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Retratos del pasado
Primera Piedra Aeropuerto Balmaceda
Diario El Divisadero, Octubre 2016 Leighton Barros…, apellidos algunos subsumidos y luego nuevamente entremezclados por el tiempo, allá en Balmaceda y Chile Chico, acá en Coyhaique, Mañihuales, luego en el Blanco, y por supuesto que también en Valle Simpson, Lago Elizalde y Cochrane. Recuerdo a doña Dumecilda Medina, la madre de Arturo Barros y de todos sus hermanos, que fueron varios: Chalino, nuestro amigo Braulio y varias hermanas: Fue, por largos años, la matrona de Balmaceda…No sé, cuántos hijos del rigor y del frío vieron la luz, porque ella se arrebozaba en un manto y sea la hora que sea, el lugar que fuere, a pie o a caballo, asistía a esa paciente hasta que sentía el llanto estruendoso, lo lavaba con agua del Río Oscuro, lo envolvía apretado fuertemente para que “no se enchuecaran sus piernecillas y lo entregaba a su madre. Algunas pagaban, la mayoría daba las gracias entre risas y llanto. Allá, en su casa sus hijos, con todos los problemas que una familia numerosa conlleva, más, cuando nacen inteligentes y con talento…
Doña Dume como la conocía la comunidad de Balmaceda, si bien tiene plenamente justificada su existencia con su oficio de matrona, se ganó para los Dumicilda Medina colocando poniendo la “Primera Piedra del Aeropuerto de habitantes de Aysén, el cielo, al tener un hijo lleno de talento artístico que ha dado honor y gloria a su Balmaceda”, junto a ella a su derecha el Obispo Bernardo Cazzaro, el gobernador tierra de Aysén, Arturo Barros Medina, es este hijo de de Coyhaique Carlos Echeverría Blanco. al lado izquierdo el Alcalde de Coyhaique Balmaceda que ha paseado el nombre de Aysèn en don Alberto Straussmann Laubcher, año 1960- 1970. las cuerdas de su guitarra y en las teclas de su piano. Un elocuente e inspirado compositor, que tiene la fuerza necesaria para convertir la tierra, el cielo y los habitantes de Aysén, en melodía, arte y sentimiento que embrujan el alma toda.
Balmaceda
Un homenaje a mi amigo año 2000 Rosalino “Chalino” Segundo Barros Medina
No es cierto que en los pueblos chicos y pobres no nazcan talentos que brillen en el firmamento humano con luz propia. Arturo y muchos otros, son dignos ejemplos. Hay que luchar, siempre luchar por lo que se cree y ganar…Esa es la tarea.
Yo me acuerdo del amigo Que tocaba el acordeón Tocaba la verdulera Y a la gente le gustaba Pancho Cordero dejó Esa acordeón enlutada Y yo colgué la guitarra Tiene las cuerdas cortadas Anduvimos mucho juntos Y nunca más pasó nada. Gracias amigo querido Por la historia ya pasada Que Dios lo tenga en la Gloria Son mis palabras deseadas Muchos amigos se han ido Yo voy por la rastrillada
Década del 30’.
De pie de izq. a derecha: Rosalino Barros Valdés e Virginio Barros Valdés. Sentados de izq. a derecha: Dume Medina (falda oscura y piernas cruzadas). Los acompañan vecinos y familiares en Balmaceda tales como: Segundo Aravena, Juan Aguilar Leiva, Manuel Cellán, Aurelio Millar, Germán Medina, Justina Lastra, “China” Millar, Carmela Medina, “Negro” Farah, Blanca Millar, Carmen Aravena, Dora Medina, Juana Farah, y otros.
Dumicilda Medina, Chalino Barros y esposa con su hijo mayor Evaristo, Braulio Barros y esposa con sus hijos Gloria, Rosalba, César, Ramona, Olga y Norma.