EL Esquiu.com, domingo 27 de abril de 2014

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Domingo 27 de abril de 2014/CATAMARCA/DEPORTES

Correctos valores del ciclismo local

La dinastía de los Ibáñez (los hermanos sean unidos) “No dar mal ejemplo a los demás podrá ser una primera etapa que nos propongamos, pero en manera alguna podrá ser la etapa definitiva; con ella no podrá quedarse tranquilo nuestro corazón ni en paz nuestra conciencia”. “Estamos obligados a presentarnos delante de los demás con tal carga de bondad que los instemos a la práctica del bien; con tal intensidad de generosa entrega que los movamos a imitar nuestra dedicación al bien de los demás”. ALFONSO MILAGRO – Los cinco minutos de Dios- Breves reflexiones para cada día del año con La Biblia y con la vida diaria. (Editorial Claretiana. Año 2000. Página 103. Buenos Aires. República Argentina). Siguiendo un principio soberano (“dinastía”) de una familia determinada en lo concerniente a la faz deportiva, en este caso, el ciclismo competición; con todo respeto y cariño, deseo evocar a un grupo de hermanos que se destacaron- en su momento- en la práctica de una disciplina deportiva precedentemente citada, erigiéndose en importantes referentes de la historia lugareña del deporte de las “dos ruedas”. Seis hermanos componen el grupo de esta movida “pedalera” que supieron, con honestidad y dedicación, cumplir una campaña digna de recordar, todos ellos “comandados” por quien, en esta ocasión, quisiera destacar, me estoy refiriendo al hermano mayor: Rufino Pascual Ibáñez (65). Hace pocos días nos encontramos nuevamente, después de un largo tiempo de ausencia en el ambiente ciclístico, y fue en el circuito “El Fariñango”, ubicado

al lado Oeste del Predio Ferial, donde se llevaron a cabo diversas carreras de bicicletas del ámbito libre. Ahí ubiqué a Rufino Pascual Ibáñez, con la misma sencillez de siempre y generoso en sus conceptos hacia la gente amiga. Allí aproveché el momento para que me contara cómo fue su inicio en las competencias y el tiempo que le dedicó a la “bici”, y esto contó: “Siendo muy joven, estaba trabajando en la provincia de Mendoza por espacio de tres años, allí practicaba e intervenía en carreras de barrios, y quien me enseñaba a correr era el ‘Cóndor de América’ Ernesto Contreras (grandioso ciclista argentino, muy conocido a nivel mundial, tantas veces ganador de la famosa carrera internacional del ‘Cruce a la Cordillera de Los Andes’. Él me prestaba su bicicleta (año 1973), y en 1974 me vine a Catamarca. Quiero destacar y recordar por siempre, a mi querido amigo Jorge Chayle (Q.E.P.D) de Amadores. Dpto. Paclín, él fue quien me aconsejó que retornara a las competencias”./ “La primera carrera que corrí y gané, fue la ‘Criterium’ de Apertura de 1981, definiendo en embalaje con Jorge Silva”. Seguidamente, acotó: “La referida prueba se disputó por la ruta 33, con largada frente el establecimiento de la Ford, ida hasta Las Tejas y regreso al punto de partida. Ese día estaba lloviendo, yo tenía mucha fuerza en las piernas, eso me favorecía en los terrenos de exigencia”./ “También corrí una edición de la carrera ‘Trepada a Los Ángeles’ (1983), allí me ganó el ‘Tabito’ Silva, yo obtuve el segundo puesto.”/ “He

Rufino ganó la prueba de “La Costanera”. Año 1990.

Primer plano del excelente ciclista: Rufino Pascual Ibáñez.

participado en cinco ediciones de la ‘Trepada Al Rodeo’ , ‘Seis Vueltas a El Jumeal’./ “Además corríuna vez- la ‘Ida a La Rioja’, ‘Doble La Merced’, ‘Doble Balcozna’ y varias carreras en el parque Adán Quiroga”./ “En el año 1990, se disputó una carrera en el circuito de la Costanera, delimitada por la avenida propiamente dicha más las avenidas Alem y Belgrano de nuestra capital, allí conquisté el primer puesto”. A continuación, añadió otros hechos de su importante palmarés: “En 1981 corrí y gané la ‘Do-

ble Miraflores’, también en el circuito San Cayetano, definiendo con ese buen amigo y adversario que es ‘Luisito’ Lucero.”/ “Quisiera recordar la final de una competencia que corrimos en el Óvalo del parque Adán Quiroga; la prueba era para la categoría veteranos. Última vuelta, y desde el punto de referencia llamada ‘la casilla’, con Luis ‘Ñandú’ Gordillo levantamos un ‘feroz’ embalaje con ‘cadena al cono’, y llegamos enredados del manubrio, casi nos estrellamos con el poste del alumbrado público que estaba junto a la línea de

llegada. Ganador fue Luis Gordillo. ¡Espectacular! ¡Inolvidable!”. Y llegando al epílogo de nuestra entrevista, expresó: “Mi proyecto deportivo es volver a competir en veteranos, para ello estoy entrenando intensamente para poder lograr un buen estado de forma, gracias a Dios y a la Virgen del Valle, siempre corrí natural, sin estimulantes ni drogas. Por eso le digo a mi hijo Alejandro, jamás recurra a esas porquerías; todo está en el cuidado y al constante entrenamiento.” A continuación nominaré a los demás integrantes de esta “banda” pedalera que conforman la “dinastía de los Ibáñez”, con respetables trayectorias: Antonio (“Antonito”) aquél gregario de lujo de importante campaña, especialista en trepadas y fortísimo en el llano. Carlos, el alegre “masacra” que se lució en los torneos de ciclismo bancario, Francisco Dionisio (“Panchito”) el de los “siete oficios y catorce necesidades”, Eduardo, otro ícono del ciclista realizado y Luis “Lucho” (el apoyo logístico del grupo con el auxilio al instante). En esos terrenos de caminos llanos y de montañas, se llevaban a cabo los desafíos más valientes, donde los corredores ponían todo el coraje y astucia para aguantar y devolver “palo por palo” todas las acciones cambiantes que se presentaban en el fragor de la lucha. Así era el estilo bien definido de estos bravos ciclistas que lograron enaltecer –cada uno de ellos- la importante historia de nuestro ciclismo lugareño. José “Pepe” Bustos

La “dinastía” de Los Ibáñez: Eduardo, Rufino y “Panchito”, posando para la posteridad.


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