterrado en Tebas, la principal ciudad de Beocia hasta el siglo IV. Sus huesos fueron trasladados en el año 357 a Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente por voluntad de Constancio II (Sirmio, Serbia, 7/VIII/317-Tarso, Cilicia, 3/XI/361), tercer hijo del emperador Constantino I el Grande. Durante las Cruzadas, sus restos fueron llevados a
Padua. Su cráneo fue transportado a la Catedral de San Vito de Praga el 9/XI/1354 por orden del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos IV de Luxemburgo (también Rey de Romanos, Carlos I, Rey de Bohemia y Carlos IV de Alemania: Praga, República Checa, 14/V/1316-29/XI/1378).
Sus reliquias se encuentran en la Basílica de Santa Justina, Padua, Italia. Estudios conducidos allí por la comisión científica presidida por el anatomopatólogo italiano Vito Terribile Wiel Marin el 17/IX/1999 concuerdan con los datos sobre San Lucas conocidos por la tradición.
Convertido a la fe de Cristo alrededor del año 40. Su fiesta se celebra en el santoral cristiano el 18 de octubre.
Lucas sirvió a Dios sin falta y supo penetrar en el misterio de Jesús con los ojos de un no-judío (el único caso entre los cuatro evangelios) y representa uno de los grandes logros de la predicación paulina.
La tradición lo ha erigido como patrón de los artistas (porque era amigo de artistas del arte cristiano primitivo, artistas del vidrio, etc.), carniceros, cerveceros, cirujanos (por sus conocimientos de medicina), doctores (porque era médico), encuadernadores, escultores, joyeros, notarios, pacientes (por su ejercicio de la medicina) y solteros (porque vivió y murió célibe).
También es Patrono de las ciudades de Bolonia (Región de Emilia-Romaña, Italia), Padua (Región del Véneto, Italia) y Reutlingen (Distrito de Reutlingen, Estado Federado de Baden-Wurtemberg, Alemania).
Es representado con un libro o como un toro o novillo alado, como médico o pintando un ícono de María.
Colofón
Lucas es una de las grandes figuras de la Biblia cristiana en el Nuevo Testamento.
Algunos autores llamaron al Evangelio de Lucas: “El libro más encantador del mundo.”
San Juan Crisóstomo (Vlasim, República Checa, ¿?-Praga, 14/IX/407), uno de los Padres de la Iglesia, le llamó: “Incansable en el trabajo, ansioso de saber y sufrir. Lucas no acertaba a separarse de Pablo.”
El poeta Dante Alighieri (Florencia, Italia, 1265-Rávena, 14/IX/1321) dijo de Lucas que era “el que describía la amabilidad de Cristo” (“scriba mansuetudinis Christi”).
En cierta oportunidad, un alumno le dijo al Cardenal Désiré Félicien-Francois-Joseph Mercier (Braine l’Alled, Bélgica, 21/XI/1851-Bruselas, 23/I/1926): “Por favor, aconséjeme cuál es el mejor libro que se ha escrito sobre Jesucristo”. Éste le respondió: “El mejor libro que se ha escrito sobre Jesucristo se llama el Evangelio de San Lucas.”
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