Se debe tener siempre en cuenta que las aceras son el espacio legítimo de uso para el peatón ya que la calzada es el espacio con muchos riesgos que debe soportar el tránsito vehicular. Percepción en niñas y niños que quieren cruzar la calle Las vías de tránsito incluyen en su diseño la circulación peatonal en general, pero no en forma particular. Quiere decir que no están diseñadas para niñas y niños. Éstos son los que más arriesgan por características propias de su edad, como la estatura y su forma de percibir el entorno, lo que les impide hacer una adecuada evaluación de los riesgos al momento de cruzar una vía de tránsito. Por no percibir el peligro, muchas veces cruzan entre los coches estacionados y no en las esquinas. En esa situación, cuando ven al vehículo, creen que la persona que conduce también se percató de su presencia. Estos se distraen fácilmente y los coloca en una situación de vulnerabilidad especial. A esa edad no son capaces de percibir de dónde proviene el sonido que emite un automóvil, por lo que tienen que girar la cabeza varias veces. Su campo visual es limitado, no solo por su estatura sino porque tienen condicionada su visión periférica (lo que también les obliga a girar la cabeza). LOS ADULTOS MAYORES Poseen desventajas frente al resto de quienes usan la vía pública:
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• Dificultades de apreciación en la distancia y velocidad de los vehículos.
• Dificultad para distinguir los cambios de luces de los semáforos.
• Problemas de visión (que se acrecientan en horas de la tarde y noche).
• Falta de orientación en calles desconocidas, dificultades al cruzar calles de ancho excesivo.