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EL DÍA

C-LM Sociedad 31

DOMINGO, 5 DE FEBRERO DE 2012

LACTANCIA MATERNA ALBACETE

La anquiloglosia, o presencia de un frenillo sublingual corto, en algunos casos se ha identificado como un problema para la lactancia materna por la dificultad que conlleva para un adecuado agarre al pecho. La frenotomía es la solución más habitual. CARLOS MARTÍNEZ

Algunos bebés con frenillo corto no presentan problemas gracias a la capacidad de adaptación del pecho materno y a la propia fisiología de la glándula mamaria.

Entre un 3 y un 10% de los bebés tiene el frenillo corto MANUEL LORENZO ALBACETE

L

a anquiloglosia, o presencia de un frenillo sublingual corto, en algunos casos se ha identificado como un problema para la lactancia materna por la dificultad que conlleva para un adecuado agarre al pecho. En los grupos de apoyo a la lactancia materna y consultas profesionales se ha definido en los últimos años como una de las complicaciones más habituales. La incapacidad de movimiento de la lengua suele originar dificultades en la succión del pecho y genera una cascada de problemas que pueden repercutir no solo en el bebé, sino en la madre, que puede sufrir grietas dolorosas, mastitis repetidas y falta de producción de leche. Este problema “se presenta entre un 3% y un 10% de los recién nacidos”, explica Benedicta Cutanda, matrona del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete

(CHUA), asesora certificada en Lactancia Materna y miembro de la asociación Dame Teta. En palabras de Benedicta Cutanda, “es un problema que consiste en que la lengua está sujeta a la boca, con un frenillo, que a veces es muy aparente, se ve muy bien, y otras veces no tanto, porque está en el suelo de la boca, y la lengua no se mueve de forma correcta dentro de la boca, con lo cual cuando un crío va a mamar, necesita sacar la lengua. Pero como está cogida, no puede salir lo suficiente por encima del labio”. De esta forma, este problema “presenta dificultades para la lactancia como, por ejemplo, intenta compensar que no saca bien la lengua, por lo que puede desarrollar mucho los carrillos, ser muy mofletudo, porque intenta succionar de otra manera, no con los movimientos correctos de la lengua, sino haciendo como un ordeño en el pecho de su madre”, continúa. Este problema puede solucionarse “cambiando de posiciones, porque el crío es capaz de agarrar-

ALIMENTACIÓN ARTIFICIAL

Antes se suspendía la lactancia Antiguamente se diagnosticaba y remediaba la anquiloglosia nada más nacer el niño, pero a mediados del siglo XX la lactancia materna perdió popularidad y su tratamiento dejó de ser habitual, y cuando había dificultades la solución era suspender la lactancia materna e iniciar la administración de leche artificial. Actualmente, con la vuelta a la alimentación natural el frenillo corto se ha vuelto a identificar como un problema y por tanto se ha vuelto a diagnosticar y tratar. La movilidad de la lengua es de vital importancia para la buena marcha de la lactancia, y para que ésta resulte placentera para la madre y efectiva para el niño.

Algunos bebés con frenillo corto no presentan problemas, gracias a la capacidad de adaptación del pecho materno y a la propia fisiología de la glándula mamaria. En cambio, si esos problemas existen, realizar la frenotomía es una solución sencilla. -PROBLEMAS FUTUROSDe esta forma, si un niño crece y aumenta de peso correctamente, y su madre tampoco siente dolor al amamantar, no es necesario realizar intervención alguna, salvo que se quieran prevenir otros posibles problemas futuros (dentición, el habla, la respiración, mayor propensión a sufrir otitis, sinusitis, etcétera).

se de una forma profunda, no superficial” al pecho de la madre. En cambio, hay “otros niños que sí que lo presentan, y es una lactancia con problemas para la madre porque el crío, en todos esos intentos de coger el pecho adecuadamente, a lo mejor hace movimientos masticatorios, entonces la madre tiene grietas que no se le van nunca, mastitis porque no drenan bien la leche del pecho y no se vacía adecuadamente”. SOLUCIÓN

Una de las soluciones que presenta este problema de frenillo es la frenotomía, “el corte del frenillo, que se hace en el quirófano, aunque algunos se pueden cortar directamente con alguna tijera adecuada realizándolo un pediatra”. En esta intervención, “los riesgos pueden ser de sangrado, pero son mínimos, muy bajos. El bebé, una vez que se le hace la técnica, puede ponerse inmediatamente al pecho y muchos consiguen mamar adecuadamente desde el principio”.


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