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Castilla-La Mancha
Opinión
EL DÍA VIERNES, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2011
“Se han apretado el cinturón muchos autónomos, muchas familias y muchos españoles, por lo que también se tienen que apretar el cinturón las administraciones públicas”
—LA FRASE—
Mariano Rajoy PRESIDENTE DEL PP
—EDITORIAL—
—MINICOLUMNA—
LA NECESIDAD DE DEFENDER LA PROTECCIÓN SOCIAL Y LA EDUCACIÓN
¿Nuevo síndrome de Estocolmo?
—QUIJOTAZOS—
Juan Carlos Orcajo
U
na de las primeras acusaciones que ha recibido el proyecto de recortes de Dolores de Cospedal es que una reducción tajante del gasto público tiene que conllevar, por fuerza, recortes en la protección social, y en lo que llaman los pilares básicos del Estado del Bienestar: salud, educación y protección. Sobre esta premisa, lanzada sin un análisis detenido del plan presentado, se basa no sólo la labor de oposición en la región –lo cual entra dentro de la lógica política-, sino la gran oposición desde la izquierda al acuerdo para la reforma constitucional –la otra vía es la del nacionalismo de derechas, que busca pescar en río revuelto para sus aspiraciones de siempre-. Quizás por esta razón, la presidenta de la Junta ha dado un nombre pretencioso al plan de re-
—CHOCOLATE CON PICATOSTES—
cortes: Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos. Una declaración de intenciones que busca subrayar, precisamente, que este plan busca garantizar los servicios básicos, y que para ello es preciso mantener un déficit bajo y una política de gasto responsable y realista con el objetivo principal. Los sindicatos, por ejemplo, deberían explicar por qué recortar el número de liberados sindicales, sobre todo en sanidad y educación, es un atentado contra la obligación estatal de garantizar la atención sanitaria a los ciudadanos. O por qué ampliar el número de horas lectivas del profesorado, en dos horas a la semana, supone recortar servicios en educación. Es cierto que en un primer momento, estos recortes supondrán un aumento del paro en la región. Pero si el estado no abre la posibilidad de financiar la deuda encontrada, tendrá que asumir su responsabilidad en el proceso de ahogamiento de la economía regional. Además, si estas medidas permiten el pago de la deuda a los proveedores, sobre todo a las pymes y a los autónomos, se frenará la destrucción de empleo en el sector productivo, y se potenciara la posibilidad de crear empleo paliando la destrucción inicial. Aún así, conviene hacer un seguimiento pormenorizado de la aplicación de este plan, y de sus efectos en cuanto a la prestación de servicios básicos, la evolución del empleo en la región y la recuperación de ingresos fruto de la reactivación económica.
por Rubio
COLABORADOR
Terminan las vacaciones de casi todos. Hasta los más pequeños deben deshacerse de la pereza y volver a sus rutinas, con la bata en mano el paquete de pañuelos de papel en ristre para sofocar los disgustos y las pataletas. Mientras, expertos y psicólogos continúan en su afán por definir o catalogar ese malestar post vacacional entre la mera pereza y una dolencia o enfermedad. Sea como fuere, año tras año, los medios de comunicación nos repetimos incansablemente mareando el asunto. Lo sorprendente en esta ocasión ha sido la voz del ciudadano, que lejos de lamentarse de la temida ‘vuelta al cole de los adultos’, hablaban de dar gracias por no tener que enfrentarse al paro y sí a su confortable silla en la oficina. La vuelta a la rutina es una bendición a la que aún aspiran demasiados españoles. Otros, por su parte, conscientes de su suerte, dejan a un lado las lamentaciones al saberse afortunados, aunque otros rozan casi una especie de síndrome Estocolmo con el trabajo, que tampoco es sano.
—MINICOLUMNA—
Rebelión en las aulas Clementina Medrano COLABORADORA
Que sí, que sí. Que la educación es sagrada. Que es la salvia de la sociedad. Que cualquier recorte en este sentido es un paso atrás. Sí. Pero también entiendo que a los profesores no se les exige un esfuerzo irracional. En mi opinión, la excelencia educativa también reside en el desempeño profesional de cada uno de ellos. Entiendo su crispación y su recelo y, sobretodo, su miedo a perder parte de los privilegios de los que disponían. Pero amigos míos, al resto de trabajadores (en activo o no) nos da la risa cuándo nos hablan de jornadas de 20 horas semanales. Que sí, que sí, que sé que hay mil matices, pero las líneas me obligan a ser escuetas. Y sí, 35 alumnos son demasiados, pero no la causa objetiva ni razón de ser del declive educativo que vaticinan.
—SUBE— SINDICATOS EN LIBERBANK
Ante el modo dictatorial de Menéndez de resolver la cuestión de los traslados, acudirán a la Audiencia Nacional y seguirán movilizándose.
—BAJA— GAMBERRADAS SACRÍLEGAS
“Hay cosas que en democracia suelen parecer simples gestos, pero que en el fondo responden a la experiencia de muchos años de democracia en otros países” Los cien días de cortesía, por ejemplo Es algo más que una forma de dejar que los nuevos gobiernos se asienten Invita a las nuevas oposiciones a alejarse temporalmente de lo que han hecho durante su etapa de gobierno, porque casi todos los argumentos se vuelven contra ellos Gadafi dice ahora que rendirse es cosa de mujeres Además de cafre, machista... ¿Esconderse no era también cosa de cobardes y de afeminados? Ahora resulta que los linces nunca fueron poblaciones grandes Como diría aquel famoso: siempre hemos sido pocos, pero selectos De ahí que la especie esté en tan grave peligro de extinción Tanto control de natalidad, que luego pasa lo que pasa: que no hay individuos suficientes. Las pintadas son ejemplo de falta de educación y de moral, en un país donde la expresión es libre. Si además se ofende a la gente en sus creencias, peor.