EL COMERCIO De Colorado | Vol. 276
DE LA EX ESCLAVA JULIA GREELEY
Camino a la santidad
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Del 22 de Diciembre del 2016 al 4 de Enero del 2017
LOCAL
Desamparados Foro Latino de Colorado advierte mantendrán sobre posible tragedia carcelaria sus mantas
DENUNCIA QUE SE EXIGE REFORMA
(Foto/EFE)
Redacción/El Comercio de Colorado
Samuel J. Aquila, Arzobispo de Denver, abrió el proceso para la canonización de Julia Greeley, una ex esclava que residió en Denver en el siglo 19. Greeley fue conocida en su tiempo como “El Ángel de la Caridad” debido a sus actos piadosos con personas necesitadas en el vecindario de Five Points. Aunque apenas ganaba entre 10 dólares al mes limpiando y cocinando, dedicaba parte de ese dinero a ayudar a otras personas que eran pobres. En esta primera etapa de la canonización, las autoridades eclesiásticas deben recabar información sobre la vida y las virtudes de Greeley. El informe que elaboren los representantes de episcopado local será enviado a la Pontificia Congregación para la causa de los Santos en la sede del Vaticano, en Roma. Esta comisión va a determinar si existen condiciones para avanzar en proceso para adelantar la causa de la santidad de Greeley.
(Foto/Prensa Julia Greeley Guild)
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Redacción/El Comercio de Colorado La superpoblación carcelaria en Denver, un problema que afecta de manera desproporcionada a grupos minoritarios, sería el resultado de la pobreza y el racismo, pero no de la criminalidad. “Denver desproporcionadamente encarcela a afroamericanos, latinos y nativos americanos, pero no existe ningún plan oficial de los líderes locales para reducir la disparidad racial dentro de las cárceles o para aliviar las peligrosas condiciones de superpoblación, que ponen a los reclusos y a sus guardianes en peligro”, comentó Mandy Nunes, del Foro Latino de Colorado (CLF). En 2014, el Concejo Municipal de Denver detectó un alto crecimiento de la población carcelaria. Según las autoridades locales, los blancos representan el grupo humano más grande de la población, pero representan el grupo con menos proporción de presos. Tienen más posibilidades de ir a la cárcel en Denver, los jóvenes nativo americanos, los afroamericanos, y los latinos. La vocera del CLF lamenta que los funcionarios a cargo del sistema penitenciario y la prevención han fracasado en los intentos por reducir la creciente población carcelaria. Otro gran problema del sistema penal de la capital de Colorado es la falta de alguaciles.
Existen 725 alguaciles para proteger tres establecimientos carcelarios con una población de 2,300 reclusos. Ante esa realidad, el Departamento de Alguaciles de Denver consiguió la expansión del presupuesto en 24 millones de dólares anuales adicionales para contratar más personal. No obstante, Nunes afirmó que “a dos años y medio del inicio de aquellas reformas aún no hemos visto resultados que justifiquen la expansión del presupuesto”. Movilización “En medio de un clima político nacional hostil hacia las personas de color… la participación del público es ahora más necesaria”, dijo Nunes. Y agregó, “necesitamos urgentemente crear una plataforma política para exigir acciones de los legisladores locales y estatales para evitar una próxima tragedia en las cárceles”. En las acciones de movilización que menciona Nunes participan el CLF y otras organizaciones como la Coalición de Colorado por la Reforma del Sistema Judicial y la Alianza Ministerial de Metro Denver.
Denver/Agencia EFE
Ray Lyall, portavoz de Denver Homeless Out Loud (DHOL) celebró la ordenanza que prohíbe a la policía el quitar mantas, o cobijas, a los desamparados que duermen en las calles de Denver. “Las personas en situación de desamparo ya no perderán lo que necesitan para cobijarse”, dijo Lyall. El activista resaltó que la ordenanza, de carácter temporal, es de especial importancia ahora que empiezan a registrarse bajas temperaturas. “No queremos ver que nadie pierda su vida durmiendo en las calles cuando hay lugares seguros y cálidos disponibles donde pueden pasar la noche”, declaró Michael Hancock, Alcalde de Denver. “Nunca fue nuestra intención quitarles sus pertenencias a las personas que necesitan cubrirse. Por eso, he ordenado a la Policía de Denver que ya no confisque cierto equipo de los desamparados, como tiendas de campaña o frazadas”, detalló.
2,300 reclusos
Es la población carcelaria de Denver al finalizar el 2016.
(Foto/El Comercio de Colorado)