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Noé Mondragón Norato Los dos fracasos del réferi
Lejos de asumir su papel como dirigente estatal del Morena, con relación al fortalecimiento de las prácticas democráticas en ese partido, Jacinto González Varona es ya conocido como “el réferi” de las disputas políticas que ocurren al interior del partido presidencial. Pero si como dirigente partidista se anticipa su fracaso, este ha comenzado refrendándolo con el colapso de su mediación política. De hecho, nunca ha tenido el tacto ni la visión que requiere un dirigente de esa talla. Y al parecer su juego consiste, como en el tiro al blanco: a ver de cuántos disparos, por lo menos uno acierta. El pulso lo dice todo.
FRACASOS MEDIADORES.
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– A raíz de un nimio incidente en que figuraron como “estrellas” de ese frívolo y morboso espectáculo, ¡los guaruras! tanto de la gobernadora Evelyn Salgado, como de la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, el dirigente estatal del Morena se ofreció —sin que nadie se lo pidiera— como mediador de un conflicto que en realidad no atravesó la barrera de los empujones y los gritos. Es decir, nunca existió. De ahí se abre lo demás: 1.- Atento a los conflictos en la gobernanza de su partido —elude desde luego, aquellos relacionados con las crisis de seguridad y de violencia—, el réferi González Varona voluntariamente se anotó como mediadorde una postura protagónica de la alcaldesa morenista de Acapulco, Abelina López, quien se peleó a gritos con un anónimo guarura de la gobernadora. Y quiso seguramente, que la mandataria estatal ofreciera una disculpa cuando eso le correspondía hacerlo a quien encabeza los protocolos de seguridad de Evelyn. Es obvio que la alcaldesa porteña quiso llamar la atención. Y la mandataria estatal hizo lo prudente: omitió el hecho sin darle la importancia que solamente un personaje polémico como Abelina López puede darle y magnificar. Desde luego, la mediación de González Varona fue tan estéril como inútil. Porque al final de cuen- tas, los beneficiarios de esa trifulca callejera fueron dos: aquellos que buscaron los reflectores mediáticos para hacerse notar y llamar la atención. Y ellos fueron Abelina López y el propio González Varona. A ninguno de los dos la mandataria estatal les prestó atención. Hizo bien. 2.Otro de los pleitos al que no fue convocado el dirigente estatal morenista, fue a la visible pugna política entre el extitular de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Alfredo Sánchez Esquivel y la actual y totalmente improvisada Yoloczin Domínguez Serna. Con el pretexto de hostigar laboralmente a trabajadores de confianza del Poder Legislativo —que por esa condición no cuentan con los mismos derechos de aquellos que son de base—, a Yoloczin le secuestraron la sede de ese recinto. Y demandan peticiones que sólo corresponden a los basificados. Desde ese lado se advierte un fuerte tufo político. Se entiende que Yoloczin le quitó muchas de sus prerrogativas a Alfredo.
Y por eso, este personaje mueve a las bases laborales con las que se entendió en el pasado. Para presionar a la novata y descanchada presidenta de la Jucopo. En esta escaramuza también intervino como réferi, González Varona. Pero lo hizo mal otra vez. No entiende que la negociación política está reservada para algunos políticos expertos. Por eso fracasó. Esta vez, tuvo que enderezarle la plana el dirigente nacional del Morena, Mario Delgado Carrillo, quien en clara defensa de su aprendiz Yoloczin, lanzó la amenaza de expulsar del Morena“por violencia de género” al extitular de la Jucopo. Curiosamente ni Alfredo ni Yoloczin han emitido declaración pública al respecto. Sobre todo, esta última sobre quien descansa la gobernabilidad y la armonía de toda la legislatura local. Porque la guerra entre ambos es soterrada. De baja intensidad. Y como Jacinto admitió que “ya no puede ser mediador”, confirmó de nuevo su fracaso como tal. Tendrá que ser la gobernadora quien esta vez, sí entre a desactivar el problema. Porque si de algo carece la mandataria estatal, es de operadores políticos. Y al no contar con ellos, es obvio que los problemas se multiplican en vez de contenerse. Evelyn está rodeada de incompetentes. González Varona es apenas, un botón de muestra.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Como es el segundo puerto turístico de importancia en la entidad, las fuerzas de seguridad pública restablecieron el suministro de gas en Zihuatanejo. El mensaje parece claro: los grupos delictivos pueden operar en otras regiones —Tierra Caliente, Zona Norte, Montaña, Centro y Costa Grande—, pero no demasiado—aunque Acapulco es la excepción— en aquellas donde se afecta la entrada de divisas por concepto de turismo. Mientras, las demás ciudades que componen dichas regiones pueden seguir soportando el flagelo, la presión y el sometimiento de esos grupos criminales. Así de condenados a padecerlos.